Nayagua nº 23

Page 231

una cuenta hacia adelante. En este proceso consigue hacer algo que no es fundamentalmente rítmico (y en este sentido, dista mucho de lo que consiguió Huidobro en el último Canto de Altazor, si bien en ambos casos existe una huida del lenguaje referencial); entramos en una arritmia de la aritmética: muy abstracto, sí, pero funciona, por más acostumbradxs —incluso domadxs— estemos como lectorxs a recibir la poesía como algo figurativo; y si además de funcionar, alerta, desasosiega o extasía, creemos que es porque está sostenida conceptualmente por esa fuerte defensa que hay en el libro de “anonimia contra historia”, una anonimia que no puede ni debe articularse con cifras: para empezar en lo que afecta a esa “identidad de páramo” que conforman las víctimas; para seguir, tampoco en el poder de la cronología: en n+1 el autor nos aclara que ha combinado un decurso temporal, con la referencia a ciertas fechas importantes del siglo xx, con un “decurso lingüístico que tiende a la ilogicidad, el silencio solipsista”; entendemos nosotras que se trata también de distanciarse del reduccionismo aplastante de todo lo que se pretende volver cómputo —lineal y cronológico, que facilite la figuración/representación reduccionista y manejable—; si se articulara este poemario desde lo previsible o aplaudible, seguiríamos dentro del lenguaje del poder. En esta descodificación del orden asumido, presumible, crak parece intentar descifrar o descodificar lo numerario de la cifra, y esto es algo que tenía que acabar o empezar por afectar a la enumeración y la repetición, entendidas como recursos literarios. También hay fragmentos de crak en los que se hace una radiografía de lo insistente que resulta en poesía aquello que sigue creando significado, de modo que no es posible apartarse de la fonología para quedarse con eso que la lingüística escucha en la fonética, sonidos que ya lo han perdido. Si antes “delirio”, uno de los sustantivos más repetidos hasta aquí, ahora “demencia”, y en su tratamiento —intensificación, acumulación, haz, descomposición, recreación— el fonema m. Parece un proceso inverso al de la rima, en que la primacía del oído pudiera descargar de parte de su sentido conceptual a ciertas palabras. Aquí un sonido acaba resultando fonológico a más no poder: con sentido y sintiente, sin llegar a hacer léxico. Y hay un engranaje de relojería, una estructura-marco que oprime y cerca un territorio de fonemas peligrosos, un aparato de explosión y exclusión. Es en este sentido, que crak nos parece, casi casi, un tratado, y por todo lo dicho, si un manual de versificación de poesía y métrica española incluyera el poema ¬ n+1 después del capítulo dedicado al verso libre, nos parecería, como mínimo, coherente. Ahora somos nosotras, dos lectoras, quienes optamos por volver a la cifra. A ver: cuando el 8,9 por ciento de la humanidad posee casi el 80 por ciento de la riqueza y entre un 30 y un 60 por ciento de los residentes de las ciudades más grandes de los países subdesarrollados viven en el eufemismo de los “asentamientos irregulares”; más certeros, o más imaginativos, o más despectivos, son

239


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.