Boletín de Pentecostés de la Hermandad de N.S. del Rocío de Benacazón (Sevilla)

Doce Meses de Pentecostés El año no empieza cuando / amanece el mes de enero.

Nuestro año empieza en mayo, / o en junio, según sea el cielo.

Cuando vamos al camino, / estamos siempre volviendo y cuando volvemos, vamos / a esperar otro año entero.

Un año que es de vivencias, de nostalgias y recuerdos.

Pero vamos ya regando las plantas de nuestro huerto, que el Rocío es todo el año y aquí estamos bien dispuestos, bien dispuestos para todo, aunque no todos lo hacemos.

Que la generosidad es poca si estamos contando el tiempo que dedicamos a darle / alma a la hermandad del pueblo.

Un año que hacer, Rocío, por tu nombre engrandecerlo.

Un año que trabajamos para no quedar sin medios y que tiene muchas cosas que bien todos conocemos, desde una noche de doma hasta una gala en febrero, la sardina y la tostá, y las tapas y buñuelos, y la operación carreta y meriendas pa’ los viejos, y hasta de rey nos vestimos para tirar caramelos.

Hay Misa alegre y solemne en la peregrinación de invierno y hay peregrinos de noche por la raya andando al fresco, nos plantamos en la aldea en diez horas de momento.

Hay visitas a hermandades de fuera y de aquí adentro, el Jueves y Viernes Santo, y domingos rocieros.

Y cuando escribir pedimos que del tiempo cerca estamos para hacer el boletín que ofrecer a los hermanos, cada año hemos tenido menos escritos firmados, que a pensar que lo haga otro nos hemos acostumbrado.

Ilusión tengo la misma que cuando en esto empezamos, es el mismo sentimiento y mejor, si es necesario, que ya lo he dicho otras veces, que el Rocío es todo el año y esto es una gran familia bajo la madre que amamos y no puede ser que andemos con los ánimos cambiados.

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