Palmas Ecuatorianas: biología y uso sostenible
Otro tipo de uso necesariamente destructivo es la obtención de palmito para consumo como alimento a partir de diversas especies, principalmente el palmiche (Euterpe oleracea) y el palmito de Castilla (Prestoea acuminata). Dado que el palmito corresponde a las hojas en su estado más tierno de desarrollo, su obtención implica derribar la palma; para las palmas que tienen un solo punto de crecimiento, el corte del tallo significa la muerte de la planta; para especies que tienen varios tallos, como el palmiche y el palmito de Castilla, es posible cosechar algunos de ellos, y nuevos rebrotes pueden reemplazarlos, si se siguen unas adecuadas prácticas de manejo que respeten los rebrotes pequeños. Otros casos de uso necesariamente destructivo tienen un impacto más bajo, pues se practican a menor escala y, en general, solo para consumo doméstico. El derribar las palmas para posteriormente recolectar las larvas de escarabajos que se crían en los troncos es una práctica ampliamente utilizada por los indígenas de la Amazonía ecuatoriana5,6 y posiblemente entre las comunidades de colonos, pues las larvas de escarabajo son consideradas una exquisitez en la región. Las principales especies de las que se cosechan estas larvas son la ungurahua (Oenocarpus bataua) y el morete (Mauritia flexuosa). El impacto de este tipo de uso es probablemente muy bajo y casi siempre se cosechan las larvas en palmas que fueron derribadas para cosechar sus frutos. La extracción de almidón a partir del tallo constituye un último caso de cosecha necesariamente destructiva. Aunque en la actualidad este uso ya no se practica en
Ecuador, desempeñó un papel importante entre pueblos cazadores y recolectores hace varios milenios. Entre los pueblos tukano oriental del río Vaupés, en la actual frontera entre Colombia y Brasil, se extraía almidón de los tallos del morete7 y aparentemente también del pambil8. Prácticas similares probablemente existieron hace varios milenios entre los aborígenes amazónicos de Ecuador, pero es difícil conocer el impacto que pudieron tener en las poblaciones de estas especies.
Cosecha no destructiva En la mayoría de los casos las hojas, las fibras y los frutos de las palmas se pueden cosechar de manera no destructiva, accediendo a ellos con la ayuda de herramientas muy básicas. En palmas que miden hasta unos 8 m de alto es posible alcanzar la corona usando una escalera o un palo inclinado con peldaños labrados, que hace las veces de escalera. Lo más simple y liviano es un tallo de guadúa (Guadua angustifolia), como se usa en los alrededores de Sucúa, Morona Santiago, para cosechar las hojas de la palma de fibra (Aphandra natalia). Otra opción es cortar el producto deseado desde el suelo mediante un podón: una cuchilla encabada en una vara larga o un bambú angosto. A menudo tienen forma de S, con filo en los dos lados cóncavos (Figura III-1), lo que permite cortar de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo. Algunos podones tienen forma de una espátula afilada. Con esta herramienta resulta fácil cortar un racimo o una hoja. Así se cosechan los racimos de chontaduro (Bactris gasipaes) en algunas partes de la Amazonía, y en la Costa, especialmente en la p rovincia