Cementerio General de Guayaquil (Foto: BF)
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Situado al pie del también emblemático cerro del Carmen, en pleno centro de Guayaquil, fue fundado a comienzos del siglo XIX, según algunos, con la bendición de Simón Bolívar, para albergar a las almas más dispares. Décadas antes, se formaron los primeros cuerpos de bóvedas al pie del cerro por los terribles brotes de epidemias de ese entonces. Un recorrido por sus laberintos internos da cuenta de las dos caras de la medalla: de la majestuosidad de los mausoleos hechos con mármol de Carrara en el sector patricio, hasta las cruces de madera desperdigadas caóticamente en las partes altas. Entre las paradas más significativas de este microuniverso están las tumbas de Eloy Alfaro, Abdón Calderón Muñoz, Julio Jaramillo y Augusto San Miguel (exhumado para efectos de descubrir los secretos del primer cineasta ecuatoriano, de quien decía la leyenda que se había enterrado con todas sus películas, sin dejar siquiera un fotograma como legado).