decir que sabe lo que quiere y que lo ha conseguido gracias a Dios.
Estreché su mano y aguantó estoicamente que le propusiera firmar mi lista de objetos que llevaba para tal fin desde casa y posó junto a quienes me acompañaron en este viaje, a los cuáles también agradezco desde aquí su compañía: Vero, Pepe y mi hija Sonia, a la que firmó su camiseta, sin olvidar y dar las gracias a quien hizo posible que todo este viaje se llevase a cabo, lamentando no poder asistir por motivos de trabajo, ella es mi esposa Anto. Gracias por estar siempre junto a mí.
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