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Los pequeños relatos parnasianos

Todo se puede contar en unas pocas palabras. Es cuestión de acertar en su elección y de saberlas articular. El talento para ello diferencia a unas personas de otras, a los escritores de diverso calado. Abrimos esta nueva sección con el mejor afán y el más acertado pronóstico. Como la vida misma. Muéstrenos su gran universo literario en 150 palabras. Les esperamos.

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U El camino n señor con sombrero, portafolios y paraguas salió de su casa una mañana muy temprano. Agarró un camino y empezó a caminar. Cuando quiso volver a su casa, tenía el sombrero, el portafolios, el paraguas, pero había olvidado el camino.

Lilia Cremer (Argentina)

Mejor bailar que llorar

Sube la montaña africana Éxito a la desesperada, pues para subir una alta montaña, basta una danza africana feliz, así subirás, sin pensar en la mañana siempre cruel, siempre insulta que te insulta, siempre falso a mis espaldas, en que bailo sola y me gusta la playa. A la desesperada voy sin rumbo, sin meta voy y voy y me gusta. Que subo con suerte para arriba, que bailo la danza negra, bailo y bailo y no paro, que no seas desgraciado, ni te rías de mí condenado y sube la montaña africana bailando en sus faldas: “danza que te danza, marca que marca, sube que sube y ya”. Porque mejor es bailar que llorar. Peregrina Varela (España- Venezuela)

Tormenta

Nada volvió hacer igual desde que el mar llegó al lugar donde pescábamos, al final del patio. Ahora todo huele a recuerdo, salitre y al humo del tabaco del abuelo.

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