En principio tenemos una habitación realmente pequeña, sobretodo teniendo en cuenta que es para un adulto joven con una gran cantidad de libros y materiales que guardar. La circulación está muy congestionada ya que las puertas abatibles del armario empotrado casi chocan con el escritorio dejando encerrado la persona. La estantería impide así mismo que la puerta se abra con normalidad en un ángulo de 90º haciendo más estrecha la entrada que a su vez se ve entorpecida por una gran cómoda donde hay gran parte de libros que no caben en la estantería actual. La mesita de noche está a los pies de la cama ya que es el único sitio donde cabe, pues la cómoda no puede ocupar ese lugar debido a la dimensión de los cajones. El escritorio es demasiado grande y no se adecua al uso del usuario, que lo emplea únicamente para dibujar y escribir, lo que hace que parte del limitado espacio se ocupe de forma inútil.
Busco un estilo muy básico y sobretodo neutro y limpio ya que la dimensión de la habitación es limitada. En este plano cambio el orden de los posibles muebles. Mi prioridad es despejar la zona del armario vestidor, ya que con el orden anterior era realmente incómodo acceder a la zona debido al escritorio. Lo siguiente fue reducir el tamaño del escritorio de forma que resultara más funcional con respecto al resto del espacio sin alterar la calidad de sus prestaciones de acuerdo a las necesidades del cliente, yo en este caso. He decidido ocultar la estantería aprovechando el saliente del pilar de la esquina, de igual forma que con la mesita auxiliar. Pese a verse más despajada la habitación, encuentro la cama demasiado empotrada con la anchura del escritorio además de seguir necesitando más espacio de almacenamiento, la cómoda sigue siendo necesaria.
Esta es el último plano, sobre el que se basará finalmente el trabajo. La cama se encuentra despejada, facilitando el hacerla cada día. La mesita de noche se encuentra a su lado en un espacio cómodo entre la pared y la cama. Pensé que sería buena idea cambiar la estantería, ya que con este nuevo orden puedo optar a una estantería más ancha, que se integre en la pared gracias al pilar de la esquina y que esté cerca del escritorio. Al lado del escritorio queda un buen espacio para poner una cómoda más pequeña y estrecha en la que poder almacenar, lo que junto a la gran estantería elimina problemas de saturación de objetos. Las puertas del armario podrían ser correderas en lugar de abatibles, lo que otorga aún más espacio y comodidad a la hora de usar el vestidor. La puerta se puede abrir completamente ahora y la circulación es más cómoda.
No he querido renunciar al estilo pop que tanto me gusta, por lo que he decidido poner este cuadro azul y rojo, que da unas notas de color al blanco de la habitación. Además, al tratarse de colores cálidos y fríos, sigue jugando con la armonía y la neutralidad de la habitación, ya que queremos huir del agobio y de las estridencias. La ventana detrás de la cama es algo que personalmente siempre me ha gustado. La limpieza de las ventanas es ahora más sencilla que con la gran mesa de escritorio delante, ya que en la cama puedes subirte sin problemas, algo incómodo de hacer con la mesa.
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Como diseñador y cliente de este proyecto estoy contento con el resultado, he logrado que la habitación resulte más cómoda y amplia sin renunciar a mi estilo personal y manteniendo una armonía muy aséptica sin llegar a ser fría.
Las paredes blancas se funde con los muebles. La estantería integrada gracias al pilar tiene da la sensación de ocupar menos espacio. La puerta ahora no tiene ningún objeto delante lo que facilita la entrada a la habitación y la total apertura de la puerta. Debido a lo pequeño d ella habitación, he optado por una luz localizada en la mesita y en el escritorio, lo que dará luz suficiente a toda la habitación debido a su reducido tamaño. Las lámparas en el techo congestionarían mucho la visión, por lo que he prescindido de ellas.
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Las puertas correderas del armario son de espejo, lo que resulta muy funcional y decorativo, por un lado ahorra superficie de pared, pues no tienes que tener otro espejo y además al ser grandes dan sensación de amplitud.
No he querido renunciar al estilo pop que tanto me gusta, por lo que he decidido poner este cuadro azul y rojo, que da unas notas de color al blanco de la habitación. Además, al tratarse de colores cálidos y fríos, sigue jugando con la armonía y la neutralidad de la habitación, ya que queremos huir del agobio y de las estridencias. La ventana detrás de la cama es algo que personalmente siempre me ha gustado. La limpieza de las ventanas es ahora más sencilla que con la gran mesa de escritorio delante, ya que en la cama puedes subirte sin problemas, algo incómodo de hacer con la mesa.
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Como diseñador y cliente de este proyecto estoy contento con el resultado, he logrado que la habitación resulte más cómoda y amplia sin renunciar a mi estilo personal y manteniendo una armonía muy aséptica sin llegar a ser fría.