1 ivette abulí Tranquilidad
Tumbada en aquel prado verde y fresco, pasan los largos días de verano. terminarán demasiado temprano y otra vez volveré al mundo grotesco.
Más abajo hay un pueblo pintoresco, con su fuente, sus casas y su anciano que siempre me saluda con la mano. ¡lo extrañaré en el sitio que aborrezco!
De repente empieza a soplar el viento, el viento violento que agita el agua del lago que calma mi triste alma.
El cielo azul me sonríe un momento. ¿qué yo haga con la ciudad una tregua? No puedo, allí nunca estaré en calma.
2