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Guadalcanal 1-0 Tocina Los Rosales
1-0 El Guadalcanal consigue el pleno de victorias en la primera vuelta tras superar un duro partido

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Redacción
En esta vida de todo se aprende. Y si se hace pronto, mejor que tarde. Antes de ir al centro de esta cuestión señalaremos con orgullo que el Guadalcanal CD Infantil consiguió una nueva victoria y con ello completa el pleno de partidos ganados en esta primera vuelta. Un hito histórico y que nos llena de satisfacción.
Enfrente tuvimos a un equipo duro en todos los aspectos, el Tocina Los Rosales. Un conjunto que si bien no comenzó demasiado bien la liga, en las últimas jornadas había encauzado la situación, consiguiendo una buena racha de partidos sin perder que se rompió este sábado en El Coso.
A la cita acudió el Guadalcanal con bajas importantes y con solo tres suplentes. Tuvo que aplicar su filosofía de juego como mejor pudo el conjunto de Fali y ayudó, como siempre, la grada para conseguir una nueva victoria.
Para crear juego se confió de nuevo en Antonio Gallego. Para el desborde se empeñaron Curro y Luis Javier, y para la punta de ataque Jorge. En defensa Luis comandó la retaguardia y Hugo bajo palos dio lo mejor de sí mismo. No obstante el gol tuvo que llegar a balón parado, en el minuto 12. Falta botada por Luis Javier que el meta rival no es capaz de atajar y el esférico acaba traspasando la línea de gol.
Otro partido
Pocos podíamos imaginar que el partido se iba a romper ahí, en ese gol. Como hemos señalado las bajas dejaban tocado al Guadalcanal, pero aún así los rojiblancos mostraron mejor juego y calidad que el Tocina Los Rosales. Esa calidad, sin embargo, fue frenada en seco por los rivales a base de faltas y juego sucio. El árbitro dio pasadía a estas primeras jugadas y es lo peor que pudo hacer.
Cuando se dio cuenta el partido se le había ido de las manos.
En esta crónica no hablaremos más de jugadas decisivas porque las ocasiones de gol brillaron por su ausencia. Algo mejor en la primera parte, pero nulas en la segunda. El juego duro que impuso el conjunto visitante lo condicionó todo. Antonio Gallego, Jorge o Luis Javier lo sufrieron en sus carnes. Anulaban cada una de nuestras jugadas de ataque con duras faltas y un juego completamente antideportivo. Luego, el peligro que llevaban hasta la portería de Hugo era escaso. Y cuando conseguían acercarse, Antonio Cabeza, Rafa Castaño y un inconmensurable Luis desbarataban todo el peligro.
El partido fue virando hacia terreno pantanoso a medida que transcurrían los minutos y ya sí el árbitro tuvo que poner algo de orden. Acabó expulsando a dos jugadores visitantes y mostrando a otros tres, unas merecidas amarillas.
Una lástima, lo de este equipo, que no tiene malos jugadores, pero que todo lo bueno que puedan hacer se va por el desagüe por culpa de ese fútbol tosco que quieren hacer. Algo que padres y entrenadores debería frenar, pues verdaderamente no están disfrutando del fútbol como deberían. Alentar ese estilo de fútbol con tan solo doce años es sembrar los vientos que luego desembocarán en tempestades y ante las cuales nos llevaremos las manos a la cabeza cuando ocurra algo lamentable. Sobraron patadas y gestos impropios de la edad. Suerte que nuestro equipo no es así, ni falta que nos hace.

Al final, aunque apurados conseguimos una nueva victoria. Una victoria muy sufrida, pero que también sabe muy bien por desarrollarse en el campo de batalla en el que nos hicieron entrar. En esta vida de todo se aprende, y si se hace pronto, mejor que tarde. Este sábado los nuestros probaron el sabor de una victoria apurada, sufrida y trabajada, pero además aprendieron que por encima de cualquier resultado hay unos valores. Unos valores que hay que respetar. Que las patadas son para los que no saben jugar. Que al final el talento se impone y los triunfos son de los que saben hacer fútbol. Que para eso estamos.