Guadalcanal 6-2 Oduciarosal

6-2 El Infantil hace un partido de campeón y doblega al Oduciarosal

Redacción

Para ser el mejor hace falta no solo ganar a los equipos que son inferiores al nuestro, sino también a aquellos que pueden ser tan buenos como el nuestro. Y dentro de este último grupo se encuentra el Oduciarosal, el equipo que tuvo el honor de visitarnos este sábado.

Su posición en la tabla ya hablaba del peligro que entrañaba este conjunto. Dicha posición fue refrendada sobre el césped con un partido muy complicado en el que nos hicieron entrar los chicos de Tocina Los Rosales.

Era el último partido de nuestros infantiles en El Coso en este 2021. Un partido muy especial en todos los sentidos, pero sobre todo por el rival. Ganar al Oduciarosal era otro paso de gigante para avanzar hacia la consecución del campeonato agrandando más nuestra leyenda.

Tal vez por ello, el equipo de Fali salió concentrado y muy enchufado, aunque de primeras se encontró a un conjunto muy bien plantado en el campo y muy aguerrido. Estaba claro que el talento se tenía que imponer en este choque de altura si queríamos seguir con el pleno de victorias. Y ese pleno empezaba por un jugador que está resultando providencial, Luis Javier. De nuevo saliendo de inicio como jugador de campo, fue necesaria su pericia y su oportunismo para resolver el balón muerto que caía a sus pies en el minuto 4. Gol de killer. Siempre en el lugar adecuado. Siempre resolutivo.

Con el viento a nuestro favor todo hacía indicar que el partido ya era nuestro. Y podría haberlo sido en una nueva ocasión de Luis Javier, que esta vez se va fuera por muy poco.

El susto dio alas al Oduciarosal, que puso en marcha su plan infalible. Balones al número once, a explotar su carrera y su enorme talento para desbordar la defensa e imponerse de cara al gol. No les salió a la primera, pero sí a la segunda. Empate y golpe de realidad. El Oduciarosal no había venido de paseo.

Tocaba ponerse el mono de faena de nuevo e intentar adelantarse en el marcador o tocaría sufrir de nuevo. Y otra vez sería Luis Javier el encargado de resolver en el área. El más listo de la clase demostró por qué es uno de los máximos goleadores del grupo y haciendo valer su físico y su destreza acabó introduciendo el dos a uno.

El resto de la primera mitad fue un monólogo de oportunidades nuestras, que pudimos marcharnos a vestuarios con un resultado más amplio, de no haber sido por su portero, inconmensurable durante todos los minutos que jugó.. Ellos, por su parte, seguían mandando balones a su mejor jugador, aunque este era frenado una y otra vez.

Empleados a fondo

La segunda mitad no pudo empezar peor para nosotros. Tanto fue el cántaro a la fuente hasta que se rompió, y de nuevo su jugador número 11 nos puso las cosas difíciles empatando el partido. Y a punto estuvieron de adelantarse en el marcador. Suerte que no lo hicieron.

Hay que decir igualmente que los nuestros no se arrugaron ni un instante y confiaron en sus posibilidades. El premio a la constancia llegaría en el minuto 46, cuando un ataque rojiblanco es repelido por la defensa rival y Jorge Rius logra elevar el balón donde el portero del Oduciarosal no es capaz de llegar. Golazo y golpe de autoridad.

A pesar de adelantarnos de nuevo en el marcador, el partido no estaba ni mucho menos solucionado. El Oduciarosal lo seguía intentando y conocimos entonces la mejor versión de Hugo, que salvó a los nuestros con paradas de categoría.

Había que cerrar el partido y para ello Antonio Gallego se echó el equipo a las espaldas y dio un auténtico recital de juego. Se cosió el balón al pie y deslumbró a El Coso. El justo premio lo encontró en un lanzamiento de falta que colocó inalcanzable para su portero.

A partir de ese momento El Coso volvió a ser una gozada para los sentidos. El Guadalcanal dejó de sufrir y empezó a disfrutar de lo lindo. Con la tranquilidad del marcador, todo empezó a salir a pedir de boca, y en una falta botada por Roberto, Jorge Gallego encuentra el gol que tanto había buscado.

La guinda al pastel la volvería a poner Luis Javier con un auténtico zapatazo que hace inútil la estirada del meta visitante.

Rafa crack

A pesar de la efectividad de cara al gol, parte importante de la victoria se fraguó en una defensa de primera, donde destacó Rafa Castaño. Fue él quien se ocupó del hombre más poderoso del Oduciarosal, anulándolo por completo. Partido colosal el de Rafa, muy metido en su misión. De diez.

Al final, media docena de goles que valen un nuevo triunfo. Más luchado y trabajado de lo que pueda aparentar el marcador. Ahora ya sabemos que los nuestros saben ganar con claridad, pero también sufrir y salir del atolladero.

Algún día, tal vez, llegue una derrota. De momento no ha llegado ese día. Por lo tanto, a seguir disfrutando.