Propiedad intelectual, nuevas tecnologías y libre acceso a la cultura
donde existen realidades muy distintas y se mezclan escenarios muy distintos. En un terreno supuestamente autónomo como a menudo se reclama para el arte, es precisamente en el ámbito de sus relaciones con las prácticas sociales y el contexto en el que tienen lugar donde esas transformaciones se hacen más visibles. De manera simultánea se están dando dos movimientos paradójicos y que de alguna manera se pueden explicar por el efecto perturbador de últimas tecnologías como la digitalización, las redes telemáticas o los sistemas de intercambio y distribución. Por un lado, gracias a la popularización de nuevas herramien tas de producción, distribución y acceso, estamos asistiendo a una progresiva disolución entre las prácticas sociales y artísticas. Potenciado todo ello por los nuevos recursos digitales, se da una paulatina conexión entre ciertas prácticas artísticas que se vinculan, o incluso se funden con dinámicas de corte social. Este movimiento de acercamiento como vector arrastra a las prácticas artísticas hacia el contexto social y, como veremos más adelante, pone en cuestión algunos de los fundamentos más importantes del paradigma de la producción artística. Estamos hablando del rol del autor, del sobreprotagonismo de lo objetual, del mercado como horizonte de referencia y en general de todo un sistema que no acaba de adaptarse a las particularidades del nue vo contexto digital. Así que mientras existen esas dinámicas de disolución y acercamiento, como en un proceso inverso tiene lugar un distanciamiento entre las estructuras hegemónicas de gestión de las prácticas artísticas y la realidad social de la producción, distribución, uso y acceso de los productos culturales. Los dispositivos hegemónicos del sistema del arte, es decir, el museo, la galería, la feria, el autor, etc., incluso la educación del arte se van distanciando poco a poco de la comunidad de la que surgen. Este movimiento de alejamiento y separación tiene lugar en dos direcciones: Una primera que se hunde en las raíces más profundas de la propia historia de la producción artística 132