Proyecto Infomatica

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2 Índice 1. 2. 3. 4. 5. 6.

Las cotorras y características…………………………….3 Datos interesantes………………………………………….4 Distribución por España…………………………………..5 Informe de ataque en Sevilla……………………………6 Cautiverio de Agapornis………………………………….7 Entretenimiento…………………………………………..8


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Las cotorras Cotorra es el nombre común de un ave de la familia Psittacidae, orden Psitaciformes, cuyo nombre científico es Amazona Ventralis. Es un animal pequeño, pariente del loro, y oriundo del Centro y Sur de América. Se observa en países como Bolivia y Brasil, aunque por ser criado como mascota doméstica, se puede encontrar en muchas naciones del mundo. Desde mucho tiempo atrás se conoce de la buena relación del hombre con las cotorras. Los romanos las ostentaban en jaulas como mascotas y era muy usual verlas en sus jardines. La cotorra se ha adaptado fácilmente a vivir en cautividad, así como a los diversos

ambientes donde ha sido conducida. Se conoce que pueden mantenerse de 40 a 50 años, y algunas han llegado hasta los 80.

Características La cotorra mide de 28 a 31 centímetros y pesa de 120 a 140 gramos. Sus plumas son lustrosas, de un color verde intenso, con alas verdes azuladas. La frente, cara, cuello y pecho son de un tono gris claro, así como el abdomen. Tiene una cola larga y puntiaguda, también de color verde y las patas son cortas, fuertes y de un color gris, con dos dedos que se desarrollan hacia atrás y otros dos hacia adelante. Utilizan como mano una de sus patas cuando van a consumir sus alimentos. Alzan vuelo rápidamente y en forma recta, deslizándose en grupos, y a pocos metros del suelo. La cotorra se distingue por un caminar característico, grácil y alegre. Es poseedora de un pico grueso y poderoso, el cual emplea cuando está trepando hacia un árbol o a cualquier otro sitio. Es muy diestra para ello.

Datos interesantes. Así se llenó España de cotorras. Más de un millón de loros entraron legalmente al país desde 1986 para ser vendidos como mascotas.


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4 “Para pasear por algunas ciudades españolas hay que llevar una guía de aves del mundo”, bromea el biólogo Antonio Román. En una sola caminata por el Parque de Málaga, un exuberante jardín mediterráneo en el centro de la ciudad andaluza, el investigador ha llegado a

identificar cuatro especies diferentes de loros nidificando: cotorras argentinas, cotorras de Kramer, loritos senegaleses y loros chocleros.


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DISTRIBUCIÓN POR ESPAÑA España importó legalmente más de un millón de psitácidas —el nombre científico

Una cotorra de Kramer ataca a un murciélago en Sevilla. “La cotorra de Kramer es muy agresiva y afecta a todas las especies autóctonas que nidifican en huecos, como el cernícalo primilla”, explica Román. La especie, que puede vivir unos 20 años, está considerada una de las cien invasoras más peligrosas de Europa. Hace dos semanas, investigadores de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) alertaron de que las cotorras de

de los loros— desde 1986, primer año en el que hay registros oficiales, hasta 2015. Unos 190.000 ejemplares fueron cotorras argentinas, procedentes de Uruguay y Argentina, donde se consideran una plaga agrícola y se capturaban bandadas enteras para venderlas en España como mascotas. Cerca de 63.000 individuos fueron cotorras de Kramer, con origen en Pakistán y Senegal. Una vez en suelo español, las cotorras aprendían a abrir sus jaulas y se escapaban o eran directamente liberadas por sus dueños, ante el griterío que organizan dentro de las casa

Kramer amenazan la mayor colonia conocida del nóctulo mayor, la especie de murciélago más grande del continente, concentrada en el Parque de María Luisa, en Sevilla. Las cotorras pelean por las cavidades de los árboles y llegan a matar a los murciélagos, destrozando la frágil piel de sus alas. Las cotorras argentinas, por su parte, empiezan a salir de las ciudades y ya han arrasado plantaciones de almendros en el litoral de Málaga, según detalla Román.


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Cautiverio de Agapornis La bióloga Lucrecia Souviron, coautora de la investigación, ha escarbado en los archivos de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), un acuerdo que España firmó en 1986. A partir de ese año se comenzaron a declarar las importaciones. Los datos, que no reflejan el mercado negro, muestran que las aves exóticas más introducidas fueron los agapornis, unas especies procedentes de África y conocidas vulgarmente como inseparables, por la costumbre del macho y la hembra de pasar mucho tiempo juntos, atusándose el uno al otro. En 1987, el inseparable cabeza de melocotón fue el ave de jaula más comerciada en el mundo. La demanda de ejemplares para enjaularlos en las casas europeas ha hecho que ahora la especie se considere amenazada en su país de origen, Tanzania.

Sin embargo, los agapornis no invaden los parques españoles, pese a que fueron importados 410.000 individuos. La bióloga explica la diferencia. El 99% de las cotorras argentinas llegadas a España fueron capturadas en la naturaleza. Y lo mismo ocurrió con las cotorras de Kramer (97%). Cuando se escapaban o eran soltadas, ya sabían vivir en libertad. “Los agapornis, sin embargo, están criados en cautividad”, subraya Souviron, también de la Universidad de Málaga.


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ENTRETENIMIENTO


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