Galería de grandes filósofos

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Galería de grandes filósofos

Prólogo. Al comienzo de cada curso nos cuentan que la Filosofía nace en el siglo VI a.C. en unas pequeñas ciudades costeras del Asia Menor. Sin embargo, esta afirmación, sin dejar de ser cierta, es incompleta. La razón es la siguiente. Reduce el quehacer filosófico a su historia y olvida que la filosofía tiene el poder de renacer. La Filosofía, además de nacer en aquel lugar y en aquel tiempo, tal como nos cuentan, vuelve a nacer cada vez que un grupo de personas reunidas alrededor de una pregunta se la toman en serio, dejándose llevar por ella, y se lanzan en busca de una respuesta, cuestionando su presente, invitando en él al pasado e inventando el futuro. Como el ave fénix, la filosofía renace de sus cenizas y saltándose las fechas y los calendarios vuelve una y otra vez, cada vez que alguien se pregunta junto a otros ¿en qué consiste la justicia? ¿cómo lograr una vida feliz? ¿es la vida un sueño? ¿en qué consiste el paso del tiempo? El poder de renacer que caracteriza a la filosofía se encarna allí donde un grupo de personas se atreven a preguntarse y a pensar por sí mismas. Ellas son las verdaderas protagonistas de esa historia, y este álbum de fotos, verdadera galería de grandes filósofos, te permitirá conocer a algunos de ellos, sumergidos en plena tarea: rostros tensos por el esfuerzo, miradas soñadoras que se pierden en lo sin fin… ¿Quién quiere un retrato de Platón o de Aristóteles, teniendo la de estos otros gigantes del pensamiento? Si quieres conocerlos, simplemente pasa la página y los descubrirás en plena tarea. Hasta pronto, o mejor, hasta un nuevo renacer.


Para este genuino filósofo, tal y como muestra en la imagen, filosofar consiste en hablar, expresarse, transmitir sus ideas sin miedo, intentando persuadir a los demás de forma convincente.

Este filósofo misterioso considera que la reflexión es el camino hacia la verdad, y no suele transmitir ideas más allá de las que se debaten, de ahí su semblante serio.

A la filósofa que vemos a la izquierda le gusta enfrascarse en sus reflexiones personales, meditar sobre los problemas sociales, y en ocasiones alzar la voz por ellos.


El elegante filósofo de la foto encuentra en los libros y en la documentación la clave del conocimiento. Es un filósofo algo callado refugiado en sus lecturas aunque le gusta intervenir apoyando o desmintiendo ideas.

A esta filósofa le gusta hacerse preguntas e intenta averiguarlas de cualquier forma, aunque su preferida es con el diálogo. En esta imagen posiblemente esté intentando solucionar algún problema moral con un amigo filósofo.


Cuando llega la tarde y el Sol comienza a ocultarse tras el horizonte llega el momento de reflexionar…. ¿Encontrarán ellas las respuestas que buscan?


Los pensamientos vuelan en las mentes de estas filósofas y hay que escribirlos antes de que escapen. Porque nunca se sabe dónde puede aparecer una sorpresa, tal vez una sencilla planta guarda un secreto ¿O estará entre nuestras ropas? Quién sabe…


Claro que una buena investigación filosófica requiere un lugar cómodo y apacible en el que instalarse. Demos la palabra a este grupo de filósofos: “Nosotros filosofamos con la almohada que es el lugar dónde mejor se piensa y reflexiona”. Pues adelante. A Descartes le encantaría vuestra idea. Aunque no hay que olvidar una cosa: despertar.


Y qué decir si podemos elaborar nuestros textos filosóficos y plantear nuestras discusiones en salones acogedores, de cálida madera, acompañados por libros antiguos en los que el pasado se hace presente. Aunque desde luego hay que tener cuidado con las armas de fuego, no sea que durante una discusión acalorada se escape un disparo… Mejor dejarlas colgadas en la pared, como ellas han hecho prudentemente, cerca de los trofeos que les recuerdan sus éxitos en congresos internacionales.


Y ellos ¿qué nos quieren decir? Escuchémosles: “La imagen representa lo que es para nosotros la filosofía…algo de lo que siempre se sacan preguntas y casi nunca se suelen llegar a sus repuestas ,problemas como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje …sin solución. Nuestra expresividad da a entender una actitud de duda, sorpresa…como algo que te deja la boca abierta….que te hace pensar”. Muy bien, pero después de escucharles y de ver la foto me pregunto: ¿es necesario filosofar con gafas? ¿Se piensa mejor si nos las ponemos en la punta de la nariz? ¡Misterios de la Filosofía!


Los libros y la Filosofía guardan una relación de amor y odio desde sus inicios. Y aquí los tenemos, filósofos rodeados de libros, libros y más libros, apuntes, comentarios, notas, miradas que se cruzan de un lado al otro de la mesa, miradas concentradas en lo escrito hasta ese momento… ¿Lograrán acertar con la palabra buscada?


Y semejantes a estatuas griegas salidas de los talleres más famosos de la antigua Atenas, aquí están ellas, las pensadoras, ofreciendo sus estilizados perfiles en unas poses que las harían merecedoras de entrar directamente al Olimpo de la filosofía…


Y si uno inicia una investigación filosófica, nada mejor que un buen globo terráqueo, un mapa del mundo sobre el cual pegar las notas de aquello que queremos conocer: el poder, la verdad…


Si el camino se oscurece, podemos echar mano de un quinqué, o de una lámpara para poder leer libros voluminosos en los que anotaremos, con plumas cervantinas, lo que el discurso vaya dando de sí. Y si nos perdemos, volvamos al mapa, aunque sea del siglo XIV, un tiempo en el que lo desconocido todavía estaba al alcance de la mano. Porque tal vez lo que no sabemos sigue más cerca de lo que creemos.


Eso s铆. Sea cual sea nuestro viaje, nos lleva a d贸nde nos lleve, hemos de ir c贸modos. 隆Fuera las zapatillas!


Porque veamos. Cuando unos filósofos se atreven a pensar por sí mismos ¿quién se atreve a meterse con ellos? ¿quién es el listo que les va a toser? ¡Nadie, desde luego!


No vamos a negar que a veces, en la investigación filosófica, hay conflicto, desacuerdo y tensión. Así nos lo cuentan el siguiente grupo de pensadores: “Lo que se puede apreciar en esta imagen es a personas filosofando, su actitud. Como es de pensar, los grandes filósofos no debían de ser siempre pacíficos ya que alguna contradicción debía de existir entre ellos hacia algún tema, por lo cual nosotros dejamos ver eso”.


Pero me digas lo que me digas, estés de acuerdo conmigo o no, dímelo con educación, como estos pensadores nos enseñan mientras discuten, esperando su turno de palabra o exponiendo sus ideas con firmeza, pero siempre con corrección…

Esta es la galería de grandes filósofos. Ellos nos enseñan que filosofar es posible. Por esa razón, terminaremos recordando una frase de un filósofo llamado Kant que, desde el pasado, nos anima a continuar la tarea, abriéndola hacia el futuro: ¡sapere aude!, es decir, ¡atrévete a pensar!


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