BIBLIOTECA DIGITAL LATINOAMERICANA 2daEdición 2013

Page 145

La Constituyente Este país tiene una buena Constitución, suficientemente clara y garantista de los derechos civiles y humanos fundamentales, pero lo que no cuenta es con verdaderos diputados que la defiendan, la respeten y se sometan a ella. Rafael Domínguez /Periodista Martes 16, abril 2013 En 1983, El Salvador, convencido que era necesaria una reforma que evitara un levantamiento armado general y que la guerrilla “comunista” tomara el poder por la fuerza, se embarcó en la difícil pero importante faena de construir una nueva Constitución, de ahí que se conjuntaran las voluntades políticas para llamar a una Asamblea Constituyente que se diera a la tarea de generar la ley base, la ley madre, la ley primaria para todos los salvadoreños. Las condiciones de 1983 en cuanto a un país en guerra, situado entre dos grandes potencias de la guerra fría, con un histórico dominio militar, con una economía agrícola y una creciente presión social por derechos limitados, era sin duda una buena oportunidad para esa Constitución, pero era una pésima coyuntura para tratar de hacer una ley que abriera espacios, que garantizara todos los derechos y que promoviera la participación civil, que tuviera reformas estructurales para el control político y de partidos políticos y sin embargo se logró una Constitución por mucho superior a otras, donde se puso al ser humano, a la persona como centro de la actividad y razón de ser del estado, pero en lo profundo dejó muy estrecho margen a la población para incidir en el manejo del sistema.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.