Revista Tiempo de Palabra No. 10.

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CORPORACIÓN ARTE Y POESÍA TIEMPO DE PALABRA REGISTRÓ Nº 4268

CAMARA DE COMERCIO SAN BONIFACIO DE IBAGUÉ SEPTIEMBRE DE 2008 ISSN 1657 - 9690

DIRECTOR Pastor Polanía

Ambientación y Diseño: Carlos Ruiz Castro Impresión: Imprenta Tolima Carrera 7a. No. 13-38 - Ibagué Tel: 2613336 - Fax: 2633256

CORCULTURA Coordinador del Encuentro Nacional de Poesía y Narrativa “Ibagué en Flor”

Ilustración Carátula: Carlos Granada

COMITÉ EDITORIAL Benhur Sánchez Suárez José Antonio Vergel Alarcón Cecilia Rojas Cárdenas Pastor Polanía Nelson Romero Guzmán COLABORADORES: Manuel Hernández Juan Felipe Robledo Álvaro Miranda Catalina González Restrepo Carlos Alberto Celis Victoria Giovanny Gómez Julio César Arciniegas Moscoso Alfonso Durán Rincón Omar Alejandro González Villamarin Ebroúl Triana Barrios Luis Eduardo Gutiérrez Lozano Pablo Jhon Silva Alberto Nuño Horacio Benavides Esperanza Carvajal Gallego Gabriel Jaime Franco Eduardo Gómez José Luis Díaz Granados Edgar Varón Oviedo Esmir Garcés Quiacha José Antonio Vergel Alarcón Elmo Valencia Cecilia Rojas Cárdenas Inés Blanco Miguel Ángel Gallardo María del Rosario Laverde Jorge Ernesto Leyva Samper Efraín Vergel Alarcón Juan Vidales Alirio Quimbayo Durán Marcela Cingolani Héctor Sánchez Pedro Licona Ana María Rivera Salazar Jotamario Arbeláez Pastor Polanía Santiago Mutis Betuel Bonilla Rojas

ILUSTRACIONES PICTÓRICAS: Manuel Hernández Juan Vidales Alberto Nuño Benhur Sánchez Suárez Pastor Polanía Josep Urrego Edgar Varón Jamir Eduardo Güiza Beltrán Ancízar Castaño Jorge Alberto Delgado Manuel Ramos (Maros) ILUSTRACIONES FOTOGRÁFICAS: Periódico La Nación (Neiva, Huila) Manuel Ramos (Maros)

DIRECCION: Calle 60 No. 6A-25 Barrio El Limonar Teléfono: 2659800 - 2690838 E-mail: tiempodepalabra-1@hotmail.com

Los textos, Traducciones, ilustraciones fueron especialmente cedidos por sus actores a la revista Tiempo de Palabra. Aceptamos colaboraciones para ser leídas y valoradas por el Comité Editorial, sin ningún compromiso de publicación. Nota: Agradecemos muy especialmente a los escritores y demás colaboradores que participaron en el primero, segundo y tercer Encuentro Nacional de Poesía y Narrativa “Ibagué en Flor”. Los textos de los escritores que no aparecieron en este Número, por no haber llegado a tiempo o por otras razones imprevistas, aparecerán en el No. 11 de la revista Tiempo de Palabra.

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traumasur@hotmail.com

Tiraje: 2.000 ejemplares Valor del ejemplar 10.000


Misión Fortalecer la capacidad de gestión de los cultores, artistas, sus grupos y organizaciones culturales para incidir en la formulación de políticas públicas culturales, a fin de lograr que las expresiones artísticas sean prioritarias en los planes de desarrollo social, como un derecho al conocimiento y a la cultura que contribuyen a la promoción humana con la práctica de valores de identidad en la comunidad tolimense Visión Que las actividades creativas y los productos culturales de los artistas, gestores y trabajadores culturales, logren un espacio digno y significativo en los planes de gobierno y en las demás esferas sociales, para que las artes y los procesos culturales sean elementos de integración, identidad, disfrute colectivo y fundamento en la formación de ciudadanos civilistas, participativos y solidarios JUNTA DIRECTIVA : Presidente: Edgar Varón Vicepresidente: Víctor Sánchez Riverso Secretaria: Adsdruval Guzmán Tesorera: Ludivia Alfaro Rojas Fiscales: Venus Quirosa Carrillo Vocales : Margarita Encizo de Rangel : Gloria Camacho Rugeles : José Antonio Vergel Alarcón : Miguel Ángel Gallardo SEDE: Centro Empresarial Carrera 4a. No. 10-77 - Oficina 403 - Ibagué E-mail: ibagueenflor@hotmail.com www.ibagueenflor.com Centro deInformación Cultural: Cra. 5a. No. 12-14 - Tel: 2616206

Dirección: Carrera 8a. No. 13-59 - Apto. 104 Tel: 2623595 - Ibagué E-mail: amistadymuchomas@pymestolima.com


Portada: Obra del Maestro Carlos Granada “Erótica” - Oleo sobre lienzo - 180 x 175 cms.

La Corporación de Organizaciones Culturales del Tolima agradece especialmente al Maestro Carlos Granada, por su permanente presencia en favor de la Plástica Tolimense y destaca su decidido concurso en favor del proceso cultural y la paz nacional.

Manuel Hernández (”Signo rosa azul”)

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Juan Felipe Robledo (poeta)

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Álvaro Miranda (poeta)

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Catalina González Restrepo (poeta)

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Santiago Mutis Durán (poeta y narrador)

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Carlos Alberto Celis Victoria (poeta, pintor, narrador)

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Giovanny Gómez (poeta, editor - cinasta)

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Julio César Arciniegas Moscoso (poeta)

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Alfonso Durán Rincón (poeta)

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Omar Alejandro González Villamarin (poeta)

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Ebroúl Triana Barrios (poeta, narrador)

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Luis Eduardo Gutiérrez Lozano (poeta)

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Pablo Jhon Silva (narrador)

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Alberto Nuño (pintor)

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Horacio Benavides (poeta)

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Esperanza Carvajal Gallego (poeta)

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Gabriel Jaime Franco (poeta)

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Eduardo Gómez (poeta y narrador)

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CarlosLuis José Alberto DíazCelis Granados Victoria (poeta, (poeta, narrador) pintor, narrador) 33 Edgar Varón Oviedo (pintor)

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Esmir Garcés Quiacha (poeta - editor)

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José Antonio Vergel Alarcón (poeta, narrador)

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Elmo Valencia (poeta, novelista)

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Cecilia Rojas Cárdenas (poeta)

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Inés Blanco (poeta) Miguel Ángel Gallardo (poeta)

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María del Rosario Laverde (poeta)

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Jorge Ernesto Leyva Samper (poeta)

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Efraín Vergel Alarcón (narrador)

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Juan Vidales (pintor)

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Alirio Quimbayo Durán (poeta)

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Marcela Cingolani (poeta y narradora)

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Carlos Alberto Héctor SánchezCelis (narrador) Victoria (poeta, pintor, narrador)

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Pedro Licona (poeta)

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Ana María Rivera Salazar (poeta)

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Jotamario Arbeláez (poeta, narrador)

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Pastor Polanía (poeta, pintor)

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Santiago Mutis (poeta)

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Betuel Bonilla Rojas (narrador)

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N Ibagué en

Encuentro

acional

de Poesía y arrativa

Flor 2008


Juan Felipe Robledo Si estuvieras bañada por la luz inconsútil de la eternidad, del ideal, no serías tan cercana, y dudas no habría en mi corazón falible. No estarías viva, entonces, y no sabría del sonido de tu risa, ni del roce de tus muslos en la tarde.

AQUÍ EN ESTA TIERRA Para Catalina González

(Inédito)

Si te hubieras quedado en el otro lado, más allá del foso, jamás habría conocido tu generosa entrega, tu cercanía que se hace dicha, y no sabría del abril diminuto que se guarda en tu alma. Si las mañanas no me entregaran tu voz, tu rostro, grande y estéril sería del mundo, y no nos habríamos alegrado bajo la lluvia, compartiendo las gotas que se quedan a besar tu nariz. Hoy es otra la historia, y en el rumor sordo del tiempo voy descubriendo una bendición que tu pequeña mano conoce.

La muchedumbre se despide, se despide una vez con lentitud, vuelve a despedirse. La plaza se queda vacía. Un adiós queda flotando en el aire, los papeles vuelan sobre cabezas invisibles. Hay un grupo de soldados empujando a los mendigos, las monedas ruedan sobre el pavimento, en silencio las botas rastrillan fósforos rotos. No hay árboles que iluminen, que den aire. El unicornio ha llorado sus ojos en esta tarde de agosto.

CONJURO Los recuerdos sobreviven con dificultad en las ondas del río subterráneo. (Inédito)

El día está deshecho, el día no canta una canzonetta. Los asesinos saben que pueden aprovecharse del dolor de los embreados. Los luceros han sido descolgados del cielo, los pintalabios han manchado todos los pañuelos del mundo. Un borracho ha gritado su dicha y, sin dudarlo, se ha estrellado en la autopista. Los pollitos que llevaba un camión corren libres y se salvan porque mucho amor han derrochado. Nadie asoma por el otero, la cerveza está tibia, hace daño en la garganta. El lunar de la cantante vive separado de ella, se mete en los ojos del fanático. Y todos sueñan con un viento recio que barra las nubes, que hoy deshaga este conjuro despiadado.

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NOS DEBEMOS AL ALBA MARINA TSVIETÁIEVA HABLA CON LA NOCHE Cuando brille la coraza plateada a la sangre de mi hoguera, cuando brille esa coraza pura, luminosa, cuando brille sin amor bajo la luna. Cuando brille la lejana, la encantada, y la linfa blanca corra por las manos. En la noche de los búhos, los murmullos, cuando la zorra se pasee por la era, cuando al campo lo visite la menuda lluvia, la que no ha conocido sosiego desde el inicio. Y en el campo nos arrastremos como heridos por el rayo y el recuerdo de este tiempo de astromelias nos golpee. En ese tiempo que no hemos elegido, sin deseos, se eleve sobre un puente la horca del condenado. Te daré un beso en la frente, uno que todo lo borre, una bendición que te llene y sea dicha sin prisa, amorcito.

JUAN FELIPE ROBLEDO (Medellín, 1968). Estudió la carrera y la maestría de Literatura en la Universidad Javeriana de Bogotá, donde es profesor. Ha escrito prólogos y realizado antologías de la obra poética de Francisco de Quevedo, Luis de Góngora, Juan de la Cruz y del Romancero español. Ganó el premio internacional de poesía “Jaime Sabines” 1999, concedido por el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas, en México, por el libro de poemas De mañana, publicado en Chiapas en 2000 y reeditado por editorial Planeta en Colombia en 2003. Poemas y artículos suyos sobre poesía y narrativa han aparecido en distintas revistas y periódicos de Hispanoamérica. Ganó el premio nacional de poesía del Ministerio de Cultura 2001 en Colombia con el libro La música de las horas, publicado por el Ministerio de Cultura en 2002. La Universidad Nacional de Colombia publicó una selección de poemas, titulada “Calma después de la tormenta y otros poemas” dentro de la colección Viernes de Poesía en 2002. Asimismo la revista Golpe de dados publicó un número monográfico de sus poemas con el título de “Nos debemos al alba” en el mismo año, y la Universidad Externado de Colombia publicó el libro antológico Luz en lo alto en 2006. En 2008 la editorial Igitur de España publicará en el segundo semestre del año el libro de poemas Dibujando un mapa en la noche.

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Traicionar las palabras, canjear su peso, su color, en el sucio mercado de los días es acto que nos llena de muerte y ceniza y vago afán. Ha de ser castigado con el hierro, la soledad, el tedio y la miseria. Nos debemos al alba, plateros, a la dicha, y al canto y al remo y al ensueño trazado en la garganta y a mañanas sin prisa en las orillas de un mar que ya no es. Porque al final todo es olvido para el que al tráfago su sangre dona, a la parla chi suona y a conversaciones con tontos y mercachifles, y comete delitos en descampado con las pequeñas, las terribles y mansas y arteras palabras. (De De mañana)

LA MANO QUE TE SALVA Sentir el agua golpeando la espalda, advertir que la vida se nos va en este suave golpeteo, que es mucho mejor sentir el chasquido de la manzana en la boca, su increíble cercanía, su tardo acercarse, pues ni la biblioteca de Alejandría o los papiros del viejo Aristarco serán mejor medicina que la presión de una mano, el vislumbre de la alegría en esos ojos, la morosa delectación con que una frase se extiende hasta el infinito. No hay dicha más definitiva en este gastado mundo sublunar que el mágico arpegio de unos dedos, esa compartida manera de evadirse. Decir con Lezama: “Ah, que tú escapes en el instante en el que ya habías alcanzado tu definición mejor”, no nos librará del temblor que nos sube por la garganta cuando recordamos su dichosa manera de estar allí como lo están la música o el sabor de una fruta o el juguete que en celebrado día nos dieron y no habíamos visto en manos de niño alguno. Ahora, soñar con la lejana, invencible, sagrada Moscú, no nos hará olvidar el sitio en el cual deseamos aquello que da fuego a la existencia. (De La música de las horas)

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Alvaro Miranda Testamento de un hombre invisible Álvaro Miranda. Nació en Santa Marta. Poeta y novelista. Ha publicado los siguientes libros de poesía, Indiada (1971); Los escritos de don Sancho Jimeno, 1982; Simulación de un reino, 1996. Su novela La risa del cuervo obtuvo en Buenos Aires el Premio en las Artes y las Ciencias (1983) y en Colombia, con motivo de su segunda edición, el "Premio Pedro Gómez Valderrama" de Colcultura (1992). En su labor de investigación histórica ha publicado dos biografías: León de Greiff en el país de Bolombolo (Panamericana, 2000) y Jorge Eliécer Gaitán el fuego de una vida (Intermedio Editores 2008). Su novela sobre el poeta San Juan de la Cruz titulada Un cadáver para armar, así como Crónicas para olvidar la historia, fueron dadas a conocer por Intermedio Editores en 2006 y 2007. En su viaje a México como ganador de la Residencia en el Exterior del Ministerio de Cultura y el Fonca, escribio El libro blanco de los muertos. Ha sido colaborador de las revistas Memoria y Alforja, de México; Ántroposy El Contemporani de Barcelona; Bizoc de Baleares, Revista Casa de Poesía Silva y Boletín Cultural y Bibliográfico de la Biblioteca Luis Angel Arango de Bogotá. Ha sido traducido al ruso y al catalán.

Sólo yo en el pellejo azul que aprisiona el cielo, sólo en este jardín de nada que corre por el aire. Nadie me ve entre los mercaderes de la ley. Soy invisible entre los amanuenses del murmullo, entre el desbaratado reino que carcome el sueño. Nadie me palpa entre la untada negrura de la noche. Sólo yo entre las ventiscas y la reina.

Testamento de una multitud de hombres invisibles Somos invisibles tras las bestias que cabalgan sobre el ruido, somos la nada del rey que suda en la grupa del gendarme. Somos los rostros golpeados por el ángel,/ Los simuladores de la vida bajo el alcohol ardido en las cantinas. Somos los domadores de las mulas viejas en los palacios, las anclas que quedaron mojadas al final de la lluvia.

La prehistoria de la vida Hay un secreto en mi cerebro: una lagartija de lapislázuli que respira/ Con los rayos de mis lunas. Mueve sus patas sobre la masa gris que brota de los sueños, se zambulle en los lóbulos cubiertos de células; ahí hace su nido, la de oro y hojas de plata, la nacida en la prehistoria de la vida. La lagartija en mi cerebro sabe mi nombre y se asusta cuando afuera alguien me cobra la cuenta de la luz, del agua o del teléfono.

La patria perdida Alguien arranca sus costras entre las coces de las bestias. ¿Es el rey el de esas uñas que suenan en la piel? ¿Es la plebe rica la de esa ceguera en catarata entre los ojos? Una pelambre cae a veces en sus bocas y el rey y la plebe marchan sobre la vida, sobre ese ocre

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Catalina González Restrepo El poeta de la bailarina anónima Una bailarina ronda tus páginas, mis pies ni siquiera aparecen.

DETALLE: DESFILE NOCTURNO - SERIE: EL BAILE - AUTOR: PASTOR POLANIA - TÉCNICA: ACUARELA

Ella se ha ido, pero se detiene en tu retina. Podría ponerme zapatillas, danzar, y sólo la verías a ella. Seguirás disfrutando banquetes en soledad que quemarán los paladares, ella será alimentada por tu memoria mientras muero de hambre.

Desierto De la infancia el sonido del mataculín, el miedo a resbalar y la afición por el vértigo. Los deseos como piedras que caen. ¿Cuántos mundos he perdido? En el sueño de encontrar en el espejismo un cactus sin espinas, de querer sin herirse, hallo un espejo en la habitación del frente pero está vacío.

Aniversario El funcionario de aduanas, el barman de la cofradía, el joven poeta de Sevilla, el que ha bebido en cada puerto, todos ellos, pero nadie ha disputado tu amor.

Talismán Aunque no soy bailarina, y quizás extravíe las zapatillas, encárgate de la música para que no nos visiten los muertos, extrae para siempre el veneno.

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Catalina González Restrepo (Medellín, 1976). Licenciada en Español y Literatura de la Universidad de Antioquia. Actualmente reside en Bogotá, donde se desempeña como editora. Ha publicado Afán de fuga (Editorial Universidad de Antioquia, 2002) y Seis cancioncillas (de agua salada) y otros poemas (Colección Viernes de Poesía, Universidad Nacional de Colombia, 2005). Sus poemas han aparecido en revistas y antologías nacionales y extranjeras y han sido traducidos al francés.

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Santiago Mutis Durán VIVIR

TAL VEZ

Acéptalo o no, da igual no hay otro camino: vivir es dejarse atravesar el corazón

Tal vez

EL INQUILINO

mi alma sea la luz de la primea sonrisa de mi madre

Algunas veces nos basta con ver para ser libres así sea sólo unos instantes los suficientes para sentir el aleteo de ese más allá que nos habita

LA JAURÍA No podemos detenernos ni conservar nada Avanzamos como la sorda jauría de un ejército invasor sin poder retener nada a nuestro lado Así el olvido vamos todos cantando hacia la muerte

A ella

EL QUE SE VA (el regreso) Te dejo mis ojos, a ti árbol de fuego A ti, tierra mía, te dejo mi lengua mis labios, la luz de mi frente los dientes blancos con que acaricié tus senos, ay, tan delicados mis manos, donde la vida dibujó su constelación de arena iluminada mi pecho, la flor de mis huesos fosforescente he venido a traértelos Deja que mi alma suave me sepulte en tu regazo.

SANTIAGO MUTIS. He sido editor desde l975, del Instituto Colombiano de Cultura, la Universidad Nacional, de la Nueva Biblioteca Colombiana de Cultura (de Procultura), del Fondo FEN Colombia "José Celestino Mutis". He fundado y dirigido varias revistas culturales, dentro de ellas la que más quiero es GRADIVA, y la última, en forma de libro y que duró cinco años, CONVERSACIONES DESDE LA SOLEDAD, que hice con un grupo de amigos y con mi mujer, Jineth Ardila. He publicado ensayos, el más reciente en la revista Nómadas de la Universidad Central sobre la obra de Bernardo Salcedo, un libro de relatos juveniles, "Relámpagos de la ciudad", textos sobre pintura, "El Visitante", y varios libros de poemas: La novia enamorada del cielo (con Roberto Burgos Cantor), Tú también eres de lluvia, Soñadores de pájaros, Falso Diario, Afuera pasa el siglo, Dicen de ti. También he compilado obra de autores colomlombianos, como José A. Silva, Aurelio Arturo, Osorio Lizarazo, Enrique Pérez Arbeláez, Alvaro Mutis, Ernesto Volkening y Guillermo Wiedemann... También hice un PANORAMA INEDITO DE LA NUEVA POESIA EN COLOMBIA en 1985. Participé con Juan Manuel Roca, Jineth Ardila y otras personas en la Colección de Poesía de la Universidad Nacional (23 volúmenes). Actualmente dirijo con Juan Manuel Roca y Jineth Ardila la colección de libros BOLSILLO DE DUENDE, y también la obra EL LIBRO DE LAS CELEBRACIONES, de la que estamos preparando el segundo tomo. Desde hace tres años escribo todos lo meses en el periódico CIUDAD VIDA de Bogotá.

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Carlos Alberto Celis Victoria CARLOS ALBERTO CELIS VICTORIA (Escritor, Poeta y Pintor). Nació en Algeciras Huila, en el año 1960. Estudió su primaria y bachillerato en Neiva y adelantó estudios de Medicina en la Universidad del Cauca en donde se especializó en Cirugía General, posterior-mente cursó una subespecialización en Cirugía Vascular Periférica en Londres. Su afición por las artes lo ha llevado a investigar en el campo de la pintura y las letras. Esa “otra vida” a la que ha asistido como un artista activo le ha permitido pintar cerca de 100 obras, la mayoría de gran formato, en donde la figura humana es el elemento principal. Su pincelada es casi perfecta porque insiste en el elemento realista como base de su arte. Ha participado en exposiciones colectivas en la Universidades Surcolombiana y Corhuila, en galerías de arte como Sol y Luna, en centros sociales como el Hospital Universitario de Neiva, en la Casa de la Cultura Municipal “La Estación”, Club Social y Campestre de la ciudad de Neiva y en otras ciudades como Bogotá y Cali. En el campo de las letras tiene dos libros de poesía editados, una novela que se titula “Creería en ella si supiera bailar” y está escribiendo su segunda novela. En su narrativa la fuerza de sus argumentos ontológicos encuentran en la cotidianidad su significado, porque es devastador, al insistir en la esencia del ser humano lo desmenuza y penetra en su piel como un aroma virgen, no necesita identificar regiones o geografizar el lenguaje para que demos con el origen de las noticias, o con las claves de la historia escrita en la moral del habitante común. Carlos Alberto Celis Victoria es un sastre de trajes nuevos para la nueva narrativa latinoamericana, ante él se agiganta la modernidad y se achica el concepto de las clases literarias cuya simiente es el librero, esa casta de negociantes que de un tiempo para acá autorizan o desautorizan una obra. Carlos Alberto es un artista silencioso que está dejando su huella en las páginas culturales del departamento del Huila.

Poeta, Pintor - Narrador Ganador del XI Concurso Nacional de Novela Bienal de Novela “JOSE EUSTASIO RIVERA” Tierra de Promisión Neiva Huila Colombia Septiembre de 2008 El siguiente poema lo tomamos del libro que recopiló las memorias del PRIMER ENCUENTRO NACIONAL DE ESCRITORES “José Eustasio Rivera” Compilación de Betuel Bonilla Rojas y Esmir Garcés Quiacha.

CABELLOS EN LA CARA

Sé que los miras en secreto como a los gatos. Son hombres vagabundos, bailan sin equilibrio con los reflejos del río, hasta quedar dormidos a un lado de la cama. Tus cabellos buscan ese viejo olor a silencio. Tus cabellos buscan la gracia del sol sentada en los bancos de los parques junto a las botellas de vino, vacías. El fuego en desorden se desploma sobre tus hombros. Cascada de serpientes mutantes, tumulto que lleva banderas rojas charlando de pie en las ventanas, sobre este placer atrevido que lucha por no herirte.

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“El Amor no existe” ganó Bienal de Novela La Nación, Neiva Septiembre 4 de 2008

Carlos Alberto Celis ganador de la XI Bienal de Novela “José Eustasio Rivera” con la obra “El Amor no existe”. “Por las altas calidades literarias de la obra, el profundo conocimiento de su autor en cuanto al comportamiento de sus personajes y la manera de conducirlos a través de la historia, además del recurso estilístico allí utilizado”, el jurado otorgó de manera unánime el primero y único premio a la obra 'El Amor no existe' en el fallo de la XI Bienal Nacional de Novela 'José Eustasio Rivera'. La novela, autoría del destacado médico y escritor algecireño Carlos Alberto Celis, fue exaltada por los miembros del jurado calificador, integrado en esta oportunidad por Jorge Eliécer Pardo, Edgar Artunduaga Sánchez y José Luis Díaz-Granados. La premiación se entregará el primero de diciembre, fecha en que se cumple un año más del natalicio del poeta huilense José Eustasio Rivera. Finalistas Además, el jurado seleccionó como finalistas las siguientes novelas: 'Arlequín', historia de un suicida del escritor barayuno Edgar Sandino Velásquez; 'De Jhon Wayne sobre las aventuras de William Shakespeare' del docente y escritor plateño Diógenes Díaz Carabalí y 'Un insectario para María Goretty' del escritor tolimense Jesús Alberto Sepúlveda Grimaldo. Trayectoria LA NACION dialogó con el galeno Carlos Alberto Celis, quien cuenta con una amplia y reconocida trayectoria literaria en el Huila y el país. En el año 2003 escribió 'Música a ritmo de Corazón', un libro de poemas a dos manos junto al poeta Pedro Licona. Luego, en el año 2004 salió 'Sueño de Espejos'. En el 2006 se publicó la novela 'Creería en ella si supiera bailar', la cual contó con buena acogida a nivel nacional, tanto por parte de la crítica como por los lectores. -¿Cómo recibe el premio Nacional de Novela "José Eustasio Rivera? Ante todo, como un compromiso. Siento que mi

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novela se ha convertido en un elemento más dentro del género que significa la novela. La comparo con un color dentro del espectro que se puede llamar la Literatura Colombiana, con la misión de hacer un alto en el camino, la función de convivir como un órgano vital en aquello que significa la disciplina del escritor. -¿Cuál es el tema de la novela? Aunque suene a tema existencialista, el mundo que se refleja en la novela es un estado de inseguridad que excede las capacidades humanas de la protagonista: Leticia Riazcos. Una mujer culta que desde su infancia se ve enfrentada a realidades que no logra definir, experiencias que ella escoge padecer antes que vivir, porque en ocasiones siente que se hunde en la suciedad de una masa humana en la que se confunde. Ella es una mujer perfecta, es lo que le dice su amante, Juan Enrique, y es eso precisamente lo que la lleva a tomar la decisión de su vida. Cuando comprende que se expone demasiado a caer en el error de sus posibilidades, entonces opta por entregar su vida. La novela EL AMOR NO EXISTE es un compendio en donde se reúnen los conflictos familiares, las afinidades entre compañeros de universidad, la conciencia del mundo íntimo, la incertidumbre laboral y el caos que se llama existir. -¿Cuáles son sus planes inmediatos y a largo plazo en ese mundo literario que usted describe? Te decía que recibo el premio como un compromiso porque es en ello en lo único que pienso al momento de sentarme a leer una novela o al instante de escribir. Es el reto constante de dar lo mejor, de ser todo mi ser en aquello que ha de quedar en el papel. Por eso mis planes siempre son y seguirán siendo complacer mi energía con la maravilla de la imaginación. He de seguir siendo un testimonio para abandonar el curso de la historia, huir de la eterna repetición que enloda la existencia y acompañar el fluir de los días con nuevas novelas.

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Giovanny Gómez COSTUMBRE Las veces que el río dejó sus zapatos y corrió desnudo tras el viento el árbol hizo de su copa las raíces los pájaros caminaron ebrios No he conocido de donde viene la risa sin que deje algunas lágrimas He visto mis piernas/ huir de mí trastabillando y las lisonjas de tu cuerpo devolviéndome a un sueño

UNA PALABRA COMO CASA Señor dame una palabra que tenga la forma de un barco un barco de velas inextinguibles donde pueda ir a conocer el mar Dame esta palabra por casa por vestido por amante deja que ella sea mi soledad mi alimento y no pueda sobrevivirla Aquí estoy tan vacío de formas y silencio... Toda mi inspiración semeja el ruido de unas manos atadas necesito un barco por cuerpo y el amor por mar Escúchame por estas alucinaciones y la vastedad de las cosas que vuelven a su lugar

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MALIGNA ESCRIBE A UN POETA DEL SUR Te espero mirando distraído la mala forma de mi sombra como si tantos años persistieran / en un solo gesto Si la memoria aún palpita y preguntaras por las luces / que a mi espalda se apagan por la promesa que nunca dijiste despertaría del sueño intuyendo en mi cara un rostro del sur el sur que tanto te conoce y para mal las estrellas / confunden porque eres libre Libre de estos pies / que caminan donde la luz baila libre de este pleno día donde el silencio dice que te es posible escuchar

DONDE LA LUZ LLUEVE Vidrios donde la luz llueve sombras donde la sangre recuerda si fuera mi cuerpo tu territorio en letras latinas escribe que me has amado Hay movimientos en cada alma que la empujan a cubrir / las hendiduras de su puerta a pensar que la alta noche es de quien habla a solas porque nadie piensa en despedirse aunque la vida es un gesto

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TIEMPOS Hablo de los días y las noches del trepidar de calles del sol que perjura en sus navajas Hablo de una llaga en mi espalda donde el peso del mundo duele de lo único que no dejan ver los cristales del rencor y su transparencia en la sangre Hablo de un animal dormido y compases de vals/ con mariposas en mi alberca Hablo de no poder ignorar las auroras con sus muertos de mis manos sudorosas de las paredes donde se oculta el amor del dios que canta en esas orillas donde se rompen las olas

MAS DEVOLVER LA LUZ ES ENTREGAR DE SOMBRA UNA TRISTE MITAD Si el sueño está ligado al peso de la sangre cada sueño se embriaga del lado donde reposa del origen donde fluye más lento el aire Si me duermo de un lado orillas del mar vienen hasta los ojos se calla el viento húmedo y están livianas las piedras que vuelven insignificantes tus pertenencias en el mundo La visión puede ser el mareo una corriente en la que llevando tu vida se deshacen estas ansias jóvenes/ de dormir en cualquier lado porque la sensatez es un barco que no atraca en ninguna parte

UN RUIDO AMARILLO EN LA MADRUGADA

DE UN BOSQUE QUE JURAMOS QUEMADO

Días que despiertan muy temprano para mí horas en que el amanecer regresa sobre el cansancio de los ojos y no sé si despertar conviene

Es inútil saber cuánto esperamos por un amor cuando la casa se nos viene encima y los vestidos siguen desnudos con la risa de una naturaleza que nos tomamos a sorbos Es este el bosque de la memoria que juramos quemado donde el deseo de encontrar vuelve a lo que alguna vez robaste en esos sueños en esos poemas insuficientes que no nos sucederán ahora que no serán nunca

Una oración rastrea por el cielo del techo y medra en la oscuridad como una luz que tiembla A veces el poema es una lengua extranjera y nuestra voz no se acostumbra a esos balbuceos donde dioses empalados nos recuerdan su carne como niebla perdida en la noche

GIOVANNY GÓMEZ: Bogotá, 1979. Residente en la ciudad de Pereira desde muy temprana edad. Estudiante de Español y Literatura en la Universidad Tecnológica de Pereira. Editor de la Revista de Poesía Luna de Locos y director del Cine club Cine en Cámara Cine Con Alma. Su primer libro Casa de Humo, acaba de ganar el Premio Nacional de Poesía María Mercedes Carranza. Fue beneficiario en el año 2000 del Programa de Estímulos a la Joven Poesía Colombiana del Festival Internacional de Poesía en Medellín, algunos poemas pertenecientes a este libro tienen traducción al inglés por Nicolás Suescún. Ha sido invitado a importantes festivales de poesía, destacándose sus lecturas en Colombia, Argentina, Chile y Costa Rica.

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Julio César Arciniegas Moscoso DIOS DE LOS EDIFICIOS

EL PODER Debería ser el ídolo de la severidad pero un precepto oscuro le privó de tal rango. Coronado por grandes arbitrios, se nutrió de las sustancias secretas del Nombre. Reúne en sí todas las prosperidades, y como los seres fantásticos de la continuidad, desató su octavo pedestal. No puede ser ya de nosotros puesto que somos sus vasallos, y los dioses cambian algunas veces desde la maldad. Consecuencia de la divinidad es el odio que sentimos por él. LAVABO Habitado por el dios de los deshechos, comparte un altar con las siete deidades menores. Es de los dioses públicos, hijo titular de las Dispares. Extensamente adorado con el nombre de lavamanos. Suplico la intercepción de tus poderes, Oh, Dios de dedos impuros.

LAS DISPARES VENTANA-PUERTA Son las bocas de los dioses reinantes. Camino del cristal las encontraron del lado de las oscuridades. Conjuradas de siete vientos, de corazón cerrado, sólo las abren los oráculos protectores. Hijas del árbol sagrado y del Dios Dintel, devorador de la sombra, se dice que son las sacrosantas semejanzas de la separación. ah, señoras de condición parecida, confiadnos el secreto de vuestros apelativos y vivirán aquellos a quien llamen por el Nombre.

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TITULO: VENDEDORA DE FRUTAS - SERIE: BODEGONES - AUTOR: PASTOR POLANIA - TÉCNICA: ACUARELA

Es del linaje de los equilibrios, de las sales evaporadas hace tres mil años, de piedras angulares donde pudo labrar los abismos. Al afilar la cuadratura de los cielos entremezcló aire y hierro. Arrastrándose a lo largo de los espacios azules, como todo lo que pertenece a la naturaleza de las superficies, se declaró en rebeldía con las estrellas.

JULIO CÉSAR ARCINIEGAS MOSCOSO: Nació en Rovira, Tolima, en 1953. Ha publicado los libros La Ciudad inventada, Color de Miedo, Números hay sobre los templos y Abreviatura del árbol, con el que obtuvo el Premio Nacional de Poesía Porfirio Barba Jacob, en el 2007. Su libro Consumaciones va a ser editado por la editorial Escala de Jacob de la Universidad del Valle.

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Alfonso Durán Rincón CANCIÓN DE LA MAÑANA

MARMOTA

Se me hace tarde para salir a la esfera Debo peinarme la columna vertebral lavarme las muecas vestirme con baldosas y desayunar olvidos Luego debo despertar de mis costumbres levantarme de mi cama y afeitarme el orgullo de bajada Y cuando esté listo podré suponer que afuera hay alguna cosa

Tengo dos años y estoy seguro que mañana cumpliré seis más. Estoy solo Siempre estoy comiendo sombra para no tener que salir a la tienda y llorar.

39 Me regalé una vez por joder un silbido, de esos que despeinan el espíritu, y me reí por unos cinco capítulos de lo que había pasado en mi casa cuando se enteraron que mi obsequio le había quitado la fortuna a los gatos de la cocina.

2 Vivo en una cápsula Guardo mis suspiros y mis zapatos me preparo la cena y veo luces azules por la ventana de mis uñas. Cada vez que necesito comprar algo, digamos una pila o dignidad en polvo, no tengo que hacer más que gritar hasta sangrar, y en cuestión de segundos aparece el viento con mis cosas, me pide propina con el dedo y se va, sin contar las monedas.

Nací en Ibagué en 1985, donde he vivido toda mi vida; estudio X semestre de psicología en la Universidad de Ibagué, estuve 3 años en el grupo de cuentería y narración oral 'Ibagué es otro Cuento', realizando algunas presentaciones en varios sitios de Ibagué; asisto al Club Tertulia Liberatura desde hace 4 años en la Universidad de Ibagué; estuve en tu taller de poesía en la Universidad del Tolima, y ahora estoy en el taller de escritura RENATA de este año, dirigido por Martha Fajardo.

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Omar Alejandro González Villamarín EL QUINTO SOL En el oasis de arena que está a la mitad de la selva una familia sublime de aves sacude sus plumas de quetzal alguien en silencio las observa Millares de flores abren despreocupadas sus pistilos de jade tras las hojas y pastizales de plata que circundan su aposento alguien en silencio las observa Los jaguares cuentan con lamidos tiernos cada una de sus manchas doradas y ronronean cantos a la noche en la que alguien en silencio los observa Casi imperceptible entre la madeja de troncos ramas y hojas de esmeralda tintinea una estrella adornada con el rumor de un grillo alguien en silencio la observa Atraviesa el valle un riachuelo virgen con sus gotas de diamante cargado de peces con escamas perladas que pululan arco íris alguien en silencio los observa Al oriente la espesura se matiza con aroma de canela fresca por instantes se detiene el tiempo y curiosea con nariz de nube rota alguien en silencio lo observa Hacia el sur el mar que se baña en arenas opalinas ignora que a tres leguas una caravana ha sido vista a la distancia nunca más habrá silencio.

OMAR ALEJANDRO GONZÁLEZ VILLAMARIN. Nacido en Ibagué. Estudiante de último semestre de la licenciatura en Lengua Castellana de la Universidad del Tolima.

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TÍTULO: GRACIAS POR EL ORO AUTOR: PASTOR POLANÍA - TÉCNICA: ACUARELA

MINOS Tengo las llaves, ignoro la cerradura, la puerta no es más que una ilusión tardía. Y en mi laberinto espero que amanezca un hombre, para que el silencio de mis sombras estalle en un grito que traspase las paredes y las rocas, y él me halle y me esconda de esta celda de tormento. Tengo las llaves, ignoro la cerradura y en la puerta veré la ilusión de tu figura. La luz golpeará mis ojos cuando errante camine de nuevo entre los hombres, con sus feos rostros y costumbres torpes. Desearé no haber salido y me encerraré en mí mismo a la espera de algún dios que me libre de este sino. Tengo las llaves, ignoro la cerradura y la puerta es sólo la ilusión de un día.

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Ebroul Triana Barrios Han otorgado la palabra Es el mismo fuego, para desafiar a los dioses Es la misma antorcha para enrutar los hombres Tengo la palabra y con ella destruyo y construyo El mundo. A esta voz, a esta palabra le añado colores La aderezo con aromas, la saboreo en mi paladar La deposito en cáliz de la flor En el laberinto de un oído A esta palabra la aliento con la otra palabra Y surge un cuadro infinito en la paleta Donde todos los hombres tienen su gama Nos han otorgado la palabra, para construir El mundo

Soy ese árbol a quien tú le has dado un nombre El que tiene el cuerpo tatuado de corazones Atado a su corteza los suspiros, la fatiga de los amantes

Ahí estaba con los sentidos dentro de sus ojos Sus manos salían de las pupilas Desde lejos pedía ayuda, desde su asiento marrón. Una procesión de reptiles acumulaba la música Ahí estaba condenada, al silencio de la flor de papel Incrustada en un jarrón de rosados atardeceres Sus ojos estallaban contra la pared vitral Y se devolvían en llanto de ópalo Todos los sentidos entorchados en sus ojos, Atados a la distancia de las otras visiones Enmadejados de ojos, enredados de piel Ahí estaba en su estancia amarilla Hilando entre muecas la luz de la ventana. Afuera una tempestad de palabras

Soy ese árbol a quien tú le has dado un nombre El que bajo su sombra amó los sueños de paz, De los hombres cansados de la guerra Soy ese árbol a quien tú le has dado un nombre, Que te acaricia y vierte besos verdes en tu piel Para despertar las flores, Soy ese árbol a quien tú le has dado un nombre Quien ha regalado una rama para apuntalar otros árboles. Soy ese árbol, donde han descansado las aves migratorias Llevando y trayendo el mensaje de los glaciares

TITULO: EL LIBRO DE LAS DESAPARICIONES - SERIE: CAMINOS AUTOR: PASTOR POLANIA - TÉCNICA: ACUARELA

Soy ese árbol, que anda por tu piel, que se hace guitarra, Soy ese árbol, de labios verdes, que dice palabras y canta a la vida.

Ebroul Triana Barrios, 1960 Rionegro- Antioquia, Licenciado en Literatura y Español en la Universidad del Quindío. Premios obtenidos: Mención de Honor “Segundo Concurso de Cuento y Poesía, Alberto Machado”, Líbano 1993. Finalista Concurso breve Samaná, 1996. Beca creación literaria, Fondo Mixto de Cultura del Tolima, 1997. Segundo lugar concurso Internacional de Poesía (Poeta en New York), 1997. Poemarios publicados: “Martes”, 1994. “Ambientes Tejidos”, 1997. “ Imágenes y Espacios”, 2001. “ El Jardín Metálico”.2006.

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Julio César Arciniegas Moscoso Luis Eduardo Gutiérrez Lozano CUENTO

DESDE LA SOMBRA Del libro “Las Sectas de Albi”, es preciso rescatar algunas alusiones sobre una extraña feligresía que nació del común fervor por una fabulación novelesca. A manera de nota insular, el libro hace mención a un pasaje de la vida de Arthur. En él se dice que Arthur viajó desde Londres a Albi , donde hizo una provisión de encuentros y desencuentros. En esa ciudad preordenó todos sus actos , como quien prepara la escena de un crimen, y se anticipó a los accidentes del azar; borró de su agenda la imprevisión y el descuido. Con ese fín, se dirigió al club a las 20:30. No fue visto entrar al vestíbulo del edificio, como no sea por los miembros de número del Club Los Amigos de Holmes. Lo demás corresponde a la sutil ejecución de su plan maestro y a la reserva de imaginación del colectivo. Para llevar a cabo el acto, Arthur se preparó a hablar en público. El novelista saboreaba el Borgoña antes de enfrentarse a ese monstruo de mil cabezas: el auditorio de la sociedad de amigos. Pocas veces encaraba a esa medusa, de ojos verdosos, de imprevisibles, si no tormentosas reacciones como la sociedad de Amigos de Sherlock Holmes. Ahora intentaba destellar lo menos del conjunto. Lo menos, del grupo de mesas que se destacaban de la comunidad de sillas y

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mantelería, de copas y botellas que se resolvían en la algarabía del grupo. Arthur procuraba ocupar un lugar modesto, ese que la civilización destina a la proximidad de un baño o de una cocina. Consciente de la preordenación de sus actos, esquivaba ser abordado por sus lectores, pero no faltaba una sugerencia piadosa: el hombre que se acercaba al escritor para deslizar una observación que se asociaba con el destino de Holmes. Algunos querían ver a Holmes el personaje de sus novelas- celebrando nupcias en una luminosa capilla de Harrow, y no dudaban en hacerlo saber al novelista. La vida solitaria de Holmes era ante todo, un motivo de desaliento entre la comunidad de simpatizantes de Albi. - Está Bien, Arthur : - Dijo uno los miembros de número, con el ánimo de iniciar una dilatada incursión por el tema, mientras levantaba su copa e intentaba diseñar un brindis que no llegaba-: “Sherlock Holmes y el doctor Watson -prosiguió-se reconcilian con ciertos usos y costumbres; siempre los aproxima la pasión por la investigación y los hallazgos del positivismo científico; la pasión por descifrar esos hechos que toman la forma de caracteres cifrados. Ambos convierten el raciocinio en un aparato eficiente. Siempre los vemos juntos, pero ha llegado la hora de buscarle a Sherlock una amable compañía, dijo el hombre, mientras los miembros de

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número asentían, desperdigados en mesas de manteles adustos .

congregación de amigos de Sherlock- asistir a ese acto de dilapidación.

El novelista intentaba evadir esas incursiones.

Todos se miraron ensimismados. Los hombres de frac de la mesa priorizada por el resplandor, se volvieron hacia los otros relegados a un ámbito un tanto oscuro y todos se hermanaron

La sociedad de amigos al contrario- prometía influir sobre el mundo del novelista, amenazaba con instaurar un orden nuevo en el entendido de concebir el oficio de escribir como una labor conjunta y no solitaria. Esa incursión en el mundo del autor -en este caso de Arthur-, no era extraña para él, incluso los camareros de Londres intentaban crear un orden nuevo en su obra , como éste que ahora proponía el de Albi . Arthur se quedó mirando al hombre del comentario y levantó su copa como un dios brinda ante su obra y señaló con el relámpago de su ironía: - “No habrá bodas para Sherlok Holmes”-, a tiempo que apuraba la última gota de Borgoña.

TITULO: ELRAPTO - SERIE: CAMINOS AUTOR: PASTOR POLANIA - TÉCNICA: ACUARELA

- Un investigador-agregó Arthur- debe tener hábitos monacales, el detalle íntimo, esto es, el follaje hace que él pierda la idea del bosque. Un investigador debe fortalecerse mediante la renuncia, agregó Arthur. -Si bien he creado un investigador con el barro de mi imaginación -continuó- ese detective de mis libros debe fortalecerse con la entrega incondicional a su oficio.

en una actitud inestable, ya de temor, o de furor como ante la presencia de los designios de una divinidad. En cierta forma, aniquilar a Sherlock sería colapsar a esa gran medusa -el Club de amigos de Albi-, que de alguna manera se había estatuido para velar por el bienestar de Sherlock, de su saludable presencia, así él fuera tan sólo un personaje nacido de un barro inusitado .

Al dejar la copa en la mesa, el autor levantó la voz y miró directo al hombre que aún no consumía el vino, a tiempo que se instauró en el ambiente un silencio no exento de tensión. -Debo decirles que en mi próxima novela asistiremos, no a las bodas de Holmes, sino a su muerte.

El novelista prosiguió arrastrando las eses de su discurso:

El auditorio que para entonces no estaba preparado -como la medusa después de una embestida armada de Perseo-, se quedó inmovilizado en su propio resplandor. No le era posible a ese animal fabuloso- la

-Holmes- expresó el escritor, mientras llenaba la copa con otro Borgoña- me resulta un tanto extraño: Es un razonador incansable, es un detective que ha desarrollado malos hábitos. A cualquier hora de la noche le da por consultar un insectario, o por explorar la Enciclopedia Británica. No es raro verlo en el jardín aún con la gorra puesta y la lupa fulgurante, coleccionando rastros a las dos de la mañana. -No soporto el olor de su pipa, y es mi deber

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decirles a Uds, que él dejará de existir. Buscaré para él una muerte humanitaria -continuó-, visiblemente conmovido. Los miembros del auditorio no intentaron resignarse. Uno de ellos parecía copiar la gravedad de un personaje de las novelas de Arthur. Artur no sabía por qué, pero la Sociedad de amigos de Sherlock, que en un principio reunía los atributos de la ingravidez y desenfado, ahora adolecía de una solemnidad tenebrosa. Le pareció a Arthur que aquellos rostros habían surgido de un pincel siniestro, así de alucinantes las miradas, cuando no de tenebrosas. Todos los miembros de número estaban dotados de esa elegancia desbordada de los mayordomos destinados al servicio de una mansión oscura. La música -que intentaba conservar un aire festivoperdió sus destellos y oscureció aún más el salón.

A esta altura, si la reunión empezó con un aire un tanto desenfadado, que revelaba el desembarazo de sus miembros, ahora tomó un ritmo austero. Terminada la velada, Arthur escapó de ese aire azul que se respiraba en el club de admiradores. Su calesa bordeó el espejo de las aguas, a tiempo que él observaba la arcada de los dos puentes. A lo lejos, aparecía la silueta de la catedral gótica de Albi, coronada por agujas, el rosetón de la espadaña. Arthur nunca esperó que Sherlock suscitara tantas manifestaciones de complicidad en ese país. Imposible anticipar una respuesta de éstas. Al parecer Arthur debía prepararse. Era innegable que la sociedad de amigos cavaría trincheras, alistaría los misiles de su ironía . Arthur resistiría cualquier incursión mientras estuviera en Albi.

Al llegar a casa ,la El secretario de la calesa disminuyó sociedad captó la el paso y Arthur ondulación del franqueó la hilera ambiente y asistió de setos. Los al novelista con a rboles se TITULO: ROSSY - SERIE: RETRATOS AUTOR: PASTOR POLANIA - TÉCNICA: ACUARELA sus modales alineaban en afables. Con un forma de una breve ademán, pidió más Borgoña para el extraña congregación de asistentes a un rito. escritor Arthur. De uno de ellos surgió una sombra que le salió al paso al escritor. Arthur quiso esquivarla, sin lograr el efecto; todo lo con-Vamos -intentó hablarle al novelislita-, si pudiéramos hacer algo por Holmes, expresó el trario: el hombre blandió una daga e intentó cruzarlo de una embestida, cerca al jardín de la secretario, con aire de exhortación. casa en que se alojaba, en tanto que las El novelista respondió con una negativa un sombras de Arthur y del atacante se agrandaban en el aire. tanto cerrada. -No hay nada que hacer.

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Las campanadas de una iglesia cercana hacían

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pensar en el reencuentro del hombre con la trascendencia. Arthur procuró descubrir un aire familiar en el atacante e intentó reconocer ese vaho que liberan los fumadores de pipa. El hombre pareció vacilar, algo lo detuvo, acaso reconoció en el sacoleva del escritor un extraño signo, que lo inmovilizaba en la orfandad. Entonces no persistió en su afán y le dio la espalda al escritor. Arthur vio cómo el atacante se retiraba y ondeaba en el aire una especie de capa, muy parecida a la utilizada por los personajes de sus relatos. Hay actos que no encajan dentro de la realidad en que se desarrollan y que pertenecen más al mundo de lo fabulado; este era uno de ellos. Aquel atacante, bajo el cielo grandilocuente de junio , resultaba un personaje extraño a lo cotidiano. El celador se acercó anticipado por los latidos de un perro. Envuelto en una capa de niebla, preguntó.

por esa niebla misteriosa que ascendía del jardín y envolvía los objetos en una atmósfera cifrada. Una vez el novelista intentó dejarse llevar por un aire de ensoñación, alcanzó a presentir que alguien fumaba pipa en el vestíbulo y perfumaba el aire con ese humo tan familiar en sus relatos. No bien el novelista se acomodó las pantuflas, abrió la puerta y en la galería de la casa vio la gorra de Sherlock y su lupa . No hay remedio -pensó Arthur- y se dejó caer en la silla. No podremos vivir los dos aquí: Holmes y yo. Me resultan incómodos sus hábitos. Imposible soportar sus costumbres de insomne. Enseguida pensó en el ataque del jardín y un aire frío se coló por el ventanal entornado y lo sorprendió en la más franca desnudez. De nuevo -se dijo para sí el escritor- seré desalojado por él.

- ¿ Monsiuer, Arthur? El novelista se encontró con los ojos del celador y respiró aliviado. Al subir las escaleras de la habitación, Arthur resopló y se sintió amparado por las llamas de la chimenea. Esa noche no iría a escribir. Pensaría en la escena del jardín. Y encendió la lámpara. La habitación de Arthur Doyle, estaba tiznada

Arthur enseguida recordó que el aliento del atacante y ese que presentía en toda la casa eran los mismos, mientras un temblor imprevisible fue dominando sus manos. Casi sin darse cuenta empezó a empacar las maletas para volver a Londres en el primer tren de la mañana. De nuevo, se sintió expulsado por Sherlok y la tristeza le dio un brillo especial a sus ojos.

LUIS EDUARDO GUTIÉRREZ LOZANO. Nació en Ibagué. Es abogado y escritor. Ganador el año pasado del Premio Nacional de Poesía “Eduardo Cote Lamus” con el libro Los cuadernos de Franz. Ha publicado los libros de poemas Perseguidos por el cielo y Los espejos de la Hidra.

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Pablo Jhon Silva POSTAL DE PURIFICACIÓN

OTRA VEZ VANEGAS

Emilio Régulo García Arce le enseña a su hijo a disparar la nueva escopeta de diábolos. El crepúsculo se incendia con una algarabía de papagayos; son tantos que es prácticamente imposible errar.

En procura de colores intensos para su vida, Vanegas decide dedicar sus horas libres al espiritismo; ciencia que, como todo el mundo sabe, es azul magenta.

De cuando en cuando cae uno con las alas tronchadas, dando volteretas en el aire como un títere. Palpitan con él las sombras.

Todas las noches, después de ver el noticiero, invoca a los espíritus. Tanto insiste que una noche uno de ellos llega y golpea suavemente la puerta.

Agoniza minúsculo bajo los ceibos inmensos. Algunos curiosos contemplamos la escena en silencio. Es estremecedor ver con cuánto amor el padre el le enseña al hijo a matar. TITULO: DEPORTADOS - SERIE: CAMINOS AUTOR: PASTOR POLANIA - TÉCNICA: ACUARELA

-¿De parte del diablo o de dios? Pregunta Vanegas, procurando no alterarse demasiado. -Eso no tiene importancia. ¿Qué necesita? -¿Yo? ¡Ha sido usted quien me ha llamado! Sigue un silencio incómodo que Vanegas aprovecha para toser ligeramente. -¿…y entonces?- se atreve a preguntar al cabo de unos segundos. -¡Entonces nada amigo! Olvídese de eso, los espíritus no existimos. Vanegas, anonadado, no se atreve a contradecirle. -Bueno, me voy, no me vuelva a llamar. Ah, y un consejo. Vaya al mar.

PABLO JHON SILVA nació en Purificación en 1968. Es Licenciado en Literatura con postgrado en Enseñanza de la literatura.

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“Vuelo chamánico” - Oleo sobre lienzo - 40 x 40 cm.

Alberto Nuño Taller: Calle 94A No.16-81 - Apto. 104 - Bogotá Tel: 6103578


IbaguĂŠ en

Flor

2007


Horacio Benavides 40

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¿Oyes ese vuelo Ese aletear en el patio?

Hay un pájaro que canta al anochecer rondando la casa del que va a morir

Debe ser una paloma

Tal vez un islote de luz donde posarse

Su canto será lo último que escuchemos y así nuestro círculo estará cumplido

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Si en la orilla de tu sueño más allá de la noche escuchas un lamento

Tantas cosas tuve… todas me abandonaron

¿Y qué busca una paloma en nuestro sueño?

soy yo el que velo tu hermosura y sé que no hay distancia más atroz que tu cuerpo

sólo me ha quedado la piedra en el alma

37 Yo que escuché la rosa en la canción del agua y la vi arder en el espejo quiero deshojar la perecedera que si es alimento de ángel la primera nos amenaza en la segunda La dicha terrible y pasajera

HORACIO BENAVIDES. Nació en Bolívar, Cauca. Es autor de los libros de poemas Orígenes, Las cosas perdidas, Agua de la orilla y Sombra de agua. Premio Nacional de Poesía del Instituto Distrital de Cultura de Bogotá y Eduardo Cote Lamus, entre otros.

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Misión del Escritor orque el escritor campeón del individuo. El soldado, el hombre leal, representan el entierro en masa, la bomba atómica, la fosa, común: el escritor en cambio defiende esos pequeños cementerios atestados, antieconómicos, insalubres, en donde las cruces de piedra preservan nombres innumerables Graham Greene Le dieron al escritor el don de la palabra. Le concedieron el uso de la palabra. Y el escritor hizo con la palabra un tránsito de su sentir humano al corazón de sus semejantes mortales. La palabra es un símbolo, pero acostumbraron al hombre a la aprehensión continua de los símbolos. También es símbolo el color. También es símbolo el sonido. El hombre construyó entonces la tabla de equivalencias entre símbolo y representación. El símbolo consiguió entonces exaltarle el espíritu. Al encargado por excelencia de la palabra, de transmitirla a los demás, se le exigió, por lo menos, solidaridad humana. Una exigencia justa pero fácilmente violable. Algunos pensaron que el género de los escritores no tenía nada que ver con el género humano (a lo sumo que gravitaban por accidente sobre la misma tierra que se alumbraban con la misma luz del aire). Embutidos en la torre de babel de marfil, con las lenguas trabadas, produjeron sus galimatías. Y fueron aplaudidos desde el abismo de babel, desde el abismo de marfil. Otros pensaron que los escritores eran los conductores. Que no había más gobierno sobre la tierra que el de su palabra. Otros pusieron sus palabras al servicio o a la defensa de determinada ideología. Todos pecaron, todos se equivocaron porque todos eran escritores. Porque ser escritor no es ser filósofo. Mientras el filósofo trata de dar testimonio de la verdad, el

Por Jotamario Arbeláez

escritor debe tratar de dar testimonio de la vida. Mientras el filósofo interroga los cielos arcanos, el escritor debe hacerlo con el infierno terrenal. El filósofo especula con el concepto, el escritor solamente con la palabra. N es filósofo. K es escritor. N y K dan un paseo por el campo. Ambos miran el cielo espumoso de la mañana. N puede decir: - Afirmo que el centro del universo está a dos años luz al Este de la estrella más alta. K debe contestar: - Afirmo que el centro del universo está en el Hombre. Hacia arriba o hacia los lados, hacia cualquier lugar que mire, el hombre sólo encuentra un equidistante misterio. Entonces el hombre está en el centro. Provisionalmente. Hasta que el misterio del cielo sea abierto. O hasta que muera. Entonces será absorbido por la esencia misma del cosmos. Pero si el hombre mira a sus pies, encontrará que tiene algo a qué aferrarse. La maravillosa tierra que produce manzanas. La tierra que “es su porvenir, su alegre morada y su reposo”. La tierra taladrada por dentro por los buscadores de esmeraldas por las cañerías victoriosas, por los autobuses subterráneos, por las lombrices de tierra. La tierra que se despierta ante el estupor de millones de astros. Orgullosa del hombre que la camina. Uno de esos hombres que la camina es el escritor. A quien si le concedieron el privilegio de la palabra, también le concedieron el privilegio del silencio porque un escritor no es solamente lo que escribe sino lo que calla. No es solamente lo que expresa luego de la contemplación, sino lo que quedó en sí mismo de contemplación inexpresable. Concluyamos cualquier cosa; con las premisas anteriores se puede probar todo o no se puede probar nada. La misión del escritor es ser escritor. Durante el tiempo que le parezca conveniente. Si le parece conveniente. TOMADO DEL PERIÓDICO “EL EXPRESO” DE CALI, COLUMNA “TEMAS LIBRES”, 1964.

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Impresiones literarias con poetas participantes en el Segundo Encuentro Nacional de Poesía y Narrativa “Ibagué en Flor” 2007

Preguntas Preguntas aa la la poesía poesía Por Pastor Polanía. TIEMPO DE PALABRA LLEGA HOY, AL NÚMERO 10 PUBLICANDO A POETAS, NARRADORES, PINTORES Y ARTE EN GENERAL EN MITAD DE UN PAÍS ASEDIADO POR LA GUERRA Y LA LOCURA, EN DONDE TODOS LOS QUE ANHELAMOS PERMANECER DE PIE TENEMOS QUE CONSOLARNOS CON EL SUEÑO ETERNO Y LA CEGUERA QUE NOS ADSORBE. SIN EMBARGO, ADEMÁS DE LA REVISTA DE ARTE, CONTINUAMOS EMPECINADOS EN LA REALIZACIÓN DEL ENCUENTRO CON LOS POETAS QUE PARECE, SON LOS ÚNICOS NO VULNERABLES A LAS VEJACIONES Y TRISTEZAS QUE AZOTAN AL MUNDO.

Pregunta: ¿El agua que usted bebe es la misma que escribe? Horacio Benavides: El agua que escribo ha pasado por el tamiz del sueño, la puedo ver y no la puedo tocar; sin embargo, esto es demasiado pretencioso, el agua que bebo es la única agua.

memoria y a ruego.

P. P. Hay días amargos y dulces.¿Cuáles son sus noches preferidas? H. B: Son aquellas en las que duermo y sueño y al despertar siento una enorme nostalgia por la realidad perdida. Ancizar Castaño: “Guitarra en soledad”

P. P. ¿Las flores que usted pisa en el camino, son las mismas que sangran su corazón? H. B: No piso las flores, las veo pasar, y mi corazón sangra por ellas. P. P. ¿El Encuentro Nacional de Poesía y Narrativa “Ibagué en Flor” puede llegar a tener espinas? H. B: La aventura de conocer una ciudad, el encuentro con viejos y nuevos amigos, la alegría de ver el rostro de una muchacha, deben tener, para equilibrar, sus espinas. P. P. ¿A usted, a qué le sabe la poesía..? Esmir Garcés: La poesía sabe a vientos, a ríos desbordados, a cantos de aves, a

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P. P. ¿Se desgasta usted leyendo…? ¿ Le fortalece la lectura…? ¿ Es usted río que baja taciturno a la llanura? E. G: Se puede abandonar o detestar de todo, menos la lectura, es como si se renunciase al mundo en el que se habita; por lo tanto, cada letra o palabra que pasa por los ojos, afianza y fortalece nuestra razón de hombre. Decir que soy río, es también decir que soy piedra, viento o lluvia, imagen secreta en la memoria

P. P. ¿En el marco del Encuentro de Poesía y Narrativa “Ibagué en Flor”, usted ha encontrado muchas piedras..? E. G: No hay caminos que no contengan piedras, pero el problema no consiste en tropezarse con ellas, sino descubrir porqué están allí, porque existen en el espacio y tiempo. P. P. ¿La soledad es negra al medio día..? J. Mario Arbeláez: No conozco la soledad. Nunca la he visto. No me la han preguntado. Al medio día apenas me estoy despertando, y cada vez me asombro más de estar vivo. “ En el verano acaloradas frutas en la mano vierten su espeso olor al medio día.” Ese verso de Gaitán Durán me

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Ancizar Castaño: “Una llama de esperanza”

fascina y me sirve de desayuno.

las espinas. De ellos tengo el corazón repleto.

P. P. ¿Usted, está en deuda con la poesía..? J. M. A: Acabo de escribir mi testamento poético, que termina con esta pregunta dirigida a la poesía, a la que nunca reproché nada: “¿Querida, cuánto te debo?

Pastor Polanía: ¿A usted a qué le sabe la poesía..? Mery Yolanda Sánchez: A vida, a lo que le puede saber a otros el pan, el café.

P. P. ¿Sus poemas pueden cambiar el rumbo a las cosas..? J. M. A: Si mis poesías no cambian el mundo, peor para el mundo. Pero es un punto a favor de la poesía, que no tiene porqué cambiar los hábitos ni la conducta del respetable público.

P. P. ¿El placer de leer termina con el sacrificio de escribir..? M. Y. S: Tanto leer y escribir todo: El entorno, libros, seres humanos, nunca termina. Es una necesidad de enfrentar el sacrificio, de avanzar con la certeza de aprender estrategias para reparar la herida.

P. P. ¿Ha escrito usted, con las manos untadas de sangre..? J. M. A: Nunca. Pero sí he escrito con las manos untadas de mierda, cuando en la casa de la poesía, escasea el papel higiénico.

P. P. ¿El agua que usted bebe, es la misma que escribe..? M. Y. S: Recibo agua de todos los colores y sabores, lo que escribo es el resultado del agua trasformada, vivida y vaciada desde el interior.

P. P. ¿Porqué el encuentro de poesía y narrativa “Ibagué en Flor.”? J. M. A: Porqué no. Ibagué se lo merece, en virtud de sus ocobos, cámbulos, gualandayes y tantos pétalos ofrecidos por esas flores de las que no puedo decir sus nombres.

P. P. Viajar 200 KM, leer un poema, enfrentarse desnuda al espejo, estar donde escampa la neblina traicionera. ¿Se puede superar esta agonía..? M.Y.S: En nuestro país siempre estamos superando” neblinas traicioneras”. ¿ O de qué otra manera permanecemos de pié?

P. P. ¿Las flores que usted pisa en el camino, son las mismas que sangran su corazón…? J. M. A: En mi corazón no tengo flores. Son la cursilería de la naturaleza. Prefiero los cardos y

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P. P. ¿Las flores que usted pisa en el camino, son las mismas que sangran su corazón..? José Luis Díaz Granados: Es posible, porque el

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cosmos es matemático y el que la hace, la tiene, en prosa, en rosa y en verso. P. P. ¿La soledad es negra al medio día..? José L. D. G: La soledad es negra cuando estamos tristes, pero es un arco iris cuando en la soledad estamos escribiendo. P. P. ¿El poeta es dueño de todas las cosas..? José L. D. G: Sí, porque es el rey de las palabras, y al nombrar cada cosa se aduña de ellas. P. P. ¿Usted está en deuda con la poesía..? Pedro Licona: Sí, le debo la razón de mi existencia. Una existencia sin palabras y sin poesía no la comprendería. Además, parece que el nacer, lleva al morir, pero siempre debe contener el milagro y el misterio de la poesía para que todo sea perfecto o llevadero. P. P. Los poetas que mueren en el olvido, están muertos..? P. L: El olvido es una mala intención de la memoria. La memoria ama a la palabra y por ende al poeta que la ejercita. Por ello, el poeta no muere, no puede morir quien le dio alimento a la memoria, a la palabra. P. P: ¿Cuando usted se encuentra sola, es más valiosa..? Marcela Cingolani: Uno siempre está solo. A ratos abrimos paréntesis y nos dejamos acompañar. La que soy, siempre vale lo mismo. P. P. ¿La poesía como oficio religioso, o como arma política..? M. C: La poesía como alimento del corazón.

P. P. ¿La soledad es negra al medio día..? M. C: La soledad nunca es negra para mí. Es el aire que mejor respiro. P. P. ¿El placer de leer, termina con el sacrificio de escribir..? INES BLANCO: La lectura debe nutrir la existencia del hombre, escriba o no. La escritura es la lectura que hacemos de nosotros mismos P. P. ¿Le gusta vivir más de lo que puede..? I. B: Quiero vivir mi límite con el espejismo y la magia de la vida. Pedir más sería, quizás, un exceso. P. P. ¿Si la palabra se perdiera en las vericuetos del tiempo, la buscarías..? I. B: La palabra es el tiempo, palpita en el aire, viaja con el río, me despierta en la mañana, duerme conmigo, me habita, me asombra me dice y calla. No se extraviará porque conoce su destino que, a veces, es silencio. La travesía del hombre en la intimidad del yo creativo es y será palabra. P. P. ¿A usted, a qué le sabe la poesía..? LILIA GUTIERREZ: La poesía sabe, huele, respira, mira, entra por los poros. Sabe a solidaridad, amor, ternura. Sabe a mar, afecto. La poesía sabe a abismo, vida, dolor , temple. Es lo simple, lo sagrado con sabor a compañía P. P. ¿Duerme con fantasmas? Cuáles son sus preferidos? Los poetas que mueren en el olvido

P. P. ¿Cuando usted baja a la fuente a beber y ve que el agua ya no existe, qué camino emprende..? M. C: Espero, es seguro que el agua volverá a bajar. P. P. ¿Quisiera usted escribir menos de lo que tiene pensado..? M. C: Quisiera pensar y escribir siempre, todo, hasta el final. P. P. ¿En la iglesia usted se arrodilla?. Frente al libro de su autor preferido también..? M.C: Si, me arrodillo en la iglesia. Frente al libro río y lloro, pienso, recuerdo, admiro a su creador, pero no le rezo.

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Ancizar Castaño: “Ratas”

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Manuel I. Ramos (Maros): “La acogedora belleza de la vejez”

están muertos..? L. G: Hay fantasmas en mis sueños y en la vigilia. Me encantan los duendes que asoman sus rostros por la ventana del día. Prefiero los fantasmas que muestran la verdad, la luz y la alegría. Los poetas son inmortales, la muerte es parte del oficio de la vida. No hay muerte de poetas. Se podría pensar que el poeta está “muerto” cuando no entrega su mirada al mundo. P. P. ¿Usted, está en deuda con la poesía..? L. G: Siempre estaremos en deuda, aunque la poesía como esencia no exige, nosotros, aprendices, tenemos que buscarla, encontrarla, jugarnos la vida en cada verso, en cada silencio, en cada espacio. La deuda está presente y estará para recordarnos que somos instrumento y pulso de la poesía.

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P. P. ¿El oficio de creer en lo que no vemos, es el de escribir lo que sentimos..? ANA MARIA RIVERA: Ni más ni menos. Tal como le acontece a la rosa de mi argentino amado. “Que prodiga color pero que no lo ve”. El creador, en cambio, hace visible lo invisible y es , además, capaz de visibilizar. Ojalá no sea cierto aquella sentencia ya recurrente de que aquel que ve la belleza, pierde en castigo la vista. Aunque algunos indicios nos desconciertan, Milton, Borges; Grousac… P. P. Le gusta vivir más de lo que puede..? A. M. R: La vida no merecería ser vida sino en el exceso, en la plusvalía, en el excedente, en la multiplicación, en lo superlativo, en lo magnánimo, en la disciplina cotidiana de lo eterno.

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Nelson Romero Guzmán :

Obras de Mampostería Por Santiago Mutis

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eyendo un libro sobre el DIABLO, me deslumbró oírle decir a su autor lo que ya todos sabemos pero no nos atrevemos a repetir, al menos en voz alta, y es que el Infierno ya está aquí, entre nosotros, variopinto y candente, aunque lo digamos sólo como cosa literaria, seguramente para ahorrar espanto: el horror de su terrible realidad :

menos de allí podía salir, ir a buscar a tientas algún cabo de vela. En el infierno no habrá cabos de vela, y el apagón durará siempre. Mi cuñado en un campo de concentración de judíos, decía que aquello era el infierno. Sin duda hay malos

“En la Edad Media fueron populares las visitas al infierno acompañadas de maravillosas revelaciones sobre la poca suerte de los que allí habitan. Hoy en día los sucesores de Dante se asoman al abismo de sí mismos...”. Si existe un infierno en la tierra, cabe encontrarlo en el corazón del hombre... (Robert Burton). Supongo que esto es una definición de la modernidad, ahora tan nuestra, y tan fecunda en desastres, guerras, despedazamientos, Ancizar Castaño: “Crucifijo” destierros... Max Jacob, también citado por nuestro autor de El Diablo, amo y señor tratos, injusticia, golpes, falta de de los días, y con muchas otras y a l i m e n t o s , e x c r e m e n t o s , extensas posesiones en esta enfermedades mal curadas. tierra, dice de lo que vivió ¡Ah, el espanto se apodera de mí, qué miedo penetra mis durante la guerra : “Ayer, mientras comía, en ese huesos!”. largo apagón de luz, y el enorme Sí, el hombre puede obstinarse aburrimiento, que hizo presa de en no amar, repetimos a coro mí, pensé en el infierno: qué con toda la literatura. Pero “es será este aburrimiento durante justamente esta posibilidad la toda la eternidad: oscuridad y que da una idea del infierno”. vacío completo del espíritu. Al (Rey-Memet)

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Ya Nelson Romero se había acercado a esta descomposición de la realidad, en su mismísimo origen: La Quinta del Sordo, su libro anterior, en donde visita en su oscura morada al gran Goya, que grabó para siempre la crueldad de los franceses (“la irracionalidad y predeterminada brutalidad de los hombres que llevan uniforme”, dice Kenneth Clark) contra el pueblo español, sin duda también un pueblo encandilado con la violencia: cinco mil madrileños fusilados, escogidos por el negro azar hemos de suponer que en sólo dos noches, más largas y oscuras que todas las demás noches del triste Siglo de las Luces : “El tres de mayo de 1808”, se llama la pintura que seis años después de lo ocurrido pintó Goya. Pero “Ese hombre, ¿qué hace cultivando flores en las tinieblas?”, se pregunta Nelson Romero. Sí, ¿qué hace? “Lo acosan los rostros iluminados por la desesperación”. Pero, ¿qué hace? “Expresa la maravilla de quien perdió en la tierra todo consuelo”, dice Nelson, no sé si sólo de Goya, o si lo dice también de nosotros, que nos aterramos de ser Goya, y de que “el ave amarga” nos salga por la boca : “mi ocupación es volverme a hacer”. Este parece ser el único oficio que nos propone el arte : “en

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Ancizar Castaño: “Sin título”

este antro el Espíritu se repliega en el caos y tiene fondo humano”: “el arte es la ofrenda a otros seres”, dice Romero. La realidad no sólo nos ha defraudado, derrotado, herido bajo las incipientes alas... : “se me pudrieron las manos pintándoles de blanco su imperio”. Entonces, para el arte, “el ojo es un infierno a esta hora”, y hay que golpearle “a la puerta del hombre cerrado”, entrar en su morada, sacudirlo de sus vestiduras : “a veces baja a esta oscuridad... acompañado de una lámpara”, como Dante, como Goya, como todo poeta que se asome al abismo que crece en el pecho de cada hombrecillo, que con su tenacidad, e insoportablemente pusilánime, ha construido el oscuro castillo al que llama la civilización del progreso... “Como si nunca esperaras la muerte”, nos dice Romero, viendo arder las ciudades en su mano, y en las telas de Goya, que en los mejores “instantes del color” estampa “criaturas de sombra”. Y aunque Nelson es aún un optimista, sabe que “Dios no puede vivir en esta casa... tanta oscuridad lo borraría”. Optimista, sí, porque cruza estos “corredores interminables” con su lámpara, encendida por “la memoria del sol”; él no se extravía “en las sombras”; ve todo el azul del opulento cielo del pintor, del arte, de la poesía, el brillante escudo que destruirá al monstruo devolviéndole con astucia su propia imagen, feroz y enferma. Muchos otros así lo 60

han intentado. Para Nelson Romero, la Poesía, y la suya propia, florece en lo más oscuro del silencio. Sí, Nelson Romero es un maravilloso optimista, tal vez como lo es todo poeta, porque saben que enfrentándose a este “negro oprobio” la memoria del vuelo regresará a sus manos, como él mismo tan seguro nos lo ha dicho : “Cuando sueño un árbol,/ él... /... traza en sus ramas un fruto”. *** Hoy Nelson Romero nos ofrece un nuevo libro : Obras de mampostería. Como en los retratos que el Barroco hizo de los santos, él también muestra de primero sobre la mesa de trabajo, junto a los implementos en este caso de albañilería, una calavera; así nos advierte contra toda vanidad, contra el privilegio de la mirada, contra la buscada belleza del lenguaje, contra los cautivantes ritmos sin logos, como dice María Zambrano.

Su aparente llaneza, su uso de la prosa, la inclusión de palabras sin aura, su manera de seguir tan de cerca la realidad... algo me desconcertaron cuando hace unos años me lo presentaron como poeta inédito; ahora, y cada vez más, me atraen estas sombras suyas, que tendidas a los pies del poeta ocultan develando todo lo que tan astutamente nombra. Y una vez nombrada la Innombrable, la Muerte, para que no nos perdamos en los caminos que la ignoran, y también para que veamos mejor el significado de los jardines de la luz sin Ella y sin sus sombras todo se hace lentamente o de repente un engaño, una mentira Romero entra en el mundo, y a construir, como un albañil con cal, agua, arena, piedra... y sombra, la casa interior. Para muchos escritores, Borges, por ejemplo, todo es un acertijo; para muchos poetas, por ejemplo, todo es motivo de adulación : el lenguaje, la poesía misma, la naturaleza... Goya, sordo y brutal, por ejemplo, nunca adulaba, ni siquiera a la verdad, tampoco a la pintura, mucho menos al Hombre... Como en las puertas del Infierno, Nelson Romero trae un epígrafe a la entrada de su libro : “aquí se mascan carbones ardientes”. HAROLDO DE CAMPOS

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El negro y el rojo, lo apagado y la luz, la materia que muere, y quema. Este claro-oscuro tensiona su poesía. El Iluminado y el Oscuro; así los llama, y se trata de una enemistad, de una guerra entre dioses : “El Oscuro arrastró por el jardín sus entrañas como una escritura”

“Una lagartija verde entre guijarros blancos el único lenguaje”. Una realidad quemante nos obliga a callar, nos arrincona contra el pasado, nos acosa para “hacernos mudos” :

“Si quieres que te abran golpea en el aire”. Sin embargo, en ella está la llave de oro, el regreso, el secreto de la verdad. Una sola flor y el viento deberían escandalizar las ciudades, no la abandones, nos dice Romero,

Me dije en un sueño que no iba a despertar, era piedra entre un montón de piedras,

“no la abandones entre los desperdicios que es con lo único que cuentas

ser piedra luce el paisaje el sol deja caer su tibieza como una exaltación,

... hasta el día del desvanecimiento”.

y “Él el Iluminado me manda escribir este poema blanco con tinta del Oscuro” como sucedió en La Quinta el Sordo. Nelson Romero ve que las cosas, en un eterno agridulce, en el claroscuro al que todo pertenece, han sido heridas, como también lo ha sido la palabra del Hombre, utilizada para engañar, para ocultar, vaciada de realidad, de una realidad que pareciera imposible ya de nombrar, por su alarmante oscurecimiento y caída :

se oyen respirar tranquilos los árboles cuando los mueve la inmensa rueda del cielo, lejos los hombres cierran violentamente las puertas. Las piedras duermen unas sobre otras, sexuadas se muerden hablan bajo, se cuentan mil y una historia de faraones, se invierten en las pesadillas para flotar,

“un abecedario muerto”. Y una vez más el arte de la palabra debe levantar cuanto ha caído, unir “los pedazos de la palabra”. Algo grave y oscuro le ha sucedido al lenguaje escrito, al lenguaje hablado, a la palabra : “la palabra bosque” ya no tiene árboles. Nos los hemos comido, a mordiscos, con hambre, con fiebre :

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miran y se ríen del hombre que pasa por la carretera en la bicicleta inestable, en el sueño viven, pero tuve que despertar de nuevo con la maldición de volver a ser hombre. Según parece, levantar la Casa Interior no es cosa fácil, cuando todo oscurece y la naturaleza se cierra, como el tiempo en un reloj de arena :

Pero esta flor no es frágil, es la flor secreta de todo lo que cobra forma, como los “límpidos aniversarios del aire”, las “regiones ocultas”, o aquella casa que él pretende construir muy adentro, o la guerra, flor extraña que niega la vida, tempestad donde este propósito de construir “la casa que habita dentro del cuerpo” se hace imposible, porque nos arranca las manos. Pero Nelson Romero insiste, y continúa alzando piedra por piedra las piedras de su casa, prodigiosa, interminable, “invisible” ¡tarea de magos!: “la igualdad huele a vino”. No sé si este viento oscuro que sopla en el poema sea Colombia, “País envenenado cierto hecho en las tinieblas mitad realidad mitad desaparición otro mueble echado a la hoguera”

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o si ese país envenenado es cosa lejana, flor ajena que sopla desde otra orilla : Puntuales frutas llegadas de lo fantasmagórico guayabas vinieron en una caja bien apuntillada amarrada con cables acerados para que en el viaje no se volvieran irreales, las toco húmedas, algunas traen la huella violenta del hambriento mordisco del otro lado. De esta supuesta Colombia, la Oscura, oscura como un carbón... ardiente, y luminosa, por su gente más sencilla, la más alegre, la más humilde... y la más golpeada por la otra Colombia, la oscura, la ardiente, Nelson Romero toma todas sus palabras, oscuras también porque han atravesado labios que ya están muertos, muertos de agravio, o de engaño. Eso creo yo: la Poesía recoge sus palabras en los labios de los muertos, para teñirlas nuevamente de verdad : “Las verdades dice Romero son lanzas arrojadas por los hombres contra esos poderes que ellos mismos han creado”. Pero, ¿qué hace este hombre cultivando flores en las tinieblas? Está volviéndose a hacer, ya nos lo dijo. Es un poeta, y cree que ungiéndose en la inocencia podrá dejar algo a salvo, aunque todo se parezca tánto a un error :

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El brujo hizo con humo este planeta. El aire es una pared caída -dijo (...) La creación del hombre es una maniobra del humo (...)

TITULO: LOS TIEMPOS DEL COLERA (DETALLE) AUTOR: PASTOR POLANIA TECNICA: ACUARELA

Dichas esas palabras el brujo se hundió en la oscuridad, lanzó llamas para apagar su creación pero ya era tarde. Ya no hay mitos entre nosotros, apenas pobres pesadillas compartidas. Romero cree, como María Zambrano, que el Arte es capaz de restaurar la inocencia, no la inocencia del ingenuo, la del que nada ve, sino la que está más allá de la lucidez, la que estuve alguna vez en el centro de nuestro “espacio vital”, como un árbol florecido; él mismo lo dice con sabia picardía, con la socarrona seguridad de quien sabe que “de la tierra nadie se eleva” : “Salto de esta tapia al patio ajeno a robar los melones encendidos robo para ser inocente”.

Santiago Mutis (Bogotá, abril 24, 2008)

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LA CRÍTICA LITERARIA COMO CONVERSACIÓN

A propósito de Textos para conciliar el sueño, de Hugo Ruiz Rojas HOMENAJE Por Betuel Bonilla Rojas

Quizás el recurso más a mano para referirnos a Hugo Ruiz Rojas (1942-2007), el escritor tolimense, sea el de señalarlo, con toda justicia, como un gran narrador. Quizás quienes lo afirman tienen razón. De eso dan fe su libro de cuentos Un pequeño café al bajar la calle (1981 y 1996), y esa novela inédita, Los días en blanco, que muchos conocimos y que, casi como un acto mágico, también muchos esperamos como la novedad editorial más importante de los últimos tiempos, tiempos agobiados por un sinnúmero de novelas colombianas absurdas, con el recurso del facilismo literario, el esnobismo y el afán puramente mercantilista. Y en eso, insisto, quienes lo dicen tienen toda la razón. No en vano Hugo recibió, de lejos, un guiñito de García Márquez. Él supo ver en los cuentos de este escritor del interior la voz de un creador maduro, riguroso, empeñado en poner en evidencia esa certeza irremediable de que antes de consolidarse un buen escritor debe existir un voraz lector, eso que sobresalía siempre en Hugo. Pero esa faceta del narrador brillante opacó su otra cara, la del lector agudo y la del crítico que ponía su lucidez para hacer alumbrar la obra que comentaba, nunca para empequeñecerla, al menos en sus más íntimos actos de crítica literaria. De esa faceta de crítico nos quedaron unos cuantos prólogos ―algunos privados y otros públicos―, así como un maravilloso libro que, más que de crítica literaria en el sentido estricto de la palabra, fue de sugerencias de lectura, de compartirnos esos textos que terminaron por deslumbrarlo. Y así se agruparon los ensayos de Textos para conciliar el sueño. Yo digo que era un libro de ésos que prefería Borges, un libro de preferencias. Y esas preferencias, que podían coincidir o no con nuestros gustos, tuvieron el

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TITULO: LOS FANTASMAS QUE SIGNAN MI DESTINO (DETALLE) AUTOR: PASTOR POLANIA - TECNICA: ACUARELA

mérito fundacional de ser una revelación, de hacernos ver aquello que, quizás por nuestras propias simpatías y antipatías, no queríamos o no podíamos ver. Diecinueve ensayos fueron suficientes para hacernos entender que Hugo, además de gran narrador, era un enorme crítico literario. Y su crítica se emparenta más, por el tono y la profundidad, con la tradición de un Baldomero Sanín Cano, o un Hernando Valencia Göelkel, en todo caso, que con la tradición académica y arrogante de un Rafael Gutiérrez Girardot. No es que una tradición sea más importante que la otra, sino que en la primera hay más conciencia de la crítica como guía de lectura, como el comentario audaz que refuerza las virtudes de por sí visibles de una obra literaria. Si uno mira con cuidado esos diecinueve ensayos ve moverse a Hugo, con entera comodidad e idéntica profundidad, en muchas geografías y en muchos géneros. Son ensayos que van desde lo estrictamente regional ―Policarpo Varón―; pasando por lo nacional ―Germán Espinosa, Oscar Collazos, el costumbrismo en Colombia, las guerras civiles en Colombia―; lo americano ―Antonio Skármeta, Alejo Carpentier, Pablo Neruda, Juan Carlos Onetti, Jorge Luis Borges, Ernest Hemingway, Norman Mailer, Manuel Mujica Láinez, Julio Cortázar―; 63


TITULO: LOS FANTASMAS QUE SIGNAN MI DESTINO AUTOR: PASTOR POLANIA - TECNICA: ACUARELA

o lo más universal ―Elias Canetti, Albert Camus―; o en ensayos de corte general como “Moral y censura en el laberinto del subdesarrollo”. De la misma manera, va de la poesía a la narrativa, del libro de cuentos al poemario o la novela, de miradas panorámicas como “Las guerras civiles en la literatura colombiana” a libros confesionales como París era una fiesta, de Hemingway. En todo caso, estoy seguro, no todos eran de su entera preferencia. Y creo que ese rasgo, lejos de debilitar su postura crítica, acentuaba, por el contrario, la certeza de la crítica entendida como un acto amable, como una conversación fluida y amena con un texto que se acaba de leer, nunca, en todo caso, como un hecho destructivo para violentar otras preferencias. Su crítica se caracterizó no por la matrícula incondicional en ésta o aquélla escuela, no por la filiación obediente al estructuralismo de un Menton, el corte histórico-biográfico de un Sainte 64

Beuve, el psicologismo de un Taine, o cualquier otra corriente de moda, sino por la entera libertad con que registraba su punto de vista, siempre como la mirada desenfadada de un creador que escudriñaba en el quehacer de un colega, de alguien que había sufrido los mismos tormentos que él a la hora de construir sus historias. Creo que los ensayos de Hugo son una conversación en doble sentido: con los autores y con los lectores. Y él, sus textos, eran simples puentes tendidos para que pudiéramos caminar más seguros. Al menos el Mersault imaginario, antipático, que todos tenemos, cambia luego de leerlo, o el Gary Gilmore atroz que se redime merced a sus poemas escritos en prisión y que Hugo rescata con tanta lucidez. En esa medida Hugo es un guía para nosotros, como lo fue Virgilio de Dante, un iluminado que entrevé en el horizonte, lejano o cercano, lo que otros no alcanzan a distinguir.

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Esperanza Carvajal Gallego MISERIA DEL SUEÑO Los muertos vienen a conversar conmigo a la hora exacta en que el tiempo se detiene. Sé que están ahí. Los reconozco por sus gestos por su mirada amarga y dolorosa. Nada me dicen pero entiendo sus reproches su desprecio; El tiempo sigue intacto sin quebrarse. Busco sus fantasmas en el libro abierto del espejo en los lugares más visibles de la casa aún así, me agrada saberme entre los suyos. Lector en sombra: sólo ellos conocen mis fantasmas.

CIUDADES INTERIORES Sobrevivo al incendio de las ciudades interiores al derrumbe de mis límites cuando la noche respira su apacible quemadura de ruindad. Caigo en cada paso y extiendo la sombra de las pesadillas. ¿Qué podemos dejar a la sombra de los días al ripio del alma gastada? Abro la eternidad de las infamias y cada una de las preguntas golpea el remo de las tardes. ¿Qué podemos dejar? La llaga de los insomnios la amorosa urgencia del homicidio y la derrota de ser inadvertidos.

HÁBLAME Háblame de esa ventana que desconozco Desde esos lejanos postigos Donde la miseria enciende Sus luces de bengala. Aquí la lluvia no cesa de caer inclemente se curva sobre los tejados. A veces la escucho guarecerse y pedir posada en los aleros como huésped indeseado; ajena a todo propósito insiste en su laborioso picoteo en la ventana. Molinero que trilla los granos del cielo Desmantelado de toda esperanza.

CANTATA DEL FORASTERO Qué esperamos a las puertas De un continente ciego Cuando uno arrastra Tanto polvo en los zapatos Y tanto cansancio en la mirada. ¡Dónde un lugar Para calentar los huesos Y un plato de sopa Devorado a sorbo de ciudades! Alguien selle los ojos del tiempo Y nos devuelva el fuego Para encender Un festín entre fantasmas.

ESPERANZA CARVAJAL GALLEGO. Nació en Palocabildo, Tolima. Es Licenciada en Lenguas Modernas de la Universidad del Tolima. Ha publicado los libros de poesía El perfil de la memoria y Las trampas del y Las trampas del instante.

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Gabriel Jaime Franco VI Aquel que fui se hunde en la soledad de la memoria. Llora aún bajo la cobijas tibias, en la noche inmensa y solitaria, abandonado a sí mismo, solitario y llorando en la humedad de su propio aliento, él y la noche, oscuros y solitarios.

XI

Infancia también de la crueldad más pura recuerda recuerda recuerda al pequeño pez de colores debatiéndose sobre las arenas cálidas los hermosos lagartos de color pardo apedreados sobre extensos muros veteados de cal muerta los pájaros de brillante plumaje muertos al lado de sus nidos los ojos aún vivos de las ranas muertas a los ratones acorralados de pavor en los rincones recuerda recuérdalo

sometido a duras pruebas y suplicando el abrazo de una breve pertenencia recuerda los furtivos abrazos nocturnos al más dulce de los miedos al único miedo tolerable.

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AUTOR: MANUEL RAMOS (MAROS)

recuerda al niño amigo

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X Pero infancia también del ojo asombrado, vivo. Infancia de las grandes protecciones, de las grandes complicidades y confianzas.

I

Puesto que se es un hombre Infancia del ojo interrogativo, de los grandes no se es grande. descubrimientos, de las extensas praderas y las selvas, de las grandes dimensiones míticas. Infancia de la mano lenta, frágil, moviéndose entre múltiples objetos, donando al corazón el asombro de toda cosa, su dulce misterio.

Mas es haber venido aquí tan grande, que haber creído ser un día es haber sido. Ahora hago en verdad esto o aquello, mas no entiendo muy bien por qué no soy un hombre que embetuna o hace fila, quien ofrece cursos de inglés o enciclopedias, algo así, por qué no sería yo quien ora, quien ahora muere, quien intenta ser en esto o en esto o en aquello.

XIII Gabriel Jaime Franco. Poeta. Medellín 1956 Consejo de redacción Revista Prometeo. Comité de Dirección del Festival Internacional de Poesía de Medellín. Entre otros libros ha publicado: En la Ruta del Día, La Tierra de la Sal. De su libro La Tierra Memorable, los anteriores poemas.

Pero el que seremos quizás sonríe en silencio, quizás nos mira con indulgencia, quizás nos mira y aprueba mientras avanza, tranquilo, hacia la orilla misteriosa de las aguas.

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Eduardo Gómez DOMINICAL La multitud deambula los domingos buscando el paraíso perdido Y el solitario lo cruza buscando el severo rostro de un amigo. En las iglesias, viejas mujeres exorcizan serpientes. Un río de aguas turbias arrastran peces muertos. En las plazas el toro es traspasado como ofrenda A un dios impotente sediento de cálida sangre. En los cines baratos el almizcle del sexo se mezcla con el humo Y las flautas celebran en los parques la siesta de hinchados racimos.

REFLEXION AMOROSA Los besos que no resisten la prueba de las jornadas sencillas son falsos como las declamaciones sobre el furor de las batallas de quienes no han visto la sangre y el lodo revueltos. Para apuntar con tino en los combates se necesita haber tenido un hijo o haber amado mucho así como no es posible hornear el pan con maestría sin tener el pulso firme y la limpia mirada de un guerrero. TÍTULO: SIN TITULO (DETALLE) AUTOR: JOSEP URREGO

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DESNUDEZ Nada nos pertenece todo nos corresponde en préstamo para buen uso. Generaciones futuras habitarán en nuestra casa y el pan que comemos aún es amasado con sangre. Aparecemos gratuitamente sobre el mundo venidos de una oscuridad sin fondo. La existencia es un momento de luz que nos fue dado y un día nos iremos desnudos y solitarios, ¿cómo hablar entonces de derechos exclusivos? ¿Cómo matar el nombre de lo tuyo y lo mío?

LOS ÁMBITOS DEL SUEÑO Hay habitaciones oscuras donde solloza un niño muerto Y la infancia se esconde en los enormes armarios. Hay pequeñas iglesias en pueblos olvidados Olorosas a sudor y abrillantadas por las lágrimas. Hay un bosque que guarece a los asesinos por amor Y un río que cruza sin descanso un ahogado en pena. Hay una multitud en la plaza que se desnuda en silencio Y un jadeo en los presidios cuando se oculta la luna. Hay jardines espléndidos que sueñan con un crimen Y sórdidos camastros donde el amor es paraíso.

Eduardo Gómez. Poeta. Miraflores, Boyacá, 1932 Abogado, profesor universitario, director de la revista Texto y Contexto, ha trabajado en las Universidades Javeriana, Nacional y Escuela Nacional de Arte Dramático. Pasó seis años en las ciudades alemanas de Leipzig y Berlín, donde se especializó en literatura y dramaturgia. Entre sus libros publicados pueden citarse: Restauración de la Palabra, El Continente de los Muertos, Del cual publicamos estos poemas.

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José Luis Díaz Granados EL ETERNO RETORNO

EL SITIO DE TUS PASOS

Tantos amores idos y llegados tantas guerras ganadas y perdidas, tantos días, tantas noches, tantas sonrisas, tantas agonías, tanta vida, tanta muerte, evadida en el canto, para que hoy, solitario, me prepare de nuevo a amar y a batallar, a padecer los días y las noches, a reir y a llorar, a vivir y a esperar la mano de la muerte, que escondida me aguarda detrás de cada canto.

El sitio de tus pasos -donde transita fina tu piel de goce alado-, es muro para mí, ceguera de tu celda, donde solo es el aire el sitio de tu vuelo, pero donde no cabe mi ojo ni mi cuerpo.

EL RÍO El agua inventó el mar, inventó el río; el río inventó el mapa, el mapa el mundo. En el mundo yo habito, soy el río que inventa la ficción en que yo vivo.

TÍTULO: SIN TITULO AUTOR: JOSEP URREGO

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PALABRAS Yo miro las palabras, su signo, su estatura, su forma. Yo las oigo: me exita su armonía, su sapiente misterio. Yo digo las palabras, las pronuncio, las huelo, vocalizo sus sílabas: Palabras. Yo adivino su resplandor perdido, su melodía inexacta, su murmullo de ángeles, su zumo demoníaco, eco de alas atávicas. Yo canto las palabras, las escribo, las vivo, las maltrato, las tiño con afeites inútiles. Ellas se nombran solas, se inventan en el sueño, habitan la obsesión y peregrinas danzan por las hojas en blanco donde descansan ávidas, esperando unos ojos que las vuelva a la vida. Yo amo las palabras: uso y abuso de ellas. Soy su loco, su idólatra, su marioneta tímida. En esta estación blanca me detengo con ellas, hasta un próximo rito de duendes liberados.

TÍTULO: SIN TITULO AUTOR: JORGE ALBERTO DELGADO

JOSE LUIS DIAZ GRANADOS. Poeta, periodista, ensayista. Santa Marta, Magdalena. 1946. Ha escrito y publicado millares de ensayos, artículos y crónicas que se encuentran dispersos en diferentes publicaciones de Colombia y el exterior. Es especialista en la vida y obra del poeta chileno Pablo Neruda. Entre los libros publicados: El Laberinto, Las Puertas del Infierno y Poesía Escogida, del cual seleccionamos los textos publicados.

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De la serie “El Abrazo” - Oleo sobre lienzo - 80 x 90 cm.

Edgar Varón Taller: Cra 5a. No. 16-11 - Tel: 2625432 - Ibagué Calle 79 No. 28B-38 Bogotá - Cel:315 8527387 edgarvivaelarte3@yahoo.es


Pastor Polanía IGUANA - IGUANA 1 Sin importar la hora detengo la mirada en el patio de la casa, mis ojos se deleitan con la hoja que baila su último vuelo, y la iguana que torda avanza y escucha el mensaje del viento. Si tuviera la capacidad de mimetizarme todo cambiaría. ¿En cuántos perfumes quiero dejar el eco de mi voz..? Que se quede hasta el último siglo y todos los reptiles celebren conmigo el día del juicio final en la fiesta lleno de colores. 2 No me rindas culto, no regales las hojas que atraen tu hambre ni los insectos que te dan fuerza. Te puedo partir en pedazos, inexorable cedes sin prisa, me abrazas con vehemencia, agitas, desesperas, más que palabras prisioneras entre ruinas entregas aguja y pluma, tumbada, pudibunda, a tu esclavo o verdugo, o al caníbal que mata a su hermano. TÍTULO: JUEGOS EN EL JARDIN (DETALLE) - AUTOR: EDGAR VARON

Pastor Polanía Poeta, pintor, Ataco Tolima, 1946 Libros publicados: Gotas de agua en la sangre, El baila de las iguanas.

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Esmir Garcés Quiacha PARA HACER VOLAR UN CUERVO POEMAS Cada paso que damos es mortal. La vejez de todas los casos de cuanto vemos y tocamos, y todo ello, se revela ante los ojos como el temblor del aire. Se adhiere la tarde como una clara pintura sobre los muros, pero algo agoniza en cada paso que damos, en una ciudad donde deambula una piedra, un perro, una hoja. Una daga lanzada desde la muchedumbre viaja a lo largo de la noche. El hilo se rompe y abandona la madeja como los pájaros lo hacen de las ramas, pero la ciudad como un dios inventa sus propias batallas, sus propios verdugos, sus propios heridos. * Para hacer volar un cuervo, primero pienso en el aire. Un pequeño punto en el horizonte, como un grano de trigo. Un punto es la nada, esa misma fuerza que hace abrir la almendra en la tierra. Y luego, doy paso a la imagen y nace de la cáscara el pájaro. Aletea como señal de vida, escapa de la misma palabra y su cuerpo flota entre el mar invisible. Nada sorprende al ave: grazna porque sabe que en las páginas siguientes habitan otras aves. * Los pájaros lastiman su pico con los vidrios, algunos repiten su torpeza, otros, se los traga el vacío. Los vidrios detienen los vientos pero deja pasar la luna y el sol. Vivo en el décimo piso, en una alcoba cuyos sueños tocan toda mi condición de artista. Pienso nuevamente en la creación del hombre, en el fuego sobre mis manos, en la costilla de barro que se vuelve más frágil. Una taza de café anticipa toda esta confusión, un libro se deshoja como un árbol. Un poeta pone en orden estos sueños, que busco entre palabras y canciones. ¿Cómo convencer a la memoria de la presencia de Vinicius entre libros y libros, entre múltiples palabras, entre una decena de idiomas? * En la página en blanco, el cuervo tiene su propio mundo y no depende de la mano del poeta. Una estela de palabras hace temblar el aire. Nada detiene su mirada, el vacío tiene su propio vértigo. La gramática va tazando su vuelo. El tiempo es un árbol de sonidos y palabras en el corazón del ave que palpita en la hoja. * Sobre mis hombros cuatro cuervos descargan su cuerpo y clavan sus garras en la carne. Estoy acostumbrado a estos pequeños dolores. Les he cortado las plumas de sus alas para que no se apoderen del cielo, para que recorran con sus saltos desvalidos por todo el apartamento. Le canto en latín con la primera herida del día y ellos encienden sus pequeños soles queriéndome atrapar en su universo. * Todas las noches dibujo una jaula distinta. Línea tras línea, barrote tras barrote. Este ejercicio lo sé de memoria, lo aprendí en la infancia con mis abuelos y lo perfeccioné en la escuela. Lo puedo repetir cuantas veces quiera; me es fácil, poseo la destreza de encerrar los espacios, de asignarle sus colores y sus ambientes. Me ha parecido difícil que los cuervos vuelen sobre en la jaula.

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la puerta para adentro, el café se derrama en el fuego, el gato maúlla en mis pies y pide su ración de carne, la ropa sucia permanece regada por todo el apartamento, el televisor recibe una señal en mal estado, la jaula permanece suspendida en el mismo lugar. Hace veinticuatro horas hubo un ave dentro de ella, no la exime de seguirse llamando jaula. * Correrán mil ríos turbios por mi lengua, mil aves por mi cuerpo. Seré cosecha a la hora del pan. Seré tiempo en el fruto que hará estremecer la tierra. Otra vuelo nacerá en el mapa de las palabras; un nuevo viento moverá sus plumas. Yo seré un pequeño dios alojado en sus ojos. La ciudad deberá ser otra con el paso de las moscas, con la destrucción de los relojes. * La magia convierte la oscuridad en luz, la mesa en árbol, el aire en pájaro, la línea en jaula, la palabra en lluvia, el hombre en tigre. * Dejar que la luz sea un hilo en el inventario de las cosas. Dejar que el tigre aparezca en la ventana como la luna. Dejar que llegue con su sombra abatida, con su trágica herida de siglos anteriores. * Dejar que la luz sea un hilo en el inventario de las cosas. Dejar que el tigre aparezca en la ventana como la luna, aunque retorne con sus pasos de caza, con sus gruñidos salvajes. Dejar que llegue con su sombra abatida, con su trágica herida de siglos anteriores. * Yo lo veía pasar por mis ojos, por los sueños, como un fantasma que atraviesa un espejo milenario. Nadie notaba su presencia, nadie iba tras sus pasos. Lo sentía bajo la lluvia, entre las hojas, como una hoja en la tierra, y era viento en sus ramas. Cuando llegaba el ocaso, era un ave; nunca sentimos su vuelo. * Cuervo dijo, “vuela”, y yo abrí los brazos, y el viento movió mis alas. Cuervo dijo, “grazna”, y mi boca expidió un horrible sonido. Cuervo dijo, “enciende” los ojos, y mis pupilas se volvieron ruedas de fuego. Cuervo dijo, “ama”, y yo aprendí a despedirme de la muerte. ESMIR GARCÉS QUIACHA. Nació en Algeciras, Huila, en 1969. Comunicador Social con Énfasis en Comunicación Comunitario, (Unad), Periodista Cultural, Editor, Promotor Literario. Presidente del Comité de Literatura del Huila (2005), Exconsejero Nacional de Literatura por la Zona Suroccidente ante el Ministerio de Cultura (2005-20006) y Consejero Departamental por el Área de Literatura ante la Secretaría de Cultura y Turismo del Huila (2005-2007). Cofundador del Encuentro Nacional de Escritores “José Eustasio Rivera” (2005, 2006 y 2007). Primer puesto en el concurso Organización Casa de Poesía, 1997. Primer puesto en el concurso de poesía “José Eustasio Rivera”, 1998, 2000, 2001, 2004 y 2007 y segundos puestos (1999, 2002 y 2003). Incluido en el programa de televisión nacional Poetas Colombianos Capitulo Nº 69 Señal Colombia del 2000. Hace parte de las antologías de poesía Crónica poética del Huila (1997), Nuevas voces de fin de siglo (1999), La lluvia y el ángel (1999), Antología de Ganadores de los concursos Departamentales de cuento y poesía, Fondo de Autores Huilenses de la Secretaría Departamental de Cultura (2001 y 2002), Antología de 7 poetas Homenaje 60 aniversario de la Biblioteca Departamental del Huila (2005) y Matamundo, una muestra de literatura huilense contemporánea (2005). Compilador de los libros Memoria secreta de la infancia: Textos de veintiún escritores del Huila (2004), Parvulario: Dieciocho textos de maestros sobre la infancia (2005) y Memorias del primer Encuentro Nacional de Escritores “José Eustasio Rivera” Zona

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José Antonio Vergel Alarcón QUISIERA

TÍTULO: DESAYUNO (DETALLE) - SERIE:BODEGONES - TECNICA: ACUARELA - AUTOR: PASTOR POLANIA

Quisiera que el amor fuera agua-cuna de tibia ensoñación, siempre ternura. Que fuera revuelo de fragancias en girasol de lunas, impalpable eternidad de un jardín en primavera. Que fuera más que un sueño floreciendo ensueños, y que al soñarlo fuera mujer, eterno Eros, de Febrero a Febrero. Tal amor es posible si aprisiona su Enero, si cada beso es río y fuego renaciendo, mientras el tiempo se alela degustando su albor en silencio e inflamando el milagro de cómo la muerte se muere bebiendo la copa de su propio veneno. (De El hombre no nació para morir)

José Antonio Vergel Alarcón. Natural de La Arada - Alpujarra Tolima. Se graduó en Filosofía y Letras. Autor de Pomala:. Su sangre y su canto, (Ensayo histórico biográfico), Lumbres secretas Poemario en español y ruso), Casa maldita (Cuentos), El hombre no nació para morir Poemas). Ha ejercido el periodismo y la cátedra universitaria.

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Elmo Valencia AMÉMONOS

Elmo Valencia. (Cali) Poeta y novelista. Cofundador con Gonzalo Arango del Movimiento Nadaísta en Colombia. Su estilo sorprende por la oportuna magia de su humor metafórico e irreverente. Él no nació para sufrir sino para vivir eternamente feliz. Es bien conocido por sus poemas insólitos y por su novela Islanada

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AUTOR: MANUEL RAMOS (MAROS)

Amémonos al pie de la letra de una canción de los Beatles. Al pie de un verso surrealista, o de un volcán sacando chispas. Al pie de un ejército de pájaros, de un reloj despertador porque el polvo del amor tiene un sueño profundo. Amémonos en las buenas y en las malas, frente a un espejo para ver los gestos que harán nuestros rostros cuando lleguen los besos y el orgasmo. Amémonos en la primavera o en el verano. Frente al lago de los sueños donde vive tranquilo un cocodrilo de la plata para hablar con él y decirle que tú y yo nunca dejaremos de amarnos. Amémonos lejos del mundanal ruido, o cerca del aeropuerto para oír el rugir de los motores de los aviones cuando estemos unidos con los cuerpos ardiendo. En fin, amémonos hoy jueves porque mañana lunes es imposible.

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Cecilia Rojas Cárdenas PLEGARIA DE FUEGO

TÍTULO: ATARDECER (DETALLE) - SERIE:CAMINOS - TECNICA: ACUARELA - AUTOR: PASTOR POLANIA

Si fuera nada más, la duda en este frío o la nieve entre sus nubes clavándose en la sombra. Si fuera nada más... Dejó la tierra donde el amor y el hombre amasan sueños, él recoge angustias en aleros de estival memoria. Se cuelgan por los riscos lagartijas desplazadas y en el fruto de sus manos o en guijarros de añoranzas, enciende sus fatigas o golpea las aldabas de su raída casa. Como si fuera nada más la angustia de esta huída... (De Voces de la tierra)

Cecilia Rojas Cárdenas. Mariquita Tolima Licenciada en Filosofía y Letras. Docente, fotógrafa, autora de los poemarios Tempestad de Lunas y Voces de la Tierra. Ha ganado concursos de minicuento y se dedica a la gestión cultural.

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Inés Blanco UNA MUJER En el esquivo mundo de las artes y las letras no soy Diva, ni Marylin, ni estrella. Soy una mujer oculta en la palabra, viajera de los sueños, habitada de imposibles. Mujer que intenta fortalecer el vuelo hacia la luz. (De Nostalgia de la luz)

Inés Blanco (Luna de Abril). Bogotá. Es una poeta de sutilísimas imágenes que se recogen en obras como Paso a Paso, Piel de Luna, El tiempo y la clepsidra, Nostalgia de la luz. Participa en Antología Bilingüe Poesía Latinoamericana

AUTOR: MANUEL RAMOS (MAROS)

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Miguel Angel Gallardo LA NOCHE SOY YO La noche soy yo cuando duermo la indiferencia del tiempo y dejo que canten luctuosas canciones enemigos de la vida. La noche soy yo cuando repito la historia y olvido la experiencia queriテゥndote besar cuando te has ido. La noche soy yo cuando niego la lluvia de tus ojos sin recipiente para fraguar el deseo de ser fuertes. La noche soy yo cuando oculto la llegada del tren y niego la partida.

Miguel テ]gel Gallardo. Guamo Tolima. Docente, tallerista. Licenciado en Ciencias Sociales. Ha publicado Poesテュa para la vida y Por las calles de tu cuerpo.

AUTOR: MANUEL RAMOS (MAROS)

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María del Rosario Laverde FATALIDAD Los ladridos de un perro callejero anclado a mi ventana me anuncian que a pesar de haber logrado conciliar el sueño hoy tampoco será el día.

TU PIEL Tu piel entrada en años huele a infancia y revive mi piel entrada en gastos.

María del Rosario Laverde. Bogotá. Gestora cultural, docente. Pronto aparecerá su libro de poemas Hoja debida

AUTOR: MANUEL RAMOS (MAROS)

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Jorge Ernesto Leyva Samper HOMENAJE

MAÑANA

Yo también tendré una casa grande miel en la alacena la mesa ávida de peces y legumbres Yo también tendré la amada buena de senos azules fresca pálida desde su aliento respirará el hijo de su cintura grávida Una amada que me espera en el crepúsculo con la ventana abierta a la esperanza una mujer que comprenda el calor de mis zapatos la sal de mi cansancio Una mujer que enseñe al hijo “la libertad madura con las frutas” y le repita siempre en mi presencia “el amor es como la mano abierta cuando se les entrega el pan a los amigos” Yo también haré el amor en la mañana y el humor del sexo correrá las cortinas para que entre el aire a refrescar los ojos de los niños Yo también tendré la ropa limpia porque una mujer habitará mi casa TÍTULO: JUEGOS EN EL JARDIN (DETALLE) - AUTOR: EDGAR VARON

Jorge Ernesto Leyva Samper. Ibagué. Abogado, docente, gestor cultural. Autor de obras como No es una canción; Poemas de ausencia; La ceniza es el infinito; Diario de invierno; Territorios y ausencias; Memoria de los caminos y La siesta de los dioses. Murió en Bogotá en 2008

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Efraín Vergel Alarcón PUESTO N° 9 Luis Carlos compró el tiquete para viajar en una buseta de lujo. Le correspondió el número 9, que daba a una ventanilla y que él había solicitado para respirar mejor y observar el paisaje. Por el altavoz dijeron: “ los pasajeros que van a abordar la buseta número 124, con destino a Cali favor dirigirse a la sala de espera”. Faltando cinco minutos para abordar el vehículo, a Luis Carlos se le ocurrió aprovecharlos para comprar colaciones y no presentarse ante su amiga con las manos vacías. Regresó con su presente y subió a la buseta con el motor prendido para emprender el viaje. Un señor serio, bien presentado y de expresión jovial, con bigotes a lo Salvador Dalí, ocupaba el puesto N° 9 que también a él le habían asignado. La inspectora de viajes comparó los tiquetes y le pidió a Luis Carlos que tuviera paciencia y esperara para asignarle otra buseta, en las mismas condiciones, y le garantizó que no demoraría más de diez minutos. Él pensó que se habían equivocado al asignarle el puesto y no debía alterarse. Además, no tenía tanta prisa en llegar, así que no opuso resistencia y aceptó la petición. A los diez minutos partió en la otra buseta, junto a un antiguo compañero, quien estaba contento de volverlo a encontrar. El viaje se les hizo corto y llegaron a Cali sin contratiempos. Al bajarse, se enteró de que la buseta 124 donde iba a viajar inicialmente, había caído en un abismo provocando la muerte de todos los viajeros. En la oficina revisaron la planilla para constatar el número y los nombres de los pasajeros, y en el puesto N° 9 sólo apareció el nombre y la cédula de Luis Carlos, como si él hubiera estado allí. No encontraron ninguna identificación del señor de bigotes que hizo que Luis Carlos ocupara otra buseta, con puesto y número diferente. Luis Carlos, pensó en su otro yo, sin ahondar o llegar al análisis. Días después, en una reunión familiar, encontraron en el álbum, la foto del señor que ocupó el puesto número 9. Era el del tío; persona muy querida por la familia y quien hubo de viajar a Darwin (Australia) veinte años antes.

Efraín Vergel Alarcón. La Arada (antes de Dolores, hoy de Alpujarra)- Tolima. Lic. En Ciencias Sociales, docente, autor de Fronteras desconocidas y Una voz que no esperamos, cuentos y relatos parapsicológicos.

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Juan Vidales Taller: Cra 8a. No. 11-72 - IbaguĂŠ Cel:314 3148819 marilyn-vidals@hotmail.com


JUAN VIDALES En la escasa referencia de pintores de notoria exigencia artística nacidos en el Tolima, desde Darío Jiménez, pasando por Carlos Granada, Mario Lafont, Marco Alejandro Rico-Salas y Gilberto Calderón, hay que situar de rigor la obra de Juan Vidales. Aunque no hayamos tenido el privilegio de ver una amplia muestra de sus cuadros (por la misma situación de viajero del artista con largas estadías en Estados Unidos y esporádicas visitas a Ibagué), aquellas que aisladamente hemos tenido a la vista, resaltan por una manera auténtica de abordar la forma sobriedad y espontaneidad de la figura, color expresionista, rastreo de una poeticidad, drama sutil resuelto en el contraste del color-, hace que su pintura alcance un rango estético muy personal. El color ha sido su mayor fortuna, y a partir de él, la interiorización que emana de la aparente frialdad de sus mujeres, muñecas o ramos de flores, alrededor de las cuales gravita la expresión de una atmósfera capaz de crear una ambientación lírica al interior de quien observa. Color de evocación mística, rememoración de Chagall, huída de la mimesis, su obra nos enfrenta al misterio, a la vida recobrada en el arte. Algo que no sabemos, una pasión por lo ambiguo, habita en sus cuadros, lo que escapa del lenguaje y vuelve a él; la forma ya está en sus pinturas. Juan Vidales es un artista no porque pinte, cualquiera pinta en estos tiempos, como cualquiera escribe-, sino porque en él el acto de pintar alcanzó la esencia que exige cualquier expresión artística. NELSON ROMERO GUZMÁN


Alirio Quimbayo Durán EL OTRO JUEGO Tras el portón de la casona un ojo infantil avizora el zigzagueo de los bandos en contienda. Palpita de emoción su pecho y sus manos trémulas sienten a la distancia el traqueteo de las armas que destrozan el canto de las palomas. En una de las pausas, sale de su trinchera y sigue jugando a recoger cartuchos vacíos y a recordar a sus vecinos dormidos en las aceras.

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ALIRIO QUIMBAYO DURÁN. Nació en Girardot en 1957. Licenciado en Español e Inglés por la Universidad del Tolima, es también especialista en Enseñanza de la Literatura. Docente de la Universidad del Tolima y de la Institución Educativa Musical “Amina Melendro de Pulecio”. Ha obtenido premios regionales en los géneros del minicuento y la crónica.

TÍTULO: GEOGRAFÍA AUTOR: JAMIR EDUARDO GUIZA BELTRAN

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Marcela Cingolani Cayó el árbol. En medio de la tarde y de la lluvia se vencieron su sombra y sus raíces. Vestidos de amarillo, unos hombres cargaron el tumulto crujiente de sus ramas, barrieron, sin saberlo, besos ocultos de amantes de la noche, infancias de arenero y de triciclo, el tacho de la lleva, el arco del partido. Se esfumó en un segundo el ocre que pintaba mi ventana, y cayeron con él los nidos escondidos, los mensajes del amor en sus corteza y la luz atrapada entre las hojas.

TÍTULO: SIN TITULO (DETALLE) - AUTOR: JOSEP URREGO

RENDICIÓN

La luz del sol, del sol de la mañana (Del poemario Siempre es abril)

Marcela Cingolani. Poeta argentina. Autora de novelas y poemarios. Participa en encuentros nacionales de escritores. Poemas suyos han sido publicados en revistas y periódicos de Colombia. Tiene varias obras inéditas listas para ser publicadas.

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Héctor Sánchez “A la literatura que honra la buena calidad no la detiene el silencio ni la indiferencia. La de mala calidad se basta a sí misma para no sobrevivir a la pirotecnia en que se apoya y a los crímenes que se cometen en su nombre. Confío en que así sea, tanto más cuanto hayamos sido inferiores al compromiso de devolver a la palabra los alcances que la hicieron grande en libros que permanecen en el tiempo, firmes y actuales como los vicios y defectos inclaudicables de los pueblos y naciones.” (Fragmento de la novela Mis noches en casa de María Antonia.

SIN TITULO - AUTOR: BENHUR SÁNCHEZ SUAREZ

Héctor Sánchez: Guamo Tolima. Novelista y cuentista de tiempo completo. Es autor de más de 15 obras publicadas en las mejores editoriales de Europa y América Latina. Ganador del Premio de Novela ESSO 1969. con su obra Las causas supremas.Acaba de publicar la novela Mis noches en casa de María Antonia Suele escribir ensayos y artículos periodísticos. Es notable expositor y tallerista.

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Pedro Licona PEDRO LICONA. Licenciado en Filología e Idiomas de la Universidad Libre. Fundador de la Organización Casa de Poesía y de la revista Espiral. Ha publicado El libro de cuentos “LAMPARAS DE MI TIERRA” “CANCIÓN DE LOS INDIGENTES” Poemas “RECETA PARA LLAMAR EL AMOR” Poemas. Ahí encontramos el siguiente poema:

REVOLVIENDO LAS SOMBRAS DE LA DESPEDIDA ¿Dónde la luz del día la sombra la mentira la falsa costumbre? Hemos de viajar leguas entre aquellas nubes golosas llenas de agua gas, viento. para encontrar la llave el sendero dulce de la espera. ¿Dónde tus labios rojos sofocando uno y otro crepúsculo? Todavía somos hombres forjados entre el temor y el desarraigo Ungidos por una fina lluvia que se esconde marca el paso desaparece Sometidos los miembros ateridos por la ley del agua la prueba de verdad. ¿Dónde tu traje radiante cegando ojos que ya no miran? Guardián de salida ciega para el baile la noche el carnaval. Somos los que prometieron quedarse y ya se van Un día entre los días de no volver agitando pañuelos blancos Revolviendo sombras en la despedida ahuecando el ritmo sabio de la eternidad

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Ana María Rivera Salazar ALLEGRO MA NON TANTOFERVOR DE LLUVIA Así como la tumba / que guarda sin reproche tus oprobios.

“Plepas el fenicio, muerto hace dos semanas olvidó el grito de las gaviotas y el hincharse del fondo del mar y la ganancia y la pérdida” T.S. Eliot

Mi pie animado en la piedra como un artista rupestre / para un culto ulterior. Tibio menú de un festín en el que la sangre / licencia al menos diestro.

Rezagos de una fiesta antigua donde el estertor suscita los nuevos elementos. Como la piedra del sur anquilosada cerca a la acrópolis el hombre tendido da con una llave de expansión vencida. Románticos y expresionistas en un siglo de simulación Cotilleo y aspaviento en los camerinos del segador.

La última estirpe de lo inasible decoló en el hangar velas color púrpura anuncian el puerto donde promesas y conspiraciones/ la única silaba unísona del oficiante.

Obra de nadie estos riscos de la memoria que traen un ardor contenido insinuaciones de cielos interruptores y escafandras. Ni la voz del ruiseñor en la noche de los poetas sólo siervos y rey.

Repite la lista de la compra como los versos / de un poeta anónimo.

Esta lluvia cae y con ella otro obcecado imperio todo esta liquidado remos, piedras lenguas, metales, rutas cereales y monedas.

De memoria olvida el hambre. Hoy la tierra no temblará te dices y recuerdas / el último fin del mundo.

En qué aguacero perdido en el milenario futuro caerán los dientes de leche del que colapsa la arteria. “Tema la muerte por agua “

ANA MARIA RIVERA SALAZAR. Nació en Neiva (Huila), pero de adopción, ibaguereña. Autora de los Libros de Poesía Inéditos: “Baquía”, “Rítmia”, y “Letras de Cambio”. Incluida en “Antología comentada de la Poesía Tolimense”, y en “Antología Colombiana de finales de Siglo” Épsilon Editores. Actriz y directora de Teatro de la Corporación Artes Escénicas del Tolima y Baquìa 7 Azul. Investigación y dramaturgia de “Cuatro Cuartetos para la Tierra baldía” basada en la obra de T.S. Eliot .Autora de una versión libre para teatro de la obra “Madame Bovary”, de Gustave Flaubert. Dirige el Taller de Escritura Poética “Museo de la Eterna”.

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