En medio de ninguna parte

Page 47

sigue su camino.

69. Se inclina sobre el cuello del caballo y habla con la chica. procurando apaciguada. Ella oculta su rostro. Él se lleva la mano al bolsillo, yo veo relampaguear la plata. Por un instante, la moneda aparece en la palma de la mano, un chelín, un florín tal vez. Los dos la miran. Luego, la mano se cierra. Él se aleja a caballo y ella sigue su camino, a casa.

70. Él picotea su comida y la aparta. Bebe su copa de brandy sin sentarse en su sillón, yendo de acá para allá, por el patio, a la luz de la luna. Su voz, cuando me habla, rezuma desafíos y vergüenza. No me hace falta acecharle tras las persianas para conocer sus pensamientos cargados de culpa.

71. ¿Y en qué, dónde podría ella gastar ese dinero? ¿Dónde 10 ocultará a su marido? ¿Dónde esconderá los dulces? ¿O acaso se los comerá todos en un solo día? ¿Será tan niña? Si a su marido le guarda un secreto, no tardará en guardarle dos. ¡Qué astuto, qué astuto regalo!

72. Cree que empezará a prosperar tan pronto me quite de en medio. Aunque no se atreva a decido, le encantaría que me acometiese una migraña espantosa y que tuviese que quedarme en mi habitación. Estoy dispuesta a creer que es sincero tan pronto reconozca ante sí su deseo de que yo, Hendrik y todos los demás estorbos nos quitemos de en medio. ¿Y cuánto cree que ha de durar su idilio, el de los dos solos en la granja, un hombre de edad con una criada que aún es una niña, una tontuela? Le enloquecerá la vacua libertad del caso. ¿Qué harán los dos juntos, un día tras otro? ¿Qué es 10 que podrían decirse? La verdad es que él necesita de nuestra oposición, de nuestras diversas

48


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.