Cooperativas sabaris baiona

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propuesta de tema libre

cooperativa de viviendas y equipamientos en edificios abandonados sin terminar Jimena Varela RodrĂ­guez marzo 2013 tutor: Juan Creus


índice

1. propuesta 1.1 justificación del tema

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1.2 trabajos previos a la propuesta

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1.3 proyecto y localización

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2. documentación gráfica 2.1 emplazamiento

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2.2 plano de la zona correspondiente al PXOM vigente (30/05/1994)

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2.3 Plan Especial de Reforma Interior IV (UE-4) del PXOM (15/06/2004)

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2.4 fotografías

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3. experiencias de referencia 3.1 gestión: cooperativas uruguayas de ayuda mutua

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3.2 tipología/renovación: transformaciones de bloques de viviendas de Lacaton y Vassal

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3.3 construcción/tecnología/participación: método Walter Segal

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3.4 tipología/participación: John Habraken y su Sistema de los Soportes

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4. estudio de viabilidad normativa 4.1 Ley 8/2012, de 29 de junio de vivienda de Galicia

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4.2 Ley 14/2011, de 16 de diciembre, por la que se modifica la Ley 5/1998, de 18 de diciembre de Cooperativas de Galicia

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4.2 Plan Estatal de Fomento del Alquiler de Viviendas, la Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbanas 2013-2016

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5. artículos de prensa

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6. bibliografía

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1.propuesta 1.1 justificación del tema Además de ser un derecho recogido en la Constitución (“todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada”), las Naciones Unidas definen ese concepto de vivienda adecuada como algo más que el derecho al cobijo, sino que integra aspectos como la seguridad jurídica de la tenencia, la disponibilidad de servicios, materiales, facilidades e infraestructura, que entrañe unos gastos soportables, y que se adecúe culturalmente a sus ocupantes. Tampoco considera a la vivienda como un ente aislado, sino que se encuentra ubicada en barrios que además de servicios urbanos y equipamientos, proporcionan espacios intermedios de relación que permiten la comunicación vecinal y en definitiva, el desarrollo familiar y personal a todos los niveles. En las últimas décadas, se ha llevado a cabo un modelo de desarrollo de la ciudad sinónimo de crecimiento económico, el cual ha llevado a que ésta sea cada vez menos sostenible, menos humana y menos adaptada a las demandas reales de la población. El estallido de la burbuja inmobiliaria dejó como resultado un nuevo paisaje urbano plagado de “ruinas prematuras”, edificios a medio construir en periferias, ciudades dormitorio y zonas turísticas. Diferente de otras construcciones abandonadas, éstas no han llegado ni siquiera a tener un primer uso, y permanecen en el paisaje como símbolo del derroche y el entusiasmo de la era de bonanza económica. 1 Otras manifestaciones artísticas han denunciado ya esta situación antes de que la propia arquitectura reaccionara . La actitud generalizada ante este fenómeno parece ser la inactividad en (ingenua) espera a que vuelvan a generar plusvalías, o el debate acerca de su posible demolición (en Irlanda ya se está haciendo) como resignación a una época que ya no va a volver. Pero quizás pueda haber una tercera alternativa, en línea con el pensamiento de Lacaton y 2 Vassal en su libro Plus: “No derribar nunca, no restar, ni reemplazar nunca, sino añadir, transformar y utilizar siempre” , que proponga la reconversión de estos símbolos del derroche moderno en los de la autogestión de la ciudadanía. La arquitectura tiene mucho que aportar en esta problemática si recupera su función social, si le damos otro sentido al término crisis como oportunidad para redefinir el papel del arquitecto en la sociedad. Para ello también debe redefinirse el concepto de creación arquitectónica, de manera que no sólo entre en juego el diseño y la construcción sino también la gestión, y facilitando que la ciudadanía participe en todo el proceso: la sociedad es cada día más compleja, y presenta infinidad de modos de vida frente a los cuales los modelos de vivienda tradicional se presentan obsoletos.

Ante esta coyuntura, entiendo que realizar un Proyecto Fin de Carrera que aborde este tema sería de interés para la sociedad, por lo tanto también para la Universidad 3. Por ello propongo como tema de realización del Proyecto Fin de Carrera (entendido como “un proxecto completo de arquitectura que aborda de forma integrada todas as áreas de 4 coñecemento profesional”) el diseño de un método de transformación participativo de estos edificios, abandonados a medio construir, en cooperativas de viviendas autogestionadas por medio de un proyecto concreto en Sabarís, Baiona. 1.2 trabajos previos a la propuesta El germen surge durante una estancia de un semestre en Santa Catarina, Brasil, durante el pasado año. Allí debía realizar un trabajo teórico de tema libre, el cual decidí enfocar a la problemática de acceso a la vivienda con una adaptación, tanto desde el punto de vista legal como sociocultural, del sistema de cooperativismo de viviendas por ayuda mutua uruguayas, en régimen de propiedad de usuarios. Este sistema (desarrollado con más profundidad en el apartado 3) lleva funcionando exitosamente en Uruguay desde los años 60. Consiste básicamente en que los socios aportan como capital social su trabajo comunitario para las tareas

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Exposiciones fotográficas como la de Julia Schulz-Dornburg en su libro Ruinas modernas, una topografía de lucro, Spanish Dreams, de las arquitectas gallegas cadelasverdes, o fuera de España con los italianos Alterazione Video con su obra Incompiuto Siciliano, y sus edificios públicos desmesurados e inacabados.

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El trabajo de Lacaton y Vassal está ejemplificado en el apartado 3. Si bien esta experiencia es muy distinta ya que se trata de readecuar un edificio con un uso previo, sirve perfectamente para ilustrar cómo es posible transformar un no lugar en lo contrario. 3 “La Universidad de A Coruña concibe su finalidad esencial como un servicio público de calidad orientado a conseguir mayores niveles de bienestar para el conjunto de la sociedad por medio de la búsqueda de avances sociales, científicos y tecnológicos en un marco de valores éticos generalmente aceptados. Forma parte de la misión de la Universidad de A Coruña la formación de una ciudadanía abierta, culta, crítica, comprometida, democrática y solidaria, capaz de analizar la realidad, diagnosticar problemas, formular e implantar soluciones basadas en el conocimiento y orientadas al bien común.” 4 El tema de la participación en la arquitectura no es algo que haya surgido ahora, a pesar de que parece que en estos momentos está en el centro del debate. En el apartado 3 se ilustran las experiencias de Segal y Habraken en los años 60 y 70 al respecto. 1


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menos cualificadas de la obra, bajo la asistencia de un equipo técnico multidisciplinar (arquitectos, ingenieros, abogados, asistentes sociales). Los cooperativistas participan en todo el proceso de producción de las viviendas, desde el conseguir la parcela, como en la gestión, el diseño y la ejecución en sí. Pueden ser tanto de obra nueva como de “reciclaje” (rehabilitación en zonas históricas). La propiedad de la cooperativa se propone en régimen de usuarios o cesión de uso. Esto significa que la propiedad recae en la propia cooperativa y sus miembros disfrutan de un derecho de uso indefinido, a través de un pago mensual bajo, que incluye el mantenimiento y las posibles reformas. En Cataluña la asociación Sostre Civic está impulsando este modelo basándose en el modelo Andel escandinavo. El sistema se ve fortalecido en las cooperativas de ayuda mutua tras la organización y los vínculos creados en la etapa de obra, y los refuerza implicando espacios de uso común para todos sus socios, como lavandería, guardería, pequeñas bibliotecas, y sobre todo un salón comunal, espacio de discusión donde se reúne la Asamblea y que también tiene un uso festivo y lúdico. Los equipamientos creados también consolidan la relación con el entorno en el que se insertan, abriéndolos a toda la comunidad, y en ocasiones también integran espacios productivos cuyos beneficios económicos revierten en la cooperativa. 5 Para realizar esta investigación conté con la ayuda de técnicos tanto en el área profesional como de investigación , que además de enseñarme acerca del funcionamiento en concreto del sistema de cooperativismo de viviendas, su trayectoria implantando el sistema uruguayo en otras latitudes me ha convencido de que también es posible una adaptación del modelo en Galicia, considerando las necesidades y particularidades del lugar, sus problemas y oportunidades.

1.3 proyecto y localización “El objeto sugiere cómo puede ser usado, el usuario responde usándolo bien –el objeto mejora- o es usado mal –el objeto es degradado- el diálogo cesa…hay una vida secreta y permanente en las cosas tan intensa que puede tomar vida para otros usos, otras generaciones” Alison & Peter Smithson “Hacer que unos elementos, juzgados a priori como muy negativos, se vean de forma muy positiva, ya sea por inversión o por exceso, se trata de provocar una reconversión del desencanto del que un lugar ha sido testigo” Jean Nouvel El proyecto propone la creación de una cooperativa que se haga cargo de la finalización de las obras de dos inmuebles sin terminar tras la quiebra de la promotora hace más de tres años en Sabarís, Baiona6. El programa original contempla 73 viviendas, más locales comerciales, garajes y trasteros. La obra se encuentra definida volumétricamente en la documentación gráfica del PERI como bloques A y B, los cuales se encuentran paralizados en distintas fases de ejecución: el bloque A sólo tiene construida la estructura de hormigón, pilares, forjados y escaleras (aún se encuentran los andamios y la grúa en la parcela), y el B, de menor tamaño, tiene los acabados ya ejecutados y la tabiquería. Las etapas en las que se encuentran son idóneas para el sistema de gestión que se plantea, al estar las tareas que requieren mayor cualificación, más inseguras y con más margen de error ya realizadas. En pocos años Baiona pasó de ser una pequeña villa marinera a una de las capitales turísticas de las Rías Baixas, que triplica por tres su población en verano. Presentó, como muchas localidades costeras, un acelerado desarrollo urbanístico a lo largo de las principales vías de comunicación, dando como resultado zonas residenciales monofuncionales. Esta característica es agravada tras la apertura de un hipermercado (volumen E en el PERI) en las inmediaciones, que dificulta la apertura de pequeño comercio en la zona. Al ser pensada como vivienda destinada a segunda residencia, carece de equipamientos públicos que hagan de la zona un lugar atractivo para vivir todo el año, localizándose éstos en el centro histórico de Baiona. Tras la quiebra de la burbuja inmobiliaria, la zona presenta infinidad de pisos vacíos e incluso edificaciones a medio construir, en las que se centra el proyecto.

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destacando a dos personas, que son en Montevideo Benjamín Nahoum, ingeniero civil responsable del Departamento de Apoyo Técnico de FUCVAM (federación que aglutina a las cooperativas uruguayas), docente de la facultad de Arquitectura de la República, asesor en materia de Vivienda en la Intendencia de Montevideo y autor de varias investigaciones y conferencias sobre el tema (también en España), y en sobre todo en Brasil a Leonardo Pessina, arquitecto uruguayo radicado en Santa Catarina, el cual fue fundador del Centro Cooperativista cuando aún estudiaba la carrera y ha integrado en Brasil el gabinete de la Secretaría de Vivienda y Desarrollo Urbano de São Paulo entre otras funciones. 6

En el apartado 5 se hacen referencia a noticias aparecidas en la prensa relativas a los problemas originados con el abandono de los inmuebles y la adjudicación de una parcela cercana a una cooperativa tradicional como primera vivienda. 2


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Esta zona, con características extrapolables a muchas otras partes de la geografía española tras el boom del ladrillo, aparece como la definiría Marc Augé como un no lugar : “Si un lugar puede definirse como lugar de identidad, relacional e histórico, un espacio que no puede definirse como espacio de identidad ni como relacional ni como histórico, definirá un no lugar. La hipótesis aquí defendida es que la sobremodernidad es productora de no lugares.” Por lo tanto el proyecto se basa, no sólo en un sistema de gestión alternativo a los tradicionales de compra-alquiler, o vivienda libre-vivienda protegida, sino que se trata de crear un lugar, un espacio con identidad y significado frente a la Ciudad Genérica o ciudad de los espacios basura que define Koolhaas. Para ello se sigue la estrategia de inversión de la tendencia de “reducir la vivienda colectiva al apartamento individual y la eliminación de los espacios que propician la gestación de una comunidad social y el encuentro fuera de la vivienda” (Fréderic Druot, Plus), espacios tan importantes durante los orígenes del Movimiento Moderno (por ejemplo, en la Unité D´Habitation de Le Corbusier) y que se han eliminado de los programas de vivienda colectiva actuales. Las relaciones de sociabilización son fundamentales en el proyecto, que deben contribuir a reforzar, dados los vínculos ya creados entre los socios cooperativistas durante la gestión y ejecución de la obra. Estos espacios comunitarios pueden situarse en los pisos inferiores, menos atractivos por la falta de vistas y de privacidad. También se propone la integración no sólo de espacios de ocio o relación sino de espacios productivos, por ejemplo despachos comunes, no tradicionales en la vivienda plurifamiliar, pero cada vez más necesarios en un contexto en el que muchas de las salidas laborales se encuentran asociadas a las nuevas tecnologías y al trabajo desde el hogar. Algunos usos pueden combinar la producción y el ocio como los huertos colectivos. En cuanto a la tipología, debe desarrollarse un sistema que proporcione flexibilidad para distintas unidades de convivencia y responda a los modos de vida actuales, preguntándose qué necesidades reales tiene la ciudadanía y qué le pedimos a los espacios de vivienda donde habitamos. Una concepción de la “vivienda como proceso” (lapanaderia, Más que una casa) ha de tener en cuenta que puede adoptar diferentes configuraciones a través del tiempo, que nunca es un producto acabado (como tampoco lo es ahora el edificio que le servirá de base) por lo tanto es necesario desarrollar una tipología fácilmente modificable. Con respecto al sistema constructivo-tecnológico, debe ser pensado para que pueda ser ejecutado en parte por personas sin experiencia en el sector, por lo que necesita ser fácil, rápido y seguro. También debe tenerse en cuenta el aspecto de la flexibilidad antes mencionado y la economía, con la posibilidad de que algunos servicios salgan fuera y puedan ser compartidos, según lo permitido por la Normativa del Hábitat.

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2. documentación gráfica 2.1 emplazamiento

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 2.2 plano de la zona correspondiente al PXOM vigente (30/05/1994)

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2.3 Plan Especial de Reforma Interior IV (UE-4) del PXOM (15/06/2004)

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 2.4 fotografías

Estado actual

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 Bloque A – exterior

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 Bloque A - interior

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 Bloque B

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3. experiencias de referencia Este apartado intenta exponer métodos de referencia pragmáticos en torno a la gestión, al concepto de renovación urbana y tipología, y a sistemas constructivos. El primer apartado, correspondiente a las cooperativas uruguayas, es el más extenso, por haber sido parte del trabajo realizado en Brasil que sirvió como punto de partida para esta propuesta, y por ser la referencia más desconocida fuera de su ámbito de actuación. Proporciona las referencias teóricas en cuanto al modo de acceso a la vivienda y a la gestión de la cooperativa. El segundo punto consiste en las operaciones de transformación de edificios construidos durante los años del desarrollismo urbanístico de Lacaton y Vassal, como planteamiento que muestra la responsabilidad social del arquitecto. Para la propuesta interesa no tanto la transformación concreta, sino la demostración de que es posible crear un lugar con identidad, que propicie las interacciones sociales, a partir de un edificio genérico del desarrollismo sobre el que se planteaba la demolición, a partir de un no lugar. En el tercer y cuarto apartados se hace una pequeña sístesis de dos arquitectos, Segal y Habraken, dedicados durante los años 60 y 70 a métodos de participación del usuario en el proceso de la vivienda. 3.1 gestión: cooperativas uruguayas de ayuda mutua La experiencia uruguaya en cooperativismo de viviendas nace en el año 1968 durante un período de crisis económico y déficit habitacional, en un intento de aunar y rentabilizar el esfuerzo de los autoconstructores característicos de la región. El sistema tuvo un amplio apoyo institucional al ser incluido en la Ley de Vivienda aprobada por el Parlamento Nacional. Por Ayuda Mutua se entiende que el capital social que el socio aporta se realiza en forma de trabajo, que será un 15% del costo total de la obra. Debe destacarse que la organización adquirida por los grupos durante la etapa de obra y posteriormente durante la gestión de la cooperativa, se traduce en una forma de afrontar también colectiva y disciplinadamente otras necesidades sociales, como equipamientos escolares, guarderías, cooperativas de consumo, e incluso FUCVAM (Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua) se ha convertido en uno de los órganos de lucha social más importantes del Uruguay, incluso durante los años de dictadura militar, del 1973 al 1985. Ésta ha asumido la representación del movimiento, tuvo a su cargo tareas de producción, de compra centralizada de insumos constructivos, pero también tareas de formación técnica, y de principios cooperativistas. En muchos casos las cooperativas han tenido un importante papel como actores urbanos dentro de los barrios en los que se insertan, dotando a éstos de espacios verdes, de recreación, de socialización (con los salones comunales, primera construcción de la cooperativa, sus bibliotecas, sus espacios para el deporte...), incluso han llevado saneamiento y mejorado infraestructuras. 3.1.1 la base jurídica Antes de la aprobación de la Ley de Vivienda, en Uruguay las cooperativas se regían por una ley que las regulaba en todas sus modalidades, al igual que en el marco legal español, en donde es competencia autonómica, regulada en Galicia por la Ley 14/2011, de 16 de diciembre, por la que se modifica la Ley 5/1998, de 18 de diciembre. Es importante destacar que las cooperativas de vivienda tienen por ley como objeto principal “proveer de alojamiento adecuado y estable a sus asociados”, sin importar con qué título se accede al mismo. La Ley uruguaya distingue los tipos de cooperativas tanto en su forma de construcción (de Ayuda Mutua o de Ahorro Previo) como en la forma de propiedad (de Usuarios o de Propietarios).

3.1.2 tipos de cooperativas -Cooperativas de Usuarios Similar a las cooperativas escandinavas MCU (modelo de cesión de uso). Conceden al socio el “derecho de uso y goce sobre la vivienda”, en tanto el derecho de propiedad es retenido por la cooperativa. El derecho de uso y goce se concede sin limitación en el tiempo, se transmite a los herederos y se puede ceder entre vivos con las limitaciones que establece la Ley y las impuestas por cada cooperativa en sus estatutos.

El retiro del derecho de uso y goce sólo se realiza de forma voluntaria por el socio o herederos, o por expulsión del socio, que puede ser por incumplimiento de pago de las amortizaciones o por falta grave a sus obligaciones de socio. La Cooperativa debe suscribir un Contrato de Uso y Goce con cada socio adjudicatario. 15


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-Cooperativas de Propietarios Atribuyen a los socios la “propiedad exclusiva e individual” de la vivienda, pero con facultades de disposición y uso limitadas.

-Cooperativas de Ayuda Mutua El trabajo del socio y su grupo familiar se aporta en forma comunitaria para construir los conjuntos colectivos como capital social aportado a la cooperativa. La diferencia en cuanto a la autoconstrucción es que las viviendas aquí son construidas entre todos por un régimen de trabajo comunitario, que garante que todas ellas tengan la misma calidad y que deben estar asesorados en todo momento por un equipo técnico. Además de la construcción, comprende también la posible ampliación, reparación y la manutención del conjunto habitacional., así como posibles servicios complementarios que se construyan. Debe existir un reglamento específico para regular la carga horaria semanal, forma de recuperación de horas no trabajadas, sanciones por incumplimientos... El trabajo aportado no da lugar a “aporte alguno a caja de jubilaciones” ya que no se considera trabajo remunerado, no genera salario ni compensaciones complementarias. Solamente se puede cobrar este trabajo en concepto de devolución del capital social aportado si el socio sale de la misma, de acuerdo a determinadas disposiciones. -Cooperativas de Ahorro Previo El capital social se hace en forma de aporte financiero, y la obra es contratada con terceras partes en su totalidad. 3.1.3 Asamblea General La Ley contempla también la estructura organizativa de la cooperativa. El órgano de máxima jerarquía es la Asamblea General, formada por todos los socios. Aunque se deleguen funciones en las Comisiones (Directiva, de Obra, de Educación...), ésta no debe perder en ningún momento su capacidad de control y responsabilidad final sobre las decisiones.

3.1.4 Institutos de Asistencia Técnica Los IAT están implementados por la Ley de 1968 como organizaciones no gubernamentales, de contratación obligatoria por la cooperativa, constituidas por un equipo interdisciplinario que asesora técnicamente en todos los aspectos que solicite la cooperativa, y cuyo coste no excede del 7% del costo de la obra. Deben brindar servicios de: -educación cooperativa -financiero -jurídico -contable -económico -social -de proyecto y dirección de obra. Por lo tanto, constituyen una multidiscipinaridad (abogados, trabajadores sociales, arquitectos, administradores...) enriquecedora también para los propios técnicos. Los IAT también desarrollaron una importante tarea de promoción de las CVAM, sobre la fuerte impronta que favorece la propiedad individual, y de demostración de las ventajas de las soluciones colectivas basadas en la igualdad de derechos y los lazos de solidaridad. Durante el proceso de asesoramiento de una cooperativa, el primer paso es el de capacitación de los socios, donde participan diferentes integrantes del IAT por medio de talleres, cursillos, técnicas de comunicación, de dinámica de 16


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grupos...donde se comienza el proceso de integración y consolidación grupal. Esta etapa es tanto o más importante que la de obra para que la cooperativa tenga éxito y continúe su andadura colectiva.

3.1.5 los recursos financieros La financiación del Fondo Nacional de Vivienda prevista por la Ley uruguaya cubre el 85% del costo total de cada unidad, mientras que el restante 15% es el aportado por la ayuda mutua o el ahorro previo. El crédito es concedido a la cooperativa tras serle concedida la correspondiente Personería Jurídica estipulada por ley. La Ley de Vivienda estableció categorías de construcción para determinar las tasas de interés y plazo de amortización, así como creó la Unidad Reajustable como sistema de reajuste para el pago de la hipoteca. Además de los créditos se establecieron subsidios, que originalmente fue una rebaja de la tasa de interés y posteriormente un sistema de monto fijo. Dentro de España, al carecer de banca pública, la banca ética, que ya financia proyectos de cooperativismo de cesión de uso en Cataluña, podría ser una buena alternativa, sumada a las subvenciones por parte de la Administración Pública. 3.1.6 ayuda mutua y sistema de usuarios, las claves de su éxito y su aporte a la sociedad uruguaya La experiencia uruguaya ha demostrado que se han obtenido los mejores resultados tanto económicos, como de calidad constructiva, y de consolidación de vínculos entre sus vecinos, con las cooperativas por Ayuda Mutua y de Usuarios. La Ayuda Mutua implica que los asociados se conviertan en protagonistas, en participantes de un verdadero proceso de democracia participativa, la casa es fruto del esfuerzo colectivo, es la diferencia entre “compramos una casa” o “nos dieron una casa” a “HICIMOS una casa”. El apoyo popular al sistema de propiedad colectiva se consolida durante la dictadura militar, en 1984, cuando se llevó a cabo una colecta de firmas para la derogación de la llamada “Ley de Propiedad Horizontal”, que la dictadura había impuesto para el pasaje obligatorio de las cooperativas de usuarios a propietarios. Más de diez mil personas recolectaron trescientos treinta mil firmas en un día, para lograr derogar la Ley, a pesar de que la jornada fuera declarada ilegal y de que algunos cooperativistas fueran detenidos. El funcionamiento horizontal de las cooperativas estimula la participación directa. La Asamblea es el órgano de resolución máximo, en el que se encuentre un control democrático real. La propia construcción de las viviendas pone al usuario al frente de responsabilidades que seguramente nunca se hubiera enfrentado, lo cual capacita a la gente y los forma en responsabilidades políticas y sociales. Los actores no son sólo protagonistas, sino que son protagonistas asociados, son un grupo luchando por un objetivo común. Debe destacarse el papel del trabajador social, parte integrante fundamental e imprescindible del IAT, que debe lidiar con las dificultades operativas, de roles, de relacionamiento, del grupo, y trabajar para crear un clima de solidaridad activa que transforme al grupo de cooperativistas en una verdadera organización social, en una comunidad con sólidos vínculos. Ver la vivienda terminada es un ejemplo de lo que la capacidad que posee el ser humano si está unido. Supone un incremento de sus autoestimas, de su identidad grupal. En ese momento comienza el desafío de la convivencia cotidiana, de la gestión de la cooperativa, la administración de espacios comunes... que pueden ser enfrentados con éxito si se ha logrado una unidad, si los lazos son fuertes en el grupo. Incluso se puede ir más allá, generando soluciones para otras carencias comunes: guarderías, policlínicas, bibliotecas...la autogestión se torna una salida viable tras estar su eficacia y eficiencia de sobra comprobadas, en la que la vivienda puede ser sólo el punto de partida de los logros del grupo. La capacitación profesional incluso facilita el acceso al trabajo y la formación de microempresas, así como muchas veces los cooperativistas son posteriormente contratados por las empresas que realizan la parte cualificada de la obra.

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3.1.7 el proceso constructivo por ayuda mutua La ayuda mutua presenta complejas cuestiones de organización de obra. La mayor parte de la mano de obra requerida para la construcción no está capacitada, asistirá fundamentalmente los fines de semana, y podría llegar a ser aportada por mujeres, ancianos o jóvenes con poca capacidad física. Esta diversidad ha sido el punto crítico primero y la gran cantera de las realizaciones del cooperativismo después en Uruguay. Veamos como evolucionó el sistema de ayuda mutua en este sentido. Los grupos carecían al principio de una gestión empresarial que garantizara la gestión eficiente de la producción y de los materiales disponibles, además de estrictos límites de costo y de la urgencia de ocupar las viviendas. A lo largo de las más de cuatro décadas de andadura se fue cambiando el enfoque tecnológico, con una creciente preocupación por la racionalización de la construcción tradicional y la prefabricación liviana a pie de obra. Para mejorar los costes, FUCVAM montó una Central de Suministros, el Centro Cooperativista Uruguayo una pequeña planta de prefabricación de componentes de Hormigón Armado...aunque lógicamente esto sólo es amortizado si tenemos una cantidad considerable de viviendas, o incluso se puede considerar la posibilidad de producir para terceros. Se logra un ajuste de las soluciones arquitectónicas y constructivas a cada grupo por medio de la participación, evitando las soluciones estandarizadas y en masa tan presentes en las viviendas de protección social. Tradicionalmente se han elegido tipologías constructivas tradicionales del Uruguay, sobre todo el ladrillo armado, aumentando la utilización de elementos premoldados y prefabricados a lo largo del tiempo. Actualmente, se han tomado nuevos rumbos, como el enfoque de la sostenibilidad (con el uso de la tierra o madera), nuevos materiales no convencionales, y el desarrollo de elementos y técnicas más adecuadas para la autoconstrucción popular. La Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República aquí tiene un importante papel, con grupos de investigación en esta línea, incluyendo capacitación y acción articulada con las propias cooperativas. Además se han realizado experiencias de reciclaje en edificios históricos de la Ciudad Vieja con excelentes resultados, los cuales se desarrollan en el siguiente apartado. “El que no conoce cómo se desarrolla una obra de ayuda mutua, se sorprende a menudo de que las tareas se realicen con un buen nivel de eficiencia, cuando están hechas por gente que no tiene experiencia previa en la construcción”, cuenta José Durán, capataz de obra en once cooperativas y socio de una. Es importante un buen trabajo de capacitación, de planificación y de reparto del trabajo según las capacidades de la ayuda mutua,“se intenta que ésta pueda asumir todas las tareas no cualificadas, de modo de contratar solamente personal especializado, no peones de obra”. Hay que descubrir habilidades dentro del grupo, como por ejemplo las que tradicionalmente han mostrado las mujeres en el armado de estribos de acero. “Hay tareas como la custodia de las herramientas, la cocina, la higiene de vestuarios, el corte de ladrillos, que no exigen especial esfuerzo físico“

También explica que ”el plazo de obra es un elemento crítico, ya que al intentar reducirlo, normalmente no vamos a poder aumentar las horas de dedicación semanal y se reducirá también el aporte de ayuda mutua”. Según cuenta Durán, “no se han logrado desarrollar procedimientos alternativos a la construcción tradicional visiblemente más económicos” en Uruguay.

Sin embargo, aquí este sistema, aunque no está tan desarrollado como en otros puntos de Europa, quizás sí permitiría un importante ahorro económico y en tiempos de ejecución de la obra, así como más facilidad de montaje y menos margen de error. Se les daría una posibilidad de capacitación profesional a los cooperativistas en la prefabricación, que dentro del maltrecho sector de la construcción, junto con la rehabilitación, son posiblemente los que tengan un mejor futuro.

3.1.8 las cooperativas de reciclaje Dentro de las experiencias de cooperativas de ayuda mutua en Montevideo, la modalidad de reciclaje representa una variante muy ligada a las particularidades físicas y sociales del área central de la capital. Los barrios históricos de Montevideo llevan años perdiendo población, trayendo consigo una progresiva degradación ambiental. Esto marca la contradicción por un lado de la existencia de zonas céntricas subutilizadas y una periferia en crecimiento que demanda servicios, provocando segregación socio-territorial y con altos costes sociales, económicos y urbanos.

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A partir de 1990, el gobierno municipal de Montevideo comienza a colaborar con organizaciones no gubarnamentales que plantearon su trabajo de forma interdisciplinaria, combinando dos factores determinantes que son la reutilización de la estructura física existente y una trama social que demanda un espacio de participación y autogestión en la producción del hábitat. Estas experiencias se enmarcan en convenios tripartitos entre; * la Intendencia Municipal de Montevideo, que aporta las fincas a reciclar y la financiación de las obras; * el grupo destinatario correspondiente * un Instituto de Asistencia Técnica que asume la corresponsabilidad del emprendimiento y se hace cargo de las tareas socio-educativas necesarias y del asesoramiento técnico-arquitectónico. Según palabras de Raúl Vallés, arquitecto, investigador y docente en la Facultad de Arquitectura, y miembro de un IAT especializado en reciclaje:

“Trabajar el tema de la historia del colectivo tiene relación con la reafirmación en el sitio como lugar común. Se propone la comprensión y discusión en conjunto de los aspectos físicos de las edificaciones a reciclar y su entorno, su estructura. dimensiones, posibilidades de aprovechamiento espaciales y materiales. No se participa necesariamente en el diseño, generando una falsa sustitución de roles, sino en la comprensión de la materia prima que se va a reciclar. Comprender cómo están construidas las fincas ayuda a plantear soluciones tecnológicas apropiadas y apropiables por los grupos de acuerdo a su capacidad y potencialidad para la producción. En el reciclaje de Goes se consolidó la "cáscara" con un sistema tradicional y se entrepisó y realizó tabiquería con un sistema liviano más apropiado a la finca pero también a las posibilidades potenciales del grupo. En el programa “Las Bóvedas” , con características diferentes del colectivo (más organizado y mayor en número) pudimos plantear un sistema mixto de prefabricación y obra tradicional que se ajustaba más a la estructura física y la potencialidad del grupo que realizó un aprendizaje en la práctica de procedimientos y técnicas constructivas. Otro aspecto importante tiene que ver con la comprensión de aspectos históricos o patrimoniales. Esto se vive de una manera muy particular, donde la valoración de “lo viejo” no pasa tanto por una cuestión estilista o estética sino por las posibilidades de aprovechamiento espacial y material. Los materiales viejos no sirven hasta que ve en forma concreta su reutilización. Al respecto en “Las Bóvedas” se plantearon al inicio grandes dudas e interrogantes desde el colectivo sobre el aprovechamiento de unas fincas que posteriormente se reciclaron en un ochenta por ciento y se reutilizaron materiales como ladrillo, piedra y madera en un volumen muy considerable. También ha planteado un desafío la comprensión espacial del edificio a reciclar. Hay cierta idea a priori y un imaginario de la casa nueva. Pero imaginar una vivienda dentro de otra es muy complejo. No se parte del terreno baldío sino de una finca existente. Los modos de uso y utilización del espacio son diferentes a los de una cooperativa tradicional: aparece el patio. la claraboya. la azotea, la escalera colectiva, y mucho mas la vereda, la calle y el barrio. También hay una variante interesante en las tipologías propuestas. En la medida que las viviendas son el resultado de la reorganización de un espacio existente, la resolución funcional por un lado está condicionada y por otro ofrece variedad y diversidad de tipos posibles. que se adaptan muy bien a las necesidades de los núcleos familiares (siempre heterogéneos) destinatarios. Es posible que comparando con la experiencia tradicional el reciclaje cooperativo ofrezca un marco más experimental para la adaptación y el cambio.” En cuanto al trabajo en obra, hay un alto porcentaje de procedimientos constructivos especiales diferentes a una obra nueva, y es más complicada la organización por etapas. Es necesario plantear sistemas constructivos apropiables fácilmente por los grupos, de rápido montaje, que potencien el aporte de ayuda mutua, de modo de acotar el trabajo más especializado.

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3.1.9 ejemplos

Cooperativa de reciclaje, Montevideo

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Cooperativas en Montevideo

Celebración del día del niño cooperativista y escuelas de iniciación deportiva

Proyectos de Cooperativas en Montevideo y en Río Negro

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3.2 tipología/renovación: transformaciones de bloques de viviendas de Lacaton y Vassal Lacaton y Vassal plantean en este método, desarrollado en su libro Plus, una lógica alternativa a la que parecía única, que era la demolición de los edificios de las barriadas construidas en el desarrollismo que no se adaptaban a los estándares de edificación y de calidad de vida actuales. El proyecto propone una ampliación de los apartamentos por medios de estructuras autoportantes prefabricadas, creando terrazas que se pueden cerrar y balcones. Las fachadas existentes con pequeñas ventanas se sustituyeron por grandes aberturas transparentes. La planta baja se convierte en un espacio libre que permite el acceso a un nuevo jardín creado en la parte trasera del edificio de las imágenes. En los laterales se realizaron salas para actividades colectivas y se instalaron dos ascensores más para mejorar el acceso a los apartamentos.

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3.3 construcción/tecnología/participación: método Walter Segal Walter Segal fue un arquitecto que centró su carrera en los métodos de participación en la arquitectura en los años 70. Se basó en el Balloon Frame americano y cuestionó el papel del arquitecto en los términos que planteaba la ciudad moderna. Se preocupó por que la gente consiguiera hacerse su propia casa, pero asegurando la consecución de la arquitectura, y no simple construcción. No era necesaria ninguna experiencia, solo unas breves clases previas. Tampoco consistía en un sistema cerrado como tal, sino en una serie de materiales estandarizados que podían ser fácilmente encontrados, transportados y manipulados y que simplemente debían ser unidos con algo de coherencia. El sistema de unión lo hizo público en la revista Architects´ Journal del 5 de noviembre de 1986. Segal entendía una especial relación del trabajo con quien lo produce. Elimina la necesidad de oficios tales como la albañilería en su obra, ya que se pueden construir con una experiencia mínima y son ecológicamente racionales.

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3.3 tipología/participación: John Habraken y su Sistema de los Soportes Como respuesta al tratamiento del problema de la vivienda sólo de forma cuantitativa durante el siglo XX, en la cual el residente es tratado como un receptor pasivo y sin participación durante el proceso, Habraken presenta en la teoría del Sistema de los Soportes en 1962, como cambio de paradigma respecto a cómo se concibe, construye y ocupa. Bajo las premisas de que la vivienda debe ser diversa, debe aceptar cambios y renovación e incorporar al usuario en la toma de decisiones, su teoría gira en torno a dos niveles: “los soportes” (estructuras, acceso y sistemas de infraestructuras), en los cuales el control de diseño es colectivo y “las unidades separables”, los cuales son los controlados por cada usuario en una variedad de configuraciones, creando unas estructuras capaces de evolucionar y adaptarse al contexto. “Debemos proponer una arquitectura que sea capaz de separar lo que permanece de lo que cambia, en la que se establecen claramente las diversas responsabilidades correspondientes a las diversas escalas del proyecto urbano y arquitectónico.” Habraken considera el entorno construido como una estructura multicapas, en donde cada escala de intervención implica una esfera específica de toma de decisiones, control y responsabilidad. Un aspecto fundamental de la teoria de soportes es la delimitación clara de la responsabilidad de diseño, de modo que se precise quién opera en cada nivel de intervención. Reconocer que existen múltiples esferas de actuación nos fuerza a plantear que el arquitecto es sólo uno de los muchos agentes en el proceso de produccion de la vivienda. “Cada proyecto tiene su responsabilidad con el entorno, ya que se interviene en un contexto compartido por diferentes personas.” La vivienda es considerada anclada a la idea de lugar, vivienda e identidad urbana como un binomio inseparable que desafía el concepto del diseño de conjuntos residenciales como un proceso aislado y abstracto, y en loscuales su calidad va de la mano con la del espacio público, de la mobilidad, de los lugares de trabajo y ocio e, indiscutiblemente, de una cultura ciudadana. Este sistema es utilizado habitualmente en el diseño de oficinas o centros comerciales, e incluso hospitales, pero adquiere una nueva vigencia en el campo de la vivienda ante los retos generados por los cambios en la estructura familiar de la ciudadanía, en el sentido de vecindad y de lo colectivo y en la falta de vinculación al lugar de los conjuntos residenciales en las últimas décadas.

Diagoon Housing, Delft, Holanda, 1967-71. Herman Hertzberger 25


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4.estudio de viabilidad normativa Además de la normativa genérica que regula la edificación en Galicia, se estudia la siguiente normativa específica: 4.1 Ley 8/2012, de 29 de junio de vivienda de Galicia “El derecho al disfrute de una vivienda digna y adecuada es reconocido con rango constitucional en el artículo 47 de la vigente Constitución de 1978. Su regulación, en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Galicia, a tenor de lo establecido en el artículo 27 del Estatuto de autonomía para Galicia, es una competencia exclusiva de aquella.” Esta ley, al contrario que la anterior (ley 18/2008, de 29 de diciembre) permite la adjudicación del título de vivienda protegida a una cooperativa, pero a sus socios por separado, por lo tanto no sería posible darle la categoría de protegida a una cooperativa que retenga la propiedad. Artículo 56. Concepto. (…) 2. También son viviendas de protección autonómica (VPA) las promovidas para uso propio por comunidades de propietarios, cooperativas de viviendas, asociaciones legalmente constituidas o por una persona individual con el fin de que constituya su residencia habitual y permanente, y que califique como tales el Instituto Gallego de la Vivienda y Suelo. Artículo 57. Régimen jurídico. 1. Únicamente las personas físicas podrán ser adjudicatarias y usuarias de las viviendas de protección autonómica. Esta ley no hace prácticamente referencias al papel social de la vivienda, como sí lo hacía su predecesora, la Ley 18/2008 del 29 de diciembre. Ya no se contempla dotación presupuestaria para el Fondo Social de Vivienda, ni para el Laboratorio de Sostenibilidad de la Edificación, el cual permitía asistencia técnica pública a los agentes de la edificación. Las viviendas autopromovidas no son mencionadas en la ley. 4.2 Ley 14/2011, de 16 de diciembre, por la que se modifica la Ley 5/1998, de 18 de diciembre de Cooperativas de Galicia La ley 5/1998 regula las cooperativas en general, ya que no existe una legislación en materia exclusivamente de cooperativas de vivienda. Define una cooperativa de esta forma: “La cooperativa es una sociedad de capital variable que, con estructura y gestión democrática, en régimen de libre adhesión y baja voluntaria, desarrolla una empresa de propiedad conjunta, a través del ejercicio de actividades socioeconómicas, para prestar servicios y satisfacer necesidades y aspiraciones de sus socios, y en interés por la comunidad, mediante la participación activa de los mismos, distribuyendo los resultados en función de la actividad cooperativizada.” En cuanto al capital social, (que en el caso de las viviendas por ayuda mutua sería el trabajo de los asociados), se establece que: “El capital social de la sociedad cooperativa estará constituido por las aportaciones de naturaleza patrimonial realizadas al mismo por las personas socias, ya sean obligatorias o voluntarias.” “El capital social mínimo para constituirse y funcionar una sociedad cooperativa no será inferior a 3.000 euros, expresándose en esta moneda, debiendo estar totalmente desembolsado desde su constitución.” Aquí se puede entender que el capital social tiene que ser necesariamente económica, pero más adelante establece que: “Las aportaciones se realizarán en moneda de curso legal. No obstante, si lo contemplasen los estatutos o lo acordase la asamblea general, pueden consistir también en bienes y derechos susceptibles de valoración económica. En este caso el órgano de administración fijará su valor, previo informe de una o varias personas expertas independientes designadas por el mismo bajo su responsabilidad, dándose conocimiento de ello al órgano de intervención. Las aportaciones no dinerarias no producen cesión o traspaso ni a los efectos de la Ley de arrendamientos urbanos o rústicos, sino que la sociedad cooperativa es continuadora en la titularidad del bien o derecho. Lo mismo se entenderá respecto a nombres comerciales, marcas, patentes y cualquier otro título o derecho que constituyesen aportaciones al capital social.” 26


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Se entiende de esta forma que el capital social puede ser aportado de otras formas como puede ser en forma de trabajo. La reforma de la ley en 2011 establece modificaciones en materia de cooperativas de viviendas específicamente. Redacta de esta forma su definición: “Las cooperativas de viviendas están constituidas principal y mayoritariamente por personas físicas que precisan alojamiento y/o locales para sí y las personas que convivan con ellas (...) La aprobación del proyecto de ejecución y financiación de las viviendas es competencia exclusiva de la asamblea general, así como las modificaciones o variaciones del mismo, por causas no previstas inicialmente (...)Tienen por objeto procurar viviendas preferentemente habituales y/o locales para sus personas socias. También podrán tener por objeto procurar edificaciones e instalaciones complementarias, y rehabilitación de viviendas, locales, elementos, zonas o edificaciones e instalaciones complementarias.” Así, establece la función residencial de la cooperativa sin perjuicio de construcciones secundarias como equipamientos o el salón comunal, característico e imprescindible en toda cooperativa. Del siguiente párrafo podemos concretar que es posible la ayuda mutua y el acceso en régimen de usuarios: “Para el cumplimiento de su objeto social, pueden desarrollar cuantas actividades sean necesarias.La propiedad o el uso y disfrute de las viviendas y locales podrán ser adjudicados o cedidos a las personas socias mediante cualquier título admitido en derecho. Cuando la cooperativa retuviera la propiedad de las viviendas o locales, tendrá que determinarse estatutariamente, debiendo establecerse además las normas para su uso y disfrute por las personas socias. (...) La cooperativa se constituirá por tiempo determinado fijado estatutariamente, debiendo disolverse por cumplimiento de su objeto social finalizada la ejecución de la promoción y entrega de viviendas y locales y, en todo caso, a los seis años desde la fecha de otorgamiento de la licencia municipal de primera ocupación, salvo que la cooperativa retuviera la propiedad o que la normativa específica de aplicación estableciese un plazo superior. Establece prioridad para adquirir terrenos públicos: “Las cooperativas de viviendas tendrán derecho a la adquisición preferente de terrenos de gestión pública para el cumplimiento de sus fines específicos, sin perjuicio de cumplir lo establecido en la normativa sectorial de aplicación.” Y regula la necesidad de auditoría externa: Las cooperativas de viviendas, antes de presentar sus cuentas anuales a la asamblea general ordinaria para su estudio y aprobación, habrán de someterlas a una auditoría externa de cuentas, salvo cuando la actividad económica realizada en el ejercicio no superase el importe del capital social más el importe de los fondos obligatorios reflejados en el balance del ejercicio correspondiente. Esta obligación legal subsistirá en tanto no se produjese la adjudicación, cesión o venta de las viviendas o locales.” Se establecen medidas de desarrollo del cooperativismo autonómicas: “1. Pondrá en marcha acciones de promoción, difusión, desarrollo, formación y fomento del cooperativismo en el marco de su acción política y como fórmula empresarial de creación y mantenimiento de empleo, cohesión territorial y vertebración económica y social de Galicia. 2. Adoptará las medidas necesarias para el fomento de las relaciones entre cooperativas y, en particular, la creación de cooperativas de segundo grado, la fusión de cooperativas, el establecimiento de grupos cooperativos y de conciertos o consorcios, encaminados a su consolidación y al mejor cumplimiento de los principios cooperativos. 3. Con estos objetivos, establecerá líneas de ayuda, siempre que la actuación propuesta fuese favorable al movimiento cooperativo y así lo reconociera el Consejo Gallego de Cooperativas, previamente informado. 4. Remitirá anualmente al Parlamento de Galicia una memoria sobre las actividades realizadas en el campo del cooperativismo en Galicia.” Y que la administración local también debe participar en la difusión y el fomento del cooperativismo: “La Administración local, en el ámbito de sus competencias, procurará considerar dentro de sus planes o programas de actuación la promoción y el desarrollo de las sociedades cooperativas” 27


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Incluso establece ventajas comerciales: “Las cooperativas, independientemente de su calificación fiscal, tendrán la condición de mayoristas, por lo que les serán de aplicación los precios o tarifas correspondientes, pudiendo detallar como minoristas en la distribución o venta.” 4.3 Plan Estatal de Fomento del Alquiler de Viviendas, la Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbanas 2013-2016 El nuevo plan cuatrienal de vivienda aún no ha sido aprobado, aunque ya está disponible el borrador para su consulta. Su nombre ya alude a una voluntad de mayor aprovechamiento del parque construido frente a la vivienda nueva. Es especialmente relevante que no presenta como objetivo solamente un Programa de fomento de la rehabilitación edificatoria de vivienda, sino también un Programa de fomento de la regeneración y renovación urbanas, integrando la cuestión del entorno dentro del derecho a la vivienda. “Las ayudas previstas en el Plan consistirán en subvenciones para fomentar el acceso a la vivienda en régimen de alquiler y para impulsar la rehabilitación de edificios y la regeneración y renovación de zonas urbanas.” En cuanto a si es posible considerar esta actuación como rehabilitación, el artículo 20 establece que: “Para la obtención de las ayudas relacionadas en este programa, se requiere: 1. Que los edificios tengan carácter predominantemente residencial, una antigüedad mínima de 30 años y que, al menos, el 70% de su edificabilidad esté destinada a vivienda”, pero “excepcionalmente, se admitirán en este programa edificios que, sin cumplir las condiciones anteriores, presenten graves daños estructurales o de otro tipo, que justifiquen su inclusión en el Programa”. Establece la posibilidad de que una cooperativa constituída como personalidad jurídica pueda acceder a las subvenciones: “Cuando los beneficiarios no sean personas físicas, deberán acreditar o declarar expresamente en su solicitud que se encuentran debidamente constituidas. (...) V. Programa de fomento de la regeneración y renovación urbanas La equidistribución tomará como base las cuotas de participación que correspondan a cada uno de los propietarios en la Comunidad de Propietarios o en la Agrupación de Comunidad de Propietarios o las Cooperativas que pudieran constituirse al efecto.” Entrarían dentro del Programa otras funciones aparte de la residencial: “Son actuaciones subvencionables por este programa las siguientes: (...) 4º Las de mejora de la diversidad funcional, proponiendo acciones y planes dirigidos a posibilitar la instalación de actividades diversas y complementarias a las existentes. El Plan contempla la regeneración social, económica y ambiental además de la constructiva y urbanística: “Para la concesión de estas subvenciones, se considerarán prioritarias las actuaciones que a continuación se indican, y por el orden siguiente: d) Las que propongan una actuación de regeneración urbana integrada, entendiendo por tal la que aúne propuestas de regeneración social, económica y ambiental del ámbito de que se trate. A tales efectos, deberá presentarse un programa comprensivo de las acciones a desarrollar en los siguientes ámbitos: socio-económico, educativo y cultural; dotaciones y equipamientos públicos; eficiencia energética y utilización de energías renovables; y mejora de la habitabilidad y accesibilidad del entorno urbano y de las viviendas y edificios incluidos en el área.” La figura de las cooperativas y el régimen de cesión de uso están recogidos: “CAPÍTULO VI.- DISPOSICIONES COMUNES A LOS PROGRAMAS DE FOMENTO DE LA REHABILITACIÓN EDIFICATORIA Y DE FOMENTO DE LA REGENERACIÓN Y LA RENOVACIÓN URBANAS Artículo 31.- Colaboración público-privada 1. Las Administraciones públicas y las entidades adscritas o dependientes de las mismas, las comunidades y agrupaciones de comunidades de propietarios, las cooperativas y las asociaciones administrativas constituidas al efecto, los propietarios de terrenos, construcciones, edificaciones y fincas urbanas y los titulares de derechos reales o de aprovechamiento, así como las empresas, entidades o sociedades que intervengan por cualquier título en las actuaciones de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas podrán celebrar entre sí, a los efectos de facilitar la gestión y ejecución de las mismas, entre otros, los siguientes contratos: 28


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a) Contrato de cesión, con facultad de arrendamiento u otorgamiento de derecho de explotación a terceros, de fincas urbanas o de elementos de éstas por tiempo determinado a cambio del pago aplazado de la parte del coste que corresponda abonar a los propietarios de las fincas. b) Contrato de permuta o cesión de terrenos y/o parte de la edificación sujeta a rehabilitación por determinada edificación futura. c) Contrato de arrendamiento o cesión de uso de local, vivienda o cualquier otro elemento de un edificio por plazo determinado a cambio de pago por el arrendatario o cesionario del pago de todos o de alguno de los siguientes conceptos: impuestos, tasas, cuotas a la comunidad o agrupación de comunidades de propietarios o de la cooperativa, gastos de conservación y obras de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas. d) Convenio de explotación conjunta del inmueble o partes del mismo. 2. Los sujetos privados mencionados en el apartado 1 anterior podrán, de acuerdo con su propia naturaleza: a) Actuar en el mercado inmobiliario con plena capacidad jurídica para todas las operaciones, incluidas las crediticias, relacionadas con el cumplimiento del deber de conservación, así como con la participación en la ejecución de actuaciones de rehabilitación, regeneración o renovación urbanas que correspondan. A tal efecto podrán elaborar, por propia iniciativa o por encargo del responsable de la gestión de la actuación de que se trate, los correspondientes planes o proyectos de gestión correspondientes a la actuación. b) Constituirse en asociaciones administrativas para participar en los concursos públicos que la Administración convoque a los efectos de adjudicar la ejecución de las obras correspondientes, como fiduciarias con pleno poder dispositivo sobre los elementos comunes del correspondiente edificio o complejo inmobiliario y las fincas pertenecientes a los propietarios miembros de aquéllas, sin más limitaciones que las establecidas en sus correspondientes estatutos. c) Asumir, por sí mismos o en asociación con otros sujetos, públicos o privados, intervinientes, la gestión de las obras. d) Constituir un fondo de conservación y de rehabilitación, que se nutrirá con aportaciones específicas de los propietarios a tal fin y con el que podrán cubrirse impagos de las cuotas de contribución a las obras correspondientes. e) Ser beneficiarios directos de cualesquiera medidas de fomento establecidas por los poderes públicos, así como perceptoras y gestoras de las ayudas otorgadas a los propietarios de fincas. f) Otorgar escrituras públicas de modificación del régimen de propiedad horizontal, tanto en lo relativo a los elementos comunes como a las fincas de uso privativo, a fin de acomodar este régimen a los resultados de las obras de rehabilitación edificatoria y de regeneración o renovación urbanas en cuya gestión participen o que directamente lleven a cabo. (…)” Artículo 32. Asociaciones administrativas. Las asociaciones administrativas a que se refiere el artículo 31, tendrán personalidad jurídica propia y naturaleza administrativa, y se regirán por sus estatutos y por lo dispuesto en este artículo, con independencia de las demás reglas procedimentales específicas que provengan de la legislación urbanística. Dependerán de la Administración urbanística actuante, y adquirirán personalidad jurídica a partir de la elevación a escritura pública, de su constitución. También contiene una interesante iniciativa de financiación para la investigación de programas piloto en rehabilitación, en la cual pueden participar las Universidades: “CAPÍTULO VIII.- PROGRAMA PILOTO DE PROYECTOS PARA EL FOMENTO DE CIUDADES MÁS SOSTENIBLES Artículo 37. Objeto del programa. 1. El objeto de este programa es la financiación de la redacción de proyectos piloto cuya finalidad sea generar una especial visibilidad e impacto, acerca de las potencialidades que pueden generar las operaciones de rehabilitación edificatoria, regeneración y renovación urbanas objeto de las ayudas reguladas por este Real Decreto, o de propuestas que resulten particularmente innovadoras. (...) 3. Las líneas estratégicas temáticas que definirán los proyectos piloto que podrán ser objeto de convocatoria pública, serán las siguientes, sin perjuicio de que dichas convocatorias puedan perfilarlas, modificarlas o incluir otras nuevas: (...) f) Zonas turísticas. Actuaciones de regeneración y renovación urbanas en zonas turísticas con síntomas de obsolescencia o degradación y que planteen una mejora y reconversión de las mismas hacia un modelo turístico más sostenible, competitivo y de mayor calidad. g) Laboratorio de ideas. Propuestas experimentales en materia de arquitectura, vivienda y urbanismo, que resulten particularmente innovadoras en su concepción, gestión y fórmulas de financiación. (...) Artículo 38. Beneficiarios. 29


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1. Pueden concurrir a la convocatoria de concursos de selección de proyectos piloto las Administraciones públicas territoriales y las entidades públicas adscritas o dependientes de las mismas, así como las empresas públicas y privadas, las Universidades y Centros de Investigación, los consorcios y entes asociativos de gestión público-privados.” El apartado de Laboratorio de ideas podría ser adecuado para presentar este proyecto, y que esta investigación pudiera ser de utilidad real, volviendo a la concepción de la Universidad como servicio público recogida en la memoria.

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 5. artículos de prensa

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