Monjes y Cultura

Page 13

con las nuevas sensibilidades, y reinventando una nueva configuración cultural monástica, más conforme con la sensibilidad religiosa de su tiempo, dieron una respuesta significativa a la nueva situación emergente. Han sido los factores y fermentos socioculturales los que, paradójicamente, han provocado los ciclos de lo monástico. Ocurrió así ya desde las primeras formas de su institucionalización, cuando la anacoresis social de muchos campesinos egipcios que abandonaban su trabajo y sus pueblos para huir al desierto escapando del gravamen impositivo de las tasas imperiales, favoreció la anacoresis monástica para acrecentar en la soledad las tendencias ascéticas de ciertos grupos eclesiales. Antonio y sus discípulos, no fueron un brote silvestre sin raíz cultural. Su función de padre espiritual en el desierto debe ser observada en analogía con la del disdáskalos en la Iglesia primitiva. Y no debemos olvidar, tampoco, que este tipo de formación era común tanto en los centros filosóficos griegos, como en la tradición hermética egipcia, en la que el encuentro personal con el maestro espiritual era considerado el medio esencial del progreso espiritual. En realidad, cuando los primeros discípulos se adentraron en el desierto a la búsqueda de un padre espiritual no hicieron sino trasladar al desierto la didaskalía origenista en Alejandría. Consecuentemente su institucionalización monástica y la expresión e interpretación de su experiencia espiritual, aunque marginales, eran culturalmente significativas a su entorno. Y lo mismo podemos decir de la institucionalización cenobítica pacomiana deudora del ambiente político y social que la reforma administrativa del emperador Diocleciano impuso en Egipto. Dicha reforma creó un nuevo orden administrativo combinando autonomía local con la dependencia de la metrópoli. Estimuló una transformación agraria que permitió a los campesinos crear cooperativas para colaborar en la producción y en el pago de las tasas. Este desarrollo político fue la mediación ideal para que Pacomio pudiese modelar su experiencia espiritual del amor cristiano como “servicio” concreto y material a los hombres, en una organización monástica cenobítica centrada en el servicio mutuo en la caridad. Su gusto por la federación de monasterios, su práctica de asentar los monasterios a los flancos del Nilo, cerca de la actividad económica, civil y eclesial; su insistencia

en la autonomía

económica de los mismos gracias a su trabajo, se explica muy bien en el contexto de la reforma diocleciana. Pacomio concibió su organización cenobítica con la estructura de un “pueblecito” (así llamaba a sus monasterios) copto de la época, en el que las relaciones 13


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.