OPINIÓN La creatividad en el aula Por M.ª
del Pilar López Gómez
Cada día llegamos antes a las aulas, de los amorosos brazos de nuestras madres y padres somos acogidos cariñosamente en instituciones públicas o privadas llenas de colores y figuras geométricas. El juego constituye la metodología principal de aprendizaje. A través de él nos desenvolvemos en el medio relacionándonos con nuestros iguales. Nos enfrentamos por primera vez al folio en blanco pero esto no supone reto alguno para nosotros sino la oportunidad de expresar con la grafía nuestro mundo, el interior, el que vivimos y percibimos de forma subjetiva. El garabateo tiene sentido para nosotros pues a través de él representamos nuestras experiencias a pesar de nuestra corta edad. No importa si rayamos el papel, si las líneas son fuertes o suaves, largas o cortas. No nos importa la opinión de los testigos de nuestra obra. No sentimos miedo, somos libres. Nuestros dibujos son colgados en las paredes de las aulas y todos alaban nuestro trabajo. Al explicar lo que hemos dibujado contamos historias muy diferentes, pero con un nexo común: que son fantásticas, divertidas, llenas de humor y amor. Todo tiene sentido para nosotros en ellas. Cuando creemos que somos grandes artistas algo empieza a suceder. Crecemos un poco y cambiamos de aula, al de los mayores. Allí nos enseñan que las rayas las debemos hacer en orden, siguiendo una serie. Que si vamos a dar color no nos podemos salir de los límites de la figura dibujada. Pasamos mucho tiempo coloreando aprendiendo a no salirnos, a no dejar huecos en blanco, a no rayar nuestros dibujos. Descubrimos también que los lápices se cogen de una forma diferente y aprendemos a poner los dedos correctamente. Nos enseñan unas líneas que forman cuadros que poco a poco van disminuyendo de tamaño y
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REVISTA BLI - Invierno 2019