¿Cuántas veces? Íñigo Fernández
—¡Pero hijo! —gritó la madre desesperada—. ¿Cuántas veces te debo decir que cuando resucites no vengas a casa? No ves que me la dejas hecha un asco y oliendo a muerto. —Lo siento mamá —dijo el niño de seis años—. Te prometo que no volverá a pasar. —Nada de «lo siento mamá»..., y ahora —le dio una palmada en el culo descarnado— de regreso a tu nicho, que no quiero que los vecinos te vean en ese estado.
EFIMERO #39 4 de novimebre de 2004