Ojos hace el cielo todas sus estrellas, por mirar con ellas a Dios en el suelo. De los autores conocidos del Siglo de Oro, el mejor representado en el Auto es sin duda Lope de Vega, con composiciones que en su mayor parte proceden de su obra Pastores de Belén (1612). Son de Lope: – «Norabuena vengáis al mundo», de los Ángeles. – La nana que dice la Virgen: «No lloréis, mis ojos...», y la canción que canta inmediatamente después: «Pues andáis en las palmas / Ángeles santos...». – El “pregón del pastor narrador” (en esta edición, pastor juglar): «¡Venga con el día / el alegría!». – Lo que dice el gañán subido en los cayados: «Pastorcico nuevo, / dulce Niño Dios...», etc. Hay un pasaje de San Juan de la Cruz, el del Ángel narrador que comienza «Ya que era venido el tiempo / en que de nacer había». Y hay otro de Góngora, la bellísima letrilla Caído se le ha un clavel, que recita uno de los pajes. Luego ya, en un segundo escalón, encontramos a varios poetas contemporáneos de Lope, y de su mismo estilo, pero algo menos conocidos, como José de Valdivielso, autor de: – «En el Portalico / tocan a maitines...». – «A saludar la Zagala / tantos zagales vinieron...» (en realidad, «Al parto de la Zagala / treinta zagales vinieron»). – «Atabales tocan / en Belén, ¡amor!», que recita el pastor narrador. O Francisco de Ocaña, a quien pertenecen: – «Caminad, Esposa...» (San José). – Maravillas («Hay maravillas que ver...»; o «Pastorcica, tú que vienes»). O Francisco de Ávila, autor de: – «Portalico divino, / cuán bien pareces» (lo dice una pastorcita del baile de las cintas). Hay también poetas algo anteriores, que escriben en tiempos de Felipe II. Destaca, por ejemplo, Juan López de Úbeda, que es el autor de: – «Mañana de Navidad...». – «¿Tú te sabes las nuevas, Miguel?» L A S F U E N T E S L I T E R A R I A S D E L ‘ A U T O D E N AV I D A D ’
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