de un buen proyecto yecto –continúa el arquitecto Santiago Regalini, socio del estudio–. Por esto, partimos de las premisas dadas por los propietarios y comenzamos un proceso proyectual que, valiéndonos de planos, perspecti-
vas, maquetas digitales y otros recursos, nos lleve a un resultado totalmente satisfactorio para nuestro cliente. Recién allí comienza la etapa de planificación del desarrollo constructivo en todas sus instancias, de manera
que la fluidez sea constante, los trabajos se coordinen perfectamente y los tiempos pautados se cumplan. No es un proceso fácil, concentra toda nuestra atención, pero lograrlo en cada obra, independientemente de su
“Nuestros clientes se sienten con la más amplia libertad para decidir la estética de su obra, que se ejecutará con los materiales apropiados al estilo elegido”
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