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Técnicas de identificación en cadáveres y personas mediante la Odontología Forense.
from ODONTOLIT
Forensic Dentistry identification techniques in corpses and people
Avilés Perón Edznab¹, Chavarría Zavala Dara Morgana², De la Cruz Salazar Andrea Kalid³, Román Florencio Guadalupe Alejandra⁴ .
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¹ Alumno del tercer año de la carrera de Cirujano Dentista, Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Estudios Superiores Iztacala, Estado de México, México. 1999edznab@gmail.com ² Alumna del tercer año de la carrera de Cirujano Dentista, Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Estudios Superiores Iztacala, Estado de México, México. daramorganpeach@gmail.com ³ Alumna del tercer año de la carrera de Cirujano Dentista, Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Estudios Superiores Iztacala, Estado de México, México. andreakalid@gmail.com ⁴ Alumna del tercer año de la carrera de Cirujano Dentista, Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Estudios Superiores Iztacala, Estado de México, México. alejandrarom1199@gmail.com
Artículo recibido: 25/05/22.
Arbitrado por pares. Artículo aceptado: 01/06/22. Artículo publicado: 10/06/22
Palabras clave: Odontología Forense, cadáveres, identificación, registros dentales. Keywords: Forensic Dentistry, corpses, identification, dental records.
Resumen
La Odontología Forense es una de las ramas de la Odontología que identifica los cuerpos de personas desaparecidas o difuntas ante un marco legal y es reconocida oficialmente por la INTERPOL. En el año de 1898 fue considerada como una de las principales autoridades en Medicina forense. Entre los métodos de identificación empleados, se encuentran el Registro de mordida, siendo una comparación del estado Antemortem y Postmortem; Rugoscopia y Queiloscopia haciendo uso de los surcos labiales, las rugas palatinas y sus negativos o huellas del difunto, para lograr una identificación exitosa en casos extremos, como los que se mencionan al final de este artículo. Objetivo. Abordar la importancia, las aportaciones y métodos que ha usado la Odontología Forense para la identificación de cadáveres en un entorno jurídico. Materiales y métodos. Revisión literaria sistematizada de artículos
referentes al tema, publicados en diferentes plataformas de divulgación científica, además de revistas científicas. Discusión. La identificación dental es empleada como auxiliar en aspectos legales que involucran individuos vivos o cadáveres, lo que implica que puede haber un margen de error, el cual será reducido gracias a diversos tipos de técnicas, entre las que se destacan principalmente, la huella de la mordida, la rugoscopía y la queiloscopía. Conclusión. La Odontología Forense es una rama de la Odontología que contribuye a la identificación de individuos vivos o cadáveres, yendo de la mano con aspectos judiciales y brindando ayuda a las familias a afrontar sus pérdidas, abarcando un aspecto médico-legal.
Abstract
Forensic Dentistry is one of the branches of Dentistry that identifies the bodies of missing or deceased people within a legal framework and is officially recognized by INTERPOL. In 1898 it was considered one of the main authorities in Forensic Medicine. Among the identification methods used, are the Bite Registration, being a comparison of the Antemortem and Postmortem state; Rugoscopy and Cheiloscopy making use of the labial furrows, palatal wrinkles and their negatives or traces of the deceased, to achieve a successful identification in extreme cases, such as those mentioned at the end of this article. Materials and methods. Systematic literature review of articles related to the subject, published on different scientific outreach platforms, in addition to scientific journals. Discussion. Dental identification is used as an auxiliary in legal aspects involving living individuals or corpses, which implies that there may be a margin of error, which will be reduced thanks to various types of techniques, among which the bite mark, rugoscopy and cheiloscopy stand out. Conclusion. Forensic Dentistry is a branch of Dentistry that contributes to the identification of living individuals or corpses, going hand in hand with judicial aspects and helping families to cope with their losses, covering a medical-legal aspect.
Introducción
En el presente texto, se abordarán la importancia, las aportaciones y métodos que ha usado la Odontología Forense para la identificación de cadáveres en un entorno jurídico. Así pues, es necesario mencionar que esta especialidad es un área con fundamentos biológicos y fisicoquímicos que, a su vez, justifican la relación del profesional dentro de un ámbito judicial gracias al uso de la ciencia y técnicas odontológicas para colaborar con la justicia, sustentando diversos conocimientos en una base científica que sea replicable con la intención de
contribuir a la resolución de problemas legales. Es importante señalar que “La Odontología Forense es la rama de la Odontología general que se aparta de la terapéutica y se relaciona de forma estrecha con el derecho y la medicina”¹. Asimismo, es definida como “La rama de la Odontología que trata sobre el manejo, el examen adecuado de la evidencia dental, la valoración y la presentación apropiada de los hallazgos dentales en interés de la justicia”². A partir de dichas citas, se puede entender la Odontología Forense como una disciplina derivada de la Odontología, relacionada al ámbito judicial, donde desempeña el papel de auxiliar en problemas legales a través del estudio sistemático de elementos del sistema estomatognático, contribuyendo a la identificación de individuos vivos o cadáveres, basándose en diversos aspectos fisiológicos por medio de técnicas de identificación, lo que resulta provechoso, puesto que su importancia o relevancia “es evidente en la identificación de cadáveres deformados, sea por el traumatismo o por la acción del fuego (…) o cuando el delincuente trata de impedir el reconocimiento e identificación de las víctimas”¹. Simultáneamente, la Odontología Forense está constituida por diversos ámbitos periciales, entre los que actualmente han destacado métodos para ayudar en la identificación de un cuerpo esqueletizado, calcinado o que no cuente con información sobre la identidad del mismo, esto se debe a la gran resistencia que presentan ciertos tejidos dentales a la descomposición. Además, la boca humana está constituida, generalmente, por 32 dientes con importantes diferencias métricas y morfológicas entre sí, haciendo que la probabilidad de que existan dos dentaduras exactamente iguales sean casi nulas. En cuanto a las técnicas utilizadas en la Odontología Forense, estas proporcionan evidencia sustancial mediante el análisis sistemático de diferentes elementos estomatognáticos, además de diferentes rasgos entre ellos personales, hereditarios, fisiológicos e incluso diferentes rasgos dentales adquiridos según grupos etarios diferentes, y su uso dependerá de las exigencias del caso en que se requieran.
Materiales y métodos Bases de datos
Para la realización de este artículo se realizó una revisión literaria de artículos referentes al tema, hallados en distintas bases de datos tales como la Biblioteca Digital UNAM, Scielo y PubMed; se consultaron, además, distintas revistas científicas de la salud y/o de divulgación científica, entre las que se encuentran la Gaceta UNAM, el International Journal of Odontostomatology y la Gaceta Internacional de Ciencias Forenses, y sin fijar un límite de tiempo en cuanto a las fechas de publicación, siendo así la más antigua una tesis para obtener el título de
Cirujano Dentista del año 2002, mientras que el más reciente corresponde al 13 de agosto de 2021.
Estrategia de búsqueda
Las palabras claves utilizadas en esta investigación fueron Odontología Forense, cadáveres, identificación y registros dentales. Las citas de las referencias seleccionadas y los enlaces a la bibliografía consultada fueron incluidas en esta revisión.
Antecedentes históricos
Históricamente hablando, se considera que, tanto la Odontología Legal como Forense, surgieron formalmente a partir de la publicación de “L’art dentaire en médecine légale”, por parte de Óscar Amoedo en 1898, siendo considerado en su época y, en palabras de Paul Camille Brouardel -una de las principales autoridades de la medicina forense francesa-, el tratado que llegó a llenar las lagunas existentes en cuanto al ámbito de la identificación médico-legal. De esta forma, ambas ramas fueron desarrollándose de forma paulatina y, en cierto grado, paralela, a lo largo de los años.
L'art dentaire en médecine légale (1898)3 . La Odontología Legal, en primera instancia, se dedicó a la resolución de los problemas surgidos entre el odontólogo y el paciente, encaminándose después en la formación de reglamentos e incluso incursionando en aspectos éticos, mientras que la Odontología Forense se limitó a la resolución de problemas de identificación. En cuanto a los primeros casos en los que se utilizaron registros dentales para la identificación, las fechas pueden remontarse hasta el año 66 d.C., año en el que Tácito -emperador romanodescribe en los Anales, el asesinato orquestado por Agripina y dirigido a Lollia Paulina, cuyo cadáver quedó irreconocible y únicamente fue identificado por la ausencia de un incisivo superior3 . Cabe destacar que se tiene registro en la literatura de el primer caso donde se realizó un proceso de identificación odontológica se remonta al año de 1897, presentado por el doctor Oscar Amoedo frente al Congreso Médico Internacional en Moscú; en él se describe un incendio ocurrido el 4 de mayo de ese año en París, Francia, resultando en el fallecimiento de 126 personas, de las cuales, 30 de ellas no pudieron ser identificadas visualmente o por los restos de ropas calcinadas, y que únicamente fueron identificadas mediante el uso y comparación de registros dentales. De esta forma, Amoedo estableció, en un nuevo trabajo presentado ese mismo año y bajo el título de “El rol del dentista en la identificación de las víctimas de la
catástrofe del Bazar de la Caridad”, la necesidad de un sistema internacional de diagramas de la dentición y una nomenclatura4 . Además, otra identificación famosa realizada por medios odontológicos, fue la que se realizó a los cadáveres deformados por el fuego de Hitler y su esposa Eva Braun, la cual se logró mediante la comparación de registros dentales que conservaba el dentista del führer, el Dr. Hugo Johannes Blaschke, con las indagaciones realizadas al laboratorista dental Fritz Echman, permitiendo la identificación y confirmación de la identidad de Hitler por parte de los peritos rusos, que llevaron a cabo dicha investigación. Mientras que para la identificación de su esposa se observaron ejemplares de prótesis parcial fija inferior derecha, confeccionada en oro y porcelana, y una obturación en distal del premolar superior izquierdo que iba a funcionar como apoyo de una prótesis parcial fija que nunca se realizó5 .
Foto de la presunta mandíbula de Hitler6 . Similarmente, en Estados Unidos, en el año 1979 Theodore “Ted” Bundy fue arrestado tras arrebatarle la vida a 33 estudiantes. Sin embargo, lo que posibilitó que la fiscalía convocara a los odontólogos R. Souviron, L. Levine y N. Sperber para la revisión del caso, fue una mordedura encontrada en una de las víctimas. La técnica de identificación y presentación ante la corte de la misma fue confirmada con tal exactitud, que se le encontró culpable por los hechos y fue condenado a muerte. La resolución favorable se debió sin duda al excelente estado de las huellas, las características distintivas dentarias de Bundy y la conformación de un equipo pericial de odontólogos, todos elementos probados exitosamente ya en el caso Marx7 .
Si apelamos a un símil, en una fecha próxima, Roy Allen Stewart, al igual que Ted Bundy, fue sentenciado a muerte debido a la identificación de su mordida en la cadera de una mujer violada y posteriormente, asesinada. En adición, podemos destacar dos casos, los cuales ocurrieron durante el atentado a las Torres gemelas en el 20018 y durante el gran tsunami que devastó las costas del Océano Índico, en los cuales fueron involucrados y analizados testigos dentales en la identificación de las víctimas. En cuanto a México, la Odontología Forense vio sus inicios en el año 1974, mismo en el que se fundó el Departamento de Investigación e Identificación de Odontología Forense, siendo sus fundadores y precursores el Dr. Roberto Muñiz Garibay y el Dr. Óscar Lozano y Andrade9 .
La importancia de la Odontología forense recae en su aspecto histórico, debido a que los dientes han sido los primeros elementos que el hombre ha utilizado para establecer la identidad de una persona que ha fallecido y que, debido a las circunstancias o características del deceso, terminan provocando una destrucción corporal a tal grado que los restos quedan irreconocibles, dificultando su identificación.
Técnicas de identificación
A pesar de que existen diferentes técnicas de identificación de cuerpos, no todas sirven correctamente al momento de la identificación de restos calcinados u osamentas, incluso algunos otros carecen de validez científica, por lo que es dudoso su grado de fiabilidad. Ahora bien, La Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL) gestiona 18 bases de datos policiales con información referente a delitos y delincuentes en tiempo real, accesible para todos los países. Se encarga de ofrecer apoyo a la investigación en materia forense, analítica o de ayuda para localizar a fugitivos en todo el mundo, facilitando el trabajo de los policías y sus homólogos. De esta forma, los métodos de identificación aceptados por la Interpol son: ● Huellas dactilares: al ser conservadas, son altamente fiables. Sin embargo, las huellas de la mayoría de las personas no están registradas, pudiendo tener un valor limitado. ● Odontología o examen dental: debido a su resistencia y morfología. ● Análisis de perfiles de ADN: ○ Directa: mediante una prueba obtenida en casa de una víctima. ○ Indirecta: mediante el ADN de los progenitores. ● Señales físicas: tatuajes, cicatrices o implantes quirúrgicos que puedan ser únicos de la víctima. En consecuencia, tanto la dactiloscopía (siendo ésta el estudio de las huellas digitales), como la huella genética (análisis de ADN), tienen alcances y límites de aplicación en determinadas circunstancias, por ejemplo, el análisis de ADN puede ser utilizado como un excelente reservorio para identificar a sujetos vivos o muertos, pero debido a la fácil degradación de las muestras, derivada de su exposición a temperaturas extremas, las mismas quedan inservibles; de igual forma, ambos estudios necesitan una base de datos de comparación, y por tanto, ambos métodos tienen usos acotados. Es aquí donde entra la Odontología Forense, la cual ha desempeñado un papel muy importante al momento de identificar a sujetos cuando las condiciones de investigación no son las convencionales.
Al mismo tiempo, según Vázquez10 , hay dos formas de identificación en la Odontología Forense: ● Identificación dental comparativa: los registros antemortem de una persona desaparecida se comparan con los datos post mortem obtenidos de la exploración de los restos de una víctima. Esto, con ayuda de información conseguida en registros médicos, odontológicos o por medio de sus familiares y mediante los datos recabados a partir del examen de los restos. ● Perfil dental: se elabora cuando no existen registros antemortem con los que se pueda hacer la comparación. Proporciona información acerca de la edad, afinidad biológica, sexo, estado socioeconómico y enfermedades.
Huella de la mordida
La identificación de cadáveres con importante deterioro debe poseer validez científica, fiabilidad y aplicabilidad en un plazo razonable de tiempo. Entre los métodos primarios, los análisis comparativos odontológicos son apropiados para este fin cuando puede contarse con dos informaciones cotejables: la proveniente de fichas y registros previos de la supuesta víctima, información antemortem (AM), y la obtenida de los restos información postmortem (PM). Tras esta comparación, el odontólogo forense podrá concluir en una identificación inequívoca cuando existe una certeza absoluta de que los datos PM y AM pertenecen a una misma persona.11
Sin embargo, existen errores críticos, los cuales pueden desembocar en una identificación errónea o una falsa exclusión, estos errores pueden ser el resultado de la ausencia de estándares, la falta de competencia de los profesionales, el ocultamiento o el fraude dentro de las mismas instituciones. Todas estas situaciones han sido reportadas a lo largo de la historia, tanto los éxitos como los fracasos, y las huellas de mordedura han sido las que han tenido una revisión actual muy interesante como se explica a continuación Entre las pericias de identificación odontológica forense, los análisis de huellas de mordedura han representado un tópico actual, relevante y controvertido pues la unicidad de la dentición, la confiabilidad de la piel como soporte y sus técnicas de análisis, han visto un fuerte cuestionamiento a partir de una relevante casuística de condenas injustas. Mientras la literatura especializada y más actual ofrece una permanente revisión sobre protocolos y normas para la cualificación de pericias y peritos, la literatura de habla hispana no sostiene un ritmo similar, con una escasa o nula actualización de contenidos adecuados en procedimientos, investigación o reportes de casos.8

Fotografía ejemplificante de una huella de
Mordedura como evidencia del juicio de
Arizona y Krone12 . [...] La evidencia de la Huella de Mordedura sugirió la alineación de la dentición de Krone con las heridas de la víctima. Un odontólogo forense testificó que esto mostraba que Krone era el mordedor [...]13 . Los antecedentes de la huella de mordida de manera documentada, se remontan a mediados del siglo XIX, dentro de la literatura se habla de un caso ocurrido en el año de 1870, donde Ansil L. Robinson, fue acusado de asesinato, siguiendo el principio de unicidad y con modelos dentales, tres odontólogos consiguieron identificar a Robinson como el único culpable de haber mordido a la víctima, sin embargo, se alegó que los modelos no replicaban exactamente a una boca humana fue aceptado por el jurado y Robinson fue exonerado, este caso sentó el primer documento judicial en Estados Unidos donde se presentaron pruebas odontológicas como evidencia en un juicio. Existieron varios casos más durante el siglo XX; en 1954 se condenó a James A. Doyle por robo, después de ser identificadas sus huellas dentales en un trozo de queso que había mordido. En 1976 Richard Milone fue condenado por el asesinato de una niña, este caso fue muy significativo, siendo conocido como la “batalla de los peritos” donde once odontólogos forenses se vieron involucrados. Y ese mismo año se crea el American Board of Forensic Odontology (ABFO). Ahora bien, la controversia tiene lugar durante la segunda mitad del siglo XX e inicios de los 2000, durante este tiempo hubo una oleada de revisiones de casos y exoneraciones debido a diferentes errores al momento de presentar las diferentes pruebas en los casos. Por ejemplo; En 1987, Calvin Washington Y Joe Sidney Williams fueron sentenciados a cadena perpetua por violación y asesinato gracias al análisis de sus huellas de mordedura realizados por un odontólogo forense, en 2001 Washington fue exonerado y revindicado gracias a las pruebas de ADN que implicaron a otro hombre. En 1992, Roy Brown fue acusado de asesinato, aunque no existía una relación entre él y la víctima, fue condenado a cadena perpetua debido a una huella de mordedura analizada por un odontólogo sin experiencia forense, que incluso justifico las discrepancias entre la huella y la dentadura del acusado, quince años después, en 2007, las pruebas genéticas lograron determinar que otro hombre era el culpable. A partir de la gran oleada de casos exonerados provocados por pruebas de mordedura erróneas en 2008, se publica “The individualization fallacy in Forensic Science Evidence” donde los investigadores Saks y Koehler hablan sobre cómo el procedimiento de cotejo de informaciones, el cual es
básico para una identificación fehaciente, se puede ver afectado por malinterpretación o simple azar si una de las muestras está sesgada. Más tarde, en 2009, la National Academy of Sciences (NAS) publica un informe donde se exponen las necesidades científicas y forenses junto con sus posibles soluciones, después de analizar el papel ejercido por los odontólogos forenses en los análisis de huellas de mordeduras, este informe admitió que existe una gran controversia alrededor de la misma y su valor y confiabilidad. Según Senn & Souviron, los casos controvertidos son una excelente oportunidad de aprendizaje y de revisión permanente de cada uno de los factores que los afectaron en su desarrollo. Más importante aún, se puede comparar a los encarcelamientos injustos con un accidente aéreo, donde rara vez son el producto de un único fallo, pero una pericia sesgada o aberrante no puede dejar de ser considerada, fundamentalmente, por el papel jugado por el experto, por su experticia, por la introducción de ésta en el proceso penal o por el control y guarda del juez y de la contraparte.8
Rugoscopía y Queiloscopía
Aunque existen métodos de identificación humana más o menos frecuentes en uso, todos ellos se soportan en la comparación inequívoca, científica y fiable, de una información conocida con la obtenida de los restos o de las huellas a procesar. Desde una perspectiva odontológica forense, los surcos labiales, las rugas palatinas y sus negativos o huellas, han sido reconocidos como patrones morfológicos que permitan identificar a una persona en circunstancias específicas.12
Estos elementos morfológicos han sido estudiados de manera comparativa e independiente, con el objetivo de poder detectar las características individuales y poblacionales que permitan reforzarlos como una herramienta significativa, así pues, tanto la Queiloscopia (estudio de las huellas labiales) y la Rugoscopia (estudio de las rugas palatinas) pueden llegar a definir rasgos únicos para cada individuo, por lo tanto, son utilizables para una identificación forense. Rugoscopia: Este término fue acuñado por el investigador español Trobo Hermosa, su fiabilidad se sirve de la inmutabilidad de los tejidos que rodean las rugas palatinas, su posición dentro de la cavidad oral, rodeadas por dientes, lengua y mejillas, lo que situaría a las rugas palatinas en una ubicación bastante protegida de los traumatismos y del fuego. Desgraciadamente, el uso de esta técnica es bastante infrecuente, siendo el caso del accidente aéreo de 1995 el tercer y último caso más reciente donde se reporta el uso de la rugoscopia como método de identificación, durante este siniestro, el fuego carbonizo a 34 personas, de las cuales 7 fueron identificadas exclusivamente por odontología, y una en particular logró ser identificada por la comparación de las rugas palatinas de su prótesis
superior con una de repuesto que poseían los familiares.

Nueva propuesta de diseños de las rugas palatinas, con diseño, clasificación y nomenclatura de las mismas14 . Queiloscopia: Se ha definido como el estudio de los patrones morfológicos de los surcos labiales y las huellas que estos dejan. Con esta técnica existe un panorama bastante curioso, mientras que en la literatura existen una variada y abundante cantidad de trabajos que sugieren clasificaciones, aplicaciones y métodos de recolección, los reportes de casos en los que la Queiloscopia ha sido usada con éxito, no guardan una relación proporcional con estos estudios. El caso más citado por la literatura lo constituye el caso de la huella en el parachoques, el cual fue un caso de atropello y fuga, el automóvil sospechoso fue identificado y la relación con la víctima se pudo establecer por una huella labial encontrada por los equipos de investigación en el parachoques del automóvil.

Patrones de impresiones labiales (queiloscopía)15 .
Como se ha mencionado anteriormente, los diferentes métodos para la identificación de cadáveres haciendo uso de la odontología es un campo aún sin explorar completamente, sin embargo, se toman en cuenta tres grandes rasgos para realizar ésta, los cuales son: En primer lugar, la estimación del sexo en la cual a partir de los registros métricos de las coronas de los dientes podemos basarnos en los partones que dejan las caras oclusales y cervicales, para así, obtener una estimación aproximada del sexo de la persona. El segundo rasgo que, a pesar de no lograr con una completa exactitud, su propósito sirve como herramienta para este reconocimiento, es la estimación de la edad que igualmente se puede obtener gracias a las mediciones de la transparencia de la dentina radicular y midiendo las proporciones de los dientes, mediante radiografías. El tercero, pero no menos importante, es la ancestría en la cual el investigador Gil-Chavarría y sus
compañeros, proyectan el análisis de carácteres no métricos de poblaciones contemporáneas, para poder inferir en la dinámica de población y mestizaje en méxico. “No obstante, en los protocolos de las procuradurías del país, la ancestría ni siquiera está considerada como uno de los objetivos de la odontología; en la mayor parte de los casos es una tarea del área antropológica. En un contexto de identificación, en el que únicamente se dispone de dientes, se tendría que obtener de éstos la mayor información posible”. (Investigación forense a partir de dientes y huellas labiales, 2018).
Actualidad
Al mismo tiempo, la comparación antemortem y postmortem, en la identificación de cadáveres debe cumplir con ciertos criterios: ● Concordancias importantes. ○ No más de tres discordancias considerables. ● Una antigüedad de datos premortem no mayor a tres años. Un dato a considerar, es que el Protocolo para el Tratamiento de Identificación Forense de México de la Procuraduría General de la República, en el decreto dos, relativo al tratamiento de cadáveres y restos humanos para la obtención de datos postmortem, en el punto número uno, menciona los lineamientos específicos en la Investigación Forense, destacando la importancia de que los exámenes generales deben ser realizados por expertos forenses de acuerdo al ámbito de sus competencias y cumplir con la normatividad correspondiente. En el punto 2.2.1 se da información del lugar de intervención al alcance del médico forense, el cual puede acudir al lugar de intervención para dar descripciones detalladas previa a la recuperación del cadáver, de la localización exacta, hora y fecha, descripciones externas y de prendas, posibles testimonios, fotos, videos, señalar las evidencias recuperadas, presencia de documentos de identificación y si el deceso ocurrió en el hospital, solicitar la historia médica legal. Por otro lado, en el 2.4, relativo a la Odontología Forense, se describen los requisitos mínimos en la práctica de la misma, en cadáveres no identificados, donde el informe pericial se debe limitar a contener datos como: 1. Antecedentes: datos de identificación del cadáver, presentación del perito, planteamiento del problema, descripción del material de estudio, antecedentes, fecha y hora del análisis. 2. Descripción de hallazgos: radiografía, examen externo e interno, toma de muestras y diagramas. 3. Anexos: series fotográficas. 4. Relación de muestras: con descripción y documentación.
5. Conclusiones: hallazgos con documentación y expediente del caso. En último lugar, es necesario destacar que, con base a los datos del Protocolo para el Tratamiento e Identificación Forense de México y a los datos analizados en éste artículo, se puede deducir que los principales campos de acción de la Odontología Forense son: ● La identificación de sujetos vivos. ● La identificación de víctimas en catástrofes. ● Evaluación de mordeduras en caso de lesión. ● Estimaciones de edad. ● Exámenes generales y análisis de caracteres.
Cadáveres calcinados
Retomando lo visto en el artículo, resulta claro que la Odontología Forense es especialmente útil en los casos en los que los cadáveres se encuentran incinerados, quemados, calcinados o carbonizados ya que ésta especialidad hace uso de aspectos fisiológicos, hereditarios y variaciones adquiridas mediante el análisis de los órganos dentales, lo cual es comprobable gracias a su resistencia a altas temperaturas de hasta 1600°C. Esto es posible “sin pérdida importante de su microestructura, por lo que permanecen casi intactos mucho tiempo después de que los tejidos blandos y esqueléticos se han destruido por incineración”16 . En cuanto a los materiales dentales, su alteración depende de los elementos que los componen, variando en resinas y ionómero de vidrio entre 500-100°C, la porcelana dental varía de 870-1370°C, mientras que las aleaciones van de 1290-1880°C, lo cual posibilita la identificación de sujetos quemados, incinerados o carbonizados. Además, es posible informar sobre la temperatura aproximada de calcinación basándose en los cambios fotográficos, radiográficos y del color, evaluando visualmente los cambios morfológicos, datos que han aportado importantes registros en eventos históricos, como el atentado a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.

Cambios morfológicos dentales en relación a la exposición a altas temperaturas17 .
Discusión
Actualmente, la identificación dental es empleada como auxiliar en aspectos legales que involucran individuos vivos o cadáveres, sin embargo, la única manera en que éstos datos sean inequívocos, son a través de los registros antemortem y su comparación con la información postmortem, lo que implica que puede haber un margen de error, el cual será reducido gracias a diversos
tipos de técnicas, entre las que se destacan principalmente, la huella de la mordida, la rugoscopía y la queiloscopía. Así, el paradigma de la Odontología Forense debe continuar haciendo las consultas pertinentes para reforzar sus análisis y conseguir un margen de error mínimo.
Conclusión
Recapitulando, la Odontología Forense es una rama de la Odontología que contribuye a la identificación de individuos vivos o cadáveres, proporcionando evidencia sustancial mediante el análisis de diversos elementos estomatognáticos y la huella de mordida mediante métodos como la Rugoscopia y Queiloscopia. Es importante saber que esto va de la mano con los aspectos judiciales y es posible poner a disposición de la misma para ayudar a los familiares a afrontar la pérdida de sus seres queridos y abarcar un aspecto médico-legal.
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