AMIC quiso destacar “es una manera de entender la cooperación muy interesante y respetuosa, porque demuestra un gran respeto por la entidad colectiva del país donde trabajan, por su cultura, los orígenes, la lengua… Además, han escogido dar las herramientas y los recursos a las mujeres porque son el pilar de esta sociedad y porque, de esta manera, puedan tirar adelante su país y su sociedad”. Jordi Pujol, por su parte quiso reconocer la labor de ambas asociaciones, “pero también lo que significa para nuestro país tener personas emprendedoras, no sólo en el ámbito de la empresa, sino también de la cooperación”. Por su parte, el Dr. Iván Mañero, presidente de la Fundación DrIM, remarcó todo el trabajo hecho hasta ahora “y lo mucho que queda por hacer. Somos conscientes de que lo que hacemos son sólo gotas de agua, pero ¿qué es el mar, sino la suma de un montón de gotas de agua?. La sonrisa de las personas, pero especialmente la de los niños a los que a través de nuestros proyectos se les abre un nuevo futuro es nuestra mejor recompensa”. También destacó que “no pretendemos cambiar Guinea Bissau, sólo ayudarles a encontrar las herramientas necesarias para que ellos hagan crecer su país”.
EL APOYO AL DESARROLLO DE LA MUJER EN GUINEA BISSAU FUE UNA DE LAS IDEAS PRINCIPALES DE LA VELADA. Uno de los momentos más emocionantes fue la entrega del Premio al Voluntariado que ya lleva tres ediciones, y que este año recayó sobre Juan Carlos Ruíz, un voluntario que desarrolla su actividad desde el Hospital Clínic de Barcelona. De esta manera, la ONG AMIC quiso subrayar su ayuda inestimable para conseguir dotar el Hospital Pediátrico y Maternal tanto con material como aparatología y mobiliario. La cena benéfica se desarrolló alrededor de una idea: “El importante papel de la mujer en el desarrollo de Guinea Bissau”. Por ello
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