La Profecía de Moisés sobre La Bendición Prometida en La Tierra De Parán Antes de su muerte, Moisés (la paz sea con él) les dio noticias benditas a los Hijos de Israel, que se mencionan en el Libro de Deuteronomio: “Esta es la bendición con que Moisés, el hombre de Dios, bendijo a los israelitas antes de morir. Él dijo: ‘El Señor vino del Sinaí, brilló para ellos desde Seír; resplandeció desde el monte Parán y vino con diez mil santos: a su diestra la ley de fuego. Él ama de veras a los pueblos; ¡todos sus santos están en tus manos! Ellos se postran a tus pies, cada uno recibe tus palabras.’” Deuteronomio 33: 1 – 3. El profeta Habacuc confirma esta profecía, cuando se refirió a las noticias que le hicieron temer, porque indicaban la transferencia de la profecía lejos de su pueblo de los Hijos de Israel. Dijo: “Dios vendrá de Temán, y el santo desde el monte de Parán. Su gloria cubrió los cielos, y la tierra se llenó de su alabanza. Y el resplandor fue como la luz; rayos brillantes salían de su mano, y allí estaba escondido su poder. Delante de su rostro iba mortandad, y a sus pies salían carbones encendidos. Se levantó, y midió la tierra; miró, e hizo temblar las gentes; los montes antiguos fueron desmenuzados, los collados antiguos se humillaron. Sus caminos son eternos.” Habacuc 3: 3 – 6. Antes de analizar este texto, veamos las mayores diferencias en las traducciones. En la septuagésima traducción: “y se le informó de la montaña de Farán, y a su derecha había miles de ángeles purificados, por lo que les dio a ellos y los amó, y fue misericordioso con su pueblo, y los bendijo y los elevó, cuando se dieron cuenta de sus pasos, y aceptaron sus palabras. Moisés se presentó similar a ellos a nosotros, y les entregó una herencia para el pueblo de Jacob.”
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