Cinder

Page 158

Sin embargo, allí seguía él, esperando. Al cabo de una larga pausa, el joven enarcó ambas cejas como invitándola a contestar. —¿Dis… disculpadme? Kai se aclaró la garganta y se puso derecho. —Supongo que irás al baile, ¿no es así? —No… no lo sé. Es decir, no. No, lo siento, no voy a ir al baile. Kai retrocedió, desconcertado. —Ah. Bien… Pero… puede que ahora quieras pensártelo, porque soy… Bueno, ya sabes. —El príncipe. —No estoy fanfarroneando, es solo lo que soy —se apresuró a matizar Kai. —Lo sé. Cinder tragó saliva. El baile. El príncipe Kai estaba pidiéndole que lo acompañara al baile. Sin embargo, esa sería la noche en que Iko y ella se irían de allí, siempre que el coche estuviera listo a tiempo. La noche de su huida. Además, él no sabía a quién, mejor dicho, a qué estaba invitando. Si supiera la verdad… ¿Acaso no se avergonzaría si alguien lo descubriera? Kai removió los pies, lanzando una mirada nerviosa al médico. —Lo… lo siento —tartamudeó Cinder—. Gracias. Yo… Gracias, Alteza. Pero, con todos mis respetos, debo rechazar vuestra invitación. Kai parpadeó. Bajó la mirada, tratando de digerir la respuesta. Acto seguido, alzó la barbilla e intentó esbozar una amplia sonrisa, aunque a nadie se le escapó su desilusión. —No pasa nada. Lo entiendo. El doctor Erland se apoyó contra la mesa. —Mis más sinceras condolencias, Alteza. En más de un sentido, parece ser.

158


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.