
1 minute read
Integral Beauty World Magazine
Ese día, 12 años atrás, empecé a desarmarme parte por partes para volverme a armar más fuerte, poderosa y valiente. Aprendí a encontrar y aceptar ayuda. Solté mis anclas para que me crecieran alas. Me dediqué en cuerpo y alma a salvarme a mi primero porque mi hijo dependía de mi victoria. Todo lo que me dijeron que era imposible, yo lo hice y lo creí. Hoy, a mis 48 años, ayudo a otras madres a salir de la oscuridad y encontrar su propia radiante expansión.
Advertisement