EL CATECUMENADO EN LA IGLESIA Desarrollo histórico y concepto
Introducción histórica 1. Origen y desarrollo histórico del Catecumenado Desde los inicios de las comunidades cristianas del siglo I d.C. es posible rastrear lo que serían los primeros vestigios del catecumenado. La idea de un período de instrucción inicial para los que se querían integrar en la comunidad no es original de los cristianos. En algunas comunidades judías, como los esenios, era una práctica común una “iniciación progresiva por etapas”1. También podemos rastrear algo similar en escritos rabínicos del siglo primero, en que se estipula la predicación para la conversión de los prosélitos (convertidos al judaísmo), además de algunos exámenes previos a su admisión. En el Nuevo Testamento encontramos que antes de recibir el bautismo era necesario un tiempo de preparación adecuada (Cfr. Hch 2,37-‐39; 8,26-‐40), especialmente podemos apreciar esto en el caso de Cornelio (Hch 10). Sin embargo no sería hasta los siglos II y III de la era cristiana en que se configuraría en la Iglesia el catecumenado como una institución con características más definidas. Lo anterior se debe a que antes de la conversión del emperador Constantino, la Iglesia vivía una compleja situación de persecución violenta que hacía necesario un discernimiento serio, tanto del individuo que deseaba abrazar la nueva fe, como de la comunidad que lo acogería. Esta situación cambió de manera radical cuando el Imperio Romano adoptó el cristianismo como religión oficial. Las conversiones se multiplicaron por varios motivos, que muchas veces excedían al de un verdadero y recto deseo de abrazar la fe, y esta verdadera avalancha de candidatos al bautismo hizo extremadamente difícil para la Iglesia mantener el catecumenado de la forma en que se había vivido hasta entonces. Se acortaron los plazos, relajaron las exigencias, y al fin y al cabo la institución se convirtió en algo muy distinto de lo que había sido hasta ese momento. El cambio fundamental implicó que se pasó de un camino previo al bautismo a uno posterior, en el proceso de interiorización de la fe. O sea, primero se bautizaba y después se intentaba instruir al converso en las verdades de fe. De todos modos sería un error pensar que el catecumenado había desaparecido de la vida de la Iglesia, sino más bien había adquirido un nuevo rostro. Este cambio, sin embargo, permitió que se profundizara acerca de la doctrina sobre el bautismo y los sacramentos en general, junto con todo el depósito de la fe, que de modo extensivo se fue explicitando de otras formas gracias a sabios pastores de la Iglesia que profundizaron sus contenidos con preclaras reflexiones. En el siglo VI nos encontramos con una Iglesia que ha comenzado a perder el vigor de sus primeros años, con miembros “catecúmenos” que preferían permanecer en ese estado, así podían 1
Texto extraído del libro “Conceptos fundamentales del cristianismo”. Casiano Floristán y Juan José Tamayo, editores.
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usufructuar los privilegios sociales de ser “cristiano” sin comprometerse a la vida de fidelidad que se les exigiría después de recibir el bautismo. Además comenzó a disminuir drásticamente el bautismo de adultos, y se pasó a bautizar en mayor número a los niños. La suma de estos factores, junto a otros, hizo que en la práctica el catecumenado en cualquier forma desapareciera de la vida de la Iglesia. Se consideró erróneamente, que el Bautismo provocaba la conversión de la persona, y se dejó de percibir la necesidad de esa conversión previa a la recepción del sacramento (Cfr. Hch 2,37-‐39). 2. Definición. Se entiende por catecumenado el proceso, o propiamente, itinerario por medio del cual la persona adulta que ha conocido a Cristo y aceptado su salvación, inicia un proceso de conversión y conocimiento de las verdades de Fe. De manera tal que pueda transformar su vida según el modelo de Cristo, participando de su Misterio Pascual por la gracia de los sacramentos, en particular por la inserción inicial en la Muerte y Resurrección de Cristo, por medio del bautismo. Este proceso se identifica por la serie de catequesis y de ritos litúrgicos que progresivamente va recibiendo el candidato hasta concluir con la celebración de los tres sacramentos de iniciación cristiana (Bautismo, Confirmación y Eucaristía) en la noche de la Vigilia Pascual.
Catecumenado e iniciación cristiana Pero, ya desde el principio, queremos aclarar que el catecumenado no debe entenderse como una pieza solitaria, sino como un elemento importante y necesario de un proceso global, que abarca diversos aspectos integrantes, en orden a “hacer” de alguien un verdadero cristiano, y a renovar la comunidad cristiana, extendiendo el reino de Dios en el mundo, Todo catecumenado verdadero sea que se realice antes o después del bautismo, es de iniciación y para la iniciación a la verdad de la fe y de la vida cristiana. De la misma manera que no se puede hablar de catecumenado sin hablar de evangelización, así tampoco puede pretenderse hacer un catecumenado son replantearse la misma iniciación. La finalidad y esencia de toda iniciación, y en concreto de la iniciación cristiana puede describirse como un proceso de referenciación vital al “arquetipo” o modelo originario (Cristo); como un proceso de “muerte iniciática”, por lo que se abandona lo anterior para venir a vivir algo nuevo; como un “nuevo nacimiento” por el que se acepta una vida y sentido nuevos; como un “transito”, que implica a la vez separación, prueba y reintegración en una nueva comunidad; como un tiempo y espacios especiales para la transmisión y apropiación personal y existencial de las normas, valores y símbolos propios
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del grupo a que se inicia; como un momento de revelación y experiencia de lo sagrado, de Dios. El catecumenado es precisamente el medio más importante, que por su contenido, dinámica y estructura, posibilita la realización de esta iniciación. Su carácter iniciático se manifiesta sobre todo en que es tránsito de una situación de no-‐fe a otra de verdadera fe; transformación del corazón y reorientación de la vida o conversión; momento de prueba y decisión; paso a una nueva vida o “renacimiento”; proceso de adaptación a unos valores y normas ; procesualidad duradera en espacio y tiempo especiales; experiencia de Dios y fascinación del evangelio; preparación al bautismo con todo su simbolismo iniciático de “muerte y resurrección”; descubrimiento e integración en la nueva comunidad de la Iglesia. Los mismos nombres que se dan a los que siguen este camino o proceso catecumenal, indican su carácter iniciático, engendrador, transformador: los que despiertan su interés por ser cristianos (Sympatizantes) -‐ los que se deciden a prepararse al bautismo (Catechumeni) -‐ los que son aceptados a recibir el bautismo (Competentes) -‐ los que han iluminado su mente y su corazón con la fe (Illuminati) -‐ los que han vivido el “nuevo nacimiento” por el bautismo (Neophiti) -‐ los que en fin han venido a incorporarse a la nueva comunidad de los fieles (Christifideles laici).2
La recuperación del Catecumenado: desde el Concilio Vaticano hasta nuestros días El Concilio Vaticano II con el deseo de revitalizar la vida de la Iglesia propuso la restauración del Catecumenado. “Restáurese el catecumenado de adultos dividido en distintas etapas, cuya práctica dependerá del juicio del ordinario del lugar; de esa manera, el tiempo del catecumenado, establecido para la conveniente instrucción, podrá ser santificado con los sagrados ritos, que se celebrarán en tiempos sucesivos”.3 La respuesta de la Iglesia al llamado del Concilio, será el RICA, que la Iglesia de Santiago propondrá a modo de itinerario bíblico y kerigmático. 2
Borobio, D, Aula de Teología de la Universidad de Cantabria Ciclo II: La celebración de los sacramentos, hoy. El catecumenado y su situación en la Iglesia actual. Recuperado del sitio de Internet de la Universidad de Cantabria. Recuperado del sitio de Internet de la Universidad de Cantabria, Aula de Teología, http://www.unican.es/NR/rdonlyres/00013630/urhjgnhvsgatyclqcpyokjvxrzocrrpc/ElRitualdeInciaci%C3%B3nCristianade Adultos.pdf 3 SC 64. Material elaborado para el curso de Introducción a la Catequesis de Iniciación Cristiana de adultos online.