824526 _ 0284-0304.qxd
4/4/07
13:55
Página 289
UNIDAD
U
n día, Gepeto, un viejo carpintero, hizo un muñeco de madera al que llamó Pinocho.
«Ojalá fuera un niño», pensó el anciano al terminar. Esa noche, apareció el Hada Azul y le dijo al muñeco: –Podrás andar, hablar… Pero solo si eres bueno, te convertiré en un niño de verdad. A la mañana siguiente, Gepeto se llevó una gran sorpresa al ver a Pinocho. ¡El muñeco era casi un niño! Así que decidió mandarlo a la escuela.
15
Aprender a aprender Observe si sus alumnos, cuando leen en voz alta, interrumpen la lectura y tienen que retroceder con frecuencia. Es normal que repitan una palabra nueva o palabras de difícil pronunciación. No obstante, si en algún caso se produce con demasiada reiteración, procure que esos niños realicen más práctica de lectura.
Por el camino, un malvado zorro propuso a Pinocho: –¡Vente conmigo a la Isla del Placer! Allí, Pinocho se divirtió muchísimo. Pero cuando empezaron a crecerle orejas de burro, huyó asustado. Al llegar a casa, Pinocho no encontró a Gepeto. El anciano había salido a buscarlo y… ¡se lo había tragado una ballena! Sin pensárselo dos veces, Pinocho se lanzó al mar
Tratamiento de la información Si es posible, lleve al aula algún libro, vídeo o DVD sobre ballenas para que los niños adquieran conocimientos sobre estos mamíferos marinos.
y acabó también dentro de la ballena. ¡Qué alegría encontrar allí a Gepeto! Pero ahora había que escapar. Pinocho y Gepeto encendieron una hoguera dentro del animal. Con el humo, la ballena estornudó y… ambos salieron disparados, sanos y salvos. El Hada Azul se enteró de lo ocurrido y convirtió a Pinocho en un niño de verdad. Por fin, Pinocho y Gepeto pudieron vivir felices. doscientos uno 201
Otras actividades Lectura del cuento. Proponga a los niños que realicen una lectura silenciosa y, a continuación, una lectura en voz alta y en cadena. Corrija la pronunciación y la entonación cuando sea necesario. Después, pregúnteles si saben cuál es el oficio de carpintero: trabajan la madera, hacen muebles y otros objetos, como puertas y ventanas, por ejemplo. Pida a los niños que comenten las acciones que realiza el Hada Azul y expresen sus opiniones sobre este personaje. Aproveche para que mencionen hadas de otros cuentos. Se puede recordar a las hadas de La Cenicienta o de las de La Bella Durmiente.
Trabajo con onomatopeyas. Imite el estornudo de la ballena: Achuuuuum… Si lo estima oportuno, vuelva sobre la grabación para que los niños lo recuerden. Pídales que lo repitan en el aula. A continuación, puede escribir en la pizarra la onomatopeya del estornudo humano, ¡achís!, para que lo imiten también. Proponga, en forma de juego colectivo, otras onomatopeyas para que los niños las digan de dos maneras diferentes: como lo haría un personaje de gran tamaño y como lo haría un personaje pequeño. Por ejemplo: ● Ji, ji, ji…: la risa de un caballo y de una hormiga. ● Buaaa, buaaa: el llanto de un gigante y de un enanito.
201