Los volátiles

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Los volรกtiles ________________________________________ Poetas Mexicanos nacidos entre 1979-1995



México recrea su poesía más allá de un apartado postal.

Esta generación de poetas a través de sus palabras y su mirada vivencial recrean situaciones para develar la complejidad del presente y el oleaje de la vanguardia , su trabajo poético es armónico, alude a recuerdos ;explorando las nuevas formas del verso y haciendo una ruptura con las formas tradicionales de la poesía , sin dejar atrás su ley de vinculación con su propio lenguaje para abordar lo humano, lo experimental, sus voces son el sonido de la nuevas generaciones que se están gestando en distintas ciudades cubiertas por la sombra del olvido pero iluminadas con la cadencia prodigiosa de su poesía . Son estos los versos para un futuro lleno de esperanza.

Ingrid Bringas



ÍNDICE LOS VOLÁTILES SON:

Yohanna Jaramillo

Alejandra Retana Betancourt

Odvidio Reyna García

Ingrid Bringas Martínez

Antonio Luna

Laura Elena Cáceres

Francia Perales

Arturo de la Barrera Rodríguez

Oscar Monroy Olguín

Jorge Posada

José Manuel D. Dominguez

Alegs Garrigóz

Míkel F. Deltoya

Jesús de la Garza

Rafael Lomelí

Alejandro Baca

Juan Manuel Zermeño Posadas

Ángel Vargas

Jorge Manzanilla

Matza Maranto

José Antonio Íñiguez



Los volátiles / Yohanna Jaramillo (1979)

23.01.2014 Si supieras que eres más que las diez de la noche, y por eso el churro de las 4:20 de la madrugada, algo así de más como el e-mail esperado, la llamada, que siempre se contesta. Si supieras que cada verso que escribo lo voy releyendo en Daley para ti. Sé manejar las ondas cerebrales, sé de metales y energía, sé del carbono y de mis antenas-cabellos, sé que las verduras en el fuego se agrupan, sé el secreto del brócoli. <<Le gusta ser la Drag queen de las hortalizas.>>

Sé que lo único que no crece con el calor y el agua es el Tiempo, por eso ese Sol estático por eso este Planeta inquieto. Sé que todas las Masas que flotan nos pertenecen, les pertenezco, nos pertenecemos. Y giramos, y nuestras prisas y giramos, no te alcanzo y giramos, me alejo y giramos, escribo la realidad y giramos.


Los elementos químicos de nuestros huesos, los Quarks nos hacen que rotemos y giramos, sin vomitar giramos, un giro en slowmotion el trompo de “alguien” estalló con la velocidad lanzada, a mayor velocidad las partículas se desagrupan, y todavía dijeron un giro más y nos vamos, y se fueron y nos dejaron, y girando. Si supieras digo como poet@ antigu@, como si no existieran verbos contemporáneos cuando se habla de amor, ésa rara creación de la sociedad, pero que vicia. Por eso escribo ésto en gotero, soy de lento aprendizaje, me acuso de no tener ética, en ésta investigación.


SI ME PONEN UN 4 CON UN 5 LO SUPERO

Soy el narcocorrido y me rehúso llevo en el torrente sanguíneo balas gusanos bajo la piel buscando escondite (Olvidan que el que se esconde algo pierde) Busco la mirada del padre en un cuerpo sin cabeza. Busco la cabeza del padre sin mirada. Busco al hijo de mis futuros hijos. Canto triste con la vecina. Y tiro larvas expansivas Como si fuese el festejo más jodido de la humanidad.

Y se escucha a lo lejos el Dios te bendiga. Y en la calle se dice que Dios así lo quiso. Y té de agua bendita no sale de ningún par de ojos. Si yo creyera en un Dios, para mí sería un gran hijo de puta.

Soy la Hummer blindada que este Gobierno no atravesará.


Los volátiles / Alejandra Retana Betancourt (1994)

I Quien no tiene el cuerpo leve no debe adentrarse en el agua. Sé que flotas, pequeño dios, sobre tus propias lágrimas.

II Descubrí que mi soledad cancela la ansiedad.

No estoy mejor por mi cuenta

pero esta paz tan placentera no puede ser compartida.

III Hay verdades absolutas que no salvan a nadie.


IV La Ciudad de México es un vivero de bocas y de la tuya brotan focos fundidos bicicletas amarillas manos limosneras sueños de profeta latas de refresco bonsáis huérfanos música extranjera humo azul y verde torres que resisten terremotos.


Los volátiles / Odvidio Reyna García (1982)

Vacío spleen

Hoy me regalaron una libreta quesque para llenarla de poemas

esbocé una sonrisa y agradecí el obsequio:

por dentro la boca del estómago supuró bilis y tembló Roma por los fuegos de Nerón.


Confesión de un suicida fanático mientras se sacude los hombros en la estación del metro

Cada día que espero el metro para ir al trabajo volteo a las vías y pienso: qué guapas se están poniendo creo que me estoy enamorando.

Una voz lejana le responde:

Polvo serás mas polvo enamorado.


Los volátiles / Ingrid Bringas Martínez (1985)

La noche que Pablo se pegó un tiro yo leía a Sylvia Plath

Que nos galopen dulcemente una bandada de lágrimas los suicidios están escritos hasta en la sopa de letras en cambio tu Pablo lo has hecho excepcionalmente bien yo he fingido no darme cuenta de tu ausencia le he dado un manotazo a esos murciélagos de los recuerdos vacilo acerca de ti, y me río con Sylvia los bichitos me hablan de desconocidas flores tu edad ha vuelto, esta realidad cuajada velada a orillas del bosque que nos den un tiro que nos cuelguen de un fuste que no se nos caiga el ombligo aquí retumba la vida yo no tengo valentía del jodido día que vendrá mañana.


Ultramarina Esa chica ochentera ya no se desgarra el porno encaje de su falda ella con åvido llanto ha sabido bordarse las pasiones de un atardecer sobre el tapiz del suelo /resiste al sol con la nieve blancura de muslos se desnuda hasta la rodilla y festejamos juntos la belleza del vicio de las horas extras de la falsificada historia de un asno de ojos azules bebemos alcohol negro para opacarnos la intimidad la posible tristeza yo me meto en los sueùos del rock en los sueùos debajo de su falda que huele a amapolas frescas chorreante, enceguecedora y yo corro, corro ,corro‌


Los volátiles / Antonio Luna (1982)

A las navajas La navaja guarda un extraño parentesco con el hacha, miles de años las separan. Léase esta fábula: cuando el ser humano creó la primera hacha de mano —gracias al golpeteo incesante de una piedra contra otra— desarrolló, casi paralelamente, el habla y, a su vez, la sociedad. De este modo, el hacha y la navaja viven en la misma casa, respiran el mismo aire. Lorca tenía razón cuando decía “más vale sollozar afilando la navaja”. Todo el absurdo de nuestra realidad se entrevé cuando alguien desenfunda la navaja de un cúter ¡prrt! y la ostenta como un arma. A las navajas les gusta señalar lo cerca que está la locura


de nuestra vida cotidiana, les gusta cortar el límite entre lo bello y lo siniestro. Sin embargo, tienen una debilidad, una fuerte propensión a enamorarse de los que las utilizan en actos de ilusionismo o de azar. Las navajas, y sus amigos los cuchillos, desfilan entre los aditamentos del ilusionista de nuestros días. Algunos introducen en su boca un par de afiladas espadas —navajas adultas—, otros hacen girar a una mujer atada a una superficie redonda, se vendan los ojos y se dedican a lanzar cuchillos —navajas con mango de madera— con un placer inenarrable. Hay toda clase de navajas, quizá la más agraciada


sea la que ocupa el barbero para rasurar el vello facial, —con la misma que da el retoque al cabello de la nuca—. Están también las que grácilmente se han acoplado al mundo de la cocina y sirven para pelar papas o pepinos. La navaja más prodigiosa es la que corta el cordón umbilical de un bebé después de haber nacido del vientre de su madre. A partir del filo y la sangre aprendemos a amar en este mundo.


Los volátiles / Laura Elena Sosa Cáceres (1982)

A un cigarro Tu rostro, calavera de mil estrellas, extiendes serpientes en venas, tu beso gris es el momento sempiterno, todo se rompe en cristales perenes. Ojos, alimentos de larvas, la lengua es metal incisivo. Telas carmesí enredan el cuerpo, y un dragón vuela, recoge a su presa entre sus dientes, se deshace en mil cenizas, se une a un espectáculo de relámpagos. al despertar del sueño, concentro el viento, soy humo con el humo que se desvanece


Scifiku del huerto Sรกbila cyborg, verde violรกcea. K. Dick le llora.

Scifiku de un I.A. El ojo rojo, su lรกgrima cae, Daisy se muere


Los volátiles / Francia Perales (1990)

Ellas, nosotras: somos todas* Y ahí va la Violeta maldiciendo los altos cielos que la emblema, Ó, agradeciéndole a la vida la inmortalidad de su alma, La trascendencia de su existencia a través de los siglos escondidos entre las aguas negras de Un anhelo muerto de su tierra… Y Junto a ella va la Chavela, rasgando melodías a su sufrida la Frida; la que pintó desnuda, Diego Rivera. Cantándole a la llorona y ella siendo la dama del tequila, la dama del poncho rojo le canta Joaquín Sabina. Las latinoamericanas, mujeres escasas, altivas y requeridas En una sociedad tan elitista. Y por qué no mencionar a la Gioconda Belli, con su poesía de la seducción erótica Descubriendo la identidad femenina. Mujeres de la paradoja que se interpolan en el cosmos de la soledad. La reencarnación de la madre naturaleza, las ancladas a su tierra y a su pueblo, Al cielo y al inferno.

Y no son ellas nada más. Somos todas, somos ellas; compartiendo las amarguras amargas, El lado oscuro y melancólico de la vida. Delirando la potencia del corazón, escapando de Las entrañas de los amoríos, abandonando su corazón por los horizontes del mundo… Las mujeres que se ahogan en un volcán de pasión, Seres incomprendidos con pensamientos, ideas y sensaciones, Las mujeres que reconocen su cuerpo como antenas del universo. Las mujeres latinoamericanas que han despertado del sueño pesado del ocio, Las que se habían encontrado dormidas, ellas, nosotras; Las rebeldes contra el mundo…las indias, amantes, putas, monjas… Ellas, nosotras.


Las mujeres que se despliegan del pasado mostrรกndonos el futuro.


Los volátiles / Arturo de la Barrera Rodríguez (1983)

BILIS NEGRA ¡Brota tinta! sulfura esta bilis negroide -melancholia¡Corroe papeles! ¡Corrompe las celulosas inertes de la memoria!

Nuestros medianos intentos nos arrojaron como fetiches adivinatorios del azar -como conchas de caracol, maíces de colores, dados, borra de café, monedas del I Ching-, y así volaron los harapos de nuestras vidas.

Quedamos dispersos a la deriva de los vientos olvidados en esta laguna extinta…


Los volátiles / Oscar Monroy Olguín (1983)

Vitral

Martín pescador azul, vigía, pico que pendula, sombras en el charco van tejiendo los vitrales.

El cuadro está colgado en mi gaznate.

A las doce el tiempo se detiene, se rompen los vitrales; y entre círculos se pierde un tejedor.


Los volátiles / Jorge Posada (1980)

arseni tarkovski viaja a leningrado

se dirige a un salón donde sologub recita sobre mirlos que en la tormenta se convierten en polvo

arseni aguarda el final de la tertulia

entrega a sologub unas hojas el poeta lee

sus poemas son malos pero no se desanime escriba y escriba quizá algo surja después

arseni regresa a su pueblo durante décadas mira caballos y la muerte de esos caballos

por las noches deja que los insectos invadan la habitación de su mujer


nunca dije que me gustó usaras el suéter gris que conté lo del incendio para ver tu cara de susto que en el aeropuerto pensé cancelarían tu vuelo y vivirías conmigo que eras molesta cuando repetías la palabra soldado que a los minutos de conocernos deseaba saber a qué olías que abrí la ventana del hotel para oír los autos mientras cogíamos que lamento no exista una foto tuya con el cabello húmedo que te espiaba en el cine y en las librerías que a veces no respondí el teléfono porque tu voz hacía desapareciera que odiaba llegaras tarde.


Los volátiles / José Manuel D. Domínguez (1985)

Esta calma, este silencio. El silencio, ese otro lenguaje perdido.

Espera demasiado para decir algo.

¿Qué espera? ¿El vaho de los muertos?

Cuánta calma, cuánto silencio, cuánta bendición.

Silenciosa, crece la noche en mi ventana.

Afuera la oscuridad es un hermoso paisaje.

De pronto ladran los perros y la oscuridad no sabe por qué.

Amanecido tras estas sabanas,

vengo en silencio a decirte muchas cosas:

un ave muda me enseñó a cantar

en un millón de lenguas.

Mi favorita es esta calma, este silencio.

Que nunca me falte la voz de tus ojos.


DE “HOJAS SECAS PARA UN OTOÑO SIN ATARDECERES”

Increíblemente triste.

Susurran viejas cosas

en una caja de cartón,

y me detengo a observar

que los recuerdos

también son tangibles.

de pie

frente a la ventana,

veo todo aquello,

y es inevitable

que broten algunas lágrimas.


Los volátiles / Alegs Garrigóz (1986)

LIMÍTROFE -Vuelvo a caer en las trampas de tu sonrisa. Vuelvo a ceder al resplandor de tu oro amanerado…-

Aún no sé si podré darte algún día mi diminuto tamaño envuelto en el mapa de mi cerebro, mis recortes de esperanza y la puerta aún cerrada de mi recto camino al bien, para que hagas con ello lo que quieras…

Tampoco sé si bajo las mismas bóvedas incandescentes de tu altar, sigues proyectando tu sombra sobre mí o si es que para abrigar mis feminoides ocupaciones la he creado a semejanza de mi anhelo.

Hay mañanas en que me visto con leve túnica de celofán, imaginando que camino hasta tu puerta y me dejo quedar allí, frente a tu sorpresa, como si fuese una canasta de frutas maduras de la estación o algo mejor que apurarías en el desayuno.

No hay nada más cierto entonces que la necrosis de mis ojos que no te ven prender fuego a mis linos, una muñeca llorando espinas. Y el tacón roto.


Pero, para enfrentar la irrealidad de estas y otras insolubles ecuaciones, no basta amarte aún más con lo que es compresible de mi sueño.

Basta animarme a decírtelo en voz baja, con precaución y junto a una vela encendida.


Los volátiles / Míkel F. Deltoya (1991)

Poet-trampa “Definitivamente, estamos en el mundo: la verdadera vida no está ausente.” F.Ortega

Fines de semana de tres días Interminables que corren lentos como si el tiempo fuese un globo de hielo un globo de hielo con helio derritiéndose hasta explotar.

La tarde del domingo, que es cereza del pastel, pasa fugaz. Los platos sucios y el polvo pigmentan el cenicero, hacen campo semántico con el olvido

Y del techo caen por la gotera lagrimitas de cielo regiomontano justo encima de la pila de libros que no hallaron asilo político en en la exclusiva embajada de textos predilectos.

¿Cómo explicarme a mí y a los míos que el color de mi barba es natural (bermeja, cobriza inestable)


y que si no he dormido en seis dĂ­as no ha sido por insomio sino por malos hĂĄbitos de sueĂąo?


IV: Lemniscata

El tiempo es una paleta y sus colores nos han plasmado como se les ha pegado la gana... Pero la pintora (la vida) no suelta el pincel. Alguna vez nos dejamos de hablar, otro día fuiste espada y yo grillete, mañana seremos polvo, ¿te reflejarás en mi recuerdo aunque ninguno de los dos exista más? Seremos ocho-acostado ultimadamente, nuestra ceniza ayudará a construir un buen pigmento... y por si acaso al caballete se le antoja... tendremos pronosticado un reencuentro.


Los volátiles / Jesús de la Garza (1994)

VIOLENTO

El esto, amor, no sé, violento, se mueve, va, va, va, va, lejos.

Se dispara y se estrella y se mueve y se dispara y se estrella y se mueve.

Va. Es el amor violento, dando vueltas. Marea.


JINETE

Lleva la delantera el caballo estelar, galopa a granadazos. Nada más el humo de mofle le toca las herraduras.

Su jinete, el jinete de pan casero, el jinete de carpintería, se inclina para que no se lo lleve el viento.

a cada segundo, cada segundo, el suelo explotando, la arena escupiendo a cada segundo, cada segundo.

Galopa, hombre, galopa hasta que el caballo vuelva a ser tú,


y tú, lo que sea.


Los volátiles / Rafael Lomelí (1988)

La única forma. La única forma de poder saber la realidad de lo que un todo conforma es casi imposible, como saber si existe un plano espiritual, que pueda ser verificable y comparable, como si fuera una lectura rápida de un libro de Sabines, escritura, esquizofrenia, soltura y vino, ritmos interminables, acotación retórica. Como la palabra exótica que la piel publica desnuda, entre el ámbito que es digno de un atrevimiento especifico, panfleto incompleto de soltura y desamor, como plasmarlo en hojas podridas de tecnología locamente necesarias para coexistir en este “mundo” de realidades alternas que todos vivimos al día, como cada quien se busca en un lugar distinto al que se representa, como longitud, como totalidad. Busco siempre lo que no encuentro, lo que no tolero, el habla, el hambre muchas veces conflictiva y reflexiva, como un lapso en altamar, es como tú lo persigas, como un proceso, un remplazo, una manera de ser, un fracaso, algo bien, pero en el fondo sabes que todo está mal, y lo haces bien sin saber amar. Si yo hubiera sido poeta.


Los volátiles / Alejandro Baca (1990)

Al filo del templo comienza el cielo, un suspiro cenizo. ¿Y, QUÉ? para los que nacimos sin dioses y de las cruces, sólo tenemos estacas, con las que edificaremos Torres que sueñan, que sueñan que tocan el sol, antes de derrumbarse, a nuestros pies, a los de ellos; en un tibio grito que enuncia, todas aquellas lenguas que olvidamos sin aprehender. Nos conformamos con nombrar las caídas y llamar al cielo; CIELO, mientras nos preguntamos: ¿Qué, para los que nacimos sin dioses? Si aún no tenemos sus nombres e insisten en derribarnos con nuestra propia lengua. -La palabra no nos perteneceSe llevaron con ellos nuestro canto, y sólo podemos soñar. Soñar, soñar, soñarlos tallar piedras buscando los rostros que nos asemejen, como si de sus ojos,


lográramos ver todo eso que no nos pertenece. Y descalzos, andamos pisando las rocas con las que nos apedreamos una y otra vez derramando la sangre que cultivamos del único color que no les pertenece a ellos, el único sabor que nunca tocó su lengua de néctar y flores silvestres. Por eso manchamos las flores de sangre mientras nos preguntamos:

¿Qué, para los que nacimos sin dioses?

Un día, los hijos de los hijos de tus hijos sacarán las Torres de la tierra y dirán: ¿Qué fue de los gigantes? [constructores de ciudades] que partían las montañas con los dedos bardos y quebraban el cielo con la mirada.

¿Qué fue de los Gigantes centimanos? [constructores de templos]


con las vocales del paraíso

(tintalengua) que alzaban la voz y

dejaban las ciudades para unirse al horizonte.

No sabrán de la cobardía, ni de estatuas inconclusas. Rascarán y rascarán buscando un rostro que los asemeje, hasta encontrar las catedrales con ángeles guardianes en los bordes y se preguntarán: ¿Cuándo perdimos las alas?

Cuantas gotas en lágrimas cayeron sobre la frente, sobre nosotros los desnudos, sobre la balanza de plata.


Los volátiles / Juan Manuel Zermeño Posadas (1991)

sasha grey it’s my talent (del libro La revancha del ipod mariachi)

a José Eugenio Sánchez y Luis Alberto Bravo

quizá me quedaba lejos miami o long beach o la ventanilla de la ducha de mi vecina susy era muy muy alta pero el mouse nunca falla ni la pornografía ni mucho menos el reojo con el que vigilaba que no me pillaran mis padres en plena paja

ahora ya estoy grande dejé el deporte por el fifa dos mil y algo y perdí el sex appael por el internet pero uno sigue yendo a las cosas de siempre: a la gasolinera al wal mart por la comida del gato al oxxo por cigarrillos


al sanborns por café y de paso los cómics: y ahí: sí ahí estabas tú

al lado de valery meyer encima de cohelo pero con las piernas cerradas y no emitías gemidos: parecía un libro con unos labios a la forma de tu nombre: sasha grey

mira sasha yo sé que uno puede meter un gol o empezar un poema pero eso de cambiar de profesión a tu edad y con esas nalgas solamente me hace pensar que: ah oh ah oh las hojas de tu novela casi casi de mí se llegan a manchar

nada importa: uno brinca a la literatura de pornstar en un segundo o viceversa

allá afuera hay cosas peores y lo peor nadie las escribe


en colonia roma no se baila foxtrox (inédito)

Un chasquido se oye: es un chubasco o un fantasma de un niño que vivió aquí hace tiempo y vuelve a escuchar como la madre lee a su hijo. JORGE TEILLIER

no aguantan ni un decibel de lo que exigen mis oídos pugnan por el exterminio de las tocadas acordeón en lugar de guitarra eléctrica -los demássinaloa arriba y al carajo los desmanes del rock muevo la escopeta y les busco pólvora en los ojos nada cartucho quemado

el maldito bastardo que se arrulla en metal


-click-

toda una carrera corriendo fuera de mí del ápice donde nace la guitarra hasta donde desemboca las cuerdas hay más kilometros por raspar que en mi pasado

señor policia ya le bajé al estruendo que amanece en mi hogar -y si escribeapunte también allí en mi historial que contrario a lo que dicen los vecinos no tuve la fortuna de ser rockstar.


Los volátiles / Ángel Vargas (1989)

CÍMBALO PARA CALLAR LA NOCHE

Yo no quise nacer en este cielo de morada ventisca que acumula rencores como piedras, yo no quise profanar la pelvis de mi madre para venir al mundo. No era necesario mutilarla con la doble navaja de la espera y el dolor de parto.

No llegué para inhalar el polvo, ni esta limadura que trepida en el labio. Soy apenas címbalo para callar la noche de los peces, me siento gravitar sobre las hojas muertas de mis libros, inaugurando preguntas como el primer lector del cuento de los dioses.

El incienso me quema la palma de la mano, extingo el pabilo con lo blanco del ojo. Me voy cociendo con el girar de la tarde. Soy un caracol que duerme íntimamente solo. Voy dejando en la cama el polvo más fino de mi sueño.


Los volátiles / Jorge Manzanilla Pérez (1985)

DIÁFANO 23 1 I La anestesia sabe a toda mi infancia, lo sé porque hace unas horas amputaron la luz de la ventana.

II Aquí no hay sala de parto aquí Leticia sangra aguas negras de los tímpanos ¿Para qué vienen los días nublados? -

Si todavía hay un quirófano donde se incendian lámparas de ecos.

Leticia responde entre suero y silencio

III ¿Por qué callejón viene Leticia? Los sudores del recreo se siguen escribiendo aun cuando Papá se enoje y escupa fogatas aun cuando Mamá jale las patillas del cielo para regañarla. Hoy Leticia dibuja la infancia con el iris.

IV Cuando creíste en el sueño ciego ¿Creíste dormir con imágenes que forman pájaros de azufre? He leído en tu oreja parte de mi infancia. Leticia no debes de olvidar a Lalo.


El chico que traza un rĂ­o de vocales mudas. Lety, recueda que mi abue se mira con tus ojos, Por tanto conoce la historia de Sergio y sus llanuras. Eres la mujer de la camilla veintitrĂŠs y todavĂ­a murmuras juventudes.


Los volátiles / Matza Maranto Zepeda (1984)

* La catedral y su reloj marcados por un doble espejismo. La tarde amenazada por una parvada deja en un instante, sobre el empedrado de la plazuela, el sonido de la angustia. Aquí no existe la fe; sólo termina el ciclo con los dados suspendidos en el aire. El verano deja sus alfileres en la frente. No hay más. El reflejo marca la sensibilidad de esa boca. Busca alguna voluntad ajedrecística que conozca el movimiento de las piezas, pero ha dado un paso y el horizonte es interrumpido por un manto de lóbregos signos.

* Apuntado el camino del mañana, me guía esta jaula de luz. Estas manos realizan el malabar inútil: afinar el grafito, plasmar la última línea del exilio. Tiembla. El pueblo es sumergido por el estruendo de los altavoces. Nadie se salva. Esta hora ha quedado guardada en el tiempo.


Los volátiles / José Antonio Íñiguez (1991)

FRENTE A LA PÁGINA EN BLANCO Frente a la página en blanco, entre el azogue y el vértigo, se desborda siempre, justa, la forma del poema.

Y en su encuentro nupcial con la frente y la palabra, hecha ya sólida estructura, el poema conquista aquello que se niega ser en el silencio.

Sólo así algunas miradas y paisajes vagos, vuelven reescritos con la otra cara del desastre, con la otra versión de la noche.

Escribir por eso —dice el poeta— no es ni ha sido un acto banal, sino un acto de recreación onírica.

Sobre la página en blanco, entre manos gastadas, aviva cada día, en secreto, lo perdido.



Los volátiles / (1980-1995)

- Yohanna Jaramillo. Poeta, investigadora y promotora cultural. Nació en la ciudad de Tijuana, el 11 de noviembre de 1980. Tiene publicada obra en Anuario de poesía mexicana (Fondo de Cultura Económica, 2008) Tributo a Sabines (Editorial Fridaura, 2010) Tijuana es su Centro (Kodama Cartonera, 2011) Así como en revistas nacionales e internacionales. Ha publicado los poemarios Pacíficos (Editorial Casa Poesía, Costa Rica, 2007) Yohismos (Propia Cartonera Uruguay, 2010) Trotamentes(Torre de Babel Ediciones, 2010) Diarios del Este (Colección La Ceibita, CONACULTA 2012) 32°/33 (Editorial Piedra Cuervo, 2013) Dirige desde 2006 el Festival Internacional Poesía Caracol, en Tijuana.

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Alejandra Retana Betancourt

Nació el 13 de enero de 1994 en Monterrey, Nuevo León. Actualmente radica en la Ciudad de México. Algunos de sus poemas se incluyen en la antología Palabras de emergencia (2013) de la Regia Cartonera. Su micronovela “El diluvio” forma parte de Telescopio (2013), antología de escritores mexicanos nacidos en los noventas, publicado por Editorial Alabastro.

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Odvidio Reyna García

Nació en marzo de 1982 en Monterrey, Nuevo León. Ha publicado reseñas, cuentos y poesía en revistas, periódicos y antologías. Se ha dedicado a la promotoría cultural.

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Ingrid Bringas Martínez

(nacida en Monterrey, Nuevo León, México 1985) Colabora con textos en la revista Síncope, la Hoja de arena, Papeles de la Mancuspia, Periódico “La Jiribilla” de Veracruz, Mula Blanca , entre otras . “Samizdat” editado por la Fonola Cartonera , Chile 2013 “Sonámbulos de Sodoma” editado por Casimiro Bigua Ediciones, Buenos Aires 2013. “Afrodita muere en la ciudad” editado por la Verónica Cartonera, Barcelona, España 2014. Es editora y fundadora del fanzine “Cosmonauta”


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Antonio Luna

nació en la ciudad de México en 1982. Su obra ha sido publicada en las revistas El Universo del Búho, Lenguaraz y Voices of México, entre otras. Ha sido incluido en el libro Antología Épica (2007), editado por la editorial Épica y en 40 barcos de guerra (2009), editado por Verso Destierro. En 2007 ganó el Premio Nacional de Literatura y Artes Plásticas El Búho en la categoría de poesía por la Fundación René Avilés Fabila, A.C. Actualmente es editor de la revista en línea Illegal Squad.

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Laura Elena Sosa Cáceres

(27 de abril, 1985) originaria de Reynosa, Tamaulipas, tomó el diplomado literario de la SOGEM, es licenciada en Letras Mexicanas por Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). Escribe para la revista electrónica “Decir Revés” y publicó en las antologías “Cuadrántidas, scifaikus y micropoesía de ciencia ficción” y “Mundos remotos y cielos infinitos”.

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Francia Perales

(1990) es la encarnación de mujeres escasas. Originaria de Tamaulipas, escaldada en Nuevo León, México. Estudiante de Artes en la Universidad de Monterrey. Artesana y poeta novata. Ganadora del segundo premio del concurso de poesía “La Mujer Latinoamericana” de GENDERLATAM de la The University of Nottingham (2013) con el poema “Ellas, nosotras: somos todas”. Expositora en el II Encuentro del Colectivo de Carne y Verso “Entrada Libre” (Monterrey, N.L. 2013).

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Arturo de la Barrera Rodríguez

Nació en la Ciudad de México, en mayo de 1983. Ha colaborado en las ediciones virtuales Gaceta Morvoz; Palabras Malditas; Revista JUSta; Letras de Reserva; y seleccionado 2° lugar del concurso Musas del Arte (Asociación Musarteum, Chile 2013 ).

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Oscar Monroy Olguín

Nace el 3 de Marzo de 1987, Radica en Cuautitlán Izcalli Estado de México, estudiante de Ingeniería Agrícola en la UNAM, escribe desde hace poco, ha publicado algunos poemas en revistas y antologías cartoneras.


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Jorge Posada

(1980). Autor de los libros Costa sin mar (UAM, México, 2012), Adiós a Croacia (Zindo&Gafuri, Argentina, 2012) y La belleza son los aeropuertos vacíos (Liliputienses, España, 2013). Tiene un blog: costasinmar.blogspot.com

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José Manuel D. Domínguez

Vive en Acapulco, México. Músico. Poeta. Autor de la Bitácora del perdedor, Diario íntimo de Lead Belly (XV premio María Luisa Ocampo 2013). Ha sido publicado en medios impresos y electrónicos, nacionales e internacionales. Ha sido incluido en la antología ¡Esos malditos escuincles! 25 Mexican poets 30 and under.

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Aleqs Garrigóz

(Puerto Vallarta, 1986) es autor de Abyección (2003), La promesa de un poeta (2005), Páginas que caen (2008). Premios: Adalberto Navarro Sánchez 2005; Premio Municipal de Literatura 2008, por el H. Ayuntamiento de Guanajuato; Espiral de Poesía 2012 y 2013, por la Universidad de Guanajuato; entre otros. Colabora en revistas y medios electrónicos de México, España y algunos países latinos.

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Míkel F. Deltoya

(Ciudad Juárez, Chih. México – 1991) Editor y dictaminador de la Revista Grotexto. Co-fundador del colectivo Slam-Poetry Monterrey. Ha publicado en diversas revistas de poesía nacionales e internacionales. Apareció en la Antología “Palabras de emergencia” (Ed. Regia Cartonera, 2013). -

Jesús de la Garza

(Montemorelos, Monterrey, 1994). Poeta y prosista. Ha publicado en diversas revistas (Kátharsis XXI, Monolito, Oficio).”. Su poesía ha sido antologada en Palabras de emergencia (Ed. Regia Cartonera, 2013) y Telescopio. Escritores mexicanos nacidos en los 90 (Ed. Alabastro, 2013).

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Rafael Lomeli

nació en Tijuana B.C en febrero de 1988. Estudió dibujo desde los 13 años en su ciudad natal, cuenta con una licenciatura en diseño gráfico y estudios de artes plásticas. Sus intereses están relacionados con los lenguajes visuales; la pintura y la gráfica contemporánea en general han sido los puntos de interés más explorados dentro de su producción.


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Alejandro Baca.

Estado de México, 1990.Poeta, editor, ensayista, autodidacta. Subdirector de la editorial Cuadrivio. Fundador de la Revista Nervadura, colaborador en Periódicos y Revistas como Vocero el Clarín, Fanatika, Invisible – Gazette, Flint, Ritmo CCH. Editor en la Editorial Almendra (proyecto INFOCAB). Director-Fundador del Colectivo Órfico de artes diversas. Parte del consejo editorial de la revista Ritmo.

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Juan Manuel Zermeño Posadas

(Monterrey, 1991) Actualmente dirige la revista KátharsisXXI. Es cofundador del colectivo Slam Poetry Monterrey. Obtuvo el 1º y 2º lugar del Certamen de Literatura Joven de la UANL en 2013. Su obra aparece en la antología "Voces de emergencia: poesía joven desde el asfalto" editada por La Regia Cartonera. -

Ángel Vargas

(Acapulco, 1989) Obtuvo el Premio Estatal de Poesía Joven 2012 (Instituto Guerrerense de Cultura/CONACULTA) y el Premio Estatal de Bando Alarconiano 2013. Ha participado en diversos encuentros y festivales de poesía. Ha sido beneficiario del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico de Guerrero en la categoría de jóvenes creadores.

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Jorge Manzanilla Pérez.

Licenciado en literatura Hispanoamericana por la Universidad Autónoma de Guerrero, publicó: Sonido de barro (Editorial; Conectivo Cultural La tarántula dormida. Chilpancingo, Guerrero 2010), Que me sepulten recostado en la palabra (Catarsis literaria el drenaje Mérida, Yuc. 2011), Esta humanidad tan llena de Grietas – antología 2010, 2012- (Rojo Siena Editorial Chilpancingo, Guerrero 2011), Escarnio (Editorial Verso Destierro 2013, México D. F). -

Matza Maranto Zepeda.

Ocozocoautla de Espinosa, Chiapas, 1984. Estudia el doctorado en Ciencias Sociales y Humanísticas en el Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica (CESMECA). Es autora del poemario Atajos para llegar a nadie (SE del Estado de Chiapas, 2011), Peldaños (Universidad de Sonora, 2012) y Trozos de azogue (Artepoética press, 2013).


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José Antonio Íñiguez

(Cancún, Quintana Roo, 1991).Sus poemas han sido publicados en revistas como Revista Ombligo, Síncope, Trinchera, Tropo a la uña, entre otras. Fue también incluido recientemente en Los caminos de la lluvia: muestra poética de Cancún (Ediciones Del lirio, 2013).Actualmente dirige la revista digital de poesía Derivaciones. Y está por publicar Fuga, su primer poemario.





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