
8 minute read
2.1 • Espacio Público
Figura 12: 5 ámbitos de actuación y 80 recomendaciones de diseño: Seguridad e Inclusión. Fuente: MINVU, GEHL ARCHITECTS , 2017.
2 • REFERENCIAL TEÓRICO
Advertisement
Para fundamentar el proyecto de un parque urbano, este referencial teórico se divide en tres partes: Espacio público, Parque urbano y lectura del paisaje urbano. Dentro de la discusión sobre espacio público se realizará un abordaje teórico sobre su función social, los tipos del espacio público, importancia en la malla y vida urbana. Algunos casos sobre la implementación de parámetros en espacios públicos importantes, destacando autores regionales, así como la composición de los espacios de ocio, descanso y contemplación; Los usos de sus espacios como uno de los principales conceptos para el desenvolvimiento del estudio y la elaboración del proyecto, así como la importancia medioambiental de los parques y su composición espacial. Referente al parque urbano: conceptuación, definiciones, implantación en el territorio, así como su coyuntura con los usuarios de dicho espacio. Por fin, sobre la lectura del paisaje urbano, se busca presentar cómo los elementos de la ciudad se articulan entre sí, a partir de la morfología urbana, considerando las diferentes capas del paisaje y como el ambiente construido se refleja en el modo de vida de las personas. esta importante relación es fundamental para el desenvolvimiento del proyecto de parque urbano.
2.1 • ESPACIO PÚBLICO
El lugar es el punto de partida para la definición de los diversos tipos de espacios existentes, en donde este se caracterizan por su importancia simbólica, cultural, territorial, histórica, económica, social y medio ambiental, relacionada así por un individuo y su cuerpo, así mismo de su relación con otros, o la conformación de la dinámica de una comunidad entorno a ello, transformando los espacios de la cotidianidad (SEGOVIA, 2007). Los Espacios pueden componerse por: naturales, construidos, arquitectónicos y urbanos, en este último, el medio físico es quien protagoniza la implantación de calles, parques, plazas, por su relación con el espacio, los sujetos y el medio en el que interactúan entre sí (MONTANER, 1997 apud PALOMINO, 2010). Los espacio públicos particularmente desde la antigüedad, han sido el punto de partida de asentamientos urbanos que posteriormente se convirtieron en grandes centros urbanos; entre la jerarquía urbana de los espacios abiertos en la era prehispánica, las plazas poseían características polifuncionales, actuando como escenario de las actividades de mayor importancia dentro de la comunidad, destacándose así de manera preeminente las de origen religioso, como también en la cultura Maya por ejemplo, donde se desarrollaban ceremonias y ritos en este espacio (PERAZA GUZMAN, 2000). Siendo en conjunto con el espacio natural preexistente, parte vital de la vida en comunidad y la constitución de la sociedad.
Los parques y plazas han dado también origen a territorios a través de la historia, incluso ha sido el legado físico que por muchos años han dejado las comunidades en el territorio, para que sea base fundamental y haga parte de la dinámica social, siendo que la malla urbana se sitúa en torno y a partir de ellos.

Serán los espacios públicos urbanos los mejores sitios donde se establezca esa relación directa entre el espacio y las personas, donde en un mismo sitio confluyen y coexisten armoniosamente diferentes actividades sociales, económicas y ambientales. (GONZALEZ DE CANALES. 2004, p. 2)

Como parte de la composición de nuestra dinámica cotidiana en el espacio y como composición del ambiente urbano, alberga diversas actividades y funciones dentro de él, como podemos evidenciarlo en la Tabla 1. Estos espacios públicos en un contexto urbano tienen relación sólida y constante con sus áreas circundantes, por su característica principal céntrica y abierta, lo que permite su permeabilidad. Al ser un espacio público se garantiza la permanencia, sin exclusión alguna, así como que a su vez sea punto de encuentro para actividades que muchas veces garantizan los derechos de la ciudadanía, en ámbitos sociales y representativos para su papel como parte del Estado (MONTIJO, 2010). Las áreas públicas crean lazos comunitarios en los barrios, transformándolos en lugares de encuentros. Su apropiación puede facilitar la movilización social, estimular acciones por parte de los habitantes y ayudar a prevenir actos vandálicos. Estas general espacios más abiertos a las personas, y la manutención de un vínculo con el espacio circundante que tienen un claro sentido de relación y permeabilidad (COL, MAVDT, 2008).
La sostenibilidad de las ciudades no puede referirse únicamente a las formas de ocupar, producir y consumir el espacio construido para garantizar la permanente regeneración de sus sistemas sociales y económicos mediante la adopción de patrones de ordenamiento y ocupación del suelo urbano. La vida humana en las ciudades depende fundamentalmente de su relación con regiones próximas y lejanas de las cuales obtiene los insumos de energía y materia esenciales para su reproducción sostenida y creciente.
Ciertamente no se puede generalizar y generar padrones cuando a recursos naturales se refiere, cuando influyen los ámbitos sociales (si es que se tiene vida en torno al río, en una parte importante de la ciudad, o en el caso de vegetación predominante en el área), sin embargo pueden caracterizarse lineamientos que de alguna manera fuercen a mantener la producción autóctona del municipio en los planes de implantación de nuevos espacios públicos, siendo que estos espacios son para la región y sus habitantes, eso mismo garantiza de alguna manera que sea una ciudad sostenible.
Para Borja, Muxi (2000) y Segovia (2007), la composición cultural y urbana del espacio público está vinculada a la apropiación ciudadana, así como la construcción del capital social, materializando su importancia simbólica de forma colectiva, siendo parte de su expresión democrática, reconociendo su derecho a la variedad de ofertas urbanas.
La ciudad del espacio público pretende construir tejidos urbanos con vocación igualitaria y abierta, con elementos referenciales productores de sentido, con diversidad de centralidades y con capacidad de articular piezas y funciones diferentes. En los espacios públicos se tiene que producir un equilibrio de funciones entre lo público y lo privado. Lo público que decide la densidad y el diseño urbano. Y lo privado que lo desarrolla, cede el suelo y construye. En este caso importa más la calle que la casa (BORJA, MUXI, 2000,

Algunos arquitectos como Gehl (2014), en su obra “Ciudades para Gente” han resaltado la importancia del desenvolvimiento urbano, así como la relevancia de la adaptación de las personas a los cambios físicos en sus espacios y cómo hacerlo de forma gradual. La existencia de nuevos Espacios Públicos no solo trae beneficios a sus vidas, en muchos casos, esto trae consigo responsabilidades en su manutención. Por esta misma razón, es también importante la elección de los nuevos elementos a ser inseridos en este espacio, vegetación y mobiliarios acordes a su entorno, a lo ya existente, y muy probablemente optar por una vegetación nativa de la región, o un uso ya establecido por sus habitantes que puede ser resaltado y valorizado. Al integrar los parques y plazas en la vida cultural e histórica se permite que quienes vivencian el espacio lo diseñen también, siendo en conjunto un cambio positivo para el comportamiento de la comunidad y la renovación del área. Diversas ciudades que han pasado por estas transformaciones lograron percibir que contribuyen significativamente para el aumento en su calidad de vida,
Figura 14: AwesomeScreenshotHalloBasis-2019

evolucionando el espacio urbano, generando cambios en la función del parque y la plaza urbana, siendo esta no meramente recreativa y de descanso, acelerando la convivencia saludable de una comunidad, y un componente esencial en el progreso de las ciudades (SÃOPAULOSÃO, 2018) Dada la importancia de los espacios de carácter público y la existencia en cada municipio independientemente de su porte, los parques y plazas urbanas son parte importante para el desarrollo ambiental en un área urbana consolidada. Clemente Marroquín (2007), ejemplifica las cualidades del Espacio Público bajo los siguientes puntos: a) Articulan la estructura urbana, ya que permiten que exista un equilibrio o “respiro” entre las construcciones (espacios cerrados) y los espacios abiertos. b) Favorecen el paisaje de la ciudad porque tienen vegetación, mobiliario urbano, esculturas y otros elementos de ornato. -
c) Promueven la identidad en una ciudad, ya que las plazas, calles y parques tienen características diferentes y usos distintos también.
d) Deben ser concebidos como un gran sistema, constituidos a la vez por varios subsistemas de: espacios peatonales, vehiculares, áreas verdes, espacios comerciales, culturales, parques, entre otros.
De acuerdo también con Rueda (1993) citado por Gonzales de Canales (2004), que hacen referencia a los nuevos y acelerados procesos de crecimiento urbano, y ocupación del territorio, conllevan a que las ciudades se tornen más dispersas y difícilmente sostenibles, estas ciudades requieren: a) Un elevado consumo de suelo; b) Existencia de un excesivo consumo de energía y materiales, como consecuencia de la planificación y del modelo de crecimiento de dispersión o segregación; c) Se incrementa la tendencia de explotar y desestructurar los sistemas del entorno más allá de su capacidad de carga. d) Fragmentación de usos y funciones, ocupando territorios amplios, conectándose a través de una amplia red de carreteras; e) Existencia de segregación social. Al relacionar la presencia de la comunidad de en planeamiento de los espacios públicos, la estructura jerárquica social se refleja en los espacios, y en cómo estos son vivenciados y controlados; cuan más diversidad de gestores exista en la planeación, estos espacios se tornan más democráticos.
Un buen espacio público estimula la convivencia entre muchos individuos desde la calle y los andenes, hasta las zonas propias destinadas a ello, abrigando -
conjuntamente actividades y personas, y la ocupación permanente de estos espacios. (Figura 15). Existen proyectos urbanísticos ya establecidos como el Proyecto para Espacios Públicos (PPS), quienes usan conceptos como el “El Poder del 10”, el cual define que para considerarse un buen espacio público necesita presentar por lo menos diez posibilidades de actividades diferentes.
1. Diversidad de usos,
2. Fachadas activas,
3. Dimensión social y vitalidad urbana, 4. Escala humana,
5. Iluminación,

6. Fomento a la económia local,
7. Identidad local,
8. Calles Completas, 9. Áreas verdes,
10. Participación Social.

Figura 15: Referenciales de intervenciones urbanas y artísticas temporales en ciudades Fuente: BLOGS IADB, 2018.