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Producción ecológica

La productora Elena Beatriz Senattori, 72 años, integra la Huerta Ecológica Santa Elena del Parque Pereyra, donde se trabaja bajo el lema compartido, comunitario y solidario. Las verduras se cultivan con el método de rotación y diversificación de cultivos para lograr la recuperación y el aumento de la fertilidad del suelo, sin fertilizantes químicos, y el control orgánico de plagas se realiza sin agrotóxicos. La tierra se abona por medio de compost, que libera nutrientes para que las plantas puedan absorberlos. Cuentan con dos bombas sumergibles a profundidad. “Cuidamos mucho el agua, perdimos varias cosas por la sequía”, lamenta Elena. Desde la huerta envían un listado semanal a los comensales, como denominan a los clientes, con las frutas y verduras disponibles. “Ellos eligen el pedido de 4, 6 u 8 kilos a elección. La verdura se abona por mes y la fruta contra entrega porque depende de qué variedades se consigan cada semana. Las entregas se realizan los jueves y sábados a los alrededor de 50/60 comensales en el área que abarca desde La Plata hasta Berazategui, Ruta 2 y algunos clubes de campo”. Hasta 2018 sólo ofrecían verduras y a partir de ese año, luego de un viaje que Elena realizó a España donde conoció la Huerta agroecológica Pepines en Madrid, incorporaron frutas orgánicas. Las compran en los puestos Paralelo Orgánico y Saky, del Mercado Central de Buenos Aires, provenientes de establecimientos verificados, peras y manzanas de Neuquén, Río Negro, Mendoza; cítricos de Entre Ríos y San Pedro; bananas de Formosa “el único lugar donde se producen en el país”, informa Elena. “Los comensales no querían ir a comprar la fruta a la verdulería porque no es orgánica”, subraya. También ofrecen harina, semillas, papas y pasas de uva sin semilla. Entre 1995 y 1998 la Huerta Santa Elena trabajó con el sistema tradicional pero desde entonces su producción es ecológica. “Tuvimos que reconvertirnos a huerta ecológica, si no era orgánico nos echaban a todos”, recuerda Elena y destaca la capacitación que les brindó el ingeniero agrónomo Raúl Bottesi del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria). El INTA continúa aportando capacitaciones y semillas, y la Universidad Nacional de La Plata, a través de un Centro de Extensión Universitaria que funciona en el lugar, brinda asesoramiento con profesionales de varias facultades. “Vienen estudiantes a hacer prácticas de servicio social, periodismo, agronomía, administración de empresas, veterinaria. Aprendí mucho de todos ellos”, enfatiza la productora. Elena ya no trabaja la tierra pero continúa en el área de logística y distribución con un empleado. “En Diciembre pasado hice la última cosecha de tomate y en Enero entregué la siembra a un empleado”, cuenta. Tienen un invernáculo de 80 x 40 metros, y al aire libre 2 hectáreas en las que ahora hay 1 hectárea de calabaza, ½ hectárea de espinaca, acelga, lechuga y remolacha, y ½ hectárea de rábano picante o rusticano. En la huerta trabajan 4 personas permanentes y 5 ó 6 rotativas según las necesidades. Elena a veces va al Mercado Central a buscar la fruta y prepara los pedidos “que deben ser lavados con agua de red”, subraya. En su casa tiene una pequeña huerta, también nuez pecán, limón, naranja de verano, y una parra. Hasta que comenzó la pandemia daban cursos de aromáticas, cocina, esquejes, e introducción al cannabis, a cargo de Eric Turiansky de la UBA, entre otros. Piensan retomarlos en primavera. Con el grupo de mujeres de la huerta armaron una cocina industrial para ofrecer sus comidas en eventos y encuentros culturales de la ciudad. Ahora no está activa pero piensan relanzarla. La zona tiene varias carencias como el estado de los caminos, la iluminación, y la atención de la salud. Elena explica que “en 10.200 hectáreas de parque están dispersas casi 300 familias. El camino de ingreso tiene 2 km y hace poco limpiaron solo 300 metros”. La productora participó en encuentros locales, regionales e internacionales como representante de la actividad. Curso de líderes rurales en la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura); Asamblea de ciudadanos del consumo; Programa de Fomento a Emprendimientos Productivos Culturales; disertante en el Congreso Nacional y Latinoamericano ‘Por una agricultura con agricultores’, sobre uso y tenencia de la tierra en la Federación Agraria Argentina, entre otros. Fue reconocida como Mujer destacada de la Provincia de Buenos Aires en 2014.

Universidad y comunidad

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Fernando Glenz es coordinador del Centro Comunitario de Extensión Universitaria Nº 10 Parque Pereyra, en la Huerta Ecológica Santa Elena. “Es uno de los once centros de co-gestión entre la Universidad y la comunidad”, informa.

En el lugar llevan adelante dos proyectos de extensión universitaria, integrados por docentes y estudiantes, tanto en la Huerta Ecológica Santa Elena como con productores vecinos a ella. “Uno es sobre producción de insumos amigables con el medioambiente como preparado de purines e infusiones a partir de vegetales para combatir plagas. Se trabaja con hongos microscópicos que existen en la tierra y los reproducimos como control biológico de plagas. El otro proyecto es ‘Guardianes de semillas’, para producir semillas propias y no depender de comprarlas porque son importadas y costosas”, explica Fernando.

Este mes se abrirá una convocatoria para Centros Comunitarios de Extensión Universitaria, que se publicará en el portal de la Universidad. “Son proyectos de extensión para trabajar con demandas de la comunidad. Los equipos de extensión universitaria abordarán una problemática específica en cada Centro.

Por ejemplo, dentro de las demandas productivas, capacitación en producción animal, campaña de vacunación de animales domésticos, mejorar el retiro de residuos para evitar micro basurales. También hay demandas de salud porque no tienen sala de atención primaria. Y pidieron actividades recreativas para niñas y niños. Algunas de estas demandas la Universidad puede abordarlas con participación de estudiantes. Por cada Centro se hará una convocatoria según sus problemáticas, luego docentes y estudiantes desarrollarán un proyecto”, informa el coordinador. Desde Agosto brindarán en la Huerta un curso de Soberanía Alimentaria, actividad abierta a la comunidad y a estudiantes, que durará 4 meses. “Soberanía alimentaria se trata de tener autonomía y poder de decisión sobre lo que comemos y cómo lo producimos. Queremos recuperar nuestra alimentación frente a los alimentos envasados ultraprocesados con exceso de azúcar, sal, grasas saturadas y colorantes. Los llamamos OCNIS, Objetos Comestibles No Identificados. Es mucho mejor volver a las fuentes, por ejemplo tostadas de pan con mermelada natural. Saludable no tiene que ser más caro”, subraya Fernando.

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Plan de compostaje

El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación dispuso la creación del Plan de Compostaje Institucional (PCI) como estrategia de gestión de residuos orgánicos, enfocado en la optimización de recursos, reducción de la huella de carbono y fomento de la economía circular en el ámbito institucional. El plan, elaborado conjuntamente con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), convoca a las provincias, municipios, organizaciones y toda otra entidad pública o privada a adherir a la iniciativa. Se basa en la Ley 25.916, que establece los presupuestos mínimos de protección ambiental para la gestión integral de residuos domiciliarios, sean éstos de origen residencial, urbano, comercial, asistencial, sanitario, industrial o institucional.

Parque urbano y reservorio

Comenzaron las obras de recuperación de la cantera de 514 desde 25 hasta 31, en Hernández. El predio será un nuevo espacio verde destinado a la recreación, con accesos peatonales, bicisendas y mobiliario urbano, y funcionará como reservorio para absorber el agua de lluvia y paliar el riesgo de inundaciones, informó la Secretaría de Planeamiento Urbano de la municipalidad.

La cantera fue utilizada como basural y para la quema de basura durante años, aún por camiones con ploteos de la Municipalidad de La Plata. Los vecinos de la zona reclamamaron de manera reiterada por una solución a este problema. Además de causar la contaminación del aire, el suelo y el agua, el basural atraía animales peligrosos para la salud.

La obra contempla la realización de un tejido abierto de macromanzanas integradas por las canteras vecinas, y la apertura de las calles 28 y 517 para continuar la traza con las calles ya abiertas.

La excantera ubicada en la localidad de Hernándezculminó su función original ligada a la explotación del suelo y quedó inmersa en el éjido urbano por el crecimiento de la ciudad hacia la periferia.

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