6 minute read

Entre Ríos, donde la "rosca" se sirve en los medios

Hay una realidad política en la Provincia de Entre Ríos, y esta se basa en la coherencia (o no), de los tres sectores que representan el peronismo, pero el armado no sería posible (o si), si no fuera por la operación inducida por algunos medios de comunicación especialistas en amasar confusiones, perogrulladas, y falsas certezas en base a un gran secreto: el origen de los recursos que le abonan los sectores dominantes para pintar esta realidad.

Advertisement

El peronismo entrerriano posee tres grandes compartimientos estancos, que son los que (de alguna forma), pujan por lograr un armado que los represente (y los incluya), en las próximas elecciones que se realizarán en abril y junio. La arquitectura de este armado incluye todo tipo de materiales para mantener en pie la estructura necesaria para llegar el próximo 13 de Febrero a la fecha límite de presentación de listas, pero esta vez no es tan fácil. El primer sector, que podemos denominar como Bordetismo, es el sector gobernante que llegó de la mano del Frente para la Victoria por una diferencia mínima de algo más de 22.000 votos y que definió formalizarse como un nuevo sector dentro del peronismo que excluya todo lo anterior y se defina como una expresión superadora. Algo así como lo que impuso el macrismo a nivel nacional. Este sector, tuvo muy en claro que se debían adelantar las elecciones provinciales no solo para no quedar pegados de una eventual derrota de este macrismo que idolatran (al cual el actual gobernador ha abonado constantemente durante estos tres años de mandato, con el acompañamiento en las leyes que han puesto en grave riesgo a la población y al país), sino que también para lograr mantener su propia silla y la de algunas intendencias y representaciones departamentales que (bajo la estrategia de que la división provocaría una profunda derrota a nivel provincial), requieren cerrar la máxima cantidad de acuerdos en los distintos territorios. El segundo sector, es el sector popular del peronismo (que es una legítima expresión de las clases más postergadas durante la era oligárquica que se adueña del poder en diciembre de 2015), incluye más de 80 organizaciones políticas, sociales y gremiales que no aceptan la vendetta de Bordet de haber entregado el futuro de la provincia y haber acompañado la gran mayoría de leyes de ajuste que propuso Cambiemos en la legislatura. Estas organizaciones, se encuentran trabajando desde hace más de un año en la propuesta de Julio Solanas como candidato a gobernador, aglutinando las esperanzas de la clase trabajadora, quienes además, están generando los consensos necesarios para lograr en octubre el regreso de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta de la nación. Y el tercer sector, es el sector del peronismo caudillista, que pudo llegar al poder en los 90 y que se encuentra dividido por quien fuera 3 veces gobernador de la provincia, Jorge Busti. Como ya es de público conocimiento, el ex mandatario en su afán de destrucción de la expresión nacional y popular de entre ríos, no solamente declaró públicamente su acompañamiento a Bordet (lo cual incluye parte de su armado), sino que además posee ciertos personajes dentro de medios de comunicación, sindicatos y gobierno, que funcionan como una especie de “prensa hidráulica” al momento de mantener bien separados sus intereses. Pero la cuestión no termina aquí, porque además existen ex representantes de este tercer sector que (como máximo), en los últimos dos o tres meses se han acercado al armado de Solanas, por ser viejos compañeros de la famosa Lista 100, y pretenden robarle algún lugar a la militancia nacional y popular por dos cuestiones: primero porque las relaciones con Jorge Busti ya se han desintegrado hace unos años y segundo, porque de esta forma, también le cierran espacios a la militancia que viene trabajando hace ya mucho tiempo en lograr una expresión genuina y popular (podemos agregar como tercer punto la necesidad de seguir manejando ciertos hilos del estado pero esto será parte de otra columna de opinión). Aquí llegamos, justamente, a quienes son hoy por hoy los dueños de la pelota: Los medios de comunicación. Hay uno o dos medios que son los predilectos por la clase política (sobre todo por la que gobierna que es quien puede disponer más fácilmente de los fondos para abonarlos), y que se han cimentado no solo gracias a los jugosos aportes que no figuran en sus declaraciones juradas, sino que además lo han hecho siempre apoyándose en el poder de turno (que incluye además a quienes pertenecen al tercer sector del peronismo). Esos medios, a los que en la jerga política se le llama “rosqueros”, son los principales generadores de dudas, miedos, certezas u opiniones, con un solo objetivo: Su prosperidad económica. Esta especie de simbiosis que se ha conformado entre los generadores de opinión y quienes aportan una jugosa pauta para que esto ocurra, hace que la noticia circule por los carriles de la conveniencia y que a más de un despabilado lo tome por sorpresa, justamente en este momento crucial de definiciones. Esta “supuesta realidad” que arman los rosqueros, poseen datos que siempre incluyen un pequeño porcentaje de cuestiones verídicamente ocurridas, generando en los sectores políticos (y en quienes lo consumen), las dudas necesarias para que la maquinaria siga funcionando. Sin ir más lejos, este fin de semana, uno de ellos “transformó” una noticia del diario La Nación en una “supuesta realidad entrerriana”. Y todo tiene que ver con la reunión que se espera para este Jueves 31 de Enero en el Instituto Patria donde la Ex Presidenta ha convocado a Julio Solanas y Sergio Urribarri para analizar juntos el futuro del armado. En esta ocasión, esta rosca intentó confirmar algo que muy difícilmente sucederá, y es el hecho de que Unidad Ciudadana cierre filas con el Bordetismo, sólo porque su conductora nacional así lo exprese. La verdad hay muchas observaciones para hacer sobre esta operación, pero lo certero es que tanto el medio nacional como el provincial, han tenido que aclarar que el caso de Entre Ríos (como el de Chaco con Capitanich), es distinto a los acuerdos con el resto de las provincias, ya que “tienen un grado mayor de autonomía para definir la estrategia”. Y así muchas cuestiones más: Que la posible reunión entre U y B desbordaría en una inminente decisión del candidato J (cuando ese J tiene el apoyo de más de 80 organizaciones en la provincia y se encuentra generando el espacio más amplio de Entre Ríos). Que el desdoblamiento ayuda a M (cuando en realidad eMe salió la semana pasada desesperado a pedir que los que no habían decidido no desdoblen y sobre todo a pararle el carro a V). Que la cantidad de votos no le darían a J ni siquiera con el apoyo de C (cuando las últimas encuestas de prestigiosas agencias le dan un piso del 15% y el pueblo entrerriano exige un gobierno que mire para adentro y que éste ganaría de la mano de C y en primera vuelta). Que los viejos resentimientos de U con B hacen que el peronismo se divida y de esta forma Cambiemos ganaría la provincia (cuando en realidad es el propio sector gobernante el que no está dispuesto a poner las condiciones de una posible unidad y es por ello que el peronismo popular sigue adelante). Que los jefes municipales son los principales asustados en perder sus territorios (cuando en realidad, muchos se dedicaron en estos tres años a gobernar desde el escritorio mientras el pueblo se hambreaba). Que en el caso en que haya consenso habrán reglas claras (cuando hace años no existen las “Reglas claras” en el peronismo entrerriano y cabal demostración de ello es lo sucedido en las legislativas del 2017). Lo cierto es que los sectores del campo Nacional y Popular, tienen en claro que lo único que lograría un cambio en la economía del pueblo entrerriano es “Un Cambio en el Gobierno Nacional”, y que la persona que posee más capacidad (y más votos), para realizarlo es Cristina Fernandez de Kirchner, y es ella misma la que no ha llamado a Bordet, sino que a quien ha convocado es justamente a Julio Solanas, justamente un candidato elegido por las distintas organizaciones sociales, políticas y sindicales para que represente al peronsimo. Los medios de la rosca (para no perder el mote de serios), también incluyen la posibilidad de que ella sea quien decida qué es lo que sucederá en la provincia, y esta sí es una verdad. El sólo hecho de que es necesario el apoyo de todas las provincias a la decisión nacional así lo ratifica. Por lo tanto Bordet, que ya ha manifestado en varias oportunidades que en caso de ganar las elecciones provinciales, sus candidatos serán justamente, los que transitan la tercer vía, otorgándole la posibilidad al macrismo de dividir, se terminará convirtiendo en un gobernador de “transición”, con posturas tremendamente tibias, que han llevado al pueblo entrerriano a rearmarse políticamente para acompañar la decisión en nación, pero además, ha permitido el avance del armado de Cambiemos, abonando la rosca mediática y no tomando posición con cuestiones claves, como por ejemplo la evidente intervención del intendente cambiemita paranaense en la causa por narcotráfico. Es aquí donde se recuesta toda la realidad, en estas decisiones de Bordet de arrodillarse al poder que elige el mandatario entrerriano y que estos medios que temen perder esa pauta no comentan. Es el mismísimo conductor (gracias al escritorio y no a los votos del peronismo), del PJ de Entre Ríos, quien ya ha ratificado no dar apoyo a quien realmente puede cambiar la realidad del bolsillo de los trabajadores. Su apoyo será justamente a quienes hacen el juego de la división para conseguir réditos personales en vez de beneficiar al pueblo y es justamente esta cuestión la que hará que la gran masa del peronismo se oponga a Bordet en las próximas elecciones, por más que los medios de la rosca inciten a la duda. Esta realidad, el pueblo entrerriano la sabe, y cada vez es más certero que se lo demostrará en las urnas en abril y en junio.