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indieHearts mag Dirección | Edición Judith Gómez Machado jude@indiehearts.com

Bárbara Pavan barbara@indiehearts.com

Diseño gráfico Pablo Caro pablocaro0@gmail.com

Fotografía Maximiliano Montenegro Pablo Caro Diego V. Miranda

Colaboran en este número Juan Pablo Lima Emmanuel Patrone Nicolás Miranda Juan José Méndez Diego V. Miranda Fernando Mujica Eric Olsen Martín Tejada Carla Fumagalli Pilar Renau Mariano Fiochetta

Ilustraciones Sofía Gatti Guillermo Meza Las imágenes utilizadas en las secciones: columnas, entrevistas y news no tienen fines comerciales. En caso de que el autor de alguna de ellas deseara que fuera removida o figurar en los créditos de esta publicación, por favor contactarse a hola@indiehearts.com

indieHearts MAG | nº 03 Septiembre 2011

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Editorial

Gracias agosto Por Bárbara Pavan

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a música tiene esos meses en los que pasa de todo. Entre nuevos discos, anuncios importantes, y canciones tremendas que algunas bandas se deciden a editar por el amor al arte, la decisión editorial de seleccionar algunos de los artículos que aparecen en este nuevo número de indieHearts Mag fue ardua. La música es algo complicado; escribir sobre ella, aún más. Pero agosto se caracterizó por tener una oferta amplia de todo, para todos. Por suerte, existen algunos artistas que nos hacen el trabajo más fácil. Por ejemplo, esos músicos que todavía creen en el poder lúdico y hedonista de las melodías, como los (no podía ser de otra manera) ingleses de Metronomy. Una de las bandas locales más relevantes de la escena, Bicicletas, también aprovechó agosto para celebrar una década de historia en un show a todo trapo. Buena música en vivo, por suerte, no faltó. También tuvimos la oportunidad de charlar con algunos artistas destacados. Desde Chile, la suavidad de Intimate Stranger nos llegó de melancolía, y apagamos la tristeza escuchando los ritmos up-tempo de Supermale, directo desde Noruega. White Lies también nos

contó algo sobre sus reacciones a críticas negativas (que todavía no logramos entender por qué existen), y los chilenos de Dënver nos revelaron detalles de su show en Buenos Aires. Así que también por el lado del diálogo vinimos más que bien. Finalmente, nuestros columnistas sacaron sus lápices (o dedos, en este caso) afilados y se despacharon con artículos sobre David Bazan, Oasis, y la segunda parte de Héroes e Idiotas, una oda a Iggy Pop. También agradecemos haber conseguido un buen stock de fotografías de Lollapalooza, un festival que nos gustaría ver llegar a nuestras costas pero que, por el momento, nos contenta desde un streaming por Internet. Agosto fue un mes para estar agradecidos. Gracias a las musas de la música por todo esto. Esperamos que se mantenga.


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SUMA REVIEWS Shows Fiesta a la inglesa: Metronomy en Niceto

pág. 6 El pedaleo sónico: Bicicletas en Niceto

pág. 10 El fuego que sigue ardiendo: Stiff Little Fingers en el Teatro de Flores

pág. 12

Discos Big Talk, Cults, Stephin Merritt, Massacre, Las Kellies, The Horrors y más...

pág. 16

COLUMNAS Juan José Méndez Sobre los 30 años de MTV

pág. 24 Nicolás Miranda Sobre la destrucción del almacén de Sony en el Reino Unido

pág. 25 Heroes e idiotas, parte II: The Idiot, de Iggy Pop (RCA, 1977)

pág. 30 Juan Pablo Lima Aquí y ahora, pero en 1997

pág. 26 Carla Fumagalli David Bazan: el león que le escapó a Cristo

pág. 34

NEWS! El disco de Albarn en el Congo llega en Octubre Chris Cornell en Argentina

pág. 38 Björk retrasa el lanzamiento de Biophilia Se separa Those Dancing Days

pág. 39


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ARIO ENTREVISTAS iH Lollapalooza Judith Gómez Machado Intimate Stranger: la música como guía

pág. 40 Dënver: “lo mejor de la música es ver como el público responde con una calidez abrumadora”

pág. 42 Diego V. Miranda Charles Cave, de White Lies: “no queremos ser una banda indie”

pág. 44 Bárbara Pavan Supermale: pasión por los sintetizadores

pág. 48

Este año, el popular encuentro musical con base en Chicago, cumplió 20 veranos

pág. 50


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Fiesta a la inglesa:

METRO Escribe: Judith Gómez Machado

Fotos: Pablo Caro

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maginar (a través de un gran angular, preferentemente): paisajes campestres y tardes recorriendo prados verdes interminables. De repente, la campiña se convierte en una pista de baile y la armonía muta en una atmósfera de teclados perspicaces y sintetizadores que se engrandece con la base batería-bajo. Con ustedes, musicaliza: Metronomy. La cita con Joseph Mount, Oscar Cash, Anna Prior y Gbenga Adelekan –que antes de su nominación a los Mercury Prize estaba estipulada para el 7 de septiembre– fue el martes 30 en Niceto Club, en el marco del ciclo Embassy (el mismo que trajo a The Sounds y Datarock este año). Al ingresar al local, por donde más tarde resultó un tanto difícil movilizarse, el anfitrión resultó ser un simpático decorado conformado por dibujos sobre tela gigantes con el rostro de cada uno de los miembros de grupo.


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ONOMY


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Cerca de las 22.45, abrió la noche Utopians, la banda liderada por Barbi Recanati, con un warm up más que interesante de cuarenta minutos que incluyó una improvisación del tema Don’t Cha de Pussycat Dolls durante un desperfecto técnico y la participación de Pablo de Caro de Cosmo. Con un setlist prolijo de catorce canciones –que navegó de igual manera entre su último disco The English Riviera (2011) y su antecesor Nights Out (2008)–, el cuarteto (acompañado por los círculos luminosos que cada integrante llevaba unidos a su ropa) provocó un efecto imán desde el momento en el que pisó el escenario a minutos de la medianoche. Una vez ubicados –Oscar, Josep y Gbenga adelante, casi al borde del escenario y Anna resguardando sus espaldas desde la batería– We Broke Free, fue la canción elegida para comenzar el show, mejor dicho, la celebración. Love Underlined siguió en la lista con palmas

iniciadas por el virtuoso bajista y un final que recordó a la música que acompaña al level-up de un videojuego. “Buenas noches Buenos Aires. ¿Están bien? Nos hacen sentir muy bienvenidos”, expresó el vocalista y fundador del grupo inglés antes de interpretar dos hits de Nights Out: Back On The Motorway, durante la cual Oscar se destacó en saxo, y Holiday. Durante el espectáculo, llamó la atención como las cuatro voces se fusionaron a la perfección, como si se tratara de una sola con la habilidad de pasar de los agudos a los graves en segundos. Tras unas breves palabras de Joseph sobre su forma de vivir la música y su filosofía DIY (do it yourself) –vale recordar que el músico comenzó grabando sus canciones en la casa de sus padres y que tuvo la oportunidad de remixar a artistas como Charlotte Gainsbourg y Goldfrapp–, siguieron en el repertorio She Wants y Heartbreaker: la fiesta, que contó con el empujón de una melódica en el segundo, estaba en la cresta de la ola. “Esta canción encaja perfectamente con esta parte del mundo. El mar, el océano…”, así presentó el líder uno de los temas más esperados de la noche: The Bay. A esta altura, Gbenga saltaba en su lugar y el público bailaba extasiado mientras interpretaba a la par de la banda todas las melodías. Un viaje al años 2006, más específicamente al disco Pip Paine (Pay the £5000 You Owe) llegó promediando la presentación; la instrumental y poderosa You Could Easily Have Me trajo a la mente de los allí presentes una imagen difícil de olvidar: un cerdo de traje azul sien-

Metronomy se presentó el 30 de agosto de 2011 en Niceto Club.


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las cuatro voces se fusionaron a la perfección, como si se tratara de una sola con la habilidad de pasar de los agudos a los graves en segundos. do perseguido por un minotauro en leotardo blanco. Corinne bajó la intensidad del viaje llamado Metronomy y, tras un halago a la carne argentina, fue el turno del delicioso loop-coro de “for me” de Things For Me. “Nunca encontraría tanta gente reunida un martes por la noche en otro lugar del mundo”, admitió asombrado Joseph. Fue entonces cuando The Look, verdadero himno a la juventud, el verano y la belleza, irrumpió el show justo antes de que finalizara la primera parte con On Dancefloors. Los bises –Some Written y una frenética versión de Radio Ladio–, llegaron cerca de la una de la madrugada y dieron pie al final de un encuentro marcado por la habilidad de generar un verdadero lazo con los instrumentos y dejarse poseer por estos últimos.


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El pedaleo sónico:

BICI CLETAS en Niceto Escribe: Martín Tejada

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or romántico que suene el paralelismo, hace 10 años mientras el país era una represa de lava y malestar a punto de ceder, nacía una banda que llevaría, a partir de ese entonces, el estandarte de las canciones de amor y los mundos surrealistas con amigos verdes y amarillos. Es una semejanza que lo vale, porque sobrevivir a la década del reseteo y las tradiciones licuadas, de la autogestión y la crisis del rock como cultura, es motivo de festejo. Y así lo hizo, la noche del jueves, Bicicletas en un colmado Niceto Club.

Fotos: Maximiliano Montenegro primer LP Bicicletas (2006). Le siguió Ojos y esa ondulante línea de bajo al mando de Agustín ‘Ruki’ Pardo donde la voz cantante Julio Cesar Crivelli clama por el cierre de las bocotas que hablan por demás y la apertura de globos oculares que te vean de verdad. Luego llegaría Conversación, rebotando entre teclados, para recibir a Quema y dar pie a Corre y sumergirse en ese terreno space-rock que ya conocen como la palma de su mano.

“Ahora vamos a hacer uno de los primeras temas que inició todo” dijo el frontman para bajar las revoluciones y Cerca de las diez y media de la noche, en el ocaso de presentar la conmovedora Todos los días del primer EP un día casi primaveral, y tras haber sido teloneado por Deslízate Naranja (2003). Las visuales, a tono con ese Bittrox y Error Positivo, se abrió el telón para que el realismo mágico hecho canción, proyectaban imágenes grupo irrumpiera con 12 Peces, ese ovillo de guitarras entre el absurdo y la explosión cromática del arte pop y sintetizadores que bien representa el sonido de su que se renovaban con cada canción. Para ese entonces,


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el público ya se había tomado el vuelo que había despegado hace un par de canciones y abarcaba todo tipo de escalas. O deberían haber escuchado, sino, esa versión con lapsos tropicales (¡casi de cumbia!) de Casa, con el tinte de rock latinoamericano que están transitando por éstos días, y que plasmaron en el reciente disco de covers Cubiertas (2011) del cual sólo tocaron La Casa del sol naciente. Para ésta altura ya estaba claro que el orden de los temas denotaba la doble clave que atraviesa el cancionero de Bicicletas: el amor, impuro como maravilloso y el inventario surrealista que explota con crudeza. Sin ir más lejos El Sol, parte de la ‘épica personal’ del grupo, derivó en un highlight del show donde el tándem Wiske-Crivelli estalló en una zapada celebratoria que terminó con el batero Mariano Repetto reventando los platillos de pie. En ese plan de alternancia ciclotímica, siguió el tema “que nadie conoce, porque tras escucharlo desaparece” El gran Houdini, que dio paso a Araña ñegra, Pájaros y 11 y 20, su exponente más cercano al mainstream. Como una declaración de principios, a modo de humorada, se sumó Hoy para que Crivelli la anunciara como “otra

canción de amor más, porque aunque no lo parezca somos buena gente”. En el aire y Pica pica anticiparon el tramo final del show, subiendo el amperímetro, mientras Camellos alcanzaba el clímax más intimista en una desgarradora despedida del mundo de los vivos. En Quema, como es habitual, todo volvió a arder antes del tridente final compuesto por Un jueves, Granada y al paraíso y El extranjero. A punto de que se acabara el día, y como si un conjuro fuera a operar a partir de la medianoche, Bicicletas cerró su festejo. Hubo sonrisas, abrazos y gargantas gastadas: la circulación por autovía pronostica otros 10 años más de buen tránsito.

Bicicletas se presentó en Niceto Club el jueves 11 de agosto de 2011.


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F F I T SLITTLE : o d n e i d r a e uego que sigu

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S R E G FIN en el teatro de flores

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a gente que recuerda Cemento como el templo de antaño del rock, habla de la fecha Stiff Little Fingers, en julio de 2000, Fotos: como una de las presentaciones Pablo Caro de punk rock más aplaudidas en la historia de nuestro país. La llama de los Fingers seguía encendida en los corazones de quienes que se dieron cita el sábado 13 de agosto en el Teatro de Flores, para presenciar su única presentación en la Argentina desde aquel entonces. Los afiches convocaban al público a partir de las 18 “puntual” pero, ¿qué clase de presentación punk empieza “puntual”? Poco antes de las 19 el local de Flores estaba casi vació, no fue sino hasta 10 ó 15 minutos después, que se escucharon las primeras notas, el telón se abrió y Explenden comenzó a calentar el ambiente para los pocos presentes. Una cosa dejaron en claro: tienen mucho del punk nacional encima. Claramente influenciados por importantes referentes del género como Sex Pistols (contemporáneos de los Fingers durante los tumultuosos 70’s en el Reino Unido), compartieron escenario con Cadena Perpetua, 2 Minutos y Los Violadores. Escribe: Fernando Mujica

declararon como su mayor influencia el “espíritu del ‘77” y, a través de sus visuales, repitieron “hacete un favor, conocelos”; y, por el otro, La Conexión, quizás los más pop de la noche y quienes se atrevieron a mezclar sonidos electrónicos con melodías punk. Con sólo dos discos en su haber, estos últimos abrieron el show de The New York Dolls en The Roxy Live. Cuando habían pasado quince minutos de las 21, y tras tres intensos minutos de aplausos y ovaciones, la banda de Belfast salió a escena. Jake Burns, cantante, guitarrista y miembro fundador, levantó los brazos en señal de agradecimiento y, sin decir una palabra, abrió el encuentro con: Roots, Radics, Rockers & Reggae. El cover de Bunny Wailer, al que supieron acelerar y aplicar su propio estilo, sonó a todo volúmen: era claro, el mosh estaba a la órden de la noche.

Como si el grupo se hubiera contagiado de la pasión de todos los fanáticos presentes, al finalizar el primer tema, lo engancharon con At The Edge y remataron con Nobody’s Hero. Acababan de abrir con tres temas al hilo, y el público seguía saltando y gritando. Recién entonces Burns se dirigió a los allí presentes: se disculLos siguieron dos teloneros más, por un lado, The Johns pó por “haber tardado 11 años en volver” y agradeció que (con una estética muy similar a The Clash), quienes “todavía recordaran quienes eran”.


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Tras esas breves palabras, presentó Silver Lining; la banda desbordó energía, talento, sus años de trayectoria y los 9 discos de estudio en su haber. Eran las mismas canciones y el mismo estilo que influenciaron a The Libertines, U2, Die Toten Hosen y, como resalta esa recordada escena de la película High Fidelity (2000), también a Green Day.

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Para la próxima canción en el repertorio, eligieron un tema de su primer álbum que, según ellos, habían compuesto “siguiendo esa actitud punk de molestar, y darle a la disquera algo que nunca llegara a los charts”: Straw Dogs. Ya cómodo arriba del escenario, Burns, de 53 años, sacudió su guitarra y saltó sobre el mismo cuando le dio a la última nota. Just Fade Away, sonó pegado al tema anterior y, con un agradecimiento a locales Ataque 77 por haber hecho un cover, llegó Listen. Si hay algo que no se puede negar es que los Fingers han sabido mezclar reggae, punk, rock y crear un sonido propio. Son buenos haciendo covers y de hecho, lo han demostrado a lo largo de su discografía.“Se lo robamos a un amigo”, bromearon al comenzar Doesn’t Make It All Right. Era momento de bajar las revoluciones: “no somos buenos escribiendo canciones de amor” opinó (y se desmintió) Burns al interpretar Barbed Wire Love. Así, la noche tomó un breve tono sentimental. “En algún punto de la vida, nos topamos con algo o alguien que nos encamina, que nos influencia y para nosotros ese ‘algo’ fue The Clash”. Llegó entonces el homenaje a Joe Strummer


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con Strummerville (“Él me dió la confianza para pararme arriba de un escenario a cantar”). Un día antes de las elecciones primarias en la Argenitna, la agrupación decidió cerrar la lista con tres canciones de carga muy política: Fly The Flag, Tin Soldiers y el hit, el tema que sonó en High Fidelity (y el que me hizo conocerlos): Suspect Device. Para los bises, el baterista Steve Grantley tocó la intro de Johny Was, de Bob Marley, luego llegó I Fought The Law (cover del tema escrito por el compañero de andanzas de Buddy Holly, Sonny Curtis) y el clásico Alternative Ulster. Mientras el público aún estallaba en saltos y abrazos el cuarteto dejó sus instrumentos para luego despedirse y finalizar una noche que acababa de pasar a la historia del punk.

Stiff Little Fingers en se presentó en El Teatro de Flores el sábado 13 de agosto de 2011.

la banda desbordó energía, talento, sus anos de trayectoria y los 9 discos de estudio en su haber


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DISC

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– Big Talk – Big Talk (2011)

Primero fue Brandon Flowers, con su Flamingo (2010), quien se animó a incursionar en el mundo solista después de Day & Age (2008), el último de The Killers hasta la fecha. Ahora llega el turno del dueño de las baquetas, Ronnie Vannucci Jr., con su proyecto en solitario encapuchado en el nombre de una banda, quien deja en las manos de sus fans el homónimo Big Talk. Grabado entre noviembre de 2010 y enero de este año en los Battles Born Studios de su Las Vegas natal, y mezclado en Londres, Vannucci decidió calzarse una guitarra, tomar el micrófono y juntarse con su amigo Taylor Milne para sacar un nuevo LP.

mentos ejecutados por ellos dos, más las colaboraciones de sus ex compañeros de Expert on October (Matt Sharp y Ted Sablay), el disco cuenta con 12 canciones que traen una fuerte impronta marca The Killers. El álbum fue producido por Joe Chicarelli (The Strokes, My Morning Jacket, The Shins), y el sonido glam indie rock n’ roll que recuerda a los autores de Bones y Change Your Mind está más que presente. Por si fuera poco, la voz del baterista ¡hasta se asemeja a la de Flowers!

Con buenos riffs y buenas baladas, el disco es consistente y no decae en ningún momento. Si bien parece una colección de b sides del grupo estadounidense, la revelación es la calidad compositiva de Ronnie. Getaways es el primer single y uno de los mejores temas, pero también resaltan la playera Girl at Sunrise y Big Eye, que cierra el álbum. – MF.

Con la mayoría de los instru-

– Cass McCombs – Wit’s End (2011)

Después de sacar Catacombs en 2009, el californiano Cass McCombs parecía haber alcanzado la cúpula de su carrera. El cuarto disco desde sus primeras grabaciones en 2002, llegó como una síntesis de todos sus trabajos, consagrándose como uno de los tantos discos espectaculares del año. Pero más que nada, Catacombs significó el crecimiento y evolución impresionante de un artista que recién estaba preparándose para romper expectativas. Entre un sonido desolador que titubea logrando no caer en un folk plano ni en pop melodioso, la imagen de McCombs exponiendo sus propias tripas en la mesa no deja de prevalecer a lo largo del disco. Wit’s End se encierra

líricamente de principio a fin en la soledad humana como objeto de estudio primordial. Visto de esta manera, el disco bien podría haber sido un cubo asfixiante doloroso sino fuera por el amplio sonido con el que se atrevió a experimentar como nunca lo había hecho antes. Es el amplio rango de elementos diversos el que mantiene al disco novedoso entre sus ocho canciones al mismo tiempo en que sostiene un manto de misterio sobre cada instrumento y especialmente en la voz. County Line empieza de la manera más accesible posible, desplegando uno de los fuertes de McCombs: mantener el sonido simple y tranquilo y al mismo tiempo sonar tan fuerte y pesado en otras dimensiones. A partir de ese punto el disco puede llegar a sonar poco fresco, por lo que se vuelve difícil escuchar varias veces de principio a final. Canciones como The Lonely Doll, con sus campanas angelicales y su percusión lluvio-


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COS

REVIEWS

sa, o Memory’s Stain juegan medianamente en contra, repasando sobre elementos y aspectos del disco que ya habían quedado en claro al principio y se repiten débilmente. El cierre del disco, A Knock Upon the Door es una balada difícil de nueve minutos ya que, aunque la incursión de trompetas y vientos en la canción puede ser grata al principio, es una canción que tranquilamente podría haber durado menos de la mitad y haber dejado en claro lo mismo, calificativamente. Cass McCombs sigue por un buen camino, aunque posiblemente deba ordenar un poco sus ideas sin sonar repetitivo si quiere que volvamos a escuchar un próximo disco de principio a final. –EO.

– The Horrors – Skying (2011)

Al principio, parecía que The Horrors iban a ser un chiste de una temporada y no mucho más. Con apenas dos singles, ya se habían ganado varias líneas escritas sobre ellos, apariciones en la radio y hasta una tapa en la NME. Su apariencia de dibujos animados ayudaba a inflar esa sensación. Los cinco muchachos británicos (dos de ellos portando seudónimos realmente caricaturescos como “Spider” Webb y Coffin Joe) se mostraban esqueléticos, con peinados de color oscuro ridículos, jeans ajustadísimos y una pose gótica chic. Su EP y disco debut (Strange House, de 2007) tampoco mostraban demasiados rasgos de originalidad como para ilusionarse. Su envase sonoro exhibía claros homenajes al garage

sesentoso, al rock lúgubre de The Cramps y a la estética de película de terror de los 50’s. Pegaron algunos temas buenos, es cierto (quién puede negarse a Count in Fives, después de todo) pero nadie preveía un futuro sólido para el quinteto.

Hasta que llegó Primary Colours dos años después. De repente, The Horrors se deshicieron del truco garage punk y se implantaron cromosomas del shoegaze, especialmente de aquel de guitarras ruidosas y climáticas al mismo tiempo; engendraron canciones que debían al rock experimental alemán y a los trabajos ambient de Brian Eno e invocaron –como tantos otros– al fantasma de Ian Curtis. De nuevo sus influencias eran transparentes, pero se encontraban combinadas con tan buen gusto que les salió uno de los discos fundamentales de 2009. ¿En serio estos eran los mismos de Sheena is a Parasite? La sorpresa inundaba de dudas con respecto al salto de calidad presente y el porvenir de la banda. ¿Es

Primary Colours un inspirado signo de crecimiento o apenas una fortuita y bienaventurada alineación de los astros? Skying, el nuevo disco de The Horrors, parece apuntar a lo primero. Siguen vistiendo esos jeans apretadísimos que dejarían sin aire a cualquiera con algo de carne rodeando sus huesos, pero ahora parecen estar alejándose definitivamente de la pose horror punk que ostentaban hace cuatro años. Skying continúa el sendero etéreo que se colaba en gran parte del trabajo predecesor, pero esta vez con un glaseado más cercano al new wave que al de My Bloody Valentine y similares. Se lo puede escuchar en esos sintetizadores luminosos, en la voz que de repente emula a la de Richard Butler (cantante de The Psychedelic Furs, los de Pretty in Pink) y las guitarras que (salvo excepciones como Endless Blue o Monica Gems, los números más rockeros del álbum) se emplean para generar atmósferas oníricas.


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Hay definitivamente un aire al pop-rock alternativo taciturno más memorable de los 80’s en Skying, y eso se hace más evidente en la primera parte del álbum, especialmente en I Can See Through You, Dive In y el primer single Still Life (intenten encontrar alguna reseña sobre este tema que no mencione a Simple Minds y John Hughes). Para la segunda mitad guardan las extensas Oceans Burning (épico y calmo tema de cierre) y Moving Further Away, que se vale de una línea de sintetizador retrofuturista alla Kraftwerk y un mantra que parece resumir la mentalidad actual del grupo: “Everybody moving further away”. Skying tal vez no es tan sorprendente como Primary Colours, fundamentalmente porque su anterior disco se sintió como un inesperado borrón y cuenta nueva en el sonido del grupo. Pero es un álbum que representa algo que hace cuatro años pocos hubiesen imaginado decir: que The Horrors es una de las bandas inglesas más prometedoras en cartel.

actitud loable en éstos tiempos, en cuanto a la producción musical, esa es la de sonar puramente revisionista. Por lo que éste dueto de San Diego dado a conocer como Cults decidió apuntar los oídos al sesentismo del pop inocente y el surf rock, tras implementar el recurso del EP lanzado al éter como carta de presentación antes de la muestra definitiva de cartas en un disco de estudio.

– MT. Sobre bases con swing y mucho reverb, aunque bien equidistantes de la distorsión guitarrera, Folin irradia un canto cálido y soleado como las costas de California aunque confiese líneas como “I am afraid of the light, yeah you know what I mean“. Al oírla, uno podría imaginársela retratada en una performance en blanco y negro desde un aparatoso televisor con perillas, con mayor justicia que la sensación de groove desorbitado que podría sugerir la portada del álbum.

– Cults – Cults (2011)

Abducted es un auspicioso inicio, que incluye cambios de tiempo entre tintineos y cuerdas upbeat, como un reflejo de la historia de corazones rotos contada desde doble perspectiva de la pareja creativa. Un recurso pimpinelesco –que repiten en Bumper– aunque sin la valentía de los reproches escupidos a la cara, sino más bien con el uso de una segunda persona de acusamiento mutuo que deja a los oyentes en el medio del pase de facturas.

Madeline Folin y Brian Oblivion entendieron, como tantos otros, que si hay una

Reina una lírica de desilusión y sollozo, contrastante con un sonido que intenta remendar

– EP.

esa penuria a partir de un ovillo de viejas influencias reconvertidas por una pareja que tranquilamente se pudo haber tirado en la cama a escuchar Best Coast y Sleigh Bells. Y alimentan un sonido poco explotado en éstos días, a partir de la exploración entre el brillo y la oscuridad que se encondía detrás de las afectuosas canciones pop de hace cincuenta años.

– Portugal. The Man – In The Mountain In The – Cloud (2011)

Desde Waiter: “You Vultures!”, su primer disco en 2006, Portugal. The Man supo cómo mantenerse ocupado. Sacando un disco por año, acercándose al reconocimiento medial pero alejándose progresivamente de sus raíces, cada nuevo año traía un nuevo trabajo y al mismo tiempo una nueva cara. Pero ¿qué tiene el sexto disco de la banda que haya carecido en su carrera pasada? Para empezar, In the Mountain In the Cloud es el primer disco de los alaskeños lejos de una discografía cuasi independiente, y de la mano de Atlantic Records se armaron con un plantel magistral de productores. Recién llegaron a los oídos de varios con su segundo disco,

Church Mouth (2007), que aunque pasó muy desapercibido, mostraría una faceta psicodélica y experimental excepcional a la que prefirieron no volver a visitar en el futuro. Censored Colors llegó en 2008, considerado una de las producciones más ambiciosas del año y de la carrera de la banda. Llevando el neutro rock psicodélico a territorios orientales al mismo tiempo en que ampliaban la línea de instrumentación sin miedo de experimentar con trompetas jazzeras ni instrumentales audaces, Censored Colors marcó un antes definitivo para la banda. Los años traerían al cuadrado y convencional The Satanic Satanist (2009) juntó a su versión acústica The Majestic Majesty el mismo año, y American Ghetto (2010), disco que a diferencia de su anterior, no estaba tan desesperado por sonar accesible y tradicional, pero sí mostraba a una banda poderosa recuperándose y desesperada por no desaparecer en el olvido. Se puede decir que Portugal. The Man pasó gran parte de su carrera buscando la mejor manera de explotar su sonido, intentando ser un monstruo pop mientras esquivaban el rock psicodélico ambicioso que los hizo gigantes en primer lugar. Mirándolo de esa manera, In the Mountain In the Cloud es una vuelta a ese sonido en proporciones chicas. Mientras que el disco no es un borrón y cuenta nueva después de sus discos anteriores: no es difícil encontrar las baladas poperas de the Satanic Satanist y el beat de American Ghetto.


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Con So American abriendo el disco y mostrando sus influencias Bowiescas sin miedo, se puede hacer una idea bastante tangible de lo que el disco nos espera. Es por esta razón que, aunque definitivamente me alegra escuchar a la banda esforzándose por ampliar sus propios límites en la producción e instrumentalización del disco, muchas veces se siente como si estuviéramos escuchando la misma manera de grabar y estructurar la canción una y otra vez. Llenos de guitarras, violines, coros incesantes, Portugal. The Man no deja de repetirse a si mismo dentro del disco, como un copy paste en las ecualizaciones y mezclas. Sin embargo, hay momentos que se destacan dentro del disco. Sleep Forever cierra el disco tomándose su tiempo en formar capas y capas para explotar en su debido momento. Son canciones como estas o el single Got It All que brillan en un disco en un disco un poco redundante, no solo en la manera de producir las canciones, sino también cuando se evalúan las progresiones de acordes, y las melodías. Me alegra poder escuchar el disco y que me guste por lo menos un poco a diferencia de lo odioso que cada disco se volvió después de Censored Colores. Supongo que en un año podremos saber si la banda sigue encaminada en el sonido que le conviene como identidad, o en el sonido que le conviene como producto. – EO.

– Prietto Viaja al – Cosmos con Mariano – Le Priet vaha chosmos e – bacon Maourian (2011)

Con grabaciones de hace casi dos años realizadas en distintos lugares y etapas, llega esta esperada y cuidada edición del nuevo disco doble de Prietto viaja al cosmos con Mariano, con ilustraciones del mundo visual de Prietto incluidas. Lo componen nada menos que 28 canciones: algunas serán reconocibles por ser parte de lanzamientos previos (las Lou Fai Sessions, las grabaciones en Pro Noise o el EP en vinilo de adelanto del disco) o de los recitales de la banda. Quienes hayan tenido la oportunidad de presenciar las performances en vivo del dúo podrían sorprenderse engañosamente al notar que las extensas e imprevisibles zapadas psicodélicas en las que suelen incursionar han dejado lugar a una catarata de canciones, el vehículo expresivo que la banda ha encontrado más adecuado para la andanada emocional que brota de esta música. Cada una de estas gemas tiene su propia atmósfera. El disco alterna entre el clima apocado e introspectivo y la furia contenida, pero es fundamentalmente una obra que muestra a Prietto y Mariano en estado de gracia –debido también a la producción y mezcla de Shaman y el propio Prietto– en el tratamiento de su particu-

larísimo lenguaje propio, ese minimalismo de guitarra y batería/percusiones alucinógenas salpicado con silbidos, susurros, chistidos, ecos, alaridos, flautas que gimen dispersas, el color que aportan las trompetas (Tristeza) o algún armonio (Los hombres de poder). En cada quiebre de la voz, en los gritos desgarrados, el estallido de los platillos, los coros fantasmales o al distinguir cada cuerda de la guitarra tensándose, parecen advertirse la reverberancia y el delay naturales de las situaciones diarias, sea la mugre del piso de plaza Once, viejos mirando Crónica en la televisión o una mañana hermosa. Nadie más podría tocar estas sentidas canciones: Prietto pertenece a ese linaje de guitarristas de complejidad simple, que como Lou Reed, Tanguito, John Lee Hooker o Lito Nebbia, pueden hacerse cargo de la sentencia de Prodan: “Yo te doy una guitarrita y vos solo, con tu voz y eso, haceme latir acá”. Cuenta para esa misión con un cómplice imprescindible en Mariano: si las numerosas canciones de Prietto son las estrellas de una constelación inasible, el baterista es el interlocutor necesario, el espacio en el que flotan. A pesar de los adioses, monstruos, tristezas e incendios que lo pueblan, este no es un disco oscuro, sino luminoso. Algunos tracks son ensoñaciones estáticas, vaporosas; otros tienen la contundencia de una pirámide. Todos brillan. Usualmente, el lugar común al describir las composiciones de la banda es hablar de “melancolía”. Pero en este disco hay más bien una mirada posada

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sobre la profundidad abismal de las cosas cotidianas y los enigmas irresueltos de lo que nos es más familiar e inevitable: el amor, el agua, la ciudad, la sangre, el desencuentro, el fuego, los niños, los viejos, la muerte. Y si bien las poesías y relatos que soportan las canciones son más que elocuentes, uno podría pensar que las descripciones son sonoras y que la música emana de las cosas mismas: no redundan las notas acongojadas en Tristeza, fluye Ríos en una misma dirección, se revuelcan corcoveando un acorde tras otro en Tú eres quien va por agua, Bombero se prende fuego, Mariano hace el mar con sus manos en Vacaciones. Por razones similares, puede decirse que con este disco doble ocurre algo parecido que con Blood on the tracks de Bob Dylan, otro álbum personal que parece haber salido sin mediaciones desde las entrañas de su compositor: hay un contrasentido en pensar que alguien puede “disfrutar”, divertida o ligeramente, de su contenido (para entender mejor esto, escuchar El monstruo o Divagando en el salón cósmico, que se cuentan entre los mejores tracks del disco). Pero la música que cumple con ese viejo cometido de las vanguardias (nunca logrado por ellas) que era franquear las barreras entre arte y vida, es la que cuenta con un potencial conmovedor inigualable. No casualmente, esa música escasea. Y Prietto y Mariano nos acaban de entregar 28 canciones para no olvidar que todavía hay quienes pueden hacerlas así. – NM.


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– Stephin Merritt – Obscurities (2011)

“Te daré cada uno de los colores del arco iris”, promete Stephin Merritt en Forever and a Day, tema que abre su más reciente compilado de rarezas Obscurities (2011) editado por Merge. El álbum, compuesto por catorce canciones y versiones inéditas que datan de 1994 hasta 1999, es una invitación a la intimidad de Merritt, esa misma que describía en el documental Strange Powers (2010) cuando hablaba sobre sus tardes y noches componiendo en rincones oscuros de bares gay en Los Ángeles. En cierta forma, Obscurities es también una manera de recordar el apogeo del cantautor indie y que tuvo como punto cúlmine el lanzamiento del disco triple que mejor representó, al día de hoy, las diferentes formas, colores y sentidos del amor: 69 Love Songs (1999). El líder de The Magnetic Fields –vale recordar, que el sucesor de Realism (2010) llegará el año que viene por Merge– es un fiel creyente de sí mismo, sus centenares de instrumentos y, sobretodo, de la versatilidad de los sintetizadores. Lo más rico, sin dudas, es la ventana a versiones alternativas y esqueletos de temas como I Don’t Believe You –que

más adelante fue parte de i (2004)–; Take Ecstasy With Me (cantado por Claudia Gonson), último track de Holiday (1994) o Yet Another Girl, la respuesta a cómo nació la melodía de The Luckiest Guy On The Lower East Side y que fuera editada en el debut de 1995 de The 6ths, el proyecto paraleo del barítono neoyorquino. Un disco ideal para corazones sensibles, aunque sombríos, con los ingredientes necesarios para apaciguar y despertar al mismo tiempo los recuerdos que pocas veces queremos sacar a la luz. – JGM.

– Las Kellies – Kellies (2011)

Las Kellies es una de esas bandas que uno contrataría sin titubear para que toquen un par de temas para amenizar una fiesta. Probablemente habrá algún invitado que trate de boicotear el acto, alegando –como buen talibán del virtuosismo- que esas chicas que están cantando en el escenario improvisado en el living sobre un “perro rompebolas” no saben tocar sus instrumentos. Hasta es posible que otro se sume a esta muestra de animadversión señalando lo ridículas que se ven con sus disfraces idénticos. Pero algo es seguro: todos, consciente

o inconscientemente, estarán moviendo la patita. Cuarteto convertido en trío y seguidoras del patrimonio ramonero de bautizar a sus integrantes con el mismo apellido, Las Kellies concibieron en sus dos discos de estudio anteriores –Shaking Dog (2007) y Kalimera (2009)– garage desprejuiciado con pinceladas de post-punk, vibrante y animado. Aunque esté formada enteramente por chicas, no se siente una necesidad por revalorar lo femenino como agrupaciones similares encasilladas en el género riot grrrl: lo suyo es puro regocijo espontáneo, sin demasiadas vueltas. Colgarse la guitarra, enchufar el cable, hacer un poco de ruido y que la gente se mueva. Con esta filosofía a cuestas, era de esperarse que la música en poco tiempo vaya de responder el llamado de la naturaleza punk a adoptar el groove de las pistas de baile. Su tercer disco, titulado simplemente Kellies, no es sólo su álbum más bailable y con el que tímidamente están recibiendo atención en el extranjero (aunque ayudó también que hayan pasado bastante tiempo sobre escenarios europeos), sino en muchos aspectos es el más pulido, el más “serio”. Esas comillas rodeando “serio” son fundamentales, porque en general las chicas no le temen a caer en el chiste, y por algo salen canciones como Bling Bling (Tom Tom Club deberían estar orgullosos) y aquella sobre el perro rompebolas que se señalaba al principio, llamada… sí, Perro rompebolas, en la

que aúllan con desesperación canina y pulso garage. Continuando esta senda juguetona, también siguen explotando su costado políglota, con temas entonados no sólo en español y en inglés sino también en japonés (Totsunootoshigo), portugués (Um dia no Brasil) y francés (Suffisant). Pero volvamos: si por algo es su disco más “serio” hasta el momento es por su consistencia sustancial. El disco está marcado por bases de bajo funky simples y repetitivas, voces y coritos que dialogan, guitarras salidas de la escuela de Gang of Four, un vibraslap que se cuela en varios pasajes y una prodigiosa capacidad para desparramar ganchos, unos tras otros, de manera económica. En media hora, Las Kellies musicalizan divorcios (Keep the Horse), rinden tributo a ESG, otro clan de chicas descaradas y obvia referencia del conjunto (el cover Erase You), aceleran un par de revoluciones (Hit It Off) y sorprenden con un par de piezas instrumentales (en especial Adwenture, que, siguiendo con el name-dropping, recuerda a Public Image Ltd., el vehículo post-Sex Pistols de Johnny Lyndon; y Bife dos, con su torpe e infecciosa línea de teclado). Si andan buscando algo que suene novedoso e innovador, probablemente estén perdiendo el tiempo. Pero para el resto, el tercer disco de Las Kellies cumple con el objetivo de sacudir la modorra de la rutina diaria con 14 canciones entretenidas y difíciles de no querer. En ese aspecto, entonces, no habrá decepciones. Porque si hay algo que aprendimos de este


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grupo de muchachas en estos años es que con ellas –y como diría cualquier trailer cliché de película cómica de vacaciones de invierno– la diversión está asegurada. – EP.

– Massacre – Ringo (2011)

Después de 3 años, la banda under más mainstream del rock local vuelve a las bateas con su onceavo disco desde que se hace llamar Massacre. Potencia, skates y calzas de leopardo se resumen en once tracks bajo el nombre de Ringo, no como homenaje al Beatle, sino en referencia a la estrella del box Oscar ‘Ringo’ Bonavena. Con su carisma y fluida pronunciación, Walas y su troupe nos llevan a un viaje sonoro durante tres cuartos de hora en el cual no falta nada. La furia guitarrísticapop de Mamut (2008), los cuelgues pseudo psicodélicos y la impronta skate/punk que retorna después de varios años, más algunos nuevos sonidos que no habían estado en ninguno de sus anteriores LP’s, hacen que el grupo esté más vigente que nunca. Lo que sorprende es que, a pesar de que Tengo captura y Tanto amor –los temas que

han salido como cortes de difusión hasta ahora– se posicionen entre los más radiales de toda su carrera, el resultado final es que este disco es menos “digerible” que su predecesor. Bajo las leyes líricas de su líder, que rondan los conflictos psicológicos de su infancia y los mundos que crea en su cabeza, la música toma facetas hasta entonces desconocidas por la agrupación, que se reinventa en varios pasajes.

Excavaciones, muestra cómo la banda adquirió una madurez sonora envidiable que recorre una historia del post-punk y la melancolía en una épica serie de catorce canciones, más que suficiente para demostrar dónde están parados a diez años de haber comenzado su carrera.

– Mujercitas Terror – Excavaciones (2011)

Aún antes de lanzar su debut, el homónimo Mujercitas Terror (2007), la banda de Marcelo Moreyra (guitarra y voz), Daniela Zahra (bajo y voz) y Federico Losa (batería) ya había recorrido y enamorado a todo el under porteño. No faltaba menos para que Excavaciones siguiera en el mismo camino. El disco comienza con la ruidosa Excavaciones que, como todo el disco, cuenta con los lamentos vocales de Moreyra y Zahra. Las canciones sangran, sufren, como deberían sufrir los dedos de Moreyra al tocar las agonizantes guitarras de las canciones; Mamá Mata Niñas, Hechos Injustos (cuya deliciosa versión acústica también apareció en el reciente Compipulenta), Abran el Baúl, denotan la estética horrorífica del disco.

Un viaje por las cavernas. La resolución musical de todos los conflictos adolescentes. Una explosión noise que podría musicalizar una ópera de Tim Burton. Con influencias que van desde Rimbaud hasta The Smiths y L7, el segundo disco de Mujercitas Terror,

Las temáticas del hospital, el gore y la muerte son figurita repetida de un disco que se demoró en venir, y con razón. Hay una cierta madurez en el trabajo de Mujercitas Terror, seguramente soportado por años de gira, de shows, de dinámica de grupo. Estos mismos temas son interpretados con tintes de poesía enferma, que explora los miedos para vencerlos y transformarlos en arte. La pulsión de muerte es una autodestrucción, que como el Fénix, se levanta en

Los puntos altos del álbum son la apertura a toda pompa de La web del siglo; Lo mío no es tan grave, que sirve como cierre del disco con su final cuasi jazzero y El deseo, con arpegios que hacen recordar a R.E.M. Parece que los chicos de Caballito han alcanzado el reconocimiento que se merecían, y, por suerte, no han dejado de lado ninguna de sus características. – MF.

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las canciones de la banda desde las cenizas de géneros bastardeados pero transformados en hermosos por la banda, con sutileza y maestría. Las canciones de Mujercitas Terror son un viaje por el inconsciente del morbo. El pesimismo de Acá Está Todo Mal es casi un grito generacional: las letras de Moreyra son una expresión gutural y sincera de una desilusión atávica: si quieren venir, nadie los espera. La mixtura de géneros, que va desde el noise al garage y hace una breve gira por el punk y el rock experimental, nos lleva a una experiencia casi visual de escuchar sus canciones, un instinto casi primitivo de mirar detrás de nuestras espaldas para saber si alguien está mirando. Un terror delicioso. – BP.

– Alvy Singer Big Band – El tiempo del amor (2011)

Ávido por seguir nutriendo ese cancionero argentino que se viene gestando, hace tiempo ya, en paralelo a las grandes faenas masivas, el multiinstrumentista Jano Seitún –mejor conocido como Alvy Singer- vuelve a apostar por las piezas descorazonadas, al frente de la Big Band, con El tiempo del amor. Grabado bajo la producción de Juan Stewart, en unas maratóni-


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cas sesiones en los estudios ION, la agrupación renovó sus aires con una estructura donde las guitarras eléctricas delegaron su trabajo al banjo, las orquestaciones de cuerdas se difuminaron y el resto de los músicos se integraron vocalmente.

velada de cuarenta minutos que repele los tormentos por un rato y proclama por “gorras gratis para las cabezas llenas de preguntas”.

Pero si hay algo que sigue presente es esa atmósfera de pop anacrónico, sin fecha de vencimiento, con grandes dotes elásticos para abrazar una mixtura de géneros que abarcan desde el bolero y la chanson hasta la rumba y el mambo.

– Jacuzzi Boys – Glazin’ (2011)

Un soundtrack polifuncional de cantina y sociedad de fomento donde conviven varios de los estados emocionales que produce el amor. Como el escepticismo de Tu Peor (La última temporada, tan despiadada, se me puso a bailar, y de repente, todos son maravillosos y yo no veo nada tan genial), el regocijo desmedido de Emborrachar a un oso (luces de neón en mi corazón) y todos esos pequeños lapsos que brotan circunstancialmente. En El Vagabundo, y con la colaboración de Pablo Dacal, Alvy rinde un tributo festivo y de salón a Los Gatos, en un acto que busca conservar el linaje y las buenas costumbres del talento nacional.

A finales de 2009, Jacuzzi Boys sacaba su anticipado primer disco. Después de varios hitazos de 7”, la banda garagera de Florida finalmente ponía los pies en la tierra para encerrarse a componer su debut. Obviamente que No Seasons podía ser considerado como uno que otro de tantos discos de garage rock y lo-fi fiestero: con sus voces chillonas, las distorsiones gastadas, los temas de dos minutos y las baterías rápidas, el trio americano no traía exactamente nada novedoso al género. Sin embargo, es imposible negar que estos tipos no saben cómo engancharte de una.

El disco funciona, asimismo, como una notable oportunidad para adentrarse en la obra de éste colectivo orquestal a partir del compilado Pequeños éxitos que acompaña a El tiempo del amor y resume la obra de sus trabajos anteriores Volumen uno, La elegancia y El corazón fantasma. Una

– MT.

Glazin’ parte de la misma premisa: disco de apenas treinta minutos lleno de canciones listas para hacer pogo en un baile rítmico sin mucha ciencia pero mucho rock. Tratando minuciosamente de alejarse de la pesada influencia Ramonera de su primer disco, los Jacuzzi Boys optan por subirle la distorsión rota a los solo

y sacarle todo el provecho a las guitarras psicodélicas que ondean entre baterías de chapa y lata y bajos levemente distorsionados, idea que suena más que racional, intentando captar la esencia de los recitales de la banda (especialmente después de que Jack White haya firmado con ellos para que graben un disco en vivo via Third Man Records). Vizcaya abre energéticamente sin tardar en presentar estas nuevas distorsiones más crudas tratando de ocultar el hecho de la banda haya sido capaz de alquilarse un estudio de verdad para grabar este disco, a diferencia de lo que venían haciendo. Y donde más se nota esta estrategia es a la hora de poder diferenciar y destacar cada canción individualmente, cuando No Seasons se presentaba como un conjunto de canciones arriba de un ruido blanco de interferencia continua. Otra decisión importante y prevaleciente es la inyección de psicodelia pasiva a través del disco, diferencial de los Jacuzzi Boys psicodélicos los siete días a la semana que habíamos aprendido a querer. Esto no quiere decir que el elemento lisérgico haya abandonado las venas de la banda ya que existen canciones como Silver Sphere (Death Dream) que saben calmar esta sed de manera repentina con estribillos hipnotizantes, pequeños solos y cortes mecánicos. Por ahora creo que es imposible estar desilusionado con Jacuzzi Boys. No creo que nadie se esperaba una producción maestra ni un borrón

y cuenta nueva. Los amantes del primer disco o por lo menos del género liderado por bandas como Black Lips o Ty Segall, sabrán apreciar la evolución y madurez compositiva entre este trabajo y el anterior. Tampoco hay que dejarse engañar por el arte de tapa: Glazin’ es un pequeño monstruo desprolijo preparado para atraparte y no dejarte salir hasta que la distorsión te salga por las orejas. – EO.

– Smoke Sellers – Low-fi Warriors (2011)

Esos campos fértiles que son Capital Federal y alrededores y la escena platense nos han entregado descubrimientos valiosos, pero a veces se hace necesario descentralizar, federalizar el reino del indie argentino para hallar verdaderas joyas poco exploradas. Aunque, claro, con una oferta tan desmesurada es muy difícil estar al tanto de todo lo disponible. Como sea, he aquí el caso de Smoke Sellers, banda nacida hace tres años en Villa María, Córdoba, en el corazón del país. En su tiempo breve de existencia –y con esa actitud D.I.Y. sustancial para un grupo independiente– ya han compartido via web sus dos creaciones. Su álbum debut, Smoke Sellers


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(2009), era una exposición palpable de lo que pasa por la cabeza del trío comandado por la batuta del guitarrista, tecladista y vocalista Gonzalo “Chalo” Avila. Un vademécum de sonidos del pasado que suenan ejecutados no tanto a partir de la pose nostálgica sino más bien desde el deseo juguetón de imprimirle algo particular a las bandas y artistas admirados, ya sea David Bowie, T-Rex, conjuntos de pop psicodélico de los 60’s o bocados cuasi-electro.

bién con algunas canciones en particular (Alcoholic Desire of Revenge debería durar por lo menos un minuto más, por ejemplo). Pero si los Smoke Sellers persisten con este ritmo y calidad ya exhibidos, no deberían aparecer señales de desesperación. Al mismo tiempo, esperemos que nunca –o por lo menos no pronto– le hagan finalmente honor a su nombre.

Low-Fi Warriors, su segundo trabajo discográfico, conserva el eclecticismo ácido de su antecesor, aunque en forma (aún) más compacta y directa. Sólo 20 minutos (piénsenlo: todo el disco dura menos que Echoes de Pink Floyd) que, de tan disfrutables, provocan que el dedo ansíe visitar varias veces el botón de “replay”. No es una exageración: las diez canciones que componen a Low-Fi Warriors, aunque de escasa duración (la más larga dura tres minutos), poseen esa cualidad mágica de ser instantáneamente memorables. Un chapuzón de pop irreverente que en muchos casos –inevitablemente– alude a otros artistas (la batería afanada a Gary Glitter en Vagabonds, el tufillo a un Ennio Morricone pasado de rosca en Smoke Sellers Song), pero que nunca está en riesgo de caer en el plagio con pretensiones de homenaje.

– Compañero Asma – Afuera pero no abajo (2011)

El único problema de Low-Fi Warriors es que, si uno se encariña con él, lo más posible es que se termine anhelando más. Y esto sucede no sólo con el disco en sí, sino tam-

– EP.

Hernán Espejo –alias Compañero Asma– viene construyendo desde hace casi 20 años una carrera musical que es de lo más personal del rock autóctono. Desde 1993 lleva las riendas de un proyecto que ya dio a luz a numerosos trabajos de todo tipo (álbumes, EP’s, compilados) en diversos formatos, desde cassettes y vinilos 7“ a lanzamientos digitales. Es un proyecto que, además, está signado por las numerosas influencias que inquietan a Espejo, quien -como buen músico curioso y con avidez de experimentar- no duda en trasladar sus intereses a sus composiciones, ya sea el krautrock, su admirado Julian Cope o el rock nacional de los 70’s. Afuera pero no abajo, su nuevo álbum, es una nueva exhibición de su característico

“sonido broncodilatador”. En contraste con su disco anterior (Guitarra dulce hogar, de 2009), Afuera pero no abajo fue grabado casi íntegramente por Espejo, quien se encargó de tocar todos los instrumentos, salvo en cuatro canciones. Este despegue transitorio del trío en el que formó parte para engendrar su trabajo predecesor resulta en ocasiones en un sonido algo minimalista, con varias composiciones con el Compañero solo con su guitarra acústica y esporádicos sonidos electrónicos de fondo. Algunas de las más destacadas en este rubro son Melómanos en problemas, en la que Espejo carga de forma pasiva-agresiva contra los críticos pedantes (“Decís el problema pero no la solución/ Qué fácil es ser vos/Dame tu dirección, así voy a buscarte y te digo mi opinión”); el pop amigable de La crecida del río; y el instrumental Primos, que se ve enaltecida por sugestivos ruidos de sintetizador y sonidos en reversa. A pesar de ser un disco de 17 canciones, Afuera pero no abajo cuenta con una oferta tan ecléctica que la experiencia nunca se vuelve monótona. Además de los temas con arreglos más minimalistas ya mencionados, se suceden sin pausa canciones para revolear melenas (Hard Rock Commando), alusiones a Pescado Rabioso (Elixir), momentos en las que el lado electrónico se impone con más soltura (El genio salió de la botella), pop guitarrero (Girando como la aguja de un reloj), instantes en lo que Espejo saca a relucir su barítono (Severina) y otros en los que deja volar libre su

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acidez (como cuando describe a esos “hijos de la endogamia con olor a pis” en La elite es así) o reflexiona sobre el paso del tiempo (La sonrisa de la edad). Lo concreto es que intentar emitir un juicio de valor del nuevo trabajo de Compañero Asma como si fuese un todo consistente se manifestaría rápidamente como una tarea inútil, pues una de las características que mejor describe al álbum es la falta de un eje que recorra el álbum de principio a fin. A pesar de que eso es algo que algunos podrían achacarle como desventaja, en el caso de Afuera pero no abajo termina siendo su mayor virtud. No sólo porque todas las piezas poseen la nada despreciable cualidad de lograr adherirse fácilmente a la cabeza del oyente, sino porque, al mismo tiempo, cada canción sería capaz de acarrear elegantemente su original idiosincrasia y destacarse por sí misma sin importar el contexto en el que se encontrase. *Compañero Asma comparte Afuera pero no abajo para descargar de forma gratuita en su página de Bandcamp. – EP.


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30 AÑO S Escribe: Juan José Méndez

Q

ue hoy se haya convertido en un canal plagado de realities en busca de adaptarse a la metamorfosis y masificación de la audiencia en el Siglo XXI –proceso lentamente iniciado en los 90s con el por entonces novedoso The Real World– es, para el caso de esta nota, secundario. MTV es el medio que moldeó la nueva forma de acercarse a la música en los Estados Unidos y fue –definitivamente– el espacio más paradigmático para entender la cultura pop de la generación X. Condensador único del entretenimiento adolescente durante la década del 80, MTV se posicionó frente a una menos que incipiente Internet y a la explosión de las múltiples plataformas de videojuegos en los 90s. Es imposible comprender la historia de los medios de comunicación, la cultura popular norteamericana (luego exportada y, por lo tanto, mundial) y reconstruir la gestación del imaginario adolescente de fines de siglo sin atender al desarrollo de esta cadena televisiva. “No vas a volver a mirar la música de la misma manera” – rezaba el slogan de los inicios de esta cadena musical que hoy 1º de agosto cumple 30 años en el aire televisivo. Es conocido ya el carácter profético del primer videoclip emitido por MTV, el one-hit wonder de los británicos The Buggles: Video Killed The Radio Star, pero para tratar de deconstruir el mensaje inicial del canal –fortalecido con años de permanencia–, es necesario prestar especial atención a la elección de los videos, a la (des) ciudada estética de los programas, a la gestación de la figura del VJ (video-jockey), al empleo pedagógico del nuevo diccionario cool de éste y sus medios satélite.

Los ejecutivos de MTV tuvieron muy en claro, desde el día uno, el concepto a desarrollar y el medio desde donde disparar. Curioso que, en el centenario de Marshall McLuhan, nos pongamos a reflexionar sobre medios de comunicación, siendo este canal la experiencia cultural más concreta de su célebre frase “quien mira televisión ES el contenido de la televisión”. Si –como dice el dicho– todo tiene que ver con todo y nada es casualidad… Si la explosión de Smells Like Teen Spirit en 1991 (dentro del hoy inexistente espacio de música alternativa titulado 120 Minutes) fuese la estrategia maquiavélica más perfecta para vender al grunge y a la mencionada generación X en un paquete con precio y marca, convirtiendo a Nirvana en producto y víctima del sistema -de la misma manera que lo haría NME con el britpop-… Si comprásemos espacios generados, pre-programados, destinados a tener éxito, estaríamos viviendo en un mundo con espectadores indefensos e impotentes, uno mundo muy similar a este, en el que una simple –compleja– cadena televisiva podría llegar a controlar los destinos de una juventud “perdida”, insensible, desatenta, emitiendo como imagen fundante de su primera emisión el estandarte del nuevo sueño americano: el alunizaje, como símbolo del control del (los) espacio(s) y el (los) tiempo(s) de toda una generación.


columnas / nicolás miranda

NO TAN DISTINTOS: SOBRE LA DESTRUCCIÓN DEL ALMACÉN DE SONY EN EL REINO UNIDO

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Escribe: Nicolás Miranda que podrían compartir con éstos un espectro ideológico que elude y enfrenta la primacía de los intereses corporativos y comerciales) incendien el local de una multinacional y el fuego se lleve puesto…sus discos.

La pregunta ingenua que surge inmediatamente es “¿por qué el stock de existencias de tantos sellos independientes, en el edificio de un gigante como la Sony?” La respuesta está en la noticia: con fines de almacenamiento y distribución. Ahora bien, una lectura más detenida de estos datos nos lleva a otras preguntas: ¿son tan distintas las lógicas comerciales de los sellos grandes y de los independientes? Luego de que tanto se haya dicho sobre la cooptación e imitación de las estrategias y criterios estéticos de los sellos independientes por parte de las multinacionales en el marco de la crisis de la industria discográfica ¿no deberíamos también analizar que el crecimiento y diversificación de los sellos l diario El País de España informó hoy que el independientes los lleva a adoptar el modus operandi fuego iniciado por los disturbios en el norte de las compañías mainstream? ¿Es realmente inevitade Londres, más específicamente en el barrio ble esta adopción? de Enfield, destruyó anoche el almacén de distribución que la Sony tenía allí. Tres pisos y 20.000 metros Todo esto recuerda de alguna manera aquellas preguntas cuadrados que servían, alquiler mediante, como centro que se hacía Simon Reynolds escuchando una conversalogístico de la distribuidora musical más importante del ción de adolescentes ingleses en su barrio, en el ensayo Reino Unido (PIAS) y otros 150 sellos de música inde- Se terminó el underground? (2009). Los jóvenes discupendiente. La AIM (Asociación de Música Independien- ten la jerarquía de la fuente donde habían sido los primete del Reino Unido) ha informado que nada ha quedado ros en escuchar el hit de una banda actual: las opciones, de las existencias que se acumulaban allí. ordenadas de la más prestigiosa y “under/alternativa” a la menos, son MySpace, una propaganda, y Radio Disney. Sellos como Warp, XL, Domino, Mute, Sunday Best, Reynolds desliza si los jóvenes sabrán que la casa matriz Rough Trade, JagJaguar o Beggars Group han sido de MySpace es Fox Interactive Media, propiedad de gravemente afectados, al encontrarse allí su stock a ser News Corporation: el segundo conglomerado mediátidistribuido. Muchas de ellas no cuentan siquiera con co del mundo (detrás de…Disney). un seguro de indemnización. De la misma manera, ante los acontecimientos de hoy, La noticia impacta en principio por la magnitud de sus cabe reflexionar si es cierto, como supone Reynolds, consecuencias sobre un nicho de producción y circula- que “el mainstream disminuido se encuentra ahora rodeación que se presenta como alternativa a los de las com- do por canales de actividad musical que ya no son underpañías y corporaciones multinacionales, pero sirve tam- ground (en un sentido de confrontación) sino que simplebién para reflexionar sobre ciertos riesgos, tendencias y mente…no venden muchos discos”. En realidad, como contradicciones inherentes a la industria musical. muestra el caso de XL, ahora también algunos venden muchos discos. Y el cambio en las escalas conlleva nueClaramente un sello cuasi artesanal cuyo stock no su- vas situaciones. pera el par de miles de copias físicas no puede tener el mismo procedimiento que XL, que edita a Adele. El éxi- Los sucesos en Enfield funcionan entonces como un to de esta artista (número 4 en ventas en Gran Bretaña llamado de atención sobre los cruces, limitaciones y actualmente) hace suponer que sólo un local gigantesco diferentes consecuencias entre maneras de producir, de almacenamiento puede contener las copias necesa- circular y consumir música que amagan con ser, cada rias a ser vendidas. Un local como el de la Sony. ¿El ries- vez, más parecidas. go sorpresivo e inherente de esto para los sellos independientes? Que personas en pie de guerra con cierto orden establecido (simplificando muchísimo: personas

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AQUÍ y AHORA,

PERO EN

1997 Escribe: Juan Pablo Lima Ilustración: Guillermo Meza

S

in dudas, el jueves 21 de agosto de 1997 es una fecha imborrable para mí. En primer lugar, porque se trató del día en que pude conocer por primera y única vez a mi abuelo materno y, en segundo lugar, porque aquella jornada coincidió con el lanzamiento mundial de uno de los discos mas deseados y esperados de la época: Be Here Now, el tercer larga duración de Oasis, la que por aquellos años era la banda de rock mas grande del mundo y desde luego, mi favorita de la adolescencia. Sin embargo, ante tanta expectativa desmedida, el disco no logró satisfacer el paladar de los críticos, y tampoco pudo contentar a los fans. La desilusión fue muy grande, y con el paso de los años se lo llegó a considerar como el peor LP de los mancunianos. Para colmo, los hermanos Gallagher se fueron al extremo de no incluir

canciones del álbum en el repertorio de sus shows, en el último periodo de actividad de la banda antes de su separación. Pero… ¿es realmente Be Here Now el peor CD de Oasis?. En lo personal, recuerdo mi expectativa inusitada ante la salida del nuevo disco de Oasis, y no era para menos: Definitely Maybe (1994) y (What’s The Story) Morning Glory (1995) rompieron records de venta en todo el mundo, y si bien la crítica se dividía entre aquellos que ensalzaban las virtudes compositivas de Noel Gallagher y los que atacaban su falta de originalidad, lo cierto es que el fenómeno de masas ya estaba en marcha, el brit pop estaba de moda y los hermanos Gallagher eran los monarcas indiscutidos del nuevo escenario. Y por si hiciera falta, en los meses previos a la salida de Be Here



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Be Here Now confusión, de duración prom volumen exce

Pero la “innovación” sonora no alteró el clásico estilo compositivo de Noel Gallagher: la estructura tradicional verso-coroverso-media octava-solo de guitarra-coro sigue estando presente en la mayoría de las canciones del álbum. Baladas como Stand By My y Don’t Go Away siguen teniendo el mismo gancho de las clásicas canciones de sus dos primeros discos, aunque también sean victimas de la confusión y la sobreproducción. “No quería escribir más putas baladitas tipo Hey Jude. Quería empezar a escribir rock grande y furioso. Más Voodoo Child y menos Hey Jude. Esa era mi intención inicial. Seguramente una vez que me puse a escribir me salió la misma basura de siempre” confesaba Noel por aquello años, ofreciendo una lectura tan visceral como honesta sobre su propia obra. PreciNow (1997), era el propio Noel quien con su inconte- samente el álbum terminó siendo eso, una especie de nible arrogancia alimentaba la esperanza de los fans “Frankenstein”, un híbrido entre los deseos ambiciosos con frases como “el nuevo álbum será una mezcla entre de Noel por innovar y sus limitaciones compositivas. Revolver y White Album de The Beatles, pero mucho mejor” o “será un álbum de rock grande y ruidoso”. Sin duNo obstante, luego de la das, esta última sentencia fue la que mejor se ajustó al sorpresa y la desazón inisonido del nuevo disco. cial que provocó el tercer LP de Oasis, ahora, anaEfectivamente, Be Here Now (1997) era una giganteslizándolo en perspectica bola de ruido y confusión, denso, con canciones que va, Be Here Now atesora tenían una duración promedio de 6 minutos y grabado muchas virtudes. Si haa un volumen excesivamente elevado. El disco pareblamos de canciones -al ce un homenaje no explícito al legendario productor margen de los cortes de Phil Spector y a su técnica de grabación conocida como difusión- hay algunas per“pared de sonido” (que puede rastrearse en All Things las que merecen ser reviMust Pass de George Harrisson y en End Of A Cen- sitadas: tal es el caso de mi preferida I Hope, I Think, I tury de The Ramones). Esta técnica consiste en grabar Know un típico e irresistible rock levemente acelerado varios instrumentos ejecutándose al unísono, lo que marca registrada de Noel, y la sorprendente Fade Inpermite crear una capa de sonido pesada y generar una Out, una canción 100% harrisoniana, que cuenta con sensación de profundidad. Pero Noel Gallagher llevó la curiosa participación de Johnny Deep en guitarra ese concepto al extremo. Así lo confesó Owen Morris, slide. En lo que respecta a la capacidad interpretativa coproductor del disco junto a Noel y colaborador ha- de Liam Gallagher, se podría decir que es el último trabitual de la banda por aquellos años: “Noel buscaba bajo donde se puede apreciar su voz en optimas condihacer el álbum tan denso y colosal como fuera posi- ciones: a partir de 1997 se empezó a hacer notoria la ble, con múltiples capas de guitarra en cada una de las debacle de sus cuerdas vocales, hecho que se hacía muy canciones. En muchas ocasiones, él duplicó 10 canales evidente en cada una de sus presentaciones en vivo, y con partes idénticas de guitarra, en un esfuerzo por se agravó mucho mas en los años posteriores. Además, crear un volumen sónico”. Solo por dar un ejemplo, la Be Here Now marca el cierre definitivo de la primera canción My Big Mouth tiene un numero estimado de (y la mejor) etapa de Oasis: a partir de aquí la banda 30 pistas de guitarras sobregrabadas. cambiaría de formación, productor y sello discográfico.


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w era una gigantesca bola de ruido y enso, con canciones que tenían una medio de 6 minutos y grabado a un esivamente elevado. Dicho de otro modo, el grupo perdió su esencia original y mutó hacia otra cosa. Lo que no deja de ser un hecho lamentable es la poca estima que el mayor de los Gallagher siente por este disco. Es sencillamente ridículo e injustificable el maltrato que recibió por parte de su creador: Be Here Now fue totalmente ignorado en la selección de canciones para el compilado de grandes éxitos Stop The Clocks, y eso que se trata de un álbum doble. Además, la presencia del disco en los shows en vivo fue prácticamente testimonial (aunque aquellos afortunados que estuvimos en el Luna Park en 1998, al menos pudimos disfrutar de 6 canciones del álbum). A estas alturas parece imposible la reconciliación entre el autor y su obra. Según Noel, “todas las canciones son muy largas y todas las letras son una mierda y por cada milisegundo que Liam no dice una palabra, hay un riff de guitarra al estilo Wayne’s World”. No es mi intención contradecirlo, pero desde este humilde espacio invito a los lectores de Indiehearts a que se tomen una larga pausa de 72 minutos y escuchen atentamente Be Here Now. No les va a cambiar la vida ni alegrar el día, pero les aseguro que van a vivir una experiencia que no van a encontrar en ningún otro disco de Oasis. Y eso no es poca cosa.


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intentar entrar al hotel y al concierto donde se alojaba Bowie en Los Ángeles durante su gira Diamond Dogs, de 1974 (siendo rechazado ambas veces por su estado lamentable) y finalmente internarse en el instituto neuropsiquiátrico de la UCLA, donde se le diagnosticó n la primera parte de esta nota, repasamos desorden bipolar. Bowie fue una de sus pocas visitas las razones que llevaron a David Bowie a fugar- allí y el hecho de que su primer acto fuera ofrecerle cose con rumbo a Berlín a limpiarse y encontrar caína no auguraba la buena fortuna posterior. inspiración en las calles de la ciudad dividida por el Muro. Es el turno de adentrarse en el corazón de las ti- Casi dos años después, de vuelta en la ciudad con el nieblas de Iggy Pop para indagar su obra fundamental tour de Station To Station, Bowie recogería a Iggy del período inmediatamente post-Stooges, y las dife- para llevárselo como corista el resto de la gira y hacerrencias que su aventura tuvo con la del Duque Blanco. le romper su círculo vicioso de caos y destrucción. Al término del tour, temporariamente instalados en PaEl derrotero de Bowie era escalofriante pero tenía final rís, la pareja comenzó el trabajo que terminaría siendo “feliz” (al menos, recuperaba su vigor creativo con tres The Idiot. Aunque tal vez lo más certero sea decir que discos sobresalientes). El de Iggy no se queda atrás. Si Bowie comenzó ese trabajo, con músicos poco conociuno escucha su discografía en orden cronológico, tras dos reclutados en Francia, si bien algunas sobregrabael último tema del último disco de los Stooges (Death ciones y la mezcla final fueron realizadas al localizarTrip, de Raw Power), ese marasmo de distorsión y gri- se ambos músicos en Berlín. Sister Midnight ya venía tos primales, inmediatamente sigue The Idiot abriendo siendo tocada en la gira previa y de todas maneras, con Sister Midnight, y es difícil creer que estamos ante prácticamente toda la música del álbum, con la excepel mismo artista. En el medio, cuatro años de silencio ción de Dum Dum Boys, le pertenece a Bowie, además y un tumultuoso recorrido desde Los Ángeles a Berlín. de los coros, los saxos, los sintetizadores, muchas de las guitarras y la producción. Las descripciones de las Iggy comenzaría su deuda con Bowie a principios de sesiones hablan de los músicos y el compositor trabalos setenta, cuando éste, admirador de los Stooges, jando en conjunto mientras el cantante leía vorazmenintima a su manager para que los añada a su nomina te esperando su turno al micrófono… ¿Entonces, qué de clientes, les consigue un contrato en CBS y mezcla hace a The Idiot un disco de Iggy Pop? Raw Power. La adicción a la heroína de Pop había hecho tanta mella en su carrera que además de liquidar La pregunta es capciosa puesto que el propio Bowie la banda, lo había llevado a un estado de desespera- reconocería haber utilizado estas canciones sombrías, ción tal como para considerar audicionar para Kiss, maquínicas, como un experimento para la nueva sonoEscribe: Nicolás Miranda

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Ilustración: Sofía Gatti


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ridad que lo fascinaba. Pero si el retorno a las conceptualidades y experimentaciones europeas de un inglés que retornaba de su fascinación con la música americana tenían en Iggy a un conejillo de Indias, no es que éste no iba a aportar nada. Lo hizo con las letras, en su mayoría improvisadas en el momento, y fundamentalmente con su voz, que dejaba los gritos de antaño para convertirse en la de un crooner americano perdido adrede en la Europa continental, un crack de la catarsis espontánea que repasa la historia de su anterior banda, los amores perdidos o desaconsejables, relatos lúgubres, un rehab-stand up robótico y espectral.

Un crack de la catarsis espontánea que repasa la historia de su anterior banda, los amores perdidos o desaconsejables, relatos lúgubres, un rehab-stand up robótico y espectral.

Algo así como un prototipo para Low, el primer disco de la triología berlinesa de Bowie respecto del cual funcionó como una especie de ensayo, The Idiot es usualmente considerado una de las mejores producciones de Pop a la vez que está entre las menos representativas de su repertorio. La huella de su concubino en la capital alemana está desparramada por todo el disco, instrumental y compositivamente, pero entre las máquinas de ritmo (Nightclubbing)los sonidos metálicos, ásperos y repetitivos (Sister Midnight, Mass Production, Funtime) y los sintetizadores e instrumentos sobreprocesados dominando a veces la mezcla aún sobre la batería (Baby) sobresale esa voz imperturbable y distante, que otorga al disco la impronta de Iggy por sobre las circunstancias, o través de ellas. Su juego al micrófono, su capacidad de delivery vocal y manejo de los climas le dan carne a un disco que parece hecho por y para fantasmas. No sólo eso: Pop demostraba poder manejar varios registros, pasando de la sentida balada (China Girl y su “shhh”, Tiny Girls y el saxo que parece descolocado en un disco frío) al relato impávido y sin afectación de sus épocas con los Stooges en Dum Dum Boys (cuyo tono recuerda ¿casualmente? al del narrador burroughsiano de Junky). En el medio, pesadillas edípicas, noches largas, la sensación de que las paredes se cierran sobre el es-


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dustriales (Joy Division, claro, con Ian Curtis encontrado colgando de la soga con The Idiot todavía girando en su bandeja, pero también Siouxsie Sioux, Nine Inch Nails o Depeche Mode). La Iguana sorprendió a todos al pasar de ser un cantante rústico, salvaje, primitivo, a adoptar texturas de vanguardia tecnológica y titular discos homenajeando a Dostoievski. Bowie y Pop volverían a colaborar más adelante, en el otro disco de esta etapa de la Iguana: Lust For Life, también de 1977, que muestra una cara más rockera, alegre y optimista y un Iggy menos dependiente de la capacidad creativa y experimental de su amigo, y también en el disco Blah Blah Blah, de 1986. Bowie sería el tecladista de la gira para promocionar The Idiot, y luego algunas de estas canciones, como China Girl o Sister Midnight (retitulada Red Money) serían grabadas por el músico inglés, revigorizando la cuenta bancaria del muchacho de Detroit. Y si bien Lust For Life rivaliza con su antecesor como el mejor trabacucha (de alguna manera, lo contrario jo conjunto, The Idiot fue el que mostró a los paisajes sonoros de “Heroes”). Tal caminos diferentes para ambos artistas, vez no el mejor pero el más importan- permitiéndoles salirse de la rigidez de te tema del disco sea Mass Production, sus personajes autodestructivos y pocon el sello kraut presente a través de tenciarse mutuamente. un loop producido con una cinta que ocupaba toda una habitación y que es la metáfora perfecta de una fábrica en funcionamiento, produciendo esa especie de cotejo fúnebre atonal que habla de entierros, incendios, querer morir y volver a empezar el calvario en la línea de montaje. Si Iggy Pop ya era para 1976-77 (años en los que se grabó y luego editó The Idiot) el “Padrino del punk” y miraba con pasmo cómo pasaba de la ruina económica y psicológica a la admiración de una nueva generación de músicos que se reflejaban en el espejo stooge, es notorio que en medio de la explosión de The Damned, Sex Pistols, Ramones y The Clash el tipo ya estuviera prefigurando un sonido que no tardaría en retomar…el postpunk, y luego el rock y la electrónica in-

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The Idiot es usualmente considerado una de las mejores producciones de Iggy Pop a la vez que está entre las menos representativas de su repertorio.


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el le贸


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ón que le escapó a Cristo Escribe: Carla Fumagalli

D

avid Bazan sacó a la venta las entradas para su Living Room Tour. El tour consiste en que si a vos te gusta David Bazan y vivís en una casa más o menos grande le decís “Che, venite a casa y te tocás unos temitas. Vienen unos cuarenta o cincuenta amigos, ¿te parece?”. Las entradas se venden a través de su página web y el anfitrión recibe una lista con los nombres de los concurrentes. No es la primera vez que Bazan recurre a sus fans para poder tocar. La salida de su último disco dependió también de ellos. Recolectó dinero a través de su página para completar la grabación de Strange Negotiations (2011). Los fans recibían, a cambio, el disco en formato CD o vinilo cuando estuviera editado, una remera con la leyenda “I helped Bazan make a record” y el booklet correspondiente. Este tipo de negociados marketineros parecen hablar de un anonimato musical importante. Sin embargo, no es el caso. Bazan es un robusto y barbudo músico –wet dream de cualquier bear-lover– oriundo de Seattle, cuna del grunge. Primero baterista y después guitarrista y compositor, su popularidad nació junto con su enigmática agrupación Pedro the Lion. Él era la fuerza creativa acompañado por varios colaboradores a través de los años. El único miembro oficial ade-


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En este sentido, el documental Why Should The Devil Have All The Good Music? (2004), Pedro the Lion fue incluido en la lista de bandas. El segundo disco Winners never quit, el primero conceptual, cuenta la historia de un político corrupto y santurrón y su hermano un poco más dulce pero igualmente díscolo. El tema que abre, Slow and Steady Wins The Race da pie a la fábula que se completa con el resto de las composiciones y es, sin duda, la mejor del disco. El sonido amateur del debut se mantiene, aunque a veces no siempre es para bien. Su tercer LP, Control es el segundo conceptual y narra la historia de un hombre de negocios casado y con hijos que engaña a la mujer, ella lo apuñala y él muere evidenciando la insensibilidad con que la sociedad trata ciertos temas, desde la paternidad, la avaricia y más de Bazan fue T.W. Walsh, ahora líder de The Soft la venganza, hasta el miedo a la muerte. Esta apabuDrugs. Este proyecto duró once años (de 1995 a 2006), llante historia da pie a algunas de las más hermosas cuatro LPs y cinco EPs. canciones. Rapture, por ejemplo, estalla en el segundo lugar contando parte de la historia del pecador que se El término banda es en este caso, como mínimo, pro- cree redimido: This feels so good/Just barely moving/The blemático, ya que Bazan tocó casi todos los instru- tension building/Our bodies working/To Reach the goal/ mentos en los dos primeros LPs, It’s Hard to Find Oh my sweet rapture/I hear Jesus and the angels singing a Friend (1998) y Winners Never Quit (2000). En Hallelujah/Calling me to enter the promise land. Control (2002) tuvo otros colaboradores, como Casey Foubert de Seldom y Cristal Skulls. Estos dos últimos El sonido sigue siendo el mismo que en el álbum andiscos, joyas indie, terminaron siendo álbumes concep- terior: guitarras acústicas, algunos punteos, baterías tuales. El hilo narrativo del primero une lo sagrado y lo embotadas, el eventual estallido y una lírica envidiable. secular de sus letras sobre prostitutas, asesinos y men- De hecho, Bazan confesó en una entrevista para el sitio tirosos con acústicas crudas y susurrantes, mientras Writersonprocess.com que se consideraba más un escriun metrónomo que suena a palitos chinos pulsa rús- tor que un cantautor, y es evidente que ese es su fuerte. ticamente de fondo en Of Up And Coming Monarchs Indian Summer es una canción que shockea, sorprende. y The Longer I Lay Here. Sin embargo, la complejidad No musicalmente, pero la letra saliendo de la dulce voz musical detrás del cantautor hace que en el tema, Big de Bazan dice: Oh, look, their dad’s arriving home/And all Trucks, aparezca una sencilla batería latosa con platos the children hug his neck/unaware of their inheritance/All que suenan a maracas y la tan ansiada distorsión, que of the experts say you ought to start them young/That way trae a tierra una mente que se había ido detrás de acor- they’ll naturally love the taste of corporate cum. Con esta des pausados y circunspectos. El alucinante Of Minor lección aprendimos que cristiano y acústico son etiqueProfets And Their Prostitute Wives cuenta la historia tas que a David Bazan le quedan demasiado chicas. de un hombre cuya mujer es prófuga de la policía. Con títulos como este, David Bazan supo ganarse un lugar El último disco de Pedro the Lion, Achillees Hill entre las denominadas bandas de Indie Christian Rock. (2004) fue grabado ya no por él sólo, sino con colabo-


radores más estables que le dieron una calidad musical que antes descansaba un poco más en las letras, incluso un poco en detrimento de ellas. Canciones como The Fleecing o Keep Swimming especialmente denotan las colaboraciones de T.W. Walsh que toca teclados, sintetizadores y bajo dándole una profundidad armónica novedosa. Esta pareja creativa compondría en 2005 un disco bajo una nueva banda, el homónimo, Headphones. El disco está basado en el uso de sintetizadores, baterías y voces con efectos. En un intento por alejarse de la etiqueta de rock cristiano, Bazan se jugó con esta formación. De todos modos, no resulta mucho más diferente que Pedro the Lion con sintes bien plantados. Ha sido comparada con The Postal Service, proyecto paralelo de Ben Gibbard. Sin embargo, opinión personal, la comparación favorece demasiado a Headphones. ¿El tema para escuchar? Pink and Brown. Lamentablemente, esta grabación y subsecuente gira provocó la separación de ambos, dejando a David Bazan –oficialmente– como solista.

Es claro que el tipo es un lobo solitario. O mejor un león que caza poesía en aislamiento, descansando sobre los hombros de su escritura y a caballo de hermosas melodías. jos anteriores. Es el tema para escuchar en el colectivo a las cuatro de la mañana, volviendo a casa sola, con lluvia y feliz. El último disco solista salió este año y se llama Strange Negotiations. El rock pisa fuerte y las guitarras más elaboradas evidencian un corrimiento de la canciónbase de Pedro the Lion para dar paso a canciones pegadizas, con estribillos bien arriba. Mientras escribo esto canto You’re a goddam fool and I love you, del tema que abre el LP, Wolves at the door. Lo mismo pasa en Level with yourself, los ritmos más rápidos revelan una cara que hasta ahora no habíamos visto en este gran compositor. Quizás se deba a que, otra vez, buscó ayuda afuera. El disco tuvo, no sólo la colaboración de sus fans, sino de otros músicos. T.W. Walsh incluso lo masterizó. Y se nota. Uno no es nada sin sus amigos y David Bazan lo sabe. Sus composiciones hablan por sí solas. No obstante, cuando los colaboradores ponen su parte es cuando la magia aparece.

Su primer disco, Fewer Moving Parts (2006) es un EP de diez canciones que, si dudas, es de lo mejor que ha hecho. Son cinco canciones en dos versiones, con instrumentación completa y acústicas. Lo novedoso es que ambas tienen nombres distintos. Siempre prefiero la canción compleja, pero el acústico tiene lo suyo, por ejemplo en The devil’s beating his wife, hay una clara competencia entre esta versión y la completa, Cold beer and Cigarettes. En este track por ejemplo, se nota el aprendizaje de los sintetizadores que Headphones Es claro que el tipo es un lobo solitario. O mejor un le dejó al cantautor. león que caza poesía en aislamiento, descansando sobre los hombros de su escritura y a caballo de hermoTres años más tarde, en 2009, llega el primer LP como sas melodías. Un compositor que parece tener el don solista: Curse Your Branches. El piano del primer tema de la canción eterna: un estilo marcado que puede o no compra tanto al que lo escucha que es muy complicado gustar, pero que es sólido como pocos. Cuando tiene no sentir todo el disco bajo sus efectos: estoy hablando un idea, la lleva a cabo, cueste lo que cueste, incluso de Hard To Be. La apuesta se corre un poco más al folk si eso significa pedir plata a sus fans, que con mucho y al country en el siguiente tema, Bless This Mess y en gusto ayudaron a que siguiera llenando sus oídos con Please, Baby Please, el tercero. En When I Fell, el ritmo susurrantes sílabas de frases descolocantes, reflexivas en tresillos renueva la apuesta dando reminiscencias y, sobre todo, polémicas. a la canción más ochentosa. El disco termina con In Stiches una balada en donde la voz de David Bazan demuestra una virtud pocas veces vista en sus traba-


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News! El disco de Albarn en el Congo llega en Octubre

Damon Albarn fue uno de los personajes más ocupados de este año, con su ópera Dr. Dee y con su proyecto de grabación en el Congo. Finalmente, y después de una buena espera, ya tenemos los detalles de Kinshasa One Two, que se editará el 4 de octubre a través de Warp Records. El disco de Albarn fue grabado en el transcurso de 5 días en la localidad de, justamente, Kinshasa, en el Congo africano, y para lograrlo Albarn y sus colaboradores trabajaron con músicos locales que aportaron su cuota de conocimiento musical. Las ganancias del disco irán a parar a la organización caritativa Oxfam, una ONG en la que también colaboran bandas como U2 y Coldplay. En esta oportunidad, el dinero servirá para ayudar a la población empobrecida del Congo. Algunos de los colaboradores de Albarn en este disco fueron Richard Russell, Dan the Automator, Actress, Kwes, T-E-E-D (Totally Enormous Extinct Dinosurs), Jneiro Jarel, Marc Antoine, Alwest, Remi Kabaka, y Rodaidh McDonald como DRC Music.

Chris Cornell en Argentina

El líder de Soundgarden y Audioslave, regresa a nuestro país para realizar un único show acústico el 9 de noviembre en el Teatro Gran Rex. Está será la segunda visita de Chris Cornell a nuestro país, luego de su presentación en el Personal Fest 2007 que se llevó a cabo en el Club Ciudad de Buenos Aires y que tuviera en el line up a artistas como Snoop Dogg, Cypress Hill, Phoenix, Hot Chip, Tego Calderón, Fischerspooner, Happy Mondays, The Dandy Warhols, Ed Motta, Gotan Project, CocoRosie y Datarock entre otros. Las entradas, que van desde 220 a 450 pesos, se pueden adquirir a través de Ticketek. Chris Cornell actualmente se encuentra de gira con sus compañeros de Soundgarden, banda que se reunió en 2010 luego de un hiato de 13 años, pero todavía no hay ninguna confirmación de visita a tierras sudamericanas por parte de los chicos de Seattle.


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Björk retrasa el lanzamiento de Biophilia

Durante los últimos meses Björk estuvo soltando en cuentagotas algunos avances sobre su ambicioso álbum llamado Biophilia: primero fue el adelanto Crystalline, luego el arte de tapa y su listado de canciones, y por ultimo se confirmó su fecha de salida para el 27 de septiembre. Finalmente esto no sucederá. El lanzamiento de la placa fue aplazado imprevistamente -los motivos de este retraso aun son desconocidos- aunque la espera no será demasiado larga: el álbum ahora será editado el 11 de octubre en Norteamérica, y un día antes llegará a Europa a través de Nonesuch/ Warner Music. Biophilia inicialmente se iba a componer de 10 canciones, pero ya se confirmó que la versión digipack del disco incluirá 3 bonus tracks, lo que da un total de 13. A continuación compartimos el tracklist completo del álbum. Listado de canciones de Biophilia: 1. Moon 2. Thunderbolt 3. Crystalline 4. Cosmogony 5. Dark Matter 6. Hollow 7. Virus 8. Sacrifice 9. Mutual Core 10. Solstice 11. Hollow (Original 7 Minute Version)* 12. Dark Matter (With Choir & Organ)* 13. Nattura* *Estas canciones solo estarán disponibles en la versión digipak de Biophilia.

Se separa Those Dancing Days

Las chicas de Those Dancing Days estaban sin parar presentando su segundo disco, Daydreams and Nightmares. Sin embargo, acaban de anunciar que la banda se separará de forma temporaria. En un comunicado publicado en su sitio web, las cuatro chicas de la banda afirman que dedicarán su tiempo a otras cosas que tenían pendientes. Aunque dicen que se trata de algo temporario, la banda no estableció ninguna fecha de regreso. La decisión fue tomada después de la presentación de la banda en el festival musical sueco Popaganda. Según la banda, todas ellas necesitan un cambio en sus vidas, por lo que eligieron dedicarse a estudiar, trabajar, y componer para algunos proyectos paralelos, como The Volcano. Sin embargo, aunque la banda llega a su fin, no dejarán de publicar su próximo simple, titulado Help Me Close My Eyes. La banda se formó en 2005, y se llamaron así por una canción de Led Zeppelin. Desde ese entonces, han editado dos discos de éxito moderado, In Our Space Hero Suits de 2008 y Daydreams and Nightmares, publicado este año. La cantante de la agrupación, Linnea Jönsson, también es conocida por su participación como vocalista en el proyecto de Stuart Murdoch (Belle and Sebastian), God Help The Girl.

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INTIMATE STRANGER: LA MÚSICA COMO GUÍA Por: Judith Gómez Machado

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n rock limpio, fuertes diálogos guitarra-batería y una dicotomía entre luz y oscuridad. Con influencias como PJ Harvey, The Cure y The Jesus and Mary Chain, el conjunto anglo-chileno Intimate Stranger emerge en la actualidad como una de las bandas revelación en los Estados Unidos y Chile. Pero la historia del grupo, que recientemente regresó a Santiago de Chile luego de recorrer los Estados Unidos con su Moment of Riot Tour, comenzó hace más de siete años, cuando ni Tessie Spoljaric-Woodgate (voz, bajo) ni Lautaro Vera (guitarra, voz) sabían lo que les esperaba a partir de ese momento.

glaterra Life Jacket, Intimate Stranger participó (y se destacó) en el popular festival SXSW en Austin, Texas. Así, para la edición 2010, no sólo volvieron a formar parte del line-up sino que crearon el escenario chileno dentro del festival e hicieron una gira junto a The Ganjas y Casino por el sur del país.

A fines de ese año, con la edición de su segundo disco Under, el cuarteto logró afianzarse aún más y alcanzar un resultado más introspectivo: “Exploramos una corteza más oscura, el lado más introvertido de la banda, aunque manteniendo la base melódica de los temas que es lo más importante. La diferencia entre el primero y el segundo álbum es principalmente la música que estábamos escuchando en “Con Tessie nos conocimos en el 2003, ese mismo año ella el momento de hacerlos, y las experiencias vividas por todos llegó a Chile desde Brighton para estudiar español.Yo los miembros de la banda”, recuerda Tessie. además soy fotógrafo y estaba buscando gente para hacer unas fotos para un artículo de una revista y esa fue la Reconocida por medios especializados alrededor del razón por la cual nos encontramos. Con Mauricio Muñoz mundo, la voz de la cantante emana la dulzura y ener(batería) somos amigos desde el colegio y siempre hemos gía necesaria para darle impulso al sonido melódicotocado juntos, con bandas como Donfango y Disturbio melancólico de sus composiciones. Menor. Ismael Palma (teclados) nos había visto tocar un par de veces, y cuando supo que buscábamos un tecladista En diálogo con indieHearts, los fundadores de Intimate en 2008 nos contactó”, afirma Lautaro. Stranger repasaron su más reciente gira y los frutos de la misma, comentaron detalles sobre su próximo trabajo de Para 2007, a poco de lanzar su debut grabado en In- estudio y adelantaron la posibilidad de que su productor


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sea nada menos que Lee Ranaldo, de Sonic Youth. indieHearts: ¿Qué balance pueden hacer de su gira por los Estados Unidos (y el hecho de alcanzar el top 10 de radios indie de ese país)?

la voz de tessie emana la dulzura y energía necesaria para darle impulso al sonido melódicomelancólico de sus composiciones. Intimate Stranger: Nuestra gira fue muy extensa y muy buena, nos sirvió para que nos conocieran en gran parte de los Estados Unidos. Nuestro segundo disco Under ha tenido muy buena recepción entre la gente, medios de prensa y la industria musical en general. Permanecimos en los top 10 por más 11 semanas, incluso número 1 como en el caso de Altrock CMJ Radio. Debido a esto, la canción Nighttime fue seleccionada por el director independiente Devon Gummersall para su nueva película Low Fidelity (con actores de Mad Men, Desperate Housewives, True Blood y Grey’s Anatomy). Sentimos que todo el trabajo que hemos hecho hasta ahora esta dando resultados muy positivos. iH: ¿Podrían adelantarnos detalles de su tercer disco? IS: Cada uno de nuestros discos viene con algo distinto ya que el sonido y las temáticas van cambiando. Lo podríamos definir como avant indie pop. Se van a escuchar nuestras influencias post-punk, con canciones melódicas y a la vez bailables. El sentimiento del disco es suave pero dinámico e intenso al mismo tiempo. Asimismo, letras son más senso-

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riales y nostálgicas. Estamos muy contentos con lo demos y ansiosos de entrar al estudio. iH: ¿Con quién piensan trabajar como productor y cuándo comenzarán, aproximadamente, a grabar? IS: Nuestro plan es comenzar a grabarlo en el mes de noviembre; una de nuestras opciones favoritas como productor es Lee Ranaldo, de Sonic Youth. En marzo de este año compartimos escenario con él durante SXSW y le hablamos sobre nuestro próximo álbum. A él le gusto mucho la banda y todos estamos interesado en trabajar juntos. Aún estamos viendo, no hay nada confirmado. iH: ¿Tienen preparado parte del material para el nuevo álbum? IS: Tenemos gran parte del próximo disco grabado en demos, con canciones que escribimos en su mayoría durante nuestra última gira, y algunas ya son parte de nuestro repertorio en vivo. Será interesante conocer la recepción del público local. iH: ¿Alguna vez consideraron componer en español? IS: Aún no, pero tenemos ganas de hacerlo. Sería realmente interesante y una experiencia nueva. Quizás más adelante. Los Strangers continuarán presentándose en Santiago de Chile e incluso tienen planes de visitar otros países de Sudamérica (¿Argentina, tal vez?). Su objetivo principal: comenzar y finalizar la grabación de su nuevo disco antes de volver a Texas a mediados del 2012.


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“LO MEJOR DE LA MÚSICA E RESPONDE CON UNA CA

“L

o nuestro es música pop con sonidos acústicos, experimentales y también electrónicos. Somos la música que nos gusta y con este nuevo disco logramos más cohesión que nunca”, así opinaba sobre Música, gramática, gimnasia (2010) Milton Mahan, integrante de la banda de pop chilena Dënver, a fines de 2010. En ese entonces, la promesa de una visita a la Argentina estaba latente y se pronosticaba para este año; dicen que lo bueno se hace esperar y así es como finalmente, el dúo que completa junto a Mariana Montenegro, tocará por primera vez en Buenos Aires el 16 de septiembre en el marco de MSTRPLN, el ciclo semanal dedicado a los nuevos sonidos. Por: Judith Gómez Machado

A lo largo de 2011, la magia de Dënver se materializó en shows en diferentes ciudades de Latinoamérica y España, su participación en Lollapalooza Chile, y un cálido reconocimiento a nivel mundial por los medios especializados.

nar el disco en muchos más lugares de los que nos imaginábamos y ha sido un desafío súper motivador; siempre que llegamos a un lugar nuevo nos sorprende saber que nuestras canciones han significado algo en la vida de algunas personas. Lo mejor de la música es ver como el público resAntes de su show en MSTRPLN, Milton habló con ponde con una calidez abrumadora. indieHearts sobre sus expectativas por el viaje, un recuento de su último año y sus próximos planes en iH: ¿Cómo se preparan para su primer show en Bueagenda: nos Aires? ¿Lo venían planeando hace mucho? indieHearts: ¿Qué balance, entrando en el tramo fi- MM: Estamos tocando todas las semanas, esa es la mejor nal de 2011, pueden hacer de su año como banda? preparación que puede tener una banda, así vamos viendo en el directo qué cosas funcionan más y cuáles no. La verMilton Mahan: Ha sido una temporada movidísima. Creo dad es que hace tiempo teníamos ganas de ir por allá pero que eso nos ha ayudado a crecer como músicos y a enten- se ha concretado recién ahora y estamos muy expectantes der mejor todos los procesos de este mercado. Claramente del show. nuestros balances son positivos, hemos podido promocio-


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ES VER COMO EL PÚBLICO CALIDEZ ABRUMADORA” tes de subir al escenario, depende de cómo nos sintamos, del ambiente que se vaya generando, etc. Pero puede ser que haya alguna novedad. iH: ¿Tienen planes de empezar a grabar nuevas canciones? ¿Les interesaría colaborar con algún artista en particular? MM: Planes siempre hay, lo que falta de momento es hacerse el tiempo. En cuanto a las colaboraciones, la verdad no lo hemos pensado aún. iH: ¿Qué nuevos desafíos les gustaría afrontar como grupo?

iH: ¿Tienen pensada alguna puesta en escena en particular? MM: Es nuestro primer show allá así que más que algo particular trataremos de poder resumir en una presentación todo nuestro repertorio, centrándonos principalmente en nuestro último disco pero siempre rescatando temas más antiguos que quizás son menos conocidos y es una buena forma de acercarlos a la gente. iH: ¿Habrá invitados? MM: ¡Quizás! iH: ¿Presentarán canciones inéditas? MM: El set definitivo lo decidimos siempre momentos an-

MM: Tenemos ganas de hacer una gira por todo Chile, con un formato de show que hicimos hace un tiempo que incluía un octeto de cuerdas y bronces. Estamos viendo cómo podemos organizar eso; ese es uno de los desafíos que nos hemos puesto a corto plazo. iH: ¿Qué mensaje le darían a quiénes aún no los conocen pero que tal vez sientan curiosidad de asistir al show? MM: Que apoyen a los estudiantes chilenos por una educación gratuita para todos.


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CHARLES CAVE de

WHITE LIES: “no queremos ser una banda indie” Escribe y Fotografía: Diego V. Miranda

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ara sacarle todo el jugo a Lollapalooza es imprescindible estar en excelente estado físico: la distancia que separa los dos escenarios principales es de 1.5 kilómetros, aunque muy disfrutable –la vista de la ciudad es imponente–, y los especímenes que conforman este hábitat artificial de fin de semana son dignos de admirar.

indieHearts: Ustedes tocan mucho en festivales. ¿Cómo es la interacción con este tipo de público?

Charles Cave: Es buena. Nosotros tocamos como si se tratara de una fecha en un club, para nuestros fans. En esa circunstancia la gente obviamente está ahí por que quiere pasarla bien, porque aman tu banda y quieren escuchar tus canciones. En los festivales mucha gente de la que está en Tras intercambiar mensajes de texto y conocer a su la audiencia sólo está tratando de divertirse, pasarla bien bella agente de prensa, fui escortado desde el área de con sus amigos, ver música, tomar algo, broncearse… Enprensa tras bastidores para encontrarme con alguno tonces cuando subís al escenario y ves a esta gente ya sabés de los miembros de la banda inglesa de post-punk re- que están listos para pasarla bien, lo único que tenés que vival White Lies, aún no sabía cuál. Una vez dentro del hacer es ayudarlos. Si les gusta tu música es un buen cotrailer, el bajista Charles Cave esperaba plácidamente mienzo. Creo que las canciones de White Lies se prestan sentado sobre un sillón y vestido completamente de ne- para este tipo de situación: escenarios grandes, al aire ligro, causando un contraste más que interesante con su bre… Funciona bastante bien. expresión calma. “¿Querés algo para tomar?“, dijo señalando un cooler lleno de cervezas cuyas marcas jamás iH: ¿Cómo es el proceso de componer canciones para había visto. Ante mi respuesta afirmativa me ofreció un ustedes? delicioso porrón de Les Trois Mousquetaires. La mejor cerveza que tomé mientras entrevistaba a alguien. A CC: Estamos abiertos a lo que pase. Por lo general empezadecir verdad, la única. mos con un estado de ánimo, muchas veces dictado por un track rítmico o una progresión de acordes. Al mismo tiemLa primer pregunta fue la de rigor: confirmar o negar po a veces escuchamos otras bandas, y decimos: “Esa idea los rumores sobre la banda tocando en noviembre en está buena, tratemos de hacer nuestra propia versión Buenos Aires. Horas después de finalizada la entrevis- de eso”. Solo tenés que mantenerte inspirado, escuchando ta, White Lies aparecía como una de las bandas confir- música nueva. Nos toma bastante tiempo construir algo madas para el Personal Fest 2011 junto a The Strokes, hasta llegar al producto terminado. Escribimos rápido, Broken Social Scene y Beady Eye. “No estoy al tanto de pero la grabación… somos muy particulares sobre el tipo nuestra agenda, pero para serte honesto, no creo que sea po- de sonido que queremos lograr. Eso sí: se siente bien escrisible porque estaremos tocando mucho en Europa en noviem- bir. No tenemos que forzarlo, no tenemos que encerrarnos bre. Pero Argentina es uno de los países que quiero conocer. en un cuarto y zapar hasta que algo suene bien. Mi sueño es viajar hasta la Patagonia, de ahí a Ushuaia y después la Antártida. De todas maneras, es una prioridad iH: Les tomó un tiempo sacar su segundo disco Ritocar allá, ya sea este año, o el que viene”, comentó. tual (2011). ¿Ya están pensando en el tercero?


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CC: No, estamos girando mucho, y creo que después de eso nos tomaremos unas vacaciones, buscaremos nuevos horizontes luego. Cuando nos sintamos listo para escribir nuevamente, lo haremos. Al segundo disco lo escribimos en 4 o 5 semanas, así que si todo sale bien eso pasará de nuevo. Sólo necesitamos estar listos, no tiene sentido intentar escribir si no lo estamos. Nos ocuparemos de eso el año que viene. iH: En cada entrevista que les hacen está siempre la infaltable referencia a “sonar como Joy Division”. ¿No les pasa al revés? ¿Tienen bandas citándolos como influencias? CC: Nos pasa seguido: nos hicimos amigos de muchas bandas con las que por lo general no tendríamos trato… no sé, no hablaríamos con ellos. Los chicos de Hertz son fans de la banda y tuvimos el placer de conocerlos personalmente en algunos festivales, y son muy tiernos, amigables e inteligentes. Hacen música diferente de la que hacemos nosotros, pero escriben de manera parecida. También tenemos a MUSE, con quienes nos fuimos de gira, lo mismo con Coldplay y Crystal Castles, the Vaccines… tenemos un montón de amigos en el festival. iH: ¿Qué tenés en el iPod por estos días? ¿Qué escuchás? CC: El nuevo disco de Washed Out es muy bueno. Compro tanta música… Mi disco favorito del año es el de Destroyer. También hay una banda Australiana llamada The Middle East que sacó un disco sorprendente. El nuevo de Low también está bueno. Hubo discos muy buenos este año, estoy a la expectativa de los que se vienen. Hay una banda de Londres que se llama Scum, están por sacar un disco pronto… Creo que Florence and the Machine también está por sacar uno, quiero escuchar su disco, estuvimos de gira con ella muchísimo. iH: ¿Qué opinión te merece Spotify? CC: A mí me gusta conseguir música rápido, soy muy impaciente. Cuando escucho algo en la radio, o alguien me manda un link de YouTube, quiero poder escuchar el resto del disco inmediatamente. No quiero tener que salir de mi casa para ir a comprar un CD, aunque sí los compro on-line. Amo

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tener acceso inmediato a la música y poder decir: “Los voy a ver el próximo fin de semana, porque toco en la misma ciudad en la que tocan ellos”. Honestamente, nuestra situación financiera sólo mejora cuando tocamos en vivo, sólo de esa manera hacemos dinero. Nunca gané un centavo por los discos que fueron vendidos. Nunca nadie me dijo: “Acá tenés un cheque por haber vendido tantos discos”. Pero claro, para poder tocar en lugares grandes como Lollapalooza, tenés que hacer llegar tu música a la gente, así que estoy muy abierto a compartir música con la gente, cualquiera sea la manera. Obviamente estaría bueno que me paguen… Yo pago por mi música, pero porque puedo costearla. Sé que mucha gente no puede hacerlo, y no me parece bien que no puedan escuchar música sólo por no poder pagar sus CDs. ¡Hay tanta música nueva saliendo cada semana! 5 o 6 discos que vale la pena escuchar, y creo que Spotify es muy bueno para eso. Es justo poder escuchar la música antes de comprarla, para ver si te gusta. iH: ¿Cómo te afectan las críticas? Hace poco Pitchfork les dio una bastante negativa de su último disco… (No llegué a decir Pitchf… que exclamó un HA! cortito y fuerte) CC: No sé como sentirme al respecto. Me molesta, porque es como que alguien critique tu personalidad y lo que hacés, es como que alguien te diga “fallaste en todo, incluyendo esta cosa en la que pusiste toda tu vida”. Al mismo tiempo, hay tanta gente a la que le gusta nuestra música y quiere escuchar lo próximo que haremos. Estamos interesados en hacer música pop, pop alternativo. Y sé que muchas bandas dicen eso, pero no creo que realmente quieran hacerlo: quieren ser una banda indie. Nosotros no queremos ser una banda indie, y no creo que Pitchfork nos valora por no tener ideas de este tipo. Nos interesa escribir la mejor canción pop, y no vamos a ser humildes: vamos a usar producciones grandes, vamos a hacer lo que sea necesario, escribiendo canciones seriamente. White Lies no es un concepto, es un grupo de gente a la que le importan las canciones, y nunca vi una review de canciones en Pitchfork o en Drowned in Sound, en realidad hacen una review de la banda. La gente tiene un problema existencial con el hecho de que fuimos a un colegio privado, y sí, sonamos un poquito como un par de otras bandas.


. 46 / entrevistas / charles cave (white lies)

Básicamente quieren que seas un ex adicto al crack cuyos padres están muertos que encontró una guitarra en un basurero y decidió escribir canciones en un convento católico. Quieren una historia ridícula, y ahí les gustará tu música. No les importan las canciones, a nosotros sí. Es muy a la antigua, pero así es como funciona. Y es por eso que estamos tocando en el escenario principal de Lollapalooza en una hora. iH: ¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos te gusta de ser músico y tocar en una banda? CC: Me gusta que lo que hago nunca será terminado, nunca voy a llegar a un punto y decir: “Tuve éxito, conseguí todo lo que podría haber conseguido” – siempre puedo escribir una mejor canción. Siempre hay una mejor canción, siempre me pasa que escucho algo en la radio y digo: “Ojalá yo hubiera escrito eso”. Eso es lo que más me

“la gente quiere q adicto al crack q una guitarra en u decidió escribir c convento católic


que seas un ex que encontró un basurero y canciones en un co”

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gusta, porque no hay línea de llegada, no es como trabajar en una compañía o en un negocio, donde podés ser el jefe, llegar a una posición alta y no tener donde ir. No hay límite con la creatividad. Para serte honesto estar de gira me cansa mucho últimamente, estuvimos haciéndolo por tres años y duramente: con agendas cargadísimas, meses y meses de estar arriba de un colectivo en la ruta, durmiendo en hoteles malos, enfermándome en aviones… Lo que más me gusta es escribir música, y me encanta tocar, pero me gustaría poder escribir y grabar música sin tener que tocar tanto. Pero tenemos fans increíbles alrededor del mundo, y nos salimos de las casillas por visitar lugares como Argentina – sólo nos gustaría que no fuera necesario tanto viaje. Me gustaría poder chasquear los dedos y estar allí.


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PASIÓN POR LOS E

xisten muchos actos electrónicos en el mundo. Desde la llegada de los sintetizadores al mercado, los músicos los adoptaron como una forma de expresión obvia, casi natural, pero casi se puede decir que nunca antes se llevaron tan al extremo como en Supermale, un trío oriundo de Noruega que vive y respira de acuerdo a los beats de los sintetizadores. Por: Bárbara Pavan

Nacido de las cenizas de la banda Pony The Pirate, Supermale se formó de una forma accidental, cuando tres de los ex miembros de Pony estaban trabajando en su proyecto electrónico SynKoke. Así fue como Kristian Harnes, Erik Nerheim y Kurt Andrè Aase se toparon con una obsesión casi ancestral por los sintetizadores, y quisieron darle rienda suelta a sus aspiraciones más bailables. Nació entonces Fashion Moves, el primer corte de difusión de la banda, que los inspiraría a continuar con su nuevo proyecto. “Supermale es nuestro sueño de hacer un acto bailable con sintetizadores. Después de probar hacer rock

con Pony The Pirate durante los últimos 2 años, se sentía correcto comenzar a hacer pop electrónico. Sim embargo, fue en una improvisación libre de nuestro segundo proyecto SynKoke que nos dimos cuenta que llegamos a este sonido. Teníamos algo que no podíamos dejar, teníamos a Fashion Moves”, confiesa Harnes.

Actualmente la banda se encuentra trabajando en su primer esfuerzo discográfico, financiado y producido enteramente por ellos, en un pequeño estudio de Oslo. Para el grupo, que viene de trabajar durante años bajo la fuerte influencia del rock de guitarras (algo que se muestra con mucha evidencia en las canciones del ahora deceso grupo Pony The Pirate), los sintetizadores fueron una brisa de aire fresco a su proceso creativo: “hacemos toda la producción, grabación y mezcla nosotros mismo. Así que normalmente estamos tocando un sintetizador cada uno, e intentando capturar los momentos con las mejores vibras. Es un proceso complicado. Usualmente una canción cambia tanto que empieza sonando muy bien y termina quedando fuera de contexto, así que muchas de las ideas no las terminamos usando”.


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SINTETIZADORES El sonido que han alcanzado en sus sesiones de grabación es peculiar, pero tiene una clara intencionalidad bailable, que sus autores no niegan en absoluto: “nuestro sonido actual es una mezcla de todos nuestros proyectos anteriores, pero de una forma más bailable. Nunca antes hicimos canciones con diez sintetizadores a nuestro alrededor, es eso. estamos tomando la energía de SynKoke y lo pegadizo de Pony The Pirate. Y sin las guitarras, eso es Supermale”. Para Harnes, la presencia del sintetizador es fundamental para llegar al espíritu detrás de Supermale. En la historia de la banda no hay un deseo por llegar a los charts, ni la ambición de transformarse en un megagrupo: se nota en su sonido que son un grupo de personas devotas a la música, que encontraron una veta inexplorada y se sumieron a la aventura sin mirar atrás, despojándose de todo lo conocido para poder albergar sin tapujos la nueva experiencia. La evolución de la banda se vuelve clara a medida que avanza el tiempo, y entre los dos cortes de difusión, el último editado a comienzos de este mes, la madurez va llegando lentamente a sus melodías. En Living The American Dream, la tonalidad jocosa de la música es comparada con algunos de los esfuerzos más notables de los últimos años. De hecho, la música de Supermale puede ser comparada sin problemas con algunos artistas nóveles pero fundamentales para el género, como Midnight Juggernauts y Miami Horror (dos exponentes australianos, un país de donde fácilmente podemos imaginar que viene Supermale sin haber hecho una búsqueda extensa). Para Nietzsche, el “superhombre” es una persona con la fuerza de voluntad suficiente para crear un sistema de

valores a través del cual regir toda su vida, sin tener que subyugarse a aquello que le indican los demás. En parte, esto es cierto para Supermale: borrando por completo toda su historia como músicos, estos tres noruegos se adentraron en un universo del cual poco conocían para transformarlo en una experiencia propia, bajo sus propias reglas. Aunque para Harnes, el nombre “supermale” tiene tintes más divertidos: “Supermale es el hombre perfecto. De una forma irónica, nos estamos divirtiendo poniendonos en esa posición. El hombre perfecto tiene un bigote perfectamente cortado, ese es nuestro único criterio, y aconsejamos a todos los hombres a crecer un bigote. Si no pueden hacerlo permanentemente pueden usar un bigote falso. Para hacerlo más fácil para los hombre, las mujeres siempre deberían usar un bigote falso. Porque de repente nos topamos con esta verdad evidente, Supermale se transformó en la cosa más natural para nosotros”. Inspirados por popes del género como Røyksopp y Kraftwerk (una “leyenda alemana”, dice Harnes), la banda también toma inspiración de conjuntos más modernos como Yeasayer, Robyn y MGMT. Los invitamos a prestar atención a un grupo que puede dar que hablar dentro de los próximos meses.


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