Guadua para todos

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Guadua para todos Cultivo y aprovechamiento

libertud y Orden Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

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Guadua par?- todos Cultivo y aprovechamiento ISBN: 958,96176,5A Alberto Arias Dávila Director Corporación Autónoma Regional de Risaralda, CARDER Peter Saile Asesor Principal GTZ, Proyecto Manejo Sostenible de Bosques en Colombia Rubén Darío Moreno Orjuela Coordinador Regional del Eje Cafetero, Tolima y Valle CARDER, Proyecto Manejo Sostenible de Bosques en Colombia Claudia Aydee Capera Layton Asesora del Eje Cafetero, Tolima y Valle GTZ, Proyecto Manejo Sostenible de Bosques en Colombia Edición, diseño y diagramación Beatriz Peña Trujillo Clemencia Peña Trujillo beatrizpenat@hotmai1.com Fotografías Archivo CARDER Alba Mercedes Charry (páginas 19 y 65) Impresión Panamericana Formas e Impresos S.A. Bogotá, Colombia Enero de 2004


A Ximena Londoño, por sus aportes y comentarios a este libro, todos muy pertinentes, y a todos los guadueros de Colombia y del mundo. Francisco Castaño Nieto

A mi padre, por su ejemplo y guía a lo largo de los años; a Alba Mercedes, por compartir mis expectativas y sueños; a Lilian María, por ser un oasis de amor; a todos mis amigos y compa, ñeros de la CARDER; a todos los funcionarios de las Corpora, ciones Autónomas Regionales de Caldas, Quindío, Tolima y Valle del Cauca que nos ofrecieron sus comentarios sobre este libro; a la GTZ, por su apoyo incondicional en esta publicación; y a la memoria de mi compañero Diego Ospina, con quien iniciamos el aprendizaje de la guadua en Risaralda. Rubén Daría Moreno Orjuela


Agradecimientos Las experiencias incluidas en este manual son el producto de la labor de perso, nas e instituciones que trabajan en el desarrollo de la guadua a nivel nacional e internacional. Los autores agradecen la colaboración de todos ellos: • Ingenieros y técnicos de las Corporaciones Autónomas Regionales CARDER, CVC, CRQ, CORPOCALDAS y CORTOLIMA. • CVC, Programa de Investigación y Fomento de la Guadua (Buga). • CRQ, Centro Nacional para el Estudio del Bambú, Guadua. (Quindío). • Universidad del Valle, Facultad de Estadística (profesor Francisco Quiroga y estudiantes) . • Universidad del Tolima (estudiantes). • • • • •

SENA de Risaralda. Artesanos del Quindío, Caldas, Risaralda y Valle. Ingenios Providencia y Riopaila, Valle del Cauca. Universidad Tecnológica de Pereira (UTP). Oscar Hidalgo, investigador en arquitectura del Bambú,Guadua, Colombia.

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Marcelo Villegas, constructor en guadua, Colombia. Ximena Londoño, Sociedad Colombiana del Bambú, Guadua, Colombia. Anacilia Arbeláez Arce, Universidad Nacional, Medellín. Jorge Morán, ECUABAMBÚ e INBAR, Guayaquil, Ecuador.

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SEBRAE, Brasil. Antonio Salgado, investigador del bambú, Brasil. Celina Llerena, promoción del bambú, Brasil. Guillermo Gallo, Proyecto Takuara, Paraguay.

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Contenido Presentación

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Capítulo 1 Bambúes y guadua, plantas extraordinarias

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Distribución

de los bambúes

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morfológicas de los bambúes

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15 17 19 31 33 39

Los BAMBÚES Y LA GUADUA

y taxonomía

Estructuras

El género Guadua en América

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La especie Guadua angustifolia

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Guadua angustifolia en Colombia

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Algunos bambúes de importancia

para Colombia

45

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ASPECTOS ECO LÓGICOS

Capítulo n Ecología de los guaduales

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Aspectos ecológicos de la guadua Estructura

y dinámica de los guaduales

51

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53

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63

ASPECTOS TÉCNICOS

Capítulo rn Técnicas de propagación de la guadua

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Formas de propagación

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Obtención El vivero

de la guadua

de chusquines

y forma de recolectados

Capítulo IV Técnicas de cultivo de la guadua

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93

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96 98

Áreas aptas para reforestación Planificación

forestal

Técnicas para el establecimiento

_ del guadual

77 79 81 81

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99


Capítulo V Técnicas de manejo de los glJaduales

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Aspectos legales de las plantaciones de guadua

113 115 _ 126 _ 127

Labores y costos de establecimiento y manejo de una hectárea de guadua

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128

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131 134 135

Control y manejo de plantaciones jóvenes -----------Crecimiento de la guadua

Capítulo VI Técnicas de aprovechamiento sostenible de la guadua Normativa sobre aprovechamiento forestal de la guadua La problemática del aprovechamiento forestal

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Fundamentos ecológicos y económicos del Régimen de Aprovechamiento Sostenible -----------Régimen de aprovechamiento

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140

Planificación del aprovechamiento forestal

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141

Técnicas silviculturales de manejo de guaduales naturales o plantados Extracción y transporte de tallos Manejo sostenible de guaduales naturales

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145

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159

Capítulo vn Técnicas de obtención de productos primarios y de preservación de la guadua Partes comerciales de la guadua Durabilidad de la guadua Técnicas de preservación de la guadua y otros bambúes

135

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150

151

161 163 163

ASPECTOS SOCIALES Y ECONÓMICOS

Capítulo VIn Actores del manejo forestal y la industrialización sostenible de la guadua

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171

Glosario

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179 185 189

Bibliografía Índice de cuadros

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Presentación

El maravilloso mundo de la guadua tiene su corazón en el Eje Cafetero colombia, no. Al recorrer esta región, paso a paso vemos la huella del manejo de este recur, so en la cultura cafetera y la inmensa creatividad de sus habitantes, expresada en variadas formas de uso, como un hermoso ejemplo de su empeño en aprove, char de la mejor manera los elementos naturales de su entorno. El proyecto Manejo Sostenible de Bosques en Colombia se propuso, como una de sus tareas iniciales, recopilar la experiencia de las Corporaciones Autónomas Regionales en tomo al manejo silvicultural de la guadua. Ahora, transcurridos dos años, entregamos a las personas interesadas en el manejo de este recurso esta publicación, que obedece a la necesidad de difundir información técnica sobre la guadua, dado el creciente número de actores comprometidos con su fomento y aprovechamiento técnico para usos domésticos artes anales e industriales, así como el auge inusitado que este recurso ha adquirido a escala nacional e internacional. Nuestro interés al publicar este libro es poner a disposición de todas las per, sonas interesadas en la guadua un recorrido por las extraordinarias propieda, des de esta especie y por los conocimientos desarrollados durante varias dé, cadas por las Corporaciones Autónomas Regionales del Eje Cafetero, de las cuales han formado parte sus autores. El recorrido comienza con una presen, tación botánica y ecológica de los bambúes en general y de la guadua en par, ticular, continúa con la explicación de las diversas técnicas de propagación,


cultivo, manejo, aprovechamiento

y preservación de los productos primarios

de esta especie, y finaliza con el abordaje de los aspectos sociales y económi, cos relacionados con este recurso. La información contenida en el libro se basa en la compilación y la divulgación de los últimos avances técnicos y científicos obtenidos como resultado d~ la investi, gación adelantada por personas, universidades, empresas y entidades oficiales relacionadas con el desarrollo sostenible del recurso guadua. A la vez, es una síntesis de las variables ambientales, económicas y sociales vinculadas con la es, pecie, que permiten apoyar las políticas de conservación de los recursos natura, les renovables y el medio ambiente y de aquéllas que tienen como propósito el desarrollo humano sostenible. En este contexto, el manejo y el uso de la guadua se consideran estratégicos para el desarrollo del Eje Cafetero, del Tolima y del Valle, lo mismo que para dar respuestas y alternativas a la crisis cafetera. Con esta publicación, el Proyecto Manejo Sostenible de Bosques en ~olombia quiere aportar a una mayor divulgación de los avances en los caminos del cono, cimiento por los que avanza la región cafetera, que, de seguro, contribuirán a dar un mayor valor, no sólo económico sino también social y ambiental, a este recur, so. Confiamos en que sea de utilidad para un amplio pÚblico, pero en especial para los técnicos, agricultores, silvicultores y guadueros que deseen cultivar o aprovechar técnicamente tan valiosa especie.

Peter Saile Asesor Principal, GTZ Proyecto Manejo Sostenible de Bosques en Colombia

Rubén Darío Moreno Coordinador Regional, CARDER Proyecto Manejo Sostenible de Bosques en Colombia


Los batnbĂşes y la guadua


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Distribución y taxonomía de los bambúes' Los bambúes, al igual que la caña de azúcar, el arroz y el trigo, son gramíneas que pertenecen a la familia Poaceae. Son plantas extremadamente diversas y econó~ micamente importantes, que crecen en todos los continentes, excepto en Euro~ pa, y se encuentran distribuidas en regiones tropicales y templadas de Asia, Áfri~ ca y América. En el mundo existe un total de 90 géneros y 1.100 especies de bambúes, que se distribuyen latitudinalmente desde el norte de Japón (510 N) hasta el sur de Chile (470 S) y altitudinalmente desde el nivel del mar hasta los 4.300 metros de altura. El mayor número de especies de bambúes se encuentra en la región del Pacífico asiático, en donde los géneros más comunes son Bambusa, Dendrocalamus, Farge~ sia y Phyllostachys. En América tropical existe casi la mitad de la diversidad mun~ dial de bambúes, con un total 41 géneros y 451 especies Oudziewicz, E. et al, 1999). La mayor parte de los bambúes americanos se'localizan en Centro y Suramérica, y se reconoce a Brasil, Colombia, Venezuela y Ecuador como los países con mayor

• Xirnena Londoño es coautora de este capítulo.

Bambúes y guadua, plantas extraordinarias

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diversidad. La formación vegetal conocida como "Mata Littoranea", en el sur del estado de Bahía (Brasil), alberga la mayor diversidad de géneros en América (48%) y posee el mayor grado de endemismo en el continente, es decir, de géne~ ros y especies exclusivos de este lugar. Los bambúes prefieren los hábitats húmedos de las selvas nubladas, las selvas bajas tropicales y los páramos, aunque algunos crecen en hábitats secos. En términos taxonómicos, los bambúes pertenecen a la familia Poaceae y a la subfamilia Bambusoideae. Se entiende por taxonomía la ciencia que describe, nombra y clasifica los organismos, utilizando, en el caso de las plantas, la flor como la unidad básica para la identificación. Los bambúes son las gramíneas más grandes del mundo y se caracterizan por ser perennes y por tener un sistema de raíces bien desarrollado, denominado rizoma; culmos o tallos cilíndricos y segmentados, leñosos y fuertes; hojas pecioladas; y follaje abundante. Taxonómicamente, los bambúes se han dividido en dos grandes tribus: 1) los her~ báceos o de la tribu Olyrodae, y 2) los leñosos o de la tribu Bambuseae. Los bambúes herbáceos se reúnen en una sola tribu, Olyrodae, y en 21 géneros, 20 de ellos endémicos de América. En el mundo existen aproximadamente 100 especies, de las cuales el 98% son americanas. Estos bambúes tienen rizomas poco desarrollados, culmos herbáceos o ligeramente lignificados, sistemas simples de ramificación, carecen de hojas caulinares, pre~ sentan floraciones frecuentes pero no cíclicas, su hábitat preferido es el estrato herbáceo de la selva tropical, son polinizados por insectos y tienen un gran valor potencial como planta ornamental (Calderón & Soderstrom, 1973). Los bambúes leñosos, o de la tribu Bambuseae, se dividen en 9 subtribus, 3 endé~ micas de América (Arthrostylidiinae, Chusqueinae y Guaduinae), 5 del Viejo Mundo (Bambusinae, Nastinae, Melocanninae, Racemobambosinae y Shibataei~ nae) y una común para ambos continentes (Arundinariinae). Se caracterizan por tener rizomas fuertes bien desarrollados, culmos leñosos, brotes nuevos protegidos por hojas caulinares, complejos sistemas de ramificación, lámina foliar decidua, floraciones cíclicasy espigascon múltiples flores bisexuales. Crecen en

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Los bambúes y la guadua


hábitats abiertos, donde son polinizados por el viento, y su diversidad está asociada con la ra~ diación que llega a los diversos valles y laderas abruptas de cordilleras, montañas y serranías. En el mundo existen unas 1.000 especies de bambúes leñosos, distribuidas en Asia, África, Australia y América; en este último continente se han registrado 20 géneros y 353 especies. La subtribu Arthrostylidiinae reúne 12 géneros y 157 especies; Chusqueinae reúne 2 géne~ ros y 155 especies; Guaduinae reúne 5 géneros y 38 especies; y Arundinariinae reúne 1 género y 1 especie (Judziewics, et al, 1999). En Colombia, los bambúes leñosos son más diversos entre los 2.000~3.000 metros sobre el nivel del mar. Por debajo de los 1.000 metros de altitud, la diversidad disminuye pero las especies cubren mayores extensiones. La Cordillera Oriental es la más rica en especies, con el 65% de los bambúes hasta ahora reportados; le siguen en abundancia y diversidad la Cordillera Central, con el 60%, y la Occi~ dental, con el3 7% (Londoño, 1990).

Estructuras morfológicas de los bambúes Existen bambúes de muy variadas formas. Esta gran diversidad morfológica hace que entre ellos se encuentren desde plantas que miden sólo unos pocos centíme~ tros y tienen tallos herbáceos hasta ejemplares que alcanzan los 30 metros de altura y poseen tallos leñosos. Según McClure (1966), los bambúes están conformados principalmente por rizo~ mas, culmos y ramas, además de yemas, hojas caulinares, follaje, inflorescencia y frutos. Aunque el estudio taxonómico de las plantas se hace a partir de la flor, la floración infrecuente de los bambúes ha dado como resultado que esas estructuras morfológicas jueguen un papel relevante en la clasificación de estas plantas. A continuación se describen dichas estructuras:

Bambúes y guadua, plantas extraordinarias

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Es un eje segmentado, típicamente subterráneo, que constituye la estructura de soporte de la planta y juega un papel importante en la absorción de nytrientes. Es el equivalente a la raíz de otras plantas. Sus partes principales son el cuello y el rizoma en sí. El cuello es la parte del rizoma que se desarrolla primero; carece de yemas y puede ser corto o largo. El rizoma en sí se caracteriza por la presencia de yemas, brácteas y raíces adven, ticias o primeras raíces. Las raíces adventicias cumplen la función de absorción y anclaje en la planta, son fibrosas, delgadas, rústicamente cilíndricas, y son el úni, co eje vegetativo no segmentado en los bambúes; las yemas siempre están solas en todos o en casi todos los nudos; y las brácteas, que son hojas modificadas, protegen el rizoma y son relativamente simples y uniformes. Existen tres formas básicas de rizomas: paquimorfo, leptomorfo y amfimorfo (Mc, Clure, 1966; 1973; ]udziewicz et al, 1999):

Es típico de los bambúes del cinturón tropical. Es corto y grueso, más o menos curvo (raramente recto) y tiene un diámetro generalmente mayor que el diáme, tro del culmo al cual da origen. Sus entrenudos son más anchos que largos, sóli, dos y asimétricos, sus nudos no son pronunciados, y sus yemas laterales son soli, tarias y se transforman únicamente en rizomas, requisito indispensable para la formación de culmos. Este rizoma presenta proliferación de raíces adventicias en su parte más baja. Su cuello puede ser corto o largo y alcanza hasta 10 metros de longitud -como en el caso de Guadua weberbaueri y de Eremocaulon aureofimbria, tum, del Brasil-.

Esta clase de rizoma es típica de los bambúes de la región septentrional o zona temperada. Es alargado y delgado, de forma cilíndrica o subcilíndrica, más o me, nos recto y con un diámetro generalmente menor que el del culmo en el cual se

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Los bambúes y la guadua


transforma apicalmente. Sus entrenudos son más largos que anchos, general, mente huecos (raramente sólidos) y relativamente simétricos; sus nudos pueden ser o no pronunciados; sus yemas laterales son solitarias y se transforman direc, tamente en culmos, aunque unas pocas se transforman en rizomas. Este rizoma puede presentar o no raíces adventicias. Su cuello es siempre corto.

Combina los dos tipos de rizomas anteriores. Debido a1a"rnorfologíade los rizomas yal sistema de red que conforman entre 10s,primeros50 a 100 cm' delsúelo, los bambúes son un recurso ideal para la cOl1serv'acióndel suelo, la estabilización de las laderas y la . prevención de la·.er.gs,iÓnproducida por escorrentía, vientos fuertes o desmoronamientos.': ,

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Las especies de rizoma leptomorfoson ideales en la conservación de la, deras muy ernpinadas. La especie asiática Phyllostachys aurea forma una red subterránea tan fuerte y densa,que incluso· a veces impide que la lluvia penetre. Gúadud angustifolia(de rizoma paquimorfo) contribuye tambiér: a controlarla,erosión porque, aunque forma una red menos densa y perlllite más la,percolación del. agua, amarra el suelo y protege 1.

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, los talude~en las orillasd~ríos ycarreteras. Aparte de su utilidad ecológica, los rizomas de10s bambúes tambiénpue, den utilizarse en la elaboración de "ari:esaníasy muebles. En Asia se imita el cuerno de unXÍnocerontecon,el rizoma de Dendrocalamus Hamilton, • el cual se vende',como fetiche.a..precio~ exorbitantes (Líese, 1985), y en la Chinaséaprovechan10sriz()mas y sus raíces para tallar hermosas ar, tesanías: En países laHnoamerical}os como' Colombia y Ecuador, los rizo, mas de Guddua se utilizan en la"fabricaciÓn de muebles en general.

Constituye el eje aéreo segmentado que emerge del rizoma; equivale al tallo de otras plantas leñosas. Se divide en tres partes: cuello, nudos y entrenudos. El

Bambúes y guadua, plantas extraordinarias

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cu~llo es la parte que une el rizoma y el culmo; los nudos son los puntos de unión de los entrenudosj y los entrenudos son la porción del culmo comprendida entre dos nudos. El nudo es la parte más resistente del culmo. Puede ser prominente o casi imper~ ceptible. Los entrenudos, por su parte, pueden ser huecos o sólidosj también pueden ser totalmente cilíndricos o acanalados. Otros caracteres que se observan en el en~ trenudo son: la presencia o no de un exudado blanco sobre la superficie (cera), la presencia de agua en la cavidad interna, y el color y la textura de su superficie. Normalmente se observa en los culmos un incremento gradual en la longitud del entrenudo desde la base hacia la porción media y, posteriormente, una reduc~ ción desde ésta hacia el ápi~ ceo El culmo alcanza su altura máxima entre los cuatro y los seis meses de edad, se~ gún las condiciones climáti~ cas de la zona y de la época de brotamiento. Para ad~ quirir la resistencia reque~ rida para ser usado como material de construcción requiere cinco años en pro~ medio. Si no encuentra nin~ gún obstáculo físico, crece rectOj cuando encuentra obstáculos, desarrolla for~ mas sorprendentes. Las tres cuartas partes del culmo son utilizables en la construc~ ción.

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Los bambúes y la guadua


r ._._--" - '-'._-'--""~',,,'..,-- ,,- -----.-- --El culmo es la porción más útil de los bambúes y su uso está determinado por su estado de madurez: Brotes nuevos o renuevos En países asiáticos, especialmente en China, Taiwan, Japón y Tailandia, los renuevos se consumen frescos o encurtido s y se venden generalmen~ te enlatados en salmuera. Tailandia y Taiwan exportan grandes cantida~ des de estos brotes, lo cual les representa divisas por más de 50 millones de dólares anuales. En Tanzania, los renuevos se utilizan en la elaboración de una bebida popular, similar a un vino, la cual se prepara por fermentación de la savia que se recolecta cortando los brotes nuevos de Oxytenanthera braunii a la altura de un metro. ¡ En América no se tiene el hábito alimenticio de consumir los brotes de !' bambú. "

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Culmos jóvenes Se utilizan sobre todo para la elaboración de canastos y e~teras. En Co~ lombia, en los departamentos de Cundinamarca y Quindío, los culmos de Guadua angustifolia en este estado de maduración se aprovechan en la fabricación de canastos rústicos y artesanías. Culmos maduros Los culmos maduros se destinan a más de mil usos diferentes, pero entre los más destacados se cuentan su aprovechamiento como material de construcción (viviendas y puentes, entre otros), de obras agropecuarias (corrales y cercos, entre otros), de muebles y artesanías y de producción de carbón vegetal, textiles y pulpa para papel, y de productos industria~ lizados, tales como pisos, aglomerados y paneles. Culmos secos Se utilizan en la región cafetera de Colombia como material de combus~ tión, especialmente en los fogones domésticos, en los trapiches panele~ ros y en las fábricas de ladrillo . ••• ,

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Bambúes y guadua, plantas extraordinarias


Es una pequeña estructura encerrada por un profilo (primera hoja modificada de una rama) y localizada por encima del nudo, que tiene el potencial de desarro, lIarse como rama. Las yemas pueden ser activas o inactivas y de carácter vegeta, tivo o reproductivo. Por lo general, rompen su inactividad cuando el culmo ha completado el crecimiento de su ápice. Los bambúes americanos, con excepción del género Chusquea, sólo tienen una yema por nudo.

Las ramas de los bambúes se originan en la línea nodal, por encima de ésta o sobre un promontorio. Su número y organización varían mucho, pueden tener desde una rama por nudo hasta más de cien y pueden estar dispuestas en forma de abanico, con una rama central dominante o sin ella. La ramificación puede ser de tres tipos: • Extravaginal¡ cuando emerge a través de la base de la hoja caulinar. • Intravaginal, cuando emerge por dentro de la hoja caulinar. • Infravaginal, cuando emerge por debajo de la base de la vaina sin romperla. La ramificación de los bambúes varía mucho durante los diferentes estados de desarrollo de la planta. Sin embargo, la forma más típica de ramificación se obser~ va en la parte media de los culmos adultos. En algunos bambúes las ramas de la base, o basales, se modifican hasta transformarse en espinas, como sucede en las especies del género Guadua.

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Los bambúes y la guadua


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En cada nudo del culmo de los bambúes nace una estructura llamada hoja cau, linar, es decir una hoja que pertenece al tallo. Su función es proteger a la yema, la cual da origen a las omas y al follaje. Presenta cambios progresivos en su tamaño, forma, consistencia y ves ti, mento a lo largo del culmo. Se considera que las hojas cauli, nares de la porción media del culmo son las más caracterís, ticas en cada especie. Las hojas caulinares pueden ser persistentes o deciduas (que se desprenden fácilmen, te); en una misma especie se pueden <;>bservarhojas persis, tentes en la base y deciduas en la porción superior. La hoja caulinar está consti, tuida principalmente por la vaina o estructura basal, la lá, mina o parte apical, y la lígula interna, que es la estructura de unión entre la vaina y la lámina.

Banlbúes y guadua, plantas extraordinarias

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Las hojas son la principal estructura de elaboración de alimento en la planta. Aunque en la mayoría de las gramíneas la hoja está formada sólo por la vaina, la lámina y apéndices como aurículas y fimbrias, en la subfamilia Bambusoideae la hoja tiene un pseudopeciolo, que es una estructura de unión, orientación y des~ articulación entre la vaina y la lámina. Las láminas de las hojas de los bambúes son estructuras que varían mucho en tamaño y forma: hay desde muy pequeñas hasta muy grandes y desde lineares hasta triangular~lanceoladas (en forma de lanza).

EnAm~iic~,¡~ffollaje·de Aulonemiayqe Chusquea es aprovechado por:· '!~ .• 'i§''<:>:T :./> ,;'-. ,,';-' .'~ los campesinos de las montañas de los Andes para alimentar curíes y conejos, mientras que las hojas de Neurolepis son utilizadas para techar t' :.;,".

cabañas en los páramos (Londoño, 1990b). En el aspecto científico, el follaje de los bambúes es importante en los estudios taxonómicos, sobre todo a nivel anatómico . ..

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Inflorescencia es la forma como están dispuestas las flores en una planta. Según McClure (1966), en los bambúes la inflorescencia es un eje o un sistema de ejes (ramas asociadas) que emerge de un eje común, llamado raquis prima~

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rio. Tanto el raquis primario como los demás ejes terminan en una espiguilla, la cual se considera la unidad básica estructural en la inflorescencia de los bam~ búes. La espiguilla está formada por un eje segmentado denominado raquilla, el cual sostiene las brácteas yemíferas (cuando las hay), las glumas y uno o varios flósculos. El flósculo es la unidad en la cual una espiguilla se rompe cuando el segmento de la raquilla se desarticula. Está compuesto por raquilla, lema, palea y flor. La flor, protegida generalmente por la palea, reúne los órganos reproductivos y tres lodí~ culas. En los bambúes la inflorescencia puede tener aspecto de panícula o de racimo. Se presentan, fundamentalmente, dos formas de inflorescencias: a) Inflorescencia indeterminada: se prolonga indefinidamente mediante la pro~ ducción progresiva de ramas. Cada eje florífero inicia y completa su periodo de crecimiento en forma independiente y termina en una espiguilla indeterminada, es decir, con un antecio rudimentario en su parte final, que tiene el potencial de desarrollar más flores posteriormente. Un carácter importante en este tipo de inflorescencia es la producción continua de ejes floríferos en la parte basal del raquis, debido a la presencia de yemas con potencial para desarrollar dichos ejes. Los géneros americanos Alvimia, Atractan~ tha, Elytrostachys, Eremocaulon y Guadua presentan este tipo d~ inflorescencia. b) Inflorescencia determinada: es estrictamente limitada. Cada eje florífero fi~ naliza su periodo de crecimiento en un tiempo limitado y termina en una espigui~ lla convencional, con un flósculo completo terminal. En este tipo de inflorescen~ cia no hay presencia de brácteas yemíferas en la base de los ejes floríferos. Los géneros Chusquea y NeurolePis presentan este tipo de inflorescencia.

La floración de los bambúes puede ser de tres tipos: 1) gregaria, 2) esporádica o 3) continua. 1) Gregaria: cuando todos los miembros de una generación determinada, con un origen común, entran a la etapa reproductiva casi simultáneamente. Sin itp-por~

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tar su edad ni el lugar en que se encuentren, todos los culmos de una especie florecen al mismo tiempo. Se desconoce la razón por la cual una especie florece gregariamente. Al parecer las condiciones ambientales específicas y la edad o el tamaño de los culmos y de la planta no son factores determinantes en la floración de especies separadas entre sí por miles de kilómetros. No obstante, múltiples investigaciones realiza, das para entender este fenómeno han señalado que la edad del rizoma podría tener una gran influencia en el proceso de floración (Líese, 1985). La duración del ciclo de floración varía en cada especie y puede fluctuar entre 3 y 120 años. Luego de florecer y producir semillas, el culmo se seca, la planta se debilita y muere con el rizoma. Se produce, entonces, la muerte total de grandes poblaciones de bambú, lo que puede ocasionar desequilibrios ecológicos (caso de los osos panda en China cuando florecen las grandes extensiones de Fargesia), o económicos (como sucede en la India y Bangladesh cuando florecen Melocanna baccifera y Déndrocalamus strictus). Este fenómeno de floracion gregaria es co, mún en Asia y sucede con especies relevantes para la economía, tales como Phy, llostachys bambusoides y Melocanna baccifera. Aunque en América algunas especies presentan también este fenómeno de flo, ración masiva, sus efectos son sobre todo eco lógicos y no llegan a afectar a las poblaciones humanas adyacentes porque éstas no dependen económicamente de ellas. 2) Esporádica: cuando todos los miembros de una generación determinada, con un origen común, entran gradualmente -a la etapa reproductiva en dife, rentes tiempos o a intervalos irregulares. En este tipo de floración, ni los indivi, duos ni los culmos de una especie florecen todos simultáneamente. La flora, ción puede darse en grandes rodales aislados, como sucede con Chusquea tesse, llata, o únicamente en algunos culmos del rodal, como sucede en el caso de Guadua angustifolia. La duración del ciclo de floración esporádica es irregular; puede ser anual o pre, sentarse a intervalos mayores. Después de la floración esporádica se observa un ligero amarillamiento de la planta, pero con emisión de brotes nuevos; la planta no se muere y, por tal razón, no se presentan desequilibrios ecológicos ni efectos sociales.

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Los bambúes y la guadua


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I \ [El' frutg Debido al carácter extemporáneo y raro de la floración de los bambúes, la infor, mación sobre los frutos de estas plantas es aún incompleta. Ciertos caracteres del fruto, como la forma y el tamaño del embrión y la forma del hilum, son muy significativos y sirven para distinguir grupos mayores dentro de las gramíneas y ayudan a delimitar taxonómicamente a la subfamilia Bambusoideae. En esta subfamila, el fruto es indehicente, el hilum es siempre lineal y el embrión es más pequeño que el endospermo (este último carácter no se cumple en aque, 110sbambúes que tienen fruto carnoso). La diversidad de formas en los frutos de los bambúes es muy amplia. En la mayo, ría de las especies el fruto es un cariopsis con pericarpio seco, delgado y similar a un grano de trigo o de arroz. Existen unos pocos géneros, como Alvimia de Brasil, Olmeca de México y la espe, cie Guadua sarcocarpa de Perú y Brasil, con pericarpio carnoso, escutelo grande y endospermo presente, reducido o líquido.

~laritÚl~ Es la planta que se forma al poco tiempo de haber germin~do la semill~. Debido a lo infrecuente de la producción de semillas en los bambues, el estudlo sobre las plántulas se torna un poco difícil. Sin embargo, hay reportes de varias especies (McClure, 1966; Calderón &Soderstrom, 1973).

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En las gramíneas, la plántula tiene valor taxonómico. Avdulov (1931) reconoció dos ti, pos diferentes de plán, tulas, con base en la for, ma y la posición de la primera hoja extendida. 1) Tipo 1o panicoide: se caracteriza porque la primera hoja es amplia, oval o lanceolada y está en posición horizontal o aseen, dente. 2) Tipo II o festucoide: se caracteriza porque la primera hoja es larga, angosta y está en posición más o menos vertical (Calderón & TRS, 1973).

El hábito es la apariencia externa, el aspecto o la forma de crecimiento de un organismo. La forma típica y natural asumida por el culmo de bambú está ligada directamen, te a su sistema rizomático y al hábito de crecimiento. Es así como los bambúes de rizoma paquimorfo y cuello corto forman plantas compactas, definidas y cespito, sas; los bambúes con rizomas paquimorfos y cuellos largos forman plantas menos compactas y definidas; a su vez, los bambúes con rizomas leptomorfos forman plantas abiertas, indefinidas y no cespitosas. Este carácter del hábito· de los bambúes es importante en el momento del aprovechamiento silvicultural porque facilita la extracción de los culmos en los bambúes no cespitosos y la dificulta en los cespitosos. La diversidad de formas y de hábitos entre los bambúes hace de estas plantas elementos ideales en el embellecimiento del paisaje, aparte de la importante función que prestan como barreras rompevientos.

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A comienzos del sigloXIX, los botánicos europeos Humboldt y Bonpland realizaron un viaje a América equinoccial, durante el cual vieron por primera vez este mara~ villoso bambú americano. La planta les llamó la atención no sólo por su tamaño, sino también por los diversos usos que las comunidades nativas daban a sus culmos, y la asociaron con los bambúes de Asia que ya conocían. Fue así como en 1808 la identificaron con el nombre científico de Bambusa guadua Humboldt & Bonpland. Años más adelante, el botánico alemán Karl Sigismund Kunth profundizó en el estudio del material botánico recolectado por Humboldt y Bonpland y consideró que este bambú americano debía segregarse del género asiático Bambusa -pues reunía una serie de caracteres que lo hacían único y diferente y tenía además una distribución geográfica distinta-o En consecuencia, creó en 1822 el género Guadua, en el que utilizó el vocablo indígena 'guadua', con el que los aborígenes de Colombia y Ecuador denominaban a esta planta. En el siglo XX, los estudios de Thomas R. Soderstrom y Royers Ellis (1987) y de Soderstrom y Ximena Londoño (1987) sobre anatomía y morfología de la Guadua respectivamente, confirmaron la tesis segregacionista de Kunth. Posteriormente, Lynn G. Clark, Zhang y Johnatan Wendel (1995) realizaron estudios moleculares que permitieron confirmar que este bambú americano no pertenece a la subtribu Bambusinae ni al género Bambusa -como se había pensado antes-, sino que for~ ma su propia subtribu, Guaduinae, y su propio género, Guadua. Todo lo anterior permite afirmar que Guadua es un género que solamente se encuentra en América y que se distingue de los demás bambúes por las siguien~ tes características (Soderstrom & Londoño, 1987): e e a e a a e e

culmos gruesos, largos y espinosos bandas de pelos blancos en la región del nudo hojas caulinares de forma triangular presencia de quillas aladas en la palea presencia de tres estigmas plumosos al final del estilo presencia de seis estambres presencia de estomas en ambas superficies de la lámina foliar número cromosómico de 2n=46


El género Guadua reúne las 30 especies de bambúes más grandes y eConómica, mente más importantes de América tropical, que se distribuyen desde México (23º N) hasta el norte de la Argentina (30º S) y desde el nivel del mar hasta un máximo de 2.600 m, sobre todo en las bajas altitudes (0,1.500 m) y en las regiones húmedas. Los únicos países en donde Guadua no crece espontáneamente son Chile y las islas del Caribe O udziewics et al, 1999). La temperatura parece ser el factor limitante en su distribución latitudinal y altitudinal. La mayoría de las grandes poblaciones de guadua crecen entre Oy 1.500 msnm y ocupan diversos hábitats: selva húmeda tropical, bosques de gale, ría, "cerrados", sabanas, piedemonte andino y otros; sin embargo, es frecuente observar estas poblaciones a orillas de ríos y quebradas. El 45% de las especies del género Guadua es de origen amazónico. Las especies más representativas en esta cuenca amazónica son Guadua weberbaueri Pilger y Guadua sarcocarpa Londoño y Peterson. La especie Guadua paniculata Munro, que se encuentra desde México hasta el Brasil, es la que presenta el más amplio rango de distribución latitudinal, mientras que Guadua angustifolia Kunth es la que posee el mayor rango de distribucion altitudinal, desde el nivel del mar hasta los 2.600 msnm. Aunque la mayoría de las especies de este género presenta hábito erecto, algu, nas pueden tener hábito trepador o escanqente. Según su hábito, las especies del género Guadua se agrupan én tr,és clases: 1) Las de hábito erecto: generalmente presentan culmos gruesps, huecos, rectos y ligeramente arqueados en la punta; sus alturas fl~ctúan entre 7 y 30 metros y sus diámetros oscilan entre 5 y 22 centímeyios. Ejemplos: Guadua angustifolia, G. aculeata, G. amplexifolia, G. ChacopíSis. 2) Las de hábito erecto y arqueado en el ápice: generalmente sus culmos son rectos en la base y arqueados y trepadores en el tercio medio y superior; sus alturas oscilan entre 20 y 30 metros y sus diámetros fluctúan entre 4 y 8 centímetros. Ejemplos: Guadua weberbaueri, G. sarcocarpa, G. tagoara. 3) Lasde hábito escandente: generalmente sus culmos son delgados, huecos o sólidos, y trepadores; sus alturas oscilan entre 3 y 12 metros y sus diámetros fluctúan entre 1 y 5 centímetros. Ejemplos: Guadua glomerata, G. ciliata, G. macclurei.

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Los culmos de Guadua son huecos en la mayoría de las especies; sin embargo, Guadua amplexifolia, Guadua macrospiculata y Guadua glomerata tienen culmos sólidos, característica que las hace potencialmente útiles en la industria del mueble y del papel (Londoño, 1992; 1998).

La especie Guadua angustifolia Guadua angustifolia es la especie que Karl Sigismund Kunth seleccionó como la especie tipo del género Guadua. Su epíteto específico 'angustifolia' significa en latín 'hoja angosta' y describe una de sus características morfológicas más sobre~ salientes. Colombia, Ecuador y Venezuela son los países donde esta especie crece de ma~ nera natural, aunque ha sido introducida a varios países de Suramérica, Centro~ américa y el Caribe, e inclusive a algunos de Asia, América del Norte y Europa.

Guadua angustifolia reúne dos variedades, las cuales se encuentran en Colombia: 1) Guadua angustifolia varobicolor, comúnmente conocida como "guadua rayada", se distingue por sus culmos verdes con rayas amarillas y ocurre en las cordilleras Occidental y Central del país, entre los 500 y los 1.800 msnm; tiene un gran valor ornamental.

2) Guadua angustifolia varo nigra, conocida comúnmente como "guadua negra", se caracteriza por sus culmos verdes con manchas negras y ocurre en los departamentos de Quindío y Risaralda. Con base en el estudio molecular de Marulanda, Márquez y Londoño (2002), que se realizó utilizando el método AFLP (longitud de fragmentos polimórficos amplificados) y más de 70 accesiones y biotipos, se estableció que la diversidad genética de esta especie, al menos en el Eje Cafetero en Colombia, no es signifi~ cativa, que las guaduas conocidas como "cebolla", "macana", "cotuda" y "casti~ lla", son eco tipos o formas adaptadas a condiciones específicas de clima y suelo. ua macana Se conoce popu 1armente como gua d""

o "d gua ua mac h o " aque"11a que tiene culmos más fuertes, diámetros menores y abundantes ramas basales. Ésta se aprovecha, sobre todo, en labores de construcción y en la fabricación de muebles. Guadua "cebolla" o "guadua hembra" es aquélla que tiene culmos

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más blandos, diámetros mayores y pocas ramas basales. Se utiliza principalmente en la industria de la construcción para sacar este~ riHa. Las excelentes propiedades físico~ mecánicas de Guadua angustifolia, su gran tamaño y sus múltiples usos han hecho que sea conside~ rada como una de las veinte me~ jores especies de bambúes del mundo. Se puede afirmar, sin duda alguna, que Guadua angustifolia es la especie más sobresaliente de América.

Guadua angustifolia ha tenido un verdadero uso artes anal e industrial en Colombia y Ecuador, y además ha juga~ do un papel importante en algunas economías regionales de estos dos países, como en el caso del Eje Cafetero en Colombia y de la Costa Pacífica en Ecua~ doro

En Venezuela se le da el nombre de 'guafa', 'juasdua' o 'guasdua'.

pes'cripdóñ'lftaxonómica dé Gúádua angustifoliaKúrithl Con base en las categorías taxonómicas establecidas para las plantas, la especie Guadua angustifolia se puede clasificar de la siguiente manera:

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11 11 11 11 11 11 11 13 11 11 11 11

Reino: División:

Vegetal Spermatophyta

Subdivisión: Clase: Orden: Familia: Subfamilia: Tribu: Subtribu: Género: Especie: Variedades: Formas:

Angiosperma Monocotiledoneae Glumiflorales Poaceae Bambusoideae Bambuseae Guaduinae Guadua angustifolia bicolor y nigra "macana", "cebolla", "cotuda" y "castilla"

Faiacterísticas ,morfológicas y; anatómicas pnás representa~ivas d~ Guadua angustifoli~ A continuación se presentan las características morfológicas y anatómicas más representativas de la especie Guadua angustifolia, haciendo énfasis en la lámina foliar y en el culmo:

~ma •. Culmo

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Compl~mento de ramas

::':'Uñi' (1):rama doíninante y de 1 a 3 ramas secundarias.' .~:~:La';rania~doiT1iriáhtéprimariabas~l es espinosa, mide de , "::~J~.'~'(~8im~deJongituély t~~n~entre),y 5 espinas en . cada; Inido.; ;, ,/ ~: . '.; ., : .

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Se sabe que las propiedades de los culmos de bambú están determinadas por su estructura anatómica (Liese, 1998) y son las características anatómicas del cul, mo las que, en últimas, reflejan el uso final de este material. Según Grosser & Liese (1971), la estructura anatómica del culmo está princi, palmente determinada por los haces vasculares colaterales embebidos en el tejido del parénquima. La forma, el tamaño, el número y la concentración de haces vasculares varía desde la periferia hacia la parte interna del culmo y

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desde la base del culmo hacia el ápice del mismo. Cerca de la periferia, los haces vasculares son pequeños, numerosos y concentrados, mientras que en la parte media del culmo son más grandes y con una distribución más amplia. En todos los bambúes el tamaño de los haces vasculares decrece notoriamente desde la base hacia el ápice, pero su densidad se incrementa correspondiente, mente. Todas las células de un entrenudo de bambú están orientadas axialmente. Los bambúes, al igual que las demás monocotiledóneas, no poseen ningún tipo es, pecial de células que permita el transporte radial, como sí sucede con el tejido de cambium en las dicotiledóneas y en las gimnospermas (Grosser & Liese, 1971). En Guadua angustifolia el tejido del culmo está compuesto por: a) corteza, b) células de parénquima, c) fibras y d) haces vasculares, los cuales están confor, mados por células de esclerénquima, vasos (metaxilema, floema, protoxilema) y por tubos cribosos con células acompañantes. En un corte transversal del culmo se diferencian cuatro zonas: a) periferia, que corresponde al 4,5% del espesor de la pared del culmo; b) transición, que corres, ponde al 10,7%; c) media, que corresponde al 73,9% y d) interna, que correspon, de al 10,8% del espesor de la pared del culmo. Con relación a la edad, G. angustifolia posee características anatómicas a nivel del haz vascular que son estables y no están influenciadas por factores de edad. En G. angustifolia el tiempo estimado de duración de un culmo es de diez años (Castaño 1985; Londoño 1992). La función de los tejidos conductivos (xilema y floema) es continua a través del tiempo de vida del culmo, sin que exista formación de tejido conductivo nuevo, como sí sucede en las maderas duras y blandas de las dicotiledóneas. Con la edad, en el caso de los bambúes, estos vasos conductores pueden obstruirse par, cialmente debido a la deposición de sustancias como gomas, las cuales contribu, ven a la pérdida de la conductividad y, en últimas, a la muerte del culmo (Liese, 1998). A continuación se describen los tejidos y células que componen el culmo de G. angustifolia:

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CompósidóIl tejidos

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Corteza

~ Epidermis: a) presenta ,una alta concentración de células de sílice que;contribuyen a la dureza desumadera;,b){presenta alta concentración de estomas entremezclados con células cortas y células largas. ~ Hipodermis: Consta de 2 (~3) capas de células de esclerénquima de pared gruesa. ~ Parénquima cortical: homogéneo, formado por 8~W capas de células de p~redes delgadas y_gruesas.

Parénquima

;Est~compu,esto por céllll~s largas y cortas. Las céllllas largas genyralmente tienen paredes gruesas y selignifican con, el tiempo; las células cortas son más peqlleñas, .deforma cúbica y de citoplasma más denso, tknenparedes delgadas y no se lignifican con la edad.

Haz vascular

~,; Está compuesto por"2 grandes vasos de metaxilema, 1 ó 2 elemeritOs de protoxilema, por el floema y por las vaiIlas de esch~réIlquima y de fibra. Es de tipo n. ~ Hay mayor número de haces vasculares en la zona de perifeiia y transición (346~530 hv/cm2) que en la zona cen'tral (81;194 hv/cm2) e interna (52~96 hv/cm2). ; ~ Metaxilema: tienen un. diámetro que varía entre 0.02 0.22 mrv. Au~éntan de tamaño desde la periferia ~acia la partew-egia"e interna. Son más grandes en el segmept9 med~o del c'-;llmoque en, los segmentos basal y ªpical; Floema:~stá compuesto por 14~25 tubos cribosos. Vainas de esclerénquima: Son 4 en total: dos (2) ubicadas,.a lado y lado de los vasos de metaxilema, otra alrededor del protoxilema y la última alrededor del floema.

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Parénqu!ma: 51% Fibras~ 40% Hace~ 9% ~ ...~ v~sculares: ..•

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Fibras

~ El porcentaje de fibra por haz vascular fluctúa entre 64,8% y 97,2%. ~ El porcentaje de fibra es mayor en los haces de la periferia y de la transicióri (90~97%) que en los haces de la zona mediá e interna' (65~87%). ~ A ló largo del culmo el porcentaje de fibra es más alto en el segineIltó apical (56%) que en los segmentos basal (19%) y rriediO'(26%) ..

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Guadua angustifolia en Colombia En Colombia se denomina 'guadual' a la comunidad ve~ getal donde la especie domi~ nante es Guadua angustifolia. La región andina del país -en particular los valles in~ terandinos, como el del río Cauca, y la región cafeteraes la zona donde se encuen~ tra la mayor concentración de guaduales. En las crónicas de Cieza de León y Fray Bartolomé de las Casas se da cuenta de los grandes guaduales que existían entre Panamá y Guayaquil, sobre todo en la región del Valle del Cauca en Colombia. Tan extensos y enmarañados eran estos guaduales que el tránsito entre las poblaciones vallecaucanas de Buga y Cartago (Valle del Cauca) se hacía difícil, y aunque se abrieran trochas, éstas terminaban por desaparecer con el tiempo debido a la rápida regeneración natural de los guaduales, lo que obligaba a abrir trochas constantemente. Esta riqueza, sin embargo, ha disminuido drásticamente desde esa época por efectos de la colonización de tierras para agricultura y ganadería, y en la actua~ lidad la mayor parte de los guaduales del país ha desaparecido. Se estima que hoy Colombia cuenta con un total de 36.181 hectáreas censadas con G. angus~ tifolia, de las cuales 31.352 son bosques naturales y 4.892 han sido plantadas (año 2002). Los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda, Tolima y Valle del Cauca son los de mayores áreas de guaduales naturales (aproximadamente 26.985 hectá~ reas) y cultivados (4.301 hectáreas como se observa en el Cuadro 1). Sin embargo, G. angustifolia se encuentra naturalmente en los departamentos de Antioquia, Boyacá, Cauca, Caquetá, Casanare, Cundinamarca, Chocó, Huila, Meta, Nariño, Norte de Santander, Putumayo, Santander y Tolima. Ocurre en las tres cordilleras de Colombia, donde se observa entre los O y los 2.600 metros de altitud.

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Se cree que la superficie de guaduales en el país podría ser mucho mayor, pero esto sólo se sabrá cuando se haga una relación de los guaduales de los departa, mentas que aún no han sido censados.

Cuadro 1. Áreas de guaduales naturales y establecidos en Colombia

Fuente: Corporaciones Autónomas Regionales, 2002.

Entre las especies nativas maderables de Colombia, la guadua se destaca por la importancia económica que puede representar en razón de varios factores: el corto tiempo que precisa para alcanzar el estadio de maduración que permite aprovechada, su alto rendimiento en volumen por hectárea y la diversidad de usos a los que se puede destinar. En cuanto al crecimiento de Guadua angustifolia, se tienen reportes de plantas que han presentado incrementos de altura de 21 centímetros por día en la región cafe' tera del país y han llegado a alcanzar hasta 30 metros de altura en tan sólo seis meses. Esta veloz tasa de crecimiento difícilmente puede ser superada por otras especies nativas maderables propias de la región. En cuanto a la productividad, la guadua llega a producir hasta 1.000,1.400 culmos comerciales por hectárea al año, cantidad que es equivalente a una producción de 100 a 140 metros cúbicos de madera redonda, con la gran ventaja de que es renovable y sostenible en el tiempo.

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No obstante estos atributos de la guadua y de los múltiples usos y aplicaciones que tiene, este recurso tiene muy poca ingerencia en las economías de la mayor parte de las regiones del país. Únicamente desempeña un papel económico ver~ daderamente significativo en ciertas economías locales, como la del Eje Cafete~ ro de Colombia y la región de la Costa Pacífica del Ecuador. Aunque el potencial económico de la guadua no se ha explotado suficientemen~ te en el país, de todas maneras este recurso hace parte del contexto cultural de varias regiones, pues es un material de fácil disponibilidad, bajos costos y propie~ dades físico~mecánicas excelentes. Es así como muchas comunidades rurales y urbanas la aprovechan como materia prima en la elaboración de múltiples arte~ factos de uso cotidiano, así como en la construcción de sus viviendas. La guadua y las diversas maneras de trabajada constituyen parte importante de su cultura. El Eje Cafetero y el valle del río Cauca son las regiones en donde la población rural ha sacado mayor provecho de la abundancia de guadua y ha integrado este material a sus expresiones culturales. Así, los campesinos le dan uso en fiestas tradicionales, en ceremo~ nias religiosas y en la elaboración de instrumentos musicales. De igual forma, los pobladores del campo emplean la guadua en su vida práctica para construir infra~ estructuras

agropecuarias

(trin~

chos para canales de riego en cul~ tivos de caña de azúcar, establos y caballerizas, beneficiaderos de

café, corrales, canales de recolec~ ción de aguas, trinchos para el control de la erosión y cercos), así como para guiar y apuntalar cul~ tivos, elaborar utensilios del ho~ gar (herramientas de jardinería y artefactos de cocina), crear arte~ sanías y muebles y, por supuesto, para levantar sus viviendas.

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Es en estas mismas regiones en donde actualmente el trabajo de la guadua re~ presenta utilidades económicas para la población. La industria de las artesanías, que va de la mano con la del turismo, ha avanzado tanto que sus productos tie~ nen una alta demanda e incluso han alcanzado la calidad necesaria para la ex~ portación. De la misma manera, la industria de los muebles, que ahora ofrece diseños modernos e innovadores, se ha desarrollado y repercutido favorablemen~ te en estas economías locales. Sin embargo, la guadua siempre se ha destinado principalmente a la construc~ ción, pues, por sus propiedades estructurales, es una especie de "acero vegetal" por la impresionante resistencia que posee, tan sólo comprable a la del verdadero acero. Por otra parte, el bajo costo de la guadua la hace un material accesible para las personas de bajos recursos, tanto así que se le conoce popularmente como la "madera de los pobres". En los últimos años, la labor de arquitectos e ingenieros colombianos y ecuatorianos, que han desarrollado nuevas tecnologías para el aprovechamiento de la guadua como material de construcción, ha hecho posible que la vivienda de interés social construida en guadua cumpla los requi~ sitos de economía, estética, seguridad y rapidez en la construcción. Tanto en Colombia como en Ecuador existen ejemplos importantes en el aspecto de la construcción de viviendas con guadua. Algunos de éstos son los planes de vivienda que desarrollaron organizaciones de cooperación internacional, tales como la GTZ, Solidaridad Internacional, el Convenio Colombo~Italiano y la AID, principalmente, los cuales se destinaron a las familias afectadas por el terremoto que ocurrió en 1999 en el Eje Cafetero colombiano. Otra muestra es el trabajo que se efectuó en 1998 en el Ecuador, después del llamado "fenómeno del Niño", que dejó un alto déficit de viviendas en la zona del litoral Pacífico, desde Esme~ raldas hasta la desembocadura del Guayas. Allí se llegaron a construir diaria~ mente hasta ochenta casas prefabricas de guadua para mitigar el impacto de este evento natural en la población afectada. Por su gran resistencia, la guadua también se ha utilizado en obras de ingeniería, como puentes, lo mismo que en construcciones monumentales. Un bello ejemplo de este último uso fue el Pabellón de Guadua de la Feria Internacional de Han~ nover 2000, en Alemania, obra del arquitecto colombiano Simón Vélez, con la que prácticamente se presentó ante el mundo este maravillo~() Il!a,=-~ria1.

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Pero la guadua ofrece aún más posibilidades. La fortaleza de sus fibras también permite su utilización en la industria de productos como aglomerados, lamina, dos, pisos y paneles. Así, cada día los pisos de guadua tienen mayor demanda en el mercado mundial porque poseen una textura similar a la del mármol y la ele, gancia de la madera, y además son fuertes, durables, suaves, antideslizantes y resistentes a la humedad. Ecuador es el único país de América Latina que en la actualidad fabrica pisos de guadua industrialmente, pero en Colombia se están consolidando iniciativas particulares para producidos. En países como la China y Taiwan se sustituyen materiales como el icopor por bandejas biodegradables de bambú, lo que redunda en grandes ventajas de con, servación del medio ambiente. La transformación del culmo se hace mediante el desenrollado del material y ciertos procesos térmicos y de pegado. Colombia tam, bién podría implementar este conveniente uso de la guadua, con los consiguien, tes beneficios medioambientales.

Por sus características, las poblaciones de Guadua angustifolia prestan valiosos servicios ambientales, entre otros control de la erosión, regulación hídrica en cuencas hidrográficas, aporte de materia orgánica a los suelos, captura de COz' conservación de la biodiversidad y embellecimiento del paisaje. La red de rizomas que estas plantas forman en la capa superficial del suelo (entre los primeros 20 y 50 cm) y la disposición de la guadua para ocupar áreas disturba, das hacen de ésta un recurso ideal para la conservación de suelos inestables. Por otra parte, la deposición de hojarasca de un guadual contribuye a la recupera' ción de tierras degradadas por la deforestación y por prácticas agrícolas inefi, cientes. Al respecto, es frecuente observar en la región cafetera de Colombia trincha s de guadua, culmos o esterilla utilizados para controlar los caudales de agua y mitigar la erosión inducida por el hombre Oudziewicz et al, 1999). La gua, dua además proporciona frescura a la superficie del suelo y lo protege de la ac, ción solar, lo que redunda en beneficio de ciertos cultivos asociados. Cada guadual forma un ecosistema que alberga una diversidad de flora, micro, flora, entomofauna, mamíferos, aves, reptiles y anfibios. Hasta ahora se han re, ,

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gistrado más de cien, to veinte (120) espe!. cies de plantas asocia, das al guadual, más de cuarenta y ocho (48) especies de aves, vein, te (20) de mamíferos y siete (7) de reptiles (Londoño y Prieto, 1983; Giraldo y Sabo, gal,1999). Finalmente, el potencial de Guadua angustifolia como planta fijadora del dióxido de carbono atmosférico (CO) es de 9 toneladas de COz por hectárea/año, infor, mación fundamental y necesaria para ingresar al sistema internacional de co, mercio de derechos de emisión, lo cual traería beneficios adicionales a los inver, sionistas y cultivadores (Riaño et al, 2002). En el cuadro 2 se muestran los datos del peso seco estimado para 400 matas por hectárea de Guadua angustifolia, durante un periodo de crecimiento de 2.190 días (seis años) (Riaño et al, 2002).

Cuadro 2. Peso seco y potencial de captura de CO2 por ha de G. angustifolia, durante un periodo de seis años

Fuente: (Riaño et al, 2002).

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Algunos bambúes de importancia para Colombia Aunque G. angustifolia es, entre los bambúes, la especie más importante en tér; minas económicos en Colombia, conviene resaltar que el país presenta condicio; nes ecológicas favorables para el fomento de otros bambúes, con miras al desa; rrollo de procesos industriales sostenible~ que, por diversas razones, no se pueden realizar con esta especie. Existen ciertas especies, como Bambusa vulgaris y Dendrocalamus strictus, las cuales son altas productoras de biomasa y, por lo tanto, apetecidas por la industria pape; lera. En el nordeste del Brasil existen más de 200 mil hectáreas cultivadas de Bambusa vulgaris, que se destinan a la producción de pulpa para papel. Cabe resaltar que entre los países de América Latina, Brasil es el único país que utiliza el recurso del bambú para este fin industrial, en la fabricación de cartones y empaques (Salgada, Antonio, 2002). Igualmente, en Río de Janeiro, el Departa; mento de Diseño Industrial de la Pontificia Universidad Católica (PUC) elabora diversos elementos de uso práctico, entre otros, caminadores para personas in; válidas, a partir de diferentes bambúes. Otro ejemplo de utilización de bambúes es el de la especie Phyllostachys aurea, de culmo delgado y flexible y maleable con el calor, la cual es aprovechada en varios países de América Latina para la fabricación de muebles, perchas o ganchos de ropa para la exportación, artesanías y otros. Ciertos bambúes, como Phyllostachys vivax, Ph. edulis, Dendrocalamus asper y D.

brandisii son aprovechados como fuente de alimentación humana en varios paí; ses asiáticos. En los lugares en donde existe el hábito alimenticio de consumir los brotes de bambú, como en la China, Taiwan, Vietnam, Japón y Tailandia, los re; nuevos se consumen frescos o en encurtido a manera de palmitos. El Jardín Botánico Juan María Céspedes, perteneciente al Instituto Vallecau; cano de Investigaciones Científicas (INCIV A), lo mismo que el Centro Nacio; nal para el Estudio del Bambú;Guadua, perteneciente a la Corporación Autó; noma Regional del Quindío (CRQ), y el Jardín Botánico San Jorge de Ibagué, cuentan con una colección de más de 25 especies de bambúes asiáticos y sir; ven como bancos de semilla vegetativa para iniciar un programa nacional de reforestación.

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Sería conveniente que el país contara con una colección de Bambusoideae, pues esto contribuiría a fortalecer la conservación y el manejo sostenible de este grupo de plantas, a mejorar la calidad genética del material de propagación y además se podría convertir en un atractivo científico y turístico.

Especies asiáticas Bambusa eutuldoides McClure Bambusa longisPiculata Gamble ex Brandi Bambusa multiplex (Loureiro) Raeuschel Bambusa tulda Roxburgh Bambusa ventricosa McClure Bambusa vulgaris Schrader ex Wendland Bambusa vulgaris varovittata A. & C. Riveire Cephalostachyum

pergracile Munro

Chimonobambusa

marmorea (Mitford) Makino

Chimonobambusa

quadrangularis (Fenzi) Makino

Dendrocalamus strictus (Roxburg) Nees Dendrocalamus asper (Schultes) Backer Gigantochloa apus (Shultes) Kurz Gigantochloa verticillata ((Willdenow) Munro Melocanna baccifera (Roxburgh) Kurz Phyllostachus aurea A & C Riviere Phyllostaquis aureosulcata McClure Phyllostachys bambusoides Siebold & Zaccarini Phyllostachys nidularia Munro

¡ ~® ~

I

Los barn búes y la guadua


Phyllostachys nigra (Loddiges) Munro Sinarundinaria sp. Nakai Especies nativas

Guadua amplexifolia Presl Guadua superba Huber Guadua weberbaueri Pilger Guadua paniculata Munro Guadua uncinaw Londoño Rhipidocladum racemiflorum (Steud.) McClure

Notas

G.c.

1

Londoño, X.,

Camayo, N. Riaño y Y. López, 2002.

2

Londoño, X., "La guadua, un bambú importante

de América", en Procaña, núm. 56,

págs 10-14, 1992.

Bambúes y guadua, plantas extraordinarias

14l~ I


Aspectos ecolรณgicos


~

","

_o,


Aspectos ecológicos de la guadua1 Las relaciones de los organismos entre sí y con el ambiente son el campo de estu, dio de la ecología. L?-guadua, por su gran adaptabilidad a diferentes condiciones biofísicas, es decir, de climas y de suelos, presenta una amplia distribución geográfica. No obstante, debido a las variaciones de estos factores, su crecimien'to y su desarrollo no son siempre iguales; es así que en diferentes lugares del terreno de una misma finca puede haber sitios con buena, regular o mala calidad para el crecimiento de la guadua.

Los aspectos ecológicos que regulan el desarrollo de la guadua pueden analizarse a través del concepto de "calidad de sitio". Éste permite cuantificar la respuesta de la planta en cuanto a densidad (tallos/ha), altura, diámetro, velocidad de maduración, sanidady calidad de madurez, con respecto a los factores biofísicos que la condicionan: clima, suelos y topografía, entre otros. Para acertar en el establecimiento y el manejo técnico de un guadual, es requisi, to importante conocer, antes de iniciar la siembra, la calidad del sitio donde la guadua crece naturalmente. El análisis del clima y de los suelos de una finca o de

Ecol,ogía de los guaduales

I~~ )


una región permite elaborar, posteriormente, un plano del lugar, en el cual se delimitan las diferentes calidades de sitio, para que tanto asistentes técnicos como propietarios puedan definir con precisión las áreas óptimas para el cultivo de la planta. La evaluación de la calidad de los sitios directamente en el terreno es una labor que se facilita si se cuenta con materiales informativos del lugar, tales como ma, pas de zonas de vida (término que se explicará más adelante) o de zonas climáti, cas, mapas de suelos y topográficos, mapas de uso actual y potencial de los suelos, e incluso fotografías aéreas o de satélite.

Aunque en la práctica son muchos los factores biofísicos que influyen en el desa, rrollo de la guadua, los más determinantes son: 1) los factores climáticos y 2) los factores edáficos, es decir, los relacionados con la naturaleza del suelo.

Se deben evaluar princi, palmente la temperatu' ra y la pluviosidad (can, tidad de lluvia que reci, be un sitio en un periodo determinado de tiem, po), debido a la gran in, fluencia que estos dos factores ejercen sobre el desarrollo y el crecí, miento de la guadua. Sin embargo, hay algunos, como la humedad relativa, el brillo solar, los vientos y las épocas secas, entre otros, que también conviene evaluar para acertar en la se, lección de los sitios donde se cultivará la guadua. En lo que respecta al clima, la guadua no tolera las heladas ni los climas fríos; igualmente, se sabe que la pluviosidad juega un papel importante en su creci,


I

\ miento, a menos que se encuentre en sitios de baja precipitación pero con un nivel freático (presencia de agua en el subsuelo) alto, pues la planta requiere buena humedad. Altitud/temperatura Existe una alta correlación, inversamente proporcional, entre la altitud y la tempe~ ratura de un sitio. Para el caso de la zona andina, se estima en 100 m/0,67 °C; es decir que por cada 100 metros que se asciende, la temperatura disminuye 0,67 0c. Así, si se conoce la altitud del sitio -mediante un altímetro calibrado o con la ayuda de un mapa con curvas de nivel-, se podrá conocer en forma indirecta su temperatura. En general, la altitud es un factor q~e influye en el desarrollo de la guadua. Ésta crece desde el nivel del mar hasta los 2.600 metros de altura. Su rango de altitud óptimo está entre los 600 m (clima cálido) y los 2.000 m (clima templado). Los guaduales de mejor desarrollo en términos de alta densidad de individuos por unidad de superficie, mayor grosor y altura, más sanos y con propiedades de ma~ durez muy favorables se han reportado en ese rango de altitud. Precipitación Éste es el factor climático que más afecta el desarrollo de la guadua. Es así que los sitios secos (con precipitación inferior a 1.000 mm/año) o muy húmedos (con precipitación superior a 5.000 mm/año) presentan limitaciones para el desarrollo óptimo de la planta. Por lo general la guadua se desarrolla en lugares con rangos de pluviosidad que oscilan entre los 950 mm y los 5.000 mm anuales, pero los guaduales mejor desa~ rrollados son los que se ubican en sitios en donde el rango está entre los 1.800 y los 2.500 mm anuales de lluvia. La distribución de las lluvias a lo largo del año también influye, a su vez, en el comportamiento de la especie. Los sitios con épocas secas prolongadas (superio~ res a tres meses) son los que más limitan su desarrollo. La zona andina, que presenta dos periodos lluviosos de cuatro meses cada uno, favorece el desarrollo de la guadua. Sin embargo, en comparación con los valles interandinos, la zona cafetera es mejor para el crecimiento de la guadua debido a

Ecología de los guaduales

! §)~ !


la mayor precipitación que allí se presenta. En el caso particular del valle geográ, fico del río Cauca, donde la precipitación anual promedio es baja, la guadua se desarrolla bien debido al alto nivel freático. Zonas de vida En la práctica se acostumbra a consultar la clasificación ecológica elaborada por L. E. Holdridge, la cual considera en conjunto la influencia de los factores de temperatura y precipitación sobre la vegetación, mediante unidades básicas lla, ma d"as zonas d·d e VI a" . Para determinar las zonas de vida es necesario tener los registros históricos de temperatura y precipitación de la estación meteorológica más cercana al sitio. De acuerdo con la clasificación de Holdridge, la guadua puede crecer en las siguientes zonas de vida o formaciones vegetales:

Cuadro 1. Zonas de vida donde puede crecer la guadua

Fuente: H.W. Fassbender, CATIE-GTZ,

1984.

Brillo solar Para su buen desarrollo, la guadua requiere de una alta luminosidad, equivalente a 5 ó 6 horas,luz/día. El rango óptimo de brillo solar para el desarrollo de la espe, cie está comprendido entre las 1.800 y las 2.000 horas,luz/año. En la zona andina, el brillo solar oscila entre las 1.400 y las 2.140 horas, luz/año, mientras que en el Valle del Cauca su intensidad es mayor en la parte plana que en la zona de cordillera. Coeficiente P lB La relación entre precipitación (P) y brillo solar (B) (coeficiente P/B, propuesto por Trojer y desarrollado por Mejía) es otra forma de calcular el comportamiento

Aspectos ecológicos


climático de las áreas en donde crecen los guaduales, pues permite hacer una aproximación al balance hídrico de los sitios, debido a la relación que existe en, tre la cantidad de agua que se precipita y la cantidad que se evapora por acción del sol. En el Cuadro 2 se puede apreciar, para el caso particular del Valle del Cauca, que entre Santander de Quilichao y Cali existe una zona húmeda (h); entre Cali y Cartago una zona subhúmeda (sh); y en la zona cafetera, una que va de húmeda a muy húmeda (h/mh). Esta última es la de mayor coeficiente PlB y, comparati, vamente, la de mayor crecimiento de la guadua.

Cuadro 2. Aspectos climáticos de las zonas donde crece la guadua y calificación de humedad según el coeficiente PlB (Valle del Cauca) PrecipitaeigIl (mm/aúo)

Brillosolar. (horas;luz/año)

1.640

1.969

1.051

1.989

2.130

Jl

1.880

Coeficiente

P/B

[

0,83

rJ[

, , d edón al estudio fitoeeo 1" OglCOd e los guaduales del Fuente: Londoño & Pneto, lntro u 'd d N 'nal CVC _ Palmira, 1983. aClO , Valle del Cauea, tesis de grado Universl a

Humedad relativa

o

. o'ptima para el desarro 11o de la guadua está entre 72 y 80 Yo. La hume d a d re 1atlva Vientos

1

fu tes pue d en pro ducir daños mecánicos en os gua,1 Cuando los vientos son er , . "d bramiento de algunos cu ; 1 . t de mdlvl uos o que duales, tales como va camlen o h . to forestal cuando la densi, 1 as de aprovec amlen , ., mas, especialmente en as etap 1so arte entre los culmos tamblen dad del guadual disminuye y, por lo tanto, e P decrece.

Ecología de los guaduales

~7 1


Cuadro 3. Resumen de factores climáticos que condicionan el crecimiento de la guadua " , FacEc&""

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Además de evaluar las características climáticas de la finca o la región, es indis, pensable tener en cuenta los factores edáficos, o de suelos, para seleccionar los sitios óptimos para el cultivo de la guadua.


Como factores edáficos se entienden, principalmente, la textura y la estructura, la profundidad efectiva, el pH, la fertilidad, la pendiente y el tipo de suelo y su drenaje. Para evaluar con mayor precisión las características edáficas de un sitio se deben tomar muestras de los suelos y analizadas en laboratorios especializados; igual~ mente, se deben abrir calicatas, o perforaciones en el sitio, con el objeto de deta~ llar la conformación del suelo y sus perfiles. El personal técnico de las Corporaciones Autónomas Regionales puede orientar en el aspecto de análisis de suelos y su interpretación. Suelos

En términos edáficos, las áreas donde la guadua se da naturalmente compren~ den suelos aluviales, de ceniza volcánica e ígneos. Por lo general son suelos fran~ cos, de buena fertilidad y buen drenaje, ubicados en valles interandinos y en zonas onduladas de montaña. Los suelos de montaña son los más apropiados para el desarrollo de la planta, pues en suelos muy pesados, arcillosos, no puede crecer muy bien. Las áreas de guaduales se ubican especialmente en cuerpos de abanico aluviales, valles, diques de río, partes medias de cordillera y terrazas altas. Textura

Se define como textura la proporción en peso de la arcilla (Ar), el limo (L) y la arena (A) que conforman la masa del suelo. La textura del suelo influye en el crecimiento de la guadua porque a su vez influye en la fertilidad de los suelos, en su aireación, en su drenaje y en el crecimiento de las raíces. Los suelos muy are~ nosos presentan menor·fertilidad y los suelos muy arcillosos dificultan la expan~ sión de las raíces, tienen menor drenaje y menor aireación. Un suelo franco es aquél que tiene una buena proporción de arcilla, limo y arena, y es franco~arenoso si presenta mayor proporción de arena con respecto a los otros elementos. La guadua crece bien en suelos con textura franco~limosa, franco~arcillosa y fran~ co~arenosa, aunque se desarrolla mejor en los de textura franco arcillo~limosa que en los franco~arenosos.


Los suelos limosos de orillas de ríos y quebradas presentan las mejores condicio~ nes para el crecimiento de la guadua. Estructura Es la forma como se aglutinan las partículas del suelo. La guadua también es sensible a este factor y suele desarrollarse más adecuadamente en suelos con estructuras de bloques angulares, de bloques subangulares y blocosas. Profundidad

efectiva

Es la altura, medida en centímetros, desde la superficie del suelo hasta donde las raíces se pueden desarrollar libremente. Se puede determinar cOn la ayuda de un barreno perforador. Aunque la guadua no tiene raíces profundas sino superfi~ ciales, es conveniente que esta profundidad efectiva sea mayor a un metro. Drenaje natural Se distinguen dos tipos de drenajes: a) externo: cuando es de escorrentía, es decir cuando el agua escurre por la superficie del suelo; y b) interno: cuando el agua se moviliza dentro del suelo, saturándolo total o parcialmente. El drenaje está condicionado por la pluviosidad del sitio, por la pendiente y por el tipo de suelo. En áreas de pendientes moderadas o fuertes, el drenaje es bueno, pero en áreas planas se toma lento y la evacuación del agua es pausada, circunstancia que afecta la sanidad del sistema radicular de las plantas. La guadua requiere de suelos entre bien y moderadamente drenados, con nive~ les freáticos altos, aunque no hasta el punto de ser inundables. Las áreas con periodos de inundación prolongados (superiores a dos semanas) no son adecua~ das para el desarrollo de la guadua recién plantada porque la excesiva humedad y la baja aireación del suelo ocasionan la pudrición de las raíces. Los suelos con retención de humedad entre buena y moderada son adecuados para la guadua, especialmente los que están a orillas de ríos y quebradas, siempre y cuando que no se encharquen.

fl60l .

I


Pendiente

y relieve

Los suelos de relieve plano (valles interandinos) 5%) y onduladas

suaves (O~

(5~25%) son más apropiados para el desarrollo de la guadua que

los suelos quebrados y escarpados 1

Cultivos

o los de pendientes

y vegetación

(> 25 %) .

asociada

También es conve ~ niente examinar la vegetación

natural

o cultivada que ro~ dea el área donde se plantará un gua~ dual porque puede ser indicador de al~ guna

particulari~

dad del sitio (la pre~ sencia de helechos, por ejemplo, es un indicador de la acidez de los suelos). Características

químicas

La fertilidad de los suelos, en términos de elementos ellos, es un condicionante

nutricionales

presentes en

del buen desarrollo del guadual. Entre más alto sea el

nivel de fertilidad, mayor será el crecimiento De acuerdo con observaciones

de la guadua.

de campo y de laboratorio,

cer en diversos suelos, que varían en sus características

la guadua puede cre~ químicas,

tal como se

indica a continuación: 11

pH (nivel de acidez del suelo): puede fluctuar entre 4,2 (suelos fuertemente ácidos) y 7,4 (ligeramente (suelos moderadamente

11

Materia posición):

orgánica

alcalinos), pero el más adecuado ácidos).

(acumulación

debe ser de contenido

de nutrientes

está entre 5 y 6

de sustancias

orgánicas

en descom~

medio a alto para garantizar mayor cantidad

a las plantas.

¡~ ~

~~

__

~~~~_~

~

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Ii


• Calcio (Ca): por lo general requiere de contenidos normales a esporádicamente muy altos. • Magnesio (Mg): por lo general sus contenidos deben ser desde muy altos a normales, aunque en algunos casos pueden ser bajos (1,84 ml!100 gr). • Potasio (K): sus contenidos pueden variar de normales a moderados (10,6 ml!lOOgr). • Fósforo (P): sus contenidos pueden oscilar de medios a bajos (promedio de 20,30 ppm -partes por millón-). • Aluminio (Al): no se ha encontrado toxicidad por este elemento en guaduales naturales. • Sodio (N a) : requiere de niveles muy bajos de sodio. • Relación Ca/Mg: puede ser de normal a amplia. • Capacidad de cambio catiónico: deseable de normal a muy alta (entre 15 y 16 mc/100 gr). • Bases totales: por lo general, normales. • Saturación total de bases: conviene que sea muy alta. • Elementos menores: los suelos deben presentar cantidades de hierro (Fe), cobre (Cu) y boro (B) que pueden ir desde bajas hasta normales, y cantidades desde normales a altas de manganeso (Mn) y zinc (Zn).

Cuadro 4. Resumen de factores edáficos que condicionan el crecimiento de la guadua

Aspectos ecológicos


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_,_o _~_', ~eno.

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I

Moderada a alta. En caso de deficiencias de nitrógeno, fósforoI o potasio, o de elementos menores, como el bora, se debe proJ I'L~it;i¡J~,¡¡~.'1

fQ~~~as~¡lI'" ~astoreo

S~geral ab~~mien,~J;!~~elo.

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1[~E~~lll~ti~~_.... _.

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--.J~... ~posibl~,io~i~Tpla~a.~y onduladas..

~eliev.e< -¡J,,;

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-=~~rcitid;F~'=---'~--~=~-~~~_-.. --", ..- -J ~

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Estructura y dinámica de los guaduales2 La estructura y la dinámi, ca de los guaduales depen, den en buena parte de las condiciones del clima y del suelo del sitio en donde crecen, pero también de, penden del manejo que el hombre les da. La estructura está determi,

,

nada por la densidad, el por' te y el estado de madurez del guadual, mientras que su dinámica está definida por su regeneración natural.

Densidad! li

i

La densidad de un gua, dual, es decir el número de culmos por unidad de su' perficie, es muy variable entre guaduales e incluso

_ Eco~Qgíade los guaduales


varía en un mismo guaduaL Esta cantidad puede oscilar desde pocos individuos (1.000,2.000 tallos/ha) hasta muchos individuos (8.000,10.000 tallos/ha), aun, que la más frecuente es de 2.500,3.500 tallos/ha. Según se muestra en el Cuadro 5, la densidad promedio obtenida en los inventa, rios forestales para la presentación de planes de manejo y aprovechamiento de la guadua en la zona andina es de 2.900 tallos/ha. Los guaduales del Quindío (3.470 tallos/ha) y de Risaralda (2.885 tallos/ha) son de mayor densidad con respecto a los del Valle del Cauca (2.713 tallos/ha) y a los de Caldas (2.549 tallos/ha).

Cuadro 5. Promedio de densidad por departamento según planes de manejo "

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IValle

.",Departamento

1: IUsaralda

("Quil1qío

I Caldas

IPromedio

":t1".

;~ :W

:\~!....

Fuente: Corporaciones Autónomas Regionales.

En el interior de un guadual se pueden encontrar algunas áreas pobres en tallos (1.000,2.000 tallos/ha) y otras muy pobladas (6.000,10.000 tallos/ha). Estas varia, ciones en un mismo guadual se atribuyen a condiciones de manejo, a efectos ambientales (como vientos o quemas) y, en ocasiones, a la acción del ganado. Los guaduales excesivamente manejados presentan bajas densidades (1.000,2.000 tallos/ha); por el contrario, los guaduales no manejados (sin corte) presentan altas densidades de población. Como todo bosque o plantación, el guadual debe mantener una distribución lo más homogénea posible de los individuos en su in, terior, ya que los sitios·totalmente despoblados (claros) facilitan la aparición de individuos competidores. En el caso de sitios con altas densidades de población, el espacio se toma inaccesible y la formación de guaduas inclinadas y diámetros reducidos es muy frecuente. En términos técnicos y normativos, se considera que los guaduales con densidades inferiores a 2.000 tallos/ha son de muy baja densidad y no se deben aprovechar.

lWi

Aspectos ecológico~

¡.


La guadua nace con un diámetro definido, el cual es mayor en la base que en el ápice de la planta. Existe una gran variedad en losdiámetros de losculmos de la guadua (lamedida utiliza~ da es el DAP o diámetro a la altura del pecho, equivalente a 1,3 m). Se han registrado diámetros desde 5 hasta 17 cm. El promedio general se calcula en 11 cm, como muestran algunas investigaciones (tesis de grado y Planes de Manejo de las Corpo~ raciones Autónomas Regionales de Caldas, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca): [J

DAP: 11,06 cm (Roa, Ramiro)

[J

DAP: 9,56 cm (Agudelo, Bladimir)

[J

DAP: 10,2 cm (Londoño y Prieto)

e DAP: 12,5 cm (Planes de Manejo) [J

DAP Promedio: 10,83 cm

Al relacionar la densidad de un guadual con los diámetros de los individuos que

10 componen, se encuentra una tenden~ cia a diámetros mayores en los sitios donde la densidad es más baja, es decir que se presenta una relación inversa~ mente proporcional entre la densidad del guadual y los diámetros de los indi~ viduos.

~

p

En el Valle del Cauca, los guaduales de la zona cafetera presentan diámetros promedio de 12,50 cm; por su parte, los de la zona plana tienen diámetros pro~ medio inferiores, de 10,5 cm. Al interior de un guadual también hay diferencias en el diámetro de los indivi~ duos por diversas causas, entre otras:

65


• Distintos orígenes de los rebrotes entresacadas y de tocones).

(pueden

surgir de yemas de ramas

• Ubicación específica dentro del guadual, por ejemplo en sus bordes. • Por efecto de excesivo o escaso manejo.

Al agrupar los diámetros promedio de diferentes guaduales en tres categorías diamétricas, como se muestra en el Cuadro 6, se puede apreciar que la mayor parte de los individuos (91%) se agrupa en la categoría Il (6,12 cm) y III (> 12cm) y la minoría (9%) en la menor categoría ( < 6 cm). En la zona cafetera se presenta una mayor cantidad de tallos gruesos, en comparación con la cantidad de los valles interandinos.

Cuadro 6. Distribución porcentual de guaduas según categorías diamétricas

Fuente: Londoño & Prieto, Introducción al estudio fitoecológico de los guaduales del Valle del Cauca, tesis de grado Universidad Nacional, CVC - Palmira, 1983.

Se puede distinguir entre la altura total del tallo y la altura comercial o útil para obtener productos comerciales diferentes al denominado "varillón" o ápice del tallo. La altura total de los guaduales en condiciones naturales oscila entre 14 y 21 m, con un promedio general de 17m, como se puede apreciar en el Cuadro 7, que resume la altura observada en diferentes guaduales de la zona andina.

~~ I

Aspectos ecológicos


Cuadro 7. Variación de la altura total y comercial de la guadua

I

Iflyestig~si2fl~~r" I Roa, Ramiro Agudel();Bladimir

I Planes9~Man~jo

I Promedio

___

~Altu~~total,

Altura comercial

15,56 m

10 m

14,3 m

9,1 m

21,15 m

13,5 m

1_7_,0_m

II

1_0_,9_m

_

Fuente: Tesis de grado y Planes de Manejo de las Corporaciones Autónomas Regionales de Caldas, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca.

Con respecto a la altura comercial, se encontró una altura promedio de 11 m para todos los guaduales, con medidas que oscilan, entre guaduales, desde 9,1 hasta 13,5 m.

Durante su vida, cada culmo o tallo de guadua pasa por cuatro grados o estados específicos de madurez:

O) juvenil (R)renuevo

o verde o

viche (V) (M) madura o (MM) muy madura y (S) seca

En algunas regiones, como el Valle del Cauca, el estado madura (M) se suele subdividir en adulta (A) y muy madura (MM), y el estado seca, en seca (S) y seca partida (SP).

Ecología de los guaduales

~?I :


En cada una de estas etapas, la guadua adquiere una coloración distintiva. El re, nuevo (R) es de color café, debido a la hoja caulinar que lo protege. La juvenil O) o verde (V) es de color verde intenso y sus nudos son blancos. La madura o jecha (M) es de color grisáceo por la presencia de líquenes en su corteza (entre más líquenes tenga, más madura está). Por último, la guadua se toma de color amarillo en su estado seco (S) porque se encuentra en proceso de envejecimiento o degradación. Los estados ideales para el uso industrial de la guadua son el maduro (M) yel muy maduro (MM), en los cuales la planta ha adquirido su mayor consistencia. A medida que se torna amarilla, la planta pierde tal consistencia. En el mercado de maderas, las guaduas comerciales de mayor demanda son las maduras, mien, tras que las secas tienen menor salida. Ambas, la madura y la seca, constituyen la población comercial de un guadual. Los renuevos y las guaduas verdes consti, tuyen la población juvenil y, por norma, no deben cortarse.

En los guaduales naturales, la edad de la planta se determina por la presencia de líquenes en los culmos: entre mayor sea la presencia de líquenes, mayor será la edad de la guaduaj también es posible deducir su edad midiendo el tiempo que una planta demora en pasar de un estado de madurez a otro, lo que se denomina ".tiempos de paso " .

Cuadro 8. Estimación de tiempos de paso para cada estado de madurez de la guadua (experiencias Valle del Cauca) t'i\cumufaélo (en años)

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1",

1,41

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11 .,

10,97

11

10,97

I 1

Fuente: Francisco Castaño, Estudio de un régimen para el aprovechamiento sostenible de la guadua, CVC, Universidad del Valle, 1989 .

Aspectos ecológicos


La guadua tiene un ciclo de vida promedio de once años, que, sin embargo, pue~ de variar según las condiciones del sitio (humedad, suelo, etcétera); puede ha~ ber plantas con un ciclo de vida corto (cuatro años) y otras con un ciclo más largo (superior a once años). De acuerdo con los cálculos efectuados en diferentes guaduales del Valle del Cauca, la guadua permanece en estado juvenil (renuevo + verde) durante un año y medio, y en estado maduro (madura + muy madura o adulta) a o largo de ocho o nueve años, y finaliza su ciclo en un periodo de aproximadamente un año en estado seco, hasta que muere (Castaño, E, CVC, 1989).

En un guadual natural, sin manejo, se encuentran tallos en todos los estados de madurez, pero se presenta una mayor cantidad de individuos en las etapas ma~ duras que en las de renuevo y juvenil. Según se observa en el Cuadro 9, los grados de madurez de los guaduales de los diferentes departamentos del país se distribuyen así: entre 62 y 67%:

entre 6 y 8%:

renuevos,

El

e entre 19 y 23%:

juveniles,

e entre 5 y 7%:

I!

maduras, y secas.

Cuadro 9. Distribución porcentual de la guadua en los diferentes estados de madurez por departamentos y promedios

;;RiSaralda Í", .. ,,·é,,····:·~··,k·.. "",

:;Quindío;

Fuente: Tesis de grado ,

\

y

Planes de Manejo de las Corporaciones Autónomas Regionales

de Caldas, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca.

Ecología de los guaduales


Los guaduales naturales de la zona andina presentan, en promedio, la siguiente distribución porcentual de los individuos según estados de madurez: • renuevos: • juveniles: • maduras:

7%, 22%,

• secas:

6%.

65%y

El parámetro "estado de madurez" permite comprender la importancia de hacer un manejo racional de las plantaciones. Por ejemplo, guaduales con nulos (0%) o escasos porcentajes de guaduas secas y secas~partidas evidencian un manejo téc~ nico adecuado, que ha permitido el aprovechamiento de dichos individuos. En cambio, guaduales con altos porcentajes de guaduas secas y secas~partidas~caí~ das (con apariencia de "empalizada") evidencian una completa ausencia de ma~ nejo. La regulación de los estados de madurez de un guadual se puede lograr a través de aprovechamientos forestales sucesivos, mediante la entresaca periódica de guaduas en estado adulto, maduro y seco. Si se sigue este proceso, es posible conducir al guadual a un estado ideal, que tiene las siguientes características: abundante cantidad de renuevos; mayor can~ tidad de guaduas juveniles que de guaduas adultas y maduras; y, en lo posible, ninguna guadua seca ni seca~partida. El estado ideal de un guadual, medido se~ gún el porcentaje de guaduas en diferentes categorías de madurez, puede ser el siguiente: • • • • •

Renuevos: Juveniles: Adultas: Maduras: Secas:

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10%

> ó = 50% < ó = 30% < ó = 10% =0%

La regeneración natural de los guaduales, en términos de renuevos (R), se ha estimado entre 7~10% de la población total. Este promedio equivale a unos 21O~ 300 renuevos/ha/año, en un guadual promedio de 3.000 plantas. Sin embargo,

¡ 1© :

Aspectos ecológicos


\ este porcentaje puede variar; en efecto, es más alto luego de hacer aprovecha~ mientas moderados, ya que la entresaca de guaduas favorece la mayor aparición de renuevos. La distribución de renuevos en el interior de los guaduales es heterogénea; pue~ de haber amplios sitios carentes de plantas nuevas y otros con abundancia de ellas. En general, un porcentaje bajo de renuevos en los guaduales se puede atri~ buir a diversas causas:

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• cortes excesivos de tallos adultos, • mal corte de tallos o • daños mecánicos por pisoteo del ganado o por acción del hombre. El porcentaje de renuevos es un parámetro importante en el análisis de un gua~ dual, puesto que indica la cantidad de guaduas adultas y maduras que habrá en el futuro.

Es importante conocer y evaluar la existencia de especies vegetales y animales asociadas a los guaduales, debido a la interacción que se produce entre la comu~ nidad de especies que, juntos, conforman. Por ejemplo, las aves, que son come~ doras de frutos, dispersan las semillas de los árboles asociados al ecosistema del guadual, las cuales son fértiles y pueden dar origen a pequeñas plántulas que crecerán para perpetuar las especies. Los roedores, por su parte, suelen dejar olvidados algunos depósitos de semillas que han enterrado, con lo cual también aseguran la continuidad de las especies de árboles de los que obtienen su alimento.

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La vegetación asociada al guadual es muy amplia, abundante y de diferentes

formas. \,

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En guaduales del Valle del Cauca, por ejemplo, se han inventariado 112 especies, pertenecientes a 46 familias. Las más abundantes son Araceae, Filiciae, Mimo~ saceae, Rubiaceae y Compositae. Aproximadamente el 36% de la vegetación está constituido por plantas rastreras, entre otras Carinta repens y Paspalum sp.

Ecología de los guaduales

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Insectos

En los guaduales habita una alta diversidad de especies pertenecientes a las ór~ denes Coleoptera y Hemiptera, principalmente. El estudio de reconocimiento y clasificación sobre entomofauna en guaduales naturales y plantados, que se realizó en el Centro Nacional para el Estudio del Bambú~Guadua, de la Corporación Regional del Quindío, permitió constatar la presencia de 4 órdenes, 6 subórdenes, 15 superfamilias y 32 familias de insec~ tos. Del orden Coleoptera se han recolectado hasta 1.420 individuos, representados por 107 especies de 17 familias. El orden Hymenoptera presenta hasta 172 individuos y 8 especies de 3 fami~ lias. Por último, el orden Lepidoptera agrupa a 52 individuos de 7 especies y 5 fami~ lias. Mamíferos En los guaduales también existe una amplia variedad de mamíferos. Están repre~ sentados por 7 órdenes, 15 familias y 20 especies, entre las que se cuentan los monos aulladores, el guatín, la ardilla y el murciélago. Aves Entre las aves asociadas al ecosistema de órdenes, 25 familias y 45 especies, entre carpintero real, entre otras que cumplen granos de polen de una flor a otra, con

los guaduales se han contabilizado 13 las que se destacan los colibríes y el la importante función de transportar lo que se asegura la fecundación de

éstas. Reptiles Los reptiles presentes en los guaduales pertenecen a 1 orden, 3 familias y 4 espe~ des.

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Aspectos ecológicos


Anfibios Entre los que habitan en el ecosistema de los guaduales se encuentran anfibios pertenecientes a 1 orden, 2 familias y 2 especies. Arácnidos Se han encontrado arañas y alacranes.

Notas 1

Castaño N., Francisco, "Estudio Exploratorio de la calidad de sitio y su incidencia en el crecimiento y desarrollo de los bosques y las plantaciones de guadua", conferencia del Curso de Capacitación en Manejo de Guaduales Plantados, Proyecto Manejo Sostenible de Bosques en Colombia, Ministerio del Medio Ambiente, GTZ, CRQ, CORPOCALDAS, CARDER, CORTOLIMA, CVC, Montenegro - Quindío, 2002.

2

Castaño, Francisco, Industrialización sostenible de la guadua, proyecto CAD, AIDCHEMONICS-TECNIFOREST, Informe de Consultoría, Bogotá, 2001.

3

Galindo, Alonso y DAZA, Danilo, Análisis exploratorio de modelos estadísticos para caracterizar la dinámica poblacional de guaduales naturales, CVC, Universidad del Valle, Cali, 1994.

4

Londoño y Prieto, Introducción al estudio fitoecológico de los guaduales del Valle del Cauca, tesis Universidad Nacional, CVC, Palmira, 1983. Giraldo, Edgar y Sabogal, Aureliano, Una alternativa sostenible: La guadua, CRQ, 1999.

5

CRQ, Biodiversidad en los guaduales, Nota Técnica, 1998.

Ecología de los guaduales

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Aspectos técnicos


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En este capítulo se describen los diferentes sistemas y técnicas de reproducción y propagación de la guadua que han explorado y desarrollado las Corporaciones Autónomas Regionales del Eje Cafetero a través de sus experiencias de trabajo. La necesidad de encontrar las mejores técnicas de propagación de la guadua ha sido una de las mayores preocupaciones de los técnicos de las CAR, pues un buen método de propagación debe ser eficiente, rápido, económico y apropiado para generar material vigoroso, que garantice el éxito de las plantaciones futuras.

Formas de propagación de la guadua Existen dos formas de propagación de la guadua: 1) la reproducción sexual o por semilla, que no es un método fácil ni práctico, pues la floración de la guadua es esporádica y la poca semilla que se obtiene es vana y de bajo vigor; y 2) la propaga~ ción asexual o vegetativa, la cual, como su nombre lo indica, consiste en la propaga~ ción a partir de partes vegetativas de la planta, como ramas, yemas, tallos y rizo~ mas. A continuación se describen los diversos sistemas de propagación vegetativa:

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El término "chusquín" surgió debido al parecido entre una plántula de chusque (un bambú americano) en sus primeros estados de desarrollo y un brote basal del rizoma de la guadua.

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El chusquín brota del rizoma -también llamado "caimán" por su aspecto- y está compuesto por tallo, hojas, ramas y raíz. Cada uno de estos retoños puede produ, cir entre siete y diez nuevas plantas en cuatro meses. Este método de propagación es el más común y el más recomendable, pues pre, senta la ventaja de que las plántulas obtenidas tienen un alto índice de supervi, vencia y desarrollo (se ha conseguido un 80% de prendimiento) j además, es eco, nómico y la recolección del material se hace con facilidad.

Esta técnica de propagación se realiza a partir de culmos moderadamente madu, ros, de 8 cm de diámetro, de los que se cortan secciones con dos o más nudos, que se siembran en forma horizontal o vertical. En sitios pocos húmedos se acos, tumbra hacer perforaciones pequeñas en los entrenudos, las cuales se llenan de agua y se taponan con barro para que dispongan de mayor humedad. Con este método se obtiene entre el 50% y el 80% de prendimiento.

El material que se utiliza en este sistema son ramas jóvenes que posean una o varias yemas. Las ramas se cortan en trozos de 15 cm de longitud y se siembran en bolsa, procurando dejar las yemas en el centro para así obtener un prendi, miento adecuado.

Consiste en extraer los rizomas de la periferia de la mata y sembrados en sitios preestablecidos. No es un método recomendable para la conservación de la es, pecie y, además, presenta la desventaja de que la extracción del "caimán" (rizo, ma) requiere mucho tiempo.

Este método se realiza en laboratorio y permite la obtención masiva de plántulas homogéneas a partir de tejidos extraídos de tallos, ramas y chusquines.


Para obtener y recolectar chusquines conviene tener en cuenta 10 siguiente: e Se encuentran abundantemente menos dos meses atrás.

en bosques intervenidos o entresacados al

e Los que se recolecten deben provenir de rodales vigorosos, fértiles y sanos. e Con la ayuda de un palín o de un machete afilado, se separa el chusquín del rizoma que 10 generó; de esta manera, sólo quedará adherido al suelo por las raíces. e Luego, se traza un cuadrado de 20~25 cm en el suelo que rodea el chusquín que se quiere extraer. e Se humedece el área demarcada con abundante agua para evitar que la tierra se desmorone y quede adherida a las raíces de la plántula (pan de tierra). e Luego, con una suave presión, el palín se introduce por los cuatro lados demarcados previamente, tratando de no causarle daño al chusquín ni a las yemas. Después de esto se procede a sacar por completo el pan de tierra, con movimientos laterales y suaves a 10 largo de cada una de las hendiduras. Se debe evitar la ruptura de las raíces y las raicillas. D

Los chusquines, cada uno con su pan de tierra, se transportan en el menor tiempo posible al vivero, manteniéndolos húmedos, para que allí comiencen su propagación, o al sitio de siembra, si es que se van a sembrar a raíz desnuda.

Las plántulas de guadua se mantienen en el vivero hasta que están listas para ser trasplantadas al campo, es decir, cuando han alcanzado las mejores condiciones para su desarrollo inicial. La ubicación del vivero es un aspecto muy importante, que condiciona el resto de la producción; por eso, debe responder a ciertos criterios: e el vivero debe estar ubicado 10 más cerca posible de las áreas de reforestación para disminuir los costos de transporte y los riesgos de daños a las plántulas;

'de la f,ruadua

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81


e debe estar localizado en un lugar fácilmente accesible e, igualmente, de fácil vigilancia; e el sitio debe estar bien protegido de los vientos; e el terreno donde se localiza el vivero debe ser lo más plano posible, y en caso de ser inclinado, debe prestarse a la preparación de terrazas; el agua debe escurrir sin impedimento alguno; e debe haber una fuente de agua permanente y cercana al sitio (un vivero de 100.000 plantas necesita un mínimo de 2.000 litros de agua al día); e El tamaño del vivero se debe determinar según la cantidad de plantas que se planea producir. Es preciso prever que haya espacio suficiente para los germinadores, las camas, los caminos, las construcciones, las aboneras, etcétera.

fI!pos' deviveio~ Los viveros pueden ser permanentes o temporales. Uno permanente se necesita donde hay asegurada una gran demanda de plántulas por varios años. Uno tem, . poral, en cambio, se establece para responder a una demanda más limitada, es más pequeño, más cercano al sitio de plantación y se localiza en un sitio que no precisa una inversión fuerte de recursos ni mucha mano de obra para establecerlo.

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Un buen vivero para la propagación de la gua, dua se puede instalar con un mínimo de ele, mentas: e germinadores o bancos de propagación, e caseta de trasplante,

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Aspectos técnicos \


• eras de crecimiento provistas de sombra artificial (umbráculos) o con libre exposición a la luz, • una instalación para almacenar agua de riego (por ejemplo, un tanque, un aljibe, una pequeña represa o un pozo), • algunas herramientas básicas (pala, pico, rastrillo, machete, regaderas, etcétera) y un sitio donde guardadas, y

carretilla,

• una cerca apropiada, que impida el acceso de animales, incluso pequeños (puede tratarse ya sea de un cerco de alambre con postes de guadua, una cerca muerta de ramas u hojas de palma, o, lo que sería mejor, una cerca viva).

Hay ciertas labores que es necesario realizar para preparar y organizar el sitio del vivero de manera adecuada:

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8) Retirar la capa vegetal de los caminos y de todos los sitios no previstos para siembras en plena tierra. Esta capa se puede utilizar posteriormente para rellenar hoyos o bolsas.

Para que el vivero tenga éxito es fundamental preparar tanto la tierra de los germinadores (bancos de propagación en donde se sembrarán las plántulas) como la de las bolsas a las que las pequeñas plantas se trasplantarán posteriormente. Este es un factor que condicionará la germinación, el desarrollo inicial y la salud de las plantas, sobre todo en los bancos de propagación. En consecuencia, la ob~ tención de un buen suelo también requiere la realización ciertas actividades, las cuales se presentan a continuación: 1) Seleccionar tierra de buena estructura, que retenga el agua, que permita que la raíz penetre con facilidad y que no se desmorone al retirar la bolsa de polietileno donde está la plántula. 2) Proveer tierra rica en materia orgánica bien descompuesta, sin piedras, desperdicios, raíces ni semillas de malezas, y deshacer todos los terrones hasta obtener una textura fina. 3) Preparar una mezcla de tierra, arena, cisco, cascarilla de arroz, etcétera, hasta obtener una textura suave. El criterio más importante en los germinadores es el de calidad física de la tierra, mientras que en el medio de trasplante (bolsas), el más importante es el de fertilidad. 4) En una abonera, preparar compost, aprovechando los desperdicios disponibles (la preparación del compost se explica en detalle en el capítulo 5). Las cenizas machacadas o la cascarilla de arroz permiten mejorar una tierra de textura demasiado pesada y le aportan nutrientes como el potasio y el calcio. Si el vivero está cerca de un ingenio azucarero, allí se puede adquirir cenichaza, que es una mezcla de ceniza con cachaza de caña. 5) Almacenar los materiales para la mezcla en un sitio sombreado, dispuesto para ese fin. 6) Cernir o zarandear la mezcla para eliminar piedras y desperdicios.


7) Desinfectar la mezcla antes de proceder a sembrar o a trasplantar, para prevenir ataques de hongos y plagas. 8) Con anticipación, tomar muestras de suelo y hacedas analizar en el laboratorio, a fin de detectar deficiencias de elementos nutricionales.

La época de siembra en el vivero debe planificarse. Hay que tener en cuenta que la propagación de la guadua requiere de 3 a 4 meses y que las plantas se deben llevar al campo, para trasplantadas, al principio de una estación de lluvias. Por ejemplo, si se quiere plantar la guadua en mayo, habrá que sembrada en febrero. La inadecuada planificación de la época de siembra conduce a tener que plantar la guadua en un mal momento, o a tener que dejada demasiado tiempo en el vivero, donde puede crecer más de lo conveniente antes del trasplante.

Los sitios de propagación deben mantenerse constantemente húmedos pero no mojados. El riego se hace en la mañana y al final de la tarde, nunca durante las horas cálidas del día, pues ésta es una de las principales causas del «ahogamien~ to» de las plántulas. Si las eras se dejan secar, aunque sea un solo día, se puede provocar la muerte de muchas plántulasj si, por el contrario, se mojan demasiado, se favorecen las pu~ driciones. Es muy importante vigilar cualquier síntoma de marchitamiento. El riego puede ser manual o mecánico. El primero se puede hacer con regadera o con mangueras de chorro suave. El segundo requiere la instalación de una tube~ ría subterránea o aérea y de una motobomba que permita la aspersión del agua.

El espacio del vivero destinado a la siembra y la reproducción de los chusquines se denomina "banco de propagación". Esta zona puede ser cuadrada o rectangu~ lar, según la forma y las limitaciones del terreno. Su área dependerá de la canti~


dad de plántulas requeridas, de la disponibilidad de insumos, y de la frecuencia y la facilidad de ejecución de las labores de cultivo planeadas. Para determinar el área de vivero se debe tener presente que para producir tri~ mestralmente 1.000 plantas se requieren 10 mZ•

e Se divide el banco en eras de 1,20 ó 1,50 m de ancho y de 10m de lar~o ó mas, según lo permita el espacio disponible. e Entre era y era se deja un espacio de un metro. e Se limpia la era y se recogen los residuos. e La siguiente es una actividad opcional: para mantener las eras sin malezas por más de dos meses se aplica un herbicida preemergente (Goal, por ejemplo). El suelo se debe humedecer antes y después de la aplicación. Luego, se deja secar durante tres días. e

Con una pita se trazan las filas de las eras cada 30 cm; así, la densidad de siembra será de 30 x 30 cm en cuadro.

e Antes de sembrar, se seleccionan los chusquines, se lavan y se desinfectan con un fungicida. e Se siembra un solo chusquín por hoyo. Mientras se siembra, se debe evitar que la raíz se doble. El cuello de la plántula debe quedar a nivel del suelo. Por último, se apisona bien la tierra alrededor del chusquín.

El manejo del banco se hace durante periodos aproximados de 120 días, que es el tiempo que las plántulas permanecen allí. El lugar debe permanecer

86


\ húmedo y libre de malezas, con el fin de permitir mejores condiciones de campo para el desarrollo de los chusquines y sus hijos. Una vez establecido el banco se debe: • Programar la limpia de malezas. Una alternativa para controladas, especialmente en las calles entre filas, es recubrir estos caminos con una capa de vegetación muerta, tal como la propia hojarasca de la guadua. • Realizar las limpias en forma manual y oportunamente, pues las malezas compiten muchísimo con la guadua por luz, agua y nutrientes, incluso después de los sesenta o setenta días posteriores a la aplicación del herbicida preemergente. • Hacer un plateo, en un radio de 30 cm, a cada punto de propagación de chusquines . • Regar periódicamente, sobre todo en épocas de mucho brillo solar. • Rociar al menos 4 mm de agua al' día para obtener un excelente desarrollo foliar.

En experiencias de la Corporación Autónoma Regional del Quindío (CRQ) , se ha comprobado que los bancos de propagación de guadua requieren de una ferti, lización que incluye elementos mayores, como potasio (K), nitrógeno (N) y fósfo, ro (P), además de otros elementos, como calcio (Ca) , magnesio (Mg) y boro (B), en dosis que se determinan mediante el análisis de suelos. La fertilización se puede hacer con productos comerciales, pero es preferible uti, lizar abonos orgánicos, producto del compost, la lombricultura o la gallinaza. Un plan de fertilización puede ser como el siguiente: • a los treinta días de la siembra, se aplican 3 gr de Triple 15,

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• a los 75 días, se repite la aplicación en la misma dosis,

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• si se observa clorosis (amarillamiento) en el follaje, sobre las hojas se aplican

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5 gr de urea más 1 gr de Benlate por litro de agua.

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Micorrizas Las micorrizas de tipo vesícula arbuscular (MVA) son hongos que, por su simbio~ sis, colonizan intracelularmente las raíces de las plántulas y les ayudan en la ab~ sorción de fósforo, lo que les permite crecer mejor. Estos hongos, en especial los de los géneros Glomus y Acaulospora, se pueden adquirir en casas comerciales. Aunque también se pueden recolectar del capote o mantillo del bosque, el cual se mezcla con la tierra del vivero, de todas maneras las especies de micorrizas seleccionadas para el comercio son más eficientes que las locales o nativas.

El chusquín de un solo tallo que se ha sembrado en el banco pasa por una etapa de adaptación radical (de la raíz) de 15 a 20 días, tiempo a partir del cual se comienzan a observar pequeñas rupturas en el suelo, que indican que un brote empieza a emerger. Al mes de sembrado, el chusquín original habrá generado nuevos brotes con creci~ miento radial, debido a la activación de yemas. El proceso es continuo y repetido hasta que se acumula gran cantidad de brotes con suficiente desarrollo foliar, ca~ paces de seguir la producción de nuevos hijos y de cumplir funciones fisiológicas. En resumen, de un primer chusquín que ha contado con condiciones de riego y manejo adecuadas, a los tres o cuatro meses se generan en promedio nueve bro~ tes nuevos, o chusquines, con capacidad de iniciar, a su vez, nuevos procesos de producción de brotes o hijos. Este proceso se presenta en el Cuadro 1:

Cuadro 1. Evolución promedio del chusquín en el banco de propagación

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~1t~!:L~C:=::l~C;~'.~~;,~JI;: .~2.~,?" ~...~·Il 28,5. I Fuente: E. Giralda

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A. Sabogal, Centro Nacional para el Estudio del BambÚ-Guadua.


Transcurridos tres o cuatro meses después de la siembra de los chusquines en el banco de propagación, habrán brotado entre 5 y 12 nuevas plántulas, las cuales, aunque estarán en diferentes fases de desarrollo, estarán listas para ser trasplan~ tadas. Para el deshije de los chusquines se procede de la siguiente manera: 1) Se seleccionan las plántulas a deshijar, empezando por el material más grande. 2) Se humedece el suelo donde está la mata con los chusqui~ nes enraizados y se afloja sua~ ve mente con ayuda de un palín. 3) Se remueven el suelo y la to~ talidad de los chusquines. 4) Se selecciona uno de los chusquines, que se dejará adherido a la tierra, se pre~ siona levemente contra el suelo y se saca el resto, en un solo manojo, tratando de no causarles daño. 5) El chusquín que permanece adherido al suelo se vuelve a sembrar para reiniciar el ciclo de reproducción. Si su tallo es muy delgado, enton~ ces se deja un manojo de chusquines, también delga~ dos, con lo que se garantiza

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89


la continuidad de la reproducción. Si se prefiere, también se pueden arrancar todos los chusquines y, en cambio, sembrar uno más vigoroso. 6) Los chusquines obtenidos se depositan en un recipiente con agua para evitar que se deshidraten. 7) Se lleva el recipiente con los chusquines a la carreta de transporte y, de allí, a una caseta de trasplante. 8) En la caseta de trasplante, sobre una mesa, se procede a podar moderadamente las plántulas que tengan las raíces muy largas. 9) Los chusquines posteriores.

deben tratarse

con fungicidas para evitar infecciones

10)Sin herramientas, sólo con las manos, los chusquines que han permanecido en un solo manojo se separan unos de otros. La unión entre éstos es muy débil y, por lo tanto, se pueden segregar con facilidad. 11)Con anticipación al deshije se prepara un número suficiente de bolsas llenas de buen suelo micorrizado. Se recomienda usar bolsas de tamaño tipo cafetero (lK). 12)Los chusquines se trasplantan a la bolsa así: con ayuda de un cabo de madera puntiagudo se practica un hoyo en la tierra de la bolsa; la raíz del chusquín se introduce por ese agujero, con cuidado y sin que se tuerza, hasta el cuello. Luego se presiona la tierra alrededor del tallo.

Una vez trasplantados los chusquines, se llevan de inmediato al invernadero o, en su defecto, a las eras con sombra regulada (umbráculos). El invernadero per~ mite regular la temperatura y la humedad, con lo que el desarrollo de raíces y tallos se acelera. Las plántulas se dejan durante diez días en condiciones de sombra regulada y de buen riego. Después, los chusquines enraizados se llevan a condiciones normales de vivero (eras de crecimiento), pero se debe cuidar que tengan riego continuo.


Los chusquines deben permanecer en las eras al menos sesenta días. Allí se con, tinúan el control de malezas, el riego permanente y la fertilización. Esta última se realiza así: treinta días después de haber llevado los chusquines al umbráculo, se aplica DAP o Triple 15 en dosis de 3 gr por bolsa; adicionalmente, cada quince \ días se deben realizar fertilizaciones foliares con urea o Nitro,K, 4 gr de fungicida protectante por litro de agua. La plántula estará en condiciones de ser transportada al sitio de plantación cuando llegue a su estado ideal de desarrollo, el cual se reconoce porque la planta habrá adquirido una altura adecuada (25 cm), numerosos rebrotes y vigorosidad.

Hay que asegurar que la pequeña planta llegue al terreno de siembra definitivo en buenas condiciones. Es necesario, entonces, atender las siguientes recomen, daciones: • Regar las plántulas el día anterior al traslado. • Sostenerlas siempre de la bolsa, nunca del tallo. • Trasladarlas, si es posible, en cajas de madera o de cartón resistente. • Si se transportan en un camión o en un vehículo descubierto, la carrocería se debe cubrir con una lona para evitar la deshidratación de las hojas. • Al llegar al lugar, descargar las plántulas con cuidado.

Nota 1

Corporación Regional del Quindío (CRQ), "Propagación de la guadua. Método chusquín" (plegable), Centro Nacional de la Guadua, Córdoba (Quindío)j Experiencias de la Corporación del Valle del Cauca, la CARDER, y CORPOCALDASj y apuntes del seminario "Cultivo de la guadua", CARDER-GTZ, Quindío, 2002.


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La siembra de una especie vegetal se denomina cultivo, plantación o reforesta, ción. La guadua es una especie que se puede cultivar con facilidad, bien sea con miras a la producción comercial o a la protección de aguas y suelos, o con fines paisajís' ticos. Para cultivar un guadual de manera adecuada sólo se requiere tener en cuenta algunos principios básicos sobre los sitios en donde se plantará y sobre las técnicas para su establecimiento y manejo. En los últimos diez años, las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR) del Eje Cafetero han adquirido experiencia en la gestión de proyectos de plantación de guaduales. El presente capítulo se ha elaborado, entonces, con base en los resultados de las experiencias obtenidas por las CARl en este tipo de proyectos. En el Eje Cafetero, las CAR han desarrollado trabajos de reforestación con gua, dua en zonas de valles y de cordilleras (en una extensión de unas 7.000 hectá, reas), a través del PAFC (Plan de Acción Forestal para Colombia) y con finan, ciación del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), del Plan Verde, de nú, cleos agroforestales campesinos, del Proyecto Desarrollo de la Participación Comunitaria en el Sector Forestal (PACOFOR) y, en los últimos años, tam, bién con recursos del Fondo para la Reconstrucción del Eje Cafetero (FO, REC). Su objetivo ha sido disminuir el déficit de bosques, proteger las cuencas hidrográficas y aumentar la oferta de bienes y servicios ambientales provenien, tes de los guaduales.


Las CAR han hecho una catalogación de las áreas aptas para reforestación, con base en estudios y mapas de uso potencial de los suelos. Un guadual se debe plantar preferiblemente en aquellas áreas catalogadas como de vocación forestal, es decir en: i) Áreas Protectoras, ii) Áreas Protectoras~ Productoras, o iii) Áreas Productoras. En la primera de estas áreas no se permite el aprovechamiento comercial de la guadua. En la segunda se permite su aprovechamiento, pero con la condición de que no se pierda el efecto protector de los guaduales. En la tercera, el aprove~ chamiento de la guadua se realiza tomando en cuenta sólo criterios comerciales o industriales.

Al seleccionar los sitios para el cultivo de la guadua es preciso asegurarse de que las condiciones eco lógicas de éstos favorezcan el desarrollo de esta especie, pues de otra manera no es posible garantizar el éxito de la plantación. Aunque la guadua es una especie que se adapta a muy diversas condiciones eco~ lógicas, existen, sin embargo, sitios con ciertas características edáficas y climáti~ cas que proporcionan un mejor ambiente y permiten su crecimiento y su desa~ rrollo óptimos. A pesar de que dichas características aparecen ampliamente ex~ plicadas en el capítulo Il, a continuación se presenta un resumen de los criterios ecológicos más apropiados: 1. Áreas para reforestación localizadas en climas cálidos y templados, desde el nivel del mar hasta los 2.000 m de altura, pero preferiblemente en altitudes comprendidas entre los 1.000 y los 1.500 msnm, que es donde se producen los mejores rendimientos. 2. Sitios con buena precipitación: entre 1.000 y 7.000 mm/año, aunque el rango óptimo para el desarrollo de la guadua está entre los 1.100 y los 2.100 mm/año. 3. Sitios con buen brillo solar. Entre mayor es la cantidad de horas~luz que recibe la guadua, mayor es su crecimiento, pues se trata de una especie heliofila (que

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requiere bastante luz para desarrollarse). El rango óptimo de brillo solar puede fluctuar entre las 1.800 y las 2.200 horas, luz/año. 4. Sitios con suelos de buen drenaje, entre medianamente profundos y profundos, húmedos pero no encharcables, y preferiblemente localizados en áreas planas u onduladas. 5. Suelos francos con porcentajes aceptables de limas, arcilla y arenas, que favorecen un mejor desarrollo de la especie. 6. Sitios con suelos fértiles. En caso de que los suelos sean deficientes en nutrientes, estas insuficiencias se pueden suplir fertilizándolos o abonándolos; sin embargo, es necesario realizar previamente un análisis de suelos para conocer el estado nutricional de éstos y poder determinar la clase y la dosis de fertilizantes que se aplicarán.

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El propósito al que se destinará la plantación también es un factor que se debe

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tomar en cuenta al seleccionar los sitios de siembra. Los siguientes son los posi, bles usos de un guadual:

1) Protección de nacimientos y corrientes de agua. 2) Protección de microcuencas abastecedoras de acueductos. 3) Producción forestal con fines comerciales o industriales. Los guaduales destinados a usos de protección se pueden ~stablecer en ár~as de nacimientos de agua o de pendientes demasiado pronunCiadas. L~s que t1ene~ como propósito la producción, en cambio, conviene plantados en are as de topo grafía suave, buenos suelos y fácil acceso.

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posibles. La mejor época para establecer una plantación es el comienzo de la estación lluviosa. En la región andina, puede ser durante los periodos comprendi~ dos entre abril y mayo o entre septiembre y diciembre. La distribución de las precipitaciones a lo largo del año influye en el comporta~ miento de la especie. En efecto, periodos secos muy prolongados (de 4 ó 5 meses) pueden retrasar el crecimiento de la guadua e incluso producir su marchita~ miento, en especial en los primeros años de plantación. Igualmente, periodos muy lluviosos, unidos a un mal drenaje del suelo (encharcamientos), pueden pro~ ducir la muerte de las plántulas debido a la pudrición de su sistema de raíces. En caso de establecer un cultivo en una región poco lluviosa, se deben hacer riegos periódicos siempre que sea necesario.

Como se explicó arriba, antes de plantar un guadual conviene planificar su esta~ blecimiento; de la misma manera, es preciso hacer lo propio con el manejo del guadual, pues, de lo contrario, se corre el riesgo de fracasar. Para hacer una adecuada planificación forestal, hay que determinar factores como los insumos necesarios, la mano de obra, las diferentes labores y sus responsables, el cronograma de actividades y el presupuesto. Lo más apropiado es elaborar un plan de reforestación que incluya los siguientes aspectos: 1) Definición de los sitios de plantación, seleccionados según los criterios indicados antes; elaboración de un croquis de la ubicación de dichos sitios;y determinación de l~ extensión del área donde se establecerán los chusquines o plántulas. 2) Definición de la distancia a la que se sembrarán las plántulas, así como del número de éstas por hectárea (densidad), según corresponda al propósito de la plantación (de protección y/o de producción). 3) Cálculo del número de plántulas requeridas, realizado según el área y la densidad determinadas previamente. 4) Definición de técnicas y sistemas de preparación del terreno (manuales o mecánicos). Cálculo de equipos, herramientas e insumos necesarios para el control de malezas.

j

9s

Aspectos

técnicos


5) Determinación

de la forma de obtención de las plántulas, que puede ser

bien mediante su producción en vivero, o bien mediante su adquisición a terceros; también es preciso definir cómo se transportarán al(los) sitio(s) de plantación. 6) Planificación de las labores de plantación, las cuales incluyen el trazado, el ahoyado, la fertilización, la siembra y el cercado del cultivo. Además, se debe hacer un cálculo de jornales, herramientas e insumos necesarios. 7) Definición de los cuidados que precisa el guadual después de la plantación, tales como el control de plagas y enfermedades, los segundos abonamientos, las podas y los aclareos. 8) Elaboración de un cronograma de actividades o labores, en el que se señalen los responsables de cada una de éstas. 9) Elaboración de una tabla de costos o presupuesto.

Es muy importante definir correctamente la distancia a la que se sembrarán los chusquines, pues sólo así éstos se podrán desarrollar bien. Cuando las plántulas están sembradas demasiado cerca unas de otras producen poco y pueden ser más sensibles a las enfermedades. En el caso opuesto, es decir si están demasiado lejos unas de otras, se producirá una proliferación de malezas indeseables. Es preciso, entonces, tener presentes los siguientes aspectos, al determinar la distancia, para obtener resultados óptimos; 1) El sistema radicular de la guadua es superficial y sus rizomas están entrelazados,

por lo que requieren mayor espacio que otras plantas. 2) Por la particular forma de ramificación de la especie, las ramas de la guadua se extienden hacia la periferia formando una congestión de tallos. Si el suelo es muy fértil, éstos se desarrollan con mayor rapidez y pueden alcanzar dimen~ siones muy grandes.

guadua

,99


3) Si el guadual se va a establecer en un terreno inclinado, las plántulas se deberán sembrar en hileras de contorno, es decir, atravesadas con respecto a la dirección de la pendiente, para evitar la erosión del suelo. 4) El objetivo de la plantación. Este aspecto es el más importante para determinar la distancia entre las plántulas. Si el propósito es de protección, se podrán sembrar, por ejemplo, a 3 x 3 m. En cambio, si el objetivo es la producción, se deberán sembrar a mayor distancia, es decir, a 5 x 5 m, ó a 6 x 6 m, o hasta a 8 x 8 m, en diferentes combinaciones. 5) Aunque en plantaciones productoras lo usual es plantar a 5 x 5 m (lo que equivale a 400 plántulas/ha), lo recomendable es sembrar a distancias mayores, como a 6 x 4 m, ó a 6 x 5 m, ó a 7 x 4 m, ó a 7 x 5 m, ó hasta a 8 x 7 m, según las condiciones del terreno, la facilidad de mecanización y las formas de manejo y aprovechamiento.

El arreglo de la plantación es la manera como se disponen los hoyos y las hileras de plántulas en el terreno. Hay varios tipos de arreglos posibles: 1) En hileras con "arreglo al cuadrado", las plántulas se disponen a una distancia igual entre unas y otras. Este arreglo se puede usar en terrenos llanos. 2) En hileras con "arreglo rectangular", la distancia entre las líneas de plántulas es mayor que la distancia entre las plántulas entre sí. 3) El "arreglo en hileras al tresbolillo" o "en triángulo" es el más adecuado para terrenos pendientes. 4) En ocasiones, las características del terreno (presencia de rocas, de otros árboles, etcétera) no permiten respetar una distancia constante; en estos casos, lo mejor es usar el "arreglo irregular", es decir que las plántulas se siembran acomodándose a las particularidades del terreno. Para lograr uniformidad a lo largo del terreno de siembra y obtener hileras arde, nadas de plántulas, conviene trazar previamente las hileras, con ayuda de cuer, das y estacones.

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spectos tecrucos· .,/

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Es la cantidad de plántulas a sembrar por unidad de superficie (hectáreas, por lo general), y su número depende de la distancia de siembra. Para hacer el cálculo de la densidad se deben seguir estos pasos: • Primero, se determina el área que ocupará cada plántula según la distancia de siembra. Por ejemplo, si la distancia de siembra es a 5 m x 5 m, el área será de 25m2• • Segundo, se divide una hectárea (10.000 m2) por el área que ocupará cada plántula. • Según el ejemplo anterior, 10.000 m2

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25 m2 = 400plántulas!ha.

Esta labor tiene como objeto la eliminación de malezas, con el fin de proporcio, nar condiciones óptimas para el desarrollo de las plántulas. Una vez seleccionados los sitios de plantación se procede así: 1) Se limpia el terreno de rastrojos y malezas. Entre mayor cantidad haya, más mano de obra se necesitará para eliminados. Se pueden eliminar manualmente, con machete o con guadañadora. 2) Si el terreno lo permite, se ara y se rastrilla en forma mecánica, lo que mejora notablemente las condiciones para el crecimiento del guadual. 3) En sitios muy cálidos y poco húmedos conviene mantener una parte de la vegetación natural para que proteja las plantas de guadua del sol y la brisa; por ejemplo, puede ser mejor hacer un aclareo en medio de un matorral que erradicado por completo.

1) El trazado se realiza de acuerdo con la densidad y el arreglo que previamente se hayan definido para la plantación.


2) Para hacerla se requiere al menos de un ayudante, una brújula, un decámetro o una cinta graduada, y estacas de 0,5 a 1 m de largo. 3) Con la brújula se orienta la dirección de las líneas de plantación. 4) Con el decámetro o la cinta graduada se regula el espacio entre filasy plántulas. 5) Con las estacas se alinea y se señala el punto de siembra. 6) El suelo alrededor del punto de siembra (1,5 m de diámetro) se descapota y, luego, se procede a abrir el hoyo en el centro.

~hoya4q Una vez trazado el terreno, se procede a la apertura de los hoyos o ahoyado. Para realizarlo se procede así: 1) Con ayuda de un palín o de un barretón se abren los hoyos. 2) Los hoyos deben ser amplios, en lo posible no menores a 40 x 40 x 40 cm (ancho x largo x profundidad), para mejorar las propiedades físicas del terreno (estructura) . 3) En un radio de un metro alrededor del hoyo se repica el suelo, dejándolo lo más mullido posible. La apropiada apertura de los hoyos favorece la aireación y la penetración de hu, medad, factores necesarios para el desarrollo de la planta, y permite una mejor penetración de las raíces. Al respecto, es necesario recordar, de nuevo, que la guadua tiene un sistema de raíces superficial, no mayor a un metro de profundi, dad, y que éstas se encuentran interconectadas, por lo cual el crecimiento de los rebrotes puede ser fácilmente afectado por suelos muy compactos (sobre todo por un mal ahoyado o por pisadas de ganado).

Existen dos métodos para sembrar las plántulas de guadua: 1) con su respecti, va pan de tierra (es preciso tener cuidado al retirar la bolsa plástica), y 2) a raíz desnuda.

i 102,

Aspectos técnicos


Para plantar con este método se procede de la siguiente manera: 1) Se desprende la bolsa plástica del pan de tierra donde se encuentra el chusquín o plántula. 2) Evitando dañar el pan de tierra, se coloca la plántula (que debe quedar recta) en el hoyo. 3) Se rellena el hoyo con la tierra extraída o con tierra mejorada (con compost o con lombricompuesto) . En el primer caso se deposita la tierra en forma inversa a como se extrajo: primero la tierra negra, o capote, y luego la tierra amarilla. 4) Por último, se aplana la tierra suavemente con el pie. No se debe aporcar el suelo porque los rizomas pueden quedar muy tapados y tener dificultades para emerger.

Aunque la plantación a raíz desnuda se practica poco, en caso de empleada se deben tener en cuenta dos principios básicos: • el cuello de la plántula debe mantenerse al nivel de la superficie del suelo, y • las raíces deben conservar su disposición natural. Se procede de la siguiente manera: 1) Se coloca la plántula en el hoyo, cuidando mucho que las raíces no queden dobladas y que la raíz principal esté recta. 2) Se mantiene la plántula en posición vertical, tomándola por el cuello. 3) Luego, se sacude ligeramente. 4) De inmediato, se procede a rellenar el hoyo con tierra. S) Se apisona la tierra, vigilando que el cuello del chusquín se mantenga a la altura correcta. 6) Se hace una zanja circular alrededor de la plántula para recoger el agua lluvia (opcional).


Si al sembrar el chusquín se aplica abono químico o estiércol fresco, es preciso evitar que éste entre en contacto directo con las raíces de la plántula, que podrían quemarse o pudrirse. Es mejor aplicar el abono, siempre, alrededor del hoyo, y si la planta tiene raíces profundas, tam, bién en el fondo de éste.

La guadua, una especie forestal, se puede asociar con especies agrícolas como el fríjol, el maíz, la yuca y la ahuyama. De esta manera: • Durant~ los primeros años de la plantación se aprovechan los amplios espacios que quedan libres entre una planta de guadua y otra para sembrar cultivos agrícolas, lo cual puede significar grandes economías en lo que respecta a mantenimiento y fertilizantes para el guadual. • La asociación de los diferentes sistemas de raíces permite aprovechamiento de la fertilidad del suelo.

un mejor

• La guadua se beneficia si se asocia con especies fijadoras de nitrógeno. • La asociación con especies comerciales proporciona ingresos por la venta de los productos agrícolas. • Los costos de la limpieza de malezas se cargan al cultivo agrícola y no a la guadua.

Como se explicó anteriormente, la fertilización de los suelos es un condicionante del desarrollo de la guadua, y cuando éstos son escasos en nutrientes, se debe proceder a suplir sus deficiencias mediante la fertilización o abonamiento. La forma que permite determinar con más precisión las deficiencias nutriciona, les del suelo es el análisis de laboratorio, aunque también es posible hacerlo a través de observaciones de campo (el follaje puede presentar coloración anormal o el crecimiento de las plantas puede ser irregular). ,

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Por cuanto la fertilización constituye una etapa importante en el proceso de cul, tivo, debido al importante impacto que tiene en el desarrollo de la guadua, a continuación se presenta una serie de técnicas para: a) la observación de deficiencias nutricionales en el campo, y b) la determinación del nivel de fertilidad de los suelos, según los resultados de laboratorio. Igualmente se dan algunas recomendaciones sobre fuentes de elementos nutri, cionales que se pueden emplear en los programas de fertilización de la guadua.

En la mayor parte de los sitios es posible observar síntomas de deficiencias o fallas nutricionales en la guadua, ocasionados por la falta o el exceso de los principales elementos del suelo. El Cuadro 1 es una buena guía, aunque aproximada, para determinar deficien, cias o excesos de elementos en el suelo, según los síntomas observados en el cam, po, tales como clorosis, necrosis o malformaciones de alguna parte de la planta (a medida que se gane en experiencia en las observaciones de campo, el cuadro podrá perfeccionarse).

Cuadro l. Sistemas visuales de detección de deficiencia y exceso de nutrientes en la guadua [ Deficiencia/exce~ol[§Ttomas ,·-."----=-d 1 ~~ " Amarillamiento del follaje o de la base e as ramas. Amarillamiento de las puntas de las hojas.

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[Y:nchasrojaS~~)os bordes d~ las hojas y, ' •••.••.luego, necrosi§ ~n l~'punta de estas. •..... ~ ' 1 nta de las hojas inferiores se torma de color IntClalmente a Plu. los brotes de1as hojas se tornan de amarillo y, con e tlempo,

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É~te es 1ll}demento catalizador de otros dernehtos y su den~i~~da ca~sa la muerte de las partes terminales de las ramas, apareciendo brotes con apariencia de «rosetón», las hojas pueª~n§~r ~orcidas, ri~adas, etc; poi lo general, no ocasiona decoloración, aunque algunas veces las hojas se vudven moteada.s y clor6dcas entre las nervaduras. ". ¡:>rodticéla hecrosis de la planta .. Geheralnlehte, todas las hojas pueden tomarse de color amarillo, pn.;sentándose necrosis desde el borde hasta el centro de las . láminas. Color amarillento total, que se manfiesta en las hojas situadas en las puntas de las ramas. glbr9sis'maiginaly distorsió~ae l~s hOjasjóvenes. _ ..ou_._._ Cfórosis enJas}lojas jóvenes depeque"ñóS' tamaños YhOijas mtteytas. a.b largo de las márgenes. Las hojas parecen deshidratadas--.. ..__ .-.L . __ --L;ro~i~~Iumi;io tiene semejanza a la toxicidad por P y,Ca:;ehalgullCls plantas se puede observar inhibición dd crecimiento, pOjas pequeñas y de color verde oscuro o púrpura. En:labase, .lasllójas se v~~iven amarillas a los l~de l~.s ne~adU. ~asy, con el tiempo, la clorosl.'s avanza hacia los bordes ~de las hojas, afectando también a las hojas superiores. rA".pap< ..r.e.~ ..•. e·.u~~~lor amarillo e.ntr.elas nervaduras de las hojas más.-.

~as

e incluso aparecen quemadas en sus bordes.

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Las hojas se toman más pequeñas, de color verde amarill~

;;~~::~~~:~~O;u~::''' ~nneNOdu", Las hojas jóvenes se toman pequeñas, de forma irregular, con color verd~ oscuro; pudiéndose enrollar, se notan manchas de colb[c:'¡fé <5 amarillo en las hojas. Las yemas terminales se mueren:

Fuente: Corporación

de Defensa de la Meseta de Bucaramanga

(CDMB), Guía de

re!orestación, 1981.

Aunque los malos síntomas observados en la guadua no siempre son producidos por deficiencias nutricionales -puesto que también pueden ser causados por la presencia de insectos, hongos, etcétera-, en todo caso sí dan una idea inicial sobre las necesidades de nutrientes de las plantas, las cuales pueden ser confir, madas con un buen análisis de suelos. El análisis químico de suelos en el laboratorio permite conocer el contenido exacto de nutrientes presentes en éstos; sin embargo, para obtener resultados útiles, es


indispensable que la toma de las muestras de suelos sea la más representativa de los sitios de interés en el guadual. En caso de tener dudas al respecto, es aconse, jable solicitar apoyo a los técnicos de la Corporación Autónoma Regional (CAR) de la zona donde está localizada la plantación. El análisisde suelos debe ser 10más completo posible, es decir que debe incluir análi, sis físico (textura del suelo) y químico. Este último debe considerar aspectos como: • nu trientes primarios (nitrógeno, fósforo y potasio) , • nutrientes secundarios (calcio, magnesio, boro, cloro, molibdeno, hierro y zinc) y • relación carbono/nitrógeno, capacidad de intercambio catiónico (C.LC), pH y nivel de aluminio. Aunque hasta la fecha no se cuenta con información absolutamente precisa so' bre los requerimientos nutriciona1es de la guadua, en el Cuadro 2 se puede apre, ciar el rango aceptable de elementos minerales en suelos forestales, y en el Cua, dro 3, la forma de determinar el nivel de fertilidad de los suelos, de acuerdo con los résu1tados de los análisis de laboratorio:

Cuadro 2. Rango aceptable de algunos elementos minerales en el suelo Elemento

Valores

Nivel de disponibilidad Medio

Fuente: Corporación reforestación, 1981.

de Defensa de la Meseta de Bucaramanga

Alto

(CDMB), Guía de


Cuadro 3. Fertilidad de los suelos

* Rango puntaje ** % Saturación de aluminio:

Al meq/ 100 gr X 100 (Ca

+ Mg + K + Na + Al)

meq/ 100 gr

***Bases: suma de Ca, Mg, K y Na Nota: Carbono %

=

M. O. %/0,58

N total % = M. 0./20

Alto

~~eiaao . [~,~jo ",,;b Fuente: CDMB, Guía de de reforestación, 1981.

El Cuadro 4 presenta algunas fuentes para suplir las deficiencias nutricionales de uno o varios elementos en el suelo.

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Cuadro 4. Fuentes de fertilizantes ~;;tÓ~W"~l~ljfF~t'e

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generalmente productos a base de urea para el suminis~ tro' de ,nitrógeno'enel suelo, como la gallinaza. En este caso, se Irespmi~nda~spe,rar .~.,meses d~spués de la plantación para evitar ¡: daños en las plantas debido a la producción de amoniaco. Ensuelós muy degradados, es preferible efectuar una segunda 1 y .~~rce:aaplicación fertilizante ~e nitrógeno para' establecer un j reciclaje natural. ' ..

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~pH,sea.¡inferior a,:5,O.,\y el superfosfato triple enpH mayor a 5,0. También se recomiendan las escorias (calfos: solubilidad muy baja) len 'suelos pobres en dl'y los superfosfatos en tierras calizas. 1 :'--.•.~.,

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IEs preferible

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aplicar el fertilizante en dosis bajas, para establecer un "..reciclaje natural como el del nitrógeno. Hay que anotar q~e encal~do hasta un pH de 5,5 generalmente 1 aumenta la. disponibilidad de fósforo», Sánchez (1980) . . D~sis generalmente aplic~~as por plántula: 25 gramos de P205 (las dosis más altas no producen diferencias notables en el crecimiento), o aproxi.... .. ad.amente 80...gramos de roca fosfórica, o también 50 gr de m abono completo ( 10:30~ íO).' . Geheralmente seUtilizancloniro de potasio' (muriato; 100 % de I so!~bilic!ad),:sulfato d~:potfsio (100% desolubilidad), sal doble de ! potasio~magnesio o bicarbonato de potasio (46 % de K20). En suelos donde 'se presentan problefuas de salinidad, se prefiere el sulfato de potasio al clorurodepotasio. i¡'~'_ Dosis generalmente aplicadas por plántula: 1 a 8 gramos de K2 O.

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rSe"'pueden éliminar las deficienCias de magnesio con la aplicación 1 1 de,dolo11?-ita"calizado\omí~ica (más soluble que la,dolomita), óxido r de magnesio o sulfato de magnesio (sal de Epsom). La aplicación de 'cálizadólofuítica:¡"sirveen'suel~s ácidos 'con pH menor de 6 y'"el sulfato de magnesio el} los.~uelos con pH mayor de 6. Se pueden atenu~r la~'deficien~ias d~ ma~esi~ con fertilización ni~ trogenada. En este caso, es preferible utilizar las fuentes en forma de nitrato. _ -"~ ,:'::" _ "'t\':Se pueden aplicar' aproximadamente 150 gr de fertilizante «nitro~ f~ska amarilla 15~J5~15~4».,para.¡corregiruna deficiencia de magne~ 1

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Las deficiencias de '#nc. se cór~igen por aplicació~ de sulfato d; ~inc e~l el.suelo. En. suelos.... báSicOS, se puede~ utilizar los que.latos como ZnEDTA o Zn~HEDTA.

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IActualmente no hay productos ~ficientes y económicos para corregir falta dé hierro: El:,s~lfato:d~ hierro ..sir~e para corregir las deficiencias de hierro, pero únicamente en suelos ácidos. Para evitar las formas insolubles de Fe en el suelo, se utilizan los siguientes quelatos, dependiendo de la reacción del suelo: Fe-EDTAen suelos ligeramente ácidos; Fe-HEEDTA, Fe¡OTPA o Fe-EDDHA en suelosnéutros; Fe-EDDHA en suelos calcáreos.

...En..·..c.a ....•.. so.de....tO.Xic ..id..ad.... , e.".sP.o S"ibl ... e.. solucionar el problema con aPlicación. de cal o de dióxido de manganeso y evitando las adiciones de materia , ~.orgánica .... ¡

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»1ay que evitar t..e..n.er su e...••. ·n exceso yelprovocar ée. cto res.id. u detóxico. 1M bre para un nivel Exceso: Se puede corregir la toxicidad por cobre mediante el encalamiento ,o~E..~:a~~ión d~,hie;ro o de ,f?sfo.E()'_

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La deficiencia de borose corrige con Bórax (10 a 11% de boro) o «50lubor» (20%' dé boro); se puede también fertilizar con abono orgánico ¡para aumentar la disponibilidad de boro. (Las aplicaciones d~ ?O;O puedenfácilme~te conducir a una toxicidad, ~<locual e~ más. grave que la deficiencia». IComo los daños por deficiencia son inmodificables, los síntomas permaInecerán en las hojas afectadas; OSiS generalmente aplicadas por plántula: 5 a 10 gramos. Nunca repegán icos contienen tir ..la.ap liCa.··ci?n. ante~ d¡ .6 .. m·.e.s~.s.·L~S .ferti~iza ..nte.~.o.r .... boro y pueden ayudar a corregu defiCIenCIas de este. , ;"". .;00.. '.:: ~ S;;u~d;:~~i~is~;~r' el-a~~f~~ q~~'necesita~ laspiá~tulas por mediol

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reduci; la toxicid;d'-oc~sio~;da ;o~l'" es mediante el encalamiento Se puede también controlar o aliviar fsu exceso «por el empleo de fósforo». Además, se recomienda el uso del lsulfato de'Mn. >

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Se aplica calcio mediante .la cal o las calizas, principalmente para au- . mentar el pH y disminuirJa.toxicidad con el aluminio. Como recomendación general se pueden aplicar 25 gr de cal (CaC03)/ !plántula por cada miliequivalente de aluminio que se quiere neutrali~

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Izar. Hay que evitar elso15reéllcalado que provoca un «desbalance catióni'co entre Ca, Mg y X» o «deficiencia de algún otro elemento nutritivo»; el encala~iento.hast:3. ~e~tralidad puede causar deterioro estructu¡ral, reducir. la disponibilidad de fósforo e inducir deficiencias de zinc, Iboro y manganeso.'

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En la zona andina, los suelos (constituidos por lo general de diabasas y cenizas volcánicas) son deficientes en nitrógeno, fósforo y boro, por lo cual estos elemen, tos químicos deben estar presentes en cualquier plan de fertilización del gua, dual. En un ensayo de fertilización efectuado en la hacienda El Castillo Oamundí, Valle) se obtuvieron excelentes resultados en el crecimiento de guaduas fertili, zadas, comparadas con testigos (plantas sin fertilizar, excluidas del análisis expe, rimental, que sirven de referencia en la evaluación de resultados de la planta tratada con fertilizantes). En este abonamiento se hicieron aplicaciones de: e e e e

60 gr de urea, 100 gr de superfosfato triple, 80 gr de cloruro de potasio y 20 gr de bórax.

Las guaduas fertilizadas tuvieron un crecimiento en altura y diámetro cuatro veces mayor al de los testigos. La aparición de rebrote s se triplicó y el follaje de las plantas fue exuberante y de color verde intenso, no clorótico (de tonalidad amarillenta) como en los testigos. Esta experiencia permitió confirmar que la siembra responde de manera altamente positiva a un buen abonamiento. En la mayoría de los proyectos de plantación de guaduales, la fertilización se ha efectuado al momento de la siembra y se ha debido repetir, según el tipo de suelo, 6 y 12 meses después. Antes de proceder a la siembra, se ha depositado en el fondo del hoyo un com, puesto a base de N, p, K (Triple 15, 10,30, 10y otros), como elementos mayores, y de boro, como elemento menor. Por lo general se han empleado dosis de 60 a 100 gr de N - P , K y 10 gr de bórax. En algunos casos, el fertilizante se ha acompañado de al menos un kilogramo de alguno de los siguientes abonos: gallinaza, conejaza, cenichaza, pulpa de café des, compuesta, compost, boñiga o humus, además de micorrizas.

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A medida que ha crecido la guadua, se han realizado aplicaciones de fuentes nitrogenadas, como urea o Nitrón 26, cada 6 a 12 meses, durante los dos prime, ros años, en dosis de 100 a 150 gr en el primer año y de 25 a 40 gr en el segundo año (este elemento se aplica en forma de corona, a una distancia de 20 a 30 cm del tallo).

Nota 1

CORPOCALDAS,

CRQ, CARDER

y

CVC.


II~

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de maneJo


El manejo se refiere a las labores de mejoramiento y control que son necesarias para el buen desarrollo del guaduaP. Estas tareas se deben practicar tanto en guaduales naturales como plantados.

A medida que la guadua crece, las malezas también se desarrollan a su alrede, doroComienza entre ambas, entonces, una competencia por espacio, humedad, nutrientes y luz. Si las malezas llegan a crecer mucho, pueden asfixiar a las plan, tas de guadua, así que es preciso desarrollar labores de mantenimiento para man, tenerlas a raya.

El control de malezas se debe hacer al menos en los dos primeros años de cultivo del guadual, dos o tres veces al año, según la agresividad de la maleza. Se debe realizar en forma manual o mecánica y se debe evitar, en lo posible, la aplicación de químicos. Para controlar efectivamente las malezas se procede así: 1) Durante la primera época de la plantación, alrededor de la mata se mantie, ne una corona limpia (plato) de 1 m de diámetro. El desyerbe se realiza ma,

guadualca


nualmente, con machete o azadón, teniendo cuidado de no maltratar los rebrotes. 2) A medida que la maleza se toma agresiva, se limpian las fajas o hileras entre las plántulas. 3) Por último, cuando la maleza ya es demasiado fuerte, se practica una limpieza en la totalidad del área plantada. Existen ciertos aspectos que conviene tener presentes con respecto a las malezas: 11II

La asociación de la guadua joven con cultivos agrícolas es una forma muy eficiente y económica de control de malezas, ya que los cultivos intercalados las eliminan, por lo menos en parte.

11II

Las plantas trepadoras

o lianas representan

un problema serio para el

crecimiento de la guadua en climas muy húmedos, pues éstas, una vez combatidas las gramíneas, aparecen y se posesionan de la luz al cubrir a las plantas de guadua hasta el punto de ahogadas. Por su nocividad, una vez se detecta su presencia, se deben combatir de inmediato. A medida que el follaje crece, la penetración de luz hasta el suelo disminuye, con lo que, a la vez, disminuyen las malezas. Esto ocurre por lo general al tercer año de haber iniciado la plantación.

11II

En el Cuadro 1 se propone un régimen de control de malezas en dos climas dife, rentes, para un periodo de un año:

Cuadro l. Control de malezas (tiempo en meses después de plantado el guadual) "..'---

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Labor

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Fuente: Corporación Autónoma Regional del Quindío (CRQ) - Centro Nacional para el Estudio del Bambú - Guadua, Quindío.

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Las labores de pastoreo causan daño al guadual, pues el pisoteo del ganado afecta su sistema radicular y el ramoneo daña las ramas que los animales apro~ vechan como alimento. Es preciso, entonces, evitar por completo el acceso de este tipo de animales al cultivo, e incluso el de otros animales domésticos más pequeños, manteniendo los postes y los alambres de las cercas en perfecto es~ tado.

Para conseguir una protección efectiva contra el fuego en el guadual es necesa~ rio mantener vías de acceso apropiadas y libres de vegetación herbácea y arbus~ tiva, planificar fajas contra fuegos y retirar del cultivo las malezas del deshierbe.

A medida que la guadua crece, desarrolla tallos de diferentes diámetros y altu~ ras que, debido a su porte, son apetecidos para diferentes usos (por ejemplo, como tutores de cultivos y como material de construcción). Por esta razón, se debe mantener vigilancia constante en el guadual para evitar el robo de los culmos.

Es normal que al plantar el guadual se presente una mortalidad del 10% de lo plantado (nunca debería sobrepasar este porcentaje). Las plántulas desapareci~ das se deben sustituir dos meses después de haber establecido la plantación.

A medida que crecen las plantas de guadua, sus requerimientos nutricionales aumentan; por consiguiente se deben efectuar nuevas fertilizaciones en periodos de seis a doce meses, durante los tres primeros años, especialmente si las plantas se tornan cloróticas (de coloración amarillenta) o si sólo alcanzan un escaso de~ sarrollo.


Uno de los elementos químicos que más extrae del suelo la guadua es el nitróge~ no (N), por lo cual es aconsejable realizar aplicaciones de urea (30 gramos de urea disueltos en 20 litros de agua, para 100 plantas, en cada periodo). En caso de persistir la deficiencia de otros elementos mayores (fósforo y potasio) o menores (zinc y cobre), se deberán programar también segundas aplicaciones de estos elementos.

En los primeros tres años de vida de la guadua surgen en la planta abundantes rebrote s y aparecen tallos de diferentes diámetros (no comerciales), que forman congestión y atrasan el crecimiento del guadual. Conviene, entonces, podar ra~ mas y entresacar los tallos no deseables. Para efectuar la poda y el entresaque de matas juveniles de manera apropiada, el procedimiento es el siguiente: 1) Se podan las ramas laterales. 2) Se entresacan los tallos partidos, los enfermos y los que por inactividad fisiológica están secos, y en general todos los tallos y ramas que han empezado a crear congestión. 3) Para entresacar los tallos -que se habrán seleccionado previamente-, se cor~ tan a ras del primer o segundo nudo, evitando crear "pocillos" debido a cortes mal hechos, pues éstos fa~ vorecen la formación de depósitos de agua que in~ ducen el desarrollo de hon~ gos y bacterias causantes de enfermedades. 4) Para ejecutar estas labo~ res se emplean como herra~ mientas principales el ma~ chete y las tijeraspodadoras, previamente desinfectados.

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5) Esta labor se repite cada 4 a 6 meses durante los dos primeros años de vida del guadual. En las labores de poda no se debe entresacar un número excesivo de tallos con órganos fisiológicamente activos, pues esto repercutirá en toda la mata núcleo, en especial durante la etapa de establecimiento del guadual.

lPrevendónj'lo/l!Contfolllidel\plagas',y,,,enfermedades,en~'plantadone~ Durante la etapa de plantación, principalmente, los culmos están expuestos a ataques de plagas y a enfermedades, que no siempre son fáciles de controlar, sobre todo cuando los tallos han alcanzado un tamaño apreciable. Lo más apro, piado, entonces, es usar métodos de control preventivo, más eficientes y más económicos, porque evitan la aparición de los daños en las plantas.

Esta hormiga es agresiva y puede destruir todo lo que se ha plantado en un solo día o en una sola noche; por lo tanto, su presencia se debe controlar erradicando todos los hormigueros, tanto en la finca donde se sembrará la guadua como en las fincas vecinas, con un mes de anticipación al inicio de la plantación. El problema de la plaga de las hormigas es tan serio que en el Código Departa, mental de Policía del Valle del Cauca (en la sección de Recursos Naturales, Ca, pítulo lI, Artículo 84, relativo al control de la hormiga arriera) se señala que: "Todo dueño o administrador de finca, está obligado a realizar el control de hor, miga arriera, existente en su predio. Los dueños de predios que no realicen el control de los hormigueros o que causen perjuicios a sus vecinos, serán sanciona, dos con multas de dos (2) a diez S.M.L.V= salarios mínimos legales vigentes.". Para destruir efectivamente esta plaga, el procedimiento es el siguiente: Se localizan los hormigueros en estado juvenil, es decir, máximo entre 6 y 12 meses después de establecida la reina, cavando alrededor de las bocas de éstos, que se identifican por la presencia de un mantoncito de tierra en la superficie del suelo. Se cavan unos 20,30 cm hasta llegar a donde se encuentra una cámara


llena del hongo blanco. Allí se busca a la reina (se reconoce porque es la hormiga más grande, porque tiene el abdomen abultado y porque está rodeada de hormi, gas pequeñas) y se la elimina. A continuación se presentan las fórmulas de dos formicidas agroecológicos, que pueden prepararse en la finca en donde se planea establecer un gua, dual: Cebo formicida agroecológico Ingredientes 2 kg de salvado de trigo o de mogolla llitro de jugo de naranja 40 gr de hongos Bauveria bassiana o Metarhizium anisopliae 1 cucharada de melaza o de miel de purga 1 cucharada de sal Preparación Es necesario utilizar guantes durante la preparación debido a que la hormiga detecta el cebo u olor humano. En un recipiente, preferiblemente plástico, se mezcla el jugo de naranja con el salvado. Después se agregan a esta mezcla los hongos, la melaza o la miel de purga y la sal, y se revuelve todo hasta conseguir una pasta homogénea. Se aplica exactamente de la misma manera como se recomienda aplicar cebos formicidas como Blitz, Mirmex o Atakill (de venta en el comercio). Polvo formicida insuflable agroecológico Ingredientes 2 kg de ceniza de fogón de leña 1 kg de cal agrícola o de cal viva 300 gr de azufre Preparación Luego de mezclar todos los ingredientes, se cierne la mezcla hasta que quede bien pulverizada.


Se aplica con insufladora, de la misma manera como se hace con los formicidas Lorsban 2,5 % DP o Horkill (de venta en el comercio). Otra plaga de la guadua, aunque menos frecuente y agresiva, son los grillos troza~ dores de tallitos, los cuales también es preciso controlar.

Además de las hormigas y los grillos, existen otros insectos que atacan de dife~ rentes formas los tallos de las plantaciones de guadua y de los guaduales natura~ les. En la siguiente tabla se presentan los nombres de estos insectos y el daño que cada uno produce:

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Los guaduales naturales o plantados pueden ser afectados por hongos o por bac~ terias, aunque hasta el momento ninguno se considera una plaga. Para prevenir cualquier ataque de hongos, el guadual se debe mantener airea~ do, realizando la entresaca periódicamente, yel drenaje de los suelos debe ser bueno para evitar encharcamientos que faciliten el desarrollo de estos organis~ mas.

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La diferencia entre los fertilizantes químico~sintéticos y los abonos orgánicos re~ side en que los primeros son altamente solubles y son aprovechados por las plan~ tas en corto tiempo, mientras que los segundos actúan de forma indirecta y len~ ta. Sin embargo, pese a su efectividad, los fertilizantes químico~sintéticos gene~ ran desequilibrio en el suelo (acidificación, destrucción del edafón, etcétera). La aplicación de abonos orgánicos al suelo busca aumentar en éste la cantidad de materia orgánica y de organismos vivos (algas, bacterias, actinomicetes, lom~ brices de tierra, entre otros), con el fin de mejorar su textura, su estructura y su

" de nutrientes. retención El abonamiento orgánico puede ser realizado anual o semestralmente con com~ post, lombricompost o bokashi. Estos preparados ayudan a proveer al suelo y a la planta de elementos mayores, tales como nitrógeno, fósforo y potasio. La abonera orgánica o compost El compost se puede elaborar a partir de: • Fuentes de materia rica en carbón, entre otras aserrín de madera, cascarilla de arroz, caña de maíz, bagazo de caña de azúcar, paja, vástagos de plátano, pulpa de café, rastrojo, ramas y hojas verdes de arbustos y desechos de cocina. • Fuentes de materia rica en nitrógeno, tales como estiércol de toda clase de animales, hierbas frescas y hojas de leguminosas. • Fuentes de materia mineral, como cal agrícola, roca fosfórica, ceniza vegetal y tierra común. Al hacer la preparación conviene tener en cuenta varias cosas: • Los materiales que se tengan a disposición son suficientes, no hay necesidad de ponerse en el trabajo de buscar otros de difícil consecución. • Es conveniente evitar hacer mezclas pobres en estiércoles, pues entre más


rica en estiércol es la mezcla, más rápido será el proceso de transformación del material en compost. • Es preferible que el material para preparar la pila de compost no sea muy pobre en nutrientes. • Es necesario vigilar que haya condiciones adecuadas (humedad y aire) para el desarrollo de los microorganismos permanentemente, ya que la transformación de los materiales en compost es un proceso aeróbico. • Es preciso remover y controlar periódicamente la pila de compost. • Entre los cinco y los siete primeros días después de la elaboración del compost, se debe pasteurizar la pila para eliminar semillas y patógenos presentes en la abonera. • Para calcular la dimensión de la abonera hay que tener presente que 1 m3 de material orgánico descompuesto produce 600 kg de compost. Lombricultivo A través dellombricultivo es posible acelerar la transformación de los desechos orgánicos de la casa y la finca en humus (materia orgánica resultante de la des~ composición de sustancias animales y vegetales por la acción de bacterias pre~ sentes en el suelo). Con la aplicación del humus se contribuye a la recuperación y al sostenimiento de la fertilidad de los suelos. Los tres tipos de lombrices más utilizados en la lombricultura intensiva son: • Eisenia foetida, • Lombricus rubellus y • Rojo híbrido o lombriz roja californiana B La última de estas especies es de las pocas que se reproducen en cautiverio y muestra una gran adaptabilidad a diferentes lugares y ecosistemas, característi~ ca que la hace atractiva tanto para su manejo en las fincas como para su explo~ tación a nivel industrial. Para preparar las eras, camas o lechos para ellombricultivo es aconsejable seguir estas instrucciones: , ,

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• El terreno que se escoja debe tener un ligero desnivel para facilitar el drenaje en caso de exceso de agua de lluvia o de riego. • El suelo se debe apisonar bien para evitar que la lombriz se profundice mucho. • El tamaño de las camas debe tener un ancho de 1,20 a 1,60 m, según la cantidad de materia orgánica que se quiera procesar. • La altura de las camas varía según el clima: en clima cálido deben tener 30 cm; en clima medio, 40 cm, y en clima frío, 50 cm. • Para sembrar la lombriz se debe preparar una mezcla de estiércol bien descompuesto, tierra y hojas, en proporciones iguales. • Las lombrices se distribuyen sobre este «colchón», que debe tener 5 cm de grosor, y se tapan de inmediato con una capa de 2 cm de la misma mezcla. • Para agilizar la reproducción inicial se aplica una capa de estiércol o de materia orgánica bastante descompuesta. La época más oportuna para el abonamiento orgánico es al finalizar el periodo de sequía, cuando caen las primeras lluvias. El abono se aplica luego de una lluvia o del riego, pues necesita humedad para comenzar a actuar sobre el suelo y las plantas.

En las plantaciones orgánicas está permitido el uso de productos cúpricos y sulfú~ ricos para el control de hongos. Éstos, sin embargo, sólo deben usarse en casos extremos, pues también afectan a los organismos benéficos; por esa razón su uso está sujeto a la autorización de la certificadora que tiene a cargo el seguimiento al proyecto orgánico. Caldo bórdeles Es un fungicida eficaz para el manejo de enfermedades causadas por hongos. Se caracteriza por su gran adherencia y persistencia, así como porque se puede apli~ car bien sea en invierno (en mayores dosis) o en verano (en menores dosis). Las dosis de aplicación de este funguicida varían entre 0,3; 0,5; 1,0; 1,5; y 2,0%.


Ingredientes 1 kg de sulfato de cobre 1 kg de cal apagada agua Preparación En un recipiente de vidrio, plástico o barro, se mezclan los ingredientes para ob, tener 100 litros de fungicida. Preparados de plantas protectoras

de cultivos

Los insecticidas naturales actúan por contacto o por ingestión. Los preparados o purines de plantas con propiedades insecticidas, nematicidas y fungicidas sirven para proteger los cultivos de ataques de insectos, hongos, ne, mátodos, ácaros, etcétera. Los purines se pueden elaborar fácilmente con recursos de la zona y si se mane, jan con la precaución necesaria, no constituyen mayor peligro para la salud hu, mana.

En sitios de calidad media y a los que se ha dado un adecuado manejo, un gua, dual puede llegar a obtener la configuración de un bosque en un término de cinco a seis años después de plantado. En sus primeros años, la guadua regenera sus tallos en forma perifé, rica¡ al comienzo son d~l, gados pero luego aparecen más gruesos y en mayor número, hasta llegar a for, mar congestión. La expansión periférica hace que al cabo de cinco años los tallos de matas vecinas se entrecrucen. A ,

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partir del quinto o sexto año puede aparecer un buen número de tallos gruesos de tipo comercial en proceso de maduración, por lo que a partir de ese momento se puede iniciar, en forma moderada, el aprovechamiento comercial de culmos. Sin embargo, sólo a partir del séptimo u octavo año se podrá asimilar la estructu, ra del guadual plantado a la de un guadual natural y sólo a partir de ese momento se podrá iniciar un plan de aprovechamiento sostenible. En cuanto a su densidad, el guadual tiene en sus dos primeros años entre 20 y 50 tallos juveniles por mata, y entre el tercer y el quinto año se pueden llegar a contabilizar hasta 100 por mata, no obstante que los primeros culmos delgados habrán muerto. Un guadual plantado tarda entre cinco y siete años en tomar aspecto de bosque denso, al cabo de los cuales llega a tener entre 500 y 1.000 tallos para uso domés, tico o para venta en el comercio.

De acuerdo con la Norma Unificada en Guadua (2002), que reglamenta el ma, nejo, el aprovechamiento y el establecimiento de guadua, caña brava y otros bam, búes, todas las plantaciones de una región deberán ser registradas en la respecti, va Corporación Autónoma Regional (CAR). Las plantaciones de guadua y otros bambúes, previamente inscritas en las CAR, podrán aprovecharse sin que medie autorización; sin embargo, deberán allegar a estas Corporaciones, con antelación, un informe sobre el sistema de aprovecha, miehto, las especies que se aprovecharán, el volumen estimado de los productos yel área que se intervendrá. Las plantaciones protectoras,productoras sólo po' drán ser objeto de aprovechamientos persistentes, para garantizar la cobertura vegetal en estas áreas.

El aprovechamiento de plantaciones no ocasiona cargas pecuniarias distintas al pago de derechos por la expedición de salvoconductos para movilizar los produc, tos. Aquellas plantaciones establecidas en desarrollo de programas de fomento y es, tímulo a la reforestación serán registradas oficiosamente por las corporaciones;

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el aprovechamiento de las mismas dependerá de su localización, así como del plan o del programa del que hagan parte.

Labores y costos de establecimiento y manejo de una hectárea de guadua En el Cuadro 2 se presenta una guía de las principales labores necesarias para el establecimiento y el manejo de una hectárea de guadua y sus correspondientes jornales e insumos, basada en precios del año 2002:

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Notas Experiencias de las Corporaciones Regionales Corpocaldas, CRQ, Carder, y CVC; Edgar Giraldo y Aureliano Sabogal, Una alternativa sostenible: La guadua, CRQ, 1999. 2

GTZ, GuĂ­a para la caficu/tura ecolĂłgica, 2001.

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El aprovechamiento o entresaca selectiva de culmos práctica silvicultural de doble propósito: por un lado, el mejoramiento del guadual, y por otro, proporciona " ción ingresos económicos derivados de la extracción ciales.

o tallos del guadual es una facilita el mantenimiento y al propietario de la planta~ y la venta de tallos comer~

Todo guadual en edad de aprovechamiento, bien sea natural o plantado, debe ser intervenido técnicamente con periodicidad para regular el espacio vital de los individuos y para favorecer la mayor aparición de rebrotes o renuevos, es de~ cir, para estimular o mejorar la dinámica del guadual. El aprovechamiento, sin embargo, se debe hacer en forma regulada para que el guadual mantenga su equilibrio biológico. En efecto, un aprovechamiento excesi~ vo, motivado por el afán de obtener mayores ingresos económicos, puede ocasionar un desequilibrio ecológico paulatino hasta causar la extinción de la plantación. En la zona andina, las Corporaciones Autónomas Regionales han investigado for~ mas adecuadas de entresacar los guaduales, que permitan, por una parte, gene~ rar ingresos económicos a sus propietarios, y por otra, garantizar la sostenibilidad del recurs01• Las investigaciones de las CAR se han basado en el ciclo vegetativo de la guadua, en su estado ecosistémico y en su dinámica. La mayor parte de los guaduales andinos se encuentra en dos estados: a) dema~ siado densos, por falta de manejo, o b) intervenidos en exceso, debido a una explotación intensiva.


A fin de orientar a los planificadores sobre la mejor forma de aprovechar los guaduales se ha definido un Régimen de Aprovechamiento Sostenible, el cual indica la intensidad, o número de individuos a cortar en un momento dado, y la periodicidad o ciclo de corte, es decir, el tiempo que debe transcurrir entre un apro~ vechamiento y otro dentro de un mismo guadual. En el presente capítulo se explican el mencionado régimen de aprovechamiento sostenible de la guadua y las técnicas de aprovechamiento.

La Norma Unificada en Guadua, que regula el establecimiento, el manejo y el aprovechamiento de esta especie y de otros bambúes, entró en vigencia a partir de enero de 2002, con el fin de promover la sostenibilidad de las plantaciones. De acuerdo con la norma, todo guadual natural que se pretenda aprovechar se deberá registrar en la Corporación Autónoma Regional (CAR) de los departa~ mentos de Caldas, Quindío, Risaralda, Tolima y Valle del Cauca, según corres~ ponda. Igualmente, todo aquel interesado en aprovechar guaduales naturales deberá contar con el aval y el permiso o autorización de la CAR y, para ello, deberá presentar a la Corporación un Estudio Técnico (para aprovechamiento entre 20 y 200 m3) o un Plan de Manejo y Aprovechamiento Forestal (para volúmenes mayores a 200 m3), elaborado por ingenieros forestales o por una firma especiali~ zada, sobre la base de un inventario forestal previo. Este estudio o plan de manejo se hace por una vez para cada guadual y sólo requiere ser actualizado periódicamente para mantener su vigencia. En el plan de manejo se debe tener en cuenta que el aprovechamiento de los guaduales se debe efectuar con el sistema de entresaca selectiva de los individuos secos, se~ cos~partidos, maduros y sobremaduros, con una intensidad hasta del 50% de la población comercial.

El plan de manejo debe, por lo tanto, definir el régimen de aprovechamiento del guadual, es decir, la intensidad y la periodicidad con que éste se intervendrá, con el objeto de garantizar su sostenibilidad ambiental y su rendimiento económico.


El afán de colonización de tierras para agricultura y ganadería, en el pasado, y la necesidad creciente de maderas, en el presente, han producido una fuerte pre, sión sobre el recurso guadua; anteriormente, este recurso era por lo general apro, vechado sin una base técnica y ecológica, lo que llegó a ocasionar su destrucción o su degradación hasta el punto de que la especie llegó a considerarse en vía de extinción en determinado momento. En el caso de la zona andina, al igual que en otras regiones de Colombia, los aprove, chamientos de guadua se han dado con excesiva frecuencia o demasiado espacia' dos (varios años entre unos y otros). Este inadecuado aprovechamiento llegó a ocasionar la degeneración o la degradación del recurso por agotamiento de los cul, mos (en el primer caso) o por congestión de los mismos (en el segundo caso). La problemática del recurso guadua a la que se ha hecho referencia ha alertado a las Corporaciones Autónomas Regionales sobre la necesidad de unificar un modelo tecnológico de manejo forestal, sobre una base ecológica que oriente a silvicultores y propietarios de guaduales en la planificación del aprovechamiento sostenible del recurso; en especial, se ha intentado definir un régimen de apro, vechamiento técnico de bosques de guadua que garantice la sostenibilidad, la sanidad y la rentabilidad de los mismos.

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Para el estudio y la definición de un régimen de aprovechamiento de bosques de guadua orientado por criterios de sostenibilidad y rentabilidad, se han tenido en cuenta los aspectos ecológicos y fisiológicos que inciden en el crecimiento y el desarrollo de la especie, en particular los que condicionan la calidad de sitio, expuestos anteriormente en el capítulo n.

Para entender de una mejor manera el régimen de aprovechamiento y su rela, ción con la estructura y la dinámica del guadual, según las condiciones de sitio,


debe verse el guadual como un ecosistema -es decir, como un espacio limitado, con entradas y salidas y con elementos en su interior que interactúan entre síI ' tal como se muestra en el Cuadro 1:

Cuadro l. El guadual como un ecosistema Límites del guadual

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, Renuevos

, Extracción

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y muerte

de guaduas

1

Fuente: Francisco Castaño, Definición técnica de un régimen de aprovechamiento de bosques de guadua y su incidencia en la sostenibilidad, sanidad y rentabilidad del recurso, Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), 200l.

Los límites del ecosistema son los límites del guadual. Las entradas son los renue, vos (que emergen del suelo), los factores abióticos (luz, agua, etcétera) y el hom, bre (que ingresa para realizar el manejo del guadual). Las salidas son los tallos que salen por corte y extracción o los que mueren por causas naturales (enveje, cimiento) o por muerte accidental (fuego, viento, etcétera). Por último, los pro' cesas que ocurren en el interior del ecosistema son múltiples: se puede distinguir entre procesos naturales (como la competencia de individuos por suelos, hume, dad y luz; la competencia en la vegetación asociada; el control biológico; la diná, mica del guadual, etcétera) y procesos artificiales (como los que desarrolla el hombre cuando ingresa a cortar y extraer tallos de guadua).

El guadual también se puede modelar como un ecosistema productivo, en el cual, además de las entradas de tipo natural, existen otras, de tipo normativo, social y económico, y otras salidas, aparte de las de productos del bosque, que son los beneficios ambientales, tal como se observa en el Cuadro 2: ~ .m,.

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Cuadro 2. Los guaduales corno un sistema productivo ~~,.,'

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IRITROALIMENTACIÓN

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Fuente:

Rubén Daría Moreno

Autónoma

Regional

O., La guadua como alternativa

de Risaralda

(CARDER),

económica,

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Corporación

2000.

La guadua tiene la propiedad de autorregenerarse en forma abundante y de pa, sar en un tiempo relativamente corto por sus diferentes estados de madurez, que van desde el juvenil (verde) y pasan por el maduro (de mayor consistencia de sus maderas) hasta llegar al seco (cuando la guadua se descompone y muere). Este periodo vital dura entre ocho y once años (véase el aparte "Calidad de sitio, tiempos de paso de la guadua", capítulo II). Por otra parte, el bosque de guadua presenta un conglomerado de tallos (3.000, 6.000 tallos/ha, en promedio) en diferentes estados de madurez, en el que se encuentra un mayor porcentaje (40,70%) de tallos maduros y muy maduros. Ambos tipos se deben aprovechar con regularidad, a fin de evitar que lleguen al estado de guaduas secas, en el que el tallo pierde su resistencia y su vigor y ya no se puede utilizar en propósitos domésticos e industriales y sólo sirve como leña. La propiedad de autorregenerarse de esta especie permite que las guaduas que se entresacan se sustituyan de manera natural. Sin embargo, este aumento de

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población por autorregeneración trae como consecuencia la competencia entre individuos por suelos y humedad para satisfacer sus necesidades fundamentales de supervivencia. En consecuencia, desde el aspecto ecológico, también es nece~ sario entresacar individuos para regular el espacio vital de los que quedan en pie. Así pues, para lograr el objetivo económico de aprovechamiento comercial de las maderas, lo mismo que el objetivo biológico de regular la competencia entre indi~ viduos y favorecer el crecimiento y el vigor de las guaduas, los bosques deben entresacarse cada determinado tiempo a una intensidad óptima. Esto constituye el régimen de aprovechamiento.

Es deseable que el ecosistema guadua, aunque dinámico, sea estable a lo largo del tiempo, es decir que esté disponible tanto para la presente generación como para futuras generaciones. Este propósito implica que los procesos en el interior del guadual deben ser regulados. Los procesos naturales pueden regularse parcialmente de diferentes formas, como cuando se abona para mejorar la disponibilidad de nutrientes o cuando se riega para compensar humedad faltan te. Pero el proceso más importante que se debe regular es el artificial, que se produce cuando el hombre extrae tallos de guadua para su beneficio económico y/o para manejar el espacio vital de los tallos que quedarán en pie (para regular la competencia por luz, nutrientes, etcétera). En este proceso es necesario que las entradas y las salidas del ecosistema sean con~ cordantes, a fin de mantener una población más o menos constante a través del tiempo, tal como se ilustra a continuación: Intensidad de aclare o

Densidad (Tallos/ha) 5.000 -

Inicio /

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Entresaca

3.000 2.000 -

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Pn Periodicidad (tiempo entre dos aprovechamientos)


En la figura anterior se aprecian dos procesos: uno artificial o de entresacas (salidas) y otro natural o de regeneración natural (ingresos). El guadual puede ser entresacado por periodos de tiempo indefinidos. La inten, sidad de la entresaca en un periodo dado se determina por la población de tallos o culmos comerciales (maduros y secos) a extraer, ya que, por norma, los tallos juveniles (renuevos y viches) no se tocan en el aprovechamiento. La periodicidad de entresaca o tiempo transcurrido entre dos periodos de apro, vechamiento está determinada por la velocidad de paso (tiempo que demora la guadua en pasar de un estado de madurez a otro, en especial la madura y la muy madura) y por la intensidad y velocidad de la regeneración natural. Entre más rápido se regenera el guadual, menor es el tiempo que debe transcurrir entre un aprovechamiento y otro. La sostenibilidad en el aprovechamiento se puede explicar así: el guadual es un recurso natural renovable, que inicialmente tiene una densidad poblacional de, terminada (por ejemplo, 4.000 tallos/ha); puede ser entresacado durante Pn pe, riodos de tiempo, con una intensidad determinada tal que, al inicio de cualquier periodo n, la densidad del guadual sea igualo mayor a la densidad que tenía en el primer aprovechamiento (por ejemplo, igualo mayor a 4.000 tallos/ha). Es importante saber que esta densidad debe ser igualo algo mayor a la densidad inicial del proceso de aprovechamiento porque, en caso contrario (menor densi, dad), el guadual tenderá a desaparecer (se estarían entresacando más tallos de los que el guadual podría regenerar).

IEc()sistema~dé,tih guad1.Íal"idéa~ El ecosistema de un guadual ideal es aquél donde las entradas por regeneración natural son abundantes y donde hay más guaduas juveniles que maduras y, en lo posible, ninguna guadua seca. Es posible conseguir este estado ideal mediante aprovechamientos y actualizaciones sucesivas y periódicas (salidas). Un guadual no manejado técnicamente presenta una situación inversa al estado ideal, es decir, contiene más guaduas maduras y secas (70%) que guaduas juveniles. Por lo general, su aspecto es desalentador, hay muchos tallos caídos, torcidos y


partidos, que forman congestión y dificultan la circulación por el guadual, hasta el punto de que el bosque parece una empalizada. A medida que el guadual se entre~ saca (varias entresacas), su composición de madurez se invierte poco a poco, de muy madura a juvenil. Las guaduas secas, caídas y partidas desaparecen paulatina~ mente y el guadual se toma verde, sus tallos se elevan rectos y equidistantes, se podrá circular más fácilmente por el guadual y habrá mayor regeneración natural. Para que un guadual alcance su estado ideal, su manejo se debe planificar con base en un régimen de aprovechamiento adecuado, que se ajustará con el tiem~ po según varíen las condiciones del guadual.

El régimen de aprovechamiento de un guadual se define por la intensidad y la periodicidad con las que se debe intervenir su población: D

La intensidad de corte se refiere al número y la clase de individuos a extraer en cada aprovechamiento.

D

La periodicidad o ciclo de corte es el periodo que debe transcurrir entre el primer y el segundo aprovechamiento, y así sucesivamente.

Según la experiencia de las CAR, el mejor régimen de aprovechamiento de gua~ duales es aquél que se realiza con intensidades de aclareo o entresaca hasta del 50% de los tallos, sobre la población de guaduas comerciales (culmos maduros y muy maduros), en periodos de 18 a 24 meses para un mismo guadual. Mediante estudios realizados por la CVC se ha podido demostrar que este régi~ men permite la sostenibilidad del guadual en aprovechamientos sucesivos, al pro~ piciar una mayor regeneración del bosque y, por ende, su reposición. También favorece la sanidad y el vigor del guadual, al regular la densidad (se evita la acu~ mulación de tallos sobremaduros, secos o degradados) y al obtener una mejor distribución del espacio vital de los tallos que quedarán en pie después del apro~ vechamiento. Con esta regulación de la densidad también se favorece el desa~ rrollo del diámetro promedio de los tallos del guadual. A través de estos estudios se ha comprobado que cuando los rodales de guadua no se aprovechan, o se aprovechan sólo levemente (0~25%) y luego de periodos


prolongados (superiores a dos años), se presentan densidades por hectárea que superan los 6.000 tallos, de los cuales un alto porcentaje está constituido por guaduas sobremaduras y secas. Esto significa que se trata de rodales en los que la capacidad de regeneración natural es poca, debido al mínimo porcentaje de rizo, mas aptos para esta función, a la reducción de espacios y a la excesiva competen, cia por nutrientes. En el caso contrario, es decir cuando los guaduales se explotan intensamente (51%, 75%) y en periodos frecuentes (cada 6,12 meses), se crean desbalances en su composición estructural y se generan en su interior condiciones de microcli, ma desfavorables, debidas al fuerte aclare o que influye negativamente en la di, námica de la regeneración natural (se aprovechan tallos poseedores de rizomas aptos para generar otros rebrotes, los cuales finalmente son los indicadores del proceso evolutivo y natural del bosque y de la sostenibilidad del mismo). En otras palabras, se extraen más tallos de los que el guadual está en capacidad de repo, ner de manera natural.

El recurso guadua se considera un sistema de productividad, por lo que tanto su uso como su manejo se deben planificar. Una adecuada planificación del aprove, chamiento de los bosques y plantaciones adultas de guadua es la mayor garantía para poder usufructuar este recurso en forma rentable y sostenible. De acuerdo con la Norma Unificada en Guadua, les corresponde a las CARentre, gar los términos de referencia para la elaboración o la actualización del Plan de Manejo y Aprovechamiento, o para el Estudio Técnico, según sea el caso. En términos generales, el Estudio Técnico y el Plan de Aprovechamiento y Ma, nejo Silvicultural (PAMS) están constituidos por tres capítulos básicos: D

el inventario forestal o cálculo de existencias,

D

la definición del régimen de aprovechamiento, y

D

las técnicas y los métodos para el manejo y el aprovechamiento del guadual.

El Estudio Técnico o Plan de Manejo y Aprovechamiento Forestal que se pre, sentará a la CAR respectiva deberá contener la siguiente información:


• Introducción y objetivos. • Estado legal del predio y del guadual a aprovechar; localización, superficie y límites; y características naturales. • Datos de campo, cálculo de existencias y posibilidad de corte, industrialización, tratamientos silviculturales e impacto ambiental del aprovechamiento. • Recomendaciones y conclusiones (análisis estadísticos). • Apéndices, que incluyen mapas, diseños, cálculos, tablas y gráficas. Con el objeto de orientar a los encargados de elaborar los estudios y planes refe~ ridos (ingenieros, técnicos, expertos o tecnólogos), se dan a continuación crite~ rios básicos para elaborados:

El primer paso para la planificación forestal es definir la clase y el tipo de aprove~ chamiento que se realizará, de acuerdo con el área del guadual natural y su posible volumen de aprovechamiento; igualmente, para obtener el permiso o autorización de aprovechamiento, habrá que definir el tipo de documento requerido y los res~ ponsables. Según la NormaUnificada en Guadua, se requiere lo siguiente:

*Es un caso especial de aprovechamiento, en el que, por razones especiales y justificadas, se requiere erradicar el guadual en su totalidad. Términos utilizados: CAR: Corporación Autónoma Regional; IF: ingeniero forestal; TF: tecnólogo forestal; T: técnico forestal; E: experto forestal; FE: firma especializada.

Jnv~nta:dot~foréstal~ Según la normativa, el aprovechamiento de los guaduales naturales se debe efec~ tuar por el sistema de entresaca selectiva de los individuos maduros, que se ini~


cia con la extracción de tallos secos, secos~partidos y enfermos; después se inicia el aprovechamiento de la población comercial de individuos maduros y sobrema~ duros. La cuantificación de éstos es lo que se conoce como oferta ambiental del guadual, es decir, la cantidad de tallos aptos para ser aprovechados. La forma técnica de determinar la oferta ambiental de un guadual es la elabora~ ción del inventario forestal. El propósito del inventario es proporcionar informa~ ción cualitativa y cuantitativa, tanto del guadual en general como de su pobla~ ción aprovechable. Los resultados del inventario son la base para determinar el régimen de aprovechamiento. De acuerdo con la Norma Unificada en Guadua, la metodología de inventario varía según la clase y el tipo de aprovechamiento, así:

Para elaborar el inventario forestal se requieren conocimientos estadísticos, ra~ zón por la cual éste debe ser efectuado y presentado por: a) un experto, un técni~ co y un tecnólogo, b) un ingeniero forestal, o c) una firma especializada que cuente con un ingeniero forestal. La metodología que se acostumbra utilizar es la de "parcelas al azar", así como la de "conglomerado de parcelas", cuyo error de muestreo no debe superar elI 0%. El informe de inventario debe presentar, por lo menos, la siguiente información estadística: • Número total de tallos del rodal inventariados. • Densidad promedio de los tallos o guaduas por hectárea. • Porcentaje de guaduas según grado de madurez por hectárea. • Porcentaje de guaduas por grado de madurez y clase diamétrica. • Variabilidad del número de guaduas por unidad de superficie.


• Coeficiente de varia, bilidad del guaduaL • Porcentaje y total de guaduas aprovechables. El proyecto Manejo Sos, tenible de Bosques en Colombia, ejecutado por lasCorporaciones Autó, nomas Regionales de los departamentos de Cal, das, Quindío, Risaralda, Tolima y Valle del Cauca, publicó a finales del año 2002 los términos de referencia unificados para Estudios y Planes de Manejo y Aprovecha, miento Forestal de la Guadua, los cuales podrán ser consultados en la respectiva CAR de cada departamento.

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Datos de inventario de un guadual tipo (área 1,0 ha)

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De acuerdo con lo recomendado, se debe optar por una intensidad de aclare o del 50% sobre la subpoblación de guaduas comerciales, que corresponde a 1.400 tallos/ha. Éstos se deben distribuir en orden de prioridad, así: el 100% de los


tallos en estado de madurez seco y seco,partido, más los enfermos, partidos y deteriorados en otras categorías de madurez, y hasta el 100% de los tallos en estado muy maduro y maduro, hasta agotar el 50% de la intensidad de aclareo. l

Para el caso analizado sería: Secos y secos partidos

100%

400 ta/ha

Muy maduros

83%

1.000 ta/ha 1.400 ta/ha

Total a extraer

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Esto equivale a extraer el1 00% de los tallos secos y secos partidos (400 tallos/ha) y el 83,3% de los tallos muy maduros (1.000 tallos/ha). No habría cupo para ex, traer tallos en etapa madura.

De acuerdo con las experiencias de las diferentes CAR, la periodicidad de acla, reo o entresaca puede oscilar entre 18 y 24 meses (en promedio 20 meses para un guadual tipo). Para el siguiente corte se deberá inventariar de nuevo el guadual, con el objeto de determinar su densidad óptima y su composición de madurez y, con base en ello, determinar otra vez la intensidad de corte (actualizaciones del Estudio o Plan de Aprovechamiento y Manejo Forestal).

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Cuando una plantación ha cumplido unos seis años de establecida, se considera que ha llegado a una etapa de productividad eficiente y sostenida, es decir que su proceso de desarrollo permite que, en lo sucesivo, se tengan tallos maduros con diámetros comerciales de manera continua. En esta etapa se deben aplicar técnicas de manejo silvicultural tanto a los bos, que s plantados como a los naturales, con el propósito de que su dinámica evolu, tiva permita la renovación del guadual y su continuo aprovechamiento, es decir que permita hacer de la guadua un recurso enmarcado en el criterio de "desa, rrollo sostenible".

ti"érnicas deiprovech~!1to

sostenible de la guadua

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En términos generales, las prácticas de manejo silvicultural de guaduales natu, rales y plantados adultos son: socola y desganche, entresaca selectiva o aprove, chamiento, repique y esparcimiento de residuos del apeo, y fertilización o abona, miento después del aprovechamiento.

La socola, o eliminación de vegetación menor, se realiza para mejorar las condi, ciones que facilitan las fases de aprovechamiento y extracción de los tallos "je, chos" (ya demasiado maduros) y para aumentar la entrada de luz y calor, efecto que acelera la emisión de rebrotes. Su ejecución debe obedecer a casos estricta, mente necesarios, ya que la presencia de vegetación inferior en el interior del guadual favorece las condiciones de conservación del suelo y la permanencia de la biodiversidad. En consecuencia, se debe manejar con cautela. El desganche, o corte de las ramas basales y las riendas laterales de la guadua, se practica con el fin de eliminar los obstáculos que impidan realizar las labores de extracción de los tallos aptos para ser aprovechados; por lo tanto, antes de iniciar las faenas de aprovechamiento, se procede así: • Se socola sólo en los sitios estrictamente necesarios. • El corte de ramas se realiza dejando un muñón, o parte saliente de la rama, hasta de 5 cm de longitud; para ello se emplean herramientas desinfectadas y bien afiladas.

La entresaca, o corte selectivo de tallos, se debe hacer en forma espaciada por el guadual, sin exceder el número de tallos autorizados en el Plan de Manejo, o en el Estudio de Aprovechamiento o en el informe técnico (cuando se trate de una plantación) . Al seleccionar los tallos para cortar se debe tener presente lo siguiente: • Es frecuente encontrar enredaderas y bejucos de diferentes especies (cóngolo, atacorral y Aráceas en general), que se entrelazan y amarran los tallos de la guadua en su parte superior, lo cual dificulta la caída de los tallos aprovechables


u ocasiona que un tallo enredado provoque la caída de muchos otros. Para prevenir este inconveniente es preciso cortar con anticipación (un mes antes) los bejucos desde la raíz, para que se sequen y los tallos de la guadua se liberen fácilmente. • Se debe procurar regular el espacio vital de los tallos que se dejarán en pie. • Se debe evitar concentrar los cortes en un mismo sitio o dejar sitios sin corte. El excesivo corte de tallos en un mismo sitio puede generar desbalances fisiológicos y atraso en el desarrollo de las plantas, lo que tiene como efecto que se abran claros en el bosque y se cree propensión al volcamiento del guadual. • Si se dejan sitios con alta densidad de tallos, el desarrollo del guadual se atrasa. Para efectuar la selección y la demarcación de guaduales que se cortarán, se procede así: • Antes que nada se hace un recorrido por el guadual para reconocer los diversos estados de madurez de sus culmos. • Desde un extremo del guadual se inicia la selección de tallos o culmos que se apearán. • Primero se seleccionan todas las guaduas secas y secas,partidas, al igual que las enfermas. Se marcan con un punto de pintura en el primer o segundo entrenudo del tallo. • Se debe llevar la cuenta del número de tallos marcados. • Una vez seleccionadas las guaduas secas, se seleccionan las muy maduras o, en su defecto, las maduras. Se marcan y se lleva la cuenta de ellas (es preciso reservar siempre el espacio vital de las guaduas que quedarán en pie). • Se debe evitar seleccionar sólo guaduas maduras o muy maduras en atención a su mayor valor comercial;, también es necesario cortar y retirar las secas y las secas,partidas, ya que causan congestión y, por consiguiente, atraso al guadual, y además son foco de incendios forestales y de enfermedades. • Al finalizar se contabiliza el número de guaduas marcadas. Éste debe ser igual al número de guaduas expresadas en la intensidad de entresaca del Estudio o Plan de Manejo y Aprovechamiento.


En plantaciones muy po' bladas, el aprovecha, miento se inicia con la eliminación de las gua, duas ladeadas, empezan, do desde afuera hacia adentro del guadual, y sacando, siempre, prime' ro las situadas por enci, ma de la bóveda del gua, dual; en caso contrario, se puede provocar el vol, camiento de éste. Los chusquines y matam, bas jechas de losguadua, les aprovechados se reti, ran y se utilizan como propágulos para la siem, bra en nuevas áreas o en áreas despobladas.

Algunas partes de la guadua, como copos y ramas basales, al igual que algunos residuos de la socola, no se aprovechan comercialmente. Sin embargo, todo este material es útil como materia orgánica o abono que puede incorporarse al suelo. Es aconsejable seguir las siguientes recomendaciones: a

Repicar las ramas y demás partes no utilizadas y esparcidas uniformemente dentro del guadual para que se descompongan y generen abono.

a Amontonar los desechos fuera del guadual cuando hay peligro de incendios. 1:1

En el perímetro del guadual, o zona de gotera, realizar limpias, preferiblemente de gramíneas, en una franja de un ancho entre 3 y 5 m, con el fin de propiciar condiciones que permitan el normal proceso de expansión del rodal.


• Evitar que los residuos postaprovechamiento sean dispuestos sobre cauces de agua permanentes o temporales, ya que ello puede causar taponamiento de las fuentes de agua.

Para el apeo, o corte de tallos, se procede de la siguiente manera: • Se verifica que cada tallo a cortar corresponda a los seleccionados como aptos para aprovechamiento. • Si una guadua madura está originando un rebrote, no se debe cortar sino pasados uno o dos años. • Para el corte se utiliza preferiblemente un machete. Es importante desinfectar la herramienta con frecuencia. 11

El corte se hace en el primer nudo del tallo, evitando dejar huecos en el tocón.

• Antes de cortar se seleccionan el lado y el ángulo del corte, con el fin de dirigir la caída del tallo y, así, evitar daños en los tallos que deben quedar en pie. • Inicialmente se hace un corte en el primer lado, con un ángulo de abertura de 45° aproximadamente y,luego otro, alIado opuesto, pero con un ángulo inferior a 40°. 11

Cuando el culmo caiga es preciso alejarse, pues la "patada" de la parte baja del tallo puede herir a alguien.

Se denomina manejo de tallos al conjunto de actividades realizadas después del corte y hasta la extracción. El manejo comprende la desramada y el troceo. • Para desramar los tallos tumbados se utiliza un machete o una motosierra. • Luego de desramar, se procede al troceado o se carga el tallo entero, sobre los hombros, hasta los patios de acopio. 11

La longitud de las trozas dependerá de los diferentes usos comerciales a que se vayan a destinar (esterilla, cepas, basas, etcétera).

• Los tallos apeados se deben apilar en forma ordenada.


La persona encargada del corte y la extraccióh debe utilizar equipos es~ peciales de protección, más aun si uti~ liza motosierra. Es importante saber que en el suelo y en la parte aérea del guadual hay tallos con espinas que pueden atravesar fácilmente los za~ patos u ocasionar daño en los ojos. El equipo mínimo de protección debe estar compuesto por: • Guantes especiales (deben ser fo~ rrados para evitar cortes). a Botas de seguridad, preferiblemen~ te de cuero, con suela gruesa y talón y puntera de acero. a Casco con protector de oídos y de ojos.

Se denomina extracción y transporte a la actividad de llevar los tallos desde los sitios de corte hasta los patios de acopio o hasta el lugar donde serán utilizados, transformados o comercializados. La extracción en el interior del guadual se debe realizar solamente en forma manual, sin ayuda de equipos mecanizados ni de animales de carga, pues éstos pueden causar daños al guadual.

El adecuado apilado de los culmos en los patios de acopio o áreas de carga es importante para evitar daños que la humedad del suelo o el sol pueden causar en los tallos, así como para facilitar el embarque para el transporte. Los locales de acopio y carga deben ser lugares secos, ventilados y libres de vegetación.

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Se recomienda formar pilas cuyo volumen sea igual al de una carga del vehículo en que se transportarán los tallos.

El transporte menor de tallos desde el guadual hasta los sitios de acopio en la finca se puede hacer con animales, carretillas o camionetas provistas de planchón. El transporte con animales tiene la ventaja de tener un bajo costo, pero se debe considerar que la carga que se le pone al animal tiene que ser proporcional a su peso. Si se utilizan mulas, es recomendable que éstas tengan un peso medio de 200 kg y que estén entre los 3 y los 15 años de edad. Además de las mulas se pueden utilizar bueyes y caballos.

Para realizar el transporte a largas distancias de un número relativamente alto de tallos desde el sitio de aprovechamiento hasta el sitio de comercialización, se puede utilizar transporte terrestre (camiones) o fluvial.

~spec:tós "legalesjrdelthlÍ1spofte~y:eI\I'c6'rnerc:ió de guaduay barnbúes; Para transportar productos de la guadua provenientes de los sitios de aprovecha, miento es preciso contar con el Salvoconducto Único Nacional, expedido por la autoridad ambiental competente, según las normas fijadas en la Resolución 438 de 2001, proferida por el Ministerio del Medio Ambiente.

La actual norma para el establecimiento, el manejo y el aprovechamiento de la guadua determina que un guadual natural que haya sido correctamente aprove, chado podrá ser declarado "Guadual N atmal de Manejo Sostenible" por la CAR correspondiente a su departamento. Al ser declarado como tal, no pagará tasa de aprovechamiento y sólo deberá cancelar el valor del salvoconducto de movi, lización de productos forestales.

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Existen experiencias regionales de exitoso manejo sostenible de guaduales natu, rales, tales como las del Ingenio Providencia y la Agropecuaria La OIga (Valle del Cauca), la Hacienda Nápoles (Quindío) y la Finca Eupen (Risaralda), entre otras. Estas iniciativas han demostrado que, con buena planificación, asistencia técni, ca y capacitación y actuación de propietarios y de los guadueros, es posible lograr el manejo sostenible de los guaduales. El estado de "manejo sostenible de la guadua" se alcanza cuando, después de al menos tres actualizaciones del Plan de Manejo, el guadual se acerca a un estado ideal en términos de abundante regeneración natural: igual proporción -por lo menos- de guaduas jóvenes y maduras y, en lo posible, ninguna guadua seca; en otras palabras, cuando el cultivo estabiliza su producción a lo largo del tiempo con ingresos (renuevos) yegresos (tallos cortados) equitativos en el sistema gua, dual.

Esta finca es un buen ejemplo de manejo sostenible de la guadua. Gracias al trabajo del propietario, el asistente técnico, los guadueros y los funcionarios de la CARDER, cuenta con registros históricos de aprovechamientos sucesivos realizados en diez hectáreas de guaduales en el predio, durante el periodo 1995,

2001. Estos registros han permitido realizar el siguiente análisis multitemporal, en el cual se evalúa la res, puesta del guadual al aprovechamiento (es necesario llevar registros de todos los aspectos de los apro, vechamientos del guadual para poder evaluar después tan, to sus impactos eco, lógicos como econó' micos) .


Generalidades del guadual • Extensión: 10 ha • Temperatura promedio: 21°C • Altitud: 1.1OO~ 1.250 msnm • Relieve: pendientes moderadas /grumos redondeados • Suelos: cenizas volcánicas

1995

• Inventario inicial. • Fijación de la intensidad del aprovechamiento, correspondiente al 25% de las guaduas maduras (según consta en la autorización de aprovechamiento). lO

• Primer aprovechamiento del guadual, con una duración de 8 meses, a partir de marzo de 1995. 1995 ..1998

• Guadual en descanso o recuperación (22 meses). 1998

• Inventario para la primera actualización del estudio del guadual. • Fijación de la intensidad del aprovechamiento correspondiente al 30% de las guaduas maduras.

(primera actualización),

• Segundo aprovechamiento del guadual, con una duración de 9 meses, a partir de marzo de 1998. 1998 ..2001

• Guadual en descanso o recuperación (28 meses). 2001

• Inventario para la segunda actualización del estudio.


• Fijación de la intensidad de aprovechamiento correspondiente al 30% de las guaduas maduras.

(segunda actualización),

• Tercer aprovechamiento del guadual, con una duración de 10 meses, a partir de marzo de 2001. 2001..2004 • Guadual en descanso o recuperación.

1995 Antes de la primera intervención (1993 ..94), el guadual había sido afectado por vendavales y aprovechamientos intensivos en su periferia. Presentaba una densi .. dad de 3.235 individuos/ha, con un mayor número de guaduas jechas (56,3%) que verdes (30,9%), moderada regeneración natural (5,3%) y un alto número de guaduas secas (7,5%) .•. 'Durante ocho meses se cortaron 698 tallos/ha, correspondientes al 25% de las guaduas maduras o jechas o al 33% de las maduras (jechas + secas), según la intensidad de aprovechamiento autorizada. Durante el aprovechamiento se realizaron labores de socola, desganche, corre e.. ción de cortes, extracción de guaduas comerciales y afectadas por vientos, y re .. pique y esparcimiento de residuos. 1995 ..1998 Durante 22 meses el guadual no se tocó y no sufrió daños notorios. En este tierri.. po, continuó regenerándose naturalmente, y una parte de sus individuos pasó de un estado de madurez a otro (de renuevo a verde, de verde a jecha, de jecha a seca) . 1998 De acuerdo con el segundo inventario, el guadual aumentó su población total en 45% (125 individuos/ha), durante los 22 meses mencionados. Se incrementó la población juvenil (renuevos en 7% y verdes en 55%) y disminuyó la población comercial (17% jechas y 56% secas). r

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De acuerdo con este estado del guadual, se autorizó un aprovechamiento, con una intensidad del 30% de las guaduas jechas (455 tallos/ha), las cuales se corta, ron durante un periodo de 9 meses. Durante esta primera actualización se realizaron las siguientes actividades: e Socola de baja intensidad. e Extracción de todas las guaduas secas. e Corte uniforme de guaduas comerciales a lo largo del guadual (aunque no en todos los sitios) . e Conservación de una zona forestal protectora de las corrientes de agua. e Repique y esparcimiento de residuos. e Prohibición de la quema de residuos para disminuir el riesgo de incendios. e Corte a ras del primer nudo y perfeccionamiento

de cortes del primer

aprovechamiento. e Movilizaciónde productos por un mismo camino y cuidado en el apeo para no dañar los tallos que quedaban en pie. Los técnicos reconocen que en este aprovechamiento se cortaron gua, duas verdes y un volumen mayor al autorizado. 1998 ..2001

El guadual no sufrió alteraciones y pudo continuar su regeneración natural y la maduración de sus ta,

11os. 2001

Según el tercer inventario, duran, te los 28 meses de descanso entre los dos aprovechamientos se obser, vó que:

'fécnicas de aprovechanliento

sostenible de la guadua


• el guadual siguió aumentando su población total en un 7,2%, a pesar de que inicialmente se extrajo aproximadamente el 17% de su población. • Aunque el guadual tuvo un aumento significativo en su regeneración natural (48%), sin embargo, y en forma no deseada, disminuyó el número de individuos verdes (18%) y aumentó la poblaciónjecha (13%) y seca (44%). • Es posible que esta situación no deseada se haya presentado por demoras en el tercer aprovechamiento (debió ser a los 24 meses o un poco antes, no a los 28 meses) . • En ese tiempo extra, muchos renuevos pasaron a guaduas verdes o directamente a guaduas jechas, con lo cual aumentó en exceso el número de guaduas jechas que se dejaron de cortar a tiempo. Con base en este nuevo estado de guadual se autorizó un aprovechamiento, con una intensidad del 30% de las guaduas jechas (525 tallos/ha), o sea del 37% (719 tallos/ha) de la población comercial (jechas + secas). Durante esta tercera intervención del guadual, que duró 10 meses, se tomaron en cuenta todas las recomendaciones dadas en la anterior intervención, entre otras la relativa a la disminución de la intensidad del aprovechamiento en los sitios con baja densidad de individuos y al no aprovechamiento en los sitios críticos. 1995 ..2001

Según los resultados obtenidos durante los seis años de manejo del guadual, con un aprovechamiento inicial y dos de actualizaciones (con intensidades de apro .. vechamiento del 25 y el 30% en los dos últimos aprovechamientos), además de dos ciclos de corte de 22 y 28 meses, el guadual presenta los siguientes indicado .. res, que permitirán declarado "Guadual Natural de Manejo Sostenible" después de la tercera actualización: • Aumento de la población neta, con el paso del tiempo, en un 12% (1995..2001). • Incremento del número de renuevos en un 48% neto (1995 ..2001). • Aumento de la cantidad de guaduas verdes en un 24% neto (1995 ..2001). • Disminución del número de guaduas jechas (17%, 13%) en un 38% (1995 .. 2001) y secas en un 20% (1995 ..2001).


• El guadual posee un alto poder regenerativo y cortos tiempos de paso entre estados de madurez. • Las intensidades del régimen de aprovechamiento fueron convenientes, pues permitieron mantener una población neta en aumento a lo largo del tiempo. • Las demoras de la segunda actualización permitieron el aumento no deseado de guaduas jechas y secas. • Hubo una buena coordinación entre funcionarios de la autoridad ambiental (CARDER), el propietario del predio, el asistente técnico y los guadueros. • Llevar registros históricos de inventario, de tallos aprovechados y de faenas de campo es una tarea que permite la fácil evaluación de los impactos del aprovechamiento, requisito obligado para lograr un ordenamiento sostenible . ••

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En futuros planes y estudios de aprovechamiento forestal (sobre la base del aná~ lisis de caso anterior) se debe fijar un régimen de aprovechamiento, tanto para la primera intervención como para las subsiguientes actualizaciones, cohereñ:te con lo indicado, así: • Intensidad de corte hasta del 50% de la población comercial (jechas + secas). El corte se iniciará con ell 00% de las guaduas secas y el resto se completará con guaduas jechas. • Periodicidad, o ciclo de corte, de I8~24 meses, según la velocidad de madurez del guadual. Es preciso observar el guadual después del aprovechamiento; si se observa una acumulación entre moderada y alta de guaduas secas o próximas a secarse, se debe programar una rápida intervención. • En los inventarios de guaduales, la categoría o estado de madurez "jecha" se debe subdividir en "madura" y "muy madura", según se observe una menor o mayor presencia relativa de líquenes (manchas grises) en los tallos de las plantas. Esto permite hacer una selección y una demarcación más precisas de las guaduas que se cortarán y se apearán. Las guaduas muy maduras están


más cerca de pasar a un estado seco con respecto a las menos maduras, por lo cual estas últimas dan un margen de tiempo mayor para iniciar su aprovechamiento.

Notas Francisco Castaño, Definición técnica de un régimen de aprovechamiento de bosques de guadua y su incidencia en la sostenibilidad, sanidad y rentabilidad del recurso, Valle del Cauca, CVC, 2001. 2

Ministerio del Medio Ambiente, GTZ y CAR del Eje Cafetero, el Tolima Cauca, Norma unificada en guadua, Bogotá, 2002.

3

Apuntes del curso «Planificación COMFAMILIAR, Pereira, 2002.

4

Experiencias de las Corporaciones CORTO LIMA y Cvc.

5

Ministerio del Medio Ambiente, GTZ y CAR del Eje Cafetero, el Tolima y el Valle del Cauca, Norma unificada en guadua, Bogotá, 2002.

6

Rubén Daría Moreno, "Respuesta de los guaduales al manejo silvicultural", estudio de caso, CARDER, Pereira, 2002.

y aprovechamiento

Regionales

y

el Valle del

forestaL>, CARDER,

Corpocaldas,

CRQ,

GTZ,

CARDER,


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La variedad de usos que la guadua ofrece es uno de los aspectos más remarcables de esta especie; en efecto, sus tallos se emplean en múltiples formas: enteros, partidos, en tiras, en esterillas y trenzados, entre otras.

Los distintos cortes dependen del uso al que se destinarán los tallos, según 10 indique la demanda en el mercado. Los tipos de uso, a su vez, están relacionados con los patrones culturales de empleo de la guadua en la construcción y la agroin, dustria propios de cada región del país. A continuación se hace una descripción de las partes comerciales de la guadua:

Es la sección basal del culmo. Su longitud es de 4 metros. Esta sección es la que, en promedio, tie, ne los mejores diáme, tros; asimismo, es la que posee mayor resistencia por la corta dis tancia entre sus nudos y por el espesor de sus paredes,

,161;


especialmente en el primer y el segundo nudos. Se utiliza para hacer estacones para cercos y "latas" para la producción de laminados. Estas últimas se obtienen partiendo los primeros 8~12 m del tallo en tiras, de longitud variable y de 1A cm de grosor por 3 cm de anchura, que lue~ go se cepillan para transformadas en ta~ blillas.

Esta sección, cuya longitud varía entre 4 y 8 metros, es la más comercial de la guadua por su excelente relación peso~ resistencia. Es la parte más homogénea en cuanto a la distancia entre los nu~ dos del tallo y el grosor de las paredes. De ella se saca un subproducto de primera transformación llamado "esterilla", que se obtiene mediante picado en los nudos y apertura longitudinal de la basa o la sobrebasa.

Es una pieza que se utiliza como elemento de soporte para estructuras de con~ creto. Tanto su diámetro como el espesor de sus paredes son constantes, por lo que también se puede convertir en esterilla, pues su longitud es de 4 metros.

j\Zarill"ones"'o"p~ntal~ Su longitud puede variar entre 2,20 y 5 metros, según los usos que se les dan en las diferentes regiones. Por corresponder a la sección superior de la guadua, o copa, su diámetro no es uniforme. Esto explica que su demanda comercial no sea una constante en todo el país y que algunos aprovechadores los rechacen, dada la alta exigencia en la limpieza de sus ramas y su escaso valor comercial. Se utilizan sobre todo como soportes o tutores de cultivos agrícolas.


La guadua, como todo material orgánico, está sujeta a la destruc, ción ocasionada por diversos agentes en los cuales influyen, a su vez, numerosos factores am, bientales o de otra índole. Desde el momento en que se cor, ta un tallo, éste se convierte en un tejido muerto que puede ser atacado por diversos organismos, deteriorándolo y afectando así, en mayor o menor grado, su vida útil. Existen diversos agentes degradantes de los tallos de guadua apeados. Los más importantes son los siguientes: El

Hongos: los xilófagos, por ejemplo, desintegran el sistema celular de los tallos, lo que da lugar a la pudrición y a la aparición de manchas.

El

Insectos: los comejenes y gorgojos, por ejemplo, invaden la madera y forman colonias organizadas que se alimentan de la lignina y la celulosa del tallo.

El

Humedad: cuando la guadua está en contacto directo con el suelo, o a la intemperie, absorbe humedad, lo cual facilita su exposición a los hongos y su consiguiente pudrición.

Aunque la guadua presenta una moderada capacidad natural para resistir el ata, que de hongos e insectos, los desgastes mecánicos, el fuego o la acción de los agentes atmosféricos, es necesario utilizar una serie de técnicas de preservación que prolonguen la durabilidad de los tallos; estas técnicas deben aplicarse desde el momento mismo en que se realiza el apeo de los culmos. Existen numerosas técnicas empíricas de preservación de la guadua -las que los orientales aplican en sus bambúes son tan numerosas que ameritarían, por sí solas, un manual especial-o


Entre todos los métodos de preservación se han escogido algunos fácilmente aplica~ bles, que se presentan a con~ tinuación:

~orteen época adecuad31 Ciertas observaciones de campo han demostrado que existe una correlación entre el contenido de humedad de la guadua y la fase de la luna durante la cual se realiza su corte. Cuando la luna se encuentra en su plenitud (luna llena), hay mayor circulación y contenido de humedad en el interior de la planta. Jamás se debe cortar la guadua en esta fase lunar. Lo contrario sucede cuando la luna se encuentra en su míni~ ma expresión (menguante o fase oscura): hay poca o ninguna circulación de lí~ quidos en el interior de la planta. Ésta es la época ideal para realizar el aprove~ chamiento y la preservación de los tallos. El corte debe realizarse, entonces, en menguante, preferiblemente en horas de la madrugada, entre las 3 y las 5 a.m.

f::urado linaturahol,"~vinagrado~ Por ser una práctica de fácil aplicación y bajo costo, existe la tradición de realizar un tratamiento de preservación a la guadua en el mismo lugar del aprovecha~ miento, es decir en la mata. El procedimiento es el siguiente: ti

Después de cortado, el tallo se deja en pie (desjarretado).

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Luego, se recuesta sobre las demás guaduas y sobre el tocón o sobre una piedra.

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Se deja así por un periodo de ocho días para que escurra la savia (compuesta por agua, azúcar y almidón) y para que los residuos presentes en el tallo se conviertan en alcohol (vinagrado), 10 cual evita que los insectos puedan alimentarse de éstos.


El secado es el proceso natural o artifi~ cial mediante el cual el tallo pierde hu~ medad en su estructura. La mayor par~ te de las aplicaciones o usos de la gua~ dua requieren que los tallos tengan un contenido de humedad relativamente bajo (entre el 12%y el 15%). Un método rápido y seguro para medir este conte~ nido es a través del empleo de higró~ metros o medidores de humedad. Se secan principalmente las guaduas maduras o jechas, ya que las secas han perdido parte de su humedad. En el sitio de secado es importante tener presente que: 1:3

a mayor temperatura, mayor velocidad de secado,

1:3

a mayor humedad relativa del aire, mayor velocidad de secado, y

1:3

a mayor circulación del aire, mayor velocidad de secado.

Existen diversos métodos de secado, pero el más fácil y económico es el secado al aire. Para realizado se deben acomodar los tallos en forma vertical u horizontal, separados uno de otros para facilitar la circulación del aire.

Esta técnica es considerada el complemento ideal a la preservación natural de la guadua. Consiste en el empleo de productos químicos (insecticidas y fungicidas) que se encuentran en el mercado y tienen características específicas para las condiciones de textura y estructura de las fibras de la guadua. Su efectividad depende de la forma de aplicados. En general, estos productos deben ser muy activos, no deben afectar los tejidos, deben ser solubles en agua y no deben modificar las características externas de la

11651


guadua. Es importante que tengan alta fijación en la planta, de modo que no se laven por la lluvia o la humedad, y no deben tener un olor fuerte o desagradable. Entre los preservantes químicos más utilizados están los siguientes:

Gracias a su bajo costo, fácil aplicación y buen nivel de eficiencia, especialmente cuando se emplea en guadua que no va a permanecer expuesta a la intemperie (en contacto directo con la humedad y el sol), el pentaborato es un preservante de uso frecuente. Para su aplicación es necesario realizar los siguientes pasos: ti

Disminuir el contenido de hq.medad del tallo al 12 o al 15% mediante el proceso de secado.

ti

,

Con una varilla punzante, practicar pequeños orificios (1/2 pulgada) en el tallo, cerca de los nudos, para facilitar la penetración del líquido. ¡

La mezcla de pentaborato se prepara así: ti

En un tanque apropiado se diluyen 1 kg de ácido bórico y Yíkg de bórax en 50 lt de agua (para 40 metros lineales de guadua).

ti

Se sumerge la guadua en el tanque por un lapso de 5 a 8 horas.

ti

Se retira la guadua del tanque y se deja escurrir por 1 ó 2 horas.

Se emplea cuando los tallos de guadua van a permanecer bajo tierra o en contac, to con humedad o agua. Para aplicado, se emplea el sistema de inmersión en baño frío: los tallos se intro, ducen por completo durante 5 días en una mezcla a15% de pentaclorofenol en ACPM (1 kg de pentaclorofenol en 7,5 galones de ACPM). Al finalizar el tratamiento, los tallos se deben dejar inclinados para que escurra el exceso de preservan te .

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Se aplica en culmos que van q permanecer total o parcialmente bajo tierra. Los postes se tratan hasta 20 cm por encima de la línea del suelo. Se colocan verticalmente dentro del depósito o tanque, en el cual se vierte acei~ te de creosota caliente (80 partes de creosota en 20 partes de ACPM), que se mantiene a un nivel que asegure un tratamiento completo de los extremos de los postes. Después del baño caliente se colocan los trozos en un baño de aceite frío (a una temperatura entre 32 y 38°C) y se mantienen en éste por lo menos duran~ te dos horas.

Consiste en la inmersión de la guadua en dos baños salinos, como mínimo, por un periodo total de 120 horas, a temperatura ambiente, en un tanque para inmuni~ zado. Se recomienda usar pentaclorofenato sódico, solución al 5% en agua (1 kg de pentaclorofenato sódico disuelto en 20 lt de agua), o bórax al 4% en agua (2 kg de bórax en 25 lt de agua. Las soluciones anteriores sirven para aplicar a 30 ó 40 metros lineales de guadua.

¡preservaci6ñ fCbn·empléo1«ae vacío ipr~si6q i

Se utiliza a escala industrial. Con este método pueden regu~ larse la penetración y la absor~ ción del preservante, lo que hace que el tratamiento sea más seguro y durable. Se realiza así: los tallos se api~ lan sobre carros de acero y se introducen en un gran cilindro o autoclave, que se cierra her~

Técnicas de obtención de productos primarios


Para efectuar este tratamiento, las cañas de bambú se colocan en posición hori, zontal sobre unas brasas, a una distancia apropiada para que las llamas no las quemen, y se giran constantemente. Este tratamiento se hace por lo general a campo abierto. Las brasas se colocan en el fondo de una excavación de 30 a 40 cm de profundidad. Este método también se emplea para enderezar bambúes torcidos.

Consiste en ahumar las cañas de bambú, previamente colocadas de manera ho, rizontal sobre un fogón u hoguera, hasta que su exterior quede cubierto de hollín.

Con ayuda de un compresor se inyecta al tallo el preservante, a través de una manguera neumática, para que la savia de la planta de desplace hacia afuera. El preservante se introduce por uno de los extremos de la troza, mediante la presión ejercida por una bomba centrífuga que se conecta a un recipiente con el líquido preservante; éste es bombeado a un tanque neumático y luego distribui, do en mangueras plásticas flexibles a múltiples salidas con boca de hule, que conectan a uno de los extremos del tallo. Notas 1

2

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CRQ, "Proceso para la preservación de la guadua", Hoja Informativa, núm. 8.

--1

Ill~1 j

Edgar Giraldo y Aureliano Sabogal, Una alternativa sostenible: La guadua, CRQ, Armenia, 1999, y Universidad Tecnológica de Pereira y GTZ, Preservación de la Guadua, (CD), Pereira, 2002.

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Aspectos sociales y eCOnOlnlCOS ~

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Alrededor de la guadua tiene lugar una serie de actividades realizadas por dife~ rente s personas o entidades (denominadas actores), que van desde el estableci~ miento y el manejo de los guaduales hasta la comercialización y la industrializa~ ción de los productos derivados de esta especie. En términos económicos moder~ nos, se denomina 'cadena productiva' o cluster al conglomerado o conjunto de los actores que interactúan en torno a un sistema productivo sostenible y rentable como, por ejemplo, el de la guadua 1. La cadena productiva es importante para los actores del manejo sostenible de la guadua (propietarios, guadueros, corteros, industriales, etcétera), pues en la medida en que esta cadena logre una innovación tecnológica que permita mayor competitividad en los mercados nacionales e internacionales, y un mayor valor agregado y una mejor calidad de los productos y servicios, podrán obtener mayo~ res ingresos económicos y generar mayores fuentes de trabajo. En la actualidad, el Gobierno nacional -a través del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial y las Corporaciones Autónomas Regionales del Eje Cafetero, con el apoyo de centros de investigación (universidades) y desa~ rrollo (SENA, Cámaras de Comercio y gremios) y de organismos de cooperación internacional (como la FAO y la GTZ)- se encuentra desarrollando estrategias para fortalecer los diferentes eslabones de la cadena productiva de la guadua, con el propósito de generar o cualificar los factores requeridos para lograr una mejor producción e industrialización sostenible este recurso. A continuación se presentan los principales actores, sus interrelaciones y sus actividades:


Interrelaciones entre los actores del aprovechamientp de los guaduales naturales

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.. Fuente: Rubén Daría Moreno, Actores del manejo sostenible de la guadua, CARDER, 2001.


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Actor~sdelordenathi~Il.to forestal : Au toridades ambientales (Mi-", -Zoñifican-r"a--s'-:á'"r"e'-a-"s'-a--ct""u'-a"'l-es-y-p-o-t-e-n-c~G.··-il"e~-s -p-'a-r'a~-e>il"'-o-r-cdie "'-,'" , nisterio de Ambiente, Vivien- .... namiento del recurso. da y Desarrollo Territorial, y: -Fijan normas legales para el establecimiento, el maneI Corporaciones Autónomas Re-' jo y el aprovechamiento de guaduales; controlan los progionales) yectos de reforestación y aprovechamiento. -Apoyan la investigación sobre el recurso e investigan su fomento y su manejo técnico. -Prestan asistencia técnica a pequeños propietarios y comerciantes; y procesan estadísticas regionales. -Expiden los salvoconductos de movilización de produc, tos. I

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Asistentes técnicos (técnicos,

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- Elaboran, supervisan y asisten los planes y estudios de:

¡ ingenieros y firmas especializa- I 1) reforestación y 1 das)

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2) aprovechamiento y manejo de guaduales, de acuerdo con los criterios establecidos en la Norma Unificada en Guadua.

; - Entidades de apoyo (SENA, : Desarrollo tecnológico e industrial. , universidades, gremios, Cámal ras de Comercio) : - Corporaciones internado: nales (FAO y GTZ), entre otros ---I

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Actore~ del manejo" de la guadua el

¡ Propietarios de predios

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Tramitan permiso~~ncentivos ante la autoridad ambiental. í", Contrapn asistencia técnica. Asumen directamente o contratan con terceros el establecimiento y el manejo delguadual, así como la comercialización de los productos, o venden al guaduero Ila guadua en pie. J Supervisan el ordenamiento del guadual.

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estableciIniento y el manejode la guadua,

; ] Son las.personas encargadas del establecimiento y el mantenimiento de las plantaciones de guadua. , - Producen en vivero o adquieren, a terceros, plántulas para la reforestación. q)ordiran la preparación del sitio y la siembra de la guadua. 4 Efectúan labores para la prevención y el control de incendios, hurtos, plagas y enfermedades. lEfectúan l~bores de mantenimiento.

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. Guadueros o aprovechadores , Controlan, con el propietario, el aprovechamiento del en' guadual, o le 'compran la guadua en pie. el ordenamiento del guadual 1 G~stionan a?-te la autoridad competente los permisos porque son el contacto entre pertmentes. I el propietario, el asistente téc-j En algunos c;asos, contratan al asistente técnico para nico, los trabajadores del cam- ! la elaboración del Estudio o Plan de Aprovechamiento. 1 po y los comercializadores. Contratan y supervisan a corteros-troceros, arrieros y " Dada su posición estratégica, ' :¡Úansportadores. deben capacitarse permanen-!- Adelantan labores de venta y comercialización de protemente) ,ductos. 1-..-_

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Actores de la comercialización e industrialización , .•,--.,.". "'",,,,,,, ••••.•.•

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! Comercializadores

de la guadua

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, - Son intermediarios entre el productor (propietario, I guaduero) y elcot'isumidor final. Por lo general son pro, piharios de un depósito de maderas, que obran como ca:hal de comercialización tanto en regímenes produc .. tores como en centros de mercadeo y consumo (Arme.,nia, Pereira, Manizales y Cali). \ - Compran la guadua a propietarios o guadueros. - "Determinan la calidad de la guadua en términos de madurez, grosor, resistencia, rectitud, longitud de nudqs y dimensiones, entre otros aspectos. i

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- Fijan el precio de compra y venta de la guadua. Cumplen el papel de transportar la guadua desde las fiÍlcas hasta los depósitos y, desde allí, hasta los centros de consumo (Bogotá, Medellín y Cali) . .-.:!. _.' .".u·_ -_u " " _. .,. Practican el secado natural y la inmunización en el momento del apeo de los tallos o después de la transforclación primaria de los productos.

Transportadores

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, Propietarios y guadueros

Rteservan la guadua comercial desde el aprovechamiente!)(épocas y horas de corte) hasta la inmunización (aplicación de preservan tes por inmersión o por presión). l.,

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-En forma artesanal o industrial, transforman la guad:uaen productos semielaborados o elaborados, de acuerd,o c:onJasiespecificaciones dadas o deseadas por el consumidC!r,de acuerdo con las necesidades en la cons1 t:tucción de vivienda, obras civiles, muebles y herramienI tas agropecuarias. I J! En el futuro: industria de paneles y contrachapados , ~ienchapes, puertas); industria del parquet (pisos modulares); industria de termoformado. ,-, .

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Utilizan la guadua para la elaboración de accesorios'l _." tpuebleseinstrumentos musicales, entre otros ...

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Usuarios de la guaduayconsurnidor

final

~.Arquit~~t~s,-~~~enier~~-~~~:l~~'~;ITe~uie;~-~-;:~dua de' dife'~'~ntes-tipos y dimensione~ ¡ constructores y propietarios de i como material para la construcción de vivienda y obras vivienda ¡civiles. C_.

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, Empresas agropecuarias I y rurales

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Utilizan la guadua en cercado de fincas, canales de riego,

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I de cultivos, etcétera.

I control de erosión, herramientas agropecuarias, tutores

!

También la emplean en construcciones rurales, como ; establos, cocheras, caballerizas, y restaurantes y hoteles cámpestres para ecoturismo. J "-'-'--"-";;;:;",--""':;;:;c.:"",--",-==,-,-,,,,============~ rC~~¡;~id~d~~';~~~i~;~-'---rRe~ib;;~'l;neficios por control de erosión y protección )L~e cuenc::s hidrográficas. ,_ 1

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Consumidor final

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Es el eslabón final de la cadena productiva, es decir quien adquiere, lJ.sa y consume los bienes y servicios provenientes de la guadua.

Nota Rubén Darío Moreno, Actores del manejo sostenible de la guadua, CARDER, Pereira, 2002; y Corpocaldas y Cámara de Comercio de Manizales, Cluster de la guadua, Manizales, 2001.


Abaxial: epidermis inferior del envés de la hoja. Adaxial: epidermis superior del haz de la hoja. Ambiente: conjunto de factores externos que actúan sobre los organismos. Com, prende el sustrato físico, los seres vivos y las características fisicoquímicas de un lugar. Arata: guadua deforme. Asistencia técnica: servicio prestado a los usuarios por profesionales autorizados, cuyo objeto es la aplicación de tecnologías apropiadas en las actividades foresta, les, para conseguir un eficiente uso del recurso. Autorización de aprovechamiento: es el modo de adquirir el derecho, a aprovechar guadua natural o caña brava en predios de propiedad privada. Bahareque de bambú/guadua: sistema constructivo con el cual se obtienen muros delgados y resistentes a partir de parales de Bambú/Guadua colocados a distan, cias iguales sobre una solera de madera o bambú y recubiertos interna y externa, mente por tableros de esterilla. Banco de germoplasma: espacio en el cual se conservan especímenes para preser, var caracteres genéticos.

1179'~


Biomasa: material orgánico que, transformado, se incorpora al suelo. Cualquier estimado cuantitativo de la masa total de organismos que conforma toda una población o parte de ella. Bosque de galería: árboles que crecen a orillas de los cursos de agua con sus raíces en la zona de saturación de humedad. Bosque natural de guadua: por guadual natural se entiende la masa boscosa que se da espontáneamente, con gran poder regenerativo, en la cual el estra~ to superior dominante es la guadua y que, generalmente, conforma manchas casi homogéneas constitutivas de bosques protectores~productores y de ga~ lería. Brote: vástago que sale de la base, ya sea de la cepa o de la raíz. Burros: andamios fabricados con guadua, utilizados para sostener las guaduas cuando caen, evitando así que se perjudiquen los cultivos aledaños al guadual. Carnosidad: pared interna de la guadua. C~scote: desecho de gran tamaño que sale al cortar una guadua. CesPitoso: describe la manera densa como se organizan los culmos, como resulta~ do de la reproducción vegetativa proveniente de rizomas paquimorfos de cuello corto. Cepa: es la primera sección basal, cuya longitud varía dependiendo del uso que se

le dé. Comunidad vegetal: conjunto de organismos vegetales que viven en agregación como consecuencia de sus coincidencias ecológicas. Cortero: persona encargada de cortar la guadua. Deciduo: que se desprende al madurar; en bambúes hace referencia a las hojas caulinares, las hojas foliares y los flósculos de la espiguilla. Deshije: en aspectos vegetales, consiste en separar los propágalos o partes vegeta~ tivas de la planta madre o de la raíz principal. Ecosistema: conjunto de organismos vivos en un medio homogéneo y bien defi~ nido.

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eilosario


EcotiPo: una pablación adaptada lacalmente; una raza a grupa infraespecífica can caracteres particulares, resultantes de la presión selectiva de las candicia~ nes ambientales lacales. Una subunidad dentro de una ecaespecie. Edáfico: perteneciente a influenciada par la naturaleza del suela. Entomofauna:

canjunta de insectas que habitan un territaria.

Epidermis: tejida adulta primaria que envuelve la haja y la protege de la deshidra~ tación. Epíteto: en taxanamía, la segunda palabra del nambre binamial de una especie. Esclerénquima: tejida de sastén de la guadua farmada por células muertas, cuya membrana está refarzada par depósitas secundarias de lignina. Especie: grup.o de seres naturales que tienen varias caracteres camunes. Un gru~ pa de arganismas, minerales u .otras entidades formalmente recanacidas cama distintas de .otros grupas. Unidad básica de la clasificación bialógica; categaría inmediatamente inferiar a la de género en la jerarquía de clasificación. Espiguilla: unidad básica de la inflarescencia de l.os bambúes y de .otras gramí~ neas; cansta generalmente de das a más glumas y de una a muchas flósculas a la larga del raquis. Estambre: parte masculina de la flor, que can tiene el palen; cansta de filamenta y antera. Esterilla: subproducta de primera transfarmación que se .obtiene mediante pica~ da en las nudas y apertura langitudinal de la basa a la sabrebasa. Material de canstrucción derivada del bambú, similar a una estera pequeña. Estigma: rama(s) terminal(es) del pistila, dande se dep.osita el palen. Estilo: parte superiar del av aria de la flar que termina en una a varias estigmas. Estomas: paros microscópicas sabre las hajas y .otras órganas del bambú y .otrasgramí~ neas, a través de las cuales .ocurre el intercambia de gases durante la fatasíntesis. Flósculo: unidad de una espiguilla de bambú u otra gramínea; c.onsta de una flar unisexual a bisexual encerrada en una palea, la cual a su vez está encerrada par la lema.

Glosario

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Foliar: relativo a las hojas. Forma: expresión visible de los rasgos característicos de una planta que determi~ nan su adaptación al medio en que vive. Formaletas: elemento utilizado en la construcción. Género: categoría de la clasificación biológica que comprende uno o más indivi~ duos filogenéticamente relacionados y morfológicamente similares; un rango de la jerarquía de la clasificación taxonómica ubicada entre familia y especie. Se asume que los miembros de un género están más cercanos filogenéticamente entre sí que con cualquier especie de otro género. Gregaria (floración): evento de floración en el cual todos los individuos de una especie florecen al mismo tiempo y luego mueren. Guadua castilla: variedad de guadua de color amarillo, fina, con una distancia corta entre los nudos, gruesa y de poca rienda. Algunos guadueros consideran esta variedad como la misma guadua «papelilla». Guadua cebolla: variedad de guadua muy gruesa, frágil y poco resistente; crece muy pareja y alcanza mayores alturas en comparación con otras variedades, cre~ ce muy rápido y tiene los nudos muy distanciados. Guadua común: variedad de guadua considerada como fina, caracterizada por la presencia de muchas manchas. Algunos guadueros consideran esta variedad como la misma guadua «macana». Guasca: restos que quedan después de elaborada la esterilla. Hábitat: sitio o lugar ocupado por un organismo; medio ambiente local. Hábito: apariencia externa, aspecto o forma de crecimiento de un organismo. Herbáceo: plantas con tallos no lignificados y que mueren anualmente. Higroscópico: cuerpo con capacidad para retener o almacenar agua. Hoja marcescente: que se marchita pero no cae fácilmente. Inflorescencia: estructura sobre la cual se agrupan las flores; en la guadua se de~ nomina espiga con seudoespiguillas.


Láminas del follaje: en los bambúes leñosos, son las hojas de las ramas del culmo con una lámina de color verde bien desarrollada y una pequeña vaina. Son más duraderas que las hojas caulinares. Lignificación: proceso por el cual las células de la guadua se toman leñosas median~ te la transformación de algunos constituyentes de la pared celular en lignina. Lumen: espacio libre entre las membranas de una célula o de un vaso. Mata: guadual. Método de yoder: determinación de la estabilidad de agregados del suelo median~ te un sistema de tamizado y saturación de agua. Monocárpico: que produce un solo fruto, o que tiene un único periodo de fructi~ ficación durante su ciclo de vida. Monte: guadual. msnm: metros sobre el nivel del mar. Número cromosómico: número de cromosomas característico de un organismo dado , l (los cromos amas contienen el material genético de un organismo). Palea: bráctea superior que encierra la flor de las gramíneas; típicamente tiene dos quillas y dos nervaduras, pero en el caso de los bambúes presenta un alto número de nervaduras. Pecas: manchas que aparecen en la guadua jecha. Perenne: plantas que perduran por varios años, con periodos de crecimiento anual. Picar: hacer una ranura en el nudo de la guadua para abrirla. Poro: término empleado para designar un vaso; tamaño del mismo. Propagación vegetativa: reproducción sin la presencia del gameto masculino. Radicular: relativo a las raicillas de las plantas. RiPiadora: palín con la punta afilada. Ripiar: quitar la guasca de la estera y dejarla lisa. Ripio: desecho muy pequeño que sale al cortar una guadua.

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183

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Silvicultura: cultivo de los bosques o montes. Ciencia que trata de dicho cultivo. Sismorresistente: estructura que, por sus características, soporta los movimientos telúricos sin sufrir daños. Socavación: acción que ejercen las corrientes de agua sobre el suelo, erosionán, dolo. Suelos aluviales: terrenos formados por los depósitos que dejan las inundaciones o los ríos. Tajo: división dél guadual de la cual un cortero es responsable. Tocón: trozo de la guadua que queda unido a las raíces después del apeo o corte del tallo. Vara: palo largo y delgado usado para medir (80 cm).


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Bibliografía

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Índice de cuadros

CAPÍTULO

1

Cuadro 1 Áreas de guaduales naturales y establecidos en Colombia Cuadro 2 Peso seco y potencial de captura de COz por ha de G. angustifolia durante un periodo de seis años -------------II Cuadro 1 Zonas de vida donde puede crecer la guadua ---------------Cuadro 2 Aspectos c1imáticos de las zonas donde crece la guadua y calificación de humedad según el coeficiente P/B (Valle del Cauca) Cuadro 3 Resumen de factores c1imáticos que condicionan el crecimiento de la guadua Cuadro 4 Resumen de factores edáficos que condicionan el crecimiento de la guadua ---------------------Cuadro 5 Promedio de densidad por departamento según planes de manejo --Cuadro 6 Distribución porcentual de guaduas según categorías diamétricas-------Cuadro 7 Variación de altura total y comercial de la guadua Cuadro 8 Estimación de tiempos de paso para cada estadio de madurez de la guadua (experiencias del Valle del Cauca)--------Cuadro 9 Distribución porcentual de la guadua en los diferentes estadios de madurez por departamentos y promedios ----------

_

40

44

CAPÍTULO

56

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62 64 66 n

67"

68

---

69

III

Cuadro 1 Evolución promedio del chusquín en el banco de propagación --------CAPÍTULO

58

_

H

CAPÍTULO

57

88

IV

Cuadro 1 Sistemas visuales de detección de deficiencia y exceso de nutrientes en la guadua------------------Cuadro 2 Rango aceptable de algunos elementos minerales en el suelo --------Cuadro 3 Fertilidad de los suelos

105 107 _

108


Cuadro 4 Fuentes de fertilizantes CAPÍTULO

109

_

116

_

129

V

Cuadro 1 Control de malezas (tiempo en meses después de plantado el guadual) Cuadro 2 Costes de establecimiento y manejo de una ha de guadua CAPÍTULO

_

VI

Cuadro 1 El guadual como un ecosistema -------------------Cuadro 2 Los guaduales como un sistema productivo ----------------

136 137


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