El
perro es dueño de mi felicidad y yo soy el amo de la suya JOSÉ PÉREZ JIMÉNEZ
PE R RO S
DE AGUA
Un buen día, un gran amigo mío, José Carlos Jiménez Torres me dijo que había conocido a un hombre que tenía perros de agua. Esto me lo comentó ya que sabía mis gustos y la admiración que yo le tenía y le tengo a esta maravillosa y estupenda raza. Esta pasión comenzó con una perra bicolor (blanca y negra), su nombre era «Cursi», perra pastora complaciente a mi voz y a mi mirada. Mi amigo José Carlos era consciente de todo esto, así que un día me propuso ir a Grazalema para visitar y conocer a Guillermo, propietario del afijo de Gaidovar. Tal día llegó y como era de esperar, me quedé perplejo nada más ver esos perros. No tenía más ojos que para una perra cuyo nombre era «Uva». Guillermo, un hombre atento a mi persona me dijo que me regalaría un cachorro. Yo no lo podía creer pero al poco tiempo recibí una llamada suya donde me comunicó que mi cachorro estaba listo. Por causas del destino este cachorro no pudo seguir adelante. A pesar de todo, la generosidad de Guillermo era tal que no dudaría en volver a
H
ola. Mi nombre es José Pérez Jiménez. Soy natural de Paterna De Rivera, y conocido por todos como Pepe. Transcurría el año 2.007 cuando mi vida cambió de pronto, y lo hizo dando un giro brutal debido a un duro accidente laboral. Había que levantarse de todo esto, había que dibujar y darle color a la vida de nuevo. Pasaría mucho tiempo entre operaciones, recuperaciones y rehabilitaciones, pero en mi mente tenía la confianza de que saldría adelante y que vería la luz al final del túnel gracias a mis familiares, a mi novia, a mis amigos y a algún que otro angelito que hay por ahí arriba revoloteando.
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