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Luis Guillermo Villasana

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Ukumarito (voz quechua), representación indígena del oso frontino, tomada de un petroglifo hallado en la Mesa de San Isidro, en las proximidades de Santa Cruz de Mora. Mérida – Venezuela.


El Sistema de Editoriales Regionales (SER) es el brazo ejecutor del Ministerio del Poder Popular para la Cultura para la producción editorial en las regiones, y está adscrito a la Fundación Editorial El Perro y la Rana. Este Sistema se ramifica por todos los estados del país, donde funciona una editorial-escuela regional que garantiza la publicación de autoras y autores que no gozan de publicaciones por las grandes empresas editoriales, ni de procesos formativos en el área de literatura, promoción de lectura, gestión editorial y aspectos comunicacionales y técnicos relacionados con la difusión de contenidos. El SER les brinda estos y otros beneficios gracias a su personal capacitado para la edición, impresión y promoción del libro, la lectura y el estímulo a la escritura. Y le acompaña un cuerpo voluntario denominado Consejo Editorial Popular, co-gestionado junto con el Especialista del Libro del Gabinete Cultural estadal y promotores de literatura de la región.

Como homenaje a uno de los maestros de la Poesía en Hispanoamérica, la Colección Ramón Palomares, en aras de fomentar este género, da espacio a la creación de autores inéditos y ya publicados, quienes en su afán por encontrar propia voz han decidido confrontar la palabra con la crítica, poetas y un público anónimo que finalmente es lector sin cortapisas de su obra. Mediante estas publicaciones intentamos dar justa difusión a una poesía merideña poco domeñada, inaprensible al lenguaje impuesto por directrices del esquema, dispuesta a preservar los sonidos de un español venezolano cada día más persistente en el tiempo invariable de la palabra.


Luis Guillermo Villasana

Libélulas descarnadas Fundación Editorial el perro y la rana Sistema de Editoriales Regionales-SER ¦ Mérida. 2018 Colección Ramón Palomares Edición Digital


© Luis Guillermo Villasana © Fundación Editorial el perro y la rana, 2018 Ministerio del Poder Popular para la Cultura G-20007541-4 Centro Simón Bolívar, Torre Norte, Piso 21, El Silencio, Caracas – Venezuela 1010 Telfs.: (0212) 377.2811 / 808.4986 http://www.elperroylarana.gob.ve coordinaciondels.e.r@gmail.com @perroyranalibro Fundación Editorial Escuela El perro y la rana Sistema de Editoriales Regionales-SER, Mérida Calle 21, entre Av 2 y 3. Centro Cultural Tulio Febres Cordero, nivel sótano Mérida – Venezuela merida.ser.fepr@gmail.com @SNIMerida Imprenta Mérida

Fundación para el Desarrollo Cultural del Estado Mérida – FUNDECEM Edición y corrección Karelyn Buenaño Diseño y diagramación YesYKa Quintero Portada © YesYKa Quintero

Depósito Legal: DC2018000727 ISBN: 978-980-14-4166-3


Luis Guillermo Villasana

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A Myriam Prieto Musa de mil colores fe y esperanza boreal cuya sonrisa de oropel dio vida a esta humilde obra. Gracias por la fe depositada en la humildad de mis sueĂąos.



Presentación Luis Guillermo Villasana desde muy joven se inicia en la creación literaria, bajo los sueños del poeta humilde y sencillo que plasma sus escritos como ideario de vida, secuenciado por sus propias experiencias. Sus escritos son una auténtica e insoslayable contribución a la poesía de sentimiento, al paisaje, a la vida, al país, donde las manifestaciones de soledad y tristeza hacen alarde de la armonía de sus escritos. La exquisitez de sus poemas nos lleva inmediatamente al recuerdo del bardo Horacio Quiroga, quien plasmó sin prisas y en forma directa sus sentimientos y pasiones más íntimas en sus obras llenas de realidades sociales y sentir de la época que le tocó vivir. La escritura se enriquece con sus metáforas y símiles, adornando cada una de las líneas, que conllevan al lector a sentir y vivenciar cada uno de sus poemas.

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Sus escritos muestran la constancia y la búsqueda de explicación a los aconteceres de la vida. En ellos plasma sus experiencias, sus frustraciones de solitario soñador, sus amores por la familia, la patria, la tierra y la soledad. Ha vivido experiencias poéticas con grandes escritores merideños en encuentros literarios, donde los ilustres como Ramón Palomares le han brindado apoyo y estímulo para que siga en la lucha impresa en sus venas, la poesía, que nos permite conciliarnos con la parte más elemental e íntima del alma. Nos conforta, transporta, nos hace apreciar y a darnos cuenta que: “la fulgurante tecnología con todos sus artilugios mágicos jamás podrá reemplazar al alma humana”. Hay que estar claro, la humanidad cada día se dispersa más, son muchos lo agentes que la provocan, pero no hay que olvidar que


aunque la poesía parezca cursi y gris para muchas personas, ella siempre será el mejor y más nutritivo manjar para alimentar nuestra alma, y los poemas de Villasana están llenos de esa realidad tangible en el día a día, pues donde se encuentre, su mensaje siempre culmina diciendo: “un hombre sin sueños es un cadáver insepulto” Prepedigna Dugarte



Libélulas descarnadas I Están aquí en silencio Sin cuerpo, sin alas Recordando historias Unas buenas, otras malas II Recuerdan los amores También las familias La tierra bendita Así como sus cuitas III Vida ya pasada Vida hoy presente De tristezas y alegrías Que yacen silentes IV Libélulas de luz De fuego y oscuridad Viven siempre presentes En pos de libertad

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V La vida es resumen De ĂŠxitos y fracasos Donde todo ha pasado Entre memorias y retazos VI Son de alas doradas Con cuerpo de esperanzas Donde anidan pasiones De la vida semblanza VII Destino noble del poeta Apoyado en tu vuelo Pues entre nostalgias Eres siempre su consuelo.

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Lágrima de poeta I Insomne lágrima infinita Que caes desde el universo Cubriendo con tu tristeza Mi soledad y mis versos II Lágrima de antiguo poeta Que bebió del dolor Dejando en sus letras Recuerdos de un amor III Plasmados ya quedaron En poemas resignados Amores y nostalgias De poetas desterrados IV Lágrima bendita y maldita Que ardes en el pecho Del poeta solitario En los versos que ha hecho

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V Sepultado ya quedó El poeta en su dolor Solo lo acompaña triste Una lágrima de amor.

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El pobre I Va el pobre con sus rezos Entre el hambre y la agonía Cultivando vieja fe Esperando un nuevo día II Roto el bolsillo del pantalón Rota la esperanza también En dura espera vacía Sin milagros y sin bien III El rosario está en la esquina Entre el polvo y la fe Dios parece olvidarse Entre tragos de café IV Solo piensa en lo que hará En mañana siempre incierto Entre lágrimas ahogadas Por dolor y el tormento

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V Sin maĂąana, sin futuro Apresado en sufrimiento Va sin Dios ni juramento Sin destino en su lamento.

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Romancero del bohemio I Voy a contar hoy la historia Que la brisa trae a mi memoria De un bardo cansado y viejo Que del amor hizo un ruego II Una noche sin estrellas Libando su triste licor Entre sombras y estelas Fue recordando su amor III Recordó con toda el alma Que solo a ella quería Su figura ya con calma En su mente aparecía IV De sus besos miel de abeja Y sus ojos seductores Transformados en madeja Entre el canto de las flores

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V Ese cuerpo tan deseado Ese cuerpo de canela Donde quedaron plasmados De mis gozos mi morena VI El bohemio presentía El final de ese amor Y en su menta ya sabía Que llegaba su dolor VII Y el pecho se llenó De tristeza y soledad Y su alma entregó Cual ave sin libertad VIII Y el amor que tanto quiso En el tiempo fue quedando Derrotado y sin aviso Tras sus ojos fue rogando IX Que pesada cae la tarde En su paso verdigris Recordando sin alarde Que así fue que te perdí 22


X Hoy tus besos no son míos Y tus ojos se perdieron Entre noches y los ríos Otras luces se encendieron XI Y tu cuerpo y tus caricias Tienen ahora otro dueño A quien bridas tus sonrisas Tu pasión y tus anhelos XII Así termina este sueño De un bardo que tan solo amó Ahora solo y sin ruego Su alma triste sepultó.

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Bolero I AquĂ­ estoy viejo amigo Escuchando el lamento de tu voz Sentada la soledad conmigo En silencio estamos los dos II Irrumpes con furia mi memoria Arrancas recuerdos de secas ramas Llenando de sangre la magnolia Aullando a la luna cuanto amas III De tus tristes notas va naciendo Mil sentires encontrados Y en las almas va creciendo El suspiro enamorado IV Vas tocando corazones Entre acordes encendidos Revelando ilusiones De romances ya vencidos

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V Es tu canto de pasiĂłn De nostalgias encontradas Entras suave al corazĂłn De las almas enamoradas.

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Sepultura I Entre cuatro negros corceles En la noche temblorosa Cabalgan en triste silencio Entre rosas majestuosas II Y su carga no es de vida Es tristeza, es angustia Por amores que ha llorado Y en su pecho hoy repuntan III En agónico cortejo Van silentes los recuerdos Acompañan al cadáver Entre locos y cuerdos IV Susurran los motivos Discutiendo la sentencia Los errores van atrás Condenando la indolencia

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V Ya se acercan al sepulcro Solo hay viento y soledad Las campanas doblan tristes Hombre muerto, sepultad VI Enterrado aquél quedó Él que dio su corazón Enterrado en soledad Con su pena y su dolor.

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Me extrañaras Cuando el día se confunda con la noche... Y no esté a tu lado Cuando sola en la habitación... No encuentres mi cuerpo ni mi calor Las noches…. cuando acariciando tu rostro Te besaba tiernamente Y dormida entre mis brazos Te sentías segura… amada Cuando feliz reías por mis ocurrencias Jugando, corriendo por toda la casa Como dos pequeños duendes Al hacer el amor con loca pasión Y entregarnos sin demora ni conciencia Me extrañaras Cuando sentada en el balcón Busques mis manos en dulce caricia… Y no las halles Cuando tus labios busquen los míos Así como tu rostro en mis pupilas Me extrañaras largamente En el vacío de tu corazón En el frío de tu alma Quizá…

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Solo una fotografía mía Sea tu compañera Y yo sé que Me extrañarás.

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Cual frágil puede ser el amor Cual frágil puede ser el amor Aquellos pequeños detalles Que una vez nos unieron Y hoy tan solo son cenizas Aquellas noches Que dormida a mi lado Contemplaba con amor tu rostro Cuando suavemente acariciaba tus cabellos En silencio El suspiro de mi pecho En dulce compás de liras Al beber de la copa de tus labios El elixir de mi suerte echada Y tú calmada sonrisa de paz Dibujada en la penumbra Hoy mi lecho está vacío Hoy tan solo tu recuerdo Y tu ausencia me acompañan Cuan frágil puede ser el amor Vivir el sueño de la dicha Y despertar En la más terrible soledad Ayer fuiste mía Y hoy… hoy ya no estás Como el suspiro de una gaviota herida

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Te alejaste entre las sombras Llevándote mi corazón Mis sueños y esperanzas Y así logré comprender Cual frágil puede ser el amor.

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Ausencia Quiero que mi ausencia Sea las alas para tu viaje Que mi tristeza sea tu camino Y mi voz tu recuerdo Tú figura en flor Encadenada en mi memoria Mariposa resignada En el fuego de la soledad Busco el perdón de tu amor Y el descanso de tu sonrisa Te fuiste en la distancia Y mi amor tras de ti Perdido entre la nada Acompañado de tu recuerdo El aroma de tu piel Conservado entre las almohadas Y el calor de tu cuerpo en mis sabanas Retazos de memoria En mi vacía habitación Mis manos te buscan en las sombras Y mi corazón entre los ríos Estas tan lejos del jardín Donde una vez sembramos sonrisas Y la triste resignación me abraza

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LĂĄgrima solitaria y escondida Recorre el amargo camino de mi rostro En las horas llenas de desesperanza Tu imagen conforta mi pecho.

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Cuando yo muera Cuando yo muera No me obsequies tu tristeza Ni plasmes tu dolor En el azul del cielo Ni dejes que tus lágrimas Sean ríos que ahoguen tu alma Cuando yo muera Quiero tu risa de estrellas Que tantas veces me arrullo Tu mirada de luna llena Que tantas veces alumbro mis pasos Quiero llevarme tus caricias y suspiros Y no el deseo yerto y frío de la noche Cuando yo muera Quiero ser memoria grabada en tu alma Donde descansen mi sonrisa Mis sueños y esperanzas Cuando yo muera Recuerda que soy El bardo solitario Que siempre te amó.

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Fatalidad Mi alma roza el universo De mano con mi dolor Tristeza profunda Tristeza sin color Vacío infinito En alma destrozada Corazón etéreo Sin calor ni fronteras Ojos cansados sin futuro Labios partidos en nostalgias Mariposa seca sin mañana Vacío indivisible en hierro forjado Dolor sin llanto ni doliente Vida arrastrada Por vientos del norte Cuerpo carcomido Sin luz ni simiente Imposibilidad de lecho En mar de esperanzas Amargas rosas Arropando mi cuerpo Alimento podrido En noche moribunda.

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¿Quién? ¿Quién beberá tus besos Ahora que yo no estoy? ¿Quién tendrá el sabor de la fruta madura de tu boca? ¿Quién vera su rostro reflejado En las pupilas de tus ojos enamorados? ¿Quién llevara tu aroma en su piel y tu perfume en sus ropas? ¿Quién paseara libre en tus pensamientos y tendrá un altar en tu corazón? El calor de tu cama La suavidad de tus cabellos en sus manos El embrujo de tu sonrisa en su alma Tus suaves manos ¿en dulce caricia a quién pertenecerán ahora? ¿Quién cantará mis viejas canciones y por quién suspirarás ahora? ¿Dónde enterrarás mis recuerdos y mis poemas? ¿Quién caminará de tu mano por la senda de la playa y te tomará en sus brazos Cuando la brisa nocturna acaricie tu piel Y tiembles al frío del recuerdo? ¿Quién? ¿Quién?

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Cómo olvidar I Procuro olvidar tu nombre Procuro arrancar tu sonrisa Pero pesa más tu recuerdo Vivo entre agonías y cenizas II Tú mirada está en mi mente Y tú aroma aquí en mi alma Hoy tan solo estas ausente En mi pecho ya no hay calma III Recuerdo tus llamadas El calor de tus manos también Pasiones en llamaradas Deseos ardientes en tu piel IV Tu ropa y tu frenesí La casa por siempre arreglar Zapatos que recogí Detalles que no puedo olvidar

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V Los clavos hoy en su sitio Cubiertos para el buen comer Costumbres que son rito Como dejarte de querer VI Cada recuerdo de ti Tus gestos para adorar Hoy son nostalgias en mí Pero el tiempo no ha de parar VII Cómo olvidar esas cosas Como olvidar tu amor Ni tu boca como rosa Ni tu voz ni tu canción VIII Tus caricias en mi cuerpo Y tus besos encantados Que consumen ya mi aliento Cómo olvidar cuanto te he amado IX Cuánto te quiero olvidar Y tan solo te puedo amar Quiero este ciclo cerrar Ya no quiero más penar 38


X Si el tiempo pudiera volver Y mis errores poder enmendar Tal vez otros frutos recoger Y así de nuevo todo empezar XI Solo una línea difusa existe Entre mi amor y tu olvido Quizá como tú me dijiste Tomemos nuestros caminos XII No quedan detalles aquí Es hora de despedirnos Perdón por ser como fui Nos fuimos como suspiros.

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Nada espero No espero que me ames No espero siquiera tu recuerdo Este amor en mi pecho Es suficiente para los dos Esta pasión de mi alma Consume nuestras ansias No espero que vuelvas Total ya has hecho tu camino No espero un suspiro Ni tan solo un respiro Pues tu camino es mi senda Y las estrellas mis suspiros No espero más Por tus caricias Pues en la urgencia de mi cuerpo Acariciaran el tuyo Tan solo a unas calles estás Y sin embargo que gran abismo hay No espero más tus cartas No espero más tu aroma Pues tengo tu letra grabada en mi piel Y tú aroma entre mis sabanas No espero más tus lágrimas Así como tampoco tus palabras Pues tus lágrimas están en mí

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Y tus palabras son mis poemas cansados Ya no espero nada de ti Ya no espero tu amor Pues toda tu Estás dentro de mí.

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Final de día Cae la noche silenciosa Y me deja solo con mi tristeza Solo cuatro paredes mi compañía Y la voz… sólo la mía No hay caricias, ni sonrisas No hay palabras de consuelo Fantasmas y demonios Deambulan por mi mente Ya no hay otro pecho Donde reposar mi cabeza No hay otro regazo Donde vaciar mis lágrimas He perdido el amor Así como la sonrisa Errores he cometido Éxitos también he conseguido Más todo pasa Nada queda por dentro Solo el vacío Vacío de lo que pudo ser Es la soledad mi compañera Que siempre me acompaña Bebo del cáliz la amargura Del pasado ya perdido

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¡Tanto trabajo! ¡Tanto luchar! Y todo ha desaparecido El invierno hereje me consume Llenando mi rostro de arrugas Mis cabellos de nieve Y mi corazón de soledad Solo un eco mis recuerdos En largas noches de insomnio Agonía punzante del alma Que observa en silencio Como terminan mis últimos años Entre un trago y una lágrima Ahora espero taciturno El último viaje del tiempo Sentado sobre estrella moribunda En busca de esa vida perdida En busca de la absolución.

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Te busco Te llamo cada noche… Aunque sé que no estás Me pierdo… En el laberinto de mi soledad Tratando de encontrarte Busco en vano tu voz… Que ya el viento se llevó Entre tinieblas camino Tratando de encontrar tus ojos Y sólo negra oscuridad consigo ¿Dónde te fuiste con mi corazón? ¿Dónde tus pasos te llevaron? ¿Qué camino se llevó tu aroma? Solo retazos de nostalgia quedaron Cual cristales rotos en el jardín Ardiente desierto mis pensamientos Gélido glacial sobre mi pecho Te fuiste sin aviso Tan sólo… Cerraste la puerta tras de ti Y yo quede aquí Perdido entre las sombras Lamiendo mis heridas Como perro vagabundo Envuelto entre la nostalgia Y la soledad de la noche.

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Destino en re menor Cada respiro… Lento y doloroso Cada lágrima… Llena de vacío Cada silencio… Que aturde con sus pasos Cada promesa… Destrozada y perdida Cada recuerdo… Desvaneciéndose en sombra pesarosa Cada caricia… Perdida entre tinieblas Cada noche… Acompañando mi soledad Por caminos de tristes experiencias Palabras marchitas Muertas al borde de mis labios Vida transgredida En fatídico oráculo Oscuridad del ser Muerte de la alegría Deshonra de la fe Final de un destino marcado Solo soy polvo En viaje sin regreso Por los vientos del norte.

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Esta vida I Esta vida que yo tengo De tristezas y alegrías Donde pasan lentas horas En las noches y los días II Las nostalgias van pasando Entre estrellas ya dormidas Caminando va en silencio Hoy mi alma entristecida III En la noche de los tiempos Busco en vano mil respuestas Entre sombras tormentosas Con mis manos siempre abiertas IV Aunque el cuerpo este dañado Y el espíritu dolido No me quejo ni me aflijo Porque nada se ha perdido

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V Sobre todo los pesares Las angustias que he sufrido Va la fuerza de mi alma Porque nunca me he rendido.

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Si pudiera Si pudiera volver el tiempo atrás No te amaría Como te amo hoy Si pudiese haber evitado mis errores Entonces no sería El hombre que soy hoy Ni tendría la experiencia Ni el conocimiento de tu amor Si lograra cambiar las cosas Y lograr cumplir mis sueños Entonces no sería mi vida La que estoy viviendo ahora Y mis lágrimas tampoco serian mías Cuánto dolor reinante En pecho enamorado Cuanta alegría cierta En corazón alborozado Si pudiera volver el tiempo atrás Nada cambiaría ni por bien ni por mal Pues así llegue a tu vida Con virtudes y defectos Con fragancia de mil lirios Con mis noches y mis vientos Y aunque todo hoy cambiara Siempre tuyo mi corazón eterno.

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La otra navidad Navidad Tiempo de alegrías y recogimiento en unos Tiempo de tristezas y soledad en otros Tiempo de regalos y sonrisas Tiempo de retiro y lágrima oculta Último mes del año Última oportunidad de muchos Copa llena de desilusiones y ansiedad Donde se escarcean los recuerdos Y nos vestimos de nostalgias Pensamientos dispersos Arrastrados como hojas al viento Canto de negras aves Atenazando el espíritu sombrío El solitario nocturno Camina entre su noche de espantos Entre los cantos alegres La música incansable y la risa de los niños Alma gastada de soledad Viejo pasado de calor humano Viejos rostros que no volverán Disipados entre el humo de la tristeza Voces sin tiempo en el oído Amores distantes ya vencidos Frío en el alma descarnada

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Hambre y angustia en abandono En callejuelas delgadas y retorcidas Así es el transitar del solitario Así termina un año más en su corazón Entre sombras y su olvido.

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Triste olvido I Te veo desde lejos Al pasar con gran desdén Nuestros amores de antaño Hoy los quieres esconder II Yo te amé con gran locura En las noches de mi otoño Titilando entre las brumas Van mis lágrimas en retoño III No bastó todo mi pecho No bastó mi gran pasión Olvidado en cualquier calle Dejaste llorando mi corazón IV Y las sombras en tristeza Como fúnebre cortejo Van orando por las calles Por amores sin reflejo

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V Hoy es dĂ­a de los santos Mi corazĂłn voy a enterrar Lo mataron tus desprecios Tus olvidos en la mar VI Nada dura para siempre En amores ya vencidos Hoy recuerdo yo tu olvido En mi pecho ya dormido.

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El sendero I En la memoria recorría El sendero de mi vida Cosas malas que pasaron Y otras de gran valía II Recorrí en silencio mis lágrimas Así como también las alegrías Suspiros nacieron de mi alma Mientras más lo recorría III Y fueron instantes de dicha Así como inmenso dolor Trayendo desde el cielo Memorias de tiempo y color IV Amores cual rosa marchita Rostros desdibujados en las nubes Dolor de muertes intensas Que dentro del pecho rugen

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V Aún existen mil senderos Aún es mucho el transitar De tristezas y agonías De alegrías transpirar.

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Tu piel Aún llevo el sabor de tú piel en mi boca Aún tú aroma está dentro de mi piel Aún tu rostro está en mis pupilas Aún el calor de tus manos entre las mías Ciertamente ahora somos dos Aquella alma Aquel cuerpo que era uno Hoy se fracturo en mil estrellas En mil suspiros En sombra sin sombra El amor solo se fue Solo se escurrió Entre las manos de los desaciertos No lo evitamos No lo solicitamos tampoco El amor hizo sus maletas Y partió de tu corazón Quizá nunca me amaste Quizá sólo fui una ilusión Pero sin darte cuenta Fuiste un vulgar ladrón nocturno Robaste mi corazón, mi espíritu, mi voluntad Te fuiste con mis sueños e ilusiones Ahora a la orilla del camino estoy Pensando si solo soñé con tu amor

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O fue una triste ilusión no cumplida Aquí estoy Sentado en la esquina Esperando tú regreso O quizá tú olvido Simplemente Aquí estoy.

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Cuando haya muerto I Cuando te hayas ido Cuando yo haya muerto Quedará el recuerdo Cual rosa marchita en el desierto II Cuando mi recuerdo se esfume Y tu cuerpo este viejo Las caricias ya sin tiempo Se perderán los te quiero III La memoria cederá Sin armisticios sin pleitos Y las sombras tomarán Las nostalgias en el viento IV Tus ojos ya ciegos Buscaran mi rostro incierto Tus manos temblorosas Buscando en vano mi aliento

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V Sin sol ni luna estaré Sin distancias y sin dueños En los bosques enterraré Mis poemas y mis sueños.

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Errores He cometido mil errores He plasmado mil falacias Enrumbé mi vida en trazos Trazos de cristal y plástico Trazos de alegría y soledad Trazos de tristeza y dolor Mil cucarachas sin vida Mil alegrías ahogadas Corazón vacío y sin esperanzas Así vivo Entre estertores sin vida Entre nostalgias ya borradas ¡Dios! ¿Es esto lo que me das? ¿Es el tormento peregrino? ¿Es la tristeza y soledad lo que quieres? Mil errores cometidos Mil errores recorridos ¿Hasta cuándo este vacío? En tus manos mi destino Entre sombras mi camino Es mi vida un desatino Ya mi alma va sin brillo Soledad marcada en sino.

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Solo un sueño I Un sueño fue nuestro amor Un sueño fue y nada más Lo que ayer fue dulce amor Ya no lo será jamás II Nunca supiste cuanto te ame Nunca supiste comprenderme Hoy te alejas y triste llore Porque nunca aprendiste a quererme III Te vi de lejos partir Sentí mi alma quebrar Tan solo quise morir Y los recuerdos besar IV Un juego extraño y mortal Un juego solo fui para ti Rompiste mis sueños en forma total Dejándome solo y perdido hoy aquí

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V Cuanto me quise alejar Tu vanidad te alejo de mi amor Sé que te voy a extrañar Mi corazón en grande dolor VI Caminos diferentes somos tú y yo Nuestras almas separadas están Quizá te pueda olvidar Pero nunca dejarte de amar VII Hoy vives sola sin mí Las aves no cantaran Camino solo sin ti Las flores se marchitarán.

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Beso final I Te di un beso Fue la última vez que sentí tu boca En mi pecho quedo tu pensamiento preso Y mi dolor convertido en roca II Fue el último suspiro Fue sombra en despedida Sentimiento triste en olvido El corazón en abierta herida III Ya los campos no florecen Ya la brisa no susurra Dolores que reverdecen Desesperanzas en la bruma IV Aun guardo su sabor Aun tus labios me hieren Mi espíritu sin rencor Las heridas siempre duelen

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V Tus labios se alejaron Tu sonrisa ya no es mía Y mis ojos ya lloraron Cada noche es más fría VI En ese beso iba mi vida En ese beso iba mi pasión Todo el oro del rey midas No lleno mi desolación VII Esa fue la despedida Ese fue el último adiós Te llevaste ya mi vida Hoy la paz ruego a dios VIII De tus labios no sentiré el calor De tus besos tendré el recuerdo De tu boca su sabor En tu aliento yo me envuelvo IX Deje mi alma en aquel beso Deje mis sueños en tu recinto Se aleja el sabor de tus rezos Hoy solo queda el amor al cinto.

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Pobre poeta I Pobre poeta que al cielo levantas los ojos En busca de esperanzas, amores e hinojos Pobre de ti fantasma nocturno Sin sueños tu alma camina sin rumbo II Solo sombra sin recuerdos eres Tus versos ya no suenan, solo hieren Hieren tu carne, tu vida y tu alegría En noche cerrada, triste y vacía III Tus errores fueron tumba Que en tu espíritu retumba Por senderos polvorientos Va tu cuerpo sin aliento IV Al amor tú le cantaste Por tu tierra ya lloraste Por orgullo y desatino Ya perdiste tu destino

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V Yacen tirada tu vida Yacen regadas tus rimas En turbulento mar profundo Por desamores rotundos.

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Lo que fuimos I Ayer fuimos amantes Hoy tan solo un recuerdo Barrido por el viento En camino del olvido II Tu lecho un día bañé Entre pétalos de rosa Dejando mi pasión En la tarde caprichosa III Que corto fue el tiempo Que viví tan dulce sueño Que largo es el amor Aunque nunca fui tu dueño IV Mil cosas hoy presentes En mi pecho y pensamiento Evocando tú presencia Esta hora con mi aliento

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V Largas tertulias de amor De promesas hoy vencidas Por las sombras silenciosas De esperanzas ya perdidas VI Fuimos tan solo dos aves Que un día cruzaron su vuelo Aunque hoy estés distante Con mi pecho yo te anhelo.

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Hoy me dices adiós I Hoy me dices adiós Sin temores, sin orgullos Nada importa el pasado Mis vacíos no son tuyos II Siempre fui un despistado Nunca recordé las cosas Hoy tan solo soy ataúd Donde reposan tus rosas III He decretado al destino Jamás volverá ser Solo un tonto enamorado Que por amor se ha de perder IV Nada te importó mi suerte Tampoco mi devenir En las noches caprichosas Niegas ya mi existir

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V Me apartaste de tu vida También de tu corazón Solo quedan los recuerdos Aplastados por la razón VI Soledad mi compañera La que siempre me recuerda El amor siempre es ingrato En la noche siempre eterna.

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Descanso Cuando mi cuerpo viejo y cansado como elciprés Se haya posado en la tierra suave como la mano de mi madre Cuando sordo suene el último golpe de pala sobre mi fría tumba Cuando las cenizas de mis huesos sean esparcidas A través de los campos de trigo Cuando se sequen los ríos en los rostros de quienes me amaron Cuando la última flor se marchite en mi sepultura Y el viento cansino Arrulle con gélido canto de desesperanza Entonces y solo entonces Mi alma libre como canto de ave Poderosa como la fe del sacerdote Transparente como el llanto de un niño Ardiente como el beso de amantes anónimos Amorosa como el abrazo del hijo perdido Insinuante como la música de la lira Volará a través de las planicies plañidamente Poseyendo el olor de las flores salvajes El rocío de la mañana de Octubre La alegría del amanecer boreal La inquietud de la paz en el corazón del hombre

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Mi alma tranquila sonreirá y caminará En multicolores campos del Edén Y en la eternidad de los tiempos Seré libre nuevamente.

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El cuervo Frío cuervo que graznas en mi pecho Hundiendo tus aceradas garras en mi corazón Acechas inmutable mi espíritu Y tus ojos recorren mi ser Fría figura de muerte Ave que proclama mi condena En cada paso que das Arrancas un trozo de mi vida Negro plumaje que hiere mi piel Largo pico cual mano descarnada Perforando lentamente mis esperanzas ¡Déjame ya! ¡Aleja tu perfidia de mí! Lleva tu dolor y desesperanza Al tiempo vacío y oscuro Vuela hacia la soledad infinita En tristes tormentos sin fin Aurora sin luz Paradigma de antiguos sueños Protector de tribulaciones Y seca sangre en los labios ¡Vete! Y deja mi corazón En ánfora de mar.

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Epitafio Aquí yace mi cuerpo En lecho de azul fragancia Mortaja de vida pasada Soledad de lágrima incierta Sin dolor, ansias, sufrimientos Sin angustias ni premuras Solo la calidez de la paz La caricia de la tierra El murmullo del vacío Rosa marchita en mi pecho Jacinto de plata en mi frente Y en la noche eterna de los tiempos Las libertad de mi alma Se consagra con el universo.

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He muerto He muerto sin saberlo Mi alma arrancada En la pesadez de mi cuerpo de roca Se fue en la mano de la tristeza y soledad Quizá esté bajo la hoja de algún ciprés O en los colores del arco iris en tardes de Octubre ¡He muerto sí! El pesado catafalco de mi cuerpo Lleno solo de terribles tormentos Desesperanzas y amarguras Deslastrándose de dichas y alegrías A cada paso cansado al final del día Solo trozos de vacía vida Arrastrados por los vientos del norte Y al tiempo del cenit finito Acaricio el rostro de la muerte Esperando solo e impávido Caminar a su lado En busca de mi alma.

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Infierno Mis manos de ánforas vacías Mi corazón en oscuro dolor Larga tristeza de noche invernal Presagio de negras mariposas en mi vida ¡Cuánta soledad en mi triste alma! La nada llena mis sentidos El vacío intenso como sombra premonitoria Mi cuerpo y espíritu llenan sin piedad ¡Oh vida! ¿qué significa el amor? Tus huestes impúdicas someten mi ser Trasiega la miel de la desesperanza Mi garganta polvorienta La tristeza y la impunidad me dominan Mientras el infierno de azules flamas Con regocijo invernal Mis huesos calcinados reclaman Y mi alma, cuerpo y vida Se someten a tu destino.

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Muerte ¡Ay muerte ingrata! Que pasas en oscuro torbellino Arrasando sin piedad Los campos de la vida Camina en silencio Entre sombras y nostalgias Llenando con tu vacío Las ánforas en pasado Solo dejas un montón de recuerdos Recuerdos como cenizas Disipadas en la inmensidad Por los vientos del este Nada queda Todo es consumido Por la vorágine de tu ansiedad De las fauces de los tiempos Llega hasta tu vientre Los sueños y esperanzas Que ya no serán.

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Que Qué vacío es el tiempo sin ti Qué largas y pesadas las horas Solo tu recuerdo retumba en mi mente Y mi pecho se cierra al compás del viento Recuerdo tu sonrisa mojada Añoro tus manos en dorado bosque La fuente inagotable de tu ser Cimbrando en pétalos de rosa mi corazón Cocuyos anhelantes tus ojos Refulgen en el lago de mis ojos Labios formados en hojas de salvia Sinuosos caminos del alma Así es tu imagen en tiempo perfecto Regresa Y llena de nuevo mi fuente con tu amor.

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Condena En las penumbras de la noche Mi alma triste y vacía camina sin destino Mis ilusiones yacen en el féretro de la desesperanza En la nave de mi corazón las velas sin hinchar Mi espíritu trasega en el árido camposanto de mi sonrisa Mis ojos yertos y fríos no ven más el arco iris de la alegría Todo mi cuerpo examine, exhausto y sin deseos El lago de mis anhelos está lleno por los ríos de mis lágrimas Mi alma errante sigue su solitario camino en la noche eterna Y la condena se hace dueña de mi cuerpo, mi alma y mis esperanzas.

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El lecho I Es tan grande el lecho Tan pequeños hoy los sueños Fría noche sin consuelo Sin amores ni reflejos II No bastaba esta historia Donde todo se esfumo Ni siquiera las palabras Que el viento se llevó III Las lágrimas fueron formando Lago de sal ingrata Donde mueren esperanzas En azul dolor remata IV Yace solo el lecho Yerto, frío, silencioso Desaparecieron los besos Y tu rostro candoroso

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V Las caricias y suspiros En sombras se han convertido Dando paso a la desolación De un pasado inadvertido VI Llora el lecho solitario Extrañando tú perfume Tu sonrisa, tu calor En amor que no presume.

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¿Dónde? I Dónde está el cielo azul Que se esconde en mis suspiros De las tardes primorosas De los nardos sus respiros II Dónde estaba mi recuerdo Que esculpí ayer silente Con cincel de mil pasiones En el río de tu mente III Lloraron tristes las cuerdas De mi vieja y dulce guitarra Añorando tú regreso En el canto de cigarra IV ¿Dónde fue a dar tu amor? ¿Dónde quedo tu corazón? Todo fue tan solo ilusión Que me trajo destrucción

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V Ayer vivĂ­ a tu lado Hoy muero en soledad En pecado de amor bendito Por tu olvido sin piedad.

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Memorias En la tarde ya cansina Van mis pasos tras tu rostro Tu imagen se difumina Entre cristales de recuerdos Recuerdos rotos en fragmentos de vida Son las sombras sobre el cenit dormido Mil presagios de la noche Te pierdes entre las brumas De memorias sin pasado Es mi alma triste rezo De plegarias temblorosas Entre labios ya marchitos Entre sombras y nostalgias Hoy te vas como el rocío Que se pierde en la penumbra Dejando sin luz ni calor Esta mi alma solitaria Todo escrito está En el libro sin palabras Donde queda hoy memorias Y retazos de esperanzas Corazón en triste tiempo que la vida se va apagando Como el día con la noche Y los sueños desnudando.

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Tu duda I Es tu duda fría daga Que mi alma hoy traspasa Destrozando ya mi fe Sin consuelo ni esperanza II Todo el amor que te di Sin pensarlo ni dudarlo Cual sombra nocturna está Divagando sin quererlo III Mariposa de dolor En mi corazón posada Hechas raíces de tristeza Alejando a mi amada IV Tu sentir se ha dividido Dos vertientes ya presentes En tu pecho y tu mente Cual agujas hirientes

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V Lo cóncavo, lo convexo El deseo, el amor Luchan con gran fuerza Para ganar tu corazón VI Entre sombras y la luz Vas buscando tu verdad Donde la paz hallarás Con tu alma en bondad.

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Te has ido Mi alma cansada camina sin rumbo Tomada de la mano con mi tristeza Por lúgubres caminos inciertos Hablan del pasado De radiantes días de amor De sonrisas perdidas en el tiempo De miradas preñadas de complicidad Del antiguo y reciente dolor Que con cruel burla se posó en mi corazón La decepción y la rabia Como hermanas celosas Hacen ronda en mi espíritu ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué este abandono? Nada pude ofrecer Sólo mi amor, alma y vida Nada fue suficiente Para saciar la inquietud de tu pecho Mis lágrimas volaron cual aves heridas Sin encontrar su nido Mis manos Cual ciervos extraviados en la niebla Tratan de encontrarte sin encontrarte Y mis ojos ciegos de arena de mar

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Nunca logran ver de nuevo Tu rostro de marfil salino Te has ido Y aquĂ­ quedo Con mis recuerdos Y mis nostalgias.

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Recuerdos I Recuerdo tus ojos negros Brillando en la noche como brasas Reflejando la luna noctambula En tu mirada cuando pasa II Recuerdo tu sonrisa en serenata Concierto de ave adormecida En verano de diรกfano lucero Entre la rosa entretejida III Recuerdo tu cuerpo de gacela Elegante y seductor Atrapรกndome sin prisas Con los lazos del amor IV Recuerdo tus manos tibias Aquellas que me brindaron Dulce y tierna caricia Y mis labios ayer besaron

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V Recuerdo toda la dicha Que en espacio finito me diste Hiciste un camino de plata AllĂ­ donde mi alma perdiste VI Entre recuerdos siempre estĂĄs Presente y primorosa Perfumando mi memoria Con la nostalgia de la rosa.

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Que no sepan I Que tus ojos no sepan Que por última vez me miran Ni tu boca callada Sepa mis heridas II Ni tu cuerpo sienta El calor de mis manos Tampoco tu risa En noche de verano III Que no sepa tu alma Por todo lo que pasamos Así tu corazón El amor que atrás dejamos IV Que no se entere el cielo En triste y vacía copa De las horas ya gastadas Colgadas junto a la ropa

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V Que no se entere mi espíritu Como fue que te perdí Se fueron los suspiros En solitaria tarde gris.

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Presentimiento I Presentí tu partida Desde aquel mismo instante Que anhelabas tu libertad Y tu mirada era distante II Tus palabras hoy buscaron El refugio de otro amor Mis manos ya vacías No sintieron tu calor III Mi espíritu turbado Caminaba entre las sombras Junto al corazón sangrante Al saber que no me nombras IV Mi nombre ya fue borrado De t corazón y mente Olvidado así mi rostro En triste grito silente

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V Presentimiento cruel y mortal Que trajiste a mi pecho Vacío y soledad Frío indómito en mi lecho VI Hoy sepultas tu sonrisa Despides las palabras Borras tus miradas Mi tumba ya labras.

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Oscura noche I Por oscuras calles camino Buscando la paz en mí pecho Sin rumbo y sin destino Tan lejos hoy de tu lecho II Un cigarrillo entristecido En silencio me acompaña Va su humo dibujando Alma sola de montaña III El corazón divagando Pensamientos ya vencidos En la noche solitaria De suspiros escondidos IV Arde el pecho cual volcán De dolor va lacerado Por los celos traicioneros Del amor arrebatado

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V Es tan grande este amor Que llena mi alma entera Obnubila la razón Aunque así no lo quiera VI Es por ello que hoy solo Camino en oscura noche Soñando entre la bruma El besarte sin reproche.

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Índice Libélulas descarnadas

15

Lágrima de poeta

17

El pobre

19

Romancero del bohemio

21

Bolero

24

Sepultura

26

Me extrañaras

28

Cual frágil puede ser el amor

30

Ausencia

32

Cuando yo muera

34

Fatalidad

35

¿Quien?

36

Cómo olvidar

37

Nada espero

40

Final de día

42

Te busco

44

Destino en re menor

45

Esta vida

46

La otra navidad

49

Triste olvido

51


El sendero

53

Tu piel

55

Cuando haya muerto

57

Errores

59

Solo un sueño

60

Beso final

62

Pobre poeta

64

Lo que fuimos

66

Hoy me dices adiós

68

Descanso

70

El cuervo

72

Epitafio

73

He muerto

74

Infierno

75

Muerte

76

Que

77

Condena

78

El lecho

79

¿Dónde?

81

Memorias

83

Tu duda

84

Te has ido

86

Recuerdos

88

Que no sepan

90

Presentimiento

92

Oscura noche

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Versión digital, abril de 2018 Sistema de Editoriales Regionales - Mérida Mérida - Venezuela


Colección Ramón Palomares

Libélulas descarnadas Libélulas descarnadas es una obra llena de realidades sociales, de paisajes, de sentimientos de soledad y tristeza, mostrando la constancia y búsqueda de aconteceres de la vida, versos que nos llevan a una realidad de sueños y amores por la familia, la patria, la tierra y la soledad.

Sistema de Editoriales Regionales

Mérida

Luis Guillermo Villasana

(Caracas, Venezuela, 04 de octubre 1961) Residenciado en Mérida desde hace 28 años. Conduce el programa radial: Memorias del romance, en la radio de la UPTM “Kleiber Ramírez”. A participado en varios Festivales Internacionales de Poesía de Venezuela, representó a Venezuela en el IV Encuentro Binacional colombo-venezolano (Colombia). Autor de la letra del himno al Pico Bolívar y del poema Ejido, plasmado en un mural en la Casa de la Cultura Hacienda el Pilar Ejido estado Mérida. Ha obtenido algunos reconocimientos internacionales a través de páginas de poesía tales como: El Desván del Poeta, Castillo Mágico de Poetas.


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