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ACTUALIDAD
Tras casi dos años de la aparición de la COVID-19, los países de Europa vuelven a entrar nuevamente en alerta debido al rebrote de la pandemia. Los casos de infección se están multiplicando y preocupan a las autoridades sanitarias. Si alguien pensaba que con las vacunas el virus estaría bajo control, se equivocó.
STEVEN LÓPEZ
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LA PANDEMIA DE LOS NO VACUNADOS
El aumento del número de casos de personas afectadas por la COVID-19 en Europa ha activado las alertas de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La principal causa es el “invierno duro” que acarrearía un repunte significativo en toda Europa.
María Van Kerkhove, jefa de la unidad técnica anticovid de la OMS, dice que, con llegada del fuerte invierno, la gente pasa más tiempo en interiores, a veces en habitaciones no correctamente ventiladas, entre otros.
Además, en la mayoría de los países, la variante Delta tiene presencia juntamente con sus 30 subvariantes, dejando un amenazante mensaje “la pandemia continuará”.
Los expertos indican también que Europa se ha convertido en la única región del mundo donde la propagación del

virus crece, a comparación de otras zonas, como el Medio Oriente donde hubo una disminución a un 12%, en el sudeste asiático y África se registró un descenso a un 9%.
En su informe semanal, la OMS indicó que el ritmo actual de trasmisión en los 53 países de la región de Europa es motivo de preocupación. “Somos el nuevo epicentro”. Si la situación continua en aumento, se prevé que Europa podría alcanzar 500 000 muertes más para febrero del 2022.
Alemania, Reino Unido, Rusia, Turquía y Rumania son algunos de los países donde se ha aumentado los casos de la COVID-19.
LOS NO VACUNADOS Los bajos registros de vacunación en algunos países de Europa llevan a la preocupación inmediata de la OMS. Esa una de las principales causas del repunte de la pandemia de la COVID-19. Tal es el caso de Alemania, donde solo un 66.5% de la población está completamente vacunada, en comparación con el 88% de Portugal y el 81% en España.
La ministra de Salud de Alemania, Jens Spahn, declaró que su país vive en una “pandemia de no vacunados” y que la cuarta ola del virus está en plena vigencia en todo el territorio alemán. Esto ha motivado un debate sobre las nuevas restricciones para los ciudadanos que se han negado a la vacunación.
En el Reino Unido ciertos sectores han exigido medidas de precaución contra la COVID-19, como el uso de las mascarillas y el distanciamiento social. Pero, aún han sido denegadas por las autoridades argumentando que el sistema de salud puede manejar el crecimiento de casos.
Otro de los países que está volviendo a nuevas restricciones sanitarias es Rusia, que ha batido repetidamente sus propios records en las últimas semanas en Europa. A la fecha, ha registrado hasta 1 195 nuevos decesos en menos de 24 horas.
Según la Organización Mundial de la Salud una salida prometedora es alcanzar el uso del 95% de mascarillas en Europa y Asia Central, donde se ha dejado de usar, y que podría salvar hasta 188 000 vidas del medio millón de vidas que perecerían antes de febrero del 2022 a causa del virus.
LA VARIANTE DELTA Las variantes de la COVID-19, Alfa y Delta, han jugado un papel muy importante en el rebrote, ya que han provocado cambios en los síntomas de la enfermedad y son mucho más agresivas que la cepa original. "La variante Delta que es mucho más agresiva, tiene un periodo de incubación corto (un día menos comparado con otras variantes), es difícil que el sistema inmune la detecte y por ende ataca con mayor agresividad", comenta Gustavo Olaiz Fernandez, coordinador del Centro de Investigaciones en Políticas poblaciones y salud de la Facultad de Medicina de la UNAM, en México.