Foto: O. Toscani
iGuzzini
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Michele De Lucchi
Hubo una época en que diseñar lámparas era bastante fácil. Primero se posicionaba la bombilla, a su alrededor se diseñaba alguna cosa y, más o menos, la lámpara era lo de fuera. Si la bombilla se orientaba hacia abajo, uno obtenía una luminaria de suspensión; si se la giraba hacia arriba, se obtenía una luminaria de suelo. Hoy el día, con los LEDs, todo es más complicado. Los LEDs no tienen forma, un LED no es nada, sólo un haz de luz irrespetuoso, insistente y antipático que entra en los ojos y penetra como la punta de un taladro. Paradójicamente, con la llegada de los LEDs el tema de la luz se aleja cada vez más del simple diseño de una luminaria: la luz se relaciona ahora con toda una instalación. No una instalación misteriosa, en la que la luz aparece no se sabe de dónde, sino una situación en la que la relación entre los objetos, la luz y los objetos luminosos define el carácter del ambiente. Todo esto tiene una importancia aún mayor en el plano urbano. Si en interiores la luminaria se relaciona con un contexto definido por los gustos, la cultura y las preferencias de una persona, en un ambiente urbano todo objeto debe relacionarse con el parecer de todos, con la arquitectura y los espacios de todos: las calles, los monumentos históricos, los edificios modernos... Contemporaneidad e historia al mismo tiempo. Éste es el juego, el reto: imaginar alguna cosa que funcione tanto en relación con lo antiguo, como con lo contemporáneo. […] Hay muchas diferencias entre un proyecto y un producto: no siempre los buenos proyectos son buenos productos, y viceversa. No cabe duda de que éste es un buen momento para diseñar luminarias. Todo el mundo se pregunta cómo serán las luminarias del mañana. Hasta ahora, nadie ha diseñado una luminaria que no sea deudora de las viejas bombillas. No existe todavía una luminaria enteramente pensada para los LEDs, y faltan proyectos que interpreten óptimamente nuestro tiempo y esta nueva tecnología. Y sin embargo, no cabe duda de que los LEDs son la lámpara del futuro, y dentro de poco no podremos estar sin ellos. […]