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PARTE VII
TEMAS PARA ESTUDIO POSTERIOR
Uno de los Diez principios de la economía que discutimos en el capítulo 1 es que las personas enfrentan disyuntivas. La teoría de la elección del consumidor examina las disyuntivas que enfrentan las personas en sus roles de consumidores. Cuando un consumidor compra una mayor cantidad de un bien, su capacidad para adquirir otros bienes disminuye. Cuando pasa más tiempo descansando y menos tiempo trabajando, su ingreso es menor y, por consiguiente, su capacidad de consumo también es menor. Cuando gasta más de su ingreso en el consumo presente y ahorra menos, debe aceptar un nivel de consumo más bajo en el futuro. La teoría de la elección del consumidor examina la forma en la cual los consumidores que enfrentan estas disyuntivas toman sus decisiones y la forma en la cual responden a los cambios en su entorno. Después de desarrollar la teoría básica de elección del consumidor, la aplicamos a tres preguntas acerca de las decisiones en los hogares. En particular preguntamos:
• ¿Todas las curvas de demanda tienen pendiente negativa? • ¿En qué forman los salarios afectan la oferta de trabajo? • ¿En qué forma las tasas de interés afectan el ahorro de los hogares? Al principio podría parecer que estas preguntas no están relacionadas. Pero como veremos, podemos utilizar la teoría de la elección del consumidor para abordar cada una de ellas.
La restricción presupuestaria: lo que se puede permitir el consumidor
Restricción presupuestaria El límite en las canastas de consumo que un consumidor se puede permitir.
A la mayoría de las personas les agrada incrementar la cantidad o la calidad de los bienes que consume; tomarse unas vacaciones más largas, manejar automóviles más lujosos o comer en mejores restaurantes. Las personas consumen menos de lo que desean debido a que su gasto está restringido o limitado por su ingreso. Iniciamos nuestro estudio de la elección del consumidor examinando el vínculo entre el ingreso y el gasto. En aras de la sencillez, examinamos la decisión que enfrenta un consumidor que compra sólo dos bienes: pizza y Pepsi. Por supuesto, las personas en el mundo real adquieren miles de diferentes tipos de bienes. Si suponemos que sólo existen dos bienes, eso simplifica el problema sin alterar el punto de vista básico acerca de la elección del consumidor. Primero consideramos la forma en la cual el nivel de ingreso del consumidor limita la cantidad que gasta en pizza y Pepsi. Suponga que el consumidor tiene un ingreso de $1000 mensuales y que gasta todo su ingreso en pizzas y Pepsi. El precio de la pizza es $10 y el de una lata de Pepsi $2. La tabla en la figura 1 muestra algunas de las muchas canastas de pizza y Pepsi que el consumidor puede comprar. La primera fila en la tabla muestra que si el consumidor gasta todo su ingreso en pizza, puede comer 100 pizzas durante el mes, pero no podrá comprar ninguna Pepsi. La segunda fila muestra otra posible canasta de consumo: 90 pizzas y 50 latas de Pepsi. Y así sucesivamente. Cada canasta de consumo en la tabla cuesta exactamente $1000. La gráfica en la figura 1 muestra las canastas de consumo que el consumidor puede elegir. El eje vertical mide el número de latas de Pepsi y el eje horizontal el número de pizzas. En esta figura están marcados tres puntos. En el punto A el consumidor no compra ninguna Pepsi y consume 100 pizzas. En el punto B, el consumidor no compra ninguna pizza y consume 500 latas de Pepsi. En el punto C, el consumidor compra 50 pizzas y 250 latas de Pepsi. El punto C, que se encuentra exactamente a la mitad de la línea que va de A a B, es el punto en el cual el consumidor gasta una cantidad igual ($500) en pizza y Pepsi. Estas son sólo tres de las muchas canastas entre pizza y Pepsi que el consumidor puede elegir. Todos los puntos en la línea de A y B son puntos posibles. Esta línea, llamada restricción