La Escuela no es un espacio para la formación individual, sino que cada alumna/o representa a un colectivo, a su OLAT, por tanto, el compromiso es doble, por un lado, la autoformación, y por otro, la elección de un papel de trasmisión de los conocimientos adquiridos en los Módulos al resto de personas que forman el grupo, es decir, que el alumnado es alumno y maestro al mismo tiempo, una herramienta pedagógica que permite la apropiación de contenidos de forma significativa y útil. Se concibe por tanto a las OLAT como sujeto colectivo, cuya formación acción necesariamente debe ser comunitaria.