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IX. MONITOREO Y EVALUACIÓN

Al 2030, Honduras se compromete a 04 desarrollar un sistema para el seguimiento del apoyo recibido, de acuerdo con lo establecido en el marco reforzado de transparencia los principios rectores de

Modalidades, Procedimientos y Directrices (MPG): En apoyo al cumplimiento de estas contribuciones se promoverá la creación de un Subcomité Interinstitucional de

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Financiamiento Climático, bajo la estructura del Comité Técnico Interinstitucional de

Cambio Climático (CTICC).

Condiciones y compromisos que el Estado de Honduras asume con el fin de reducir su vulnerabilidad, impulsar la acción climática, construir resiliencia y reducir las emisiones de GEI, situación que denota la necesidad de movilizar recursos climáticos provenientes de fuentes nacionales e internacionales, considerados como adicionales a los invertidos convencionalmente para el desarrollo, siendo de uso específico para contrarrestar los efectos adversos de la variabilidad y cambio climático. Las NDC, su Hoja de Ruta NDC e Informe de III Comunicación Nacional se constituyen como una referencia para el alineamiento y armonización del planteamiento financiero, el cual estará estructurado con distintas rutas de acceso a financiamiento provenientes de fuentes nacionales e internacionales, debiendo concretar planes de inversión articulados con estrategias de financiamiento para la efectiva ejecución de acciones.

Respecto a la gestión del financiamiento internacional, la comunidad de cooperantes con base a preceptos establecidos en la CMNUCC, exige un mecanismo claro de reporte y verificación concerniente a la acción climática de la cual es objeto de inversión, por lo que la mitigación se convierte en una oportunidad en este sentido, dadas las metodologías ya establecidas para el levantamiento de líneas bases y seguimiento para la evaluación de las métricas relacionadas con el secuestro de carbono y reducción de emisiones GEI, considerado como una valiosa oportunidad y contribución por parte del Subsector Café de Honduras.

Como antecedentes, en 2018 se inicia el proceso de construcción NAMA-Café con el apoyo de BCIE en coordinación con el IHCAFE y el Comité NAMA-Café conformado por la Denominación de Origen Marcala (DOM), SAG-UACC&GR, ICF, MiAmbiente-DNCC. En el 2019 se crea la iniciativa de modelos de inclusión financiera para distintos rubros por parte de la Oficina Clima Plus, dentro de los cuales se encuentra café, permitiendo definir su estructura, bases de información y registro de experiencias. Actualmente se encuentra en ejecución el proyecto piloto sobre Inclusión financiera con recursos provenientes de la UE a través de FUNDER, SNV, Clima Plus y productores del departamento de El Paraíso.

En este sentido, la inclusión financiera se concibe como un modelo de financiamiento alternativo, el cual pretende facilitar el acceso de productos y servicios financieros a usuarios que generalmente han sido limitados dentro de los esquemas convencionales, considerados de alto riesgo debido a sus condiciones económicas, reflejadas en las capacidades de pago, disponibilidad de garantías entre otros requisitos que generalmente son establecidos por las entidades financieras, por lo cual, se propone generar productos o esquemas de financiamiento con poca intermediación y bajos costos de transacción; acompañados de bajas tasas de interés, plazos favorables, tiempos de gracia entre otras condiciones que permitan canalizar la mayor cantidad de recursos a los usuarios de mayor necesidad en términos de vulnerabilidad climática.

Para garantizar el uso adecuado del financiamiento y asegurar el retorno de la deuda, el modelo se articula con un conjunto de garantías determinadas a través de un plan de inversión previamente aprobado entre las partes, contemplando asesoría técnica, seguros de inversión, fondos de garantía, transferencias condicionadas según presentación de resultados o avances entre otros condicionantes.

A nivel del Subsector Café, la inclusión financiera bajo el enfoque climático se presenta como una oportunidad para

abordar la carga adicional generada por la variabilidad y el cambio climático en los distintos procesos productivos y comerciales que se realizan en la Cadena Agroindustrial del Café. En la actualidad está siendo dirigido hacia la implementación de acciones climáticas para la mitigación, que contribuyan con el incremento de las reservas de carbono en fincas y ecosistemas, así como la reducción de las emisiones de GEI a nivel de los procesos agroindustriales relacionados con el beneficiado, transformación, almacenamiento y transporte de productos cafetaleros.

A nivel internacional para acciones de mitigación se está concursando al fondo NAMA Facility y FVC con propuesta actualizada de NANA-Café. Todos los países contemplados en el Anexo 1 del Acuerdo de Paris se constituyen como donantes potenciales; la Unión Europea actualmente proyecta su cartera de inversión hacia proyectos sectoriales.

EUROCLIMA, USAID, GEF, Fondo de Adaptación son consideradas como fuentes convencionales de financiamiento climático; Alemania presenta oportunidades de acceso a financiamiento través de iniciativas regionales para Centroamérica en respuesta a problemas comunes; los multilaterales como Banco Mundial, BID canalizan recursos de múltiples fuentes y BCIE tiene disponibilidad de una línea pre-aprobada del FVC.

Como otros mecanismos alternativos:

Promover el acceso del Subsector Café al mercado voluntario de bonos de carbono a través de la certificación de procesos, negociación y establecimiento de acuerdos a través de intermediarios.

Compensación por servicios ecosistémicos /ambientales a través del aseguramiento y consumo del agua, conservación de cuencas, restauración de zonas degradadas a través de sistemas agroforestales asociados a la caficultura, implementación de ASAC.

Cada fondo o fuente de financiamiento demanda procedimientos establecidos por cada donante, por lo cual deben crearse capacidades instaladas de negociación y talento humano de forma continua a nivel de los actores del Subsector Café, priorización de un portafolio de proyectos y el fortalecimiento de una Unidad Ejecutora de Proyectos (UEP) que permita dar ejecución a lo contemplado en esta política y articule otras iniciativas de beneficio para la Cadena Agroindustrial del Café.

Para la operatividad inicial de la PCCafeH, los recursos requeridos en términos financieros y técnicos serán dispuestos a través del presupuesto nominal contenido en la institucionalidad cafetalera, acorde a las estructuras presupuestarias asignadas al CONACAFE, IHCAFE, FCN.

Proceso que requerirá de una planificación presupuestal en alineamiento con los Planes Operativos Anuales de las instituciones, así mismo, para el caso de fondos públicos será necesaria la coordinación con la SEFIN en términos de identificación de financiamiento, aprobación, creación de nuevas estructuras de presupuesto o arreglos financieros.

Para el caso de los fondos privados provenientes del Mecanismo financiero Fideicomiso Cafetero, demandará de ejercicios al interno del CONACAFE y la institucionalidad cafetalera requiriendo de igual forma ejercicios de planificación presupuestal según acuerdos originados.

IX. IMPLEMENTACIÓN, MONITOREO Y EVALUACIÓN

A su vez se deberá iniciar con la implementación de acciones de política contempladas para los primeros 5 años de ejecución según la planificación establecida, vinculando las líneas de acción a los planes operativos anuales de las instituciones.

En países como Honduras, la falta de sistemas sólidos de monitoreo, reporte y verificación (MRV) y de Monitoreo y Evaluación (M&E) para acciones climáticas representa un desafío técnico, tecnológico y financiero, ya que los países asumen compromisos cuantitativos frente al resto de países para reducir sus emisiones de GEI. Según el artículo 13 del Acuerdo de París, el Marco Reforzado de Trasparencia requiere que los países establezcan sistemas nacionales sólidos de monitoreo, reporte y verificación (MVR) que a su vez mejorarán y guiarán sus NDC.

Los sistemas de monitoreo, reporte y verificación están más orientados a la mitigación o reducción de emisiones de GEI y los sistemas de monitoreo y evaluación (M&E) están más orientados a la adaptación al cambio climático. Los sistemas de MRV y M&E permiten garantizar una mayor transparencia, precisión y comparabilidad de la información, mejorando su calidad para facilitar la identificación de las relaciones entre los impactos cuantificados y las políticas establecidas para actuar sobre ellas. El M&E de la adaptación al cambio climático son utilizados para guiar la implementación de planes, estrategias y políticas de adaptación y así poder valorar la efectividad de sus resultados y los impactos que se están logrando.

El monitoreo se refiere al proceso continuo y frecuente a nivel interno para comparar lo planificado con las actividades que se están realizando en el desarrollo de la Política. El monitoreo es concebido como una actividad interna, convirtiéndose en un elemento fundamental para la buena administración y gestión. La evaluación es una acción más precisa que se realiza en puntos usualmente predefinidos y sirve para entender los resultados y los impactos de la intervención (IICA, 2017).

La política de cambio climático para el Subsector Café tiene un horizonte de ejecución a largo plazo, que de acuerdo con su visión se extiende hasta el 2050, esta política está diseñada con el fin de transformar la caficultura hondureña hacia un modelo más resiliente que aborde los desafíos y oportunidades generadas por el cambio y variabilidad climática. Luego de su aprobación y oficialización, la institucionalidad implementadora junto a los actores vinculantes, desarrollará procesos de comunicación de la PCCafeH dando alcance a los usuarios potenciales en cada eslabón de la Cadena Agroindustrial, igualmente se iniciará la gestión de acuerdos y arreglos institucionales como ser la creación de una Unidad Implementadora y de seguimiento de la Política.