o de que estamos viviendo. No nos recordamos a nosotros mismos. Estás comiendo o estás bañándote o estás dando un paseo: no eres consciente de que existes mientras estás paseando. Todo existe, excepto tú. Los árboles, las casas, el tráfico, todo existe. Eres consciente de todo lo que te rodea, pero no eres consciente de tu propio ser: de que existes. Puede que seas consciente del mundo entero, pero si no eres consciente de ti mismo, esa consciencia es falsa. ¿Por qué? Porque tu mente puede reflejarlo todo, pero tu mente no puede reflejarte a ti. Si eres consciente de ti mismo, entonces has transcendido la mente. Tu recuerdo de ti mismo no puede reflejarse en tu mente, porque estás detrás de la mente. La mente sólo puede reflejar lo que está delante de ella. Puedes ver a los demás, pero no te puedes ver a ti mismo. Tus ojos pueden ver a todo el mundo, pero tus ojos no pueden verse a sí mismos. Si quieres verte a ti mismo necesitarás un espejo. Sólo en un espejo te puedes ver a ti mismo, pero entonces tendréis que estar delante del espejo. Si tu mente es un espejo, puede reflejar el mundo entero. Pero no puede reflejarte a ti, porque tú no puedes estar delante de ella. Tú siempre estás detrás, oculto detrás del espejo. Ésta técnica dice: mientras estés haciendo cualquier cosa -cantando, viendo, saboreando-, sé consciente de que existes y descubre lo eterno, y descubre dentro de ti la corriente, la energía, la vida, lo eterno. Pero no somos conscientes de nosotros mismos. Gurdjieff usó el recuerdo de uno mismo como técnica básica en Occidente. El recuerdo de uno mismo se deriva de este sutra. Todo el sistema de Gurdjieff se basa en este único sutra. Recuérdate a ti mismo, independientemente de lo que estés haciendo. Es muy difícil. Parece muy fácil, pero seguirás olvidando. No te puedes acordar de ti mismo ni siquiera durante tres o cuatro segundos. Te parecerá que estás recordándote, y de repente te habrás ido a algún otro pensamiento. Incluso con este pensamiento: «Muy bien, me estoy recordando a mí mismo», te habrás ido, porque este pensamiento no es el recuerdo de uno mismo. Al recordarse a uno mismo no habrá pensamientos; estarás completamente vacío. Y el recuerdo de uno mismo no es un proceso mental. No es que digas: «Sí, existo.» Diciendo «Sí,