Rumores, chismes y comentarios

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Rumores, chismes, comentarios… Actitudes sociales y opinión política en Almería durante los años 60 Óscar J. Rodríguez Barreira UNIVERSIDAD DE ALMERÍA

-IAfirma Julián Casanova que la crisis del franquismo podría considerarse abierta ya en 1969. Cuatro años más tarde, en 1973, esta crisis se aceleraría, como consecuencia del atentado mortal contra Carrero Blanco, hasta que ésta se comenzó a resolver con la muerte del dictador.1 Enfrentada a este marco general aparece la provincia de Almería. Precisamente en la memoria del Gobierno Civil de 1969 se destaca la ausencia de conflictividad sociopolítica hasta el punto que en las reuniones de ese año de la Junta de Orden Público, ante la ausencia de otros elementos de preocupación, se llegó al acuerdo de vigilar el atuendo de turistas y autóctonos en zonas de recreo público como playas, bares y restaurantes ya que se habían observado faltas como varones vistiendo pantalón corto. «Es de singular importancia resaltar el que durante el año que nos ocupa no se haya impuesto sanción alguna para reprimir actos contrarios al orden público, ni la de adoptar medidas de ninguna clase en relación con las facultades que la declaración del estado de excepción confiere a los Gobernadores Civiles. Estas circunstancias no son sino el reflejo de un estado de normalidad en la provincia, en que políticamente y en su mayoría, acata y acepta los Principios fundamentales del Movimiento Nacional y que en su totalidad pudiéramos decir es de una franca e incondicional adhesión a SE el Jefe del Estado»2 Tres años más tarde, en 1972, los informes sobre actitudes sociopolíticas no cambian ni un ápice. Según el Gobierno Civil, el «abstencionismo y pasividad» son la tónica dominante en una provincia en la que únicamente hay que señalar la existencia de «grupos minoritarios que han dado muestras de un callado quehacer en cuantas coyunturas propicias se le han presentado».3

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Julián CASANOVA RUIZ, “La crisis del franquismo”, VV. AA., La Transición a la democracia en España. Historia y fuentes documentales: Actas de las VI Jornadas de Castilla – La Mancha sobre investigación en archivos. ANABAD – Castilla La Mancha, Guadalajara, 2004, pp. 29-46 (cit. p. 30). 2 Archivo General de la Administración (AGA). Ministerio del Interior (8). Administración Local (22.04). Memorias Gobiernos Civiles. 52-494. Memoria anual de gestión del Gobierno Civil. Almería, 1969. 3 AGA. Ministerio del Interior (8). Administración Local (22.04). Memorias Gobiernos Civiles. 52-473. Memoria anual de gestión del Gobierno Civil. Almería, 1972.

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Es lugar común interpretar la Transición política a la democracia como un pacto entre elites políticas. En este relato las aspiraciones y deseos de la población apenas aparecen quedando subsumidos por los acuerdos y acciones de los líderes políticos del Régimen y de la oposición. Como expone Manuel Ortiz Heras se observa «una reiterada alusión al determinismo del cambio en el sentido de que sólo podía realizarse de la manera que hoy conocemos, siguiendo un guión previo en cuya autoría siempre aparecen unos pocos ‘pilotos’ cuyas convicciones democráticas quedan siempre fuera de toda duda. Es decir, se dibujó un plan desde arriba en el que la sociedad española suele jugar una función de comparsa»4 Contra esta interpretación aparecen otras obras que enfatizan el papel jugado por los movimientos sociales de oposición al franquismo. Según esta línea, la protesta social ayudó a que la dictadura llegara a su fin. Si a la desaparición física del dictador le añadimos que desde 1962 se había producido un crecimiento exponencial de la acción colectiva podríamos llegar a la conclusión de que esta dinámica forzó a las elites franquistas a considerar la democratización del Régimen. Recientemente Pere Ysàs ha defendido en la prensa nacional que «De hecho, en agosto de 1975 se estableció un ‘estado de excepción’ permanente que pretendía responder no sólo a la muy minoritaria violencia terrorista, sino especialmente a la incontenible conflictividad sociopolítica antifranquista que, aunque no había alcanzado la capacidad de precipitar el final del régimen, lo estaba socavando de tal modo que todas las previsiones continuistas efectuadas estaban ya muy seriamente amenazadas»5 4

Manuel ORTIZ HERAS, “Historiografía de la Transición”, VV. AA., La Transición a la democracia en España. Historia y fuentes documentales: Actas de las VI Jornadas de Castilla – La Mancha sobre investigación en archivos. ANABAD – Castilla La Mancha, Guadalajara, 2004, pp. 223-240 (cit. p. 225). Un ejemplo paradigmático de esta perspectiva es la tesis de Cayo Sastre García quien sostiene que «el proceso de redemocratización español se sustenta en un pacto entre élites que gozaron de un amplio margen para la negociación, favorecido por la existencia de una sociedad políticamente desmovilizada, tal como se pone en evidencia al estudiar la participación política no convencional de la sociedad española en el periodo 1975-78. […] Lo que se pretende es mostrar que la desmovilización de la sociedad predemocrática favoreció la estrategia de cambio diseñada por las élites políticas españolas». Ver Cayo SASTRE GARCÍA, “La Transición política en España: una sociedad desmovilizada”, Revista Española de Investigaciones Sociológicas nº 80, 1997, pp. 33-68 (cit. p. 43). 5 Pere YSÀS SOLANES, “27 de septiembre: 30 años después”, El País, 26-9-2005. Según esta línea interpretativa la situación había llegado a tal punto que la paz social sólo se podía mantener a costa de una apertura en el régimen de libertades. Sobre el movimiento obrero en el segundo franquismo ver Carme MOLINERO RUIZ & Pere YSÀS SOLANES, Productores disciplinados y minorías subversivas. Clase obrera y conflictividad en la España franquista. Siglo XXI, Madrid, 1999; José Antonio PÉREZ PÉREZ, Los años del acero. La transformación del mundo laboral en el área industrial del Gran Bilbao (19581977). Trabajadores, convenios y conflictos. Biblioteca Nueva, Madrid, 2001. Sobre la sociedad andaluza, ver Encarnación LEMUS LÓPEZ, “Nada va a surgir de la nada. Democracia y modernización: la sociedad andaluza de la pretransición”, Rafael QUIROSA-CHEYROUZE Y MUÑOZ y Encarnación

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Esta perspectiva supone un notable avance historiográfico ya que eleva el protagonismo de las multitudes en acción en el cambio político. Sin embargo, a nuestro juicio, presenta algunas carencias. Únicamente contempla a los trabajadores cuando se comportan como huelguistas sublimándose así sus comportamientos y actitudes como trabajadores o, simplemente, como vecinos.6 Además, con esta perspectiva corremos el riesgo de presentar una sociedad unánimemente opositora al Régimen en los años finales de la dictadura olvidando así tanto los importantes apoyos sociales de la dictadura como la tónica general apática mostrada por la mayor parte de la población. En este punto cabe cuestionarse ¿cómo valoramos la actitud de la sociedad almeriense durante el segundo franquismo? ¿Se trataría de una sociedad adicta al Régimen, tal y cómo exponían los informes del Gobierno Civil? ¿O existía una gama más amplia de sentimientos hacia la dictadura ocultos detrás del inmovilismo? Este tipo de cuestiones trascienden de los objetivos y planteamientos de la historia del movimiento obrero, perspectiva que, sorprendentemente, parece mantenerse en la historiografía de la Transición, y únicamente podrán encontrar respuesta si los profesionales de la historia se adentran en perspectivas más afines a la historia de la vida cotidiana o la historia sociocultural.7 Precisamente estas perspectivas han cambiado sustancialmente nuestra visión de los primeros años del franquismo y han encendido el

LEMUS LÓPEZ, La Transición en Andalucía. UAL–UHU, Huelva, 2002, pp. 199-224. Más concretamente sobre Granada y Jaén en Francisco COBO ROMERO y Teresa María ORTEGA LÓPEZ, “La protesta de sólo unos pocos. El débil y tardío surgimiento de la protesta laboral y la oposición democrática al régimen franquista en Andalucía Oriental, 1951-1976”, Historia Contemporánea nº 26, 2003, pp. 113-160. Una formulación que enfatiza el papel de los movimientos sociopolíticos en el cambio de régimen en Xavier DOMÈNECH SAMPERE, “El cambio político (1962-1976). Materiales para una perspectiva desde abajo”, Historia del Presente nº 1, 2002, pp. 46-67. 6 En este sentido camina la queja de José Babiano cuando expone que apenas existen estudios sobre el trabajo o los trabajadores bajo el franquismo y que únicamente se tiene en cuenta a éstos cuando se les contempla «como huelguistas» o se discute «el rol de su movilización en el final de la dictadura y en el posterior proceso de cambio político». José BABIANO MORA, “Mercado laboral y condiciones de trabajo durante el franquismo: algunas características, algunos efectos”, Manuel ORTIZ HERAS (coord.), Memoria e historia del franquismo. V Encuentro de investigadores del franquismo. Universidad de Castilla – La Mancha, Cuenca, 2005, pp. 213- 234 (cit. p. 213). 7 Sobre la historia sociocultural y la microhistoria acaban de aparecer dos interesantes aportaciones. Del primer libro cabría destacar las reflexiones de Luis Castells Arteche, Javier Ugarte Tellería, Manuel Pérez Ledesma y Carlos Forcadell Álvarez. Del segundo resulta interesante la conceptualización de la nueva historia cultural a partir de la práctica historiográfica de ese colegio invisible formado por Roger Chartier, Natalie Zemon Davies, Peter Burke, Robert Darnton y Carlo Ginzburg. Ver Elena HERNÁNDEZ SANDOICA & Alicia LANGA LAORGA (coord.), Sobre la Historia actual. Entre política y cultura. Abada, Madrid, 2005 y Justo SERNA & Anaclet PONS, La historia cultural. Autores, obras, lugares. Akal, Madrid, 2005. Tampoco podemos olvidar de su anterior contribución al análisis y popularización de la microhistoria. Ver Justo SERNA & Anaclet PONS, Cómo se escribe la microhistoria. Ensayo sobre Carlo Ginzburg. Cátedra–Universitat de València, Madrid, 2000.

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debate sobre el consenso bajo el franquismo8 siendo realmente insólito que, salvo algunas excepciones, todavía no hayan calado en los trabajos sobre el segundo franquismo y la Transición.9 Durante el periodo comprendido entre 1959 y 1982 se asiste a una transformación radical de la cultura política de los españoles. En cualquier caso, el cambio desde una sociedad autoritaria y reaccionaria a una plural y democrática no fue un camino liso y sin contratiempos. Como expone Francisco Sevillano Calero «La paulatina asimilación de nuevos valores liberales y democráticos, especialmente entre determinados sectores sociales, ocurrió, no obstante, dentro de un ambiente general que continuaba caracterizándose por la apatía, como así había venido sucediendo desde el mismo momento de la instauración de la dictadura»10

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Si a principios de los años 90 los balances sobre la historiografía del franquismo echaban en falta aportaciones españolas al debate europeo sobre la capacidad de las dictaduras fascistas y fascistizadas de generar espacios de adhesión será precisamente durante la década de los 90 cuando asistamos a la proliferación de estudios sobre las actitudes sociopolíticas de los españoles bajo el franquismo. En cualquier caso, estos estudios suelen estar circunscritos a los años 40 y 50 quedando los 60 y los 70 huérfanos de este tipo de valoraciones. Los balances sobre la historiografía del franquismo a principios de los años 90 en Julio ARÓSTEGUI SÁNCHEZ, “La historiografía sobre la España de Franco. Promesas y debilidades”, Historia Contemporánea nº 7, 1992, pp. y Javier TUSELL GÓMEZ, “La dictadura de Franco a los cien años de su muerte”, Ayer nº 10, 1993, pp. 13-28. Interesantes aportaciones al estudio de las actitudes sociales bajo el franquismo en Francisco SEVILLANO CALERO, “Consenso y violencia en el ‘Nuevo Estado’ franquista: historia de las actitudes cotidianas”, Historia Social nº 46, 2003, pp. 159171; “Actitudes políticas y opinión de los españoles durante la postguerra (1939-1950)”, Anales de la Universidad de Alicante, Historia Contemporánea, nº 8-9, 1991-1992, pp. 53-68, Antonio CAZORLA SÁNCHEZ, “Surviving Franco’s peace: Spanish opinion during the Second World War”, European History Quaterly nº 32-3, 2002, pp. 391-411; “Sobre el primer franquismo y la extensión de su apoyo popular”, Historia y Política nº 8, 2002, pp. 303-319; Francesco BARBAGALLO (coord.), Franquisme. Sobre resistencia i consens a Catalunya (1938-1959). Crítica, Barcelona, 1990; Ismael SAZ CAMPOS & José Alberto GÓMEZ RODA, El franquismo en Valencia. Formas de vida y actitudes sociales en la posguerra. Episteme, Valencia, 1999 y Jordi FONT I AGULLÓ; “‘Nosotros no nos cuidábamos de la política’. Fuentes orales y actitudes políticas en el franquismo. El ejemplo de una zona rural, 1939-1959”, Historia Social nº 49, 2004, pp. Un detallado estado de la cuestión sobre el debate del consenso bajo el franquismo en Manuel ORTIZ HERAS; “Historia social en la dictadura franquista: hablemos de apoyos sociales y actitudes de los españoles”, VV. AA.; VII Jornadas historia y fuentes orales. Memoria e identidades. Ávila 27-28-29 de octubre de 2000. FCST – SFO UCM, Madrid – Ávila, 2005 (CD-Rom). 9 Nos referimos, evidentemente, a la historiografía sobre el segundo franquismo y la Transición ya que otras ciencias, como la sociología o la politología, se adentraron muy rápidamente en el estudio de la opinión bajo la dictadura así como en los cambios de la cultura política de los españoles en el tránsito de la dictadura a la democracia. Además de los propios Informes FOESSA puede verse Víctor PÉREZ DÍAZ, Clase obrera, partidos y sindicatos. Fundación INI, Madrid, 1979; Rafael LÓPEZ PINTOR, La opinión pública española del franquismo a la democracia. CIS, Madrid, 1982. A. LÓPEZ PINA & E. ARANGUREN, La cultura política en la España de Franco. Taurus, Madrid, 1976. Sobre estos trabajos pioneros resulta muy interesante María Luz MORÁN, “Los estudios de cultura política en España”, Revista Española de Investigaciones Sociológicas nº 85, 1999, pp. 97-129. Sobre la tardía y débil recepción de los estudios de cultura política en la historiografía española ver: Francisco Javier CASPISTEGUI, “La llegada del concepto de cultura política a la historiografía española” Carlos FORCADELL ÁLVAREZ et alii (ed.), Usos de la Historia y políticas de la memoria. Prensas Universitarias de Zaragoza, Zaragoza, 2004, pp. 167-185. 10 Francisco SEVILLANO CALERO, Ecos de papel. La opinión de los españoles en la época de Franco. Biblioteca Nueva, Madrid, 2000, p. 199.

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La apatía era, sino promovida, si deseada por un Régimen que en ningún momento de su existencia tuvo pretensiones de movilizar en su favor a la sociedad civil11. Como defiende Antonio Cazorla Sánchez «para el franquismo la normalidad sino deseable si perfectamente aceptable es la despolitización de la población, incluso si esta infecta al propio partido único».12 Mas los historiadores debemos preguntarnos por los sentimientos y valores que se escondían tras esta apática desmovilización. Si en el censurado capítulo dedicado a la vida política y asociativa del Informe FOESSA de 1970 se reseñaba la dificultad de «desentrañar las corrientes políticas a veces subterráneas» bajo la «apatía política general» ha llegado, quizás, el momento de superar estas dificultades y adentrarnos en el estudio de esta problemática.13

-IIEn las páginas que siguen analizaremos como valoraban los informes de la Dirección General de Seguridad (DGS) la tranquila situación vivida en Almería durante los años 60.14 A pesar de la inherente tendenciosidad de esta fuente, ésta puede resultar muy útil para mostrar que bajo la apatía y el conformismo existían diferentes valoraciones y opciones sociopolíticas. Éstas demuestran que la maniquea separación entre afectos y disidentes era una burda simplificación poco útil para valorar los deseos y esperanzas de la población. Los informes tenían una periodicidad quincenal y ocupaban, aproximadamente, entre ocho y nueve páginas.15 Tenían una estructura fija bastante rígida siguiendo once ítems:

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Sobre este aspecto resulta interesante Ismael SAZ CAMPOS & José Alberto GÓMEZ RODA, El franquismo en Valencia. Op. Cit. 12 Antonio CAZORLA SÁNCHEZ, “Orden, Progreso y Sindicatos: Cómo las autoridades franquistas vieron el cambio socio-económico de la década de los sesenta” conferencia impartida en la Casa de Velázquez (Madrid) en el verano de 2004, dentro del seminario dirigido por Nigel TOWNSON titulado: España en Cambio: la última etapa del régimen franquista. Agradecemos al autor su amabilidad al cedernos el texto, todavía inédito, de la conferencia. 13 El capítulo se encuentra en los anexos de Amando DE MIGUEL, El final del franquismo. Testimonio personal. Marcial Pons, Madrid, 2003, pp. 223-301 (cit. p. 227). 14 Una aproximación general a los valores políticos en los años 60 que presta especial atención a la dialéctica entre inmovilismo oficial y cambio social en Glicerio SÁNCHEZ RECIO, “Inmovilismo político y cambio social en los años sesenta”, Historia Contemporánea nº 26, 2003, pp. 13-33. 15 Una interesante valoración, y análisis crítico, de las fuentes policiales para el estudio del segundo franquismo y la Transición en Carmen Rosa GARCÍA RUIZ, “La transición política en Málaga desde una perspectiva histórica”, Rafael QUIROSA-CHEYROUZE Y MUÑOZ y Encarnación LEMUS LÓPEZ, La Transición en Andalucía. UAL–UHU, Huelva, 2002, pp. 477-495.

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Tabla 1. Boletines quincenales de la Dirección General de Seguridad16 1. Información política 7. Propaganda clandestina 2. Información laboral 8. Reacciones públicas respecto a actos y política del Gobierno 3. Intelectuales y estudiantes 9. Administración. Funcionarios 4. Viviendas 10. Organización Sindical. Sindicatos 5. Zonas mineras, agrícolas e industriales 11. Varios 6. Abastecimientos y precios Fuente: Archivo Histórico Provincial de Almería (AHPAl). Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Elaboración propia

El apartado dedicado a información política es, sin lugar a dudas, el que más datos nos aporta sobre las opiniones de los sectores críticos con la dictadura. Los servicios de información distinguían perfectamente la procedencia de los comentarios que recogían indicando cuando éstos provenían de círculos comunistas o cuando se habían recogido entre sectores socialistas o anarquistas. El resto de apartados recoge el ambiente sociopolítico en diferentes sectores de la población (estudiantes, agricultores, funcionarios etc.) resultando muy interesantes para analizar la reacción de la población a aspectos sectoriales de las políticas desarrolladas por la dictadura. Finalmente el apartado dedicado a Reacciones públicas respecto a actos y política del Gobierno suele presentar las reacciones más corrientes y populares a los últimos actos y declaraciones de altos cargos del Gobierno.

-IIISegún la DGS ni los comunistas, ni los anarquistas, ni los socialistas contaban con una mínima infraestructura política de oposición al Régimen. Sí tenían contactos entre ellos y contaban con espacios de sociabilidad (lugares de ocio) en los que tenían conversaciones informales en las que comentaban la actualidad política centrándose, fundamentalmente, en la política internacional. Precisamente el primer informe con que contamos se hace eco de la reacción de los sectores de la oposición a la visita a España del presidente Eisenhower. Según la DGS la visita había tenido un «efecto demoledor». La oposición al Régimen en Almería se lamentaba de

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Contamos con una serie completa de informes desde el 22 de diciembre de 1959 hasta el 7 de marzo de 1961.

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«la falta de importancia que los políticos de Washington, conceden a lo que ellos llaman opinión democrática española, al no haber tenido en cuenta la reacción, que esta decisión del Presidente había de producir en ella»17 Si bien todos los sectores de oposición seguían con avidez la política internacional existían diferentes formas de contemplar la situación en España. Los sectores comunistas tendían a explicar la política internacional bajo la clave de la Guerra Fría poniendo sus esperanzas en que la URSS se resolviera a intervenir en la política española. Los socialistas, por su parte, tenían una fe menor en la intervención de las potencias democráticas o de la propia URSS y tendían a poner sus esperanzas en que un inminente colapso económico terminaría por finiquitar la dictadura. El informe de febrero de 1960 nos muestra esta pluralidad cuando explica que los sectores comunistas seguían con atención «los conflictos internacionales, planteados en torno a la cuestión alemana y por su proximidad geográfica y relación con España, el de Argelia, sobre el que abrigaban la esperanza de que pudiera ser el principio de una lucha en todo el norte de África, que abriera las puertas a la intervención rusa»18 Mientras tanto los socialistas «han orientado sus comentarios hacia el problema económico» difundiendo que el Plan de Estabilización se piensa hacer a costa de los modestos agricultores y de los trabajadores en general «sin que se intente siquiera limitar las grandes ganancias que hasta la fecha vienen obteniendo las grandes industrias».19 La tendencia por parte de los socialistas a imaginar el fin de la dictadura como consecuencia de un colapso económico performaba su interpretación de la política internacional. En este sentido el informe de marzo de 1960 explica cómo estos sectores deseaban que los gobiernos democráticos, y especialmente el Norteamericano,

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AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 22 de diciembre de 1959 al 7 de enero de 1960. 8-1-1960. 18 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 22 de enero de 1960 al 7 de febrero de 1960. 8-2-1960. 19 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 22 de enero de 1960 al 7 de febrero de 1960. 8-2-1960.

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suprimieran «la ayuda económica que viene prestando al Nacional-Sindicalismo, sin la cual éste, dicen, no podría subsistir por mucho tiempo».20 En cualquier caso, no todas las esperanzas socialistas estaban puestas en la delicada situación económica. Los comentarios de estos sectores muestran que contemplaban harto improbable el mantenimiento de la dictadura tras la desaparición física del dictador. En este sentido creían fundamental la presión de las potencias extranjeras y la propia restauración de la Monarquía que, según ellos, habría de traer consigo la convocatoria de elecciones. «Según ellos, los países democráticos condicionan el ingreso de España en la OTAN a la separación del Partido de las tareas de gobierno, es decir, quitarle al Régimen todo el matiz falangista que hoy tiene, cosa que creen traerá como consecuencia, en fecha más o menos próxima la amnistía por delitos políticos y la convocatoria de elecciones»21 Y es que resulta, cuando menos, una ironía que la historiografía sobre la Transición se deshaga en halagos y parabienes a los pilotos del cambio político, destacando su imaginación a la hora de desmontar una dictadura autoritaria y transformarla en un régimen de libertades, cuando ya en 1960 muchos militantes de base socialistas y comunistas veían posible, y deseable, esta transformación. El 10 de mayo de 1960 el comunista Domingo Aguilera Guerrero fue detenido por comentar a sus vecinos que «bastante tenía él con percibir un sueldo tan escaso que no podía atender las más indispensables necesidades y que de esta situación tenía la culpa el actual Régimen por lo que se sentía satisfecho de haber luchado en defensa de la hoz y el martillo pero que todas estas dificultades terminarían cuando viniese el Rey»22 Este tipo de manifestaciones convencían a la DGS de que tanto comunistas como socialistas «cifran sus esperanzas en una restauración monárquica» como fórmula

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AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 21 de febrero de 1960 al 7 de marzo de 1960. 8-3-1960. 21 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 7 de abril de 1960 al 21 de abril de 1960. 22-4-1960. 22 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 7 de mayo de 1960 al 21 de mayo de 1960. 22-5-1960.

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propicia para desarrollar, de nuevo, su actividad política y conseguir un triunfo que «ellos consideran seguro».23 Puede observarse, pues, la transformación producida en la cultura política de los progresistas españoles que ya no sólo apostaban por la democracia burguesa como fin último sino que admitían, o incluso deseaban, que viniera de la mano de un monarca. Además la militancia socialista sentía la necesidad de acercarse a los sectores conservadores. Como consecuencia de algunos «actos terroristas llevados a cabo en distintas poblaciones de España» los círculos socialistas almerienses manifestaron su rechazo a este tipo de tácticas ya que «pueden servir para que sectores hoy apartados de Franco pero en el fondo de orden o conservadores, reaccionen ante estos actos de violencia, olvidándose de sus diferencias políticas».24 Se ve claro que, para ellos, el cambio político en España pasaba por fomentar la disgregación de la coalición reaccionaria que sustentaba la dictadura y por un acercamiento entre las bases sociales de la oposición y del Régimen. Como es conocido la dirección comunista apostó por otras estrategias para precipitar la caída del Régimen siendo una de las más importantes la de introducirse en los Sindicatos a través de las elecciones a Enlaces Sindicales. En Almería esta estrategia no tuvo predicamento. Es ya conocido que Almería destaca, precisamente, por ser una de las últimas provincias de toda Andalucía en las que se forman las Comisiones Obreras (CC OO).25 Según la DGS se produjeron discrepancias entre lo que indicaba la dirección y la opinión de las bases comunistas almerienses. Para los militantes la estrategia estaba condenada al fracaso ya que «los dirigentes sindicales tienen suficientes medios para contrarrestar y anular todo lo que ellos pudiesen conseguir». Idéntica opinión tenían las bases socialistas que adoptaron la táctica «del menosprecio» y se mostraron partidarios de la abstención en las elecciones.26 Los comunistas de base 23

AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 7 de mayo de 1960 al 21 de mayo de 1960. 22-5-1960. 24 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 22 de junio de 1960 al 6 de julio de 1960. 7-7-1960. 25 Las CC OO se formarían en 1962 en Sevilla, en 1965 en Granada, en 1966 en Málaga, en 1965-66 en Cádiz y en 1967-68 en Córdoba mientras que en Huelva, Jaén y Almería no se construirían hasta los años 70 (Huelva, 1970; Almería, 1974, Jaén, 1975). Ver Alfonso MARTÍNEZ FORONDA (coord.), La conquista de la libertad. Historia de las Comisiones Obreras de Andalucía (1962-2000). Fundación de Estudios Sindicales -CC OO, Cádiz, 2003. 26 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 7 de agosto de 1960 al 22 de agosto de

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se despreocuparon del desarrollo de unas elecciones que, por otro lado, se produjeron con completa normalidad centrando su atención en «la ofensiva desencadenada por el bloque comunista en la ONU y, de forma muy especial, en los ataques a España en la persona de su Jefe de Estado, por interpretarlos, como indicio de que Rusia vuelve a orientar sus actividades hacia la Península Ibérica»27 La atención de los socialistas se dirigió hacia Francia girando sus comentarios en torno al mantenimiento del general De Gaulle en el poder. Según éstos esta situación era perjudicial para sus intereses ya que consideraban que De Gaulle era «un obstáculo para el triunfo de la democracia en España».28 En el orden interno los socialistas centraron su atención en criticar la creciente migración a Francia y Alemania. Según éstos esta migración era uno de los elementos más palpables del fracaso del Régimen ya que

1960. 23-8-1960. La escisión entre la dirección del PCE en el exilio y los antiguos militantes comunistas fue, en algunos momentos, clara y contundente. El informe de la quincena siguiente señalaba lo siguiente: «No se ha podido observar durante la quincena, que en estos sectores se lleven a cabo en la actualidad o se proyecten para un futuro próximo, acción política alguna relacionada con las Elecciones Sindicales y la información confidencial que sobre esta materia se tiene, se limita a señalar la opinión o criterio personal de algunos de los elementos que integran estos sectores, en algunos casos, coincidentes con las orientaciones que propalan las emisoras de radio rusas, siendo muy pocos los que así piensan. La inmensa mayoría reacciona ante esta propaganda con gran escepticismo augurándole el mismo éxito que tuvo la llamada ‘Jornada de Reconciliación Nacional’, acusando a sus camaradas del exterior de tener un completo desconocimiento de las posibilidades que ofrecen las Elecciones Sindicales para una campaña nacional de agitación política, que aquellos creen muy favorable y estos niegan tal posibilidad por considerarlas como un mero trámite burocrático. Algunos han llegado a decir que el resultado práctico que persiguen estas incitaciones a la acción no es otro que el provocar la represión y sobre esta continuar la campaña propagandística pero que ellos no están dispuestos a ser las víctimas propiciatorias de tal campaña». AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 23 de agosto de 1960 al 6 de septiembre de 1960. 7-9-1960. 27 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 22 de septiembre de 1960 al 6 de octubre de 1960. 7-10-1960. A pesar de la atención con que los militantes siguieron esta ofensiva cabe destacar que éstos consideraron como errónea la táctica desarrollada por la URSS ya que no conducía a «nada práctico» salvo a «reforzar la unión entre los occidentales». AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 7 de octubre de 1960 al 21 de octubre de 1960. 22-10-1960. 28 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 7 de octubre de 1960 al 21 de octubre de 1960. 22-10-1960.

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«a los veinte años de Nacional-Sindicalismo no se ha conseguido resolver el problema laboral, no ya en elevar el nivel de vida de los trabajadores, sino en garantizarles trabajo permanente»29 En cualquier caso, el análisis de la situación de los socialistas era un tanto contradictorio ya que, por un lado, tendían a imaginar el final de la dictadura como consecuencia de los problemas y contradicciones económicas pero, por otro lado, estimaban que el derrumbe del sistema debía de venir como consecuencia de la acción internacional ya que pensaban que la «acción interior no es posible y sólo conduce a justificar la represión».30 Teniendo en cuenta esta perspectiva no resulta sorprendente que la moral de los grupos de oposición al Régimen se elevara como consecuencia de «la efervescencia político-social existente en África y sobre todo por la orientación o acercamiento de los pueblos de este continente hacia Rusia».31 En concreto la visita oficial de una alta comitiva de la URSS a Marruecos y los acuerdos de cooperación entre ambos países habían causado una gran impresión ya que esperaban que esta nueva situación geoestratégica supusiera un primer paso «en una plataforma de acción hacia el Sur de Europa, con efectos más inmediatos sobre España por su proximidad geográfica y por los intereses económicos que ésta tiene en África».32

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AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 22 de octubre de 1960 al 7 de noviembre de 1960. 8-11-1960. 30 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 22 de enero de 1961 al 6 de febrero de 1961. 7-2-1961. 31 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 7 de febrero de 1961 al 22 de febrero de 1961. 23-2-1961. 32 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 7 de febrero de 1961 al 22 de febrero de 1961. 23-2-1961. En este sentido los militantes comunistas daban especial trascendencia a la muerte de Mohamed V ya que esperaban «de este suceso consecuencias políticas inmediatas, hasta el punto, que es creencia general en ellos la caída de esta zona clave del continente africano dentro de la esfera de influencia soviética una vez desaparecido uno de los más serios obstáculos […] Apoyan sus argumentos, en los antecedentes del Rey Hassan II al que consideran en manos de la fracción izquierdista del Partido Istiqlal, decididamente procomunista». AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 23 de febrero de 1961 al 7 de marzo de 1961. 8-3-1961. Sobre las relaciones diplomáticas de la España de Franco con Marruecos puede verse María Concepción YBARRA, “Relaciones hispano-marroquíes en los inicios del reinado de Hassan II”, VV. AA.; II Congreso Internacional La España del Presente. De la dictadura a la democracia. Madrid 5 de mayo, Melilla 6-7-8 de mayo de 2005. UNED-CIHDE, Madrid, 2005 (CD-Rom).

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-IVLos informes de la DGS también prestaban atención a otros grupos políticos que, sin ser contrarios al Régimen, tenían alguna diferencia programática con los postulados de la dictadura. Estos grupos eran los monárquicos juanistas, los tradicionalistas o los sectores católicos obreros de las JOC o la HOAC. Los informes sobre los dos primeros grupos no solían ir más allá de comentar los viajes y actividades de los principales líderes provinciales de estas corrientes así como informar sobre las octavillas de propaganda que solían difundir en pequeños actos sociales. Un ejemplo de este tipo de actividades propagandísticas fue el suceso ocurrido en el acto de clausura de la Jornada de Estudios sobre método rápido de alfabetización que se celebró en el Salón de Actos de la Escuela Normal de Magisterio. Al finalizar el acto comenzaron a llover unas octavillas de propaganda tradicionalista que un joven lanzó desde una claraboya situada sobre el anfiteatro.33 A pesar de estas actividades, la adhesión de estos grupos al Caudillo y su Régimen era clara. Esta adhesión se hacía más evidente y más fuerte cuando se precipitaban acontecimientos que cuestionaban la continuidad de la dictadura. En este sentido, el informe de marzo de 1960 es elocuente. Según la DGS los monárquicos «sin distinción de matices, ante la organización comunista clandestina, recientemente descubierta y los actos vandálicos por ella cometidos han reaccionado en el sentido de que hay que prescindir de las pequeñas diferencias partidistas y mantenerse unidos en torno al Generalísimo Franco para que este resuelva el problema de la sucesión sino se quiere dar facilidades al enemigo, que permanece latente y alerta para aprovechar cualquier circunstancia que ellos juzguen favorable y que por consiguiente, sería una insensatez provocar una escisión entre las fuerzas políticas que lucharon unidas en nuestra Guerra de Liberación»34

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Las octavillas se habían impreso Madrid y las había enviado a Almería el tradicionalista José Barrionuevo Barrionuevo. En cualquier caso, la DGS tenía motivos para sospechar que el instigador de los hechos era Juan José Hernández Fernández que recientemente había sido nombrado líder de los tradicionalistas almerienses por el jefe regional del grupo, el granadino Julio Muñoz Chapuli. AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 22 de diciembre de 1959 al 7 de enero de 1960. 8-1-1960 y Boletín quincenal del 7 de enero de 1960 al 22 de enero de 1960. 23-1-1960. 34 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 21 de febrero de 1960 al 7 de marzo de 1960. 8-3-1960.

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Queda claro que la identificación con la dictadura predomina sobre los sentimientos monárquicos. Para estos sectores la única fórmula viable de triunfo de sus ideales era una restauración controlada y dirigida por el Caudillo puesto que sólo de esta forma no se perjudicaría a largo plazo a la causa monárquica.35 De cualquier modo, el tipo de monarquía que esperaban restaurar tenía más puntos en común con la dictadura que con la democracia que disfrutamos en la actualidad. Según una publicación monárquica captada por la DGS los principios del sistema que esperaban implantar eran de carácter corporativo. «Con dos Cámaras legislativas, en las que estarán representados todos los estamentos sociales y Corporaciones, a través de sus órganos naturales, excepto la Administración de Justicia, que dependerá directamente del Rey. Se declara también un amplio regionalismo administrativo con la creación de Consejos Regionales»36 La actitud de los sectores católicos obreros era diferente. Se trataba de unos grupos críticos con las instituciones de la dictadura por lo que la vigilancia de la DGS sobre éstos era más estrecha. Tenían diferentes lugares de implantación pero dónde probablemente habían alcanzado mayor predicamento era en la barriada de pescadores de La Chanca.37 La influencia llegaba a tal punto que al parecer valoraban la posibilidad de «obtener Enlaces Sindicales en las distintas dotaciones de los barcos pesqueros».38 Las autoridades estaban muy preocupadas por las consecuencias, tanto de orden social 35

«Los comentarios han sido comedidos y de incondicional adhesión al Caudillo, diciéndose que sólo una instauración por el controlada y dirigida es la solución viable y que cualquier impaciencia o egoísmo de partido sería no sólo contraproducente, sino que perjudicaría a la larga a la causa de la Monarquía, pues nadie que proceda de buena fe, puede siquiera admitir la posibilidad de que esta instauración se condicione a un referéndum del pueblo». AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 22 de marzo de 1960 al 6 de abril de 1960. 7-4-1960. 36 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 7 de agosto de 1960 al 22 de agosto de 1960. 23-8-1960. El informe de la DGS se inclinaba por creer que estos principios tenían como origen el grupo tradicionalista que se había unido a D. Juan ya que resultaba improbable que éste defendiera unos principios corporativos, dada su supuesta trayectoria liberal. A nuestro juicio lo más interesante del caso es la buena acogida que tuvieron estos principios en la opinión monárquica almeriense siendo un claro reflejo de su identificación con los principios del 18 de julio. AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 23 de agosto de 1960 al 6 de septiembre de 1960. 7-9-1960. 37 Sobre el ambiente en la mísera barriada almeriense es todavía muy útil la popular, y estremecedora, novela de Juan Goytisolo. Ver Juan GOYTISOLO, La Chanca. Seix Barral, Barcelona, 1981. 38 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 23 de agosto de 1960 al 6 de septiembre de 1960. 23-8-1960.

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como de orden económico, que podían tener las acciones de los curas-obreros y sus grupos. Concretamente en La Chanca realizaban un continuo seguimiento a los movimientos del sacerdote Marino Álvarez Mínguez quien «directamente y por medio del Grupo Parroquial de la JOC continua llevando a cabo una labor disolvente que amenaza con enfrentar a patronos y obreros y que puede tener incluso graves repercusiones económicas, por que los armadores de barcos de pesca de altura, que son los que sostienen la industria en este puerto, están considerando la conveniencia de trasladar la base de estas embarcaciones a otros puertos en evitación de incidentes»39 La preocupación de las autoridades franquistas disminuyó a la quincena siguiente ya que empezó a circular el rumor de que Marino Álvarez iba a ser trasladado a Madrid40. El tiempo demostraría que estos rumores resultaban infundados ya que Marino sería el párroco de la barriada de pescadores hasta su jubilación convirtiéndose en un personaje clave del barrio y en un apoyo vital del movimiento obrero almeriense en el final del franquismo y la Transición.41

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AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 22 de septiembre de 1960 al 6 de octubre de 1960. 7-10-1960. 40 En cualquier caso es importante señalar que no todas las autoridades estaban en contra de las actividades de los sacerdotes del barrio de La Chanca. La situación de éstos era un tanto ambigua ya que a la vez que apoyaban las reivindicaciones obreras colaboraban con las autoridades franquistas en la promoción y desarrollo del barrio. Sobre este asunto un antiguo alcalde de la ciudad nos comentaba: «(Pregunta). Y decía que, que le había... que se había encontrado la colaboración del obispado... Había allí dos o tres sacerdotes Don Marino entre ellos, que trabajaron mucho por ese barrio (Guillermo). Sí (Pregunta). ¿Colaboraron ustedes con ellos? (Guillermo). Ellos colaboraron con nosotros más bien (Pregunta). Bueno vale... (Guillermo). Y nosotros colaboramos con ellos era una entente cordial, tanto por una parte... ambos teníamos la misma finalidad: el servir a los demás. Unos dentro de su esfera, de su esfera profesional, vamos a llamarlo así, y otros en su esfera política... pero además vamos que no había problema ninguno, entre otras cosas porque incluso la plaza de la catedral la hicimos nosotros... psicológicamente en la misma, en la misma ruta. (Pregunta). O sea que usted calificaría la relación con Don Marino como cordial (Guillermo). Sí, sí... Indudablemente no recuerdo haber tenido ninguna fricción.. y si tuve alguna fricción fue más por ignorancia que con intencionalidad.» Testimonio de Guillermo V. V. Almería, 2-7-2003. 41 Según una antigua activista de la HOAC D. Marino era una persona de relevancia en el barrio y colaboró mucho en las actividades antifranquistas de los movimientos católicos en los años de la Transición. «(Beatriz). cuando yo vine a Almería en el año 70 enseguida Don Marino fue la primera persona que yo conocí. Entonces de alguna manera... públicamente era una persona de relevancia. (Pregunta). De relevancia (Beatriz). De relevancia. (Pregunta). Umm umm (afirmativo). Y cuando organizasteis la HOAC teníais allí... (Beatriz). Había en La Pescadería claro había un grupo... (Pregunta). Y ¿cuántos seríais más o menos? (Beatriz). ¡Uy! Llegamos a tener... llegamos a tener una asamblea de 50 ó 60 personas sí, sí, sí. Gente que luego ha estado en sindicatos y... muy bien. Abelardo Campra, ese abogado, este que es un abogado de bastante prestigio fue uno de los que formaron los primeros, los primeros grupos de la HOAC. O sea que había un grupo de gente muy relevante y que luego pues han tenido una actitud bastante responsable con sus ideas de cara a durar y estar de parte del movimiento obrero». Testimonio de Beatriz I. S. Almería, 17-7-2003.

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También tuvieron bastante repercusión las actividades desarrolladas por las JOC de Albox. Los informes de la DGS lamentaban que fueran precisamente sacerdotes quienes provocaran unos escándalos que creaban «confusionismo entre los católicos» comentando que si bien las jerarquías de la Iglesia católica restaban importancia a los conflictos si se encontraban algo molestas hasta el punto que «D. Bernardino Antón, sacerdote de gran prestigio, manifestaba, que ese no es el camino, que podía admitirse o intentarse, la cooperación entre las agrupaciones obreras católicas y la Organización Sindical pero nunca la lucha»42 En cierto sentido esa sería la dinámica que perseguiría a los grupos católicos obreros hasta el final del franquismo. Tendrían la difícil tarea de moverse entre dos aguas luchando por los intereses de los trabajadores a la vez que respondían a las reclamaciones y llamadas de atención de las jerarquías católicas y por ende de las franquistas.

-VLos informes sobre las actitudes y opiniones de los sectores no adscritos a ningún grupo concreto muestran que la gran mayoría de la población estaba preocupada, fundamentalmente, por su subsistencia diaria. Únicamente de manera ocasional algún tema político adquiere la suficiente relevancia como para implicar a la gran mayoría de la población. Una de las principales preocupaciones políticas de los españoles era el problema de la continuidad del Régimen una vez desapareciera físicamente el Caudillo. Tras el Mensaje de Fin de Año de 1959 las reacciones no se hicieron esperar. Según la DGS la opinión pública acogía con grandes reservas y dudas «la posibilidad de que el Régimen pueda sucederse asimismo cuando falte la persona rectora de Francisco Franco proclamando su falta de fe en las instituciones».43 También existían serias dudas sobre la política económica del Régimen. Si hoy todos los especialistas señalan, con acierto, el gran punto de inflexión que supuso el Plan de Estabilización no debemos pasar por alto las incertidumbres con que fue acogido en su día. Los comentarios reflejaban 42

AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 22 de septiembre de 1960 al 6 de octubre de 1960. 7-10-1960. 43 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 22 de diciembre de 1959 al 7 de enero de 1960. 8-1-1960.

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muchas «dudas e incertidumbres respecto al futuro» siendo una de las razones de éstas la ausencia de inversión del capital extranjero.44 «El retraimiento del capital extranjero para inversiones en España pues está muy generalizada la creencia de que hoy España ofrece buena rentabilidad al capital extranjero tanto en inversiones industriales como agrícolas y el no operarse este movimiento económico no puede achacarse a otro motivo, dicen, que a falta de garantías políticas»45 Tampoco debemos desdeñar las dificultades económicas cotidianas. Los pequeños problemas económicos podían llegar a empañar la imagen pública de la dictadura causando que sectores importantes de la opinión cuestionaran las soluciones que aportaba el gobierno. A principios de 1960 el ánimo de los sectores ganaderos almerienses era de marcado «pesimismo y desaliento». El sector estaba realmente frustrado por «la política del Gobierno en la regulación del mercado de la lana» y más concretamente porque se había autorizado la importación de lana australiana siendo esta medida muy contraproducente ya que «un gran porcentaje de la producción nacional se encuentra en poder de los ganadores que no ven la forma de darle salida a pesar de la baja cotización de este producto».46 Otro de elemento de preocupación, y crítica, era el desempleo.47 Si a este desempleo, «endémico» en el caso del agro,48 le unimos el bajo nivel de los salarios no debe extrañarnos que se produjeran las enormes pérdidas de población que se dieron 44

En cualquier caso el apoyo social al Plan de Estabilización fue temprano debido, fundamentalmente, a su éxito en contener la inflación. Sobre este apoyo ver AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 8 de marzo de 1960 al 21 de marzo de 1960. 22-3-1960. 45 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 22 de diciembre de 1959 al 7 de enero de 1960. 8-1-1960. 46 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 22 de diciembre de 1959 al 7 de enero de 1960. 8-1-1960. 47 Una de las soluciones que solía aportar la dictadura al desempleo y que solía ser reclamada por la sociedad era la de destinar dinero a la construcción de obras públicas que redujeran, al menos temporalmente, el paro. Ver AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 7 de febrero de 1960 al 21 de febrero de 1960. 22-2-1960. 48 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 22 de enero de 1960 al 7 de febrero de 1960. 8-2-1960.

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durante estos años. Sin embargo el Régimen supo gestionar los deseos migratorios de los españoles valorando éstos de manera positiva los acuerdos diplomáticos para colocar trabajadores españoles en Francia o Alemania.49 A los que se quedaban en Almería no les quedó otro remedio que sufrir las nuevas medidas laborales que introdujeron algunas empresas. Ese fue el caso de la empresa panadera Arispan. Los trabajadores de esta empresa estaban francamente descontentos porque se les había «suprimido la prima de producción al entrar en régimen de ‘empresa mecanizada’, conceptuación que, según ellos, no responde a la realidad y sobre la que han entablado recurso a Madrid».50 La tensión entre la dirección de la empresa y los trabajadores llegó a tal punto que éstos comenzaron a ejercer presión realizando un pan de menor calidad al que acostumbraban, hecho este que percibieron los consumidores.51 Otra empresa en la que se vivieron momentos de tensión fue en los Talleres Metalúrgicos Francisco Oliveros SA. El motivo de la crisis era que RENFE había decidido dejar de reparar vagones en mal estado ya que estas reparaciones les resultaban antieconómicas. Precisamente era en la empresa Oliveros donde se llevaban a cabo estas reparaciones por lo que la crisis de trabajo fue muy importante. En esta tesitura «La Empresa se resiste a iniciar el Expediente de Crisis que traería como consecuencia el despido de un cincuenta por ciento de sus obreros pero se ha visto en la necesidad de suprimir las primas de rendimiento, horas extraordinarias y otras mejoras y anunciarles que si para primero de año no cambia la situación se verá forzada a tomar esta medida extrema»52 49

En cualquier caso también existían formas clandestinas de migración laboral. Según la DGS desde pueblos como Lubrín, Huércal Overa o Albox se viajaba a Francia únicamente con el pasaporte de «turistas y por tanto sin contrato de trabajo, no obstante lo cual, lo encuentran pues hasta ahora no ha regresado ninguno […] Esto hace suponer que cuentan en aquel país con alguna protección sospechosa que se encarga de legalizar su situación laboral» AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 7 de febrero de 1960 al 21 de febrero de 1960. 22-2-1960. 50 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 22 de marzo de 1960 al 6 de abril de 1960. 7-4-1960. 51 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 7 de julio de 1960 al 22 de julio de 1960. 23-7-1960. 52 AHPAl. Gobierno Civil. Secretaría General/Vicesecretaría. Relaciones interministeriales y coordinación provincial. Administración Central. Ministerio de Gobernación. Boletines quincenales Dirección General de Seguridad. GC-1095. Boletín quincenal del 22 de mayo de 1960 al 6 de junio de 1960. 7-6-1960.

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En cualquier caso estas indisposiciones no generaron un movimiento organizado de oposición al franquismo. Durante los años 60 el malestar no trascendió más allá de rumores, chismes y comentarios.

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