Pautas de estudio en casas

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PAUTAS DE ESTUDIO EN CASAS. Aunque resulta evidente, queremos hacer notar que el estudio no es algo que debe hacerse un día o dos antes de un examen, sino que es una actividad que hay que ir realizando a medida que se va trabajando en clase Es posible que alguna de las actividades propuestas en la guía de orientación, como hacer un esquema, presenten al principio una cierta dificultad. No obstante vale la pena seguir practicando y, si es preciso, consultar algún otro artículo sobre esquemas o resúmenes o algún libro.

Ps. Hilda Esther Zúñiga Martínez Ps. María Alejandra Harris Bonet Asesoras Escolares

COLEGIO NUESTRA SEÑORA DE LOURDES Barranquilla-Colombia


PAUTAS DE ESTUDIO Y TECNICAS DE ESTUDIO Estudiar significa relacionar lo nuevo con el conocimiento ya integrado y poder recordarlo en el momento oportuno, es decir, comprenderlo y memorizarlo de manera permanente, por eso es importante la atención que tengas en las clases.

Consejos básicos Para empezar un día de estudio con buen pie hemos de tener varias cosas en cuenta: En primer lugar a nivel personal nuestro el cuerpo ha de encontrarse en óptimas condiciones: es mejor no estudiar después de una comida fuerte, una emoción intensa. Practicar una buena respiración y motivación al iniciar el día. En cuanto al espacio físico, el sitio donde desarrolles el acto de estudiar debe ser frente a un escritorio o mesa de trabajo, Es aquí donde se debe conseguir obtener las mejores condiciones posibles, como el silencio, una correcta iluminación (que evite las sombras y no sea demasiado intensa para no crear deslumbramientos que puedan cansar la vista), muebles cómodos (con la mesa a una altura adecuada, que no tengamos que encorvar la espalda ni sentirte bajito(a), y con una silla que mantenga una postura a 90º), material al alcance de la manoAdemás si se toma el hábito de estudiar en el mismo lugar, el proceso de concentración acabará siendo más rápido y eficaz. Organización y planificación del estudio

Para empezar debes planificar las horas de estudio, pues así tendrás un control y podrás organizar mejor el resto de tareas. Tener un horario adecuado proporciona: •

Alivio.

Evitar malgastar el tiempo y estudiar más de lo necesario.

Permite la concentración.

Ayuda a crear el hábito del estudio.

Permite estudiar lo justo en el tiempo justo.


Para planificar el horario personal debes tener en cuenta lo siguiente:

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Hacer una primera valoración de tus actividades cotidianas y el tiempo que nos ocupa. Estructurar semanalmente el horario de estudio en relación a dichas tareas, para que unas no interfieran en las otras. Hacer una escala de valoración de las asignaturas según el grado de dificultad que representan para ti, para dedicarle más tiempo a unas que a otras. Las asignaturas que son parecidas nunca deben estudiarse seguidas, para evitar confusiones. Dejar cada día un rato para el ocio. Hacer ejercicio físico habitualmente. Ser realista y ajustarse a tu ritmo de vida. Tener en cuenta tu estado de ánimo, en cuanto se acabe la época de exámenes el plan de estudios desaparecerá. Una vez planificado, hay que cumplirlo.

Existen dos causas principales que hacen fracasar el horario:

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La distracción, que puede ser interna (pensamientos) o externa (ruidos, familia, amigos,...) El hecho de no valorar como importante el horario, lo que conduce a su incumplimiento.

Las estrategias que podemos llevar a cabo para facilitar el cumplimiento horario son:

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Efectuar períodos más breves de estudio, pero manteniendo el nivel de horas establecido. Tener las metas y los propósitos concretizados al máximo. Intercalar más descansos. Adecuar mejor el lugar de estudio. Estudiar en las mejores horas para cada uno. Controlar el pensamiento. Hacer comprender a la familia y a los amigos la importancia de estudiar, para que respeten dicha actividad. Conseguir "hacer nuestro" el lugar donde trabajamos. Acudir asiduamente a una biblioteca.

Estudiar de forma adecuada te facilita la vida y existen unas técnicas que ayudan al descanso del trabajo intelectual y al mismo tiempo favorecen la concentración:

Cuando paras el trabajo y haces los descansos correspondientes, existen tres niveles progresivos de desconexión del mismo: cambio de trabajo intelectual, cambio mental completo y cambio de ocupación total. Existen una serie de ejercicios de relajación que puedes practicar para conseguir la completa desconexión mental: o Relajación física de los sentidos: mirar durante 20" alguna cosa a una distancia de dos o más metros. Con tranquilidad, pasivamente, con el pensamiento centrado en lo que se mira como si fuera visto por primera vez.


Relajación de los músculos de la cabeza: mover los músculos de la frente varias veces hasta cansarlos, dejarlos ir y sentirlos relajarse. o Cambios de postura física para movilizar los músculos inactivos durante el estudio. o Ejercicios respiratorios: respirar honda y profundamente de manera lenta durante 1-2 minutos. Si te sientes cansado(a) durante el trabajo intelectual no pienses que estás fatigado, te cansarás más. Distráete del cansancio, primero observa si hay tensiones internas que te restan energía, mira si estás aplicando bien las técnicas de lectura y relaja la vista mirando hacia otro lado. Si aún así no puedes seguir trabajando, posponlo durante 15 o 20 minutos, realiza actividades completamente distintas de estudiar. o

Atención y Concentración

Podemos definir la atención como la capacidad para centrarse de manera persistente en un estímulo o actividad concretos. Existen dos tipos de atención:

Involuntaria: es aquella en la que no ponemos intención. Por ejemplo, un sonido fuerte, una voz conocida, una luz. Voluntaria: es aquella que requiere una elección por nuestra parte y por tanto un esfuerzo evitar la atracción que ejercen otros estímulos hacia nosotros. Este tipo de atención es indispensable para obtener rendimiento al estudiar.

• Hacer

La concentración es el mantenimiento prolongado de la atención. Para aumentar la capacidad de atención hay que trabajar sobre cinco puntos: Ejercitar la voluntad y el interés por el estudio, esto es, estar motivado hacia él. Pensar a menudo porqué estudias, buscar la utilidad concreta que pueda tener lo que estás haciendo ahora, volver siempre a la tarea sin nervios ayuda a reforzar la voluntad. Tratar adecuadamente los asuntos personales, esto puede hacerse de dos modos: anotarlos y posponer su atención para después del estudio, o bien, si es una cuestión importante o irritante, darse un tiempo de 15 minutos para pensar en ella y luego volver al estudio. Entusiásmate con lo que está haciendo, ten en cuenta el poder que tienen los pensamientos, de modo que éstos deben ser positivos respecto a la tarea para que podamos sentirnos a gusto. Procurar mantenerse físicamente en forma y sin tensiones a la hora de estudiar. ejercicios específicos para mejorar la atención. Por ejemplo: Contar todas las "a" de una página de un libro teniendo en cuenta el tiempo que tardas en hacerlo. Observar un objeto cualquiera durante un minuto intentando recordarlo en el mínimo detalle. Dibujarlo sin el modelo intentando buscar la exactitud de los detalles.


Hay cuatro condiciones básicas para conseguir un óptimo aprendizaje:

Querer aprender, de forma voluntaria y libre.

Tener motivación para aprender, sabiendo el esfuerzo que supone y estar dispuesto a realizarlo.

Tener un método que sistematice los conocimientos.

Distribuir de forma adecuada del tiempo, de manera que impida perderlo.

Estudiar es un proceso que requiere cuatro momentos:

1. Comprensión del texto. 2. Selección y organización de conceptos, de manera que la cantidad de información sea menor y por lo tanto más fácil de aprender. 3. Memorización de los conceptos fundamentales. 4. Evocación de lo estudiado.

Comprensión del texto 1. Prelectura. Consiste en realizar una lectura muy rápida de todo lo se ha de estudiar con el fin de sacar una idea general sobre el contenido del texto. 2. Lectura comprensiva. Se trata de leer despacio procurando entender bien todo lo que explica. Si alguna palabra o expresión no se entiende, se usa el diccionario.

Selección y organización de conceptos

3. Subrayar las ideas principales o las palabras clave. Si se ha hecho bien, al leer sólo lo subrayado se podrá entender lo fundamental del texto. Algunos textos ya dan pistas sobre conceptos importantes con letra negrita u otros sistemas. No obstante se tendrán que subrayar algunas palabras o frases más. 4. Resumir el texto. (No se hace si el texto ya está considerablemente resumido). Una buena manera de hacer el resumen consiste en escribir lo importante pero formando frases completas con sentido. Es interesante que en el resumen se subrayen o resalten las palabras clave o conceptos importantes. 5. Confeccionar un esquema. Se trata de presentar las palabras con mayor carga conceptual organizadas formando un esquema de llaves o cuadro sinóptico, por ejemplo. Dicho esquema no ha de ocupar más de una página. Una vez conseguido, dispondrá el estudiante de la información a estudiar reducida a su mínima expresión y que representa, de manera gráfica, las relaciones entre los conceptos.


Memorización de los conceptos principales 6. Visualización del esquema. Para memorizar el esquema de llaves elaborado, será necesario mirar con atención durante un tiempo, entre dos y cinco minutos según el tamaño del esquema, presentando atención al número de elementos de cada nivel, a cómo están colocados, a cuantos niveles diferentes hay… Es decir, observando con atención los detalles. Después tapar el esquema e intentar reproducirlo en un papel. Si se reprodujo con éxito pasar a la siguiente fase. En caso contrario, repetir el proceso.

7. Recitación repetida del resumen. Primero hay que dividir el texto del resumen en partes pequeñas para estudiarlas por separado, una detrás de otra. Se puede hacer por preguntas o por párrafos. A continuación se lee tres veces seguidas, oral o silenciosamente, la primera de las partes separadas, tras lo cual se tapará lo leído y se intentará repetir sin mirarlo. Luego hay que comprobar y, si se ha logrado, hacer lo mismo con la segunda parte. Si no, se vuelve a leer tres veces más y otra vez a comprobar. Cuando se hayan aprendido tres partes, conviene volver al principio y comprobar si aún se recuerdan las anteriores. Habrá que releer alguna si se ha olvidado. Después se hará lo mismo cada tres partes estudiadas.

8. Repaso. Lo que se ha aprendido un día no servirá apenas si no se repasa al día siguiente, otra vez pasados cinco o seis días, luego una vez por semana y, finalmente, el día antes del examen. REPASAR consiste en hacer una lectura rápida y después ir comprobando por partes si se sabe repetir bien el texto estudiado. Si algo se ha olvidado, se vuelve a estudiar como se indica en los puntos 6 y 7. Evocación de lo estudiado Realización de exámenes. Con frecuencia la manera de demostrar que se ha aprendido algo es a través de exámenes. Normalmente, si se ha estudiado de forma adecuada no suelen presentar demasiados problemas, aunque vale la pena tomar ciertas precauciones:  Leer con atención las preguntas para comprenderlas bien.


 Intentar situar mentalmente los conceptos que nos piden en el esquema que hemos

elaborado.  Procurar contestar con frases bien construidas y comprensibles.  Además hay que explicar las palabras técnicas que uses y, si es pertinente, poner

ejemplos. Es bueno pensar que lo explicas para una persona que viene de otro planeta y no sabe nada. Es un error pensar que el profesor ya sabe de que va.  Usar todo el tiempo disponible y emplear el que sobre en repasar.  Presentar el examen de forma esmerada: con buena letra, limpio, sin tachaduras, con

márgenes y usando regla para subrayar los enunciados o conceptos importantes.

EXITOS EN TUS NUEVAS METAS


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