María Y el Concilio Vaticano II Por hno. Juan Bernabé, csj
María es sin duda nuestro modelo de fe, y lo podemos ver en la respuesta que le da al ángel Gabriel en el pasaje de la Anunciación: “He aquí la esclava de Señor, que se haga en mí según tu palabra.” (Lc. 1,38)
A casi 50 años de la realización del Concilio Vaticano II, seguimos recibiendo este mensaje de salvación, de amor y de paz que Jesucristo, Hijo de Dios vivo, trajo al mundo y confió a su Iglesia. Los obispos, sucesores de los apóstoles, se han esforzado en manifestar a los hombres de este tiempo la verdad de Dios, de tal forma que todos la entiendan con claridad y la sigan con agrado. Por tal motivo, de nosotros depende profundizar en cada uno de los temas tratados en este Concilio y descubrir lo que nos dicen, bajo la dirección del Espíritu Santo, sobre la madre de Dios, la bienaventurada Virgen María. Cabe señalar que de los 16 documentos conciliares, sólo uno dedica un ca10
pítulo entero para hablar de la Virgen María, es el primero, la Constitución Dogmática sobre la Iglesia, Lumen Gentium, en el capitulo VIII. Donde se nos presenta a la Virgen María, madre
MARÍA EN LA IGLESIA