GENERAL
6A MARTES 18 DE FEBRERO DE 2014 DE COATZACOALCOS
O·P·I·N·I·Ó·N Revelaciones
Hacer ruido para ser tomados en cuenta Margarito Escudero Luis
“
Debemos hacer ruido” dice Guillermo Celis, presidente de la Canacintra, para que el gobernador y el presidente de la República sepan que la sociedad civil se está moviendo. Así lo dijo recordando “el ruido” que hacen los periodistas en el caso del crimen cometido contra Gregorio Jiménez. Este caso no ha dejado de sonar en muchos ámbitos, en las redes sociales sigue siendo tema obligado; en las conversaciones de café, en las entrevistas con funcionarios, pero se percibe la preocupación oficial ante un asunto que no concluye, a pesar del esfuerzo hecho por darlo terminado. El gobernador Javier Duarte ha hecho algunos cambios en su rutina que llaman la atención, como el dar una conferencia de prensa mañanera que se realizará cada lunes, con el fin de mantener
Luego de la reunión en Coatzacoalcos, la Misión ofreció una conferencia de prensa en Xalapa, donde expresaron su preocupación por las amenazas a la seguridad personal que enfrentan periodistas de Coatzacoalcos, como consecuencia del clima de inseguridad e impunidad que prevalece en la región del sur de Veracruz
informada a la prensa sobre las acciones realizadas por su gobierno en todo el estado. En la reunión de este lunes, el mandatario aseguró que habrá cambios en su Gabinete y la especulación es en el sentido de que se van del gobierno el procurador Amadeo Flores Espinoza y Gina Domínguez, actual coordinadora de Comunicación Social.
ESFUERZOS FALLIDOS Y es que los esfuerzos por minimizar el caso Gregorio Jiménez, por dividir la protesta de comunicadores y por evitar que el asunto aumentara de proporciones, les falló, tanto que se fue a instancias internacionales y periodistas de organizaciones combativas y contestatarias han intervenido para conocer detalles del caso, sin tomar en cuenta la investigación oficial. El sábado anterior estuvo en Coatzacoalcos una Misión de Observación, integrada por
periodistas y organizaciones defensoras de la libertad de expresión, misma que informó la futura presentación del informe correspondiente el próximo 5 de marzo, al cumplirse un mes del secuestro y asesinato de Gregorio Jiménez. Luego de la reunión en Coatzacoalcos, la Misión ofreció una conferencia de prensa en Xalapa, donde expresaron su preocupación por las amenazas a la seguridad personal que enfrentan periodistas de Coatzacoalcos, como consecuencia del clima de inseguridad e impunidad que prevalece en la región del sur de Veracruz.
POLICIACOS VULNERABLES También explicaron que las adversas condiciones laborales de los periodistas, sobre todo de quienes están asignados a la fuente policiaca, los colocan en una situación vulnerable y elevan su riesgo
en la cobertura de temas relacionados con el crimen. Bajos salarios, falta de seguridad social y capacitación, presiones por los intereses políticos y económicos que dominan la relación entre medios y el gobierno, así como amenazas del crimen provocan un clima de riesgo para los periodistas de la región. Recalcaron que esas condiciones elevaron el riesgo de Gregorio Jiménez, quien en distintas ocasiones reportó el incremento de los secuestros y la inseguridad en Villa Allende, donde él vivía. En un comunicado distribuido por la Misión de Observación, se exige que la PGR, a través de la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión, atraiga el caso como dictan sus facultades y vaya más allá de la única línea de investigación que hasta ahora han seguido las autoridades de Veracruz, que atribuyen la venganza personal como
móvil de su asesinato. Por si eso fuera poco, la mañana del lunes se informó que el periodista Omar Reyes Fabián, corresponsal del diario Tiempo de Ixhuatlán de Porfirio Díaz, Oaxaca, fue asesinado. Aunque el hecho no ocurrió en tierras veracruzanas, pone al gremio en alerta, dispuesto a apoyar cualquier movilización que realicen los colegas de aquel lugar.
mo socialista. Los devotos del libro bautizan como fichero de biblioteca: Ivanhoe y Frodo no están tan mal, pero Divina Comedia o Metamorfosis quizás sea demasiado (uno de los nombres prohibidos en Sinaloa es “Harry Potter”). El cinéfilo lo proclama llamando al niño Ciudadano Kane; el melómano, Ludwigván. Un amigo tuvo a su primera hija al mismo tiempo que su primera computadora: si la madre no lo impide, la niña se llamaba Microsoft y en tres años quedaba obsoleta. Los artistas y escritores potencian sus nombres extendiéndolos a sus obras: Giacometti es flaco como sus esculturas y Botero gordo como las suyas. “¿Hay algo más tonto en la vida/ que llamarse Pablo Neruda?”. “¡Ay, Federico García/ llama a la guardia civil!”. “Yo soy Walt Whitman, liberal y cachondo”.
H.D. se obnubiló en sus iniciales y e.e. cummings se disminuyó en sus diminutivas. Gómez de la Serna decía que tenía “la cara llena de Ramón”. Y a López Velarde le gustaba que Fuensanta dijera “mi nombre/ con mofa y mimo, en homenaje y burla”… ¿Cuánto falta para que nazca el primer niño al que un genitor decidido quiera llamar AK-47? Revolucionario como soy, prefiero María y Juan. Nombrar a una criatura debe poner sobre cualquier interés, esperanza o apetito el respeto a dos libertades, pero la de quien nombra debe subordinarse a la de quien es nombrado. Llegará un día, cuando la criatura crezca, en que se dirá su nombre en voz alta, mirándose al espejo. Bueno, supongo que es importante que lo diga con libertad y sin bochorno.
PSICOSIS Ya muchos compañeros han manifestado su temor de ser vigilados, de tener sus teléfonos celulares intervenidos, pues cada vez que inician una conversación se escuchan “ruidos raros” en la transmisión. Todos andan con cuidado, con miedo de ser atacados de cualquier manera; lo peor del asunto es que no tienen a nadie confiable a quien acudir, todo se ventila entre los mismos colegas.
Opinión
Aventuras en el Registro Civil Guillermo Sheridan
E
l Registro Civil de Sinaloa prohibió asestarle a las criaturas cincuenta y cuatro nombres que considera “peyorativos, discriminatorios, infamantes, denigrantes, carentes de significado, que formen albures o los expongan al bullying”. Algunos son Escroto, Pubis, Pene, Calzón, Rambo, Robocop, Batman, James Bond, Michael Jackson, Rolling Stone, Yahoo, Twitter, Facebook, Burger King, Terminator, Circuncisión, Pomponio, Espinaca, Indio y Hitler. Alguna vez escribí ya sobre lo extraño que es llamarse como uno se llama y el paralelo concurso de imbecilidad práctica que supone bautizar entre gente impulsiva o necesitada de atención. Ralph Waldo Emerson sostuvo que los nombres surgían de la apariencia f ísica o del oficio, es decir, que eran apodos:
¿Cuánto falta para que nazca el primer niño al que un genitor decidido quiera llamar AK-47? Revolucionario como soy, prefiero María y Juan. Nombrar a una criatura debe poner sobre cualquier interés, esperanza o apetito el respeto a dos libertades, pero la de quien nombra debe subordinarse a la de quien es nombrado
únicos nombres verdaderos (por ejemplo, mi nombre traducido a literal significa “Casco decidido del que Busca”, o sea: el necio perdido). Para T.S. Eliot era menos dif ícil bautizar niños que gatos, algo que sí pone a prueba la imaginación. Quizás porque nombrar gatos es acto poético puro, mientras que ante un bebé recién parido la gente se convierte en poeta comprometido. Claro, como en toda creación va implícito el riesgo de fallar, puede ocurrir que la obra de arte de tres kilos lleve el testimonio del ripio parental hasta alcanzar los ciento veinte (kilos). Las fantasías del boato y los deslumbres del oropel llevan ahora a la gente a espolvorear sobre las niñas una diamantina de abundantes haches, kas e y griegas por instintivo malinchismo: la breve Juana acaba en la rutilante Yohan-
nette. Y naturalmente hay quienes hacen del niño un manifiesto político ambulante que se pasará la vida explicando quién fue Bakunin. Es el padre anarquista que encierra a su criatura en la cárcel vitalicia de su antropónimo. Quien llama a su hijo Tlahuanclanteputli estará muy ufano de sus raíces, pero ya lo condenó a explicar a cada prospecto de novia que su nombre viene de tlahuan (vidrio), clante (bola) y putli (pequeño), es decir: canica. El nacionalista revolucionario es pródigo en Emilianos, Cuauhtémocs y Caneks; al comunista le da por Lenins, Stalins, Ches y Maos. ¿Conoce usted a Espartaca Milagros? Es hija de un marxista y una mocha. Caleb Omega, júrelo, es hijo de adventista del séptimo día y esotérica eterna. Calzón es, desde luego, una sobredosis de realis-
Opinión
Federico Campbell Élmer Mendoza
I
nfluenciados por la sopa, no era fácil escribir tu nombre; siempre lo aclarabas con humor y con ese poder innato que tienen los tijuanos que les sirve para pactar con los demonios y para hacer amigos asombrados. Hay palabras que te gustaban: Tijuana, Otay, la Coahuila, la Revo, Aguacaliente, línea, la presa “Abelardo L. Rodríguez”, los Potros, el aeropuerto. Palabras que eran fotografías en que sobresalían una madre maestra, un padre telegrafista y dos hermanas hermosas. Federico fue el gran padrino. En Álamos Sonora le conté de Un asesino solitario, mi primera novela. Dijo que no la leería pero que sí la recomendaría y fue él quien me abrió la puerta de Tusquets, donde Martín Solares y Aurelio Major buscaban impulsar un nuevo grupo de narradores. Comíamos pasta, bebíamos vino y sobre todo café, le gustaba una mezcla horrible que le dicen irlandés. Me contaba de Rulfo, de Arreola, de José
Agustín, de ese tiempo en que estos grandes narradores pasaban carencias. Muchas veces le pregunté sobre Todo lo de las focas y cómo se puede crear una atmósfera tan inmóvil con una ciudad al lado tan dinámica. No sabía y vaya que sabía todo, y cuando no sabía era como si ese acto de saber que no sabía fuera suficiente. Tres pasiones dejaba ver. Poco contaba de Carmen pero cuando lo hacía sus ojos eran el mar que no se divide en playas de Tijuana. La literatura era otra, allí donde el periodismo se multiplica y también es ficción donde puede estar la familia, los amigos, o esa inmensa península que Dios creó un día que estaba distraído. La otra es Tijuana, la esencia de la memoria, una ciudad que tenía todos los minutos en su charla. También recordaba Huatabampo, Navojoa y Hermosillo. Las carreteras aparecían en sus conversaciones y también los trenes y los retenes. Con Leonor tenía otra plática, había nombres de familias y
del lugar de Sonora donde ella nació. Comían machaca con tortillas de harina como si fuera lo único en el mundo. En 2011 mereció el premio Letras de Sinaloa, que otorga el gobierno de Sinaloa a creadores muy destacados. Me reuní con el jurado en la ciudad de México para conocer el fallo. Algo que me gusta de ese ejercicio son las discusiones sobre los candidatos que propone el comité organizador de la feria del libro de Los Mochis. Generalmente son largas y me entero de parte de la vida de aspirantes que no saben que lo son. En 2011, uno de los miembros del jurado propuso a Federico Campbell y de inmediato todos se sumaron. Es indiscutible su calidad literaria, su trayectoria periodística y su capacidad para generar ideas; su aporte a las letras nacionales es muy valioso. Desde luego que estaba de acuerdo. Es curioso. Jaime Cháidez reportaba el estado de Campbell cotidiana-
mente. Lo espació y pensamos que la estaba librando, que estaría listo para el final de Minería. Por eso la tarde del 15 de febrero se volvió pesada, un punto en que debimos considerar un asunto tan duro como la partida de nuestro amigo. Nos han gustado la cantidad de fotos que aparecieron en la red, la que mencionó David Huerta y que Camacho nos mostró, los amigos comunes y los lugares en que brindamos por ese norte beige que tanto nos determina, une y nos enseña las edades del hombre como una cosa divertida. Un día, después de su café irlandés y el expreso mío, volvimos a su casa en la Condesa. Me contó de su hijo Federico, que era un periodista arrojado y su gran orgullo. Siempre me regalaba libros de Sciascia con quien conversó muchas veces. También de autores que me convenía leer. Nos detuvimos unos minutos en su estudio, donde me enseñó una foto de cuando estaba en la primaria: un
morrito güero, de pelo corto, muy serio, junto a sus compañeros. ¿Ves mis zapatos? Los veía, uno de ellos estaba roto, descosido de viejo, como testimonio irrefutable de que hay épocas en que el sol no sale para todos. Fue la única vez que lo vi llorar. Federico nos enseñó a no apantallarnos por la fama, por los otros que mienten o se aprovechan, por los que siempre están allí; nos enseñó a no tener miedo, a llevar el país en el corazón. Un país que es injusto y sanguinario, pero que cuenta con ciudades donde no se ocultan las debilidades ni las grandezas; claro, me refiero a Tijei, Culichi y Juaritos. Un país que es lenguaje, historia y esa terca esperanza de que un día estaremos mejor. Querido carnal, tus compas brindaremos porque tengas buen viaje. De Tijuana a Yucatán, de Mazatlán a Tampico y en el DF, van a volar pelos. Y vamos a poner esa rolita de Elton Jhon que le gustaba a Rulfo, y a ti también, no digas que no. Salud.