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HIDRÁULICA / UN ESCENARIO DE AGUA SOSTENIBLE PARA EL VALLE DE MÉXICO / CÉSAR
que el gerente de proyecto determina cuál es el camino correcto, pero el contratista o el gobierno, según sea el caso, toma las decisiones. HGR: Efectivamente. Pero el gobierno, opino, no quiere correr el riesgo de tomar una decisión contraria a la del gerente del proyecto; si después se presenta un problema, queda una constancia de que el gerente del proyecto advirtió cómo deberían ser las cosas, y no se hicieron así. Es un tema complejo. IC:¿Esto se da en escala nacional, o hay excepciones en los ámbitos estatal y municipal? HGR: En algunas legislaciones estatales existe una figura muy semejante al gerente de proyecto: el coordinador de supervisores, pero el gerente de proyecto no es un supervisor, no hace supervisión directamente de la obra; administra y conduce el proyecto de manera integral con todas sus partes, y la supervisión es una, y muy importante.
Hay otra figura: el director de proyecto. Se dice: “en algunos casos podrá haber un director de proyecto”. Yo veo ahí algún parecido, pero volviendo al punto: ¿qué pasaría con un gerente de proyecto en las obras que está realizando ahora el gobierno? Pues haría señalamientos de decisiones que no están bien fundadas en cuanto a tiempos, en cuanto a costos. Vamos a suponer: el trazo de una carretera. El gobierno dice: “No quiero entrar en confrontación con la comunidad; si la comunidad dijo que no quiere que pase por ahí, pues no se hace por ahí”. Pero el gerente de proyecto indica que ése es el camino más viable, que vale la pena insistir, negociar, hacer un esfuerzo de comunicación, de gestión, y buscar que se haga la carretera por el trazo adecuado… sin embargo, el Ejecutivo es el que hace, y no desea que le digan cómo debe hacer las cosas. IC: Otro aspecto que seguramente está muy presente es el hecho de que muchos ingenieros civiles comentan
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la importancia de cumplir con las etapas de los proyectos en tiempo y forma. Por ejemplo, no empezar a construir un proyecto sin estudios preliminares y diseño… HGR: Sí, pero por la misma razón los gobiernos no han aceptado que quede textualmente en la ley el que una obra no se pueda iniciar sin que se cuente con todos los elementos. Tiene ventajas en muchos casos, pero en otros puede significar una desventaja que no se cuente con todo. Las obras podrían demorar muchísimo tiempo. Por ejemplo, en la Un gerente de proyecto haría señalamientos de decisiones que no están bien ley no está escrito que se deba fundadas en cuanto a tiempos, en cuanto a costos. contar con el derecho de vía, que es fundamental en muchos proyectos, pero también difícil de concretar, por el régimen de propiedad que tenemos en México. IC: ¿Qué relación hay con organizaciones o instituciones de la sociedad que tienen similares inquietudes que el colegio? HGR: Realizamos un trabajo conjunto en muchos casos con la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) y con la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría (CNEC). Coincidimos casi en todos los asuntos. IC: Hubo una propuesta del colegio que era una nueva ley de obras, pero el Poder Legislativo propuso modificar la actual. HGR: La CMIC plantea modificar la actual como un primer paso. Otro camino que puede ser importante, y en el que no hemos incursionado a fondo, es modificar el reglamento, porque la ley dice qué, pero el reglamento dice cómo. Yo creo que hay temas muy importantes que podrían mejorarse en el reglamento. IC: Por favor, entre en detalle sobre eso. HGR: Entre las reformas hubo algunas que no tuvieron el total consenso de los ingenieros civiles. Por ejemplo, ahora compartirán la responsabilidad el residente de obra y el supervisor. Algunos ingenieros civiles consideran que eso es desproporcionado, puesto que el monto de los servicios contratados a la consultora es u Propone el CICM la creación de un consejo consultivo de obras públicas, que hace falta para que no estemos realizando obras de infraestructura que no estén articuladas, conectadas, que no logren detonar el desarrollo que el país necesita, que no se concluyan o que sean nada más la prioridad de un sexenio.
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muy diferente del monto de los servicios contratados a la supervisión; ello implicaría complicaciones al elaborar una fianza. La reforma dice: “la supervisión será corresponsable”. Pues debemos empezar por ir a fondo, y precisarlo en el reglamento: ¿qué alcance tiene esa corresponsabilidad?

IC: ¿Cuáles otros puntos del reglamento le parecen relevantes? HGR: El registro de contratistas. También había quien estaba a favor y quien estaba en contra. Decían: “Yo puedo concursar una obra aunque no esté registrado como contratista. ¿Por qué me están poniendo ese impedimento?” Nosotros respondemos: “Para que se vea que cuenta con la especialidad y la experiencia”. Y replican: “Somos una pequeña empresa apenas en formación, y no tenemos toda la experiencia y toda la especialidad, pero eso no es prueba de que no pueda hacerlo”. En el fondo tienen razón. A nadie se le puede demostrar que no sabe o que no puede hasta que se le ponga a prueba. Lo ven como una falta de oportunidad para los medianos y los pequeños. También el reglamento podría precisar lo relativo a la evaluación por puntos y por porcentajes.
IC: También las empresas con mucha experiencia, conocimiento y especialidad podrían decir: “Tengo 24 años de experiencia comprobada y me ponen a competir con alguien que no ha hecho nada como lo que se está licitando”. HGR: Exacto. No parece justo tampoco. Por eso también nosotros planteamos un consejo consultivo, un comité de expertos que determine quién tiene la capacidad.
IC: ¿Cuál es el balance que se hace del funcionamiento del Comité de Normatividad y Enlace Legislativo? HGR: Considero que hemos cumplido con mucho esfuerzo el cometido de impulsar cambios a la ley de obra pública, pero tenemos muchos pendientes. Es decir, podríamos estar conformes, pero no plenamente satisfechos. Nos faltó tiempo para coordinarnos con el Comité del Agua para las reformas a la Ley de Aguas Nacionales, que es un gran pendiente. Ellos han hecho un trabajo muy importante al que yo he querido que nuestro comité se sume, y nos ha faltado tiempo para un trabajo conjunto también con el Comité de Energía, para estudiar las reformas.
IC: Finalmente, a reserva de lo que quiera agregar, ¿cuál es la agenda? HGR: Identificar un segundo paquete de reformas para la ley de obra pública, lo que se quedó pendiente, entre ello la figura del gerente de proyecto, el consejo consultivo y la obra pública; apoyar al comité de planeación también en lo relativo a la creación del Instituto de Planeación de Infraestructura; coordinarnos con el Comité del Agua y con el Comité de Energía para las reformas, tanto a la Ley de Aguas Nacionales como a la Ley de Servicios de Energía Eléctrica; en otros comités, como el de Resiliencia, también hay temas legales: está la Ley de Protección Civil y otros ordenamientos que debemos estudiar. Primero estudiarlos, conocerlos, entenderlos y ver qué proponemos. Es labor del colegio, de acuerdo con su mandato constitucional y con la Ley de Profesiones, asesorar al gobierno y ser órgano de consulta; eso, en sentido amplio, es estar estudiando y analizando las leyes que impactan en la práctica profesional y proponer las adecuaciones, no sólo cuando el gobierno nos llame, sino nosotros estar atentos, no especular con que se presente un problema derivado de la aplicación de una ley
Entrevista de Daniel N. Moser
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PASOS DE FAUNA
Los pasos de fauna también conocidos como puentes verdes o ecoductos son estructuras que permiten el cruce seguro de los animales logrando una disminución en accidentes vehiculares.
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Un escenario de agua sostenible para el Valle de México
En este artículo se hace un balance actual de los recursos hídricos en el Valle de México, como punto de partida para plantear escenarios futuros con diversas hipótesis que tienen por objetivo satisfacer las demandas futuras mediante la aplicación de medidas que actúen del lado de la reducción de la demanda y del incremento de la oferta, con énfasis en la recuperación de los acuíferos sobreexplotados sin demérito de la calidad del servicio de agua y saneamiento que debe conservarse y mejorar en las zonas que presentan deficiencias.
CÉSAR
HERRERA TOLEDO
Responsable técnico de 2050 El equilibrio hidrológico cuenta, A.C.
SERGIO
MACÍAS NAVA
Gerente de Consultoría y Estudios, S. C. En el Valle de México1 se concentra una población superior a 20 millones de habitantes que demandan agua principalmente para usos doméstico, agrícola e industrial. Las fuentes de abastecimiento son: aguas superficiales y subterráneas de valle y transferencias de las cuencas de Lerma y de Cutzamala. A pesar de contar con esos recursos hídricos, la distribución del agua para la población es inequitativa; hay zonas con altas dotaciones y otras donde el suministro se hace por tandeos, a veces semanales. La región se ha visto sometida a fenómenos hidrometeorológicos extremos, sequías y lluvias intensas que ponen en riesgo la seguridad hídrica para sus habitantes.
En el Valle de México se genera el 25% del PIB nacional y es el centro cultural, político y económico del país. Su importancia es evidente, y mantener esa capacidad representa un gran reto, donde el agua es un factor determinante para su sostenibilidad. De ahí la necesidad de plantear una estrategia que asegure los recursos hídricos para el futuro, con visión de largo plazo, que establezca medidas para utilizar eficientemente los recursos en una acción conjunta de autoridades y sociedad.
La línea de base para conocer las condiciones actuales de los recursos hídricos en el valle y para hacer las proyecciones de demanda y de abasto se plantea a partir de un balance hídrico que se sustenta en la información disponible, algunas veces insuficiente e inconsistente. El balance sintetiza un diagnóstico de la situación presente al contrastar la aportación de las fuentes con los usos, e identificar componentes como la infiltración, las fugas o el agua para la agricultura, que constituyen nichos de oportunidad para hacer un uso más eficiente del agua.
Balance hídrico
Área de estudio El Valle de México tiene una superficie de casi 10,000 km2 ; ahí se ubica la Ciudad de México con sus 16 alcaldías en una superficie de 1,494.5 km2, 50 municipios del Estado de México con una superficie de 5,111 km2 y 15 municipios del estado de Hidalgo que ocupan 2,651 km2 . La zona metropolitana que se ha formado con el paso de los años ha sido el resultado de la conurbación de la Ciudad de México con municipios del Estado de México y del estado de Hidalgo.
Una característica del Valle de México que lo hace muy singular son los suelos de las zonas donde antes hubo lagos. Son suelos constituidos por arcillas con altos contenidos de agua que se compactan cuando se extrae agua del subsuelo y en consecuencia afectan las zonas urbanas que les sobreyacen, además de generar un hundimiento regional. Se ha visto que la subsidencia se favorece con la sobreexplotación de los acuíferos, por lo que se busca aminorar los daños mediante acciones que contribuyan en lo posible a la recuperación del equilibrio de los acuíferos.
La sobreexplotación se inició a mediados del siglo pasado; actualmente se estima en 24 m3/s, y los hundimientos que ha generado a lo largo del tiempo alcanzan en algunos casos hasta 15 m; en algunas zonas se han producido agrietamientos. Los daños por hundimientos afectan edificaciones, vialidades, el metro de la CDMX y muy especialmente las redes de agua potable y el sistema de drenaje pluvial, al grado de haber tenido que construir un sistema de drenaje profundo con túneles.
Las interacciones que guarda el Valle de México con otras cuencas para el suministro de agua y las descargas
Evaporación 166.08
Precipitación 197.13
Escurrimiento superficial 21.49
Fuentes externas (Lerma y Cutzamala) 20.34 Superficial (manantiales y ríos) 5.00 Pozos 62.35 Suministro 87.69 52.61
35.08 Evotranspiración 4.08
4.62
40.12
7.87
Sobreexplotación 24.20 Sustentable 38.15

Recarga por lluvia 9.56 Extracción 62.35 Fugas
15.44
6.93 Flujo horizontal 11.97
Acuífero (recarga, 38.15)
Figura 1. Balance de agua en la cuenca del Valle de México.
4.04 Recarga por agricultura 1.18 47.35
Drenaje PTAR
5.93
Salida del Valle 58.32
de aguas pluviales y residuales hacen necesario incluirlas en el balance, ya que cambios en una se reflejan en las otras. El balance que aquí se presenta los incorpora a través de los volúmenes de entradas y salidas, sin detallar el cálculo preciso para cada cuenca.
La cuenca Lerma-Chapala forma parte de la Región Hidrológica No. 12 y se ubica en el centro-occidente del país. A principios de la década de 1940, como resultado del proceso de desecación de los lagos del Valle de México y por los impactos de la extracción de sus aguas subterráneas, se planteó la posibilidad de efectuar un trasvase de agua subterránea de la cuenca de Lerma. Inaugurado en 1951, aportó en su inicio un caudal de 4 m3/s; la extracción llegó casi hasta los 15 m3/s en 1974. Posteriormente, a partir de 1978, los volúmenes extraídos disminuyeron paulatinamente, lo que se acentuó después de 1982, cuando comenzó a funcionar el Sistema Cutzamala. Finalmente, el gasto se estabilizó en la década de 1990 en alrededor de 4 m3/s para la Ciudad de México.
La cuenca del Río Cutzamala drena una superficie de 10 619.14 km2, y se encuentra delimitada al norte por la Región Hidrológica No. 12 Lerma-Santiago. El Sistema Cutzamala2 es el conjunto de subcuencas, presas, canales, tramos de río, acueductos, plantas de bombeo, planta potabilizadora y tanques que, en conjunto, captan, tratan y conducen agua para el abastecimiento de la zona metropolitana de Toluca (ZMT) y la ZMVM. Está integrada por siete presas derivadoras y de almacenamiento, seis estaciones de bombeo y una planta potabilizadora. El sistema bombea agua desde una altura de 1,600 msnm en su punto ínfimo y llega hasta 2,702 msnm en su punto más alto. De la cuenca del Cutzamala se envían 19.97 m3/s para el abastecimiento de la Zona Metropolitana del Valle de México.
La cuenca del Río Tula, perteneciente a la Región Hidrológica No. 26, se ubica en la parte occidental del Valle del Mezquital, en la parte sur del estado de Hidalgo y norte del Estado de México. Recibe las aguas residuales y pluviales que se generan en la ZMCM, de manera que las disminuciones en las descargas pueden afectar a las zonas de riego que se alimentan con estas aguas.
El balance En la figura 1 se representa el balance de agua en la cuenca del Valle de México, desde la precipitación y las fuentes externas hasta el aprovechamiento de las fuentes internas y las descargas. Es una imagen de las condiciones de 2019 con información complementada por estudios de años anteriores, al no existir datos más consistentes.
Se precipitan sobre el Valle de México 197.13 m3/s, de los cuales 166.08 se evaporan y los restantes 21.49 se distribuyen en: recarga del acuífero (9.06 m3/s), ríos y arroyos (5.00 m3/s) y descarga al drenaje (6.93 m3/s). El volumen para abastecer los diversos usos proviene de aguas superficiales (5 m3/s), de aportaciones de las importaciones de Lerma (4.37 m3/s) y Cutzamala (20.34 m3/s); la mayor aportación proviene de los pozos ubicados en el Valle de México (62.35%). Así se integran los 87.69 m3/s, de los cuales sólo llegan a los usos industrial (4.42 m3/s), doméstico (40.12 m3/s) y riego agrícola (7.87 m3/s). La diferencia respecto a los 87.69 m3/s se pierde por fugas (35.08 m3/s). Los tres usos principales evapotranspiran 4.08 m3/s, infiltran 1.18 y descargan 47.35 m3/s que salen del valle. Al acuífero llegan 9.56 m3/s por recarga de lluvia, 11.97 m3/s por
recarga horizontal, 15.44 m3/s por la infiltración generada por las fugas, así como 1.18 m3/s proveniente de drenaje agrícola. La recarga suma 38.15 m3/s, pero la extracción es de 62.35, es decir, se sobreexplotan 24.2 m3/s.
Destaca del balance que la sobreexplotación supera el caudal que se importa de otras cuencas, y las fugas se estima que son aún mayores; es decir, el agua importada con costos muy elevados y parte de la sobreexplotación sirven para alimentar las fugas, si bien parte de las fugas recarga el acuífero. Pero el daño que produce la sobreexplotación por los hundimientos tiene costos muy elevados y su recuperación puede tomar muchos años.
La información utilizada en el balance proviene de diversas publicaciones y en algunos casos se trata de estimaciones, porque no se miden sistemáticamente los volúmenes de las diversas fuentes. Por ejemplo, la fuente de abastecimiento principal, que son los acuíferos del Valle de México, no cuenta con integradores de volumen para conocer bien la extracción de agua; tampoco hay suficiente medición de las descargas, y las fugas y recarga son estimaciones. Pero el balance deja ver áreas de oportunidad para reducir la sobreexplotación, como la reducción de fugas, el reúso de agua en la industria y en la agricultura, la reducción en el consumo y nuevas fuentes de abastecimiento, entre otros.
Escenarios
La implementación de estrategias de manejo del agua que incidan en la reducción de la demanda y el incremento de la oferta puede contribuir a reducir la sobreexplotación del acuífero.
En el caso de la demanda, significará impulsar proyectos para reducir el uso del agua subterránea con medidas para hacer más eficiente su consumo, o con el intercambio de aguas residuales por el agua que se extrae del acuífero; también, la aplicación de tarifas que reflejen el valor del agua. Las soluciones del lado de la oferta significan transferir agua desde otras cuencas o mejorar las fuentes existentes, en general con una creciente oposición de las poblaciones locales en las zonas de exportación.
Las soluciones son cada vez más complejas, costosas y de largos periodos de preparación, concertación, ejecución y puesta en marcha, por lo que son necesarios extensos plazos de planeación, programación, ejecución, seguimiento y evaluación, reforzados por instancias institucionales y de la sociedad capaces de lograr estos procesos. De ahí la relevancia de estudiar escenarios futuros de oferta y demanda de agua, donde se pueda analizar la interacción entre las cuencas y los acuíferos allí incluidos, a fin de estar en condiciones de tomar decisiones concertadas sobre las acciones a emprender.
Para tal efecto, se ha aplicado un modelo de dinámica de sistemas donde, mediante la representación de un sistema complejo como el que constituye el sistema hidrológico del valle de México, con gran cantidad de información y de interacciones entre aguas superficiales y subterráneas, demanda y oferta de agua, adopción de políticas, costos y análisis de riesgos, entre otros componentes, es posible presentar los resultados en forma clara y sencilla, lo que propicia su análisis por parte de usuarios y autoridades.
Por medio del modelo, se han planteado diversos escenarios que han permitido adquirir visiones de los efectos de la intervención de proyectos o de la toma de decisiones en torno a la operación de los sistemas de abastecimiento. El interés principal de los análisis es ver el comportamiento de los acuíferos, porque en última instancia lo que se busca es contribuir a la restauración paulatina de su equilibrio. Los escenarios que se han planteado son los siguientes: A. Tendencial, sin nuevas fuentes de abastecimiento B. Acciones locales, sin fuentes externas adicionales C. Acciones locales y aportaciones del proyecto del
Mezquital D. Acciones locales y aportaciones del proyecto Tecolutla, primera etapa E. Acciones locales y aportaciones del Acueducto
Poniente
En el escenario tendencial, que sirve como referencia para identificar los atributos de otros escenarios, se aprecia el aumento que observará la sobreexplotación del acuífero a lo largo del periodo de análisis prospectivo, hacia 2050. En la figura 2 se representan las fuentes de abastecimiento con las que, de acuerdo con el modelo, habrá de satisfacerse la demanda; con este escenario tendencial, la sobreexplotación del acuífero se incrementará de 24 m3/s, que se estima actualmente, hasta alcanzar 32 m3/s hacia 2050. También se han estimado con el modelo los costos que representa el abasto de agua para los diferentes fines, incluyendo los costos de mantenimiento y operación, energía y, muy particularmente, los costos que implica la sobreexplotación del acuífero, debido principalmente a los hundimientos que provoca, estimados a razón de $52/m3 de sobreex-

100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050 Flujo horizontal Infiltración de fugas de red Recarga artificial Fuentes superficiales locales Infiltración por lluvia Infiltración agrícola Acuífero (oferta no sustentable) Transferencias
Figura 2. Oferta hídrica en el Valle de México. Escenario tendencial.