La desunión europea (germanofobia)

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Crisis • Europa • Crece la germanofobia

Héctor Estepa Desde Atenas

Las dificultades económicas y los severos ajustes fiscales en los que están sumidos los países del sur de Europa han generado un sentimiento de rechazo hacia los alemanes, señalados como los impulsores de la una austeridad que –al menos hasta ahora– no ha dado resultados.

La desunión europea

AFP

Terrible comparación. Afiches como este, que muestra a la canciller alemana Angela Merkel con indumentaria nazi y el bigote de Adolfo Hitler, son cada vez más frecuentes en las protestas.

M

ientras se toma su sexto café del día, el cocinero Akis Nikolau da rienda suelta a su cólera contra los alemanes: “Son ladrones y funcionan como robots; no se ríen como nosotros, es una cultura diferente”. Estamos en Nicosia, Akis es chipriota y, como muchos de sus compatriotas, ha ido viendo el ‘corralito’ bancario en que se vio sumido su país, 10 Internacional Lima, domingo 5 de mayo del 2013

Un 78% de los griegos tiene mal concepto de Alemania.

mientras acumulaba una creciente aversión hacia los germanos. Nervioso, mira la televisión, donde se suceden debates sobre la crisis económica de su país. No solo ocurre en Chipre. La germanofobia es una tendencia en prácticamente todo el sur de Europa, sobre todo España, Portugal y Grecia, los países más golpeados por la crisis y, por lo mismo, más sometidos a los designios de austeridad de Berlín. A

modo de ejemplo, una encuesta realizada el año pasado señalaba que el 78% de los griegos valora negativamente a Alemania. La estadística, al menos en este caso, no es una cifra vacía. Se materializa, por ejemplo, en miles de manifestantes griegos y españoles que portan pancartas en las que la canciller Angela Merkel aparece con un hitleriano bigotito, o con uniforme de la SS. Imágenes así no solo aparecen en


0,5% es la tasa de interés fijada por el Banco Central Europeo

Resentimiento que viene de la Segunda Guerra Mundial Si las heridas de la Segunda Guerra Mundial no se han cerrado por completo para ciertos países, gran parte de culpa la tiene el impago alemán de parte de las reparaciones históricas de los daños infligidos durante el conflicto. Un informe

esta semana, en un nuevo intento de reactivar la economía del bloque.

27% de los españoles está desempleado. Esto equivale a 6,2 millones de personas.

del Gobierno Griego sugiere que Berlín le debe a Atenas hasta 162.000 millones de euros (211.000 millones de dólares) por los desperfectos causados en la guerra y un préstamo que los oficiales nazis obligaron a efectuar a la hacienda helena.

REUTERS

las marchas callejeras, también han sido reproducidas por varios periódicos.

Austeridad sin progresos En el centro de las críticas están las políticas de austeridad impulsadas desde los países del norte de la Unión Europea (UE), especialmente Alemania, que señala que la rigidez presupuestaria es el modelo que deben seguir las economías del sur, sumamente endeudadas y deficitarias. La grave crisis en la que han caído países meridionales como España, Grecia, Portugal y Chipre no ha hecho sino fortalecer la posición germana. “Alemania está jugando un rol dominante en la UE y eso no está bien. La unión no se creó para ser dominada por un solo país, eso vulnera sus fundamentos”, explica Ioanna Kaftanzoglou, socióloga de la Universidad de Atenas. En efecto, muchos europeos del sur ven a la canciller Angela Merkel como la autoimpuesta lideresa de la comunidad de países. Su opinión y su voto son decisivos entre los 17 países de la Eurozona. Todas las resoluciones son democráticas en Europa, pero la posición del país teutón es la de acreedor y su postura es clave. Sin embargo, la austeridad no ha dado frutos inmediatos. En los países del sur ha aumentado la pobreza. Grecia y España lideran los índices de desempleo europeos con tasas mayores al 26%. En el país heleno el nivel de vida ha descendido un 35%, lo que ha causado la furia de sus ciudadanos. La ira ha sido dirigida contra los países impulsores de la austeridad: “Alemania cree que Grecia es un protectorado”, apunta la estudiante Cristina Panagopoulos. El desencuentro llega al punto de recordar las funestas guerras mundiales: “El sentimiento antialemán siempre ha estado alimentado por la ocupación germana de Europa en las grandes guerras, aún no resueltas por completo”, señala la socióloga Kaftanzoglou.

Críticas desde dentro Durante las últimas décadas Alemania había mantenido un perfil bajo, pero ahora eso ha cambiado. Su posición es criticada también desde la misma Berlín: el ex canciller Helmut Schmidt (1974-1982) ha advertido a Merkel contra la tentación de convertir a Alemania en “maestra de otros países” y “poner en riesgo el proyecto de Europa”. Incluso el mítico líder de la reunificación Helmut Kohl señaló al gobierno teutón por haber perdido la brújula políti-

En contra. Miles de chipriotas salieron a las calles a oponerse a las duras condiciones del rescate financiero que les impuso el resto de la UE.

Boicot comercial y menos turistas La germanofobia puede terminar afectando más la ya muy precaria economía de algunos países del sur de Europa. Según las agencias de viaje chipriotas, el volumen de reservas turísticas procedentes de Alemania se redujo en un 40% en las últimas semanas. También sucedió algo parecido en el 2012, durante el punto álgido de la crisis en Grecia. Los turistas alemanes parecen no querer problemas y evitan visitas a países en los que corren el riesgo de no ser bien recibidos. De hecho, en el país heleno –que tiene al turismo como su principal fuente de ingresos– se registró algún incidente violento aislado contra viajeros del norte de

Corralito. Para evitar una corrida bancaria, Chipre fue forzado a limitar los retiros de ahorros en sus bancos. Europa el año pasado. También han empezado a producirse boicots comerciales. En Grecia, la Asociación de Consumidores ha pedido no comprar productos alemanes u holandeses, que abundan en los super-

mercados. “Esos dos países están contra Grecia, no nos quieren ayudar y si quieren hacerlo, no puede ser por la imposición”, expone Fotis Piropoulos, dirigente de esa organización.

ca. No es la opinión de la mayoría: el 59% de los alemanes cree que Merkel ha actuado de forma acertada en la crisis. En el sur de Europa los porcentajes se invierten: “Alemania dice que somos un paraíso fiscal pero ¿Y ellos? Los últimos nueve grandes casos de lavado de dinero se han dado allí ¿Por qué no se habla de eso?”, critica Prodromos Jaralambos, presidente del sindicato de empleados de banca de Chipre ante el cambio de modelo económico solicitado desde Berlín para la isla. Incluso en los años más felices de la Unión Europea, para muchos habitantes del sur era patente cierto velado desprecio con el que eran vistos por las potencias del norte. Ahora, la crisis ha disparado un sentimiento inverso e igualmente peligroso. Muchos temen que esto derive en un retorno de las ideologías extremistas. “La reacción de muchos manifestantes es racista. Alemania se ha convertido en un chivo expiatorio. Se puede criticar su situación de dominación pero no es el origen de nuestros problemas. En Grecia tenemos que darnos cuenta de que nuestra crisis es culpa de nuestro estado clientelista”, admite Kaftanzoglou. Lima, domingo 5 de mayo del 2013 Internacional 11


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