Arquitrave Nº
56, Agosto-Octubre 2014
ALEJANDRO CASTRO Etiología Cuando tenía quince años me enamoré de un pescador borracho que sólo dijo que me quería bajo una mata de mangos en una terrible tormenta de año nuevo casi sin querer. Por supuesto después no recordaba nada ni siquiera el cariño que según parece era un efecto secundario del ron. Yo tampoco quería recordar pero recordaba recuerdo con precisión. Después me enamoré de un surfista hermoso como Dios que sí recordaba pero no entendía. Yo tampoco quería entender lo poco que había para entender y era simple. Luego el silencio 89